7. The end has no end
*NOTAS DE NIIUMMY SARANG*
*Es una mañana de domingo fría y yo tengo gripe aún (cuando me da gripe me enfermo muy feo), pero ustedes ya tienen bien claro que soy muy cool, así que les traigo un nuevo capi. Espero que les guste*
¿No darás un paseo afuera?
Oh no
Pero, ¿no puedes encontrar a otro chico?
Oh no
Uno Nueve Seis Nueve
¿Qué es ese sonido?
Oh no
Manteniendo abajo al inframundo
Oh no
Las cosas iban de manera normal, dentro de lo que cabe decir, hasta que de nuevo John Casablancas volvió con intensiones de poner mi vida de cabeza...
Una tarde, saliendo del colegio con Nick y Fab, íbamos muy entretenidos hablando de las trivialidades cotidianas que hacían que nuestras vidas adolescentes no fueran tan monótonas.
–¡Entonces encendí el amplificador en su máxima potencia y fue una locura, chicos! –Decía Nick, totalmente animado mientras agitaba los brazos con una enorme sonrisa –hubieran visto las caras de mis fastidiosos primos cuando les enseñé quién es el que sabe tocar la guitarra.
–¡Bien hecho! –Respondió Fab, dándole una palmadita en el hombro –pero si se ponen bien necios, recuerda que puedes romperles la guitarra en la cabeza también.
Los tres reímos divertidos ante su comentario. Pero mi sonrisa desapareció cuando vi el auto de mi padre aparcado por dónde pasábamos, y él leía un artículo en el periódico, adiviné al pensar que se trataba de alguna reseña sobre su agencia de modelaje.
Quizás fue su instinto, o pura coincidencia, pero incluso aunque yo hubiese tratado de evadirlo, él levantó la mirada y me atrapó directamente.
–Julian –pronunció mi nombre con la sobriedad que lo caracterizaba, la que perdía cuando discutía conmigo –sube.
Los chicos me miraron, confundidos, y yo suspiré, virando los ojos.
–Debo llegar a casa, mamá me espera –respondí con sequedad.
–Tu madre sabe que vine a recogerte. Sube –repitió.
–¿Quién es? –Musitó Fab, dándome un leve codazo para llamar mi atención.
–Es John Casablancas –respondí con un tono de voz normal.
–Soy tu padre –replicó el aludido, abriéndome la portezuela del copiloto –y vendrás conmigo ya.
–¿Tu padre...?
–¿Tu padre es John Casablancas? ¿El de la agencia de modelaje más importante del mundo?
Suspiré con pesadez, virando los ojos de nuevo.
–Les explico luego, chicos –fue lo último que dije antes de abordar el auto de mi padre, resignado a luchar por no perder la razón de nuevo.
Como se podrá adivinar, el camino a dónde fuera que me llevara fue algo incómodo y silencioso.
–No te despediste apropiadamente de mí cuando te fuiste a Suiza.
–¿Será porque me golpeaste e insultaste? –Respondí con... ¿tengo que aclarar que era sarcasmo?
–Bueno, tampoco me saludaste al regresar.
–Ah, no lo sé. Después de que me enviaras a ese estúpido internado y ordenaras que no se me permitiera salir, estaba tan ocupado pensando en que estaba más en una prisión que en un colegio, que olvidé llamarte.
–¿Sigues enojado por eso, Julian? –Me miró levemente sin soltar el timón –pero si todo lo hice por tu bien, porque quiero lo mejor para ti y sabes de sobra que necesitabas corregirte a tiempo.
De nuevo con sus mentiras... no tenía ánimos para pelear, aunque tampoco quería soportar sus intentos idiotas de ser buen padre, o de parecerlo al menos. Pero solo guardé silencio, mirando por la ventana mientras él sacudía la cabeza.
Llegamos a la mansión Casablancas y las empleadas me recibieron cálidamente: "joven Julian, tanto tiempo sin verle", "Joven Julian, ¿cómo estuvo su viaje?", "Joven Julian, lo hemos echado mucho de menos", y esas cosas amables que esas buenas personas solían decirme dado al aprecio que me tenían al cuidarme desde niño.
Pero mi padre parecía interesado en decirme algo importante, por lo que nos sentamos en la sala de estar, y completamente a solas, después de un pequeño discurso sobre la vida, el amor, y la soledad, me anunció que contraería matrimonio con una tal Aline Wermelinger, quien ya estaba en embarazo. Sí, mi padre no perdía el tiempo...
–¿Te casas? ¡Bien! Felicidades, pásatelo bien con tu nueva gran familia –me puse de pie –ahora sí creo que me voy, Aunque tú no estés tengo familia y me espera, ¿sabes?
Y de nuevo empezábamos con las palabras hirientes: armas de doble filo para ambos.
–Espera, Julian –me detuvo, mirándome con el ceño fruncido –aún no acabo –bufé –siéntate, por favor.
Cerré los ojos con fuerza, llevándome una mano a la cara y arrugando el ceño. Resignado, me senté de nuevo y suspiré, intentando mantener la compostura.
–¿Qué es ahora?
–Como sabrás, Cecile está tomando clases de Diseño de Modas y Finanzas en Paris, se convertirá en empresaria como yo y le quedan poco más de dos años para acabar su carrera.
–Oh, cool, pero no lo sabía porque, como sabrás –usé un tono sarcástico, casi como si imitara el tono que él había usado antes –ella y yo no tenemos una buena relación.
Bufó, negando con la cabeza.
–Como sea. En poco más de un año te gradúas, y ya deberías tener claro qué quieres hacer cuando termines el colegio.
¿Que qué quería hacer después de graduarme? ¡Quería hacer música! Bueno, todo el tiempo quería hacer música, quería poder vivir haciendo lo que tanto me apasionaba, incluso si no era el mejor, quería vivir bajo mis propios deseos, sin límites, viajar, conocer gente, visitar toda clase de lugares, ser libre, ser feliz realmente persiguiendo mi propio sueño.
Pero eso era algo que John Casablancas no podría comprender.
–No lo he decidido aún –mentí –pero seguro que cuando llegue el momento lo tendré decidido.
–No puedes vivir tan a la ligera, necesitas construirte un camino y llevar una vida correcta.
–Ah, una vida correcta, ¿como tú, papá?
–Julian –hizo un gesto de desdén, seguro que estaba muy molesto ya, pero tal vez se contenía como podía: igual que yo –la razón por la cual te pedí que vinieras es porque quiero anunciarte que he movido mis influencias para conseguirte un cupo en una de las mejores universidades de Nueva York para que estudies Economía, Finanzas y Negocios Internacionales.
–¡¿Qué?! –Ahora el del ceño tremendamente fruncido era yo – ¿Por qué?
–¡¿Acaso no me estás escuchando, maldición?! –Después de su respuesta prácticamente a los gritos, suspiró, seguramente tratando a toda costa de no perder la cabeza y recuperó su tono tranquilo: –Lo mejor para ti será convertirte en un hombre de negocios y dirigir tu propia empresa.
–Lo siento –traté de mantener el recato –no estoy interesado en cosa como esas, papá.
–¿Y en qué estás interesado entonces? Deja de tontear con esos chiquillos con los que te vi hoy, ¿crees acaso que realmente el mundo es solo diversión y tonterías de adolescentes? ¡Madura de una vez, Julian!
Pero ya no podía contenerme más, tenía que decirle lo que de verdad pensaba aunque tratara de hacerlo de un modo sutil y no tanto como era a mi manera, de cualquier manera tenía que saberlo.
–No quiero ser ningún hombre de negocios como dices, no podría pasarme la vida en una aburrida oficina haciendo algo que odio hacer, ¡entiéndelo de una vez! –Me miró, sorprendido al verme desafiándolo de nuevo –espero que tu siguiente hijo no te decepcione como yo, y se convierta en un hombre de negocios que todos los días use traje y corbata y solo dé órdenes sentado todo el día frente al escritorio de una oficina. –Me puse de pie y él me examinó con asombro en cuanto vio la determinación de mis palabras –Sé feliz construyendo una familia Casablancas en la que todos tus hijos sean empresarios, abogados, doctores, o lo que quieras, lo que a ti te interesa, pero a mí déjame fuera.
Él lo quiere fácil
Él lo quiere relajado
Dije, puedo hacer muchas cosas
Pero no puedo hacer eso
Dos pasos adelante
Entonces tres pasos atrás
De acuerdo
Me encaminé a la puerta, dando por terminada la conversación.
–¡Escúchame de una vez, mocoso! –Se puso de pie, lo que percibí, incluso aunque me estaba alejando, pero su voz me hizo detenerme justo cuando estaba frente al portón de salida – ¿Cómo planeas vivir entonces si no haces nada productivo con tu vida? ¿De dónde sacarás el dinero para siquiera sobrevivir?
–"El fin no tiene fin". –Contesté con serenidad, poniendo mi mano en el domo de la puerta.
–¡¿Qué quieres decir, con un demonio?!
–Que algo surgirá: voy a demostrarte que puedo sobrevivir sin ser como tú quieres, solo espera y verás.
Y sin más, abrí la puerta y salí de allí, silbando con tranquilidad una nueva melodía que se creaba en mi cabeza: "El fin no tiene fin".
No son los secretos del gobierno
Los que hacen que seas tonto
Oh, es al revés
El fin no tiene fin
El fin no tiene fin
El fin no tiene fin
*****
*NOTAS DE NIIUMMY SARANG*
Bueno, realmente espero que les haya gustado el capi tanto como a mí.
También, tengo algo súper importante por anunciarles: que esta madrugada publiqué "La guitarra de Nick se ha perdido", una divertida y algo misteriosa historia respecto a lo que ocurrió a principios de este año, pues la guitarra de Nick realmente se perdió y hasta donde sé, aún no la encuentran. Entonces le echaré muchas ganas como a mis otros fics y espero que les guste, el link está justo aquí, como un enlace extremo, aunque también pueden buscarlo directamente en mi perfi. También, si hay aquí seguidoras de Arctic Monkeys & Alex Turner, estoy escribiendo también "R U Real, R U Mine", seguro que les gustará-
Si les gusta lo que escribo, recuerden votar, comentar, compartir, agregarme a sus bibliotecas, seguirme aquí y en mis otras redes...
¡Los quiero! Gracias por su apoyo y hasta pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top