XVI


En serio, no logro comprender ahora mismo lo que estoy haciendo. Pero menos aun lo que pasa, es decir, esto no tiene nada que ver con la historia pero no para de rondar ahora mismo por la cabeza. No lo entiendo, es decir ¿es normal que extrañe a la persona que más me ha hecho llorar? Es decir ¿es normal seguir queriendo a alguien con quien no he vuelto a hablar? Es decir ¿es normal que aún me duela el pecho o que se me empapen los ojos cada vez que pienso en ella?

A veces me pregunto por qué no puedo llegar a ser la clase de chico que todas las chicas dicen que somos los tíos. Quiero decir, el típico cabrón que va de chica en chica sin importarle los sentimientos de nadie, que solo le importan los suyos. El típico gilipollas que sale de fiesta todos los fines de semana y se lleva a dos tías a la vez y hace apuestas de ver quién consigue follarse a la tía más buena. El típico imbécil que le dice a una lo especial que es para él mientras tiene ocho ventanas más abiertas. Sin duda así no me estaría comiendo tanto la cabeza, viviría la ley del amor libre.

Por desgracia no era, ni soy, esa clase de persona, va en contra de quien soy, una persona que estuvo locamente enamorado de alguien. Y sigo loco por alguien que tengo la sensación que no siente ya nada por mí, que cambiará, se volverá alguien diferente, una completa desconocida, pero una desconocida por la que lloraría si la viese.

Es decir, la añoro, bueno, añoro que me dedique canciones que tan bien nos definían o definían sus sentimientos, que me diga frases tan hermosas sacadas de sus emociones. Es decir, ella me encanta, ella me encanta con solo decir "hola" o "adiós", mires por donde lo mires te atraerá.

Es decir ¿por qué me pongo a llorar al escribir esto? ¿No me había propuesto olvidarla o simplemente me encanta engañarme a mí mismo? O más importante aún: ¿Por qué realizo preguntas de las que yo mismo conozco las respuestas?

Tengo la sensación de que debería parar de escribir ahora mismo, que no vale la pena narrarte lo que te estoy plasmando con palabras, que no vale la pena seguir teniéndola presente en mi vida. Pero que va, no puedo, al fin y al cabo te estoy escribiendo el último recuerdo que tengo de ella, aunque no paro de irme por las ramas, eso es de lo que te estoy hablando, de mi último recuerdo de ella, aunque parezca confuso, ya poco a poco llegaré.

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