•08• 《Solo Yo》
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(pensamientos suicidas)
Durante los próximos días, en televisión, en los periódicos y en cualquier red social no se hablaba de otra cosa mas que de los recientes asesinatos por seis semanas consecutivas de algunas personas algo importantes de Daegu.
Decían cosas de ellos como si en realidad hubieran conocido verdaderamente todo de cada uno de ellos, pero se equivocan, todos lo hacen.
Apague la televisión molesto y avente mi celular fuera de mi alcance, me puse de pie y gire a ver la nevera.. pensaba en que aun no me sentía listo para darle la cara a mi hermana después de todo.
Después de una gran bocanada de aire, tome mis pertenencias mas necesarias, como mi móvil, llaves del auto y una manzana por si las dudas.
Me apresure antes de arrepentirme, abrí la nevera y saque de ella una pequeña heladera donde eche unos cuantos cubos de hielo y me encamine hacia la puerta para salir en busca de mi auto.
Una vez arriba acomode mis cosas y puse en marcha en auto. Iba viendo todo con atención, la mañana era agradable, el clima era favorable gracias a unas cuantas nubes que cubrían el sol, y el frio.. pues justo como me gustaba, mas frio que calor.
Después de unos cuantos minutos de conducir, llegue a mi destino. Compre flores, como todo fin de mes y tras caminar un poco, llegue al pequeño espacio donde se encontraba mi hermana, en aquella tumba decorada con morado, su color favorito.
—Y aquí estas, siempre te pierdes de mi.. ¿no te gusta que te visite o algo así?—sonreí para ella, aun que no pudiera verme, lose.—He cumplido, te he traído lo que prometí hace nueve años. Se que me tarde un poco... pero oye, no es una tarea fácil de preparar..—Suspire melancólico al recordarla—Te echo de menos.. bastante diría yo.
Me senté en alguna parte junto a ella y acomode las flores sobre sus adornos.
—Se que es inmaduro..—Asentí viendo su nombre.—Pero.. ¿tendrás otro lugar disponible para mi índice también? creo que ya no estoy aguantando esto.. el estar sin ti.—Baje mi vista a ver mi zapato, justo en el momento que un fuerte viento me hizo cerrar mis ojos por el polvo.—Ya, no lo repetiré, no te enojes.. estaré bien por ti.
Por unos segundos, me quede en silencio, haciendo cualquier cosa como, jugar con mis labios, suspirar como loco y sobre todo, ver la lapida de mi hermana.
—Se que dirás que estoy loco, pero sin querer, encontré información sobre los chicos en todo este tiempo. Se que esto no justifica mis hechos y de que me iré al infierno en poco tiempo pero.. en realidad, ellos eran malas personas Hana, en parte es por eso que no me siento mal, lo merecían ¿no?—Aclare mi garganta y sentí la necesidad de explicarle todo lo que había encontrado respecto a ellos, no quería que ella mirara a un monstro asesino, al fin de cuentas, soy su hermano mayor.—Te contare.. bueno, comencemos por Hoseok, fue..—deje escapar una risa leve y resoplada, que irónico.—El fue un reconocido fotógrafo.. según medios, un tipo muy bueno en su trabajo.. talvez. Sus fotografías eran para todo tipo de publico. Familia, amigos, bodas, fiestas, bautizos, etc.. pero el mismo se desconocía cuando se trataba de pequeñas niñas. Si, el muy idiota siempre fue un asqueroso de mierda.—hice una mueca y proseguí—El se aprovechaba de su trabajo para tomarles fotos indebidas cuando estaban distraídas, su enfermedad y la obsesión estaba a otro nivel, guardaba esas fotografías para el mismo y tenia una enorme colección de ellos en su habitación.
Y así fue como le conté a ella sobre el primer tipo repulsivo, uno de los seis que habían abusado de ella.
Jungkook:
El era dueño de un GYM, su negocio era muy conocido por las calles de bisan-dong, Daegu corea del sur.
Su bien decorado gimnasio era un imán para las amantes del k-pop. Se encargaba de tener sus paredes repletas de enormes posters de idol's extremadamente famosos. Al igual que siempre iban a deleitarse de la buena música del k-pop que la industria coreana tiene para nosotros.
Llenaba los oídos de los chicos diciendo que su producto en polvo para fortificar músculos y huesos también lo ingirieron varios ídolos. Artistas famosos como, Lee Min-Ho y Cha Eun-Woo.
El presumía que según dichos idol's compraban de su suplemento, lo cual era mentira.
Aproximadamente tres veces en mi vida, pude ver como el vaciaba los frascos hasta la mitad y después los rellenaba de un polvo blanco y adictivo, el cual seguramente le compraba a Yoongi.
Era un producto que te hacia querer seguir ingiriendo y así ganaba mas el.
Era asqueroso ver como envenenaba a la gente y los hacia unos viciosos como el.
Yoongi:
El dueño del bar Min.
Nada malo sucedía en el bar mientras Yoongi aun no perdía la cabeza.
Sus deudas comenzaron a elevarse después del primer mes de ventas en el bar. Yoongi quedo fascinado con las ganancias del primer mes y comenzó a endeudarse sin saber que no todos los meses serian iguales. El bar perdía prestigio y emoción.. y clientes por supuesto. Yoongi comenzó a perder las ganancias que tanto le había costado obtener y todo por sus deudas.
Todo estaba bien, hasta el día que decidió no tener mas seguridad en el bar y la entrada era para todo publico, incluyendo así; a personas menores de edad, a los cuales les comenzó a vender alcohol y drogas, todo con el propósito de recuperar todas sus ganancias perdidas.
Jimin:
El era modelo.
Un hombre verdaderamente hermoso y sexy, pero claro, solo físicamente.
Recuerdo cuando a Jimin solía gustar de mujeres.
Eso hasta creerse lo suficiente como para decir que ninguna mujer era digna de el.
Se enamoro perdidamente de si mismo, se enamoro de los hombres. Tanto que un día me confeso que sentía por mi algo mas que un simple cariño de amistad. Me negué, me negué de todas las maneras posibles y me aleje de el.
Continuo con su carrera como modelo, donde ahí comenzó a ganarle la avaricia por el dinero. Conoció a varios aprendices y los invitaba salir y beber. Les hacia creer que tendrían algo de sexo y solo los embriagaba al grado de despojarlos de sus pertenencias mas costosas y el dinero que yacía en sus carteras. Se volvió un estafador.
Jin:
Doctor.
El mejor doctor de todo Daegu.
Así era hasta que fue culpado por robar medicamentos fuertes y venderlos a muy alto precio. Continuo con su carrera como doctor. Tenia su propio apartamento donde atendía a unos cuantos clientes de su mayor confianza.
El tipo abusaba de su asignatura para convertirse en un asesino encubierto.
Trágicamente a todos sus enfermos les daba un infarto al corazón mediante alguna dosis de medicamento inyectado. La realidad de todo es que cobraba mucho dinero por acabar con la vida de un familiar adinerado de una familia ambiciosa, para así poder cobrar la herencia de cada uno de ellos.
Namjoon:
CEO.
Un tipo asombroso, dueño de una de las industrias mas importantes de corea del sur.
Y un patán asqueroso sin remordimientos.
Su querida empresa comenzaba a caer en banca rota y fue ahí, cuando un accionista pidió algo a cambio de salvar a su preciosa empresa Kim.
Su esposa.
No le importaba hacerlo una vez, ni dos, mientras el se revolcaba al saber que su esposa, se estaba acostando con otro sujeto y no por voluntad propia.
Con el paso del tiempo, las veces fueron incontables.
No le importo ofrecer a su esposa a unos cuantos accionistas por tal de recuperar su empresa. Ese día, ocho hombres abusaban de la mujer en su oficina, mientras el asqueroso firmaba los contratos.
El amante de su esposa quería matarlo, pero el muy inútil nunca pudo... Hasta que llegue yo.
Obviamente su esposa huyo con su amante y meses después le llegaron ordenes legales contra el, pero nunca pudieron encontrar evidencia que lo incriminara y ahora la verdad es que ya no importa mas eso, por que el y los demás.. ya están muertos.
—Supongo que no tuvieron una buena vida antes de todo esto. De echo, me siento molesto con Namjoon. El fue quien arreglo todo lo sucedido con su dinero, sus huellas dactilares salieron en tu piel, el hizo que su padre millonario hiciera de todo para encubrir a el y sus cinco amigos mas, supongo que le dio miedo que los demás abrieran la boca. Por suerte el viejo entrometido murió y pude vengarme de uno por uno después de fingir que les creía que ellos no te causaron esto y así quedara todo igual en nuestra amistad... pero obviamente yo no creí nada de lo que ellos me dijeron.— Suspire fuerte y cerré mis ojos.—Y eso fue lo que supe de ellos, ninguno era una buena persona y ahora yo tampoco... pero no importa y ¿sabes por que? por que he vengado tu muerte, aun que suene estúpido e inmaduro para algunos, nadie sabe lo que yo sentí al no tenerte...—Me quede en silencio un par de segundos y mire fijamente la heladera junto a mi.— Te he traído tu regalo..
Coloque la heladera frente a ella y de mi bolsa negra, saque una botella en la cual, tenia un liquido que me había quedado después del asesinato de mi ultimo amigo. Eche el liquido sobre la heladera y le di fuego frente a la tumba de mi hermana, dando por terminado todo el trabajo que había hecho para ella.
Mi mente desquiciada, creía que mi hermana ahora podía descansar en paz, mientras yo intentaría seguir con mi vida matándome en ese trabajo de cafetero que solía tener, mientras mi turno de morir viniera hacia mi.
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