Solo tuvieron que esperar que aquella pareja se fuera, (aguantado sus ganas de tomar por el cuello al cerdo que se llevó a su pequeño repollo) para que los Astier echarán casi a patadas a las dos personas indeseadas que habitaban en su propiedad.

En está ocasión prohibieron estrictamente el paso de Lander, o Charles que no saben cómo demonios entró como perro por su casa. Todo aquel que lo dejara entrar más allá del portón o que entrara por la portón, sería despedido.

Ya no iban a tolerar que Lander haga de las suyas solo porque en su momento, ellos le tuvieron consideración y la amabilidad de decirle que podía venir a la mansión Astier, era el amigo de su querido Luther después de todo. Sin embargo él mismo terminó por arruinar la última amabilidad de la familia Astier.

Y ahora mismo se encuentra buscando al culpable que ventiló algo tan importante, solo en la mansión se había hablado sobre los lazos sanguíneos que tienen con Luther, por lo que los señores y los jóvenes Astier han mandado a llamar a todo el personal el cual se encuentra en la sala. No van a permitir traidores o chismosos en su prioridad.

—Tíos.—¿Por qué me miran de esa manera? Se están haciendo los indignados cuando tienen toda la culpa, que descaro el de ellos.

—¡No somos tus tíos!—Alza la voz los señores Astier.

Mirándo con indignación a Lander por tener el descaro de seguir dirigiéndose a ellos dos, de esa manera luego de estar a segundos de confesarle a Luther sobre su parentesco con nosotros. Eso no le compete ni a Lander ni a nadie.

—Desde ahora no te permito que te dirigias a mí como tío, ni a mis hijos como tus hermanos porque no lo son.—No había ni una pizca de amabilidad en los ojos de Elek.

Sí Lander tanto estaba preocupado por Luther, a él no le costaba nada el hablar con nosotros primero y llegar a solución, donde todos se lo diríamos de la manera más relajada no a gritos como él quería hacerlo. Sus intenciones me hacen pensar que es como si quisiera que Luther nos odie y se aleje de nosotros por verlo engañado.

—Mantente alejado de mi hermanito.—Empuja hacia afuera sin consideración a Lander, cerrando las puertas del portón en su cara.—Luther no necesita un amigo como tú, que solo ve la mas mínima oportunidad para dañarlo con la excusa de que es por su bien.—Erin por fin pudo mostrar sus verdaderos sentimientos, que no le agrada Lander. Sin embargo antes no era así.

‹La verdad no sé en qué momento aquel niño tan dulce, gentil, cambió tanto para convertirse en esto. Era lo mismo con Luther, quizás la causa de su comportamiento radica en ese día en que Luther se lanzó al río a salvar a Lander.

Desde entonces cada uno poco a poco fueron cambiando, también es nuestra culpa por creer que era su face de rebeldía antes de llegar a la edad adulta, Eren y yo también pasamos por esa face, tanto que al cumplir la mayoría de edad, yo termine durmiendo con alguien. Lo único que tengo de esa persona es una pulsera de luciérnaga, brilla toda colorida en la noche.

No me acuerdo cómo llego a mi mano, no obstante solo llegué a la casa y me la quité para guardarla tal vez algún día vuelva encontrar a esa persona. Tiene las iniciales "T.P" no me fueron de utilidad al buscar su dueño...›

En eso que se le vine a la mente esos ojos verdes de Tyr, rápidamente negó con su cabeza, que esa era una ridícula posibilidad y ni siquiera debería de considerarlo como una.

‹Estoy enloqueciendo por estar pensando en ese tipo tan desagradable, abusivo. Y si fuera él de seguro desde hace mucho ya estaría con mis abuelos y tíos en el mas allá, ese hombre no se hubiera quedado quieto luego de ver sido humillado por ver estado de bajo de mi y por verlo dejado solo en la habitación y con dinero sobre el buró cerca de la cama.›

Con eso Erin descartó a Tyr en definitivo, que el Omega no podía hacer algo como eso. Tal vez si la otra inicial fuera la "B" no le quería la menor duda de que esa persona era Tyr, sin embargo esa pulsera se la regalo su prima y por ende la inicial "p" pertenece al nombre de su prima.

Con decir que en busca de esa pulsera Tyr pagaba un gran precio para todo aquel que la encontrará, algunos hasta llevaban falsificaciones pero ninguno le llevo la correcta, y hasta no hace mucho la seguía buscando hasta que se dió cuenta y estaba seguro que Erin la tenía en su poder, por lo que cancelo la búsqueda. Solo se encuentra a la espera de que Erin se animé a ponérsela y empezar un divertido juego.

—¿Por qué se enojan conmigo?—Muerde su labio.

¿Por qué está pasando esto? Luther ni siquiera me preguntó de como estaba, solo quedó viendo que Dean la lastimara mi mano, ¿qué pasará si no puedo volver a usar un lienzo? Daño mi mano dominate, ¿debo de estar agradecido que ya terminé mis pinturas para la exposición.

No se suponía que estoy terminaría de está manera, me imaginé algo muy diferente donde Luther corría a mí para desahogarse...¿Qué quiso decir Dean con que mi compromiso podría romperse?

—Todavia tienes el descaro de preguntar el porque.—Eren no tenía ni una pizca de emoción en sus ojos.—Solo lárgate y no busques mas a Luther porque el tampoco lo hará, sigue tu camino...

—¡Están siendo demasiados injustos conmigo!—No podía quedarse callado, tenía que escuchar que eran los Astier los equivocados.

—Ya vámonos, Lander.—Me estoy sintiendo muy molesto y no siento que sea por Lander.

¿En serio Luther tiene algo que ver con Dean Bennet? Eso no debería de importarme, es más. Debería de estar agradecido de que encontró a alguien que si lo vea a él, y de esa manera Lander y yo dejaremos de discutir por eso. No obstante, hay una acidez en mi estómago, arde mucho y mi paladar es amargó.

En vez de sentirme agradecido de no ve a Luther alrededor de Lander, me siento mal y molesto. ¿Por qué me estoy sintiendo así por la persona que se supone que odió?

—No Charles.—Sigue hablando.—Todos ustedes son injustos conmigo, están enojados porque le han estado mintiendo a Luther y lo quieren seguír haciendo.— Deberían admitir que están equivocados.—¿No les da vergüenza? Por su culpa él...

—¡LANDER, YA BASTA!—No pudo mas y solo explotó.—Si es un asunto tan importante y que solo le incumbe a su familia, no deberías de meterte...¡PORQUE NO TE IMPORTA A TI.

Los presentes y mismísimo Lander se quedaron impactados, la voz suavemente alta de Charles iba cargada de tantas emociones que podías sentir el peso de ellas y de como se estaba sintiendo en este instante.

Edgardo se moría de ganas por levantarle el pulgar a su jefe, pero de repente vio que la expresión de Charles se volvió a batida al ver la mirada de Lander, he intentando encontrar una manera de arreglar lo que hizo.

—Lander...yo, no quise...

—¡Déjame en paz!—Corrió en dirección a su casa.

Me gritó, Charles me gritó a mí, ¿cómo puede ser eso posible? Este definitivamente no es mí día, todos están encontra de mí cuando solo estoy buscando la manera de que dejen de que Luther siga viviendo engañado.

—¡Lander!—Charles fue detrás del Omega.—Solo espera.

‹Dije lo que quería decir pero, ¿entonces por qué voy tras de él? No quiero hacer algo como esto pero mi cuerpo es como si se estuviera moviendo por si solo. ¿Por qué?›

Charles va cuestionandose del porque alzo la voz de esa manera, buscado una respuesta a sus acciones, en su momento no iba a tartamudear. Tenía toda la intención de seguir hablando de esa manera enojada, pero cuando vio los ojos impactados y cristalinos de Lander, todo él entró en pánico.

—¡No quiero hablar contigo Charles!—Entro a su casa.

Tengo que llamar al médico para que revise mi mano, no puedo dejarle saber a mi familia que hice enojar a Dean Bennet, estarán furioso si se enteran de eso. Esto no se quedará así, no pienso rendirme en abriles los ojos a Luther. Si no lo hago como se supone que veré a los ojos a ese joven que me dejó a cargo de su seguridad.

—Vete, Charles...¿Mamá?

Lander de tuvo su caminar al ver la expresión angustiada de su madre, es la primera vez que la ve sin ese glamour muy de ella, con aires de diva con toda la intención de ir a gastar dinero. En este momento parecía que había envejecido unos diez años, sin dormir las horas adecuadas porque sus ojos se encuentra muy hundidos.

—Mamá, ¿qué está pasando?—Sostiene sus manos.—¿Por qué estás tan angustiada?—Tengo una sensación de incomodidad en mi estómago.

—¡Charles!—Se aleja de su hijo para ir donde Charles.

El alfa se sintió verdaderamente disgustado al ser tocado por su suegra, quería empujarla para que no le siga sosteniéndo sus manos pero por mas que lo quisiera. Su cuerpo no le obedecía a su cerebro.

—¿Qué sucede?—Quiero vomitar.

—¡Ayuda a mi esposo, por favor!

Charles tuvo que tragarse con asquerosidad la náusea que estuvo por salir de su garganta, provocando que su estómago se volviera mas ansioso por sacar todo lo contenido ahí adentro, todo a causa de la señora Cooper, ella había dejado caer su cara sobre el pecho del alfa mientras lloraba.

—Madre comportarte estás incomodado al joven maestro Charles.

—¡Mikel!—Sino fuera por Mikel hablándole con rudeza a su madre para que se aleje del alfa, Charles ya le hubiera jalado del cabello y tirarla lejos de él.

—¿Dónde demonios andabas, Lander?—Preguntó una figura formidable de 1.90 metros de alto, cuerpo corpulento, profunda mirada azul y un corto cabello liso, desgrafilado, negro.

Bajaba la escaleras con dignidad y superioridad en todos los aspectos, vistiendo un traje pulcro de dos piezas. Esos anteojos con collar delgado a tados cada pata de sus anteojos, lo hacía ver cómo un ministro atractivo de esas novelas de fantasía.

—¡H-Hermano!—Desde que llegó a este lugar está sería la cuarta vez que Lander se encuentra con su hermano.

A Lander no le agrada la sensación que siente cuando habla con él, cuando esos ojos azules lo ven es como si estuvieran viendo todo atraves de Lander. Eso es lo que no le agrada a Lander.

—¿Cuando regresaste de tu viaje de negocios?

‹No sé supone que Mikel había planeado quedarse en el extranjero, no tenía planeado volver era como sino quisiera estar en esta familia, ¿por qué volvió tan derrepente?

Mikel no es el tipo de hermano mayor tan cariñoso como lo son los de Luther, en su momento creí que si lo sería. Después de todo el dueño de este cuerpo me lo dijo, tendrás una familia que te ama, y no mentía porque mis padres me miman a más no poder.

No obstante, eso no incluye a Mikel, en sus ojos no se ve ningún cariño por mí y mucho menos disgusto, es demasiado serio que no pudo entablar una conversación con él, tampoco sé en qué está pensado cada vez que me mirá. Es alguien muy discreto y siempre anda vistiendo de negro.

En ningún momento viste de otro color que no sea negro, le queda bien de eso no hay duda, es un hombre demasiado atractivo. Llamativo y sus ojos exóticos azules son para quedarte inmersos en ellos es un azul muy profundo.

La primera vez que lo ví intuitivamente pensé que si esto fuera una novela, él sería el personaje principal por su presencia, (no se su género y ni mi familia parece saberlo, es su secreto.)  Sin embargo de pie junto a Dean Bennet, lastimosamente mi hermano pasaría a convertirse el personal secundario.

De igual manera eso no convierte a Dean en protagonista, no. Él tiene mas aires a villano de esos que son perversos pero tienen esa maldita belleza que te hace decir; el cuerpo no tiene la culpa de que sea tan bastador.›

—Regrese hoy.—Mira a Charles.—Te vez más lamentable que la última vez.—Acerca su rostro cerca del oído del alfa.—Al final los tres perdieron todo por nada, verdaderamente lamentable.—Nego con la cabeza.

—¿Disculpe?—Charles no comprendía nada, pero se agregó una espina en su pecho.

—No es nada.—Tomo sus cosas.

—¡Mikel!—Su madre lo detiene.—¿Dónde vas? Tienes que ir hablar a favor de tu padre.—Mi esposo no puede perder ese ascenso, él tiene que convertirse en fiscal.

Ya alarde enfrente de mis amigas, les dije que haría una gran fiesta de celebración cuando mi esposo recibirá el ascenso, ¿qué se supone que haga si eso no sucede? ¿Con que cara las veré a todas ellas? Seré la comidilla de la alta sociedad.

—Madre, no es tan fácil como piensas.—Suspira.

Es por esto que quería quedarme en el extranjero y no volver a este maldito país, a un lugar donde solo se respira ambición y una familia que no sé si considerarla como una o simple personajes.

—No sé le puede hacer cambiar de opinión una vez que han hablado, es todo un hecho que mi padre no se volverá fiscal.—Ve a la parejita.—Vayan quitándose la idea de que seguirán siendo pareja.

—¿De que estás hablando, hermano?—Tengo un mal presentimiento.

—Si, Mikel. ¿De que hablas?—Su madre se asustó.

—Charles no tardará en ser convocado por su padre.—Abre la puerta.—Estoy seguro que al señor Travis Turner, no le agradará escuchar que mi padre no se convertirá en fiscal.—Cierra la puerta con fuerza.

Su mirada se distorsiono a mas no poder, sus nudillos no tenían nada de color por la presión del puño, es como si se hubiera contenido las ganas de tomar por el cuello alguno de ellos.

‹Solo espero que en está ocasión tú plan funcione tonto hermanito, no sabes lo difícil que es mirar la cara de ese cuerpo que ya no es tuyo, es por esa misma razón que buscó cualquier excusa para no estar en esta casa, buscando la manera de evitar que esté mundo se vuelva un ciclo de repetición.

Es por eso que me encargue tal y como te prometí de evitar que Dean Bennet, no se fuera del país como había pasado anteriormente, y lograré que en el proceso conociera el alma que entró en tu gran amigo Luther. Esa alma que estuvo buscando y por la cual lograron manipular su mente en la otra línea, con eso la seguridad del nuevo Luther estará garantizada.

Solo espero que está vez sea la vencida, que este Luther logré romper el poder de esa voz sobre nosotros y cuando el mundo se reinicié todo vuelva a la normalidad, sin una voz obligando hacer nada que no quieran tanto a ti hermanito, Charles y Luther. Porque aposté todo a eso, que una vez completada la destrucción de esa voz, el mundo volverá a girar en el tiempo y sus almas serán traídas a este lugar, su hogar.›

Todo parecía que Lander no murió solo porque sí, su muerte fue con un propósito y antes de eso se lo confesó a su confiable hermano mayor. Solo que a Mikel no le agrado para nada que el alma en el cuerpo de su hermanito, se alguien así de molesto y desagradable.