capitulo 81

Antes de bajar la escaleras se detuvo enfrente de ellas, sosteniéndose del soporte mientras inhala profundamente ese suspiro y lo retiene por unos segundos antes de liberarlo tanto por su nariz como boca. Era su método ante el nerviosismo, tenía que tranquilizar sus nervios y los temblores tan repentinos en sus manos, esos que no quiere dejar expuestos por nigún motivo cuando esté frente a Eren. No cuando sabía perfecto sobre lo perspicaz que es el ya mencionado.

‹Esto apesta maldición me siento al igual que un adolescente enamorado, si lo estoy pero no es como si no haya hecho mas que solo sostener la mano de Eren. Después de tantos años esto ya no debiera de afectarme, no tendría porque temblar mis piernas que apenas puedo estar de pie. Sin embargo, al tratarse de Eren mis sentimientos se sentirá como la primera vez que me dí cuenta que, Eren me gustaba y no precisamente por ser mi mejor amigo.›

Mikel no tenia la intención de permitir que Eren ve más allá de lo que dejara verle, tenía que mostrarse sereno y sobre todo desinteresado por su repentina visita. Preguntarle lo que busca sin que su voz se rompa en medio de la conversación.

‹Lo estoy pensando demasiado, todo estará bien él seguramente no viene a saber sobre mí, para él solo soy el hermano mayor de Lander, uno con el cual ni siquiera ha interactuado como tal mas allá de un simple saludo... Aunque en realidad nos conocemos desde la adolescencia, hicimos mas que solo estudiar juntos. Invadimos a escondidas la habitación del otro, esa primera vez Eren fue tan audaz y no muy propio en él al ingresar a mi habitación, viéndome desnudo.› Las esquinas de sus labios se levantan ligeramente, sonriendo amargamente.

Esos recuerdos únicamente viven en su memoria y eso lo vuelve tan asfixiante, tener que cargar con el peso de tantas cosas que no puedo compartir con nadie más. Entre esas cosas; la muerte de Charles.

Mikel no solo mato a Lander también lo hizo con Charles pero al igual que el Omega, el alfa también regresaba a la vida. Mientras ellos seguían como si eso nunca paso Mikel tenía que lidiar con las pesadillas, la culpa de matar, de haberse manchado las manos en vano porque los protagonistas seguían respirando y el mundo girando como si nada.

‹Eren no tiene ni la más mínima idea de que alguna vez fuimos dos locos enamorados, viviendo el dia a día al límite como si no hubiera un mañana... Comprando ropa de bebé, planeando una vida que nunca se logró...› Aprieta sus labios en línea recta mientras el ardor en sus ojos provoca humedad en ellos.

El recodar ese día para Mikel siempre se siente como si fue ayer, cuando Eren con aquella sonrisa lo levantó en sus brazos y dió vueltas mientras gritaba "¡seré papá! ¡Vamos hacer papás!" Besando el estómago plano que crecería con el tiempo.

—¿Hermano mayor?—Vio con extrañes a un inmóvil Mikel e inmenso en sus pensamientos.

Creí que ya estaría hablando con Eren es por eso que vine tan rápido como pude, quería saber de que hablaban pero eran no se encuentra en la sala. ¿Ya de fue? No, no lo creo si solo han pasado tres minutos desde que Mikel salió de mi habitación.

—¿Por qué sigues ahí de pie?—Cuestiona.—¿No piensas ir con Eren?—Su expresión no es nada buena.—No hay que hacer esperar a las visitas.

—¿A dónde crees que vas?—Enderezo su espalda, mirando seriamente a Lander.

—Voy contigo, quiero saber...

—¿Acaso estás sordo?—Señala sus oídos.—Eren me está buscando a mí.—La amargura invade repentinamente su paladar.—Es muy probable que hayas causado problemas y ahora viene este joven maestro a quejarse.—Enfatiza porque no le iba a dar motivos a Lander de sospechas de que sucede algo.

—¡¿Qué?!—¿Por qué alguien pondría queja cuando no hecho nada malo?—Me estás culpando de cosas que no...

—Y todavía tienes el descaro de negarlo, sino es así, ¿entonces por qué Luther no viene a invitarte a salir?—Le impide hablar.

<No es como si no supieras del porque está pasando eso, Luther a cambiando todo por culpa de tu obstinado hermano menor. No le costaba nada ser el protagonista masculino, iba tener el mundo a sus pies, porque crees que era bueno en todo porque así lo creé. Tenía que ser fuerte y habilidoso pero fue mi error hacerlo tan dominante.

Tenía una fuerza mental tan inquebrantable tanto que no le temia ni a la muerte, tomando la decisión de sacrificarse para que el hermano de su mejor amigo, ocupará su cuerpo y así que ayudará a Luk (Cerezo) fue un movimiento que no predije pero que logré evitar. Poniendo la actual alma en Lander en vez de la de Luther, lo hice a tiempo o sino ambos hermanos estarían vivos.>

Esa voz hablaba orgullosamente de sus crueldades, burlándose de como engaño al verdadero Lander, haciéndole creer que a quién le encomendó proteger a su mejor amigo no fue a Luther, hermano de su mejor amigo. Sino que, al actual Lander un fanático de las novelas y que soñaba un día ser el protagonista de una.

«No estás para sonreír de esa manera cuando tus creaciones se están saliendo del barco, te muestras arrogante cuando ni siquiera puedes acercarte a Luther sin temblar de miedo a que Dean te noté.» Fue el turno de Mikel de sonreír, escuchando el rechinar de los dientes de esa voz. No podía refutar lo que es tan evidente mas cuando Dean en el segundo reinicio tomo la mayor parte de energía que con tanto “trabajo” le había costado recolectar.

—¡Si Luther no viene es por culpa de ese tal Adal!

—Ya no eres un niño y deja de culpar a alguien más de tus acciones, pero es culpa de mis padres por mimarte tanto.—Niega con la cabeza.—No eres el centro de atención y el mundo no va ha girar solo porque se lo órdenes, es lo mismo con las personas; no le caerás bien a todos y mucho estarán de acuerdo con tus pensamientos.

—¡Soy tu hermano menor y como tal debería de estar de mi lado siempre, este o no equivocado!—Exclamo.—Se sabe que esa es una ley no escrita que debes de estar de mi lado, protegiendome de las injusticias.—Mira directamente a Mikel, esperando que la tristeza en sus ojos traspase el corazón del contrario.

—Y que si eres mi hermano menor.—No lo eres, nunca serás mi hermanito y no porque lleves su caparazón voy a flaquear, tirar a la basura su sacrificio.—No por eso tengo que apoyar tus delirios como estupideces.—Deja en claro.——Es mejor que vayas a empacar antes de que venga a recoger todo, porque se me olvidó decirte que es hoy, el día en que embargan está propiedad.

—¡¿Qué?!—El reclamó se plasma en su mirada.—¡Cómo puedes decir eso hasta ahora!—Enfurece.—¡Te odió hermano mayor!—Es obvio que el escuchar eso lo dejara en shock, dirá que, que puede hacer para no ser odiado...

—Deja de gritar y corre a empacar.—Yo también te odió maldito impostor.—Y no vuelvas hacer eso pucheros mientras me maldices porque es desagradable, hasta me dieron ganas de vomitar.—Retoma su camino ignorando los reclamos de Lander, ese que se quedó sin habla y consternado al no lograr su objetivo.

A Mikel le dió igual si Lander lo odiaba o no, pero eso cambiaría si el que se lo dijera fuera su verdadero hermanito, ahí si desfallece y su alma se saldría de su cuerpo.

‹Con eso lo mantendré ocupado sin que se entrometa en lo que no le importa, no voy a dejar que escuché a escondidas ni aparezca de la nada como suele hacerlo que es mas esa voz, queriendo mantener relevante al protagonista masculino. Que no olvidemos quién es el protagonista...› La confianza y seguridad en si mismo se desvaneció al cruzar la puerta, encontrándose con esa mirada, olvidando hasta como se respira.

Temeroso que los latidos de su corazón fueran escuchados por Eren, se veía tan deslumbrante y guapo a los ojos del control, con ese ajustado traje de tres piezas, azul negro. El chaleco sobre la camisa mangas largas, blanca, marca tanto la estrecha cintura y pectorales.

‹Habia olvidado lo cegadora que puede llegar hacer su belleza cuando se viste y se peina de manera informal, asi como el hecho que tiene un cuerpo asesino... Uno que solo ha sido mío y lo sigue haciendo porque no sea metido con nadie, me ha olvidado pero su alma y corazón parece que no.›

Las complicadas emociones al verlo en fotos o por medio de conferencias de prensa atraves de la televisión, no sé podían comparar con tenerlo así de cerca, esas emociones en Mikel se transformaron en deseo, desesperación por querer ser arrullado en los brazos del contrario, gritarle entre lágrimas lo mucho que lo ha extrañado y lo agonizante que ha sido, sigue siendo el no tener ese pequeño tejón creciendo en su estómago.

—Joven maestro Astier.—Agradecí que mi voz no me traicione.

Lo tenía a su alcancé solo bastaba con extender su mano en su dirección y tocarle, sin embargo también había esa distancia y la línea bien trazada que no podía cruzar a menos que, quiera que esa voz se aproveche de su debilidad.

—Joven maestro Copper.—Salud de la misma forma, teniendo la sensación que algo así ya había sucedido anteriormente.

‹Solo tuve que encontrarme con esos ojos azules para confirmar lo que ya sabía, es él, la persona detrás del mascara de tejón. Lo gracioso o sorprenden es que con o sin la información de quién era esa persona lo hubiese reconocido al instante. Podrán existir un sin fin de miradas azules pero ninguna como la de él, cuando lo veo es como si estuviera encontrado el camino devuelta a casa, un cálido hogar que existe pero había olvidado.›

Ante esa intensa mirada y el repentino movimiento de Eren de tocar las esquinas de los ojos del contrario, estremeció y volvió a quitarle la respiración a Mikel. Nervioso de que Eren lo haya descubierto de que es él, la persona tras el antifaz de tejón.

—¿Joven maestro?

—Ah, esto.—Deja de acariciar los ojos de Mikel.—Tenia una pestaña.

—No era necesario que lo hiciera usted mismo.—Ese lugar sigue ardiendo.—Pudo decirme y quitarla yo mismo.

—Mi mano solo se movió.

Me mirá inexpresivo con esos hermosos ojos azules, es como si quisiera hacerme saber que no le interesa nada. No obstante, no es lo suficientemente habilidoso en fingir que mi presencia no le afecta o en fingir que es la primera vez que nos vemos y que en esa noche en la galería esa persona no era él.

—¿Es alguna clase de tradición en su familia el dejar esperando a los invitados fuera de la puerta?—Preguntó.—No solo eso sino que se tardó casi cinco minutos.

—Si, es una tradición cuando los invitados no son invitados.—Responde.—Diga lo que tanga que decir porque estoy ocupado.—Ve su reloj.—No sé su usted trabaja pero yo sí.

—Solo vine a buscar accesoria, ¿es abogado, verdad?—Vamos a jugar al gato y al ratón mientras descubro lo que está ocultando.

‹¿Qué buen hermano le hablo de esa manera a su hermanito cuando se dice que se quieren mucho, pero en esa conversación parecían todo menos cercanos y en la voz de Mikel percibí un odió arraigado en su ser.› Eren había escuchado todo y eso que estaba en la puerta bastante lejos, pero es una de las ventajas al ser alfa, su anormal sentido auditivo.

—Si soy abogado pero no estoy disponible.—Con que era eso, ya puedo suspirar aliviado de que no vino a dejarme el celular. Por unos segundos creí que él pudo haber tomado mi celular ya que, es muy hábil con las manos.

Sin embargo, actúa seriamente como si nunca nos hubiéramos visto. Si tuviera mi celular y supiera que soy el de la máscara de tejón ya me hubiera acorralado, pidiéndome explicaciones.

—Si vino a eso entonces lamento decirle que perdió su tiempo, sino hay mas entonces...

—Sus ojos azules son muy bonitos.—Se fue acercando muy cerca de Mikel.

—¿Qué?—Al retroceder por instinto o reflejo Mikel quedó con su espalda apoyada en la pared, a un metro lejos de la puerta. Siendo encarcelado en medio de los brazos de Eren.—Son azules como los de cualquier otra persona con el mismo color.—No nos pongamos nerviosos.—Nada en especial y sino se alejé tendré que...

—Es mas que obvio que no serán iguales a los demás.—Va inclinando suavemente su rostro hacia adelante.—¿Cuando a visto que los zafiros originales y puros sean iguales ante las imitaciones? Ese resplandor y color nunca se podrá comparar con las imitaciones mucho menos igualarlo, y por más brillantes que sean seguirán siendo eso, simples y sencillas imitaciones ni mas ni menos.

Una micro sonrisa se apoderó de los pícaros labios de Eren a observar la pequeña perturbación en esos inexpresivos ojos azules, dichoso de haber logrado su propósito, el hacer que Mikel muestre sus emociones que se esmera tanto por ocultar.

—Entre miles de imitaciones seguiré reconocido el brillante color de tus ojos, mi misterioso y muy escurridizo tejón de miel.—Sonríe ampliamente al ver el asombro y palidez en Mikel.

Antes de que Mikel dijera algo el alfa contrario sello ese par de labios con los suyos, rodeando con su brazo la cintura de Mikel, atrayendo su cuerpo mas carca del suyo  mientras que su otra mano, se desliza hacia arriba desde el cuello del contrario hasta escabullirse entre esos cabellos, enredado sus dedos. Sintiendo tan claramente el estremecimiento del cuerpo que sostenía y apresaba en sus brazos como con sus labios, besándose sin resistencia y sobre todo con sus ojos bien cerrados, de esa manera el sentimiento y la sensación de esa cercanía tan íntima envolvió su ser, derritiendose cual algodón de azúcar.

‹¿Existía una dulzura como está? Me ha tomado tanto tiempo el disfrutar de ella. Esta dulzura es tan embriagadora mucho mas que cualquier licor que haya tomado anteriormente. Me estoy emborrachando al punto que corro el riesgo de volverme alcohólico, con el deseó de seguír ingiriendo tal embriagadora dulzura. Que lamentable he sido todo esté tiempo al perderme tal majestuosa sensación.› Eren profundiza el beso al escabullir su lengua entre los labios semiabiertos de Mikel.

—Nmgh~—Un gemido ahogado se escapó de su boca el cual le hizo sentir tanta vergüenza, tiñendo su piel de rojo escarlata.

—¡¿Mngh?!—Su labio fue mordido bruscamente pero Eren no se alejó, solo sonrió por ese "mimo" y siguió besando a Mikel así sus labios se manchen con sangre.—¡¿Ugh?!—frota sus estómago casi escupe un pulmón.

—¡Si que es atrevido y abusivo!—Exclamo mientras señala a Eren.

—Tendre que demandarle por agresión, duele tanto siento que perforó un pulmón.—Expresa con gran cinismo como si no fuera él, el que beso a la otra parte.—También lo demandaré por volverme un adicto al néctar de sus labios.—Lame sensualmente sus labios.

—¿Qué?—Este sinvergüenza no cambia, engaña a los demás con su personalidad sería y correcta pero en realidad es un pervertido con traje.

—Ni pienses correr porque no hay donde escapar, desde el instante en que tú mirada se cruzó con la mía y llamo mi atención tenías que estar consiente que serías atrapado.

—¡¿Cuando hice tal cosa?!—Es como un perro traes un hueso.

—No finjas demencia escurridizo tejón.—Una vez mas posa sus labios en los de Mikel antes de marcharse.—Si quieres tu celular entonces ven por él.—Sonríe juguetón.—Estoy seguro que en este dispositivo deben de haber cosas importantes para ti.

Se despide de Mikel el cual no sabe que demonios acaba de pasar, fue besado, acariciado y marcado con las feromonas de Eren. Ocurrieron cosas que no contempló pero si deseaba.

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