capitulo 55

Sus manos se fueron deslizando cariñosamente desde la sexy clavícula, pasando por los esbeltos hombros hasta que llegaron a las bonitas y muy suave manos del contrario, ahí se quedaron y se entrelazan como lo están haciendo sus labios. Dándose un caluroso y sucio beso.

Era como si quisieran comerse porque nunca tenían suficiente del otro, frotando sus cuerpos mientras el de cabello negro esparcía sus feromonas y impregna al joven de belleza albina.

-Me gustas tanto.-Embiste sobre la ropa al de ojos celeste, quien en estos momentos se encuentra con sus piernas cruzadas en la cintura del alfa mayor.

-Sigue gustando todavía más de mí.

Uso sus piernas para derribar al alfa mayor y así poder subir arriba de él, sin dejar que sus manos se soltaran. Seguían entrelazadas.

-Yo haré lo mismo, me seguiré enamorado día tras día de ti mi Doberman desvergonzado.-Deja caer su cuerpo sobre el pecho del mayor, mirándose como dos tontos enamorados.-Hasta el punto en que ninguno de los dos podamos respirar sin el otro.

-Ya no puedo vivir sin ti.-Abraza a Luther.-Mi vida y corazón te pertenece desde el instante en que mi mirada cayó sobre ti.-Besa suavemente los labios de Luther.

Agradecido de haber ido a solucionar los problemas en ese casino, sino hubiera ido entonces es posible que en este momento estaría en el país de origen de Ian. Ni recuerdo bien porque tenía que ir allá. Sin embargo, cuando vi a mi Súcubo hablando el solo y haciendo muecas pensé; "ya puedo dejar de buscar."

Anteriormente había una sensación de perdida en mí que me hacía sentir desagradable, no sabía porque me sentía tan incompleto como si hubiera perdido algo muy importante pero que desconocía que era ese algo.

Para poder encontrar ese algo estuve recorriendo varios lugares y así poder encontrar una respuesta o pista que me dijera que estaba olvidando, a quien estába buscando. Hubo varías veces que pensé en dejar de buscar pero no puede.

Sentía que si detenía la búsqueda nunca me lo perdonaría y que podría arrepentirme el resto de mi vida, pero entonces ví a mi súcubo, eso fue tan extraño pero ya no me sentía ansioso por seguir buscando y hasta ese apodo cuando salió de mi boca se sintió familiar, como si lo hubiera estado diciendo desde hace un buen tiempo.

-Y es por eso que tienes que cuidar bien de ti como yo pienso cuidar de tu cuerpo y corazón, son solamente míos. Como tal soy el único que puede dejar alguna marca en tu piel.-Luther acaricia el rostro de Dean.

-Puedes hacerme lo que quieras.-Frota su cara en las palmas de las manos de Luther.-Soy todo tuyo.

-Sé que eres fuerte, pero tampoco quiero que seas impulsivo al momento de estar en una situación difícil. Siempre, siempre debes de procurar tu seguridad, no importa si huyes porque se complicaron las cosas, es mejor vivir para luego regresar por la revancha y barrer el piso con quienes se atreven a llevarte la contraria.

‹Se que Dean tiene tratos con diferentes organizaciones clandestinas, que él vendría siendo uno de los peces más gordos de esa clandestinidad. Sería verdaderamente vergonzoso y tonto sino lo supiera algo como eso.

Es por eso que le estoy diciendo esto para que vele mas por su seguridad, aunque si alguien se atreve a tener la osadía de ponerle una mano encima que no sea la mía, ese alguien está muerto. Nadie toca a mi hombre sin mi permiso.› Ese celeste de sus ojos se fue oscureciendo.

Dean quien mantiene su mirada fija en Luther, presenció tal semblante despiadado en el más joven. Solo basto eso para que sus ojos ojos grisáceos enloquecieran y la parte baja de su cuerpo empezará a pinchar el trasero de Luther.

-¡Dean!-Pellizca la mejillas del alfa mayor.-Estamos teniendo una conversación muy sería.-Es como una bestia en celo.

-No puedo controlar mi cuerpo si pones una expresión tan perversa como la de hace unos segundos, fue tan malditamente caliente que solo pensaba "quiero embestir su interior mientras me mirá de esa manera, o que me pateé la cara."

-¡Eres un bastardo pervertido y ahora hasta masoquista me saliste!-Deja de estar encima de Dean, poniéndose de pie sobre la cama.-¡Si tanto lo quieres pues bien!-Luther dejó caer su pie en la cara de Dean.-Lamelo bastardo.-Ordenó mientras lo veía como un pedazo de basura.

-Como diga mi amo-Pícaramente saco su lengua.

-Nngh~-¡En serio lo está haciendo!-D-Dean...

Luther se estremeció al sentir la lengua de Dean, pasando por la planta del pie, pero lo más escalofriante fue el sentir que su interior se estaba mojando de solo ver aquella mirada brillante grisáceo, lujuriosa. Era como si se estuviera quemando y unas manos invisibles le estuvieran tocando lascivamente.

-¡Joder!

Las cosas no están saliendo como quiero, se suponía que tenía que hacer que se avergüence aunque sea una vez, pero no, el que se siente avergonzado soy yo. Dean en serio es un alfa que posiblemente nunca sepa que es la vergüenza...pero estoy tan loco que me encanta su lado desvergonzado y perversión.

-Eres tan molesto, caliente.-Se dejo caer encima de Dean.-Mierda si tan solo mi cintura no me estuviera matando.-Se lamenta mientras restriega su cara en la "personalidad" de Dean.

Luther por mas que quisiera hacer el amor con Dean, no iba a llevar al límite su cuerpo. Dean tampoco pensaba hacer algo como eso por mas que deseara llenar con su miembro el interior de Luther.

-Ya me siento mejor luego de sentirte.-Sonríe con su cara sobre la "personalidad" de Dean.

Dean solo sonrió ampliamente mostrando sus colmillos, y al mismo tiempo admirando la sonrisa tierna de su Luther, procediendo abrazarlo cariñosamente.

-Quiero que conozcas a dos seres muy importantes para mí.-Expreso.

-Ya conozco a tu hermano y sobrino.-Responde mientras se sientan en el regazo de Dean, sin mover sus manos del pecho del contrario.

-No estoy hablando de ellos.-Masajea la cintura de Luther, aliviado la tension en sus músculos.-En la pirámide de lo que me importa ellos dos vendría estando muy por debajo.-Aclaro.

-Pero son importantes para ti, eso es lo que cuentan.-Luther siempre viéndole lo positivo a todo.-¿Quién está en el segundo nivel? Porque ya se quién está en el primero.-Eso último sonó muy arrogante de su parte y lo estaba disfrutando.

-Es obvio que el primero eres y siempre serás tú.-Besa los labios de su joven alfa.-Esos dos seres que quiero que conozcas, son los que están después de ti.

-Bien, los quiero conocer.-Si mis sospechas estan en lo cierto entonces, él está hablando de animales, ¿serán perros? No lo creo, perro solo él.-Primero hay que comer, tengo mucha hambre y no.-Lo fulmina con la mirada.

-¿Por qué me miras así?-Contiene su sonrisa descarada.

-Como sino supiera lo que estabas por decir, doberman calenturiento.-Le soltó un almohadazo.-No quiero comer berenjena, ahí todavía se siente un poco sensible.-Con cuidado bajo de la cama.-No hasta que mi cintura dejé de sentirse adolorida.-Susurró.

-Estas en lo correcto.-Llega junto a él y lo abraza por la espalda.-Tenia todas las intenciones del mundo de decirte que me devores, principalmente esto.-Sacude sus caderas hacia adelante, embistiendo a Luther.

-Por lo menos finge un poco de modestia.

Decia eso pero Luther bien que lo estaba disfrutando, escuchar la voz de Dean sobre su oído, y también sentir esa entrepierna frotarse con su firme y redondo trasero.

-Vete a ducharte, te estaré esperando en la sala.

Luther anteriormente ya había sido vestido por su desvergonzado alfa, quién se había tomado la libertad de abastecer su clóset con ropa pero para Luther. Desde trajes hasta accessories de mayor calidad. Solo le basto tener una vez en su brazos al de ojos celeste para saber la medidas de su cuerpo.

-No, espérame aquí.-Sugiere.-Te será incómodo caminar por los pasillos, sobre todo bajar las escaleras.-Añade con preocupación.-Estamos en el tercer piso.

-No bajaré corriendo.-Acaricia el cabello azabache de su alfa.-Es lindo que te preocupes por mí.-Sonríe.-Sin embargo no soy frágil.-Da la medía vuelta.-Soy un alfa dominante, no lo olvides.

-No lo hago, esa es una de las cosas que tanto me encanta de ti.-Se sostiene de la cintura de Luther.-Ese lado dominate me provoca que mi locura se desborde.-Su mirada paso de brillante a una de loquito.-Mas cuando estás cabalgando sensualmente arriba de mi...¡Agh!-Sostiene su estómago, Luther le soltó un tremendo puñetazo.-Me lo merezco.-Sonríe ampliamente.

-Estas loco.-Abraza cariñosamente a su alfa, dejando un casto beso en sus labios antes de volver alejarse de él.-Te estaré esperando en la sala.-Volvio a decir.

-Como gustes mi súcubo.-Lo ve caminar hacia la puerta.-Hazlo que quieras, ordenarle a quien quiera que ellos te van a obedecer, y sino lo hacen.-Ese grisáceo se tornó sanguinario.-Obligarlos o mejor aun, apunta directamente a la cien-Sonrie peligrosamente mientras señala su frente.

-Bien.-Salio de la habitación dejando a un Dean todo eufórico.

En su momento Dean se percato que lo dicho podría asustar a Luther, abatido de ver dejado que su lengua se soltará. Mas no esperaba que Luther le respondieran con "bien" mientras sonreía perverso. Eso fue como una flecha de amor directamente al pecho de Dean.

-Se vía tan adorable haciendo esas expresiones de loquito...

-¿Adorable quién?-Fausto se asustó al escuchar tales palabras, dejando caer contra el suelo el vaso que no logró sostener.-Estoy teniendo problemas auditivos al parecer.

‹Creo que hoy en la ducha se me metió agua en el oído por eso esto escuchando cosas espeluznante, si. Es poco probable que el joven maestro Astier, haya dicho esas escalofriantes palabras. ¿Adorable Dean Bennet? Ja, adorable los bebés tiburones y eso que hay momentos en los que quieren comerme.›

-Oh, Fausto. ¿Verdad?-¿Por qué tiene una cara de estar siendo perseguido por un asesino en serie?

-Sí.

Va por la aspiradora de desechos ya sea de metálicos o de vidrios, es uno de los productos que Tyr no tardará en sacar al mercado. Antes de eso está haciendo pruebas de que todo funcione bien.

-Soy Fausto.-Extiende su mano.-Asistente del demoni...digo, del Ceo e inigualable Dean Bennet.-Pone esa expresión que siempre suele poner al momento de hacer negocios.-Mucho gusto joven maestro, Luther Astier.

-El gusto es mío.-Ya nos conocíamos pero es la primera vez que hablamos, que nos presentamos directamente.-Usare la cocina.

-No es necesario, si quiere algo solo pídelo.-Mi jefe me matará si se entera que lo deje hacer eso cuando se le ve todo agotado, ese demonio no tiene consideración.-Los empleados se harán cargo.-Ese empleado es Vladi, es el único que sabe cocinar.

Fausto mantuvo su expresión sería pero por dentro estaba que carcajeaba, quería burlarse de Vladi al momento que use delantal. El guardaespaldas sabía cocinar pero no le agradaba la idea de hacerlo frente a Fausto, ya que el omega se pone como amo y señor del hogar dándole órdenes.

-No es necesario, es algo que quiero hacer yo.-De un segundo a otro dejo de sonreír.-Mi Doberman me ha dado pase libre para hacer lo que quiera.

-¡Doberman!-Exclama no solo Fausto, también Vladi. El guardaespaldas recién viene llegando del supermercado con muchas bolsas de compras, y mas detrás de él venia Diell.

-¡Oh vaya!-Como no se me ocurrió eso anteriormente.-Nunca se me había ocurrido un apodo como ese, le queda muy bien. Un Doberman...

-¿Quién le permitió repetirlo?

-¿Q-Qué?-En que momento llegó tan cerca de mi...sus ojos pareciera que están brillando cual bestia enfurecida.

-Solo yo puedo tratarlo de esa manera.-.Advierte.-¿Entendido?-Sonríe.

-¡Fuerte y claro señor!-"Mierda que vergonzoso." Fausto en ese instante parecía soldado frente a su superior.

-Que bueno.-Se dirige a la cocina.-Ustedes dos vengan conmigo.

-¡Sí!-Corrieron tras de él.

‹¡Dios! Grabe error el creer que él es alguien amable. Nada que ver, hace un momento fue como estar en presencia de una bestia observando su presa, si valía o no la pena el matarla para comerla.›

Fausto se puso a debatir si debería o no el hacer una cita en hospital, principalmente en cardiología y después en psicología.

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