—¡¡Sailor Moon!! —gritó Luna a mi lado. Las personas convertidas en sonámbulos estaban por todos lados. ¿Qué hago? Tomé el cetro lunar con manos temblorosas y los apunté.

—¡Yo confió en ti! —sonó entre las sombras y lo vi a contra luz, al hermoso hombre de antifaz mirándome. Es increíble como una simple frase me llena de energía...

Lo sé, ayer estaba babeando por el arrogante de Darien Chiba, pero ese es el amor de Serena. Sailor Moon... Awww tiene su corazón sólo para Tuxedo Mask...

¡Soy toda una coqueta, ¿verdad?!

Con ambas manos en el báculo, lancé una energía clara hacia la gente que empezó a caer uno por uno, desmayados...

—Bien hecho, Sailor Moon —me felicitó, acercándose. Ohhh la cercanía me ponía muy nerviosa... ¡Como si fuera una colegiala enamorada! ¡Esperen!... Si lo soy jajajajja

—Gracias... —sonreí—, sin tu ayuda...

—Deberías dejar de depender de mí —me respondió, dejándome sumamente sorprendida. ¿Qué demonios le pasaba? —. Sabes que tarde o temprano seremos enemigos... Ambos buscamos lo mismo y no quiero que interfieras en mi camino—giró sobre sus pasos y se alejó, dejándome sumamente anonadada.

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Sólo soy una niña inocente.

Capítulo 02

N de No es tan arrogante como parece.

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—¡¡Ah!! —entré a mi habitación por la ventana, hecha una bola de fuego... ¡Cómo se atreve a decirme eso!

—Tranquila —susurró Luna que entró detrás de mí—. Sabíamos eso, lo sabíamos desde siempre.

—¡¡Lo sé!! —lloré a cascadas—. Pero, ¿por qué me trató así? Sailor Moon siempre lo prefirió a él y...

—¡Ya, ya! —me calmó Luna, rosando su cuerpo por mi pierna derecha—. Tranquila, será mejor que no pienses mucho en ello y descanses. Mañana es un día nuevo.

—Es verdad —deshice mi transformación, quedando con mi camisón rosado. Me metí en la cama y me tapé hasta la cabeza.

¡Estúpido Tuxedo Mask!... ¡Si tuviera ese famoso Cristal de Plata! ¡Se lo refregaría en la cara!

¡Eso voy a hacer! ¡Voy a dejarme de juegos! ¡Voy a encontrar a la Princesa y al Cristal de Plata! ¡Ya vas a ver, señorcito de antifaz! ¡Ya vas a ver!

Traté de conciliar el sueño y por suerte, no tardó en llegar.

¡Nuevo y maravilloso día!

Me desperté estirando mis brazos y, tras abrir mis hermosos ojos color cielo, me encontré con los rojos de mi linda gata...

—¿Te sientes bien? —preguntó casi pegando su cara a la mía—. Aún no suena el despertador...

—Lo sé... —le sonreí—. ¡Hoy es un nuevo día!

Me alisté y, tras despedirme de mis padres, salí camino a la escuela y, la verdad, mi buen humor cayó hasta el piso....

¿Cómo podría enfrentar mis retos como Sailor Moon, si la persona que me alentaba a mejorar, ya no quería ayudarme porque dice que somos enemigos? ¡¡Estaba angustiada!!

Tanto que, inevitablemente... empecé a llorar.

—¿Por qué lloras, cabeza de Odango? —lo ignoré, lo que menos quería era cruzármelo. ¡¿Por qué siempre me lo cruzó?! —. ¡Cabeza de Chorlito es muy descortés ignorar a alguien que te habla! —seguía hablando, pero yo sólo quería evitarlo—. ¡Ya sé! —escuché el chasquido de sus dedos, así que me decidí a mirarlo, tragándome mi sollozo—. ¡Estás así porque no le pudiste sacar a Asanuma todo sobre mí, ¿verdad?! ¿Qué te faltó? ¿Cuándo calzo? ¿Qué me gusta? Jajaja Si me vas a regalar algo, amo los chocolates... —él hablaba y hablaba...

¡Demonios!

—No sé de qué hablas —intenté ignorarlo una vez más, mientras buscaba mi pañuelo, pero no lo encontré y de pronto, vi uno azul frente a mí, ¿Darien me estaba pasando su pañuelo?

—¡Toma! —lo miré con desconfianza, pero tomé el pañuelo igual—. ¿Qué te paso?

Realmente no quería hablar con él... ¿Por qué debería contarle lo que me pasaba?

—Ah bueno —acomodó su maletín—, si no quieres contarme... Creí que después de las clases podría invitarte a tomar un helado pero bueno...

Este hombre estaba raro el día de hoy, ¿amable? ¿Se habría golpeado en la mañana?

—¿Te caíste de la cama, hoy? —le pregunté y empezó a reírse.

—¡Oye! —aún entre risas—. Yo soy una persona amable.

—Ohhhh, eso es nuevo —sonreí y su risa cesó—. ¿Qué?

—Ajam —se acomodó el nudo de la corbata—, ya como sea. Allá tú... Veo que no puedo ser amable contigo —yaaa, ahora se hacía el ofendido.

¡Definitivamente algo estaba raro en este hombre!

—Ok —le afirmé y me miró, sorprendido—. Acepto. Hagamos una tregua —le extendí la mano—, ¿de acuerdo?

—Me parece muy bien —tomó mi mano y, no sé porque motivo, sentí una cosa rara recorriéndome la espalda, como un escalofrío. Separé mi mano de la de él, algo asustada y por suerte, no lo percibió.

Se despidió amablemente y se alejó.

¡A ver!

¡Detengan todo!

¿Ese era Darien Chiba?

Miré el pañuelo en mi mano izquierda y decía claramente «Darien Chiba» Wow... ¿Qué le habría pasado que estaba tan amable? ¿Realmente nos veríamos a la salida de clases?

Resoplé y me puse de camino al colegio, de nuevo. Ya lidiaría con Darien y Tuxedo Mask...

¡A falta de problemas, me interesan dos hombres! ¡Dos! Soy una masoquista...

Llegué al salón y me desplomé sobre mi pupitre. No iba a hacer nada hoy, claro que no...

—¿Estudiaste? —preguntó Molly, al sentarse detrás de mí.

¡Maldición, sólo eso me faltaba!

—Espero que hayan repasado la lección de la semana pasada —dijo la profesora Mónica cuando entró al salón—. ¡Kelvin, por favor, reparte los exámenes!

Mi amigo, el nerd, repartió la prueba y me quedé viendo el examen con los mismos espirales de los horribles lentes de Kelvin. Definitivamente, sólo sacaría 10. ¿Por qué? Porque ni modo que no sepa cómo escribir mi nombre... ¿no?

Aspiré profundamente y miré el examen... No podía ser tan difícil... Todos estaban escribiendo...

Ok... empecemos...

«Name»... ¿Qué era name?.... Name, name... ¡Ah... ahí va mi nombre! Uff al menos me aseguré el diez...

Pregunta uno: "wat is de..."

¡Siguiente pregunta!

Pregunta dos: "Complete.... usin... Do... o Dont"

¡Ok... siguiente!

Pregunta tres: "¿Write?..."

¡¡Ahhh!!! ¡No entiendo nada!

Suspiré desesperada y apoyé la frente sobre el examen...

¡Sólo puedo pensar en rosas y antifaces! ¡Estúpidos hombres!

La profesora Mónica tomó mi examen y suspiró, regresándome la prueba con un hermoso...

—¿Cero?

—Donde pusiste tu nombre iba el nombre del primer planeta del sistema solar. No sabía que Mercurio en tu mundo era Serena Tsukino.

¡Demonios!

—Lunes a las ocho en mi oficina. Te volveré a tomar el examen —se cruzó de brazos—. Voy a tener que hacer algo o bajaras terriblemente el nivel del salón.

¿Me pareció a mí o me quiso decir algo?

Ok....

Luego de otras clases muy aburridas, salí apretando mi portafolio contra mi pecho. Nunca había sacado un ¡Cero! Nunca... Mi ánimo estaba por los suelos.

«Ese chico no es del Instituto Azabu»

«¿No es el galán de Azabu?»

¿De quién hablarían?

Levanté la mirada y ahí estaba Darien Chiba, leyendo un libro, apoyado en una de las columnas de la entrada, muy relajado... ¿Realmente tendríamos una cita?

¡Rayos! ¿Dónde me escondo?

«Hola, guapo»

Escuché y mis ánimos de huir se alejaron. Una niña de cabello castaño estaba hablando con él, aunque no quitaba sus ojos del libro...

«Lo siento, espero a alguien»

Quizás no debería huir, después de todo...

—¡Hola! —dije y, automáticamente, cerró el libro y me miró. Oh... debo admitir que con lentes se ve mejor...

—Hola, Serena —¡me llamo Serena! Sigue mal... pobre...—, ¿nos vamos?

—Claro...

Caminamos hasta una heladería y nos sentamos en una mesa del patio, ¿la verdad? Estoy intrigada...

—Bueno —dijo, después de ordenar un helado combinado de chocolate y chocolate blanco. Ok... realmente le gustaban los chocolates —. ¿Cuál quieres tú? —me preguntó y tuve que mirarlo, sonreía como si fuera lo más natural del mundo.

—El mismo que pediste tú, estaría bien.

—Bien, dos iguales. —en cuanto la chica que nos atendió se fue, soltó el motivo de su "amabilidad"—. Cuéntame, Serena, ¿Por qué investigaste sobre mí?

—¿Yo?

—Sí, tú. Gracias a ti, ahora, en mi instituto creen que tú eres mi novia. ¿te parece?

—¡¿Tu novia?! —grité espantada.

¡Rayos, centellas y todo lo demás!

—Asanuma, me lo preguntó. Claro que lo negué... pero ya se había corrido el rumor por todo el lugar y, la verdad, no soy de esos —se desaflojó la corbata—, a los que les gusta estar envuelto en rumores y todo eso.

—Lo lamento —murmuré bajando la mirada. ¿Qué debería hacer?

—¿Y bien? —estaba esperando mi respuesta... ¿Qué debería responder?

—¡Curiosidad! —respondí con el dedo índice alto—. Quería poder insultarte por tu nombre...

—Ah... —abrió los ojos de tal forma que no sé si se sorprendió, lo ofendí o qué... —. Ya veo...

—Soy muy curiosa... —nerviosa llevé mi mano a la nuca—, y quería saber algo de ti...

—Pues según veo, tú sabes mucho de mí... Pero yo no... —un brillo raro cubrió su mirada azul...

—¿Entonces?

—Cuéntame de ti... Sé que te llamas Serena, tienes catorce y que eres Cáncer, pero no de que día.

—Treinta de junio —respondí automáticamente. No es que quisiera responderle, pero estaba pegada en su mirada...

—Bien, ¿tu familia?

—Tengo un hermano y mis padres. Mi papá es periodista, mi mamá es ama de casa y mi hermano, estudiante de primaria. —¡¡¿Cómo? ¿Cómo me sacaba tanta información?!!

—Qué suerte... Y si tienes una buena familia, ¿por qué tan triste?

—Soy demasiado mala en la escuela.

—Lo sé, cuando nos conocimos me pegaste con un treinta. ¿Recuerdas?

—Sí, pero hoy rompí mi récord —busqué en mi portafolio y le pasé la peor nota de mi vida.

—¿Cero?

—¡Soy patética! —apoyé mis brazos en la mesa y hundí mi cabeza en ellos.

—A ver: "What is the name of the first planet of Solar System?"

Increíble pronunciación...

—Dice, "cuál es el nombre del primer planeta del sistema solar".

—Mercurio —respondí y quise darme de golpes. ¡Si Amy se enteraba, iba a enojarse mucho!

—La otra dice: "Complete the sentence using Do, Does, Don't y Doesn't". Es decir, "Completa las oraciones usando esas palabras". Las oraciones son: "¿La tierra tiene 365 días por año?" La segunda dice: "¿Los científicos consideran a Plutón como un planeta?" Y la última: "¿El cielo es azul todo el tiempo?"

¡El tipo sabía y hacía parecer el examen como una cosa de jardín de niños!

—El tercer punto dice: "Escribe una oración relacionada con el sistema solar".

—Oh... era fácil... —susurré, cuando los helados llegaron frente a nosotros.

—Si —afirmó con la cabeza—. Muy fácil, para alguien que estudia. Supongo que no te gusta estudiar...

—No...

—¿No tienes un sueño, algo que quieras ser?

—Sinceramente, yo vivo el aquí y el ahora.

—Ya veo, por eso no te gusta estudiar... No tienes motivación para hacerlo.

—Tú quieres ser médico, ¿verdad?

—Así es —miró los libros que había dejado sobre la mesa y luego el helado—. Desde chico he querido ser médico, un doctor para poder ayudar a la gente, por eso, todos los días, me levantó pensando en que hay que ampliar los conocimientos para poder llegar a lo que queremos.

—Ya veo, Amy, una amiga, piensa de la misma manera. Ella también quiere ser doctora, como su mamá.

—Es una bonita actividad.

—Muy noble, por cierto —aquellas palabras me sorprendieron tanto a mí por decirlas, como a él por escucharlas.

—Gracias —terminamos el helado y me acompañó hasta la casa—. Sí quieres, otro día te ayudo con el inglés.

—Oh... —le sonreí con algo de nervios—, dicen que saco de quicio a los profesores.

—No te preocupes, soy una persona dotada con mucha paciencia. ¿Qué dices?

—Si viene incluido un helado como el de hoy. ¡Seguro! —afirmé y él sonrió...

—Entonces nos vemos... Serena... —me extendió la mano.

—Nos vemos... Darien... —se la estreché.

Ingresé a mi casa, apoyé la espalda en la puerta y me deslicé hacia el piso.

—¿Qué fue todo eso? —me pregunté, entre asustada, nerviosa, ansiosa... ¡Ahh, ni idea que sentía!

—¿Serena? —mi mamá me vio y se acercó preocupada—. Hija, ¿qué pasa?

—Mamá... creo que me enamoré...

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POV DARIEN

—Mmmm —miré hacia la casa donde había desaparecido Serena, con mucha curiosidad—. Sí, es la misma casa donde vi entrar a Sailor Moon; quizás mis sospechas son ciertas y ella es Sailor Moon... Pero, eso no explica por qué estaba investigando sobre mi vida. ¿Acaso sospechará de mi doble personalidad? Acaso ella cree que soy Tuxedo Mask y por eso se acercó a mí... ¡No puedo quedarme con la duda! —observé mi mano, la misma mano que había tocado dos veces la mano de ella. Las dos veces sentí una especie de corriente extraña... la misma sensación que siento cuando salvo a Sailor Moon... —regresé mi mirada a la casa—. Serena Tsukino... ¿qué has hecho conmigo?