— Loon, basta, ya estas pesando 23 kilos. Tus costillas se notan demasiado, es feo. — se quejó su amiga, ella estaba preocupada por la salud y bienestar del menor. Trataba de comprenderlo y ayudarlo, pero le era imposible.

— Estoy bien así, ya casi alcanzo la perfección.  — la miraba con su único ojo descubierto, le daba pena mostrar sus "extraños ojos" según el, por esa razón cubría el de color rojo dejando a la vista el azul.

— Ser perfecto no significa morirse de hambre, vestirse bonito, maquillarse u operarse. — le dijo una voz a sus espaldas, aquella voz le pertenecia a su amor platónico.

— Bonnie tiene razón, además tienes que preocuparte por otras cosas.

— ¿Por qué no me dejan tomar decisiones por mi mismo sin opinar? Es mi vida, yo quiero ser perfecto.

Ninguno de los dos pudo decir más, él se había ido casi corriendo de allí, ambos se preocupaban por la salud de su amigo, no era nada sano lo que hacía, era riesgoso.

— ¿Hay algo qué yo pueda hacer? — le preguntó a la chica.

Ello lo miro para asentir con algo de tristeza.

— En realidad si, pero dudo que lo vallas a hacer. 

— Mientras el este bien lo haré, es mi amigo.

— Ese es el problema, solo sos su amigo y él no te ve de esa forma.

Bonnie si sabia sobre los sentimientos del menor, pero a el le gustaban las chicas y se lo hizo saber, por esa razón Loon esta dejando crecer su pelo y quiere perder Peso, se viste más femenino que antes. Se estaba volviendo algo que no era solo para conseguir el amor de alguien que ni lo quiere.

— Okey... Si eso lo hace feliz lo haré, estaré con él. — le dijo a la chica mientras miraba al castaño que se había sentado bajo de un árbol.

— No funcionará, él quiero que lo ames de verdad, no por compromiso o algo parecido.

— Entonces tendrá que enamorarme, no será tan difícil, pero no hace falta que haga eso.