14
— Tengo que volver o mi tía se preocupará.
— ¿Tan pronto? — la voz del azabache sonó algo decepcionada, no quería que su hijo se fuera —. ¿No te puedes quedar solo por hoy?
Tomó las manos del menor, apretándolas. Peter podía jurar ver un brillo en los ojos del mayor, y él no se lo quería quitar, además, quería pasar tiempo con sus padres, al menos los que si estaban vivos y pudo recuperar. Pero no podía.
— Le prometí a mi tía regresar temprano, y ya son más de las 8. Ella debe de estar muy preocupada, en serio .
Explicó algo nervioso, no quería que su padre se pusiera mal o esté triste por su culpa. Él también quería quedarse con Loki, con ambos y que le contaran sus historias, una que otra anécdota, momentos penosos.
— ¿Te puedo acompañar entonces? — preguntó. Llevó una mano hacia la mejilla de su hijo, acariciándola con su pulgar.
Detrás de ellos el rubio al ser ignorado por su reciente familia recorría con la vista el departamento, buscando algo interesante con lo que podría jugar luego. Comenzó a caminar lentamente, cuidando sus propios pasos para no tropezar con las trampas para ratas que había en el piso, mismas que habían sido puestas por Loki con su magia antes de que llegara.
— Eso me encantaría — sonrió alegre. Y justo en ese momento se le ocurrió una gran idea, abrió los ojos e hizo su sonrisa aun más grande — ¡Podré decirle a mi tía sobre ustedes!
— ¿Qué? — soltaron ambos padres al mismo tiempo, poniendo una expresión de sorpresa.
— ¡Si ella sabe sobre ustedes podríamos estar juntos siempre que queramos! No tenemos que escondernos, podemos ser una familia junto a ella, la adoraran, es muy comprensiva y tierna.
Loki volteó para ver a Fandral, quien se veía igual de preocupado que él, ellos no conocían a esa mujer, tampoco sabían como era o si reaccionaría mal. Ella podría prohibirles ver a Peter. Y eso destruiría el corazón de ambos.
El rubio negó con efusividad, suponiendo que el azabache menor pensaría igual que él.
— Tu padre y yo no estamos de acuerdo con esto, al menos no por ahora. Espero que puedas entendernos.
Cuidó sus palabrasn, mirando al rubio que se había acercado de vez en cuando, pidiendo algo de ayuda. Peter los miró con tristeza, él creía que ellos aceptarían e irían con su tía así hablarían los cuatro.
De verdad quería unir a toda su familia, más ahora que los recuperó.
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