Capítulo 36.

Sacrificio.

"Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo." Platón


Se cree que para aquellos que practican la magia primero tienen que hacer un pacto con alguna entidad más grande que ellos, pero también que deben de entregar algo a cambio, sea su alma, su virtud o cualquier otra cosa que pueda ser valiosa para aquella entidad, se cree que aquellos que realizan magia no pueden hacerla sin perder algo en su vida, tienen que dar para recibir, incluso en un hechizo simple, tienen que entregar una parte de su alma o una parte de algo vivo para poder triunfar en el hechizo, porque si no lo hacen, es posible que la magia los consuma a un punto en el que no tendrán retorno.

Siempre había sido consciente que en la tierra tenemos que dar para recibir, tenemos que dar amor para recibir amor y confianza para recibir confianza, sin embargo no estamos completamente seguros de la forma en que la vida nos va a cobrar cuando realizamos algo referente a una venganza, porque creemos que hemos pagado antes de recibir, pero a veces el karma es tan jodido que no le importa cuánto hayamos sufrido antes, tiene que cobrarse lo que hacemos en ese instante, así sea por un bien mayor, también se nos cobra un precio.

Dicen que a veces creemos que estamos viviendo una pesadilla aún peor de las que nos han atormentado a lo largo de toda nuestra vida, una pesadilla de la cual nosotros no tenemos el mínimo control porque es la realidad y es algo que está completamente escrito en el libro de la vida, creamos o no, la vida a veces nos golpea de una manera que es imposible volver a ponernos de pie, nos hace sentir completamente vulnerables y sin poderlo evitar, nuestro corazón se ve completamente calcinado por el dolor.

El karma cobra tarde o temprano lo que hacemos en nuestra vida, quizás nosotros lo hacemos con un motivo bueno, queremos hacer un bien mayor haciendo el mal, no tenemos en cuenta que el karma no toma las razones por las que lo hacemos, si no toma la acción que realizamos, en ese sentido es completamente imposible explicar que lo que hemos hecho lo hemos hecho por algo mayor, que aquel dolor que provocamos no fue para causar un real dolor a alguien inocente, sino que fue para proteger a quienes amábamos o incluso para vengar a aquellos que sufrieron en manos de esa persona.

Por eso el karma y la magia están relacionados, porque no importa lo que hagamos, sabemos que tarde o temprano el karma nos va a alcanzar y nos va a causar tanto dolor que no podremos ser capaces de mirar más allá de nuestros propios ojos. Nuestro corazón duele de una manera completamente atroz y ahí sabemos que hemos pagado la deuda que teníamos por recibir la virtud que solicitamos.

Por qué tal como mi madre lo había dicho alguna vez, cuando estaba obsesionada con una de las películas de magos que existían cuando era una niña, no puedes conjurar un hechizo sin entregar vida a cambio, así como no puedes cobrar una venganza sin sacrificar algo, tu felicidad, tu dignidad o cualquier cosa valiosa para ti.

Quizás ese había sido mi mayor error, que no había estado dispuesta a sacrificar absolutamente nada más por acabar con la vida de esos bastardos, estaba completamente segura de que después de acabar con ellos nada podría volver a dañarnos como lo había hecho durante años, debí haber prestado atención a cada una de las advertencias que el universo o cualquier ser superior me había dado, debía haber dejado todo por la paz y haber escapado como mi hombre siempre lo había querido.

Deseaba regresar el tiempo atrás, no me importaba lo que tuviese que hacer para ello, pero quería que todo el dolor que mi corazón estaba sintiendo en ese preciso instante desapareciera inmediatamente, no quería sentir ese calcinante dolor en mi pecho al ver al hombre que amaba completamente inerte.

Mi alma y mi cuerpo dolían de una manera completamente atemorizante, el llanto se acumulaba de una manera sofocante en mi pecho y quería derramar todas las lágrimas que había estado conteniendo durante ese tiempo, no quería que mi hijo me viera caer al ver a su padre en ese ataúd.

Su pequeña manita me sostenía con fuerza, no recordaba mucho de lo que había pasado antes de ese momento, sólo el hecho de que nos encontrábamos en un funeral. Escuchaba el llanto de mi suegra a mi lado y el dolor de ver al hombre de mi vida completamente pálido frente a mí, era algo que nunca podría superar.

No podía ni siquiera pensar en la idea de que jamás volvería a tomar mi mano en las noches, de que no volvería a estrecharme entre sus brazos como lo había hecho durante todos esos años y en que no volvería a sentirme completamente segura a su lado, porque había partido de la tierra y yo había quedado completamente sola con nuestro hijo. El dolor en mi pecho era completamente inigualable, quizás era porque sabía que en ese momento realmente él no volvería, porque estaba viendo su cuerpo frente a mí.

Debí estar preparada para sacrificar algo, pero jamás creí que sería él, jamás creí que lo que debería dar sería al amor de mi existencia, quería regresar el tiempo atrás y ser yo la que recibiera ese disparo, ese disparo era completamente dirigido a mí y yo debía ser la que estuviese en esa caja, no el amor de mi existencia y el padre de mi hijo. Yo era quien había tomado la decisión de acabar con ese par de bastardos, yo era quien tenía que pagar las consecuencias.

Quería ser fuerte para mi hijo, quería aguantar las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos en el momento en el que el féretro fue sellado completamente, quería volverme una niña pequeña entre los brazos de mi hombre, sentir que me volvía completamente vulnerable y que no tenía miedo a ello porque sabía que él estaría a mi lado, él me estrecharía entre sus brazos y me haría sentir completa, que no tenía que ser fuerte todo el tiempo y qué podía de vez en cuando dejarme derrumbar, pero no era así. Jamás volvería a serlo.

El dolor en mi corazón era completamente devastador, sentía cómo cada una de las paredes que habían sido derrumbadas por él volvían a construirse el doble de resistentes, porque no había forma de que volviera a sonreír, nisiquiera por nuestro hijo.

—Murió por tu culpa—murmuró mi suegra—. Si no hubieras querido tu ridícula venganza, mi hijo estaría con vida.

—Fuiste egoísta—murmuró Kennett, partiendo mi corazón aún más.

—Mataste a papi, mamá—murmuró mi hijo.

Sus ojitos cargados de ira y dolor sólo hacían que mi corazón se rompiera en mil pedazos más, el llanto se desbordó de mí y el dolor en mi alma fue insoportable, no podía ser cierto, no podía haber acabado todo. Comencé a escuchar murmullos en mi dirección, todos culpándome por lo que yo misma me estaba culpando, era mi culpa que el amor de mi existencia estuviese ahí, yo lo había asesinado.

—Perdón... perdón por favor—sollocé.

Sentí unos brazos sobre mis hombros, mientras la culpa aprensaba mi interior, y el llanto se derramaba de mis ojos, mojando completamente mis mejillas. Abrí los ojos completamente desorientada, al descubrir los ojos caramelo de mi mejor amigo, Nick me miraba con una notable preocupación en su rostro y no fue necesario decir una sola palabra, antes de que sus brazos me estrecharán con fuerza.

—Joder, si Conall te ve así va a matarnos a todos—gruñó.

—Lo maté...—susurré.

—No, pequeña—murmuró —. No mataste a nadie... es tu mente que está tratando de encontrar un refugio—aseguró—. Kennett dice que todo salió bien en la cirugía.

—¿Cirugía?

—Pequeña—murmuró mi padre sentándose a mi lado—. Estas muy confundida, todo está bien... Le dispararon a Conall, pero ya le realizaron una cirugía, por suerte la bala solo perforó sin tocar nada importante, repararon el daño y ahora estan esperando a que despierte.

Pequeños flashes comenzaron a llegar a mi mente, los gritos, la explosión y la negociación con la INTERPOL. El alivio me embriago, estaba tan cansada que mi mente no lograba discernir de la realidad con las fantasías que se creaba mi cabeza.

<<Key, está perdiendo demasiada sangre, es mejor que lo llevemos al hospital privado que tengo en la costa oeste, nadie llegará hasta allá y la INTERPOL no intervendrá>>

<<Soy el nuevo jefe de la INTERPOL, no negocio con criminales, pero dado que para mí usted es la ministro de la IISMFCMO, manténgame al tanto de la situación y asegúrese de que todo me sea informado, así ninguno de los dos tendremos problemas>>

<<Lo salvaremos, Conall es fuerte>>

Cuando mi cerebro y mi corazón parecieron estar en la misma sintonía, todos los recuerdos me golpearon, me di cuenta de que habían sido solo un sueño, después de que le dispararan a mi esposo todo se había vuelto un completo caos, mis hermanos me habían arrastrado afuera del edificio que no tardó más de 10 segundos en explotar y volar en cientos de pedazos, destruyendo absolutamente todo lo que se encontraba dentro incluyendo los cadáveres de los bastardos que nos habían jodido la vida, estaba segura de que no habían quedado ni siquiera cenizas de sus cuerpos y eso me hacía sentir feliz, después de todo era lo que había estado en anhelando desde el momento en el que había comenzado a planear mi venganza.

Solté un suspiro de tranquilidad al entender que todo lo que había creído era verdad, no eran más que sueños del estrés que había vivido en las últimas horas. En cuanto mi tío y mi suegro revisaron a mi esposo, ambos coincidieron que no sobreviviría si lo trasladábamos hasta Sicilia y teníamos solo dos opciones, trasladarlo o llevarlo al hospital de la mafia griega, no lo dudé ni un solo segundo al ordenar que lo llevaran inmediatamente al hospital, no podía arriesgarme a perderlo. Mi única condición había sido que sólo mi tío y mi suegro le dieran atención, no me importaba toda la mierda ética, no iba a dejar la salud de mi esposo en manos de ningún otro.

Justo cuando estábamos abordando las camionetas, la INTERPOL llegó para arrestarnos a todos, tenían que cumplir su trabajo y yo lo entendía perfectamente, porque había estado de ese lado. El nuevo jefe que había ascendido después de la muerte del hombre al que nosotros habíamos tratado de rescatar dos años atrás, no se molestó ni siquiera en preguntar mi nombre, conocía cada detalle de mi vida y era claro que me había estado investigando. Y aunque aseguraba no negociar con criminales, había dicho que para él nosotros no éramos criminales, no importaba si éramos los reyes de la mafia, lo que habíamos realizado ese día había sido una venganza por mano propia y lo disfrazaría como un accidente.

<<Nos veremos pronto, supongo que muerto el perro se acabó la rabia y necesitamos una organización militar que proteja al mundo de criminales como ellos>> Después de esas palabras, el hombre habia ordenado apagar el fuego y dar un informe de fuga de gas, sellando en silencio un tratado de la INTERPOL con la reina de la mafia.

Pero a decir verdad estaban lo suficientemente distraída como para celebrar la unión, aunque era algo realmente bueno para todos saber que la interpol no nos perseguiría como criminales, no podía concentrarme en ello, lo único en lo que podía pensar era en que mi esposo se estaba desangrando y que su vida estaba pendiendo de un hilo.

—Confirmaron la muerte de ese par bastardos, también de Maddison y Alexei, como lo solicitaste, no quedaron ni siquiera cenizas de sus cuerpos, sabemos que murieron por el ADN que encontramos en el aire y en algunas manchas de las paredes que quedaron de pie, fuera de ahí, no existe una sola evidencia de que ellos pisaron la Tierra—murmuró Avery acercándose a nosotros.

—Avery, no es momento—regañó mi padre.

—¿De verdad todo terminó? —pregunté incrédula.

—Todo terminó hoy y dentro de unas cuantas horas, podrás estar celebrando por qué vas a tener a tu esposo completamente sano, o por lo menos despierto—murmuró Nick tomando mis manos—. Tus hermanos y Lev fueron por Nonno, Julia, tu suegra y tu hijo.

—¿Hace cuánto? ¿Cuánto tiempo dormí?

—Un par de horas—murmuró mi padre—. No quise molestarte porque has estado demasiado agotada, por suerte no tenías una crisis de estrés o en este momento tendríamos a dos hospitalizados.

—¿Él estará bien?

Mi padre soltó una risa, seguramente entendiendo que estaba divagando con mis preguntas, estaba completamente incrédula de qué por fin todo lo que habíamos vivido durante esos años por fin había culminado, por fin todos esos años de muerte y dolor habían terminado, no tendríamos que volver a huir u ocultarnos, no teníamos que volver a llorar ni esperar la muerte de alguno de los que amábamos, porque habíamos acabado con la mayor amenaza.

El único cabo suelto que seguía con vida era Dereck Schiavone, pero sabía que sin su hermano no representaba ningún peligro, él era un completo drogadicto. Aunque era igual de sádico que su hermano, no tenía la fuerza necesaria para ser un rey y lo destruiría en cuanto intentará subirse al trono, ya no tenía un imperio el cual dirigir, porque me había asegurado de que me siguieran o murieran, no había una tercera opción.

—Él estará bien, pequeña—murmuró mi padre.

—Lo estará—murmuró mi tío, acercándose a nosotros junto con mi suegro—. No perforó nada importante, sólo tuvo un desgarre del pectoral que tardarán en sanar máximo tres semanas, podrá realizar todas las actividades excepción de aquellas que implican demasiado esfuerzo.

—Y debería despertar en un par de horas, le pusimos dos cartuchos de anestesia porque tenía demasiada adrenalina en su organismo, pero logramos dormirlo el tiempo suficiente para sanar su herida. Estará completamente a salvo, no tiene ningún daño ya que le realizamos cualquier estudio posible para descartar algo más.

—Gracias—murmuré.

—Haría cualquier cosa por mi hijo—murmuró Kennett—. Ahora, si me disculpan, debo preparar un discurso para su madre, me va a asesinar cuando sepa que lo hirieron.

Solté una pequeña risa sin poder evitarlo, al ver que Charly palmeaba su espalda en forma de consuelo.

—Isa, Liz y Mimi se quedará en casa para cuidar a las chicas.

—Kris y King vienen en camino, se encargaron de la limpieza de la playa.

—¿Llamaron la atención? —pregunté sabiendo la respuesta.

—No, solo crearon una playa rosa—se burló Peter—. Prohibí la entrada de turistas, dije que hay una especie de alga marina en esa zona. No harán demasiadas preguntas y no tendrán acceso hasta que la sangre se disuelva completamente. Por cierto, recuérdame nunca ser tu enemigo...

Todos soltaron una pequeña risa, pero le dieron la razón a Peter, ninguno de ellos quería ser mi enemigo, sabían de lo que era capaz. Aunque en realidad todos los que estaban ahí eran mi familia, estaba segura de que todos ellos estaban dispuestos a recibir una bala por mí, pero en ese momento estaba completamente segura de qué eso no volvería a ocurrir, ninguno de nosotros tendría que sacrificarse nuevamente.

—Traje té—murmuró mi madre.

Ignorando la presencia de todos, se acercó a mi padre y se sentó sobre su regazo sin decir algo. Ellos dos parecían realmente más relajados desde que habían regresado, realmente me gustaba esa parte de ellos, porque siempre los había visto como los indomables ministros Kim, pero se habían convertido en personas que no tenían que mantener la diplomacia cuando estaban en público, se demostraban amor sin importar quiénes estuvieran a su alrededor y eso realmente era digno de admirar.

Tomé la taza que mi madre me ofrecía, le di una pequeña sonrisa.

—Gracias a todos por lo que hicieron, no lo habría logrado si no hubiesen estado ahí—murmuré.

—No tienes nada que agradecer, queríamos meterles una bala en la cabeza—murmuró Nick—. Y hablo por todos, aunque al principio creímos que era algo completamente sádico, ellos no merecían otra muerte, te dañaron y dañaron a los que amas.

—Aun así se los agradezco, todos pudieron haber muerto...

—Creo que ninguno de nosotros tenía miedo a morir si ese par de bastardos se iban con nosotros, nos causaron dolor y nos hicieron sufrir—murmuró Archie—. Nos causaron un gran dolor a todos nosotros y creo que la única forma para que pagaran eso era una muerte sádica, la tuvieron y es momento de que todos comencemos a vivir.

—Por fin—murmuré.

—Exactamente—murmuró mi padre—. Por fin es momento de que comencemos a vivir.

—Es momento de que pases a ver a tu esposo, puedes quedarte ahí pero te recomendaría que vayas a dormir, también sé lo necia que eres y no me harás caso, así que solo aliméntate bien no queremos tener a dos hospitalizados.

—¿Puedo pasar a verlo? ¿No implica ningún riesgo para él?

—La herida no fue demasiado profunda, está perfectamente bien, lo único que no podrá hacer son algunos esfuerzos, como cargar cosas pesadas e incluso a su hijo, sólo durante un par de semanas, después de ello volveremos a examinar la cicatriz y lo daremos de alta.

—¿Y cuándo podremos irnos a casa?

—En cuanto él se sienta fuerte para ponerse de pie, partiremos a casa, se desmayó por el impacto, no por la herida, lo en qué me sorprende porque ese muchacho ha tenido peores heridas y se ha puesto de pie.

—La bala no impactó en un punto delicado, pero aun así perdió sangre y si no lo hubiésemos atendido en el tiempo que lo hicimos, seguramente en estos momentos tendríamos un funeral, pero no es así, él se encuentra perfectamente bien y dentro de un par de horas podrá despertar—murmuró Charly—. Así que por favor ve y come algo, después te dejaré que entres a la habitación de tu esposo, pero necesito que te alimentes, realmente no quiero tener a una segunda hospitalizada.

Solté una pequeña risa y asentí.

Desde que habíamos llegado al hospital mi corazón anhelaba saber que él estaba bien, mi apetito se había esfumado por completo durante toda la noche a pesar de que querían que comiera algo, estaba demasiado concentrada en otras situaciones que no podía prestar atención en mi apetito y menos en consumir algo que sabía podía devolver en segundos.

Nick y Archie, me acompañaron a la cafetería del pequeño hospital privado, no habíamos tenido a ningún otro herido, ni siquiera soldados y aunque no debía sentirme tranquila porque mi esposo era el que había recibido una bala, me sentía aliviada de no tener que llorar la pérdida de ninguno de ellos, porque aunque fuesen mis soldados se habían convertido en una parte importante de mí y no estaba dispuesta a ver los morir. No por segunda vez.

Solo sólo fui capaz de comer un vaso de fruta y beber un yogur, no tenía el apetito suficiente para comer algo más sólido, a pesar de que sabía que debía alimentarme para mantenerme fuerte, no podía hacerlo hasta que mi esposo despertara, no me sentía completamente tranquila sabiendo que aún se encontraba dormido, y aunque me habían dicho que no era grave lo que había afectado el disparo, no podía evitar sentir una bruma dolorosa en mi corazón. Necesitaba que abriera sus ojos para estar completamente tranquila, para sentirme en armonía y no desesperar ante todo lo que podía ocurrir.

Ni siquiera disfruté demasiado de la comida, aunque siempre había sido una persona que comía por estrés, en ese momento realmente el estrés me superaba como para que mi estómago tuviese Cabida para algo más que las náuseas que me acompañaban. Mis dos amigos me miraron con una cara de pocos amigos cuando se dieron cuenta de que apenas había probado mi plato de fruta, pero rendidos al saber que no me harían comer hasta que mi esposo despertara ambos coincidieron en llevarme a su habitación.

—¿Estoy preparando para lo que voy a ver allá adentro? —pregunté.

—Posiblemente no, no está conectado a máquinas ni nada por el estilo, pero tus emociones están fluctuando debido al estrés, por lo que es posible que tengas un gran impacto al verlo en la cama, no debes de asustarte demasiado te prometo que despertará en menos de dos horas. Hay un sillón demasiado cómodo, deberías tratar de dormir mientras él despierta—murmuró Kennett.

—En cuanto despierte vendremos a darle una observación y cuando estemos seguros de que puede volar, podremos ir a casa—murmuró mi tío—. Ahora será mejor que descansen, quizás nos vayamos mañana por la mañana o veremos del momento indicado en que no le afecte demasiado.

—Por favor mantengan a mi hijo alejado de aquí, por lo menos hasta que mi esposo se despierte y ambos pensemos en algo para decirle, le prometimos que ninguno de los dos regresaría con heridas y saben que se va a enojar demasiado con nosotros.

—Por supuesto que ese pequeño diablillo se enojará demasiado si se entera que su padre recibió una bala—murmuró Kennett—. Lo mantendremos alejado hasta que mi hijo despierte, pero en cuanto lo haga recomiendo que su hijo venga a verlo, ese pequeño ya ha pasado por mucho creyendo que sus padres habían muerto antes, así que necesitamos que se sienta seguro.

—¿Desde cuándo eres experto en psicología infantil? —preguntó mi tío a manera de broma.

—Cuando tengas nietos lo entenderás—murmuró riendo.

Solté una pequeña risa y no dije absolutamente nada más, me adentré en la habitación de mi esposo y aunque esperaba ver su cuerpo completamente inerte y sin vida, me sorprendí al ver el color en su rostro. Parecían profundamente dormido, como si no hubiese recibido una bala. suspiré al darme cuenta de que la escena de mi cabeza era peor que la realidad y me sentí realmente aliviada al saber eso.

La puerta de la habitación se cerró tras de mí y no espere ni un solo segundo al acercarme a la cama, dejé un ligero beso sobre los labios de mi esposo y me senté en el sillón al lado de su cama, verlo ahí fue como saber que estaba bien, estaba herido, pero se recuperaría y cuando eso ocurriera, sabía que por fin podríamos tener la vida que siempre habíamos estado deseando.

Tomé su mano entre las mías, y como si nuestro cuerpo fuese un imán, me acerqué inmediatamente a su costado y recargué mi cabeza sobre su brazo, un enorme alivio llegó a mi ser y todo lo que había pasado golpeó en mi cabeza.

Todo mi cuerpo se sintió plenamente relajado, había sentido que mi corazón se hacía trizas en el momento en el que creí que lo había perdido, sabía que él era duro como una roca y una bala no era capaz de matarlo, después de todo había sobrevivido a dos flechas y no tenía idea cuantos disparos, pero aun así sabía que no era inmortal y el miedo de creer que quizás el karma me estaba cobrando la venganza que había tomado por mi propia mano, me estaba haciendo trizas.

No fue hasta el momento en el que me dijeron que estaba completamente bien, que a pesar de las heridas que había tenido no habían perforado nada importante y lo máximo que debería hacer era tener cuidado durante dos semanas, dos semanas en las que me encargaría completamente de mimarlo y hacerlo sentir bien.

Sentí una mano en mi espalda, abrí los ojos de repente y me encontré con la mirada apagada de los ojos de mi suegro. Pestañé varias veces para tratar de entender qué estaba pasando, su mirada se encontraba demasiado diferente a la que recordaba había visto unos minutos atrás en el pasillo, pero también pude notar que no vestía la bata que había estado usando desde la llegada al hospital, en su lugar llevaba un pulcro traje de tres piezas completamente negro.

—¿Qué...?

—Creo que es hora de que vayamos al funeral, no podemos estar esperando demasiado tiempo...

—¿De qué hablas? —pregunté confundida.

—Es hora de que sueltes a mi hijo, debes dejarlo ir para que descanse en paz... déjalo que por lo menos se vaya, ya que por tu culpa murió.

Mi respiración comenzó a agitarse de una forma realmente extraña, el dolor en mi pecho era punzante y era como si no pudiese distinguir realmente la realidad de los sueños, porque estaba segura de que esa era una pesadilla pero mi cabeza estaba tan confundida que posiblemente también era la realidad. Sentí que las lágrimas bajaban por mis mejillas, quería detenerla y así darme cuenta de que era una simple pesadilla, pero no podía hacerlo, no tenía el control de mi propio cuerpo.

—No está muerto... tú lo dijiste se va a recuperar, dijiste que en dos horas despertaría...

—Debes de dejar de repetir ese bucle en tu cabeza, eso pasó hace dos días...

—No—susurré—. No es cierto...

Sentía que poco a poco mi cabeza se fundía en un fango completamente profundo, como si mi alma se estuviese sumiendo en la desesperación y en la bruma de la pérdida, pero no podía ser posible, estaba completamente segura de que era una maldita pesadilla. Tenía que serlo.

—Sabes qué es completamente cierto... tú fuiste quien lo mató...

Comencé a hiperventilar sin ser capaz de detener a mi cuerpo, las lágrimas se derramaban de mis ojos como dos cascadas y era imposible calmar la sensación de que me estaba sumiendo en una profunda piscina de fango, en donde el aire poco a poco dejaba de entrar a mis pulmones y un dolor intenso se concentraba en mi pecho. Las lágrimas corrían por mis mejillas, porque se sentía real, parecía como si todo ese dolor no fuese un producto de mi imaginación.

—No... él no está muerto...

—Déjalo ir de una maldita vez, ya fuiste su asesina, no seas quien mantenga su alma en esta Tierra... deja que mi hijo vaya libre.

—Tú nunca me dirías eso, ni siquiera cuando sabías que realmente fue mi culpa me lo dijiste... no me dirías eso ahora—sollocé.

—Deja de vivir en el mundo de fantasía, tú lo asesinaste... mataste al padre de tu hijo...

—No... No yo...

—¡Lo mataste!

Comencé a escuchar gritos que llegaban de todas las paredes, todos gritaban las dos palabras que estaban destruyendo mi alma, agarré mi cabeza entre las manos tratando de salir de esa bruma, pero no podía. Las lágrimas eran imposibles de contener, sentía que me ahogaba con todo el sentimiento que tenía en mi interior y el dolor aumentaba a cada segundo. No podía ser cierto, él no podía estar muerto.

—Asesina—giré mi cabeza hacía la cama.

Y la imagen me hizo sentir una gran repulsión conmigo misma, Conall se encontraba con tubos conectados por todo su cuerpo, mientras la sangre brotaba de su boca y parecía que la herida que había tenido en el pecho había creado una gangrena a todo su torso, pues tenía un gran hueco en donde se suponía debía estar el corazón.

Un grito horrorizado salió de mis labios.

Abrí los ojos de golpe al sentir un ligero cariño sobre mi mejilla, mi respiración estaba completamente agitada y el dolor en mi pecho no disminuía ni siquiera un poco, el terror que sentía era enorme y solo quería llorar en ese instante, imaginarme que eso podía ser una realidad era completamente terrorífico.

Llevé las manos hacia la mano que acariciaba mi mejilla, levanté la mirada y me encontré con los grises de mi esposo, esos ojos que eran completamente mi seguridad. Mi respiración seguía agitada, como si mi cuerpo hubiese reaccionado, pero mi mente siguiese atascada en la pesadilla que me estaba consumiendo. Toqué su mano hasta que estuve segura de qué era él, hasta que mi cuerpo y mi corazón lo reconocieron completamente y supe que no era un sueño en el que mi mente estaba escapando, era realidad y él estaba ahí.

—Mi pequeña muñequita—murmuró—. Tranquila, amor...

—Idiota—gruñí.

Escuché una pequeña risa de su parte, estaba completamente segura de que esa no era la primera palabra que había estado esperando de mí, y a decir verdad yo tampoco esperaba que esa palabra saliera de mi boca, cuando lo único que quería hacer era gritarle cuánto lo amaba y abrazarlo hasta fundirme en él, saber que sin importar absolutamente nada, estaba a mi lado.

—Para ser sincero no eran las palabras que estaba esperando de mi esposa—murmuró—. Llevo una hora viéndote a dormir y lo único que quería era escuchar un te amo...

—Eres un completo idiota—gruñí—. ¡Te amo! Pero rompiste tu promesa...

—No iba a dejar que una bala te atravesara—murmuró—. Dime por favor que todo termino...

—Todo terminó—susurré—. Por fin...

Mis propias palabras golpearon directamente en mis emociones, mi corazón y mi alma, por fin todo había terminado y en ese instante en el que lo tenía frente a mí con sus ojos completamente abiertos, supe que en realidad habíamos ganado la guerra, no sólo una simple batalla. Las lágrimas se acumularon en nuestros ojos y fue imposible detenerlas.

—Joder, todo terminó, estan muertos—repitió.

Solté un sollozo sin poder evitar y antes de que pudiera detener a mi esposo de que no se lastimase, se puso de pie y me cargó con un solo brazo para colocarnos a ambos en la misma camilla, Cuando quise retirarme para no lastimarlo, me lo impidió completamente y me estrechó contra el lado sano de su pecho.

—Por fin todo terminó mí muñequita, por fin tú y yo podremos estar juntos sin que nadie vuelva a interponerse entre nosotros... y te prometo que voy a amarte cada segundo del resto de mi existencia—murmuró acariciando mi cabello—. Cada segundo de la existencia de este mundo habrá un recordatorio de que nadie ha amado a alguien más como yo te amo a ti, Porque se porque ahora que sé que viviremos esta vida juntos, me aseguraré de que cada vida después de esta sea igual. Te he amado desde el inicio del tiempo y lo haré hasta que ambos nos convirtamos en polvo de estrellas. Te amo, Moya prekrasnaya printsessa—susurró.

Levantó mi mentón y antes de que pudiera corresponder sus palabras, sus labios se estamparon con los míos, creando una burbuja a nuestro alrededor, una que claramente sería completamente irrompible y qué se fortalecería acaba instante.

—Te amo...—susurró.

Y fue ahí cuando me derrumbé, porque sabía que esas palabras significaban que todo había llegado a su fin.

.

.

.

¿Qué les pareció este capítulo? 

¿Realmente todo terminó y podrán ser felices? 

¿Qué creen que sucederá? 

Pequeño Spoiler, este libro tendrá 100 capítulos <3 No me maten :)

Por cierto, no podía dejar de escribir la historia de estos dos sin reflejar la loca imaginación de Ari en su hija <3 

¡Los quiero, muñequitos! No sé si alguna mami me lee, pero si es así, espero que hayan disfrutado mucho en este día de las madres <3.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top