OO5

O6 : O2 pm.

Caminaba acompañado de Timba, Rius quería presentarnos a otras personas, había dicho que eran grandes amigos, que se encontraban en una cafetería. No menciono nombres o si uno de los dos los conocíamos, solo nos ordenó ir lo más rápido posible para pasar un buen rato.

Sobre Timba, el no se despegaba de mi en ningún momento, parecía ser mi nuevo mejor amigo, aunque no se si el me considere así. Me sentia comodo, me recordaba a Raptor, el jamas me dejaba solo por miedo, él conocía mis puntos débiles, por eso era quien escogía a mis amigos, sabía que con cualquier cosa podía romper en llanto.

Abrace su brazo, esperaba que eso no le molestara, me sentí más confiado al sentir como se solto y me abrazo por los hombros, asi llegamos hasta el restaurante, tenía un toque ochentero, suelen gustarme varias cosas de los siglos veintes a los noventas, aunque por mayor parte son de la época victoriana ya que hay algo que de esa época logra llamar mi atención.

Nos acercamos a una mesa, estaban Rius con Sparta y Víctor.

Sparta estaba cruzado de brazos con una pierna encima de la otra, su mirada no se despegaba de mi, volví a temblar de repente, me sentía incómodo y tenía miedo de lo que pudiera decir. Rius se sentó al lado de la ventana, Timba en medio y yo en la esquina. Timba los conocía ya que los saludo como si nada.

Víctor sólo estiró su mano hacia mi para chocar los cinco.

Víctor era de esas personas con la aprobación de Raptor, el fue mi amigo desde primaria, me juntaba con el y jugábamos bastante pesado, fue quien me apoyo en todo, alguien que siempre quise mucho. En secundaria por suerte nos tocó en el mismo grupo, como suele pasar los amigos se separan, hay pocas veces que siguen siendo mejores amigos... pero no corrí con la suerte.

Raptor se molesto muchísimo con el ya que decía que no era mi amigo si no mi enemigo.

[. . .]

La vez que Raptor se molesto fue por que me gustaba una chica de nombre Tina, Víctor siempre estuvo ahí para tratar de ayudarme. Esperábamos al profesor de geografía en el salón doce, todos estaban en sus grupos y otros fuera de sus lugares, incluso peleando por bancos. Estaba sentado frente aquella chica de cabello rosado, sonreía sonrojada recargando su cabeza en la palma de su mano, soltaba risitas nerviosas por lo que me diría.

Estaba frente el banco donde ella estaba, ese banco era de alguien más, yo había ocupado uno de la otra esquina. Al estar á su lado no podía hacer nada más que permanecer con una pequeña sonrisa, hasta que comenzó.

— oye... te quiero decir algo pero... ¡mejor no! — intento contarle a alguien pero al darse cuenta de con quien hablaba comenzó a tartamudear y jugar con sus dedos rompiendo la buena postura que tuvo desde un inicio.

— tranquila, cuéntame lo que quieras, de aquí no sale nada, ocultare todos tus secretos, tienes confianza conmigo. — dije sin borrar aquella sonrisa, creo que por lo que dije ella logró tomar confianza y contarme de una forma no tan directa.

— es que me gusta alguien que su nombre comienza con V y...

— Víctor. — respondi de inmediato, ella asintió, me lo esperaba.

Víctor siempre fue ese chico perfecto, su cuerpo, sus ojos y cabello y sobre todo su forma de ser. En cambio yo soy lo contrario.

Todas las mujeres siempre me piden que se las presente a el al ser yo su mejor amigo, pero jamas lo hago para no molestar a Víctor. En los comienzos nosotros estuvimos juntos todo el tiempo, en los módulos libres, en los grupos siempre estábamos los dos, en receso y hasta para irnos a nuestras casas ya que vivimos sólo a unas casas de diferencia.

Tina sonreía sonrojada, ella sabía que me gustaba ya que me había declarado mucho antes y a pesar del rechazo me mantuve a su lado. No quería dejar de pelear a medio camino, creía estar cerca de mi objetivo pero si ella fue linda era para tomar la confianza del mejor amigo de la persona que le gustaba.

El profesor llegó y la clase comenzó, estaba con Víctor hasta el fondo, el comía unas frituras y yo usaba mi teléfono. Escuchamos unas pisadas ligeras así que no nos asustamos, era Tina quien lentamente se acercaba a Víctor, se sentó en el banco desocupado de su lado sólo un rato. Muchos los miraban, apagué mi teléfono y los mire...

— Víctor... ¡toma! — dijo la única chica del fondo con tan encantadora sonrisa, le acerco una carta con dibujos y una nota, ella es conocida en la escuela por sus hermosos dibujos, Víctor la aceptó.

— leelo en voz alta. — me acerqué para ver, sabía lo de Tina y aunque eso me rompiera el corazón quería saber lo que escribió.

— desde hace mucho tiempo me gustas... — comenzó Víctor a leer la carta con varios alumnos alrededor, parecía que el profesor no nos noto, aunque ahí no le preste mucha atención a el ya que sólo esperaba a que llevaramos el trabajo — me gustaría ser algo más que tu amiga, soy muy amiga de Mike y conozco muchas cosas tuyas, deseo estar contigo y darte muchos besitos y hacerte dibujos ¿Qué dices? — terminó de leer, esperaba que fuera largo pero los dibujos que le hizo lo compensaba — si, déjame pensarlo...

Víctor sabía que Tina me gustaba, todos se sentaron sin no antes decirle aceptala. Siempre me quedaba con el, al tomar todos sus lugares el guardo sus cosas junto conmigo ya que el módulo había terminado.

— ¿la vas a aceptar? — pregunté colgando mi mochila en uno de mis hombros al igual que el. Deseo la felicidad de ambos así que prefería que la aceptará.

— no voy a traicionar a mi mejor amigo. — respondio con seguridad, con su otra mano tomo mi hombro pensando que la rechazaría.

Mientras íbamos al salón para la clase de español varios compañeros y amigos le pedían aceptarla, igual todos sabían que Tina me gustaba, no sentía tantos celos a decir verdad.

Al llegar tomamos nuestros asientos, ahí estaban escogidos. Víctor estaba en la pared en el tercer banco, yo estaba dos al lado y Tina hasta las del fondo, estaba haciendo ahí la tarea de matemáticas ya que después de español tocaría matemáticas que es la última clase y podríamos irnos.

Comencé a escuchar sollozos a mi lado... la incomodidad había vuelto, quería voltear pero tampoco quería verme como un chismoso y tampoco quería incomodar a la persona. Escuchar el nombre de aquella persona fue lo que me hizo levantar la mirada y moverme de mi lugar...

— Víctor no llores... — dijo uno de los chicos alrededor de Víctor quien estaba llorando, cubría su rostro con sus brazos recargados en la mesa del banco, yo mejor que nadie lo conozco, es muy sensible y más con todo esto.

Molesto por el comportamiento y reacción de mis compañeros me levanté y golpee el cuaderno de matemáticas contra mi mesa, muchos se fueron a sentar, me decían "madre de Víctor" ya que solía regañarlo por las tareas o estar protegiendo a mi mejor amigo siempre ya que para mi es como una responsabilidad. Al llegar comencé a empujar todos a sus lugares, la mitad estaba junto Víctor y la otra con Tina.

— ¡vallanse a sentar de una vez! — grite molesto aprovechando la ausencia de la maestra y la jefa de grupo.

— Mike tiene razón vallanse a sentar. — dijo uno de los terceros, a pesar de no ser cercano ni a mi ni a Víctor.

— ¡tu también, sólo yo puedo estar con el! — no eran como celos, sólo se necesita de una persona para calmarlo, iba a sacar del banco de frente a un amigo mío y de Víctor, Acenix. El y Víctor son grandes amigos así que Víctor lo tomo de la muñeca para que no se fuera — ¿Qué paso?... — pregunté preocupado acariciando su cabello.

— seguro es por que todos vienen a pedirle que acepte a Tina... — respondio Acenix por el, gracias al llanto Víctor no podía ni hablar — Tina también está llorando pero nadie se atreve a correrlos más que tu, y los que son capaces no lo hacen.

— ni modo, con que Víctor este bien me basta. Oye... no tienes que aceptarla si no quieres, no es traición a mi, si la quieres aceptarla hazlo. — dije posando mi mano en su hombro para después abrazarlo.

La maestra finalmente había llegado, yo me había ido a mi asiento, ella no pregunto ni por Tina ni Víctor, Víctor ya se había calmado pero Tina seguía en un mar de lagrimas tratando de hacer el menor ruido posible, ella había mencionado que ella lo hacía por creer que fue su culpa hacer llorar a Víctor.

Unas palabras de un compañero me dejaron pensando, ¿Realmente soy el malo?...

— por tu culpa.

En esas simples palabras había demostrado desprecio y odio hacia mi, iba del lugar de Tina, todos sabían que ella me gustaba y Víctor era mi mejor amigo, cualquiera podía pensar que yo le dije a Víctor que no la aceptará o no lo hace por mi, por contarlo como "traición" cuando yo mencioné que prefiero su felicidad a la mía.

Los siguientes días iba con incomodidad pero Sparta no me dejaba estar triste, siempre me regañaba diciendo que no estuviera con la mirada baja, que llegará como si nada me afectaba, le hice caso.

Así hasta contarle a Raptor que Víctor finalmente aceptó a Tina, el decía que sólo lo hacía por mi y para que a ella no se le rompiera el corazón.

— ¡¿ese idiota hizo que?! — grito Raptor molesto, la llamita de su cola se había encendido, estaba algo asustado pero no iba a correr.

— ¡Tina ya no me gusta! Tranquilo... — nos trate de excusar, claramente no me creyó ya que siguió gritando.

— ¡te confíe con ese estúpido y te traicionó, ya no estés cerca de el! Lo que viene para el será mucho peor. — dijo molesto mordiendo una de sus uñas para no explotar.

Además de que Raptor lo pidió, el me dejó de hablar. Me sentí abandonado, me clave en mi cuerpo al sentir que no le agradaba ya que desde aquel entonces me comenzó a evitar. Cuando Ela me dejó comencé a ver todo desde otra perspectiva, comencé a vomitar toda la comida, sólo Raptor sabía y por eso el se fue de Madrid.

[. . .]

— ah... ¿Mikel? — Víctor trato de llamarme, estaba perdido en mis recuerdos que no lo había notado, habían comenzado a formar sus grupos — ¿Cómo has estado? Te miras más... delgado. — mencionó incómodo, ¿Me prefería antes o sigo viéndome horrible?...

— yo hum...

— es mejor no hablar del físico que muchos se deprimen por eso, hay que hablar sobre... no se, cosas que les han pasado o algo así. — se metió Timba, noto la incomodidad de ambos al hablar del físico así que nos ayudo a pasar la página de la conversación.

— ¿Y la pulsera que me diste el día del amor y la amistad? — pregunto después de un largo rato, el llevaba aquella pulsera blanca a cualquier lado.

— ¿la pulsera? La perdí... sabes que estar viviendo con mis cuatro hermanas y tener algo tan pequeño como una pulsera es difícil de mantener en un sólo lugar. — respondí mientras reíamos levemente.

— por suerte yo no tengo hermanos y aún conservo la pulsera.

— ¡ejem! — se aclaró la garganta el más joven de los presentes de la mesa. Trataba de llamar mi atención y la de Víctor, no era tanto por Timba y Rius, si no por nosotros — Víctor ¿te importa si hablo un rato con Mike y no te metes? — pregunto sin despegar su mirada de mi, estaba tan cómodo con Víctor, hace mucho no lo veía, ya casi se iba a cumplir un año.

— yo... eh... es que nosotros ¡no! Digo pues hum... — Víctor no sabía si aceptar, parecía querer decirle que hablará con Timba y Rius.

— gracias, callate. — lo interrumpió, no había ni recibido un "no" o "si" como respuesta, recargo su cabeza en sus manos, mirándome con una sonrisa — ¿ahora vienes a sacar a alguien de esta mesa de la ciudad y separarnos?

— ¡cállate! — grite molesto.

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