capitulo 54
Brisa suave y fresca se fue filtrando por las ventanas francesas, abiertas. Al igual que los débiles, pero muy cálidos rayos del sol. Deslumbrado la sensualidad del hombre de cabellos negros, concentrado en su trabajo.
Sentado frente al escritorio con la vista en la pantalla de su computadora, yacía esa figura tan imponente. No tenía que hacer absolutamente nada solo bastaba con quedarse ahí, sentado. Y ya sería estar viendo un gran monumento. vistiendo solo una ajustada bata, negra. Bata que no era lo suficientemente grande para cubrir por completo sus firmes pectorales, expuestos.
Al pendiente no solo de su trabajo sino que también ese joven de cabellos blancos, joven que sigue descansando después de agotar todas sus energías y de que manera.
Recuperó la conciencia por par de segundos cuando Dean, lo estaba sumergiendo en la tina, limpiando su cuerpo diligentemente con aquel cariño que solo hizo sonreír a Luther. Exponiendo esos hoyuelos que Dean no tardo en moder cariñosamente.
El joven alfa solo podía seguir sonriendo, feliz de ver esa mirada que lo hace sentir un invaluable tesoro. "Eres solamente mío" Declaró luego de morder el cuello de Dean, volviendo a cerrar sus ojos y disfrutar de la comodidad en los brazos del alfa mayor.
—Dean—Hablo dormido mientras mordía la almohada como si fuera la "personalidad" del alfa mayor.
Dean solo sonreía tontamente al mismo tiempo que graba un vídeo de unos segundos con su celular, no podía permitir que ese adorable actuar de su lindo novio, se quedará solo grabada en su memoria. Y eso que anteriormente ya había tomado más de diez fotos de Luther.
Tenía muchas carpetas de su celular las cuales llenar con fotos, videos, todo relacionado con su hermoso y muy seductor Súcubo. Dean es novio y fan de Luther sin que esté allá debutado en la industria del entretenimiento. Y si lo llegase hacer y salieran mercancía de Luther al aire, es muy posible que Dean comprará todo para que nadie tuviera nada de Luther.
—Mmm.
Al sentir cierta incomodidad el joven que yace sobre la cama, fruncía su entrecejo como si estuviera meditado si debería de despertar o no, puesto que quería seguir durmiendo pero los mechones de cabello cayendo sobre su frente, pinchan incómodamente sus ojos.
No muy lejos de la cama se encuentra Dean, concentrado en su trabajo luego de ver por un rato a Luther. Moviendo sus dedos demasiado rápido sobre las teclas de la computadora. Sin embargo, esos movimientos se detuvieron al percatarse de que algo iba mal con el descanso de su pareja.
Dean al ver que su Luther está pasando un mal rato por esos cabellos blancos entrometidos, él dejo de hacer lo que hacía para subir a la cama. Con cuidado movió tales mechones entrometidos a un lado del rostro durmiente. Susurrando "sigue descansando mi amor" tras dejarle un casto beso en los labios del mas joven. Volviendo a su escritorio para seguir trabajando.
Tenía que terminar todo su trabajo pendiente antes de que Luther, despierte. Quería tener el resto del día libre para pasarlo junto a su pareja, salir algún lugar o a donde Luther quisiera ir. Dean lo seguirá con los ojos cerrados, aunque no es de las personas que disfruta de la multitud pero si es con Luther, entonces se le olvida que odia el mundo.
Para Dean solo basta entrelazar su mano con la de Luther, y el mundo solo es para ellos dos, donde únicamente solo puede escuchar y ver la sonrisa de su seductor Súcubo.
—¿Uh!—Dean acaricia el cabello blanco esperando que con eso Luther, siga durmiendo.
Al joven alfa le da somnolencia cuando tocan su cabello por mucho tiempo. Sin embargo, Luther no sigo descansando como Dean lo hubiese querido. Ya que su mirada de color grisáceo se encontró con esos somnolientos pero muy brillantes ojos celeste, despertando de golpe al ver a Dean, usando anteojos.
—¡Dios!—Exclamó.
‹¡Vaya, ese hombre frente a mi es mi Doberman desvergonzado! Sé que él es un una obra de arte, pero es que verlo así es demasiado para mí corazón, ¡se ve tan malditamente caliente usando esos anteojos! A ninguna persona le quedan tan bien los anteojos como le quedan a él. No espera despertar y verlo luciendo de esa manera.
No sabía que necesitaba una versión Dean intelectual hasta que lo ví...no quiero que nadie lo vea así, es en serio cuando digo que se ve tan seductor.› Luther se cubrió de pies a cabeza por lo avergonzado que se sentía ya que, estuvo a segundos de tener una erección.
—No soy tan cosa.—Descubre el rostro de Luther, acercando su rostro muy cerca del contrario.
Si lo fuera ya hubiera construido un mundo solo ti, o una mansión sobre el mar de esa manera él podría bucear cada vez que quisiera, crearía diferentes peces solo para verlo todo emocionado investigando tal descubrimiento.
—Solo soy un mortal enloquecido por mi pervertido súcubo.
Dean solo sonrió disimuladamente al ver a su Luther, limpiando la baba de las esquinas de sus labios, al mismo tiempo que cubría su nariz por temor a tener una hemorragia.
—Pervertido solamente tú.—Hace un moviendo brusco.—¡Maldición!—Se quejo al sentir cierta incomodidad la parte baja de su espalda.
No debí de moverme tan rápido, joder quien entiende a mi cuerpo. Cuando tiene esa cosa anormal dentro y moviéndose no hay tan dolor, solo placer. Ah, pero no vayas a descansar y despertar que ya no siento mis extremidades.
—¡Por que hiciste un movimiento tan brusco!—Lo arrulla en sus brazos, Luther parecía una bola de nieve en los brazos de Dean.
—¡Es tu culpa!—Saca su cabeza como una tortuga de su caparazón.—No paras hasta que pierdo el conocimiento.—Fulmina con la mirada a ese hombre de mirada coqueta.—Deja de reírte.—Pellizca las mejillas de Dean.
Es tan jodidamente sexy que es molesto, él solo tiene que quedarse ahí, y ya parece una obra de arte de esas que parecen tener vida y que en cualquier momento se moverán o te mirarán.
—En mi defensa debo decir que; en nigún momento he escuchado salir de tus labios que me detenga.—Besa el cuello del joven.
—Si te digo que pares, ¿lo harías?
‹Aunque es poco probable que diga algo como eso mientras hacemos el amor, me encanta tenerlo dentro de mí.› Sus mejillas se enrojece. ‹Disfruto mucho el estar unido a él, sin importar que tenga cierta incomodidad después...¡Me estoy volviendo una ninfa!›
—Claro que me detendría.—La comodidad de mi súcubo siempre sera más importante que mis deseos carnales, personales.—No haré nada que no te haga sentir bien, si no lo disfrutas mucho menos lo haré yo.—Mueve los mechones de cabellos para poder dejar un beso en la frente de Luther.
—¿Así estes a mitad de terminar?—Este hombre sigue sacudiendo mi corazón, ¿por qué le temen tanto si es un hombre dulce? A su manera pero lo es.
—Así este a punto de correrme me detendría si me lo pides, mi Súcubo.—Suavemente dejo caer su frente sobre la de Luther.—Eres mi prioridad y mi número uno, antes de mis deseos los tuyos están siempre de primero.—Confesó.—Quiero que te quede claro que mi vida es solamente tuya, mi sensual alfa.
Luther solo podía sonreír ampliamente mientras besaba a su alfa, esa felicidad de sentirse tan especial y ser el todo de una persona, es muy abrumador pero de una manera mágica.
‹¿Acaso tenía que morir para encontrar mi media naranja? No era mentiras cuando decían que el amor de tu vida podría estar en otro lugar, en tu otra vida, a la espera de tu llegada.
Mi otra mitad siempre estuvo aquí, esperando por mí y ahora que nos hemos encontrado no tengo pensado soltarle, luchare por mi Dean con uñas y dientes con quién sea.› Pese a lo que tiene que enfrentar Luther, con respecto a esa voz. Él se sigue sintiendo feliz.
Feliz de tener a alguien a su lado, esa persona que está dispuesto a sostener su mano sin importar las dificultades, porque Dean con solo mirarle le hace saber que por su bienestar está dispuesto a todo, así como Luther lo estaría por Dean.
El joven alfa ya no podía verse en futuro sin Dean, como podría tener un futuro sin la persona que lo hizo sentir tantas cosas en especial la felicidad. Ya no podría, y sí alguien llega queriendo arruinar eso, a Luther no le temblará la mano a la hora de jalar el gatillo.
—No tienes de que preocuparte a la hora de hacerme el amor, no te diría que pares porque para empezar; me encanta sentirte.—Confiesa un tanto tímido.
—Eso es tan agradable de escuchar.—Solplo suavemente en la nuca de Luther.—Tanto que mi corazón no es el único palpitando.—Frota su entrepierna sensualmente contra las caderas del contrario, quien en un dado momento fue puesto de espaldas contra el pecho de Dean.
Dean desde un principio sabía que a Luther le encanta volverse uno con él, pero no iba a decirle que lo sabía porque era posible que Luther se sintiera avergonzado de ser tan obvio. Mas de lo que ya estába luego de confesar que le encanta sentir dentro de él a Dean.
—Mantenerlo quieto.—Agarra con fuerza la virilidad del mayor.—¡Dean!—Exclamo al sentir que esa cosa entre las piernas de alfa mayor, se emociono todavía mas al ser sostenido en las manos del joven.—Es tan desobediente como su dueño.—Solto un manotazo.—Te digo que te quedes quitó.
—Mi Súcubo.—Gime cerca del oído de Luther, respirando agitado.—Si haces eso solo me emocionare todavía más.
Su piel se erizo al momento en que se estremeció, y un dulce hormigueo recorre su cuerpo, alojandose en ese pequeño punto entremedio de sus glúteos. Agarrándose con fuerza de la almohada, sentir la presión de esa cosa en su trasero lo está volviendo mas que solo a emocionar.
—P-Pervertido.—Nego con cabeza, dándose vuelta para quedar frente a frente de su alfa.—¿Quién es el pervertido aquí?
—Tu pervertido.—Declaro.
—Sí, solamente mío.—Reafirmo.
Sensualmente frotó su pelvis contra la de Dean, mientras sus labios se mezclan tan lujuriosamente como sus lascivas lenguas teniendo un baile apasionado, tanto dentro como a fuera de su cavidad bucal.
‹No es necesario estar dentro de él para sentirme tan bien, excitado a mas no poder. Solo basta sentir su cuerpo, sus movimientos seductores y sensuales para perder mi cordura. Venirme en mi ropa interior como un adolescente precoz no se si es vergonzoso, o no. No es que me importe, no cuando el causante de eso es mi maravilloso Súcubo.
Como podría resistirme ante sus caricias si eso es como tocar el cielo, un cielo ardiente que solo te hace desear quedarte ahí, siendo envuelto por esas feroces llamas mientras te pierdes en las sensaciones y ese deslumbrante, coqueto color celeste de sus ojos.
Estoy a poco de de cumplir 28 años y terminé viniendome con solo ese frote de nuestro cuerpos, primera vez en experimentar algo como esto y que bien se sintió. Mi día no podría ser mas grandioso, ansiando el día en que comportamos habitación, casa, con mi alfa de ojos celeste.›
No era solo un frote el que había recibido ya que, Luther subía y bajaba en esa virilidad de Dean, como si estuviera moldeando bellamente una inigualable artesanía.
—Me gustas tanto mi alfa, Doberman descarado.—Procede esconder su rostro en el pecho de Dean.—Que suavecito.
A Luther se le ocurrió algo al momento de tener esa "personalidad" frente a sus ojos, ese algo era restregar toda su cara en el pecho de Dean.
‹Se siente tan sensacional, tan suavecito mas que una almohada. Había querido hacer esto dese el momento en que lo conocí, cuando mis manos cayeron sobre su pecho. Me estuve perdido de esta grandiosa sensación.› Con una sonrisa pervertida y muy escandalosa Luther seguía frotando su cara contra esa "personalidad."
—¿Tanto te gusta mi pecho?—Desde que supe que su parte favorita de mi cuerpo era mi pecho, lo utilice a mi favor para seducirle cada vez que nos encontrábamos.
—¡Me encanta!—Respondió al instante.—Tanto que mi nariz podría tener una hemorragia nasal.—Fue sincero.
—Y yo soy el pervirtiendo, ¿eh?—Dijo al instante en que suavemente, vuelve a restregar su pecho sobre la cara de un sonrojado de Luther.—Jajajaja.
Sonríen tontamente al escuchar los ronroneos de Luther, feliz de tener su cara enterrada en esa esplendida "personalidad" del alfa mayor.
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