4. Primer Novio.

Una disculpa para los que esperan el nuevo capítulo de Una Persona Especial, trabajo en él. Pero espero disfruten este 💖

8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8






Odio el cereal remojado, se vuelve papilla de cereal, ya no hay nada crocante allí, el chiste del cereal es que debe ser crujiente al comerlo, ¿No? Así funcionan las cosas. Y por más que lo odie, sigo observando y mezclando mi plato desde hace veinte minutos, me siento fuera de mi cuerpo, es como si alguien más me manejara por dentro. Aun no sé cómo decirles a mis padres que ahora tengo un pretendiente que me da besos. Los besos de mi pretendiente son buenos.

Pretendiente. Aún se siente rara la palabra en mi cabeza y aún peor en mis labios. Un poco... Incorrecta, incluso después de varias citas.

Me ha invitado al cine después de la escuela, y al parque y al arcade, suenan a cosas normales de amigos, excepto por tomarnos de la mano, y los besos, y los abrazos, y que insiste en pagarme todo. Me gustan, por supuesto, solo que aún sigue siendo un poco raro hacerme a la idea.

-Dennis, vamos, eso ya es un licuado de cereal. -Señaló papá mientras cerraba los topers de los mellizos.

-Papilla. -Le corregí antes de llevar la cuchara a mi boca. El sabor no es el problema, sabe igual, no puedo decir lo mismo de la textura. Desagradable.

Tengo que decirles, ya llevamos un buen rato saliendo, si lo sigo ocultando harán un escandalo más grande.

Bien. Aquí voy.

-Mamá, papá...

-Papá, ¿Viste mi gorra de la suerte? -Interrumpió Darcy sentándose a mi lado.

-¿No está colgada junto a las otras? -Mi hermana negó. -Quizá en el auto, no te preocupes, ya aparecerá, ¡Tulip, el desayuno!

-Me pregunto porque tarda tanto. -Mencionó mamá mientras tomaba su lugar junto a papá.

-Agh, se está peinando para Leo. -Gruñó Darcy.

Nadie añadió nada, aún así pude observar a papá haciendo una ligera mueca, podría pasar desapercibida, tal vez el jugo se naranja le supo amargo.

Finalmente mi hermanito bajó, sentándose al final de la mesa, en ese espacio entre mamá y Darcy. Se había peinado bien, la verdad, solo se puso un poco de gel a los lados y dejó sus ondas libres. Solo por molestar, me dieron ganas de despeinarlo. Me reprimí.

Desayunamos de forma tranquila, con el resumen de la nueva serie que estamos viendo en familia, cada domingo por las noches, un reality show con temática de cuentos de hadas, es bueno.

Eso me recordó, que anoche también perdí mi oportunidad de decirles, no me gusta guardarles secretos a mis padres, así que lo intentaré una vez más.

Tomé aire y solo hablé.

-Mamá, papá, -les llamé, ambos me miraron, papá aún masticaba y mamá daba un sorbo a su café. -Les quiero contar algo.

Eso hizo que ambos pusiera sus platos y tazas a un lado, señal de "tienes toda mi atención". A veces me avergonzaba que fueran tan atentos.

Sentí un poco de calor en mis mejillas y me acobardé un poco, pero ya no había vuelta atrás.

-Este... Bueno... -"Yo puedo, yo puedo, yo puedo". -Estoy saliendo con Max.

Y de pronto, más silencio que antes, Tulip y Darcy estuvieron el uso de cubiertos en cuanto eso salió de mi boca. Sentí los ojos grises de papá y los azules de mamá sobre mí con mucha sorpresa.

Nadie dijo nada por una eternidad (o al menos así se sintió), hasta que Darcy rompió el hechizo. No podía ser nadie más.

-Ja, te dije. -Se dirigió a Tulip dándole un pequeño puñetazo.

-Auch... -se frotó dónde su melliza le había golpeado. -Está bien, haré tus tareas por un mes.

-¿Que? -Dije sin entender.

-Cada quien hará su propia tarea. -Se apresuró mamá, Darcy puso los ojos en blanco. -Dennis, -volvió a mí. -¿Con salir te refieres...? -No continuó, ambos sabíamos lo que preguntaría.

—Si... Citas, romance... A esas cosas. —Oí a papá tragar fuerte, aunque su plato seguía lejos. —Aún no somos novios. —Me encogí un poco en mi asiento.

Al menos eso creía, Max se autodenominó mi "pretendiente" ¿Cuando se evoluciona a novio? Llevamos saliendo en citas como un mes.

—Gracias al cielo... —Dijo papá, mamá le dió un codazo. —¡Ale! ¡Es nuestro niño!

—Tengo catorce, papá. —Le corregí antes de que mamá le respondiera, di un bocado al omelette sintiendo cada vez más calor.

—Tienes... Tienes razón, hijo. —Suspiró pasándose la mano por la nuca. Luego levantó la mirada hacia mí. —¿Se besaron? —Dioses ¿Esto podría ser más incómodo?

—Si, y solo eso. —Completé antes de que papá empezara a llorar. —Nos... nos estamos divirtiendo, y es amable conmigo, quería que supieran porque es importante para mí.

Mis padres se miraron el uno al otro, papá aún tenía los ojos vidriosos, sin embargo, mamá le ofreció su mano con una pequeña sonrisa, suspiró antes de devolverle el gesto y entrelazar sus dedos.

—Gracias por contarnos, campeón, aquí estamos para lo qué necesites.

Con esas palabras de mamá, supe que había valido la pena, aún con toda la vergüenza. Terminé mi plato.

—Al fin le hiciste caso, ahora solo faltan Tulip y Leo. —Mencionó Darcy terminando su jugo. Mi hermano solo se puso rojo.

—Espera... ¿Tú sabías lo que Max sentía por mí?

—En realidad Dennis... Todos sabíamos. —Explicó papá. Creo sentirme mareado. —Era bastante obvio, aún si detesto admitirlo. —lo último lo dijo entre dientes, mamá se acercó a besar su mejilla.

—Creo que el único sorprendido por eso eres tú campeón. —Señaló mamá antes de ver su teléfono. —Ay no, se hace tarde ¡Corran, chicos!

Y así empezamos a comer más rápido, o al menos mi familia, yo estaba pasmado, digo, todos ellos y mis amigos sabían que Max me quiere. No era estar molesto exactamente, él era el único al que le correspondía avisarme de sus sentimientos, sin embargo, no fue nada sutil e igual lo pase por alto.

Me pregunté porqué no lo supe, si estamos juntos casi todo el tiempo.

Entonces la respuesta llegó en una notificación de la parte superior de mi celular:

Luke Dance ha publicado un video

Eso era.

Guardé el teléfono y me apresuré también.


8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8



Luke era influencer de baile y comics mayormente, e igual a veces hablaba un poco de deportes. No tenía millones de seguidores, pero si cientos de miles, y eso fue suficiente para llamar la atención de la escuela Lin Admarin. La beca no la ganó por casualidad, el cazatalentos fue a su presentación escolar para verlo específicamente a él después de que anunció su evento en todas sus redes.

Después de dos meses de sacar sus papeles para el viaje, al fin anunciaba a sus seguidores de esta nueva oportunidad, la oportunidad de su vida. Al explicarlo, se veía más feliz de lo que jamás lo había visto.

No habíamos hablado mucho desde la presentación, él estuvo ocupado con la planes y los trámites del pasaporte junto a la visa; mientras yo salía con Max, quien se ha portado increíble. Admito que cada beso se siente mejor al anterior, incluso si ahora debo mascar chicle a cada rato por el miedo a tener mal aliento.

—¡Den! —Escuché una voz familiar llamandome, así que me detuve, al girar allí estaba el Rey de Roma, tratando de llegar acá.

—Tranquilo, no me iré a ningún lado. —Avisé entre risas.

Cuando al fin estuvo a mi lado, nos dimos un pequeño beso, cómo cada mañana desde nuestra última cita hace dos semanas. Nos tomamos de la mano y nos dirigimos al salón, a los chicos y a mí se nos hizo un hábito llegar antes que los demás estudiantes, así tenemos un pequeño espacio para ponernos al día, ya que él entrenamiento para las nacionales (si, el equipo logró ganar en las estatales) y mis actividades de teatro se interponían. Fuera del receso y las clases, casi no veía a Abdiel y Theo, solo a Max, porque me invitaba. Ojalá después volvamos a ser los cuatro.

Mientras nos acercabamos, decidí darle a mi pretendiente la "buena" noticia.

—Les dije a mis padres. —Sentí un pequeño brinquito de sorpresa antes de buscar su mirada. —Les pareció bien.

—¿De verdad? —Estaba sonriendo.

—Bueno, puede que papá aún lo tenga que procesar, y que ya no podamos hacer pijamadas de dos, fuera de eso, lo tomaron con bastante calma.

—Es un alivio, me agradan tus padres, no quiero que me odien. —No le dije que papá posiblemente si lo haga un poco, no hacía falta. —Entonces... ¿Les dijiste que estamos saliendo? —Creo que sé a dónde va esa pregunta.

—Sip, ¿Es lo que hacemos, no? No hemos pasado de allí.

Habíamos llegado a la puerta del salón, Max se puso frente a mí, con una mano sobre ella, ahí se detuvo.

—Si... Sobre eso... —Y la abrió.

Nunca había tenido un momento más... ¿Cursi? En el salón estaban todos nuestros compañeros, gritando "sorpresa". En el centro, Abdiel y Theo sostenía un enorme letrero azul de papel, que decía "¿Quieres ser mi novio?" en letra cursiva, era obvio que fue escrito por Abdiel, su caligrafía es impresionante.

Los chicos y yo siempre no reímos de los mal llamados "soldados caídos" de San Valentín, esos sujetos que se declaran con globos, carteles, flores y chocolates, es ridículo hacer tantas cosas cuando no sabes si esa persona te dará el "sí". Sin embargo, este no es el caso, hace unos días le dije al par que sostiene el cartel, que me sentía listo para dar el siguiente paso. Así que esto no es estúpido, es dulce.

Max se puso justo debajo del letrero, con el sonroso de siempre, pero con voz segura dijo:

—¿Te parece si subimos al segundo nivel?

—Tendrás que ser más específico. —Jugué mientras me acercaba a él y tomaba su mejilla, sentí el comienzo de una barba, no sé por qué sentí envidia.

Max se puso derecho, ahora podía notar que era ligeramente más alto que yo. Respiró hondo, y solo lanzó la pregunta.

—¿Quieres ser mi novio? —Me reí un poco de los nervios.

—Si.

Pasaron dos cosas cuando dije eso: primero, todos los demás vitorearon.

Segundo, sentí un escalofrío en el pecho que me borró la sonrisa en menos de un segundo, como si algo se hubiera roto.

Y a mí mente llegó Luke.

—Gracias.

Max estaba ahí, demasiado feliz para notar que me puse raro. Entonces se acercó y unió nuestros labios en un beso. Pasó un segundo antes de recordar que debía corresponderle.

Traté de poner mi mente en blanco, cerré los ojos y poco a poco, esa sensación desagradable se fue. Me dejé llevar.

Juro que no pensé en Luke mientras besaba a Max.






8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8







Ese mismo día, al salir de la escuela, Max me acompañó a casa, quería pedirle permiso a mis padres para ser mi novio. No lo necesitábamos, pero fue lindo, aún si papá lo miraba como si quisiera desintegrarlo con visión de rayos láser. No importó cuántas preguntas incómodas le hizo, mi amigo (novio, novio, novio) aguantó bien.Al día siguiente, tocó su casa, e hice lo mismo con su padre, fue menos incómodo, aunque Max tuvo que traducirle todo en Lengua de señas.

Mi obra fue hace una semana, Gus no tuvo ningún accidente así que no fue necesario que le reemplazara. Me decepcionó un poco, pero ya tendría otra oportunidad para actuar, y solo quizá, obtendría un protagónico a la siguiente. Investigo técnicas de actuación en privado, creo que estoy mejorando, no pensé que de verdad me enamoraría de la actuación.

Hoy, Max y yo llevamos casi tres semanas de novios oficiales, estábamos en su cuarto, con la puerta abierta, era un no negociable tanto de su padre como de los míos. Tomando en cuenta que somos amigos desde hace años, me parece una exageración. O sea, no llevamos ni un mes, apenas estoy aprendiendo a ver a Max como algo más que un amigo que me gusta besar, como algo sexual está mas allá de los limites de mi capacidad mental.

Veíamos  una película, cuando mi teléfono vibró, era un mensaje de Luke, no una notificación de Tik Tok o su Instagram, un autentico mensaje personal. En seguida le respondí.

—¿Quien es?

—Luke. —Me limité a responder pegando más el celular a mí.

—¿Que quiere?

Se que no debería molestarme, pero por algún motivo, su curiosidad me irrita.

—Quiere confirmar mi asistencia para su fiesta de despedida.

—Ah. —Se calló quince segundos. —¿Cuando es?

—El sábado. —contesté con tono neutro mientras le confirmaba a Luke mi asistencia en un mensaje con corazón. ¿El emoji era excesivo?

—Que mal que no puedas ir. —Eso hizo que lo mirara. Me encontré muy rápido con sus ojos verdes, era lo que él buscaba. —Theo, Abdiel y yo tendremos las nacionales ese día, ¿Recuerdas? —Mierda.

—Oh, lo olvidé. —Admití, guardé mi teléfono, Max se cruzó de brazos esperando a que continue. —Bueno, me quedaré un rato con ustedes y luego iré con él.

—Estás jugando. —No era un pregunta, su cara seguía seria.

—Es mi amigo, y se va a Europa, posiblemente para siempre. —Entrecerré los ojos, no me gustaba a dónde estaba yendo está conversación.

—Y son las nacionales de fútbol juvenil, nuestra escuela participa por primera vez en décadas, y a parte va a ser en la ciudad. —¿Que clase de excusa era esa?

—¿Por qué me queda cerca estoy obligado a ir? —Max soltó un bufido por la nariz, se estaba enojando, pero yo también.

—Tus mejores amigos van a competir, junto a tu novio. —Odié como pronunció esa palabra.

—Si vas a jugar la falacia del novio, me largo. —y dicho, empecé a recoger mis cosas.

—wow, Den, espera. —Se acercó y me tomó de la mano, solo paré para ver qué tenía que decir. —Lo siento, es solo que es importante para mí. —Me zafé de su agarre.

—Y Luke es importante para mí.

Le dirigí una mirada de furia, pero en la de Max solo había dolor. Me arrepentí por un momento, lamentablemente mi enfado superó eso, así que me colgué la mochila a los hombros antes de bajarme de su cama.

—Te veo mañana.

—Si... —No hizo otro intento por detenerme.




8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8




Llegué a casa yendo directo a mí habitación, sin saludar a nadie y aún maldiciendo a Max en mi cabeza. Solo una vez revisé mi teléfono en el camino, me llovieron mensajes de nuestros amigos, ese chismoso ya les había contado, lo cual me hizo enojar más, es nuestra pelea, nuestra relación, ellos no eran nadie para meterse.

Ya en mi recamara, lancé mi mochila a la cama y busqué mi consola portátil para echarme en el puf azul a jugar, quizás matar a algunos zombies me calmaría.

¡Es que simplemente no lo entiendo! Es solo un estúpido partido, ya han tenido otros, ya les acompañé a las estatales, ya no participo en el equipo, no estoy obligado a nada.

Solo voy a asolearme por hora y media mientras ellos se divierten y no es justo, ni siquiera me gusta ver fútbol, solo lo hacía para ver a Luke, y lo jugué para tener cosas en común con él, es un estúpido deporte sobrevalorado.

Y ahora el chico por el que comencé esto se va, no lo volveré a ver, quizá sea mi última oportunidad para decirle lo que siento, y ni siquiera puedo hacer eso, porque convertí a mi mejor amigo en ni novio y eso estaría mal.

Lo más estúpido es que aunque pudiera decírselo es un desperdicio porque Luke se va.

Una horda de zombies viene hacia la pantalla.

"Si se lo digo solo me mirará con ternura. Porque soy un niño."

Esquivé uno.

"Un niño con novio."

Maté a otro.

"Un niño de catorce enamorado de un bailarín de dieciocho."

Otro me aprisiona y me quita la mitad de la vida.

"Un bailarín que ama a los chicos musculosos y masculinos"

Se me acerca otro por la espalda.

"Y no soy un chico"

Debo presionar para que no me mate.

"Soy un..."

Presiono y presiono, aunque me cuesta ver por qué se me empaña la vista.

"Soy un..."

Empiezo a salirme lágrimas, eso causa que pierda la concentración, dejo de presionar.

Y a la vez algo bajó.

—Oh no...

Solté el juego y corrí al baño de mi cuarto, escuché la música de "Game over" a lo lejos, eso ya no importaba.

Quité mis pantalones junto a mí ropa interior, la mancha roja estaba allí, ahora entendía porque me sentía tan mal hoy.





8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8





Hice lo de siempre, agarré un tampón y luego me cambié por algo más cómodo y oscuro. Registré a mi odiada amiga mensual en una aplicación, y luego solo llevé lo sucio a la lavandería, mis padres me vieron, no hicieron ningún comentario, así era menos incómodo.

Una hora después, pude oler chocolate caliente, siempre lo hacen cuando me dan cólicos, es lo único bueno de sangrar. Recordar que tenía a los mejores padres me hizo sentir mejor.

Ahora que sabía porque estaba tan sensible, medité toda la pelea con Max, de verdad me porté como imbécil. Entonces le llamé, no esperó ni un tono, me sorprendió porque de tener los papeles al revés, yo no hubiera contestado, afortunadamente, él no es yo.

¿Hola?

—¡Lo siento! —Tomé aire y dejé salir todo. —¡Me porté como un idiota, soy el peor novio del mundo y un desastre sangriento! ¡Entenderé si ya no quieres salir conmigo, pero por favor déjame demostrarte que puedo ser mejor!

No lloré, aunque sentí un poco de ganas, ahora estaba recuperando el aliento porque decir todo eso sin respirar fue muy agotador.

Max no habló por unos segundos, yo tampoco solo respiré de forma agitada, como un perrito cuando tiene calor. En cuanto habló me arrepentí de llamarle.

¿Estás menstruando?

—...

...

—Olvídalo, bye. —Mi dedo estaba en el botón rojo.

¡Espera! —Me detuve. —No quise intuir... Es que dijiste "desastre sangriento", no quería pensar que te heriste así que...

—No, tienes razón. —suspiré pesadamente. —No es excusa, solo... Estoy muy sensible por eso. —En definitiva, no quería hablar con mi mejor amigo de mi periodo (Una vez más, novio de tres semanas), así que cambié el tema. —Sé que el partido es importante para ustedes, pero es raro para mí, por la expulsión y eso. —No quería decirle que en las estatales me dió tanto coraje que aplasté las papas fritas que compré.

Me llegó una notificación.

Comprendo... —Me separé un poco para ver la pantalla, era del Instagram de Luke. —No te voy a obligar si no te sientes cómodo. —Puse a Max en altavoz para entrar a la red social.

—Quiero apoyarlos, a los tres. Pero también quiero verlo antes de que se vaya. —Max soltó un suspiro, yo estuve a punto porque la publicación no cargaba.

Lo aprecias mucho, ¿Cierto?

Al fin cargó la pantalla. En la foto Luke sonreía mientras mostraba un boleto de avión y un pasaporte. La imagen fue suficiente para regresarme el nudo en la garganta.

—Ni te imaginas.

Y sabía que estaba mal. Porque Max estaba por darme una salida, me daría permiso para ir con Luke, y no era justo. Somos una pareja, y debemos estar ahí el uno para el otro, me comprometí a eso cuando acepté.

—Pero tú eres... Mi novio. —Quise llorar al decirlo, odiaba las hormonas. —Así que iré al juego. Con suerte llegaré al final de la fiesta.

¿De verdad puedes hacer eso?  —mucité de forma afirmativa.

Si, podía, pero no quería, esperaba egoístamente a que Max se diera cuenta, que me entregará esa salida una vez más y dijera "¿Sabes, Den? ¡Es un estúpido partido! Ve a ver a Luke, podría ser la última vez que lo hagas". Era horrible pensar así, me sentía la persona más egoísta.

—Si...

Eres el mejor.

—Gracias. —Me sentí el peor.

Oye Den.

—¿Si?

Te quiero. —Casi pude oir su sonrisa al decirlo. Quise hacerlo también, mis comisuras no respondieron.

—Yo también te quiero.

Mis ojos nunca se movieron de la foto de Luke.






8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8






Llegó el sábado, mi regla se fue ayer y ya no me sentía tan miserable. Bueno, tal vez un poco, porque está lloviendo a cántaros, aún así, el partido no se canceló.

Y sí Max creía que lo besaría cubierto de lodo y sudor, se equivocaba. Además, estaba mi papá.

Solo él me acompañó, ya que mamá fue quien planificó la fiesta para Luke, Darcy se ofreció a ser la catadora de los postres y Tulip simplemente no quería mojarse, argumentando que lo último que necesitaba era resfriarse cuando él y Leo quedaron en ir a montar a caballo mañana. Empiezo a preguntarme en qué trabajan los padres de Leo, nosotros también somos ricos pero no tenemos un campo de equitación en el patio.

En fin, ellos están en una fiesta con el mejor chico del universo comiendo snacks y pastel mientras papá y yo estamos aquí.

A papá le fascinaba el futbol tanto como a mí, o sea, casi nada. Quiere a Max, bien, puede que ahora un poco menos desde que salimos, pero en definitiva nunca lo quiso lo suficiente para verlo en un partido, como conmigo o Darcy, o las ferias de ciencia de nuestro hermano. Mucho más interesante que estar bajo la lluvia sin ningún aperitivo.

—No puedo entender porque no suspendieron esto. Podría convertirse en una tormenta en cualquier momento.

—El entrenador tiene complejo de militar.

¿Soy una mala persona por desear que cancelen el partido ahora mismo? Así llegaré antes del fin de la fiesta, podré ver a Luke y comer un poco de pastel.

Bien, la respuesta es sí, no solo soy una mala persona, soy un mal amigo y el peor novio del mundo. En lugar de prestar atención al juego, deseando que acabe cuando ya de por sí no le falta mucho.

Me paso los ultimos quince minutos en mi celular viendo las historias de Luke en Instagram. Podía observar invitados extra además de mamá y mis hermanos, algunos amigos de Luke que ubicaba de otros post's. No había rastro del chico teñido, supe que terminaron, la razón fue la misma por la que terminó con Evan la primera vez: la distancia.

Era muy difícil que una relación sobreviviera a eso, aún con toda la tecnología, esperaba que nuestra amistad lo hiciera. Aunque ya no estoy tan seguro de que lo nuestro sea eso, le agrado, pero ya no paso tanto tiempo con él desde que dejó el trabajo de niñero, es más cercano a mamá que a mí.

Además... Desde que soy novio de Max dejé de escribirle, ¿Es engañar hablar con la persona que te acelera el corazón mientras tu novio va por papas para ambos en una cita? ¿Lo es incluso si esa persona no te corresponde? Quizás no, pero se sentía desagradable, por eso dejé de hacerlo, siendo la última vez el día que confirmé mi asistencia, y gracias a eso tuve mi primera pelea con Max, lo tomé como una confirmación de que eso no se hacía. Además, casi siempre era yo el que empezaba la conversación.

—Wow, Max si que corre rápido. —Dijo papá.

Levanté la vista del teléfono, era verdad, iba muy rápido, tenía el balón, Abdiel y Theo lo animaban desde sus posiciones. Vi el marcador, me sorprendí al darme cuenta de que solo necesitábamos un gol más para ganar. En ese momento me levanté de mi asiento y me uní al bullicio. Íbamos a ganar...

Mi... Mi novio iba a ganar...

Por primera vez en todo el juego, estaba verdaderamente emocionado. Max esquivó a un jugador, luego a otro, y a otro, era casi como un baile, quedaban unos segundos, unos segundos y si él acertaba, seríamos campeones nacionales, solo unos segundos u sería el novio de un campeón nacional.

"Unos segundos y podré ver a Luke".

Di un brinco pequeño al captar lo que acababa de pensar. En consecuencia no presté atención al gol que nos convirtió en campeones.

Me perdí el momento de Max por pensar en Luke.

Todos gritaron mientras el árbitro sonaba el silbato, dando por terminado el partido. Todos los chicos se pusieron al rededor de Max y lo alzaron, me dió un poco de miedo que se pudiera caer.

—¿Quieres acercarte? —Preguntó papá.

—Este... —Vi al campo, ubiqué a Max, me buscaba con la mirada. Se veía tierno haciendo eso cuando todos los estaban cargando. —Si, creo que debería.

Me acompañó hasta la celebración del equipo, el papá de Max nos seguía de cerca. Aun cuando lo bajaron, todos los tenían abrazados leí mi corazón buscando celos.

No los encontré.

—¡Dennis! —Estaba de puntitas y estirando el cuello lo más que podía para ver sobre el montón de testosterona a su al rededor. Sonreí y le saludé con una mano.

Hizo señas para que lo dejaran ir, corrió hacia mí, por una vez no se intimidó por la presencia de mi papá, quizá no notó que está justo detrás de mí. Quedó confirmado cuando me levantó con un brazo y me dió una vuelta como en una cursi película de romance. Me reí de nervios, confíe en que no me soltaría, disfruté el momento con él.

Luego, hizo un nuevo intento del beso fallido de hace meses, en esta ocasión recibí sus labios con gusto, hasta le tomé de las mejillas. Ya no importaba si estaba cubierto de lodo y sudor, o que siguiera lloviendo, lo disfruté. Mi corazón si se aceleró esta vez.

—Ejem... —El inconfundible tocido falso de papá rompió la magia.

Nos separamos del beso, Max me bajó con delicadeza, hasta ese momento me di cuenta de lo fuerte que era, traté de ignorar esa voz que me decía que no eso no era justo porque aunque tenemos la misma edad y comemos en la misma cafetería, nos desarrollamos diferente.

—Se-Señor Stabolly. —No pensé que luego de correr por dos horas, Max pudiera estar más rojo.

—Jugaste bien, niño. Te felicito. —Creo que es lo más amable que papá le dijo a Max desde que empezamos a salir. Max se inclinó ligeramente, me hizo gracia, papá no es de la realeza hasta donde sé.

—Gracias, Señor...

—¡Den! ¡Max! —Eran voces al unisono, Theo y Abdiel cortaron con él ambiente tenso que empezó a formarse. —¡Ha sido el mejor juego de la historia! —Continuó solo Theo

—O al menos de la secundaria. —Corrigió Abdiel. —El primer equipo de esta ciudad en terminar las nacionales.

—¡Y en nuestro propio campo, chicos! —Completó Max, los tres se abrazaron con fuerza, aunque ya lo habían hecho con el resto del equipo. Antes de que pudiera sentirme excluido, un brazo me jaló al centro.

Agradecí tener el impermeable, porque estaba lloviendo y ellos estaban cubiertos de lodo, y no tenía tiempo para ir a casa por otro cambio de ropa. Aun así, me sentí muy feliz. Rompimos el abrazo para que al fin Max pudiera ser felicitado por su padre.

El padre de Max es igual a él, pero es sordo y no tiene ese sonroso permanente, seguro lo sacó de su madre. Bueno, en realidad Max no tiene una, su padre alquiló un vientre. En resumen, mi novio fue más planeado que yo y su formación empezó en un laboratorio.

Aun no sé lengua de señas, pero lo que sea que su padre le decía, hizo a Max sonreír bastante y luego abrazarlo. Volvió con nosotros.

—Siguiente parada, ¡Fiesta de Pizza! —Exclamó Abdiel con entusiasmo. —Vas a venir, ¿Verdad Dennisovich? —desde que vió hotel Transilvania dos con sus sobrinitos, Abdiel no deja de llamarme así.

Bien, se que no hemos salido solo los cuatro en un tiempo, pero este no podía ser el día.

—¿Que no es solo para jugadores? —Empecé angustiarme por tener que elegir entre ellos y Luke otra vez.

—Nop, jugadores y sus parejas, otro chico también llevará a su novio. —Explicó Theo. —Obviamente nuestro campeón y capitán debe llevar al suyo. —Le dió un codazo con Cariño a Max, Quien solo se rió hasta ver mi expresión de angustia.

—Dennis ya... Tiene otro compromiso. —No entiendo porque desvió la mirada al decir eso.

—¿Que? —exclamó Abdiel ofendido. —¿Que puede ser más importante que acompañar a tus mejores amigos?

—Y a tu novio. —completó Theo.

Entonces una enorme carga de culpa se sumió en mis hombros junto a las miradas de los chicos, en especial la de Max, porque él si espera una respuesta a esa pregunta.

Pero sé que no quiere saberla.

—Dennis, tenemos que irnos. —Papá llegó a salvarme.

Me encogí de hombros y solté un suspiro de decepción fingido.

—Lo siento chicos, celebraremos por nuestra cuenta en privado más tarde, ¿Bien? —Dije empezando a alejarme.

Los chicos, (en especial Abdiel), me abuchearon en modo bromas decían que era un traidor y un aguafiestas, me giré sonriente para responderles, pero los ojos tristes de Max me lo impidieron.

Caí en cuenta de que no le dí beso de despedida.








8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8







En el auto papá no hizo ningún intento por preguntar si no hubiera preferido quedarme con Max y los otros, creo que por una vez estoy agradecido de que sea celoso.

Llegamos al apartamento de Luke y su tía Angie justo cuando la lluvia terminó de caer, sentí un inmenso alivio al ver que las luces seguían prendidas, estaba ahí, aun podía verlo.

Mientras más nos acercabamos a su piso más latía mi corazón, no sé exactamente porque, ya conozco el lugar, no tendrá nada fuera de serpentinas y esas cosas. Lo atribuí a que simplemente he esperado a verlo por semanas, ya que mi vida de novio y mi conciencia no me han permitido estar cerca de él.

Además es la última vez.

Papá tocó la puerta, mamá fue quien nos recibió, aparentemente, la mayoría de la gente se fue cuando la tormenta empeoró. Me sentí feliz porque mamá dijo que Luke nos esperó. Me esperó.

Al llegar a la sala, solo estaban algunos tapetes para no sentarse en el piso, la vitrina de trofeos de Luke estaba vacía, al igual que las fotos que tenía con sus amigos y su tía Angie, era obvio que ya estaba lo más importante empacado, mañana por la mañana él estaría en un avión, y por la noche, en Europa. Y su tutora había decidido vender el departamento, ella se había mudado con su novio hace unas semanas. Traté de seguirme sintiendo feliz por él.

—Vaya, si que tardaron. —comentó mi hermanita, estaba comiendo un pedazo de pastel. —¿Y cuál fue el resultado?

—Oh... Ganamos. —Me corregí. —Max ganó, anotó el punto final. Darcy silbó con asombro.

—Vaya, ahora puedo estar tranquila de que quizás por lo menos tendré un sobrino que comparta mi talento. —Me tensé.

—¿Sobrino?

—Dah, es obvio, tú y Max se van a casar y tendré sobrinos deportistas. Tulip y Leo solo me ofrecerán ñoños temerosos de su propia sombra.

—¡Escuché eso! —Se quejó la voz de Tulip en otra parte de la casa.

Darcy no le dió importancia.

Y...

No supe que responder. O sea... Quiero a Max pero... ¿Hijos con él? ¿Casarnos? No podía imaginarlo, es mi primer novio, ¡¿Quien tiene hijos y se casa con su primer novio?!

—Ya Darcy, no digas esas cosas. —Comentó mamá. Ahí estaba mi respuesta.

Mis padres se casaron por mí, solo se han tenido el uno al otro, ¿Quien dice que la historia no se repetirá? Hay enfermedades genéticas ¡¿Y si el casarse con su primer novio es genético?! Aunque mis padres no eran novios...

—¡Dionisio!

Giré a la entrada de la cocina, Luke iba saliendo, con eso olvidé todo lo que estaba pensando. Vestía con una camisa azul de manga corta que dejaba a la vista sus brazos, puede que ya no estuvieran tan fuertes como cuando entrenaba para el fútbol, pero el baile también requiere entrenamientos, así que aún quería que me estrujara con ellos. Y lo hizo, se acercó a mí y me dió un abrazo.

—wow, no te veo en menos de tres meses y decides dar el estirón, ya estás a mí altura exacta.

—¡¿De verdad?! —pase mi mano por nuestras coronillas para comparar. Era cierto.

No sé porque me emocioné. Ya teníamos casi la misma en su presentación, pero ahora medimos exactamente lo mismo. Me gusta.

—Eso no es justo, con suerte llegaré al metro setenta y a ti aún te falta mucho por crecer. —Lo ví hacer un pequeño puchero, juro que no pensé en besarlo.

—¡Y a mí también! ¿Mami, seré muy alta? —preguntó Darcy, el brillo natural de sus ojos era más intenso.

—Oh, creeme que sí, amor, Dereck terminó a los veintidos con su metro ochenta y uno, y yo lo hice un año antes.

—Un metro setenta y ocho de puro amor. —Comentó papá antes de pasar el brazo por la cintura de mamá.

Estaba muy feliz como para pensar en lo cursis que son mis padres. Seré alto, quizá más alto que Luke, eso era emocionante.

Hasta que recordé que él no estaría aquí para notarlo.

—Eso es una vil injusticia.

—Es genética, amigo. —Papá sonrió antes de guiñar el ojo. Podría jurar que Luke se sonrojó ligeramente.

—Bueno, como sea, les agradezco que vinieran, ¿Les parece si vemos una película y terminamos con las sobras del pastel?

—¿No es muy tarde? —Preguntó mamá preocupado.

—Bueno, la tormenta no parece parar. Así que ¿Por qué no? —Papá se encogió de hombros.

—¡Genial! ¿Luke, me dejas escoger?

—Claro Darcy, ven

Mientras ambos escogían una película yo solo me quedé observando, a veces Luke parecía encajar en la familia, no sé porque, solo lo hacía. No es un doncel como mamá, pero se llevan bien, no tiene nada en común con mi papá, pero igual se agradan. A veces es como si fuera familia. Ninguna otra de las familias para las que sirvió de niñero sigue tan en contacto con él como nosotros. Solo encajaba.










8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8







Al final pasamos la noche con Luke.

Le escribí a Max y me disculpé por no darle beso de despedida, respondió que no importaba, agradecía que hubiera estado allí, pero que de todos modos esperaba una buena compensación de besos mañana, en nuestra celebración privada con Theo y Abdiel, no me desagradó el plan, y definitivamente tampoco me desagradaba la idea de compensarlo con besos.

No le dije que nos quedamos a dormir con Luke, no hacía falta.

Dormir sobre alfombra no era lo más cómodo, pero ya no había muebles aquí, aún así, logré dormir un poco antes de que me dieran ganas de ir al baño.

Al regresar vi a mi familia dormida, me tomé un momento para observarlos. Solo dormimos así cuando vamos de campamento, y antes de eso cuando jugábamos hasta tarde en la sala, quizá extrañaba un poco estar así con ellos, ahora que mis hermanos oficialmente están a punto de dejar de ser niños, cada vez nos vamos distanciando.

Papá haciendo cucharita con mamá, era tierno, creo, Darcy tenía una pose para dormir muy rara, parecía un cadáver al que dejaron caer desde muy alto, pero babeaba y respiraba, Tulip siempre dormía en posición fetal, podrás ser mellizos pero vaya que son diferentes.

Entonces me percaté de que no estaba Luke, él se había apartado un poco cuando nos acomodamos. Tal vez se había ido a su cuarto, fuí allí, y la puerta estaba completamente abierta.

A lo mejor le parecía más cómodo dormir en su cuarto.

Entré y al principio no lo ví, no estaba en el piso, entré un poco más y lo ví en el balcón, con una cobija y mirando al cielo nocturno.

—¿Luke? —Lo llamé y le ví dar un pequeño salto, se giró un poco y pude ver que resbalaban lágrimas de sus ojos.

Por un momento me congelé sin saber que hacer, era obvio que habría de preguntarle que pasaba solo... Que incluso llorando se veía bonito.

No lo había visto llorar desde la primera vez que hablamos. Me pareció tan hermoso como aquella vez.

—Jaja, me atrapaste. —dijo limpiándose rápido con la manga. Me hizo espacio en el balcón, fuí a su lado.

La ciudad se veía hermosa desde lo más alto, había estrellas, y la luna estaba en su punto más alto, totalmente llena, nos iluminaba con su luz.

—¿Algo te puso triste? —Negó.

—No exactamente, solo... Me da nostalgia, voy a extrañar este departamento, a mis amigos, mi ciudad... —Suspiró pesadamente. —No sé lo que me espera allá.

Una parte egoísta de mí quiso persuadirlo para quedarse, pero ahora que creo haber encontrado algo que me apasiona tanto como a Luke la danza, no podía. Sé que es lo que quiere.

—Te esperan choques culturales, y quizá mucho esfuerzo. Pero valdrá la pena.

—¿En serio?

—Te he visto bailar, eres... —"Hermoso" —Muy talentoso, y pones todo de tí en las cosas que amas. Se que llegarás muy lejos.

Podía verlo, un futuro en Brodway, giras de espectáculos de danza, siendo contratado para los mayores artistas en sus coreografias musicales, o incluso dando clases en la misma academia que le dió la oportunidad. Luke brillaría donde se lo propusiera.

—Te lo agradezco, Dennis.

Y me abrazó, se sintió diferente a cuando llegué, más pesado, lleno de nostalgia, quise llorar también, le correspondí y dejé salir algunas lágrimas.

—Yo... —"Te amo" —Te voy a extrañar mucho.

Se separó un poco y noté que también estaba llorando.

—Y yo a ti, mi pequeño pequeñín.

Sin deshacer el abrazo del todo, buscó en el sueter, y sacó una pequeña esfera, en ella había una flor, estaba conservada en resina, eternamente perfecta.

—Es mi turno de darte tu amuleto de la suerte. —Y lo dejó en mi mano. —así yo tendré algo tuyo. —tocó el collar de plato. —y tú algo mío.

Observé la esfera, y pude morir en ese momento, feliz y sabiendo que dónde sea que estuviera, al menos una parte de mí acompañaría a Luke, no me olvidaría. Y yo tampoco.

—Lo cuidare con mi vida.

—Lo sé. —Me sonrió y después me tomó de l mano.

Sentí una ligera corriente eléctrica asar de mi mano a mi pecho, se sentía increíble, no podía estar más feliz.

—¿Volvemos a dormir?

Asentí antes de seguirlo.

Al volver Luke se acostó más cerca, como... En frente de mí, nos quedamos viendo un rato antes de decir buenas noches, él cerró los ojos primero, y grabé en mi mente cada detalle de su cara, su arco de cupido, su nariz pequeña, sus largas y rizadas pestañas y la forma en que su cabello caía por su mejilla por la gravedad.

Y solo cuando estuve seguro de que estaba dormido y de que yo también lo estaría en unos segundos, liberé en voz baja esas palabras que he tenido atrapadas por cuatro años, en mi última oportunidad.

Te amo...

Y por fin caí.








8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8







A la mañana siguiente, Luke se fue con su tía Angie en un taxi hasta el aeropuerto, me dió un beso en la mejilla que se sintió como un sueño. Creí que mi vida se acabaría al verlo partir.

Pero no.

Por la tarde fuí con mis amigos y comimos mucho sushi antes de ir al arcade donde los aplasté en cada juego.

Max me fue a dejar a mi casa, y lo besé muchísimo y con el pecho mucho más ligero.

Me junté con mi familia y Tulip nos contó que el caballo de Leo se llamaba Sal, y él montó a Pimienta. Luego todos vimos una película.

Mi vida siguió así, por un buen tiempo, él ya no estaba, me gustaría decir que seguimos en contacto, pero la realidad fue que no.

Aun lo seguía en redes, pero no sentía esa necesidad de meterme a las notificaciones de inmediato y darle corazón.

Yo tenía mi vida, y él la suya.

Y mis sentimientos por Max crecieron, tal vez no sentía por él lo que sentía por Luke, aunque nadie dijo que tenía que ser así.

Mi vida era increíble.

Hasta que llegamos a la preparatoria.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top