Diez decisiones dan forma a tu vida 

Te darás cuenta de unas cinco

Al final sí que había conseguido zafarme de ver a mi padre, al menos por esa vez. De lo que no tenía idea es que poco después aparecería en mi vida, ¡sí señor! Con sus exigencias y su conocida costumbre de volcar mi vida como un remolino.

Mientras tanto, yo estaba llevando las cosas por el buen camino...

Ahora pasaba tiempo con mis nuevos amigos y era divertidísimo, no pasó mucho hasta que pude escucharlos interpretando, tal y como quería, y les juro que no me decepcionaron en absoluto, ambos tocaban desde que eran unos niñitos, y cuando digo niñitos hablo en serio, ¡Nick tocaba la guitarra desde los tres años! Y eso solo por darles un ejemplo apenas interpretable de lo buenos que eran.

Se me ocurrió que sería una gran idea presentarle los chicos a Nikolai y viceversa, y eso fue justo lo que hice, invitándolos a todos a mi casa para comer una merienda casual después de las clases, y eso no era común en mí, como imaginarán, por lo que los tres sospecharon que algo estaba por suceder, mucho más cuando le pedí a Nikolai que llevara su bajo pero no le dije para qué.

Les hablé de todo lo que pensaba de los tres, que para mí eran músicos excepcionales con cada una de las cosas que hacían y que definitivamente debían conocerse porque se llevarían muy bien. Al principio mi mejor amigo parecía algo tímido, como solía ser con los desconocidos, pero después entraron más en confianza y un par de horas después de conocerse reían a carcajadas por una broma que había hecho Fabrizio sobre las baquetas y el cuerpo de no sé quién. 

-Entonces también tocas -Nick señaló de pronto el bajo de Nikolai con una sonrisa - ¿puedes enseñarnos un poco?

Ah, sí, ya me había olvidado del motivo principal por el cual los había juntado

-¡Oh! -El castaño se sonrojó ligeramente -pues, no soy tan bueno ni nada, solo lo hago por diversión.

-Vamos, no seas modesto -intervine -eres demasiado bueno y lo sabes, solo deja que te escuchen.

-No exageres, por favor -increpó -me avergonzaré más al saberlos decepcionados.

-Vamos, no hay lío -Fabrizio le sonrió, cálidamente como acostumbraba a hacerlo -sólo toca un poco, no hay que ser un genio musical, la gracia es precisamente divertirse con ella, porque la música sólo nos trae cosas buenas y maravillosas.

-¡Wow! Sabias palabras, Fab -sonreí, palmeándole la espalda mientras él me sonreía igual.

Nikolai se encogió de hombros, y casi como resignado, empezó a tocar la canción que más le gustaba de su banda favorita, deleitándonos con aquellas excepcionales notas.
Mis dos nuevos amigos quedaron verdaderamente impresionados con las habilidades del franco-ruso, y Fabrizio pareció inquieto de repente, a pesar de que Nick estalló en ovaciones para el bajista.

-¿Qué sucede, Fab? -Le pregunté al chico, que ahora lucía pensativo.

-Es que... de repente se me ocurren varias cosas -confesó.

-¿Como cuáles?

-Bueno... -se encogió de hombros y plegó los labios -tenemos un guitarrista, -señaló a Nick -un bajista, -Nikolai -un vocalista, -Yo -y me ofrezco como intento de baterista - ¡qué modesto! - ¿Por qué no nos juntamos para ver cómo sonamos en conjunto? Quién sabe, tal vez algo bueno resulte.

Los chicos y yo recordaríamos aquellas espontaneas palabras por el resto de nuestras vidas.

Me reí, inconteniblemente y de la nada ante la confusión de los chicos.

-¿Y ahora qué bicho te picó? -Indagó Nikolai, mirándome raro.

-Es que quería que se conocieran precisamente para pedirles que interpretáramos algo juntos alguna vez, pero Fabrizio me ha ganado en la propuesta.

Ahora los cuatro reíamos como idiotas, pero era divertido.

El sábado de esa semana nos reunimos en casa del mismo Moretti, pues allí se encontraba su batería y obviamente era el instrumento más difícil de cargar, y se nos ocurrió interpretar la canción debut de mi banda favorita: The doors, ¡cuánto me gustaba su música! Ellos conseguían transportarme a otro lugar, es difícil de explicar, solo quien siente la música realmente en lugar de solo escucharla podría entenderlo.

Fue inexplicable la sensación que me trajo cantar con mis amigos, estábamos bien sincronizados a pesar de que ni Nikolai ni yo habíamos tocado antes con una banda y era la primera vez que Nick y Fab se acoplaban a nosotros también. En ese instante en el que pude cantar con tranquilidad, mi mundo se iluminó, la sensación de hacer música junto a otras personas, el sentimiento de expresarme libremente, el sentir cómo mi voz fluía a través de los amplificadores, a pesar de que sólo se tratara de cuatros chicos con pobres instrumentos musicales en el sótano de una casa.
Algo dentro de mí se había removido, algo estaba cambiado. Me sentí decidido y motivado, había algo que debía hacer, empezar y concretar, y por primera vez sentí que podría hacer cosas importantes y llevar mi vida a otro nivel.

Tiempo después estas palabras de ahora cobrarían un sentido más que significativo para mí.

Una noche, después de las clases y de haber estado con mis amigos, mi padrastro llamó a la puerta de mi habitación, y no dudé en invitarlo a seguir.
Hablar con Sam siempre era un nuevo descubrimiento, más que un padre incluso, era mi maestro. Yo sentía en realidad que podría dejar la escuela si fuera posible para pasar los días enteros hablando con él, pues definitivamente aprendería mucho más junto a ese hombre sabio y excepcional.

-¿Adivina qué? -Me dijo después de una charla interesante como todas las que tenía con él -The doors ha lanzado un nuevo álbum y... -de repente sacó de su espalda un costoso ejemplar de dicho álbum -quiero que lo escuches -me lo entregó con una gran sonrisa -disfruta la música, el arte, la vida, porque sólo se vive una vez.

Así, me dio un suave y efímero abrazo, una palmadita en el hombro y salió de mi habitación sin más.
Apenas y se fue, corrí al estéreo y reproduje mi nuevo tesoro. Entonces la música comenzó a fluir, a penetrar fuerte en mis oídos, a hacerme estremecer. ¿Recuerdan que les dije que solo quien siente la música de verdad podría entenderme? Bueno, pues deseo de verdad que la música cause en ustedes alguna vez las sensaciones maravillosas que me ha causado a mí.

Esa noche, escuché uno a uno cada instrumento, porque en mi cabeza las canciones se fragmentaban y cada parte era igual de importante a las demás. Entonces lo supe, supe que lo que quería hacer por el resto de mi vida era música, música para siempre y siempre, hasta que el eterno sol se apagara para mí.

Por qué no probarlo todo 

Si sólo lo recuerdas una vez

*Notas de la autora*

Hola de Nuevo!! Aww me encanta estar aquí y lo saben, muy puntual hoy les traigo un nuevo capi, espero que les haya gustado. Les contaré un secreto: la primera vez que escuché la canción que cité hoy, lloré dos días seguidos jaja No lo sé, es hermosa, realmente hermosa, y así fue como nació este Fanfic y toda esta hermosa locura que tanto amo escribir.

Hablando de mis emociones y pensamientos, antes de irme quiero contarles que he decidido crear algo nuevo llamado "Experiencias aterradoras y cosas que sólo me pasan a mí", disponible en mi perfil, Un pequeño lugar para contarles mis anécdotas, mis pensamientos, mis sueños, lo que estoy haciendo o quiero hacer... Por favor pásense y denle una ojeadita, quizás les guste.Por el momento esta loca escritora tratará de dormir (es media noche y debo descansar), así que sean muy felices, voten, comenten y compartan mis historias, sigan agregándome a sus bibliotecas y siguiéndome, y gracias por tanto!! Los quiero y les avisaré de mis nuevas aventuras creativas cuando sea^^