Cuando entró a la cocina vio como su padre vaciaba el veneno para ratas dentro de un vaso con agua, y lo revolvía con una cuchara que tenía al costado para mezclarlo bien.

— ¡No te lo tomes! Aun tenemos que hablar de muchas cosas, pasar tiempo juntos — dijo Peter acercándose a Loki para intentar sacarle el vaso.

— No me lo voy a tomar, es para tu padre.

Sonrió con malicia al escuchar el bufido de su hijo, se sentía feliz, y aun no podía creer que estaba a su lado, después de 16 años lejos, al fin lo tenía con él. Dejó el vaso y se volteó para abrazar al menor que le correspondió confundido.

— Te extrañé tanto. Había días en los que le preguntaba a Heimdall por ti, pero tenía prohibido decirme siquiera tu salud.

— Yo aun estoy sorprendido, mi tía jamás me dijo nada y.. ¡Mi tía! ¿Ella sabia esto? — se alejó unos centímetros sin soltar a su padre, lo tenia agarrado por los brazos.

Ahora mantenía una mueca de confusión y enojo, si su tía sabia de esto y no le dijo nada de verdad se enojaría con ella por esconderle algo tan grande. Pero, si ella tampoco sabia nada le contaría toda la verdad y esperaría a que lo aceptara.

— ¿Esa mujer fue la que te cuidó?

— Si, ella y mi tío Ben, pero él.. Ya no esta..

Loki vio la tristeza en los ojos de su pequeño, llevó una de sus manos hacia la mejilla de chico donde acarició con cariño, Peter se dejó mimar por su padre mientras cerraba sus ojos y se relajaba. Esto era nuevo, pero le gustaba, se sentía bien.

— Todo esta bien — susurró el oji verde, volteó a ver otra vez el vaso antes de decir — Dentro de unos minutos viene Fandral, ¿Me ayudas a intoxicarlo?

— ¡Papá! — soltó a su padre y lo miró con reproche.

— Solo bromeaba, no necesito tu ayuda para matarlo.