capitulo 87

Su mirada inyectada en sangre se quedó contemplado por unos segundos el celular roto en su mano, lo empuño con tanta fuerza mientras hablaba que al finalizar la llamada lo terminó haciendo añicos, imaginando que apretaba el cuello de esa persona con la que habló hace un momento.

‹No reconocí su voz por lo tanto pueda que no lo conozca o tal vez pero no lo recuerde... Sea quién sea lo pagará muy cara, le haré sufrir tanto que deseará la muerte pero no lo mataré. Lo lanzaré a la pecera para que nade con mis bebés, ellos tampoco lo matarán solo "jugaran" con él como si fuera una bola solo que de carne y muy frágil.› Sigue apretando el celular roto en sus manos.

La sangre no tardó en escurrir desde su palma hasta sus codos, pero él seguía sin sentir dolor y solo dejó que la sangre siguiera fluyendo; manchando con su sangre los restos de ese móvil que caían encima de la cara del hombre tirado en el suelo y que está siendo pisado fuertemente por los pies de Luther. Rompiéndole la carne con la plataforma de la suela de sus zapatos.

‹Fuí atrapado mucho antes de poder informarle a mi maestro de la actual situación, pero no estoy preocupado porque es hombre que entiende rápido... Se suponía que no fallaría.

Solo teníamos que incapacitar por lo menos un mes a Dean Bennet, era el tiempo suficiente para que mi maestra se empezará a mover sin la intervención de la gente de Dean Bennet.

Averiguamos que el personal de Dean Bennet no obedecía a nadie que no fuera él, eso era muy beneficioso para nosotros porque ellos solo estarían concentrados en proteger a su maestro con su vida si es necesario. Sin embargo, nos tomo por sorpresa que con una sola palabra del joven maestro Luther, cada uno de ellos bajaron sus cabezas y salieron a cumplir las órdenes del inexpresivo pero sanguinaria mirada alfa ojos celeste.

Fue tan eclipsante de ver porque era como estar viendo su padre, aquel hombre tan formidable e indomable que sin parpadear atravesó hombro, brazo, pierna de su tío cuando este lo quiso detener mientras huía de la familia Borgia.›

Es con el hijo de su tío con quién se suponía que Tiago tenía que casarse, el cual vendría siendo su primo hermano porque el tío de Tiago también era hermano y tío al mismo tiempo él. Cuando Luther se enteré que la familia de su padre son peor que los cerdos querrá vomitar de lo aberrantes que son.

-Quién te dió el permiso de perderte en tus pensamientos.-Pisa con más fuerza el cuerpo del contrario.

-¡Aaagh!-¿Por qué siento dolor? Mi cuerpo ni siquiera debería de sentir algo, pero es como sí el supiera que nervio tocar para activar el dolor.

-¿Acaso tienes la adorable esperanza de que esa basura vendrá a salvarte?-Pregunta con burlas.

-¡No insultes a mi... ¡Aaaahg!-Se retuerce de dolor tras ser cortado como si fuese un salmón.

-No grites estamos en hospital y ahí dice que debemos guardar silencio.-Susurró entre una sonrisa verdaderamente de un psicópata y la sangre en su pálida piel lo hace ver mas aterrador.-Esa basura pronto te hará compañía.

-No... No es alguien que puedas tocar tan fácilmente.

‹Dónde salió mal? Ingresamos al hospital desde hace un mes atrás, nos mezclamos con los demás pasantes y nos llevamos bien con ellos para no levantar sospechas... Todo era perfecto, ¿entonces por qué sucedido algo como esto que ni yo, un profesional no lo vio venir?

Fuí entrenado rigurosamente por mi maestro y perder contra un niño es verdaderamente vergonzoso, ¿cómo podré verle la cara a mi jefe? No podría...› Está contemplando la idea de provocar todavía más a Luther y de esa manera morir rápido para no ser interrogado.

-Hay miles de manera de atrapar las ratas que se creen leonés.-Le piso la cara.--Ni con los trucos mas sucios no podrán con mi hombre.-Dijo con una sonrisa tan espeluznante que te otorgaba escalofríos, uno de esos que te hacen sentir que la muerte te andá rondando.

El objetivo sin duda es Dean pero hay algo mas que no cuadra aquí, ¿por qué cuando me vieron se sorprendieron y dudaron en disparar? Si le querían causar daño a Dean entonces irían por mí desde un principio, pero no fue asi es como si quisieran apartar a Dean de mi lado y de esa manera poder llegar a mí.

-Dean nunca ha sido su objetivo principal, ¿verdad?-El estremecimiento de esa persona y la sorpresa en sus ojos se lo confirmo a Luther.-Grave error el pensar que soy un blanco fácil.-Pateo con fuerza una y otra vez el pecho de esa persona.

-¡Aagh!

-Tocarlo es lo más estúpido que pudiera hacer porque sin importar que él no esté cuidado de mí, siguió siendo lo suficientemente fuerte para protegerlo y protegerme.-Si no estoy con él en estos instantes es porque estoy completamente seguro que Ian hará un gran trabajo saturado las heridas.

Mi Doberman desvergonzado solo está descansando en esa sala ya que, tuve que agregar una alta dócil de anestesia para dormirlo mientras me hacía cargó de limpiar. Porque si él sabía que seguía en peligro se negaría que Ian lo tratará, querría venir conmigo y lidiar con todas estas cosas molestas pero no lo iba a permitir. Su bienestar era lo primordial y no podía seguír perdiendo sangre.

-Si me estás escuchando déjame decirte que, ni te emociones voz de mierda.-Le habló al aire.-Felicidades.-Sonríe.-Si antes tenías que lidiar con una bestia desenfrenado que no acata órdenes, déjame decirte que ahora tendrás que lidiar con dos.-Ya no hay expresión en rostro y solo sigue pateando al contrario.

Ese hombre solo puede soltar quejidos de dolor cada vez que la suela alta de las botas, negras, de Luther se incrustan en su pecho como una flor carnívora ansiosamente por arrancarle su corazón. Asi se sentía ese hombre tirado en el suelo que había sido desarmado por Luther.

Anteriormente a él ni siquiera se le dio el tiempo de romper el veneno dentro de sus molares falsos, cuando Luther ya le había arrancando a rojo vivo la mayoría de los dientes. Se los sacó a puros puñetazos cuando ya lo tuvo inmóvil en el suelo, arrancado los del fondo con el mango del arma. "Es mejor que no te muevas sino quieres que apreté el gatillo por accidente." Advirtio Luther en ese momento mientras impactaba el arma contra los molares de ese asesino.

Luther hizo algo como eso porque recordó que los asesinos son entrenados para morir en cualquier instante por si los atrapan, solo no esperaba que sus suposiciones fueran las correctas.

Para todos los conocidos de Luther fue un severo shock el ser testigo de un lado tan sanguinario en él, se lo podrían esperar de cualquier persona pero menos de Luther y es que, estaban tan acostumbrados a su lado tranquilo y sensata personalidad que en nigún momento se esperaron algo como esto; un joven de sangre fría y mirada oscura tanto que ese color celeste era ver un tenebroso océano azul negro.

Él miraba a cada uno se sus enemigos como si fueran absolutamente nada mientras jalaba el gatillo del arma, no se tentó el corazón y mucho menos hubo remordimiento al caminar sobre los cadáveres en el piso. No tenían porque mantenerlos a todos vivos solo bastaba con uno.

En ese momento en su mente solo había un pensamiento y ese era; "todos deben morir." No iba a permitir que nadie llegará ni siquiera a unos metros de la puerta de la sala donde se encontraba su amado, siendo protegido por un séquito de guardaespaldas tanto en el interior como exterior.

-Vladi, ve y dile que puede regresar con nuestro jefe.-¿Ahora no sé a quién debería tenerle miedo si a mi jefe o ha su pareja?

‹En serio no me esperaba nada de esto y es que en mi mente Luther era solo un joven maestro amable, un chico que fue criado con tanto amor y protegido por su familia que en nigún momento iba ser necesario llegar a tales extremos. Sin embargo, fue él primero en jalar el gatillo.

No le tembló la mano y mucho menos culpa en su mirada al desvivir a otro ser humano, ya no quedaba nada de aquél joven que le disparó a alguien por primera vez en el consultorio de la supiera psicóloga que hasta el momento sigue sufriendo en el calabozo subterráneo en una de las propiedades de mi jefe.›

Fausto no sale del Shok en el que se encuentra todavía sigue escuchando la sonrisa espeluznante de Luther, al igual que cierra sus ojos y sigue encontrándose con la sanguinaria mirada celeste.

-¿Por qué no vas tú?-Lo empuja hacia adelante.

Es extraño, a mi jefe lo puedo ver ensangrentado, torturando de la peor manera a alguien y seguiría sin sentir miedo. Sin embargo, el joven maestro Luther si me hace sentir escalofríos... Él si sabe cómo esconder su lado despiadado y eso es lo que da más miedo porque no te lo esperas.

-Deja de empujarme, bastardo.-¿Qué le pasa? ¿Le da más miedo al joven maestro Luther que el demonio de nuestro jefe? Bueno, es lógico porque ese demonio está domado por su pareja y ahora sabemos del porque.

-Si siguen hablando los tendré que callar.-Declaro Diell.

-¿Cómo nos callaras?-Preguntan, inclinando sus rostros muy cerca del contrario el cual ni se inmutó y les dio un cabezazo.-Son tan ruidosos.-Dicho eso se alejó de ellos dos.-Joven maestro.-Diell fue el único que se atrevio hablarle a Luther aún sabiendo que en el estado que se encuentra su joven maestro, el alfa podria dispararle por accidente.

Es como si Luther hubiese entrado en modo loco desenfrenados, donde cabía la posibilidad de que no diferencie entre aliados y enemigos por ello tuvieron que mantener la distancia.

Al principio la reacción de las personas que trabajan para de Dean fue el poner salvo a Luther, se les había ordenado desde hace mucho tiempo que si sucedía una cosa como está su prioridad siempre tenía que ser Luther. Ellos fielmente estaban mas que dispuesto a seguir esas órdenes, pero no contaban con que Luther no necesitaba ser salvado el solo se podía salvar y proteger al hombre de su vida en el proceso.

Arrebatando en cuestión de segundos una de las armas de Diell, la que usó para atravesar la cien del enfermero que "supuestamente" le iba administrar la bolsa de sangre a Dean.

Ese enfermero desde que entró a la sala de operaciones le pareció sospechoso a Luther, el alfa se dió cuenta que algo no estaba bien y sus sentidos tan agudos como sus ansías de proteger a Dean se lo hicieron saber, que al hospital habían ingresado enemigos desde antes de que ellos llegaran y lo quisiera o no se volvería un campo de batalla por lo que tuvo la destreza de reaccionar rápido; dándole órdenes al personal de Dean.

Que todo el piso fuera evacuado sin hacer tanto escándalo para que la información no se filtrara, al ya no tener que preocuparse por los demás pacientes todos ellos le dieron la bienvenida a los asesinos.

-¿Joven maestro...?

-Estoy bien, Diell.-Le entrega el arma.-¿Le informaste a mis padres y hermanos?-Preguntó.

-No, estoy esperando sus órdenes.

-Puedes informarle lo que sucedió solo evita la parte en la que me encargue de ellos.

-Entiendo... ¿Puedo?-Pide limpiar y desinfectar la mano lastimada de Luther.

-No es necesario, le pediré a Ian que lo hoga.

-Bien.

-Fausto.-Llama al Omega.

-¿S-Sí?-Llego junto al alfa.-¿Qué necesita?

-¿Nada de esto sea filtrado, verdad?

-No, ya me hice cargo de ello y también le pedí ayuda al presidente Tyr.-Ni quiero imaginarme lo furioso que se encuentra, él también da miedo cuando se enoja.

-¿Adal también fue informado?

-Sí, ya debe de estar viniendo y tal como lo pidió le hemos puesto mucha seguridad. Es lo mismo con su familia.-Comunicó.

-Bien, sigue haciendo eso evitado que los demás se enteren que Dean fue lastimado.-Su furiosa crece una vez al recodar cómo se veía Dean después de salvarlo.-Vladi.

-¡Sí!

-Ayudarle a Diell con la limpieza de este lugar, todo tiene que quedar e implacable.-Ve al hombre en el suelo.-Con respecto a esta cosa.-Lo patea.-Ya saben donde llevarlo.

-Así lo haremos.-Responden al unísono.

-Bien, ahora iré con mi Doberman desvergonzado.-Tenia que llegar rápidamente por lo que salió corriendo.-¡¿D-Dean?!-Su voz y mirada tembló al encontrarse con su alfa, al que quería ver tanto.

Dean al nomás recodar lo primero que hizo fue llamar a Luther y al no verlo en la habitación se levantó de la camilla como si nada, sin darle importancia a las heridas en su espalda.

Ian lo quiso detener pero Dean no lo escuchó y solo salió en buscá de su súcubo, solo mirándolo y sintiendo el calor del otro se sentirá tranquilo.

-¡Mi súcubo!-Sentí como mi alma volvió al cuerpo pero también hirvió al notar la aparecían de mi alfa, su ropa era un desastre y todo él parecía que se había bañado con aguas rojas.-¡¿Quién te hizo esto?!-Sus grises ojos se volvieron negros brillantes.

-Nadie.-Sostiene en sus manos el rostro de Dean.-Solo usé mucha fuerza al romper un celular... Dean...-Ya no pudo seguir conteniendo sus lágrimas.-Tuve tanto miedo.-Solloza.

-Lo sé y lo siento.-Lo levanta en sus brazos y Luther solo se hace bolita en los fuertes brazos de su alfa, dejando que el contrario le diera muchos mimos.

.-C-Creí que te perdería.-Se ahoga con sus lágrimas.

-Eso no pasará.-Besa el cabello de Luther.-Tú y yo tenemos mucho tiempo por vivir, compartir.-Oscuridad salía de su cuerpo.-Algo como esto no es suficiente para derribarme, mi amor.

-Lo sé.-Deja de esconder su rostro en la "personalidad" de su alfa.-¿Cómo lo hice?-Sonríe, esperando los elogios.

-Lo hiciste fenomenal y mientras te veía por las cámaras de seguridad me puse de está manera.-Frota su miembro contra las caderas del joven.

-Mmm~-¿Como puede soportar tal dureza?

-Tan sensual que solo pensaba en las incontables maneras de hacerte el amor.-Besa los labios de Luther.

En realidad, todo lo sucedido fue planeado por Luther y Dean, el ingresar al hospital con un Dean inconciente también estaba en el plan. Ambos sabía que para encontrar al culpable tenía que aparentar que el alfa mayor había sido lastimado al punto de perder la conciencia, pero eso estaba lejos de ser verdad y los asesinos cayeron redonditos en la red de los dos alfas.

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