¿Sabes qué? Lo que me encantaría ahora mismo es poder retroceder al pasado, al comienzo de mi vida, pero sabiendo lo que me espera. ¿Por qué? Pues porque quiero vivirlo todo de nuevo, pero aprovechando cada instante lo mejor posible. Es decir, no quiero volver al pasado para cambiar todo lo que he vivido, quiero volver al pasado para poder revivirlo.

¿Te imaginas lo que sería eso? Vivir tu vida otra vez, cometiendo exactamente los mismos errores. La gente puede que piense que no, que lo correcto es corregirlos, no cometerlos, hacerlo todo bien desde el principio. Sin embargo, yo creo que ahora mismo soy quien soy y he conocido a quien he conocido por los pasos que he tomado cada mañana al levantarme.

Claro está que esta idea tiene algo más que no sé si has visto entre sus líneas: quiero volver al pasado para revivir cada uno de los momentos que pasé a su lado. Sería como releer mi libro favorito, volver a ver mi película favorita, pero esta vez fijándome más en los pequeños detalles, quedándome con cosas que puede que en su momento no me percatara.

Y no solo por eso, sino porque esta vez podría saber perfectamente cuando sería la última vez que fuimos juntos al cine, que cenamos fuera, que fuimos a la playa, que nos bañamos en el mar, que dimos un paseo por la orilla, que nos fuimos de acampada, que nos fuimos de caminata, que estuvimos de apartamento o de hotel, que vimos una película acurrucados el uno con el otro, que nos hinchamos a comida basura, que nos fuimos de fiesta, que le regalé un ramo de flores, que vi su sonrisa, que la hice sonreír, que la abracé, que la miré a los ojos, que la besé...

Sabiendo todo eso aprovecharía cada momento que no volvería a tener a su lado al máximo. Es más, si hubiera sabido que aquella vez que la vi en el aeropuerto era la última vez que la iba a ver no hubiese estado evitando mirarla a los ojos, no le habría dado tan pocos besos, y menos aún le habría dado abrazos tan flojos. Si volviese el tiempo atrás aprovecharía mejor ese momento.

Y es que en el fondo se ha dicho, se ha repetido y todo el mundo lo sabe: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.