7. Primera entrevista

—¡Vamos, hermano, solo una más y se termina! —Me animó Tulip atrás de mí cabeza mientras trataba de levantar la enorme pesa.

Estaba agotado y solo quería parar e ir por una ducha, pero el orgullo de igualar a mi hermano en las series, no me dejó. Finalmente di un último esfuerzo y estiré mis brazos, Tulip se emocionó felicitándome y poniendo la pesa en su lugar.

Me senté mientras tomaba mi toalla y la ponía detrás de mí cuello. Estaba muy sudoroso y necesitaba hidratarme.

—Te has superado. —Mi hermano me ofreció su mano, la choqué mientras tomaba mi botella.

—Aun no es suficiente. —Di un gran sorbo, mi boca estaba seca.

Tulip cambió su expresión a una de preocupación, así se parecía más a mamá. No me gustaba tanto eso.

—Dennis, ya tienes un buen físico, ¿No crees que es momento de parar? —Rodeé los ojos.

—Tú no lo entiendes, para un actor su físico es todo.

—apara un mal actor, querrás decir. Un buen actor no se rige solo por su apariencia, si no de su capacidad y talento. —A veces odiaba que fuera tan listo.

Tulip no podía entenderlo, él genera músculo con solo correr un poco, o con tres abdominales. Porque él es varón.

Tenemos rutinas similares, y yo me alimento mejor que él. Él en un año ha conseguido un abdomen marcado junto con unos brazos bastante fuertes, el mío se definió, pero estoy lejos de tener su lavadero. Aun así, me gusta haber ganado musculo en los brazos y tener los hombros un poco más anchos, nadie piensa que soy doncel ni por error al verme, y eso me gusta un poco, pasé de torso de espagueti a triángulo invertido. Sé que no debe avergonzarme lo que soy, pero a veces me harta cuando la gente se porta "linda conmigo" cuando lo sabe.

Por eso mismo, no se lo dije a los productores, ni a nadie de la serie. Solo lo sabe Leslie, obvio.

—Ya sé... Solo...

—No quieres que la gente te trate diferente solo por ser tercer género, lo sé. —Mi hermanito podía leerme fácil. —De todos modos, sé más gentil contigo, no querrás que tú carrera acabé tan joven. —Eso... Era un buen punto.

Estoy comenzando mi carrera, por eso debo cuidar más todos los aspectos de mi vida, tanto sociales como físicos. No quiero lastimarme de gravedad y poner en riesgo la grabación de la segunda temporada.

—Está bien, vamos a casa.

Tulip me ofreció su mano otra vez, ayudándome a pararme. Al hacerlo, traté de ignorar el hecho de que ya me había alcanzado, si mi hermano menor me supera en altura creo que lloraré.

—¡Dennis!

Volteé hacia donde me llamaron, y allí ví una montaña de músculos, era Mike, o Miguel, mejor dicho. Cuando trabajé en el gimnasio el año pasado como recepcionista, él lo hacía como entrenador, me cae muy bien.

—¿Que pasó, amigo? —Nos dimos la mano y luego chocamos el hombro de forma amistosa, hizo lo mismo con Tulip. —Creí que ya no te vería más por aquí.

—Te advertí que mi trabajo terminaría cuando te pusieran en los más "hot" de Buzzfeed. —Hice una sonrisa un poco torcida.

En mi contrato no venía nada de obligarme a cambiar de apariencia, sin embargo, quise ponermelo como un reto personal. Y Mike es el mejor cuando se trata de ayudar a donceles como yo a ganar músculo, él mismo lo es, no lo pensarías ni de broma, tiene un físico parecido al de The Rock, en cuanto a su cara, es redonda y tiene pelo negro. En él se ve bien todo ese súper músculo, por otro lado, yo no creo que quiera llegar a eso. Cuando tuve una rutina estable, él dijo que era hora de soltarme, no ha vuelto al gimnasio en un buen rato.

—Si, pero de todas formas esperaba verte de vez en cuando, ya sabes, ahora que al fin tengo edad para beber y que las grabaciones de la segunda temporada no empiezan hasta Febrero. —Mike se rió de forma nerviosa y luego se llevó la mano a la nuca.

—Me temo que eso de beber... Quedará suspendido por unos cuantos meses. —Estaba a punto de preguntar por qué, hasta que Tulip se adelantó.

—¡No es cierto! ¡¿Tú y Anoar por fin se animaron?!

Anoar es el novio de Mike, también es entrenador, él trabajó con Tulip, aunque yo no soy tan cercano a él. Tardé un poco en procesar a lo que mi hermano se refería, hasta que Mike se llevó una mano a su vientre tonificado con una sonrisa.

—Diez semanas. —Casi el tiempo que llevaba sin verlo.

—¡Wow, amigo! ¡Felicidades! —Tulip le dió unas palmadas amistosas en el hombro, entendí que tenía que reaccionar igual.

—Si, felicidades. —Le sonreí con sinceridad, solo no me animé a tocarlo igual que mi hermano, Mike no pareció notarlo.

—Realmente no lo estábamos intentando, fue un descuido.

Me mordí un poco el labio, era el riesgo de ser doncel, un pequeño descuido y tenías un bebé, debido a que ni siquiera tenemos algo como el mitico "dia seguro" de las mujeres y nuestros periodos desaparecen, es un constante riesgo.

—¿Y... No te da miedo? —No lo pregunté con malicia, si no con genuina curiosidad.

—Algo, pero ya estoy más cerca de los treinta que de los veinte, Anoar y yo nos amamos, ya nos falta poco para terminar de pagar el departamento. -Se oía tan fácil, y aún así, tenía mis dudas. —Tenemos trabajos estables a parte de los entrenamientos en diferentes gimnasios, lo hablamos y pensamos que está bien quedarnoslo.

—Les irá increíble. —Le animó Tulip, yo me callé.

—Gracias amigo, pero ustedes cuidense, aún te necesitaremos, Doctor Tulip, y aun quiero más temporadas de ese programa, Dennis, ¡nos echamos los diez episodios en un día! —Al fin pude reír un poco.

—Cuenta con ello.

—Bueno, niños, debo pasar por algunas cosas a mi locker, nos veremos otro día.

Se despidió tan cariñosamente como siempre. Esa noticia me sorprendió mucho, hasta ahora, creía que Mike era todo menos un virmus convencional, no solo su físico, también la decisión de no casarse con su novio, la forma en que habla y se expresa, es solo un hombre más.

Y ahora será mamá.

Sé que no debería impactarme, pero... Igual lo hace.









8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8








Una de las primeras cosas que hice luego de la audición, es sacar al fin mi permiso de conducir. Papá me dejaba usar uno de los autos, y prometí que se lo compraría algún día.

Ahora es lo que nos transporta a Tulip y a mí a todas partes. Darcy no nos ha acompañado jamás, prefiere irse con sus amigos de la escuela. Desde que empecé con la serie, su humor ha empeorado, le responde mal a todos, hace caras, a Tulip apenas le habla, conmigo menos (en parte yo también preferí poner distancia), papá tuvo algunos roces con ella, y eso que es a quien más le hace caso.

Pero quién se lleva la peor parte es mamá.

No entiendo por qué, no es como si él hiciera algo para que se porte así, es igual de estricto con los tres, pero cuando se negó a darle un permiso para una pijamada, no le habló en una semana.

Una de esas escenas se muestra en cuanto entramos.

—¡No es justo! ¡He hecho todas mis tareas! ¡Mantengo mi cuarto limpio! ¡¿Por qué no puedo ir?! —Darcy estaba roja de furia, mamá se veía sereno como siempre, aunque con una postura firme. Ninguno se dió cuenta cuando entramos.

—Darcy, eres muy joven para una fiesta con alcohol.

—¡Ni siquiera sabes si va a haberlo! —Tulip me señaló con la cabeza que subía, entendí que quería que fuera con él, me negué y solo le di mis cosas para que las dejara en mi cuarto.

—Son chicos de dieciocho, es obvio que habrá.

Entendí que se referían a la fiesta de Aarón, un ex-compañero mío. La verdad, mamá tenía razón, invitó a toda mi generación, nos graduamos de la preparatoria hace cuatro meses, la mayoría saldrá de vacaciones de invierto en la universidades, es para aprovechar.

—¡Si fuera Dennis lo dejarías ir!

En realidad fuí invitado, pero igual no planeaba ir, porque no tenia con quién; Abdiel se iba de vacaciones con su familia siempre, Theo ahora estada en los Estados y sus padres estaban ocupados con la politica (como siempre), Leslie y Will irían, pero estaba un poco cansado de sentirme la tercera rueda.

Y Max... No hemos hablado mucho desde que terminamos hace más de un año. Nos hemos visto en los cumpleaños de los chicos y en los pocos proyectos escolares que tuvimos juntos al último, es todo, lo extraño como amigo, pero por las redes se que le va bien en su carrera.

En fin, seguí espiando la conversación. La pregunta estaba en quien invitó a mí hermana de 16 casi recién cumplidos a una fiesta.

Mamá respiró profundo, no le gritaría, nunca lo hace, él es paciente y suele usar más sus palabras con mucho cuidado.

—Él ya es mayor para cuidarse.

—¿Y yo no? —Desafió mi hermana entrecerrando los ojos.

—Entiende, amor, tú...

—¡No! No me llames "amor", Alexis.

En ese momento, decidí meterme, porque eso es lo que hace cuando quiere que mamá se sienta menos. Ninguno se había dado cuenta de que los había escuchado hasta que estuve entre ambos, Darcy no se inmutó ni un poco, seguía sosteniendo esa mirada desafiante, dos podían jugar ese juego.

—Disculpate. Ahora. -Ella soltó una risa burlona.

—¿Tú? ¿Me estás ordenando?

—Hijo. —Me llamó mamá. Lo miré un poco. —Yo puedo, por favor ve a tu cuarto. —Era tan amable y calmado que me molestaba

—¡Pero no puede hablarte así! —Darcy dió un par de aplausos un poco lentos, dando un tono sarcástico.

—Y allí está Dennis, el niño dorado defendiendo a su progenitor.

La forma en la que pronunció eso último, fue tan desagradable que tuve que controlarme para no decir algo de lo que me arrepintiera después.

—Es nuestra madre. —Le recordé.

—No. No lo es. —Apreté los dientes con fuerza. Darcy por el contrario, no se controló. —¡Solo míralo! ¡Es un hombre! No es una ma-

Antes de que soltarlo por completo, la puerta se abrió de golpe, y allí estaba papá. Mi hermana se puso pálida.

Jamás en mi vida ví a papá tan serio, su mirada fue gélida, sentí algo parecido a un escalofrío, y eso que la mirada no estaba sobre mí, todo apuntaba a que escuchó por lo menos lo último de nuestra discusión.

Nunca le he tenido miedo a papá, es estricto, pero nunca ha dado razones para que quisiera irme lo más lejos posible de él. Hasta hoy.

—Dionisio, lleva a tu madre arriba, debo hablar con tu hermana.

Pensé que mamá le iba a reclamar, como lo hizo conmigo, no fue así, estaba muy callado. Cuando me giré, estaba mordiéndose el labio, particularmente fuerte, sus ojos nos se veían húmedos, solo cristalinos.

No esperé a qué alguien dijera algo, lo tomé de los hombros y lo guié a las escaleras.









8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8







Esa tarde, mamá solo me agradeció, y dijo que estaba bien, era claro que no. Sin embargo, se encerró en su cuarto, y no salió hasta el día siguiente.

Hubo gritos de Darcy y de papá por el resto de ese día, claro que le dí un resumen a Tulip, estaba tan sorprendido como yo, la actitud de nuestra hermana sobrepasaba los límites.

Ahora la ley del hielo aplicaba a todos, y mientras tanto estaba castigada, sin teléfono, ni videojuegos, ni salidas con amigas. Para una adolescente bastante inquieta, esto era lo peor en vacaciones, aún así, no sé disculpó para nada.

Yo tenía cosas más importantes de que preocuparme. Mi primera entrevista con el elenco. Desde que la serie se emitió hace un par de meses, los protagonistas han tenido apariciones en shows de entrevista, podcast, entre otras cosas. Sin embargo, me sorprendí cuando Ernest, el director (que resultó ser el hombre grande y rapado para el que audicioné) me pidió que también fuera a esta.

Me enteré que mi personaje fue bastante popular. No quise sugestionarme con la crítica, evité lo más que pude las redes sociales desde el estreno, pensé que mi familia y mis ahora ex-compañeros de la escuela eran amables al decir que lo hice bien, pero parece que no, en verdad a todo el mundo le gusta Andy Klune.

—Calma esos nervios, novato.

Dejé de ver al espejo con luces de mi tocador, y me topé con unos hermosos ojos aquamarina rodeados de largas y recién rizadas cubiertas por rimel.

Justo a mi lado, frente a su propio tocador, está mi interés amoroso en la serie, Jenna, solo que no se llama Jenna, se llama Mitchel, y no es una chica. Al igual que yo, es un tercer género. Hasta ahí terminan las similitudes, Mitchel es bajo, cerca del metro sesenta, es muy lindo, tiene pecas en todo su rostro, cejas gruesas pero definidas y bien depiladas, además de unos preciosos labios rosados, para el show le ponen un maquillaje brilloso estilo coreano como los que suelen usar mi hermana y sus amigas, ahora no lo usa, pero si tiene algo de corrector y rubor, da un look más natural, definitivamente, fue facil entender porque Andy está enamorado de Jenna.

—Disculpa, es que de verdad me siento fuera de lugar aquí.

—No es muy diferente a los camerinos del set.

—No, me refería a...

—Lo sé. —Dio una ligera risa que sonó tan suave como un carillón de viento. —Calma, en el set lo haces increíble, aquí igual.

Me ofreció la mano, y dudé un poco antes de tomarla, era delgada y suave, me gustó la sensación.

—Chicos, salimos en quince, vayan con el resto. —Nos pidió una chica con una libreta, luego presionó el auricular de su oído y nos dió la espalda.

Mitchel y yo nos levantamos, no soltó mi mano, así que yo tampoco lo hice.

Cuando tomé mi asiento, me sentí más fuera de lugar que nunca. Todo este lugar brilla, la luz está sobre mí, y las cámaras, yo público.

Estoy tan metido en mí mismo que no me doy cuenta cuando empiezan las preguntas, claro, no eran para mí por ahora. Mi cabeza se siente como bajo el agua y solo veo a todo el público en vivo, es como el teatro, lo extrañé mucho mientras rodaba.

De repente me doy cuenta de que la señora mayor cuyo nombre no recuerdo pero sé que es famosa, me habla.

—Disculpe, ¿Que pasó? —Ella se rió de forma sincera y el público también lo hizo.

—Te decía, —continuó. —Parece que Andy ha atraído una gran atracción por parte del público juvenil, dime, ¿Te lo esperabas? —No podía pensar mucho, así que respondí de forma sincera.

—No... La verdad, también estoy muy sorprendido, jamás pensé que el personaje gustara tanto, digo, ni siquiera sale en todos los episodios.

—Y eso es una vil injusticia. —Comentó la presentadora, el público abucheó a favor de ella. —Necesitamos más de esos ojos estrellados y de esa hermosa sonrisa en pantallas, ¿No es así, gente?

Todos vitorearon, no pude evitar reír un poco con nervios mientras el rubor me teñía las mejillas.

—De eso estamos hablando. -Soltó una carcajada amable y se acomodó el cabello. —Escuché que es tu primer trabajo en televisión, ¿Es verdad? -asentí antes de recordar que debía seguir hablando.

—Ahm... Sí, de hecho yo fuí por el personaje de John, pero me pidieron audicionar para Andy y fuí seleccionado. Es una gran oportunidad.

—Vaya, leí por allí que Mitchel tambié audicionó para John, ¿Es verdad, querido? —Miré a Mitch sorprendido, eso no me lo había contado.

—Si, es correcto. —Hizo una sonrisa. —Pero me pasó algo similar a Dennis, me ofrecieron el papel de Jenna y heme aquí.

No lo decía particularmente ofendido, tampoco emocionado, fue la declaración menos emocionante que oí en mi vida.

—Todos tus papeles han sido femeninos desde que iniciaste tu carrera, ¿Por qué ahora intentaste hacer a un chico?

La pregunta no era particularmente ofensiva, y Mitchel no se molestó por ella, no frente a las cámaras, al menos. Sin embargo, pude notar como apretó un poco el puño.

—Tomé la oportunidad, ya sabes, tratar de hacer algo diferente, y aunque no quedé, estoy bastante agradecido con la oportunidad, Jenna es un personaje con tantos matices... —Seguía sonriendo, cálidamente, como un buen actor. —Muero por ver lo que nuestros escritores tienen planeado para ella.

—Y el público también, tenlo por seguro. —Los mencionados en cuestión, se emocionaron otra vez. —Pero creo, lo que esperamos todos para la segunda temporada es ver más de "Jendy" —Arqueé una ceja confundido, no entendí de lo que hablaba, hasta un segundo después. —La relación de sus personajes es tan tierna, bonita. Me parece que todos soltamos un pequeño "aww" cuando Andy encontró ese peluche a Jenna y se lo dió más tarde.

Recordaba la escena, la hicimos en una toma, Jenna había perdido un llavero de osito que pertenecía a su hermano, Andy lo encuentra, se lo devuelve, y tienen una larga conversación de lo mucho que ambos extrañan a John, bastante linda, y fuí capaz de ver el talento de Mitchel en todo su esplendor.

—Ahora, díganme chicos, ¿Creen que esa química es solo del set?

Ambos nos sorprendimos y nos miramos a los ojos antes de regresar a la conductora mientras los espectadores decían "wuuu". Cómo ya dije, la persona con la que más tuve interacción en todo el rodaje fue Mitch, y me agrada, no estoy ciego, es bellísimo, pero él es... Cómo yo.

Y esa es otra cosa, nadie del elenco sabe que soy un doncel.

Solo lo sabe el director, y quedó en una cláusula de confidencialidad del contrato, sugerida por él mismo, mis padres no lo vieron mal, y yo tampoco, no es como que lo diga muy seguido a la gente.

Mitchel no podría ocultarlo aunque quisiera, la apariencia andrógina, las pocas imperfecciones, la estatura... si no lo era, sería el estereotipo de lo que antes llamaban "twink". La verdad, lo intentaría con él si las cosas fueran diferentes, porque si me gusta, pero eso no significa que yo a él, y si lo hiciera ¿Que tanta probabilidad hay de que lo siga haciendo si le contará esto?

-Dennis es un gran compañero, y lo respeto muchísimo. -Se aventuró a hablar él primero. -Nos llevamos bien, sin embargo, solo somos amigos, ¿Verdad? -Me miró y no tuve de otra que estar de acuerdo.

—Así es, por el momento, ambos solo queremos que la serie siga siendo un gran éxito.

—Allí lo tienen, damas y donceles, Dennis Stabolly, nuestra estrella en ascenso está disponible, así que hagan fila.

Se me formó una incomodidad en el pecho.

Pude corregirla en ese momento, diciendo que soy gay, o más resumido, un doncel gay. No me avergonzaba serlo, no es un secreto, solo soy... Yo.

Y aún así, solo sonreí a la camara.

Seguimos con la entrevista.










8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8










—¿Ves que no tenías que estresarte? Te salió con bastante naturalidad. —Me dijo Mitchel poniéndose su sudadera.

—Creo que sí... Pero tú me ayudaste con las preguntas incomodas.

Lo oí soltar una risa, era sonora, como una pequeña campana, me gustó.

—Tendrás que acostumbrarte, habrá muchas más de esas. —Se subió el cierre.

—Aún así, es un poco curioso que todos crean que por vernos bien en pantalla, deberíamos ser pareja.

En eso, volteó ligeramente, y me observó con una mirada indecifrable, su boca de recta, pasó a una pequeña sonrisa, sentí que el color se me subía a la cara. Terminó de girarse hacia mí, se me acercó.

—Bueno, en lo personal yo no lo veo tan descabellado.

Definitivamente, estaba sonrojado, mis mejillas ardieron, y sentía que mi corazón se aceleraba. Este chico era peligroso.

—Eres un chico agradable, me la paso muy bien, nunca he salido con nadie en mi trabajo pero...

Se detuvo un momento para buscar las palabras, mi vista estaba fija en sus labios, eran rosados, pequeños en el largo pero bastante voluminosos, también olía bien, como a manzana, me pregunté si sus labios también sabrían así.

—¿Te gustaría tener una cita conmigo?

Mi corazón se aceleró. Pero mi cerebro analizaba todo con bastante velocidad.

Había algunos contras, es mi compañero de trabajo, él es un actor famoso, nuestra relación no sería tan privada, acabo de iniciar la universidad en línea y esto podría ser una distracción, además... Ambos somos donceles. Sin embargo... Me gusta mucho, y yo le gusto.

Al final esa opción sobrepasó a todos los contras.

—Claro que sí. —Le sonreí, y él hizo lo mismo con un brillo en los ojos.

—¡Fantástico! Te escribo después para ponernos de acuerdo.

—¿Lo harás tú o tu agente? —Bromeé un poco, es común que los actores no se hagan cargo de sus propias redes. Él me sacó la lengua, fue infantil, me gustó.

—Obviamente yo, no quiero que se angustie diciendo los riesgos de salir con alguien del set.

Se acercó más a mí y me hizo una escena con el dedo para acercarme, me agaché un poco y me dió un beso en la mejilla, se sintió lindo.

—Nos vemos después, guapo.

Con eso se alejó con su mochila y un gesto de mano.

Me quedé en la sala de maquillaje tocando el lugar que él besó. Me sentía eufórico, hasta que otros pensamientos llegaron

Mi primera cita en bastante... Y es con un chico hermoso.

Que no me conoce del todo.

Le agrado, me agrada, nos gustamos.

¿Pero seguirá siendo así cuando descubra la verdad sobre mí?










8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8








-¡Daney, Alcanzame! -Dijo una dulce voz.

Alcé la vista, el sol me deslumbró, logré ver una pequeña mancha blanca moviéndose.

Quise ir a buscarla con entusiasmo, de forma natural, empecé a elevarme hacia el cielo, algo hacía viento y ruido a mis lados.

Eran alas, yo tenía alas, negras como la noche, con escamas como un reptil.

Fuí más arriba y más arriba, hasta que estuvo lo suficientemente cerca para tomarlo de la cintura, era una cintura estrecha, definida, delicada.

Se acomodó y quedó frente a mí, brillaba bastante.

Nunca puedo ver su rostro claramente, atisbo ojos grandes cubiertos de pestañas blancas, piel palida y labios rosados, pero mi mente nunca me deja ver su cara, eso me frustra.

—Hey, cambia esa cara. —Tocó mi mejilla, no debía sentirlo si era un sueño... Y lo hice. Suave, terso... —Nunca volaría tan alto para quemarme.

No sabía porque, pero esa idea me inquietó el corazón.

—No lo permitiría. —Era mi voz, solo que esas palabras no las dije yo... Creo.

Lo sé, tú siempre me cuidas, por eso te amo, dragoncito.

Lu...









8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8









Un ruido me despertó.

Me tomé un segundo para ubicar donde estaba, es mi cuarto, y el ruido seguía.

Tengo la ventana más cercana al patio delantero, la abrí un poco y fue allí cuando la vi.

Mi hermana escapando.

—¡Ay, mierda!

Cerré la ventana y me dirigí al pasillo, odié lo ridículamente grande que es la casa cuando iba en las escaleras. Para cuándo llegué al patio y a la puerta de entrada ya era tarde, solo pude ver la parte trasera del Ferrari morado de su amiga Jacky.

No necesitaba investigar a dónde iba, la fiesta es hoy.

Una parte de mí sabía que lo más sensato era despertar a mamá y a papá y que ellos se hicieran cargo. Pero la parte que sigue siendo el hermano mayor de Darcy y sabe los muchos problemas que tendrá con ellos se sintió estúpidamente compasiva.

Suspiré, subí a mi cuarto, me cambié, pedí un taxi y fuí tras mi hermana.








8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8











Nunca he sido tan fan de las fiestas, demasiado alcohol y vomito para mí gusto, también drogas, ni siquiera entiendo porque mi hermana querría estar aquí.

Tenía la esperanza de que en su lugar se hubiera ido a un picnic nocturno en el parque con las chicas, esa idea se desvaneció cuando ví el auto estacionado junto a otros fuera de la mansión de Aaron.

Respiré profundo antes de entrar.

A dónde sea que volteaba la gente estaba bebiendo, o besandose, o cantando canciones de desamor, algunos solo jugaban juegos viejos de beber, lo típico.

No creí que fuera tan difícil encontrar a una chica castaña de un metro setenta y cinco. Me equivoqué, no importaba para donde mirara, no la encontré.

También trataba de pasar desapercibido, traía una gorra y cubrebocas, no quería que anunciaran que el "Niño Hollywood" (apodo proporcionado por todos en mis últimos meses de clases) estaba aquí, si no Darcy definitivamente huiría de nuevo. Ayuda que he crecido y aumentado más muscular mucho más rápido del verano para acá, aún así, no me arriesgo.

Por segunda vez, detesté esa manía de los ricos por las mansiones. Cuando me independice tendré un departamento con dos cuartos, máximo.

Me desesperé cada vez más, descarté el piso de abajo, así que era hora de ir arriba, a las habitaciones. Pedí a los dioses que solo estuviera viendo una película en la sala de privada de Aarón con las chicas y no en una recamara con alguna persona.

Se me cortó la respiración cuando ví a alguien de cabello castaño y largo entrando a un cuarto mientras se besaba con un hombre de quien no alcancé a ver su rostro. Se metieron al cuarto, y actué en automático.

Fuí a la puerta, tomé la manija esperando que no tuviera cerrojo o luego tendría que pagarle una puerta a Aarón. No fue necesario.

Entré.

—¡Darcy! ¿Que crees que...?

Y entonces cometí un error, porque no era mi hermana.

La persona en la cama con la blusa desacomodada y de gran cabellera castaña era un chico, tenía demasiadas pecas. Sin embargo, eso no fue lo más vergonzoso.

Quien estaba a su lado era un chico rubio, de ojos verdes y de sonrojo muy encendido, a saber si por el alcohol o lo que estaba a punto de hacer. Lo que yo les interrumpí.

Era Max.

Agradecí el cubrebocas, porque creo que no me reconoció.

—Lo siento. —Tosí y traté de engrosar mi voz. —Me he confundido de cuarto, no los molesto.

La pareja se miró extrañada y yo me dí la vuelta.

—¿Dennis? —Me detuve, era su voz. —Eres tú, ¿No?

Me salí de ahí lo más rápido que pude.

Terminé en la puerta de entrada sentado descansando un poco, había un poco menos de ruido y estaba más fresco. Ayudaba con el bochorno que tuve hace un momento.

Es impactante encontrar a tu ex en una situación comprometedora, no lo niego. Sin embargo, cuando busqué en mi corazón no estaba roto, ni celoso, de alguna forma está... ¿Feliz? Sería el sentimiento más cercano.

Adoro a Max, y quiero que esté bien, saber que está saliendo con otras personas es una gran noticia. Ojalá pueda escribirle está noche y felicitarlo, si no me ha bloqueado por mi reacción de salir corriendo, pero aun busco a mi hermana.

Ya hablaré con él, a su tiempo.








8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8








Empezaba a perder la esperanza de encontrarla, si no estaba aquí, ¿Dónde?

En eso se escuchó mas ruido de lo normal, y todos estaban dirigiéndose hasta la alberca, así que yo también lo hice.

En el patio, nadie estaba en la alberca realmente, parecían rodear un rincón en el pasto mientras daban animos a algo... O alguien.

Poco a poco me fuí abriendo paso entre la gente. Cuando estuve lo suficientemente cerca de lo que todos veían, entonces una mezcla de emociones llegaron: había bastante impresión, también mucha rabia, miedo y por último un toque de vergüenza.

Había dos chicas peleando sobre el pasto, y una de ellas era mi hermana, no hablaban en absoluto, solo hacían gruñidos mientras se jalaban del cabello y trataban de lastimarse dónde pudieran. Traté de abrirme camino más rápido pero la gente no quería perderse nada de este "espectáculo".

En un momento Darcy quedó sentada sobre el estómago de la chica, en una distracción, ella le dió una cachetada, mi hermana soltó un ruido de impresión y respondió con un puñetazo.

—¡Darcy! ¡Para! —Traté de gritarle para que se detuviera, si me escuchó, me ignoró por completo. —¡DARCY! —La chica ya no respondía, solo se cubría el rostro con los brazos.

Grité más fuerte, fue inútil, finalmente decidí usar la fuerza también para empujar a todos los que se interponían, algunos se quejaron pero no importó cuando al fin estuve cerca de mi hermana.

—¡Ya basta! —Al estar lo suficientemente cerca, la tomé de la cintura, y la alcé con facilidad, ella se retorció como un gusano para liberarse.

—¡Dejame! ¡Aun no termino con ella! —se agitaba bastante así que ajusté el abrazo.

Ella siguió batallando, pero no la solté en ningún momento, ni siquiera cuando la bola de ebrios me abucheó por pausar su "entretenimiento". Me preocupé un poco por dejar a la otra chica allí, me tranquilicé cuando ví que se levantaba y otras la auxiliaban.

Llevé a Darcy a uno de los baños de la casa, era mucho más fácil pasar ahora que la mayoría seguía afuera. Cuánto más avanzamos, menos luchó, el hecho de tenerla en mi hombro como un costal de papas por pasillos y escaleras fue muy efectivo para calmar su ira adolescente.

Ahora ella está sentada en la orilla de la tina con una lata de cerveza envuelta en una toalla contra su mejilla, la tomé mientras pasábamos por la cocina. No me miraba, solo tenía la vista al piso con el ceño fruncido.

Por otro lado, yo me mantuve recargado en la puerta observándola como un un investigador a un animal peligroso. Sabe perfectamente que no puede escapar, por más fuerte que sea, yo lo soy más, así que derribarme no es una opción. Podemos quedarnos callados y esperar a que el otro duerma para devolverla a casa o bien que se vuelva a escapar, eso ultimo es poco probable, luego de quemar tanta adrenalina, está agotado.

Ella llegó a la misma conclusión, y no le gustó para nada. Luego de diez minutos encerrados, rompió el voto de silencio.

—¿Cuando van a llegar?

—¿Quienes?

—No te hagas el idiota. —traté de no sentirme ofendido. —Papá y Ma... Nuestro otro Pá. —Se corrigió.

Respiré hondo mientras acomodaba mis brazos para cruzarlos, aparentemente no ha cambiado su postura frente a mamá en estos días.

Ocultarlo no era una opción, era imposible justificar ese gran rasguño en la mejilla de mi hermana, y no sería un buen hermano mayor en cubriéndola.

Era lo más lógico, y podía hacerlo, tengo batería, solo llamaría a mamá y a papá y vendrían por los dos, Darcy recibiría su reprimenda y... Y ya. Tendría más problemas con papá, quizás tratarían de llevarla a terapia otra vez, sin embargo, si no funcionó hace meses, no lo haría ahora, porque sigue siendo la misma niña terca, lo seguirá siendo hasta que saque todo eso.

—No lo harán. —Soltó un bufido. —¿Quieres que vengan?

—Claro, llamalos, para que puedas quedarte con toda esa gloria. —No respondí. —Para ser el buen hermano, el hijo perfecto, quien salva a su estúpida y problemática hermana de una pelea.

Hacía esa sonrisa falsa de siempre, pude ver más allá de eso, tenía los ojos cristalinos. El recuerdo de una pequeña Darcy ocultando un gran raspón para verse fuerte y valiente llegó a mi mente, ella es así, es una niña ocultando mucho dolor.

—¿Te sientes problemática y estúpida?

Darcy quitó la fachada por un segundo, cuando lo dije, al fin alzó la vista con sorpresa, la puso sobre mí, y después volvió a fruncir el ceño, traté de no sentirme intimidado por lo mucho que se parece a mamá.

—Es lo que todos piensan. —Arqueé un poco las cejas.

Corrí el riesgo de que se escapara, y me senté a su lado, guardando mi distancia, sin tocarla. No hice ninguna pregunta, noté que se mordía la mejilla, no sé si fue el tenerme cerca o lo mucho que ha callado, pero siguió hablando.

—Mi hermano mayor es un gran actor, el menor un genio de ciencias, y yo...

—Eres una talentosa deportista que ha sido capitana de sus equipos desde los trece años. —Lo dije con toda sinceridad, y aún así, no le dió ánimo alguno.

—Para el club deportivo. —empezó a mover la pierna de arriba a abajo con ansiedad. —En la escuela solo soy "La hermana de Tulip y Dennis", todos se me acercan para saber si estás soltero desde que salió ese programa. —Lo decía con tanta rabia haciendo esas comillas con los dedos que me hizo sentir culpa. —No tienes idea lo denigrante que se siente.

No, no tenía idea de lo difícil que era ser buscado solo por la popularidad de mi familia, he tenido otros tipos de altibajos, claro, pero no algo como eso, creo que también me molestaría. Tal vez si estaba lo suficientemente enojado, podría iniciar una pelea.

—¿Por eso golpeaste a esa chica? —Se tensó un poco, luego suavizó la mirada.

—No. —Se llevó una mano a un rizo que caía sobre su hombro y se enrolló un dedo en él, estaba agarrando valor. —Dijo que me maquillada muy bien para tener cara de hombre.

En ese momento, yo también quise golpear a esa chica. Era estúpido, mi hermana es hermosa, y no hay muchos hermanos que admitan eso de las suyas: se cuida mucho su cabello rizado castaño obscuro, tiene unos ojos brillantes y grises enormes, pestañas rizadas y un sentido de la moda impecable. Igual a... Mamá.

—Porque eres hija de dos chicos. —Se mordió el labio y asintió. —Sabes que solo es una perra intolerante, ¿No?

En eso se puso de pie y se puso frente a mí con mucha energía.

—¿Y eso que? ¡Es verdad!

—Darcy...

—¿Sabes por qué empecé a maquillarme? Porque hace dos años Sonia me dijo que me parecía más a... Alexis. —Se calmó un poco diciendo lo último, empezaba a atar hilos.

—Bueno, muchos dicen que nuestra madre es muy lindo, no veo lo malo. —No es como si mamá fuera tan masculino como papá.

—Claro que no, eres hombre.

—Y porque lo soy yo opino que eres hermosa. —Logré un pequeño sonroso, pero empezaba a notar lágrimas de rabia.

—Ahora lo soy, porque aprendí a pintarme la cara con tutoriales de internet noche tras noche ya que no tenía una madre que me enseñara, y aprendí a vestirme bien de la misma forma. —Ahí confirmé que mi teoría era cierta.

—Por eso te portas así con mamá. —Unas lágrimas empezaron a salir, las limpió rápido.

—Tú tienes una madre, que ha estado para ti siempre, yo solo tengo dos padres, y sé que me aman, claro que lo sé, pero estoy tan harta de sentirme tan fuera de lugar en la familia.

Y podía comprender la situación, porque mi mamá ha estado conmigo siempre, que me enseñó a no sentirme menos por mi "condición". No recuerdo un solo momento en que él o papá no hayan buscado hacer que me sintiera... Especial en un buen sentido, y ahora siento que quizás se enfocaron mucho a mí. Son muy buenos padres, aunque no perfectos.

Me puse de pie, y noté como se puso algo a la defensiva, echó un pie atrás por si tenía que salir corriendo. No la dejaría.

En un momento, la tuve entre mis brazos otra vez solo que con un objetivo diferente, y claro que volvió a pelear.

—¡Que haces, tonto! ¡Suéltame!

—Nop.

Así estuvo unos pocos segundos, hasta que se rindió, y dejó que la abrazara. Es alta, pero muy delgada, más que mamá, me di cuenta de que hace mucho que no la abrazaba como su hermano mayor.

—Sé que la gente es...

—¿Una mierda?

—Dificil. —Corregí, aunque si tenía un poco (bastante) de razón. —Y que no somos una familia convencional.

—Eso es quedarse corto.

—Si, somos muy nerds, pero por eso mismo tú eres importante, si no hubieras alentado a Tulip a hablarle a Leo, ellos no serían tan felices como ahora. —Creo que escuché una risa.

—Los hubieras visto, tuve que presentarlos yo porque ambos eran muy tímidos para hablarse.

—No tengo duda. —Empezó a corresponder el abrazo. —Y sin tu ayuda, no hubiera podido entrar al equipo de fútbol.

—Siempre pensé que podías mejorar tus pases.

—Quizas algún día. —No podía verla, pero casi la imaginé rodando los ojos. —Y papá nunca hubiera aprendido a jugar más videojuegos a parte de Mario Kart sin tí. —Eso la hizo reír.

—Y sé que mamá está muy agradecido de que siempre le ayudes a hacer más divertidas sus clases. —Ahí se tensó un poco.

—No lo he ayudado hace bastante...

Sentí que apoyaba su cabeza en mi hombro, al fin no negaba el papel de mamá.

—Seguro habrá tiempo para eso.

—Soy la peor hija, ¿No? —Negué con la cabeza.

—¿Te arrepientes? —Ella asintió.

—Es... Muy difícil no envidiar el lazo que tiene contigo. —pasé la mano por su mejilla sana, ella no me apartó, disfrutó la caricia. —Nunca tendré eso con él.

—Hey, sigues disfrutando del chocolate caliente de cólicos.

—Aun creo que es una injusticia que ya no sangres. —Me encogí de hombros. —El chocolate es bueno...

—el punto es, no importa que no tengas la misma relación con mamá que yo. Porque yo no tengo la suya, no fui la razón por la que aprendió a hacer trencitas para ir a la primaria. —Logré que riera.

—Amaba eso.D —Se tomó un momento para respirar. —Dennis...

—¿Si?

—¿Crees que él me perdone?

Apreté el abrazo y la escuché decir un pequeño "Auch", no sé si no medí mi fuerza o está adolorida por lo de hace rato.

—Claro que sí, eres su princesa. —Se separó un poco y se limpió la cara, la máscara de pestañas no se corrió ni un poco.

—¿Aunque esté ebria?

Si, eso no era una sorpresa, olí el alcohol desde que la saqué del patio.

—Definitivamente, aunque puedo apostar que no volverás a salir en un rato. —Ella negó.

—Creeme que no tengo ganas.









8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8










Volvimos a casa a las tres de la mañana.

No a oscuras, sabíamos que estaríamos en problemas cuando vimos todas las luces prendidas.

Mamá y papá estaban en la sala, ambos con ojeras, y muy serios, tal vez no fuimos tan discretos al irnos como creí.

Les expliqué cómo escuché a Darcy salir, la seguí y solo procuré que no se metiera en problemas, papá estaba muy enojado porque no les avisé, y a la vez agradecido porque fuí por ella. No fuí de todo "el niño de oro".

Mamá estuvo muy callado, no me veía a mí, veía directamente a Darcy, y luego pasó algo que nunca creí: le estaba gritando.

Claro que ha gritado por emoción o por sustos de una película, pero nunca ha nosotros, por más enfadado que esté.

Y luego ocurrió otra cosa.

—Lo siento, mamá... —Dijo Darcy entre lágrimas.

Con eso, él se calmó y procedió a abrazarla.

Claro, aún tenía problemas, aún estaba castigada, aún debía ir a terapia. Y esto no borra lo mal que se ha portado con nuestra madre en estos meses.

Pero por algo se empieza.









8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8










El domingo, obviamente Darcy seguía castigada, pero mamá y ella habían hablado bastante, y pasado tiempo juntos, gracias a eso, el castigo no parece molestarle mucho, al menos por ahora.

Aunque papá no estaba del todo de acuerdo con no haberles avisado del escape de mi hermana, no me castigó, cuando le pregunté porque, dijo que a mí edad era ridículo hacerlo, sobretodo porque cada día era más independiente, además, la cuidé. Me sentí más adulto.

Así que pude ponerme de acuerdo con Mitchel para salir de cita, me invitó a un museo interactivo, tuve un gran alivio a no tener que usar ropa formal en un restaurante lujoso, me angustio por nada, tenemos la misma edad, claro que una cita puede ser muy casual.

Me miré en el espejo, con un pantalón negro de mezclilla y una camiseta gris de Jurassic Park, dice quien soy, un chico nerd, no un actor famoso, quiero ser lo más autentico que pueda con Mitch. Y eso... También significa contarle que soy un doncel.

Salí de mis pensamientos cuando mi teléfono hizo ruido, casi nadie me llama, pierdo la costumbre.

Cuando ví el nombre en la pantalla me sorprendí, pero no me asusté. No tenía motivos para colgar, así que contesté.

—¿Max?

Hola Den...

—Hola. —Y luego de saludarnos, hubo un silencio poco incómodo. —¿Pasa algo?

No, no... Es solo... Quería hablar de lo de las fiesta. —Por un momento no entendí de que hablaba, hasta que recordé la escena comprometedora en esa habitación.

—Oh si, lo siento por eso, estaba buscando a mi hermana.

¿Tu hermana?

—Si, ya sabes, Darcy, un metro setenta, nos ayudó a entrar al equipo...

No, si sé quien es solo...

No completó la frase, pero por algún motivo, percibí algo parecido a la decepción en su voz.

Olvidalo, fuí tonto, creí que te impresionaste al verme con alguien.

—Creeme que me impresioné, era bastante bonito. —Lo decía con sinceridad, no notaba nada de repulsión a ese chico, por el contrario, ese cabello castaño me parecía muy hermoso. —¡Luego tienes que contarme todo sobre él!

¿Te gustaría eso? —Preguntó un tanto inseguro, le demostraría a Max que lo apoyaba en toda su decisión de seguir con su vida.

—¡Claro! Si mi mejor amigo va a salir con alguien, tengo que conocer bien a esa persona. —No lo oí reír a mi broma. —Escucha Max, te extraño.

¿En serio? ¡Yo también! —Me entusiasmé al oírlo.

—¡Claro! Con Theo en el extranjero, solo los tengo a ti y a Ab.

Ah...

—Obvio, también están Leslie y Will, pero se siente raro cuando salimos todos y soy la tercera rueda... O cuarta... Aunque una cuarta tiene sentido, por los autos y cuatrimotos ¿Cómo le llamarías a eso?

Dennis...

—Si, tienes razón, desvarío. —Me aclaré la garganta. —El punto es, extraño a mi mejor amigo, crees que... ¿Podamos volver a divertirnos? ¿Cómo antes?

No lo escuché por varios segundos, un tiempo inquietantemente largo. Me convencí de que lo estaba presionando, tal vez un año no es suficiente, quizás la amistad se había perdido, quizás era mejor separarnos por siempre y...

Está bien. —No puedo describir lo feliz que me hizo eso.

—¡Genial! ¡Por qué tengo muchas dudas de Guardians of the Stars y necesito de tus teorías para calmarlas! —Lo escuché reír luego de un buen tiempo, me gustaba oir eso.

Puedes venir a mi casa, si quieres, tengo hasta un mapa mental en mi pared.

—¡No jodas! ¡¿En serio?!

—Sip, con estambre y todo, ¿Qué dices? —La idea de uno de los famosos cuadros de Max y el poder verlo luego de tanto, era emocionante, sin embargo, había algo que egoístamente me daba un poco más de emoción.

—Me encantaría amigo, pero tengo una cita, quizás la próxima.

Oh... Si, por supuesto, entiendo, no te preocupes.

—Relax, si todo sale bien, pronto tú y yo tendremos una cita doble, y nuestras parejas se asustarán de lo nerds que somos.

Si... Ja, suena divertido.

—Bien amigo, te dejo, ¡Nos vemos!

Estaba feliz, muy feliz, todo estaba encajando, mi familia se está recomponiendo, mi carrera empieza a despegar, tengo una cita con un hermoso chico y recuperé a mi mejor amigo, esto no podía ir mejor.

Tenía casi todo lo que quería, e iría por más.









8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8









—Jamás entenderé porque a la gente le fascina el slime. —Dijo Mitch poniéndose jabón otra vez aunque ya se lavó las manos dos veces.

—Vamos, se siente chistoso. —Lo observaba sonriente.

Conocer a Mitchel fuera del set hizo que me gustara mucho más, no es un chico perfecto al que la cámara adora, ni una chica triste por su hermano, es una persona que odia las cosas pegajosas y muy culto. Además de actuar, es políglota, como yo, podemos hacer chistes en inglés y francés para luego ser mirados raro por la gente a nuestro al rededor, cosa que nos da exactamente igual.

En la ropa sigue luciendo espectacular, aunque opta por algo más alternativo a diferencia de los trajes pastel semi formales que le ponen en las entrevistas, o las faldas y vestidos que usa en el set. Casi no lo reconocí cuando nos encontramos en la entrada, pero esas pecas ayudaron.

—Iugh no, siento que son mocos gigantes, pero con brillos en lugar de vello nasal.

—Exagerado. —Se giró a mí y me salpicó con sus manos aún húmedas para luego tomar una servitoalla. —No me retracto.

Me dió una pequeña sonrisa mientras negaba para después salir, lo seguí inmediatamente.

Seguimos viendo gran parte del lugar, lo adoré, aunque él no quiso participar en nada que conllevará ensuciarse. Estamos en un museo de juguetes de todo tipo, lo inauguraron hace poco y deseaba venir desde que lo supe, pero no tuve tiempo entre tantas cosas... Y tampoco tenía con quien. Luego de la graduación no he pasado mucho tiempo con mis amigos, cada uno tiene sus ocupaciones, no lo había notado hasta ahora, se siente muy bien salir y divertirse.

Cómo era entre semana, no había mucha gente, agradecimos eso, no llamar mucho la atención. No quería lidiar con las estupideces de la prensa.

En especial con un chico tan hermoso.

Había una exhibición de videojuegos viejos, pudimos probar algunos, admito que los controles viejos son algo incómodos pero me las arreglé para darle pelea.

—¡Gané! —Celebré alzando los brazos.

—Agh, eso no es justo, apenas puedo manejar un control de Xbox, ¿Que se supone que haga con esta cosa? —Dijo sujetando el control por el cable, como si fuera algo asqueroso que ya no quiere seguir tocando.

—No es tan difícil. —Lo dejé a un lado, Mitch dió un resoplido y volteó al otro lado. —Vamos, no te pongas gruñón. —Le di un ligero empujón con el hombro. Logré que volviera la vista a mí.

—No soy gruñón, tú eres presumido. —Me lo devolvió.

—Estoy junto a un chico increíblemente lindo, tengo que impresionarlo.

Me dí cuenta de lo que dije hasta que salió de mi boca, iba enterrar mi cara en mi suéter si él se quedaba congelado y no respondía a eso. Sin embargo, en su lugar solo se sonrojó un poco y se pasó un mechón de cabello detrás de la oreja antes de cambiar su sonrisa a una un poco más coqueta acercándose a mí rostro.

—Otros hombres hubieran tomado una estrategia más gentil para eso. —Se acercó un poco más, olía a manzanas, me pregunté si era bálsamo.

—Supongo, traté de ser más original. —Le devolví el gesto, y podía ver sus ojos hazel más de cerca, me encantaban.

Me encantaba cada parte de este chico.

—Me gusta lo original. —Y poco a poco, nos acercamos.

No lo había tenido tan cerca antes, ni siquiera al momento de grabar. La historia de amor de Jenna y Andy apenas empieza, hay momentos tiernos, caballerosidad, pero aún no pasa nada entre ellos, son crushes, no novios, no todavía. Nunca nos hemos besado.

Y quiero hacerlo, porque me gusta, desde la punta de su cabello negro hasta esas botas militares, y pasando por esos ojos lilas, su hermosas pecas y esos hermosos y besables labios rositas con su arco de cupido marcado.

Lo quería, solo... Que sin ningún secreto de por medio.

Así que me separé un poco.

Él no sé extrañó, pero con los ojos me pidió una explicación de forma amable. Me armé de valor para decirlo, y la confesión salió sin rodeos.

—Soy virmu.

Esperé una reacción de sorpresa, un brinco, un sonrojo, al menos una cerca arqueada. Por un momento temí que la palabra hubiera sido algo pretensiosa, ya casi nadie usa ese término, en parte porque doncel suena más "lindo".

Dejé de preocuparme por la gramática con lo siguiente.

—Creo que ya te dije que me gusta lo original, ¿No?

Toda mi inseguridad se desprendió en la forma de una risa. Y no pude resistir más.

Lo tomé de la mejilla y él se acercó para finalmente besarnos. Se sentía suave, tenía sabor a manzana y me gustó muchísimo, no era un beso inocente, ni caluroso.

Pero definitivamente se notaba lo mucho que ambos lo deseabamos.







8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8






Nos quedamos hasta que el museo cerró, no me había divertido desde hace mucho, terminamos en un pequeño café, de esos que cierran tarde y pasan desapercibidos, ideal para alguien como él que quiere pasar desapercibido y para mí que prefiero los postres mas estilo casero.

Hablamos de lo típico, lo que nos gusta, cuál fue nuestra parte favorita de la cita, que queríamos hacer la próxima vez (¡Si! ¡Habría próxima vez!), la familia y... Claro, el trabajo.

—Entonces... ¿De verdad querías el papel de John? —Mitch asintió, mientras daba un sorbo a su latte. —Confieso que no entendía porque en la entrevista pero ahora que te conozco más... —Hizo una pequeña sonrisa lado a.

—Si, casi todos mis papeles son de la niña buena o el twink angelical. —No lo decía orgulloso. —A la gente le gusta verme así. Cuídate de que no te encasillen en el niño bonito.

—Eso no es justo... Apuesto a que tendrás mejor suerte en tu próximo proyecto. —Desvió la mirada, y sentí un cambio de ambiente. —¿Dije algo malo?

—No realmente. —Suspiró moviendo un poco su taza, luego la dejó en la mesa y me miró fijamente. —Es muy difícil que puedas demostrar tu versatilidad actoral cuando te vez como yo.

Traté de comprender lo que decía, Mitchel es bueno, simpático, es fácil trabajar con él, y aún así, no lo dejan demostrar de que está hecho, de lo que es capaz.

—Dennis, no dejes que te hagan esto. —Lo sentí como advertencia, me puse alerta.

—¿Que me encasillen en el niño guapo de preparatoria? Tranquilo, buscaré que...

—No, no me refiero a eso. —Me tomó de la mano, y entendí que necesitaba ponerle mucha atención. —He estado desde los catorce en este mundo. Cada vez hay menos mujeres en el medio. —Y en todos lados, faltó decir. —Si descubren que eres doncel, van a limitar tus oportunidades.

—No te entiendo. —De hecho, si lo hacía, solo me asustaba a dónde iba.

—Seguimos en un mundo donde a todos se les sigue dificultando la diferencia entre sexo biológico, identidad y expresión de género. —Eso lo sé, solo que procuraba no pensarlo. —Los varones quieres seguir siendo los únicos a los que se les tomé como "hombres verdaderos", los valientes, los fuertes del medio. Prefieren ver a un doncel bonito con peluca en pantalla que a una chica no muy agraciada, lo cual está mal en varios niveles, y creeme que hay una gran parte de mí que se odia por contribuir a ello.

—Mitch, solo buscas trabajar en lo que amas, no haces nada malo.

—No sé hasta que grado lo amo cuando muchas personas que si se identifican como mujeres o al menos como no binarios pierden su oportunidad por darmela a mí, y yo acepto.

Eso era un debate duro, porque todos hemos tenido que ver por nuestros intereses en alguna ocasión, aunque no siempre lo mejor para ti es lo más justo para los demás. Empaticé con lo mucho que cargaba, y acaricié su dorso con mi pulgar, haciendo que regresará la vista a mí y se alegrara un poco el gesto.

—Si quieres decirle a la gente, es tu decisión. —Lo dejé seguir. —Pero si no pueden ponerte en el chico bonito y eterno adolescente, entonces lo harán en el chico gay de comedia romántica, y tú das para más que eso.

Me sentía halagado, y enojado, frustrado, triste, y otro buen cóctel de emociones. Empezaba a ver con más claridad la hipocresía del mundo de la farándula, la parte fea.

Estoy en mi primer proyecto, así que si no me gustaba, podía dejarlo hasta aquí, que este show sea mi único éxito, terminar mi carrera online de forma presencial, aunque las finanzas me aburran mucho (papá dijo que debía estudiar algo para saber como invertir mi dinero si un día quería dejar la actuación), y solo ser una persona mas con una vida tranquila.

Lamentablemente, yo no quería algo tranquilo.

—Gracias Mitch.

—Escucha Dennis, independientemente de si esto funciona o no, te agradezco haber confiado en mí. Justo por eso, no lo vuelvas a hacer con nadie más. —Ambos reímos un poco, aunque sabíamos que era cierto.








8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8






Y en efecto, luego de Mitch, nadie más supo de esa parte de mi vida, y mi carrera despegó.

La serie tuvo dos temporadas más, a mitad de la segunda, decidí que era hora de mudarme de casa. Compré todo con mi trabajo, mis padres solo me dieron las sábanas y un par de platos, se los agradecí. Con él tiempo, ya no solo cambiaría de casa, si no de estado. Amaba a mi familia, pero tenía tantos increíbles y apasionantes proyectos que viajaba bastante. Eso no significa que los dejará de lado, siempre estuvimos en contacto.

No me perdí la graduación de mis hermanos, ni ninguna navidad, y ellos iban a ver mis obras cada que podían, porque sí, el teatro siempre sería lo mío, amo el escenario mucho más que a la pantalla.

Mitchel y yo anduvimos a escondidas de todos y terminamos de la misma manera, duramos más de un año, a mitad del rodaje de la tercera temporada. Cuando la noticia salió, fue un boom, había mucha gente diciendo que lo sospechaban, nadie pudo decir que traté de "colgarme" de su fama, ya que no fuimos una pareja pública.

No terminamos mal, por el contrario, él es la persona en la que confio más en este mundo fuera de mi familia y otros amigos, el problema fue nuestras agendas apretadas, y tambien un contrato para que Mitch filmara una pelicula en París al año siguiente. Tuvimos muchos buenos momentos, con él aprendí mucho de todo, tanto en la actuación, como de otras formas de expresar amor, también sobre mí mismo. Y también sobre sexo.

Luego de Mitchel, algo quedó muy claro, me gustaba ir arriba. Max fue el único, que me vió de esa forma, y con mis futuras parejas, me encargué de que siguiera así. Aun así, podría decirse que ellos dos, fueron los más serios, no había mucho tiempo para entablar una relación con tanto trabajo.

En fin, a pesar de estar ocupado, estaba haciendo lo que amaba, y eso valía la pena.

Y justo cuando creí que lo tenía todo, cumplí veintitrés.















8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8








Hello!

Una disculpa por la tardanza, tuve algunos inconvenientes familiares y luego laborales, pero ya estamos de vuelta 💖

Como una pequeña compensación por el retraso, les dejo una pequeña imagen de Alexis:

Si, es IA, pero quedó igualito a como me lo imaginaba, algún día saldré de mis deudas y pagaré para que me hagan dibujitos jaja

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top