Capítulo 31.

Un ángel de un monstruo.

"Nunca estamos tan perdidos como para que nuestros ángeles no puedan encontrarnos." ~ Stefanie Powers


Dicen que a veces un beso es capaz de despertar de un sueño mortal, que como en los cuentos de hadas un beso es capaz de sanar todo, pero que no debe de ser un simple beso, sino que debe de ser un beso de amor verdadero. Un beso de amor verdadero de la persona que amas, pero muchos siempre se hacen la pregunta ¿Existe el amor verdadero?

Todo depende de la definición de amor verdadero que se haga la persona, algunos conciben el amor como la fuerza de querer a alguien más, de velar por alguien más, pero de dejarla sí es necesario, otros definen el amor como algo completamente indescriptible, algo que llena el corazón y los hace sentir completos, eso que los hace sentir como si la otra persona fuese su corazón o por lo menos la mitad de su corazón.

El amor es algo completamente indescriptible, porque no tenemos una definición exacta y como a muchos lo han tratado de hacer no encuentran la definición correcta y tampoco los pasos que se deben de seguir para ello. Por supuesto que el amor, al ser algo tan puro y hermoso, no puede ser descrito por los mortales o construir un solo sentido.

Dicen que el amor es completamente suficiente para acabar con la maldad de la Tierra, que una chispa de bondad es capaz de derrotar a miles de demonios que habitan y que intentan llevar a las almas bondadosas al infierno, una chispa de bondad es capaz de derrotar a cientos de demonios que tratan de alimentarse de las almas bondadosas, y tratan llevarlas consigo al averno y hacerlas perder completamente la bondad que hay en su interior.

Incluso algunos dicen, que si todos llegaran a amar a un punto completamente extraordinario, las guerras y todo lo que existía y manchaba el mundo de inseguridad, terminarían, porque se darían cuenta de que si se tiene el amor no existe la guerra u el odio, si se tiene una fuerza que es tan poderosa como para derribar naciones.

Todos nacemos con amor en nuestro corazón, quizás algunos no logran reconocerlo a tiempo y se pueden ver perdidos completamente en el abismo del egoísmo y la avaricia, se ven sumergidos dentro de un mundo en el que no pueden salir con vida, donde se destruyen poco a poco y que sin importar lo que hagan es imposible que vuelvan a flotar a la superficie.

Cuando el amor no es lo suficientemente fuerte y se crece en un lugar en el que sólo se puede definir el dolor, la frustración y la pena, eso que tenemos todos en el corazón, esa pequeña chispa de vida se apaga, convirtiéndose en personas que son incapaces de amar, personas que solo tienen un sentimiento en su corazón y eso es el odio, el rencor y la avaricia.

Esas personas normalmente se convierten en monstruos, monstruos que esperan el momento perfecto para acechar a los que tienen un buen corazón, para alimentarse de su alma y arrebatarles la bondad que existe dentro de ellos. Monstruos que sin saberlo habitan entre nosotros, que se obsesionan con alguien porque ven demasiada luz en su interior y quieren arrebatársela para que sea como ellos, esos monstruos pueden habitar en nuestro hogar cuando somos pequeños o pueden hacerlo cuando somos adultos, nos acechan en nuestras pesadillas y las vuelven realidad, una realidad que realmente se vuelve dolorosa e imposible de concebir.

Cuando somos niños tenemos miedo de los monstruos que habitan en nuestra cama, esos monstruos que se ocultan debajo para asustarnos durante las madrugadas y que nos hacen sentir completamente vulnerables, esos monstruos a los que no podemos atrapar y por más que intentamos decirle a nuestros familiares y a nuestros padres, que hay ese tipo de monstruos en nuestro hogar, se niegan completamente a la existencia.

Y cuando crecemos más y más nos damos cuenta de que realmente existen monstruos que no son invisibles, que en su lugar se muestran como pavos reales para que los observemos y tengamos miedo de ellos, no miedo para que huyamos sino para que nos demos cuenta de que si no nos arrodillamos a sus pies terminaremos completamente dañados, nos muestran el poder que tienen para derrotarnos con un solo dedo y el dolor que pueden hacernos sentir.

Esos monstruos que se vieron afectados por su pasado, esos monstruos a los que la vida no les dio una oportunidad de ser amados y qué creen que el amor es algo completamente absurdo, no les importa si pisotean a miles de personas inocentes, si ellos siguen arriba eso es suficiente. Ellos quieren llegar a ser los reyes del mundo, esos monstruos que se disfrazan de personas quieren llegar a serlo para así poder tener el control de las almas sobre la Tierra.

Podría sonar un poco fantasioso, creer que los monstruos se ocultan dentro de la piel de los humanos o qué también existen ángeles tan bondadosas, que son capaces de derrotar a esos monstruos o por el contrario, que se pueden ver sumergidos por la oscuridad.

Reconocía que eso era uno de mis mayores temores, yo había sido criada en un lugar de ángeles, un lugar en donde me enseñaban que el amor era la fuerza más poderosa y que un corazón bondadoso era lo que la Tierra necesitaba para acabar con las guerras, pero me preocupaba que todo lo que había tenido que vivir hubiese corrompido mi alma. Quizás era algo completamente idiota, pero lo sentía.

Lo había sentido en el momento en el que el primer hombre se había desangrado en mis manos y aunque había estado esperando el batazo de la aberración a la sangre o el arrepentimiento de matar a un ser humano, jamás había llegado. Realmente lo había esperado porque no se podía vivir sin remordimiento, pero no había llegado jamás y por un momento temí haberme convertido en un monstruo.

Quizás muchos creían que era exagerado, había matado más gente antes, pero la mayoría de las veces lo había hecho era en forma de defensa personal, quizás por eso el arrepentimiento nunca había llegado a mí, porque sabía que era cierto eso que habían dicho muchas personas, era yo o eran ellas.

Pero supe que no era así, cuando me di cuenta de que el amor seguía existiendo en mi corazón, que seguía latiendo con la misma intensidad que lo había hecho durante años, el amor no se me había esfumado del corazón simplemente me había hecho más fuerte para soportar los golpes del futuro. Quizás me había vuelto un poco sádica al asesinar a un hombre, pero eso no había interrumpido ni un poco en el amor que sentía y las razones porque lo hacía. Mi padre siempre me había dicho que no importaba si acababa con vidas, si lo hacía por un bien mayor era algo que podía perdonarme Dios. Claro que no quería matar por deporte, eso realmente me convertiría en un demonio, en un monstruo como cualquier otro y yo no quería hacerlo, simplemente quería lograr justicia para todas las chicas que como yo habían sido abusadas.

Siempre había creído que yo había podido sola superar todo eso, no fue hasta que volví a caer que me di cuenta de que en realidad no había superado absolutamente nada, sin embargo no seguía siendo la niña débil, me había fortalecido, pero jamás había tratado el trauma y eso era lo que más afectaba a mi corazón.

Por suerte todo aquello no había estropeado el amor en mi interior y realmente me sentía feliz por ello, porque mi corazón seguía latiendo con la misma intensidad que el amor y eso era algo que jamás quería perder. Quería seguir amando con la misma fuerza de siempre, no quería que el dolor me opacará y apagará mi llama interior, porque mis padres siempre me habían enseñado que el amor y la bondad era lo que necesitaba para vivir, no quería perderlo jamás.

Muchas personas creen que han nacido de monstruos por el simple hecho de que no les cumplen sus caprichos de pequeños, pero hay otras que verdaderamente nacen de la unión de un monstruo y un Ángel, de la unión de la bondad y la maldad. De monstruos que no deberían tener la oportunidad de reproducirse.

—¡Apaguen las llamas! —gritó mi esposo, corriendo dentro del barco en llamas.

Las malditas autoridades italianas, ni siquiera se habían molestado en acercarse al barco, sabían que nos pertenecía a nosotros y su maldita avaricia y miedo por el hombre que los había amenazado, no les permitía ayudar, ni siquiera cuando veían que los hombres luchaban por su vida, saltando al vacío.

La ira corría por mis venas sin poder evitarlo, ni siquiera se preocupaban por las vidas que se estaban perdiendo ahí, quizás no eran las mejores personas y tenían almas que habían arrebatado, pero eran personas que nunca habían matado a un inocente, quizás eran criminales, pero nunca habían disparado un arma contra alguien desprotegido o tocado a una niña inocente.

—¡Amor!¡Sal de ahí por favor!

Mis gritos eran completamente desesperados, mientras veía como mi hombre trataba de lanzar a los pocos sobrevivientes hacia el agua, nosotros en los pequeños yates tratábamos de rescatar a los más posibles, pero algunos sólo eran cuerpos inertes, sin vida.

—¡Key, esta mierda va a explotar! —gritó Nick—. ¡Debemos alejarnos!

—¡No sin mi esposo, carajo!

La adrenalina corría por mis venas teníamos que sacar a mi esposo de ahí porque por él mismo seguiría rescatando a todos sus hombres, no le podía pedir a alguno de los míos que entrara por él. Bufé antes de comenzarme a quitar el saco, ni siquiera había tenido tiempo de cambiarme y ponerme algo más cómodo para el rescate, mi costoso traje diseñado por mi tío, estaba a punto de ser destruido, pero no me importaba en lo más mínimo.

—¿Qué mierda haces?—preguntó Archie.

—¡Si no salimos en 5 se van, Hunter Jr. queda a cargo, mi padre se hace cargo de la Bratva!

—¡¿Estás jodidamente loca?! —gritó Nikolai.

Pero antes de darle oportunidad de que me tomara para evitar mi salto, me lancé al aire y nadé con ferocidad hasta la puerta de escape del gran barco de carga. El humo cubría toda la parte baja, rompí la mitad de mi falda para cubrirme la boca y sin importarme absolutamente nada, comencé a correr en dirección a donde había visto a mi esposo.

—¡A...Ayuda! —gritó un hombre.

—Joder—murmuré.

Me acerqué rápidamente a él, viendo que tenía una gran herida en la pierna, causada por uno de los bloques que habían caído sobre él. Era imposible que moviéramos ese bloque por nosotros dos y por lo menos necesitaríamos a 10 hombres para moverlo un centímetro. No teníamos tiempo que perder.

—A...Ayuda.

—¿Tu pierna o tu vida? —pregunté.

—Mi pierna—murmuró—. Córtela.

Suspiré antes de que dijera, corrí hacia la caja de escape que se encontraba soldada a la pared de metal, rompí el cristal con mi codo y saqué el hacha de incendios. Había tenido que amputar un par de dedos e incluso una mano, pero nunca una pierna.

—Quítate la camisa—ordené.

El hombre sin pensarlo en un solo momento se la arrancó, cree un rápido torniquete a la altura de su rodilla. Pude ver reflejado el terror en los ojos del hombre, pero no lo iba a dejar completamente abandonado ahí para que muriera calcinado. Sin pensarlo un solo segundo, corté la pierna con fuerza.

El grito del hombre fue completamente desgarrador, mientras se retorcía de dolor. Pero no teníamos tiempo para perder, teníamos que encontrar a mi esposo y saltar al agua para ser rescatados.

—¡Duele!

—Escucha, sé que duele pero tenemos que seguir avanzando o nos vamos a calcinar aquí, la entrada sur está completamente incendiada, va a ser imposible que salgamos por ahí, tenemos que subir para lanzarnos al agua y ser rescatados ¿Quedó Claro?

—S...Sí.

Lo ayudé a ponerse de pie, era un hombre enorme a diferencia de mi cuerpo. Pero aun así hice que se recarga en mi hombro y ambos comenzamos a caminar, él daba pequeños saltos mientras yo caminaba lo más rápido posible.

Subimos las escaleras, e inmediatamente encontré los ojos grises de mi hombre.

—¡Joder, ¿Qué haces aquí?!

—Nada de heroísmo—murmuré—. ¿Cuántos faltan?

—Joder, te amo—gruñó—. No lo sé, ¿Quién más estaba ahí abajo?

—Escuché ruidos y por eso bajé, después comenzó la explosión y un bloque cayó sobre mi pierna, no había absolutamente nadie más—explicó el hombre.

—Entonces supongo que son todos—murmuró Conall—. Fueron bombas programadas, querían hacer explotar esto cuando llegará a la bahía, no tenían en cuenta que serían detenidos aquí.

—Esos hijos de puta—gruñí—. Vamos.

Mi esposo fue quien ayudó al hombre a seguir saltando hasta la orilla, le dio instrucciones precisas de lo que debía hacer al caer y sin más preámbulos, lo ayudó a saltar. Cuando el hombre estuvo a salvo en el yate, Conall tomó mi mano para que ambos saltáramos juntos, pero un ligero gemido y llanto llamó mi atención.

Era como ese instinto maternal, de saber que había un niño en peligro.

—¿Escuchaste eso? —pregunté.

—¿Qué cosa? Tenemos que saltar, mi amor.

—Ayuda...— escuché un ligero susurro en el aire.

Me quedé en completo silencio y mi esposo pareció notar que no me iba a rendir, cuando volví a escuchar el nuevo susurro, no me importó absolutamente nada, comencé a caminar para adentrarme en el barco.

—¡Amor!

—Hay una niña—murmuré—. Ayúdame a buscarla...

—Amor ya revisé cada uno de estos lugares no hay...

—Ayuda... por favor...

Ambos nos miramos un par de segundos, sabiendo que lo habíamos escuchado, ninguno de los dos éramos monstruos para dejar morir a una niña inocente, comenzamos a buscarla por cada una de las habitaciones que había ahí. Hasta que en una, que parecía no haber sido habitada, en su lugar había cientos de cajas, pude ver un pequeño bulto en la esquina.

—¡Aquí! —grité a mi esposo.

Conall llegó corriendo a mi lado, en cuanto la niña lo vio comenzó a gritar una y otra vez.

—¡No! ¡Hombre malo, no!

—Hey—murmuré—. No es un hombre malo es mi esposo, te prometo que no es malo pero tenemos que salir de aquí. O vamos a morir.

—¡No, hombre malo, no!

—Amor—murmuró Conall—. No tenemos tiempo para esto, tenemos que saltar o vamos a volar en pedazos junto con el barco.

—Joder—gruñí —. Cárgala.

Mi esposo se acercó con velocidad de la niña, claro que no queríamos que lo reconociera como el malo, pero no podíamos quedarnos a esperar que ella quisiera salir de ahí con nosotros, teníamos una bomba de tiempo debajo y en cualquier momento podía estallar y hacernos trizas.

Conall la cargó en brazos, mientras la niña se retorcía tratando de zafarse de mi esposo, Conall la afirmó con fuerza, se acercó a mí con gran velocidad, tomó mi mano y ambos comenzamos a correr en dirección hacia la baranda del barco. Me miró con esa mirada que siempre lograba hacerme sentir segura, a pesar de que podía ver la tormenta en sus ojos, me sentía segura porque sabía que él no me dejaría caer ni que me lastimara.

Me ayudó a subir a la baranda, mientras él subía con la niña, quién seguía removiéndose entre sus brazos. No podía ver sus ojitos que seguramente se encontraban traumatizados, pero estaba completamente segura de que había vivido cosas iguales o peores a las chicas que habían llegado a nuestro lugar.

—¿Confías en mí? —preguntó Conall.

—Con mi vida, amor—murmuré.

Mi esposo, me miró... como si sintiera que de alguna forma podíamos despedirnos en ese momento y no era para menos, estábamos a punto de saltar aún mar incierto en el que podíamos ahogarnos si no éramos rescatados.

—Abrázate a mi cuerpo, mi amor.

Me acerqué a él y me aferré con fuerza a su torso, sentí su mano rodearme y elevarme un poco para que rodeara con mis piernas su cintura. Lo escuché soltar un pequeño suspiro, sin pensarlo un solo segundo se lanzó hacia el vacío.

El viento chocó con mi rostro, mientras poco a poco veía como el agua se acercaba a nosotros, no pude pensar en nada más que extender mis brazos para cubrir la cabeza de mi hombre, mientras ocultaba la mía debajo de su brazo, buscando protección.

Un golpe hizo temblar todo mi cuerpo, el impacto fue realmente fuerte y sabía que por lo menos me había dislocado un par de huesos. Nos sumergimos en el agua y nuestro abrazo se separó, traté de buscarlo con la mirada, pero el agua estaba tan enturbiada que era imposible. Comencé a moverme desesperadamente para buscarlo, tenía miedo de que se hubiese golpeado más que yo y hubiese perdido la conciencia.

Pero justo cuando estaba a nada de una crisis de pánico, sus fuertes brazos me abrazaron y nos guiaron hacia la superficie. Jadeé en busca de aire, cuando la brisa chocó contra mi rostro, la niña tocía escandalosamente mientras se aferraba a Conall y yo trataba de recuperar la seguridad en los brazos de mi hombre.

<<Después de todo sigue siendo mi salvavidas en el mar tormentoso. >>

Pronto uno de los yates que habíamos llevado para el rescate, se acercó a nosotros, Nick y Archie nos ayudaron a subir con rapidez, pero mi cerebro no era capaz de procesar la información, estaba pensando en tantas cosas a la vez que realmente no era capaz de pensar con claridad.

Claro que había hecho algo completamente impulsivo, me había lanzado al agua sin pensarlo dos veces, pero no iba a dejar a mi esposo en ese barco, ambos habíamos hecho un trato de nada de heroísmos o éramos dos o ninguno.

Ni siquiera me di cuenta del momento en el que desembarcamos en nuestro puerto privado.

Charly y Kennett, junto con los miembros del Sacerdozio ayudaban con todos los heridos, era sorprendente ver a esos hombres completamente trajeados, ayudando a las personas heridas. Pero, sabía que todos ellos eran buenos hombres, todos luchaban por algo en común y era no hacer más daño del que ya había en la tierra, sí, eran mafiosos y criminales, pero fuera de eso eran personas bondadosas y que seguían creyendo en el amor.

Ayudé a la niña bajar del yate, se habría tranquilizado notablemente, incluso había dejado que mi esposo la abrazara, se sentía más segura con él que conmigo. Pero en ese momento todos teníamos que ayudar con las heridos de los que habían llegado, algunos tenían heridas expuestas que seguramente necesitarían reconstrucción, otros quizás sanarían con simples suturas, pero si algo era Claro que estábamos en problemas.

—¡Quiero que ubiquen a esos malditos! —grité la orden—. Quiero a todos los que pertenecen a mi reino, buscándonos por cielo, mar y Tierra, habrá recompensa para la primera mafia me traiga a esos malditos con vida.

—¡Si, señora!

Gritaron los soldados que se acercaban a nuestro punto de encuentro. Habíamos estado están ocupados en otras cosas porque no habíamos tenido el tiempo para avisarle a nuestro ejército, Claro que había dejado instrucciones para que todos estuviesen listos para el momento en el que llegáramos.

Mi madre se acercó rápidamente a mí, su rostro era de completo terror y estaba segura de que mi ropa no estaba en las mejores condiciones.

—Dios... ¿Qué...?

—Había un infierno ahí—murmuré—. Lleva a la niña a la mansión, dale una ducha y asegúrate que ninguno de los pequeños vea esto, si tenemos suerte sobrevivirán solo la mitad, si es posible dile a Marlen que vayan al parque de diversiones o algo por el estilo, que los niños permanezcan alejados.

—Sí, hija—murmuró mi madre—. Tienes una herida en el rostro ¿segura que estás bien?

—Lo estoy—murmuré entregándole a la niña—. Necesito ropa seca...

—La enviaré enseguida.

Mi madre comenzó a correr en dirección a la mansión, con la niña entre sus brazos. Todo fue un borrón después de eso, sólo escuchaba los gritos de dolor de algunos de los pacientes, mientras trataba de hacer todo para salvar las vidas de esos hombres que habían hecho todo por su lealtad hacia nosotros.

No supe si pasaron horas o incluso toda una noche, pero cuando atendimos al último paciente. Sólo pude llegar a los brazos de mi esposo, quién me estrechó entre sus brazos e inmediatamente caí en un sueño profundo.

....

Abrí los ojos sintiendo mi cuerpo completamente relajado, un suave aroma llegó a mi nariz y supe inmediatamente que me encontraba en brazos de mi esposo, realmente había terminado tan cansada que lo único que había podido hacer después de curar a tantos heridos, había sido llegar a sus brazos para no caer completamente desmayada.

Sus labios se pegaron a mi frente inmediatamente, y supe que estaba despierto desde tiempo atrás. Al levantar la mirada sonreí cuando mis ojos se enfocaron los lentes que cubrían sus ojos, la tormenta en su mirada era perfecta y se veía incluso más grande por las micas de aumento. No pude evitar notar lo sexy que se veía, era tan jodidamente ardiente, lucía perfecto.

Pude notar que en sus manos tenía documentos, pero seguía conservando mi cabeza pegada a su pecho, justamente sobre su corazón, mientras uno de sus brazos me rodeaba fuertemente. Sonreí sintiendo su calor cerca de mí. Fue entonces cuando noté que no tenía la vieja ropa que había terminado hecha girones después de curar a treinta soldados, sino que mi cuerpo era cubierto por una ligera bata de seda y mi cuerpo tenía el delicioso aroma a fresa.

—Buenos días, mi hermosa muñequita dormilona—murmuró besando mi frente por segunda vez.

—¿Qué?...

—Dormiste durante todo un día, veinticuatro horas para ser exacto—murmuró—. Estabas realmente agotada, tu tío vino a revisarte creyendo que habías tenido alguna lesión que no notaron, pero solo descubrimos que tenías agotamiento. Así que te dieron un calmante, para que durmieras el mayor tiempo posible.

—Dios... veinticuatro horas... eso es perder demasiado tiempo...

—No podemos hacer mucho ahora—murmuró —. Pero no te preocupes, encontramos a esos bastardos y un hombre los está siguiendo a dónde quiera que van, descubrimos que no se quedan más de dos horas en una ubicación, en veinticuatro horas han estado en 10 estados diferentes.

—¿Cómo hacen para moverse?

—Se están moviendo en los países que tienen aliados—murmuró—. Eso es lo que estoy revisando, no hay una conexión extra a eso.

Me entregó uno de los documentos que había estado leyendo, miré con determinación todos los datos que le habían dado la persona que estaba espiando a ese par de bastardos. Se habían movido en Bélgica, Alemania y su última ubicación había sido en Centroamérica.

—¿Quién les está dando protección ahí?

—Guatemala—murmuró—. Llevan más de 3 horas en ese lugar, así que suponemos que es el lugar en donde pasarán algunos días, Hunt y Lev, autorizaron enviar una tropa de reconocimiento.

—Que no ataquen—murmuré.

—No lo harán, ese es trabajo de la reina, me aseguré de que ninguno diera órdenes de ataque, sé que tú quieres hacerlo—murmuró—. Niall ha estado preocupado, logré mantenerlo fuera durante ayer, pero hoy, de lo que va de la mañana ha venido tres veces y se niega a comer, incluso galletas de chocolate.

—Mi pequeño muñequito—murmuré riendo.

—¿Muñequito? —preguntó.

—Si—murmuré—. Tú eres mi sexi muñeco, yo soy tu muñeca, por lo tanto... Niall es nuestro muñequito.

Mi esposo soltó una fuerte carcajada mientras posaba sus labios sobre mi cabeza, le di una pequeña sonrisa y me acurruqué más en él. A pesar de que sabía que las cosas estaban por complicarse más de lo que ya estaban, quería tener su calor cerca, porque era la única manera en la que sentía que mi corazón estaba completo y en la que no importaba si mil tormentas atravesaban frente a nosotros, siempre podríamos vencerles si estábamos juntos.

Después de varios segundos, que en realidad habían sido casi una hora, ambos decidimos que era momento de ponernos de pie y bajar para arreglar todo el desastre que se había creado, teníamos que convencer a todos nuestros soldados que era bueno seguir con nosotros, porque sabíamos que tras la muerte de casi cien de ellos, podían decidir quitarnos cualquier lealtad.

Me coloqué un traje sastre negro por completo, en señal de luto que teníamos por los soldados caídos, mi esposo de igual manera se colocó un traje de tres piezas completamente negro, haciéndolo lucir realmente como un mafioso. No pude evitar morder mi labio inferior, al ver lo sexy que se veía con ese traje.

—Deja de pensar esas cosas amor, o no saldremos de esta habitación otro día—murmuró con un guiño.

—¡Conall!

— Yo no soy la que está de pervertida

Nos dimos un apasionado beso, demostrando todo lo que queríamos hacer en ese momento, pero que sabíamos que debíamos posponer para ponernos al frente de las mafias, había sido un ataque planeado y habían muerto más de cien soldados inocentes, no podíamos dejar pasar más tiempo y me sentía un poco culpable por haber dormido, durante veinticuatro horas cuando muchos estaban sufriendo.

Ambos nos tomamos de la mano y sin esperar más tiempo comenzamos a caminar en dirección a la parte baja donde sabíamos se encontrarían todos. En cuanto nuestro pequeño hijo nos miró salió corriendo en nuestra dirección, sonreí y lo cargué.

—Hola, mi niño—murmuré.

—Papi me dijo que estabas dormida, te extrañé mucho mami...

—Lo sé mi amor, pero tenía que descansar porque tuvimos muchas cosas que hacer y sabes que mami se cansa muy rápido.

—Sí, mami lo sé—murmuró con ternura—. Mami, verdad que los malos no van a atacarnos a nosotros...

—No, mi amor—murmuré—. Ellos no van a llegar hasta aquí, por eso nunca debes de irte de aquí, aquí estarás seguro y te prometo que nadie nos va a atacar—aseguré.

—Te lo dije, Nina—murmuró mi hijo al aire.

—¿Quién es Nina? —pregunté.

—Es la niña que rescatamos—murmuró mi esposo—. Ya tiene una gran amistad con nuestro hijo.

—Señora—murmuró Peter—. Sé que recién ha despertado, pero creo que es momento, de que nos pongamos al tanto de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, tenemos que planear una forma de atacar.

—Quiero que todos los miembros del sacerdocio se reúnan en la sala de conferencias, tienen razón debemos comenzar a planear algo para acabar con los bastardos que nos están haciendo daño.

Todos se sintieron ante mi orden sabíamos que en el momento que decidiéramos atacar sólo tendríamos a una oportunidad, si no lográbamos acabar a esos bastardos ellos nos atacarían con el doble de fuerza. Por eso solo teníamos una oportunidad, no podíamos fallar.

Quince minutos después todos nos encontrábamos en la sala de conferencias, todos los miembros del sacerdocio se habían quedado ahí después del encuentro con la segunda chica, sólo habíamos hablado un par de cosas referentes a que trataríamos de que la ultima chica encontrara a su familia, aunque no habia nisiquiera registros de su existencia.

Sólo sabíamos que una de ellas era la prometida de Peter. Había sido la primera que habíamos investigado, no es que desconfiáramos de ella pero sabíamos que esos bastardos eran capaces de todo.

—Tenemos demasiadas dudas señora, es una guerra que ellos están comenzando y no tenemos las tropas listas para atacar— comenzó el alemán—. ¿Existe alguna estrategia para un ataque que no teníamos planeada?

—No en definitiva no hay una estrategia, nos agarraron desprevenidos aunque sabíamos que era posible que atacaran, no nos dimos cuenta de ello y ahora murieron personas inocentes—murmuré—. No vamos a permitir más muertes, así que quiero que todos fortalezcan a sus ejércitos, nada nos asegura que no comenzará a atacar los establecimientos legales que todos tienen.

—Los casinos—murmuró uno de ellos.

—Tenemos constructoras, bienes raíces e incluso algunos somos dueños de hospitales... o atacamos o hacemos que nuestros hombres protejan nuestros establecimientos—murmuró uno de ellos.

—Sé que todos tienen miedo, todos tenemos o creíamos tener una seguridad estando aquí arriba, Claro que teníamos pensado acabar con este par de bastardos, pero no creíamos que el día llegaría demasiado pronto. No estamos preparados para un ataque masivo pero sí para un ataque que los obliga a caer y no poder levantarse.

—Hicimos eso cuando atacamos al ejército rojo revolucionario, sólo pasaron dos meses y ya los tenemos nuevamente sobre nuestras cabezas—murmuró el irlandés—. No es que desconfiemos de usted porque sabemos que está en el puesto de reina porque le queda ser una reina, por qué no nos va a dejar caer, pero necesitamos la seguridad de que nuestras tropas no van a morir luchando.

—Tengo una ubicación que han repetido durante 72 horas 2 veces—murmuró Archie—. Demons Drinks, al sur de ... ¿Grecia?...

—¿Están en mi territorio? — preguntó Peter

—Ya sabes lo que dicen, el mejor escondite para esconder algo está escondiéndolo a plena vista—murmuré—. Se escondieron de nosotros

—Necesitamos planear un ataque completamente nuevo, necesitamos saber todos los planes que ellos tienen porque sabemos que no se quedarán de manos cruzadas esperando nuestro ataque, ellos fueron los primeros en atacarnos por lo tanto van a estar esperando algo, debemos ser extremadamente cuidadosos, por lo que todos los que estamos aquí seremos los únicos en conocer las estrategias, los demás sólo sabrán que atacaremos de alguna u otra manera ¿quedó Claro?

—Sí, señora.

—Como se los dije el día que me coronaron como reina, yo no les voy a dar la espalda, ahora cada uno de ustedes son mi familia, no importa si nos vuelven a atacar, si nos mantenemos fuertes y unidos vamos a poder acabar con ellos, debemos estar preparados para algún ataque mayor, puede que ataquen alguno de nuestros casinos o incluso una de las constructoras que se tienen, la empresa tecnológica de los RossKim también está involucrada, porque aunque ellos no lo saben seguramente lo sospechan.

—Tengo una pregunta—murmuró el irlandés—. Sabemos que esto es algo personal, los ataques que les están haciendo es por usted y por su esposo, sin embargo involucrando a otras mafias estarían creando una guerra de mafias, ¿Por qué harían eso si solo quieren acabar con ustedes?

—Por qué no quieren acabar solo con nosotros—murmuré—. Ellos son avariciosos y lo que quieren es tener el poder total sobre las mafias del mundo, incluso sobre los gobiernos... ellos no quieren acabar con nosotros, en cuanto lo hagan simplemente lo olvidarán y lo tendrán como un triunfo, después podrían continuar con el gobierno, adueñarse de cada gobierno del mundo y ellos se volverían las personas más poderosa, eso es lo que quieren... quieren el maldito poder.

—Entonces no dejemos que esos bastardos se adueñen del poder, un poder que todos sabemos nos pertenece...

—Y a los civiles—murmuró Peter.

Los miré a todos. Sabiendo que realmente ahí estaba mi nueva familia, ya no era una militar, era una mafiosa que no dejaría que maltrataran a las personas que amaba, todos ellos ahí, estaban dispuestos a dar su vida por mí, me protegerían tanto como yo los protegería, no tenía miedo porque sabía que con ellos podría continuar, con ellos podría llegar a la victoria, esa victoria que tanto estaba anhelando para acabar con los bastardos que le habían hecho daño a mi vida.

¿Qué les pareció este capítulo?

¿Qué piensan de nuestra reina?

¿Creen que estén listos para el ataque?

¿Estan listos para el desmadre?

¡Tenemos capítulo doble! ¿Estan listos?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top