capitulo 65

De aquí para allá con las manos ocupadas caminaban varías personas, procurando ser lo mas cuidadoso posible porque si llegaran a dejar caer alguna cosa o dañarlo terminaran siendo comida para los bebés tiburones de su jefe. Se les advirtió que cada cuatro vale mas que el oro, tenían que cuidarlos y colgarlos cómo si la vida dependiera de ello al igual que la galería tenía que ser decorada extraordinariamente que al entrar por las puertas se sintiera como estar entrando al océano pero que cuando mas se vayan adentrando vayan sintiendo la agonía de ser tragado por el mar.

-¿Está es una exposición de arte o una nueva forma de torturar?-Preguntó Fausto.

Solo me basto ver una de esas pinturas para quedarme sin aire, querer vomitar. Por eso digo que es una nueva forma de torturar porque te hace sacar los sentimientos más profundos en ti e incluso te hace recordar cosas que ni siquiera sabías que habían pasado. Debo de decir que su arte es algo de otro mundo. Pero, ¿Cómo es posible que alguien tan alegre como el tercer joven maestro Astier, pueda pintar tanta sangre y agonía una que te la trasmite a flor de piel.

-No hables si no sabes de arte.-Frunce el ceño.-Si vuelves a decir que el arte de mi Súcubo es tortura entonces.-Dibuja unos cuantos ceros pero tacha tres, Fausto al ver eso sintió que se le bajó la azúcar.

-¡No me refería a eso!-Con mis ceros no.-Me está malinterpretado o no me explique bien.-Desliza hacia arriba sus anteojos.-Me refería que es tan bueno que con solo ver una pintura te trasmite tanto que dan ganas de llorar, ¿ahora entiende a qué me refería?

-No.-Mueve rápidamente sus dedos sobre la laptop. Tenía que terminar ese trabajó pendiente antes de que empiece la exposición.

-Jefe.-Apoya sus manos sobre el escritorio.-Dígame que me entendió.-Mis preciosos ceros no.

-Si alguien te ve dirá que te estoy golpeando o algo por el estilo.-Tiene una expresión de un perro bajo la lluvia todo sucio.

-Está bien si lo hace, prefiero que me golpe tanto como quiera a que tres ceros desaparezca.

-No digas cosas repugnantes como esa y que se podrían malinterpretar...-Sonrió maliciosamente al imaginarse la expresión posesiva de Luther.

‹De solo imaginar a mi Súcubo mirando fríamente a Fausto mientras lo toma por el cuello y al mismo tiempo me impregna mi cuerpo con su olor me hace estremecer, enloquecer, queriendo reír a carcajadas.›

Sin darse cuenta Dean ya lo estaba haciendo; riéndose pero a los ojos de Fausto esa era una sonrisa maquiavélica mientras se imagina a su jefe como el rey demonio lamiendo sus labios al observar la siguente alma que estába por devorar.

-¡No me importa si quiere mi alma pero no le quite los ceros a mi cheque, por favor!-Exclamó con alma dependiendo de un hilo.

-Jefe...-Vladi, no esperaba que al entrar a la oficina de su jefe, escucharía tal cosa. Él al igual que Dean vieron a Fausto como un loco que no ha tomado su medicamento.

-¿De qué demonios estás hablando?-Fausto se tensó al contactar con esa mirada oscura.

-Jefe, no le preste atención ya que Fausto se cayó varias veces de pequeño, hay el problema mental en el.-Expresó.

-Por lo recuerdo el que se cayó de pequeño fuiste tú.

Si hubiera venido antes y observado lo terrorífico que se veía nuestro jefe, no estaría tan pacífico como lo está, aunque es Vladi del que estamos hablando, este alfa apestoso no se inmuta con ninguna expresión de nuestro jefe. Quisiera tener su fortaleza es lo único que envidio de él, no se asusta ni le causarán problemas de corazón las "sonrisas" del jefe.

-Vladi solo ignorar a ese loco y dime cómo van las preparaciones, ¿las invitaciones?

-¿Quién es loco aquí?-Susurró Fausto, mordiendo un pañuelo ferozmente un pañuelo.

-Todo está yendo bien y todas las personas han confirmado su asistencia, el Jep con los profesionales del extranjero no tarda en tocar tierra, ya envié una limosina para ellos al aeropuerto.-Informó.

-¿Qué hay con las invitaciones enviadas a la familia Turner y cooper?-Preguntó al tiempo en que su espalda se apoya en el respaldo de la silla, cruzando su una pierna sobre la otra.

Dean derrocha sensualidad vistiendo con esa ropa casual, pero sobre todo por esa camisa negra, de tela pegada a su formidable cuerpo dejando expuesto algo de piel, principalmente el tatuaje de esa mordida en su pecho así como las marcas de cariño dejadas por Luther el día de ayer, para Dean eso es una obra de arte que también debe de ser presumida aunque en sí nadie se atreve a mirarlo, no están locos y tampoco querían morir a manos de Luther.

La mayoría ya sabían que Luther odia y le enfurece que vean a su doberman desvergonzado, en especial donde se encuentra la "personalidad" del alfa ojos grisáceos. ¿Como se enteraron de eso? Bueno, fue por Fausto y es posible que cuando Luther se enteré de lo que anda diciendo se quede sin nigún cero en su cheque.

-Como lo tenía previsto el señor Travis Turner acepto inmediatamente, la misma noche de ayer confirmo su asistencia.-Ni siquiera tiene respeto por la pareja de su hijo.-Sobre la familia Cooper esa todavía está pendiente a excepción del hijo mayor, Mikel si acepto.

-Con que en esas estamos, ¿eh?-Dean de repente se puso muy pensativo como si sus sospechas hubieran sido resultas.

-¿Que cosa?-Fausto sintió curiosidad.-¿Mike no irá con Lander?-Pregunte, eso es extraño porque según lo que investigue ese tal Mikel adorada a su hermanito.-¿Por qué no iría animar a su hermanito?

-Vladi dile a los chicos que hagan una investigación exhaustiva de Mikel, desde que era un niño y del porque de un día para otro se fue para el extranjero.

Lo que no meda buena espina es del porque Eren no parece recordar que tiene un pasado con ese tal Mikel, o es que están en malos términos y fingen que nunca se han hablado.

-Bien, iré hablar con los chicos, ¿necesita algo más?

-No, puede retirarte.-Vladi solo hizo una reverencia antes de marcharse.-¿Dónde está el melancólico de Ian?-No le he visto desde ayer por la noche, ¿otra vez se escabulló a su santuario? Admirando las fotos y sosteniéndo las cenizas de esa persona, no sé cómo puede vivir así.

Si estuviera en su lugar yo ya hubiera enviado al mismísimo infierno al dios, o la muerte que de atrevio a llevarse a mi persona más parecida, no sin antes hacerles pagar muy caro. Aunque entiendo a Ian, no quiere acabar con nada porque tiene la esperanza que un día esa persona vuelva a su lado, también estoy seguro que no se desvive porque su vida fue salvada tras el sacrificio de esa persona que tanto ama. Quedó a tado de manos.

-Creo que fue a observar los cuatros, dijo que quería ver con sus propios ojos cuan extraordinario es eso de lo que tanto estuvo alardeando por mas de dos horas.-"También comentó que quería romperle al boca para que se callara" solo que eso no me atrevo a decirlo en voz alta.

-Veo con él y hazle saber que ni piense que le venderé mis tesoros.-Porque estoy seguro que más de alguna pintura le trasmitirá algo y la querrá comprar.

-Me estoy yendo entonces.-Mira a su jefe.

-No le quitaré los ceros a tu cheque, pero todo depende de lo bueno que seas en hacerle saber a todos lo excepcional que es mi Súcubo.

-Ya verá que en todo el mundo se hablara de ello.-Truena sus dedos, preparándose para llamar a todos los medios de comunicación importantes y no tan famosos.-Por cierto.-Se detiene a medio cruzar la puerta.-Los trajes de pareja ya están sobré la cama.-Comunicó.-Ahora si iré con Ian.

El mencionado yacía con su mirada dorada toda melancólica, tristeza que fue creciendo mucho más al encontrarse con ese cuadro frente a sus ojos, sintiendo una mano invisible adentrándose en su pecho ferozmente para segundos después convertirse en lianas de espinas enredándose en su ya moribundo corazón.

Era como las espinas incrustadas en su corazón lo obligará a seguir latiendo, que no se deje morir tan fácilmente, así no tenga ganas de seguir viviendo ese corazón tiene que seguir bombeando sangre a la espera de la persona que lo hará sentirse mejor, que solo tiene que ser paciente. Todo eso le está transmitiendo y haciendo sentir ese cuadro frente a sus ojos, nunca penso que una pintura le haría sentir de esa manera.

‹¿Cuánto tuvo que sufrir o sentirse miserable esa persona como para plasmas algo tan sofocante? Con solo mirar esa figura ya te está transmitiendo tantas cosas; en mi caso me hace darme cuenta que mientras viva sigo teniendo la oportunidad de volver al seno de mi amado.› Sigue mirándo hacia al frente.

En ese cuadro estaba pintando una figura cabizbajo observando que bajo sus pies había una sombra que no es suya, esa sombra lo mantiene atado al suelo mientras busca la manera de obligarlo a seguir con sus demandas porque esa figura ya no podía escucharlo ya que se había arrancando las orejas, y en ese instante estába pensando sacarse los ojos porque tampoco quería mirar eso de lo que estaba huyendo.

Sin embargo, podía pasarle cualquier cosa pero había algo con lo que no estaba de acuerdo y eso era dejar morir su corazón. Así se quedará sin manos, pies, esa figura se negaba a dejar morir su corazón porque si lo hacía entonces todo los recuerdos vívidos como sentimientos por esas personas importantes desaparecerían con él y no quería algo como eso. Quería seguir queriendo pese a que los demás lo olvidarán.

‹Mientras respire y mi corazón palpite el amor de mi vida seguirá conmigo hasta el día que pueda tocarlo una vez más, decirle lo que no pude decirle...lo extraño tanto...› Ian apoya su mano en la pared, bajando su mirada melancólica al suelo mientras su otra mano sostiene su pecho. Mordiendo ferozmente su tembloroso labio al punto en que podría sangrar.

-Ian, con que aquí estabas...-Fausto lo vio con rareza al percatarse de las lágrimas deslizándose por las esquinas de sus ojos.-¿Estás llorando?

-¿Eh?-El alfa no había notado que estaba dejando salir esa agua de sus ojos.-Estas viendo de más.

-Sí como digas.-Le pasa un pañuelo el cual Ian tomo.

‹Bueno, creó que es comprensible que lloré si a estado admirando el arte del joven maestro Luther. Ha Ian le pegó más fuerte al parecer y lógico porque él perdió a esa persona, Steven creó que se llamaba ese joven. Es por eso que al mirar las diferentes pinturas tiene todo tipo de sentimientos pero creo que está le provocó mucho más.

La verdad es que me quedé en shock al ver todas la pinturas, nunca me imaginé que el arte del joven maestro Luther sería así de realista pero sobre todo los sentimientos tan sofocantes, agonizantes que te podían causar con solo verlos y lo más escalofriante de todo es que el color rojo es tan sangriento pero al mismo tiempo tan hermoso como una tardecer carmesí.

Sin embargo, mi jefe cuando vió todas esas obras de arte se quedó en silencio por unos cinco segundos con un rostro frío si de por sí ya es cero expresivo en ese instante eso se volvió peor al mismo tiempo que una brisa que congelaba tus vasos sanguíneos golpeó mi cuerpo y de los presentes, fue aterrador porque ni siquiera era un lugar donde se podría filtrar el viento y el aire acondicionado estaba normal. La verdad es que nadie se atrevio a mirarlo a los ojos en ese instante.

Solo bajamos nuestra cabeza e intentado que nuestra presencia fuera la mínima, ya que presentimientos que si nos notaba seríamos cortados de mil maneras al entrar contado con el espiral de feromonas a su alrededor. Esa fue la primera vez que conocí un lado diferente en mi jefe, también la primera vez que sentí otro tipo de presión proviniente de él.› Y eso que nadie vio sus ojos.

Ese grisáceo en los ojos de Dean era algo horroroso de ver en ese instante, no tenían ni la más mínima emoción, si te encontrabas con su mirada era como ver un pozo arrastrandote y que antes de tocar fondo tendrías que soportar las dagas rasgando sin compasión la suave carne de tu piel.

-Ni lo pienses.-Hablo antes de que Ian abriera la boca.

-¿No piense que?-Frunce su entrecejo.

-Mi jefe me envió a decirte que ni lo pienses que no te estará vendiendo nada y ni a nadie.

-¿Acaso piensan que no puedo pagarlo?

-No es eso, solo que esto pertenecerse a Luther y el que las este exhibiendo ya es difícil para el jefe.

Si fuera por mi jefe ni dejaría que otras personas admiraran nada de Luther Astier, sin embargo era muy consciente que tales piezas de arten deben de ser admiradas por todos por lo que mando a construir una galería solamente para hacerle saber al mundo que su joven alfa es extraordinario.

-Me lo imagino, está loco después de todo.

De igual manera el que tiene la última palabra es Luther, si Dean no quiere venderlo entonces solo tendré que decirle a Luther si puede pintar algo para mí...

-Ni lo pienses.

-¡Aaaah!-Fausto salto al escuchar repentinamente la voz de Dean, detrás de ellos dos.-Dios, siento que se me bajó la azúcar.-Busca un dulce en su bolsillo.-Jefe, por favor, ¿cuántas veces le he pedido que no haga eso?-Dean solo ignoró lo que considera una exageración por parte de su asistente.

-Lo le pedirás pintar nada a mi Súcubo.

-Eso no lo decides tú.-Responde sin temor.-¿Como sabes en lo que estaba pasando?

-No hay que ser adivino para saberlo.

-Es por eso que das miedo.-Declaro.-No se sabe si sabes leer las expresiones de las personas o te metes a sus mente para saber lo que están pensando.

-Ustedes son los únicos con ese problema porque mi Súcubo, él no tiene nada de miedo.-Sonríe ligeramente.-Aunque es un insulto para él compararlos con seres como ustedes.

-A veces cuando te escucho hablar solo me haces recordar cosas del pasado, hay momentos en lo que me he puesto a pensar si mi amado es tu hermano perdido. Él también solía mirar a todo mundo como un desperdicio, basuras...menos a mí.-Muerde su labio.-Esa mirada que para todos era fría al encontrarse con la mía se volvía transparente, cariñosa.

-Quien sabe, tal vez existió tal posibilidad ya que mi progenitor, ese bastardo era un sinvergüenza calenturiento y ahora está desatado su calentura pero el infierno.-Oscurece su mirada al hablar sobre eso.

La niñez y adolescencia de Dean fue algo oscura, (hubo unas cuentas que sus madrastras traían omegas y así obligarlo a marcarles.) No había luz para él en el infierno que había nacido y con el tiempo dejó de buscar esa luz, dejándose envolver por la oscuridad.

-¿A donde vas?-Por unos segundos sentí cierta sed de sangre provenir de Dean, cuándo se trata de su familia (si es que se les puede llamar así) él guarda profundos secretos.

Solo sé que desde pequeño al manifestarse cómo un alfa entre los alfas quisieron desde corta sus colmillos hasta obligarle procrear desde temprana edad, pensaba que si tenían su semilla lograrían dar a luz un alfa de élite, en serio que en ese lugar estaban desquiciados y lo peor que hasta la madre de Dean estaba desquiciada.

-Estoy yendo por mi Súcubo.-Mira su reloj.-Iré a despertarlo con un beso.

-Solo lárgate.-Se frota sus brazos.-Prefiero verte con tu cara de pocos amigos.

Sin embargo debo de decir que estoy contento por él, por fin llegó alguien a su vida que lo puede hacer actuar de esa manera, sobre todo que lo quiere con todo y su locura.

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