N de Nuestra Princesa es...
Luego de mirarnos a los ojos un par de minutos que parecieron eternos, Darien tomó mis manos y las jaló para pararme y abrazarme.
Los brazos de él emanaban una cálida energía que me daba la sensación de hogar, como si siempre hubiéramos estado así, juntos. Sinceramente, no quería separarme de él, me hacía sentir tan protegida, pero él terminó el abrazo. Me miró fijamente y hasta ese momento, noté el hermoso tono de azul que tiene en sus ojos, tan profundos... son como hipnotizantes. Darien... si me sigues mirando así, yo no... voy a poder resistir tu presencia.
—Serena... —me susurró, tan dulcemente que sentí mis piernas temblar como gelatina. Para no caerme, me sujeté de sus hombros y él, con ambas manos, me apegó a su cuerpo. ¡Maldije mi suerte! Sólo soy una niña, una hermosa niña inocente que no puede caer ante la tentación masculina. Eso, voy a separarme de él y... ¡Estúpido cuerpo, muévete!
Pero no reaccionaba, estaba perdida en aquella escena, donde nos mirábamos fijamente; como buscando algo en el fondo del alma. No tardamos en sucumbir ante la maldita tentación. Darien volvió a poner sus labios sobre los míos, pero no como antes. Ahora había algo diferente en el beso, era calmado, relajante... dulce... ¡Al demonio! Me deje llevar por esa dulce y mágica tentación.
Sé que dije que no quería otra adicción en mi vida, pero parece que perdí. Darien Chiba dejó de ser el chico arrogante que me molestaba, para ser el chico perfecto que me tiene adicta.
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Sólo soy una niña inocente.
Capítulo 06
N de Nuestra Princesa es...
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—Serena —se separó de mí lentamente. Vi algo tan lindo en sus ojos que me hizo sonreír—, quiero dejarte algo en claro.
—Dime... —cerré los ojos y sentí sus manos en mi rostro.
—Yo te quiero a ti —apoyó la frente sobre la mía —. Aunque no encuentre el cristal de plata, aunque nunca recuerde bien lo que soy, me gusta mi actual presente porque tú estás en él.
—Darien...
—Llámalo casualidad, destino o lo que sea, pero tú entraste a mi vida antes de que te convirtieras en Sailor Moon. Yo te había visto antes y es como si hubiera estado esperando, toda mi vida, por ti.
¡¡¡Ohhhh!!! Qué lindo, me hará llorar. ¿Cómo un hombre tan arrogante puede ser tan tierno? ¿O es que acaso... era solo una pantalla? Lo veía sonreír y una sonrisa ladeada se formó en mis labios. Quien sabe que pasará por su cabeza... pero... hoy quiero creerle, aunque todos me pidan lo contrario.
—¿Me llevas a casa? —le pregunté y él afirmó.
—Vamos, ya es tarde de todas formas —llegamos a mi casa y lo detuve de la manga de su uniforme — ¿Sí?
—Pues... —estaba mirando mis zapatillas del colegio mientras pensaba que decirle, cuando lo oír reír... Levanté mi mirada, molesta— ¡¿Qué?!
—Te ves tan inocente, Cabeza de chorlito...
¡¡Grrr!! ¡Lo odio!
—¡No me llames así!
—¿Y cómo quieres que te llame? —me preguntó y lo miré de reojo. Me gustaría sacarle esa sonrisa de gato Cheshire, de la cara —. ¿Novia, acaso?
—¿Eh? —¡Paren el tren! ¿Qué fue lo que dijo?—. ¿qué... qué... —ahhh, estúpida tartamudez—, qué dijiste?
—Digo, en mi instituto todos creen que eres mi novia y lo mismo pasa en tu colegio —se cruzó de brazos pensante —. ¿Por qué no...?
—¿Por qué no, qué? —pregunté, desafiante. Claro, porque iba bien hasta que volvió a abrir la boca —. Yo no voy a salir con ningún chico arrogante solo para acallar lo que la gente crea de mí.
—Este... bueno yo —¡Eso! Me gusta verte nervioso, Darien Chiba, jajajaja. Qué mala soy...
—¿Qué? —me crucé de brazos, ofendida.
—No quise decir eso —acomodó la corbata del uniforme, incómodo. Y yo lo veía, disfrutando.
—¿Y qué quiso decir, Arrogante Chiba? —miré el cielo que se teñía de diversos colores por el atardecer.
—Me la estás poniendo muy difícil, Serena —se quejó y no pude evitar reírme.
—Nunca dije que fuera fácil —adelanté un paso de él, pero me detuvo y me jaló hasta quedar frente a él, muy, muy cerca.
—Cada vez —me miraba fijamente y no sé por qué, sentí un escalofrío recorriendo mi espalda—, me queda más en claro que no eres tan inocente como aparentas, con tu imagen de niña alada.
—¿Cómo? —quise separarme, ofendida pero no me dejó.
—Lo que oyes. Eres una loba con piel de cordero. ¿Te gusta molestarme? ¿Eh? —acercó su rostro al mío—. A mí también me gusta molestarte —el desgraciado amagó con besarme y no lo hizo... ¡Lo pisé! —. ¡Ah!
—Lo siento —dije, batiendo mis pestañas—, no te vi —él me miró de reojo pero al rato empezó a reír... Mmmm interesante... parece que no soy la única bipolar aquí....
—Serena...
—¿Sí?
—Me encantas —Ohhh ¿No les digo que me va a matar?—. ¿Quieres ser mi novia? —me mató. Estaba en mi nube de ensueño, cuando mi cabeza se fue hacia abajo, de golpe... ¡¡Maldita costumbre de Luna!!
—¡¡Ahhh!! —le grité y me miró en silencio. Ah, claro, estaba Darien —. Darien —le afirmé con la cabeza—, hablamos mas tarde, tengo que hacer —alcé mis cejas dos veces y parece que me entendió porque rápidamente se giró y se despidió.
—¡Te dije que no te quería cerca de ese chico!
—Luna, es mi vida —le grité, molesta—. Mientras yo cumpla tu misión y siga siendo Sailor Moon, no interfieras en mi vida como la despreocupada Serena Tsukino.
Tanto a Luna como a mí misma, nos sorprendieron las palabras que dije. Pero era verdad, quería vivir mi vida, aunque no pueda tener una vida mundana, al menos... lo más normal posible.
La seguí en silencio sabiendo, a ciencia cierta, que Darien me seguía a mí, bueno no como él. Pero sentía a Tuxedo Mask detrás de mí. Me transformé camino a la torre Tokio. Allí, nuevamente, había mucha gente botada en la calle, totalmente agotada. Me acerqué a una niña y le tomé el pulso. Estos enemigos son unos animales... ¡Ni eso! Estoy insultado a los pobres animales.
—No te preocupes —escuché una voz a mis espaldas y sonreí al ver como tomaba a la niña en sus brazos—, todos estarán bien. Dependemos de Sailor Moon y yo confió en ti.
Decidida me levanté en mi lugar, mirando a mi alrededor. Solamente yo, podía ayudar a la gente —tomé el cetro lunar en mi mano y lo giré entre mis dedos—. ¡Bien! Es hora de actuar... ¡¡Curación Lunar!! —la chispa dorada empezó a cubrir a todos, quienes poco a poco se iban levantando del suelo. Suspiré aliviada y volteé a ver a Dar... a Tuxedo Mask y su cara me espantó—. ¿Qué?
—¡¡Cuidado!! —me gritó y todo lo que siguió fue muy rápido. Sentí una cadena atarse a mi cintura y jalarme al suelo para evitar un ataque que iba directo a mí. ¡¡¡Qué miedo!!!
—¡Ten más cuidado, Sailor Moon! —me dijo la voz a la que me acercaba encadenada. No podía creerlo... acaso era... ¡¡Sailor V!! Deshizo la cadena y armó otra, que lanzó al aire donde al parecer había un Youma, porque cuando bajó el ataque, había un monstruo en ella —. Esto casi te mata.
—Lo siento —me disculpé, bajando la mirada, al momento que llegaron las otras.
—Bien —la escuché decir—, necesito hablar con ustedes cuatro. ¿Dónde nos podemos reunir?
—En mi templo —respondió Rei y todas afirmaron. Yo busqué a Darien con la mirada pero ya no estaba. En su lugar, estaba una hermosa rosa roja. Sonriendo, me acerqué y la tomé.
—Al final —susurré—, no pude darte mi respuesta...
—¡¡Sailor Moon!! —gritaron y fui a su encuentro.
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En el Templo de Rei, Sailor V ó Sailor Venus, se presentó como Mina Aino, estudiante de secundaria y nos contó algo revelador. ¡Nosotras cuatro, somos sus guardianas! ¡Ella es la princesa perdida! Es increíble... —tomé una de las almohadas de mi cama y giré sobre el colchón—. Ella es toda una princesa... y es Sailor V, mi heroína. ¡Me siento feliz! —dejé de girar, pensando —. Aunque, realmente, no es sensación de felicidad la que experimento por la aparición de la princesa... ¡Es por la confesión de hoy!
¡Oh, Darien! Espero verte mañana para poder contarte lo que ha pasado y darte mi respuesta.
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POV DARIEN
Ay Serena... hoy fue un gran día. Te besé... nos besamos. ¡Cielos! Porque siento tanta posesividad contigo, de repente. Esta sensación de que eres mía, mía y de nadie más, no es propio de mí. Me siento extraño, no entiendo que me pasa. ¿Acaso eso es estar enamorado? ¿Esa sensación de que sin aquella persona no puedes vivir? ¡Demonios! Serena, ¿en qué momento te me clavaste tan profundo en el corazón? Si no me dices que sí... yo no sé que voy a hacer.
Debí esperar a que las Sailors se fueran para terminar de hablar, pero esa nueva que apareció hoy, me miró de tal forma que me intimidó, como si me conociera, pese a que yo no sé quien es. ¿Qué estará pasando?
¡¡¡Ahh!!! Toda mi tranquilidad se esfumó, solo quiero que pasen las horas para volverte a ver.
Pero... —suspiré—, no me puedo quejar. Desde que estás aquí, siento que estoy vivo.
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Buuu, estoy demasiado molesta... ¡Día estúpido!
Primero: ¡Darien no pasó a buscarme!
Segundo: ¡Examen sorpresa de matemáticas!
Tercero: ¡Luna me dice que hay reunión en el templo de Rei! Por lo que no voy a poder ir al Instituto de Darien...
Hoy no es mi día...
Salí de la cárcel educativa, refunfuñando por mi mala suerte, cuando me topé con alguien. Estaba a punto de mandarlo a la.... cuando me di cuenta que era Mina.
—Hola, Serena —me miró sonriendo—. ¿Estás ocupada?
—Iba a lo de Rei. Planeaste una reunión.
—Así es, pero —se corrió un paso al costado y tras ella estaba Darien—, tú tienes que hacer cosas más importantes.
—¿Qué? —la miré, sorprendida y miré a Darien que me miraba expectante.
—No te preocupes por la reunión. Le diré a las chicas y a Luna que te mandé a una misión especial —me guiñó el ojo.
—¿Por qué haces esto? —le pregunté, cuando Darien se paró a mi lado y me tomó la mano izquierda.
—¡Me encanta el amor! —y tras decir eso, se fue.
¡Parece que aparte de ser mi heroína, ahora es mi cupido!
—Serena —traté de mirar a Darien, pero éste apoyó su frente en mi cabeza—, no pude venir en la mañana. Lo siento.
—No te preocupes —respondí, quitándole importancia, pero sí que me molestó.
—Serena...
—¿Sí?
—Estoy muriéndome por saber cuál es tu decisión...
—¿No es obvia? —interrogué, tomándolo del rostro —. ¡Te quiero Darien! Y nada me gustaría más que ser tu novia.
¡Dulce y mágico pacto de enamorados! ¡Amaba los besos de este hombre!
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POV MINA
Es increíble el lazo que une almas, eternamente... Quizás ellos aún no lo sepan, pero sus almas se reencontraron al fin. Su sacrificio ya no fue en vano, Reina Serenity.
Ellos pudieron renacer en un tiempo en el que pueden vivir su amor como dos simples humanos. Pero, mientras ellos afianzan sus sentimientos, yo seguiré fingiendo ser la princesa...
Princesa Serenity, Príncipe Endymion... disfruten de su amor.
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