Cap. 10

Una estúpida luz mañanera empezó a despertarme, abri mis ojos lentamente esperarme encontrarme con el techo de mi cuarto.

Pero eso no pasó.

—¿Q-qué mierda? —miré de un lado a otro sin reconocer nada. —¿Dónde...? —me levanté de golpe causándome un tremendo dolor de cabeza que intente calmar frotándome la sien.

¿Qué sucede? ¿Por qué no estoy en casa? ¿Por qué me duele tanto la cabeza? U-un segundo, ¡¿Por qué carajo estoy desnudo?!

Algo estaba mal, bastante mal, traté de calmarme para no tener un ataque de pánico, respiré uno y solté dos. Comencé a hacer memoria.

Pelea de cojines, música, cerveza (asco), mojitos (delicioso), baile... Luego... Luego...

Abrí los ojos de sobremanera. Enredé mis dedos en mi cabello cuando los flashes del beerpong, el baile y... Algo más llegó a mí.

Una sonrisa preciosa, unos ojos que me veían con dulzura, y nada más. Quizás fue un sueño, los sueños se desvanecen rápido, ¿No?

Tomé la sabana, nervioso por lo que me pudiera encontrar al quitarla.

"Por favor, por favor...—Rogué a cualquier deidad de los ebrios o de los vírgenes que pudiera ayudarme. — dime que cuando la quite no me voy a encontrar con una pequeña mancha de sangre. Por favor, por favor."

La quité.

Empecé a sonreír, después a reír. Ahí estaba, esa maldita mancha de forma indefinida, burlándose, se veía estupida, tanto como la persona que la dejó allí.

En ese momento lo más que llegaba a pensar era: "wow, pobre de la mucama que debe lavar esto", aunque no era para tanto, he sangrado más que esto.

Luego caí en cuenta.

Tuve sexo, mi primera vez.

Miré la habitación, y el resto de la cama, y ayudó a estimular los recuerdos. Si, había sido divertido, justo como dicen todos, solo... No entiendo porque tengo ganas de llorar.

No me estaba "guardando" para alguien especial. Nunca he pensado en cursilerías así.

Aunque... Al menos creí que recordaría su cara.

O que la vería al día siguiente.

—oh, es verdad, creo que necesito ir a ver si no robaron la casa mientras no estaba, tal vez deba llamar a Jason, no lo veo desde anoche. —Hablé solo, aunque tal vez esperaba que alguien saliera del baño, y otra parte. No sucedió.

Salí de esa gigantesca cama con algo de dificultad, siento que la cabeza me explota. Fuí a la ducha y me bañé rápido, después me dí una rápida mirada en el espejo, todo mi cuello cubierto de marcas rojas, claramente hechas por labios, unos labios suaves... Y cariñosos. Agh, no tengo tiempo para esto.

Cuando salí busque mi ropa por toda la habitación, me tomó un rato pero al fin pude encontrar mis pantalones, supongo que tengo suerte de que mis llaves y teléfono seguían en los bolsillos. Revisé la hora en el celular y eran las ¡¿TRECE Y MEDIA?! Dios, ¿Cómo pude dormir tanto?

El dolor en la partes inferior de mi cuerpo me respondió.

Una vago recuerdo de alguien susurrando mi nombre en mi oído volvió. No quiero seguir ni un micro-segundo más en este sitio, ya suficiente tengo con que haber dejado abandonada la casa.





8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8




Supongo que si estoy de suerte, todo estaba intacto y en orden a excepción de las tres llamadas perdidas de mamá. Lo mejor era devolverlas para evitar que crucen medio país por un regreso de emergencia.

Llamé y solo tardó un tono en contestar.

-¿Ale, cariño?me contestó la suave voz de mi mamá, se oía angustiada, me dio un pequeño dolor de culpa.

-hola, mamá. —finjo un bostezo. —perdón por no contestar pero apenas me levanté y ví los mensajes. —Soltó un suspiro de alivio.

Me estaba comenzando a preocupar.

—si, lo siento, no volverá a ocurrir. —El tono me salió raro.

¿Ale?

—¿Si?

—¿te sucede algo cielo?que bueno que es teléfono de casa y no videollamada, de ser así mamá habría visto mi cara y hubiera descubierto la mentira más fácil.

—No, mamá ¿Por qué? —Hice una sonrisa falsa, eso siempre ayuda a hacer la voz más alegre.

Te escucho algo raro.-malditos super instintos maternales.

—No, para nada. —No sé por qué me pican los ojos. —es solo que anoche me desvelé un poco.

muy bien, pero hoy no lo hagas, mañana tienes curso y quiero que estes bien despierto ¿Okey? —Dí un resoplido.

—Si, lo que tú digas. —intenté sonar algo desinteresado, como soy normalmente.

ese es mi niño, te veo después, adiós.

—adiós. —colgué.

Mis papás no deben saberlo, si lo hacen se infartan. Sera un pequeño secreto. Solo eso.

Por fortuna, recuerdo perfectamente que ese tipo, que aunque no recuerdo su rostro, si recuerdo que usó preservativo, entonces puedo estar tranquilo.

Estaré bien, solo fue sexo casual, es todo...



8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8




Sabado.

Hoy fui al curso normalmente, nadie parece notar nada extraño en mí, incluso pude hablar con algunos compañeros como si nada, lo cual fue excelente considerando que Deymon faltó hoy, cuando volvi a mi casa me conecte a Facebook para preguntarle por qué falto, no obtuve respuesta, que raro, también ayer le marque varias veces a Jason pero no contestaba su celular, ¿Por qué pasa esto? Oh esperen, se conectó.


Jason El Rey: hola amigo.

Ares Evans: Dónde te habías metido? te marque como 20 veces y nunca contestaste.

Jason El Rey: sii... bueno... no encuentro mi teléfono, de seguro lo perdí en la fiesta.

Ares Evans: jajaja

Jason El Rey: oh claro, burlate, como si tú no hubieras hecho nada tan estúpido.


Me quedé congelado un par de minutos, ese comentario...

Mandó otro mensaje.

Jason El Rey: hooola? Sigues aquí?

Ares Evans: perdón debo irme.

Y cerré la compu de golpe. Hijo de puta, mis padres llegan en unas horas y este wey me acaba de recordar todo, se supone que tengo que parecer tranquilo.

Bien, bien Alexis, debes intentar relajarte, todo va a estar bien, nada va a pasarte.

Justo un par de horas despues mis padres tocaron la puerta, para entonces creo que logré relajarme un poco, ellos vieron la casa por todos lados, por supuesto, no hayaron nada (Mas que un poco de polvo). Estaban tan orgullosos de mí por haber cuidado tan bien de nuestro hogar que no me notaron nada raro, eso o mi actuación fue perfecta y realmente no parecía inquieto.

Sea como sea, yo necesito seguir con mi vida como si el jueves en la noche no hubiera existido, así es, todo lo que hice ese dia es quedarme en la sala viendo películas, posiblemente Jason vino a acompañarme un rato y luego se fue y segui solo hasta la madrugada, eso fue todo.

Nada de chicos sexys y misteriosos abandonandome en una habitación nupcial, nada de eso.






8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8






Un mes, ha pasado un mes y la mejor palabra que me describe ahora es: nervios. Estoy muerto, solo faltan cinco días y siento que tendré un paro. En solo cinco días; ire a una de las cedes para el examen universitario que me asignaron el dia de mi registro para presentar el examen en ese lugar. No creo que pueda hacerlo, no soy lo suficientemente listo, de seguro me quedare sin escuela y tendre que pasar por esto el próximo año.

Además escogí administración porque es la cosa más genérica para estudiar, tiene un campo laboral amplio. Pero sé que voy a odiarla.

-¡Ale!

-¡AH! —me toqué el corazón después de que papá me diera un susto. —¿m-me hablabas?—tartamudeé

—sí, te decía que intentes comer un poco más despacio, si sigues así te vas a ahogar.

-¡no puedo evitarlo!-dije metiendo dos pedazos grandes de papá a mi boca- ¡en la última semana he tenido mucha hambre!-tragando un enorme trozo de pollo.

—está bien, pero no olvides que existe el tenedor y el cuchillo. —me los da en la mano, ignoré el sentimiento de sentirme tratado como niño y sigo comiendo.

—No entiendo por qué hago esto. —me refiero a lo de comer.

-es normal hijo, recuerdo que cuando yo hice el examen para la preparatoria; tenía varios compañeros que expresaban sus nervios de distintos modos.

—¿de verdad? —pregunté entre curioso y ligeramente más tranquilo.

-de verdad, tuve un compañero al que le empezaron a salir ronchas y otros dos que comían tanto o muchísimo más que tú.

—Oh... —Bueno, mi ansiedad nunca se había disparado con atracones, pero supongo que es mejor que las ronchas.

-cierto.-se metió mamá a la conversación.-yo, cuando hice el examen, estaba tan tensa que incluso, se me fue la regla.-y lo dice como si nada.

Bueno, están tratando de decirme que me lo tome con calma, así que eso hare, esto del examen agobia más al final que las primeras semanas.








8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8







-amm... ¿seguro que estás bien? —Jason me está observando con algo de "miedo" por la forma en que me como el almuerzo.

-¿pfr dhe o' doihjes?

Quise decir: "¿Por qué lo dices?"

-no lo sé, tal vez porque comes como si tu última cena fue hace más de tres años.-sarcastic power.

—¡callate! Solo como porque estoy al borde de una crisis nerviosa. —metí otra fritura a mi boca.

—¿tú? ¿una crisis nerviosa? Ale, te he estado viendo por los últimos meses, y jamas te he visto nervioso o miedoso por otra cosa que no sea o un gusano o una babosa. ¿No crees que lo que tienes es algo más que simples nervios?

-mmhn... ok sí, he llegado a pensar que tal vez algo me está pasando, sin embargo, los nervios son la explicación más lógica.- Jason se pasó la mano por la frente y me volteo a ver con una mirada que nunca le había visto ¿podría ser su mirada seria de verdad?

—No quería tener que llegar a estos extremos, pero es necesario que sepas estó. —Arqueé una ceja estrañado. —Alexis. —Ay no, me llamó por mi nombre, lo que me dira es algo grave.

-en...-toma aire, se calma y sigue hablando.-en la fiesta del mes pasado... pues... tú y yo...

Como si fuera obra del dios de las bromas; el teléfono de Jason comenzó a sonar. Alto. ¿Su teléfono? Me dijo que lo había extraviado. Lo revisó, ignoró la llamada e intentó seguir. Claro que no lo dejé.

—como te iba diciendo-

—¿no que tu cel se había perdido? —interrumpí.

—¿eh? ¡ah cierto! Se me pasó decirte, alguien de la escuela lo encontró y me lo devolvió, así que ya no tendre que ahorrar de nuevo. —eso era verdad, es un mal mentiroso.

—Entiendo. —Me limité a decir.

Para hacer una extraña serie de coincidencias: la campana sonó, fuimos a nuestra siguiente claro. Ya arriba, le volví a preguntar a Jason lo que él TANTO me quería revelar: no respondió, posiblemente no era tan importante.




8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8








¡Hoy es el examen! ¡Hoy es el maldito examen! Si hace cinco días me comía una bolsa jumbo de chettos yo solo, ahora juro que soy capaz de comerme diez y me quedo con hambre. El examen es a las ocho, tenemos que llegar minimo con una hora de anticipación, el lugar que me asignaron queda algo retirado. Si, la situación es horrible, se está haciendo tarde así que lo único que alcanzo a comer es un plato de cereal que estoy a punto de acabar.

—ya terminé. —le anuncié a papá, quién por otro lado, se estaba poniendo su corbata, él se ofreció a llevarme, mamá se va a quedar en casa a arreglar unos papeles del trabajo. Me dirijo al lavaplatos cuando mamá me detiene.

-oye préstame tú cuchara, al fin, ya no la vas a usar ahorita.-se la pase y mi plato tomara un baño más tarde.

Fui a buscar lo que tenía que llevar, papá ya tenía la hoja del registro, fui a mi habitación y de la mochila saque: una goma, un lápiz del número 2, y sacapuntas. Eso es todo lo que llevamos. Los puse en mi bolsillo y salí a prender el auto. Pasaron unos minutos y papá al fin llego, cambiamos los lugares y arrancó el auto.

—¿listo, futuro universitario? —esa pregunta solo tiene una respuesta.

—por supuesto.

"Que no."






8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8




Estado actual:

- La mente en blanco.

- Tremendas ganas de salir corriendo.

- Trasero paralizado por culpa de las incomodas sillas.

Hace cinco minutos comenzó la prueba, antes de eso hice una larga fila para entrar al sitio donde me tocó aplicarlo, lleno de gente, de inmediato quiero volver a casa.

Muchos dicen que no te encuentras a nadie cuando aplicas el examen, eso tiene algo de mentira, vi a un par de chicas de otro salón (un par de chicas que me tratan normal pero tampoco soy un amigo cercano), a uno de los imbéciles del grupo de Dereck y ¡oh, sorpresa! Me encontré con Noah, ya saben, el amigo de Jason, a él y a mí nos tocó en la misma aula. Lastima que no pudimos ponernos al día.

Cuando entramos nos pidieron el documento de registro, la recogieron y despues de eso nos sentamos en unas incomodas sillas plegables y para apoyar y marcar la hoja de respuestas nos dieron un tablón. La escuela ni siquiera se ofreció a prestarnos sus bancas.

Los instructores (una chica de unos treinta y un señor cincuentón) nos dieron permiso para ir al baño en lo que les daban la orden para empezar, por más nervioso que estaba no fui, decidi quedarme aunque me sentía algo presionado. Esa presión no fu nada comparado cuando inicio el examen.

En ese momento todo en mi mente hizo "puff" no me acordaba de nada. Copiar no era opción, solo tres personas tienen el mismo examen en este salón (hay diez versiones distintas del examen) y esas tres personas nunca quedan cerca una de otra. Sin embargo me dije a mi mismo que algo tan absurdo como un examen de ingreso no iba a abrumarme (más), entonces respire me calme y empecé a leer, pude recordar algunas cosas, las que no me las saltaba y las deje al último y (aunque me dolía el trasero por estar sentado en esa silla durante dos horas) logre acabarlo.

Entregue el examen, creí que ya todo había terminado, pero por supuesto, no pudo ser tan fácil. Verán, yo marque mis respuestas en los ovalos suavemente, por si acaso si me equivocaba la goma quitara hasta el más minimo rastro de lápiz sin dificultad. Creo que debí hacerlo MUY suave: por que cuando le dí mi examen a la instructora ella me dijó:

-¿no podrías remarcarlos un poco más?- y yo, aguantándome todas las ganas de querer salir huyendo de una puta vez, dijé:

-sí.- No se me ocurrio que más decir.

Entonces; volví a tomar la hoja de respuestas, y volví a marcar los ovalitos. Fue más rápido de lo que pensé, le regrese la hoja a la chica; ella firmó primero y luego me devolvió la hoja de registro y sañal el código para ver mi resultado en internet, en un par de meses.

Cuando salí por alguna razón hubo varias personas que aplaudieron, a todos los que salimos nos están aplaudiendo, como si acabáramos de ganar algún partido o así. No me gusta que la gente me aplauda, demasiado embarazoso.

Tarde un poco en encontrar a mi papá, culpa de la multitud. Cuando lo encontré me llevó a comer, creí que mi hambre ya se había calmado pero no lo hizo, creo que ahora como por el trauma nervioso que me genero estar en ese lugar.



"Hacer ese examen fue un desperdicio, ya no puedo asistir a clases, mejor dicho, no quiero asistir, llamaría mucho la atención"

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top