capitulo 5

Bajo el agua cristalizada de esa lujosa piscina al aire libre en el piso 20, de ese penthouse, se encuentra una persona humedeciendo o bendiciendo esas aguas con su despampanante y muy escultural cuerpo al sumergirse.

Hasta para nadar lo hacía con elegancia, esa manera de mover sus torneados brazos o esas sexys y largas piernas era como todo un profesional en natación.

¿Quién se baña en aguas fría a tales horas de la mañana? Solo alguien como él, que no le teme al frío. A penas han pasado tres semanas desde que inició el año nuevo, el invierno restante del año viejo todavía no se ha marchado por completo.

Sin embargo, eso no era un impedimento y tampoco de tuvo a ese hombre de disfruta nadar en esas frías aguas. Para él, todos los días del año son iguales.

No sería exageración decir que asi estuviera en el polo norte, se metería a ese mar que podría congelarte al momento de sumergir un dedo de tus manos o pies.

-Dios, está completamente loco.-Levanta una taza de café, quería cafeína y algo caliente en su sistema.-Con solo verlo nadar se me congelan los dientes.-Balbuceó un somnoliento Fausto.

Alguien normal se congelaria, pero mi jefe no es alguien normal después de todo. Es hijo de un hombre desquiciado, quien en vez de actuar como padre actuaba como enemigo de sus propios hijos, haciéndolos pasar por varías dificultades.

-Tengo sueño.-Comentó con cansancio.-Mucho sueño, esperó que este café me despierte aunque se aún poco-Solo había podido dormir cuatro horas quizás.

Al pobre le tocó acostarse muy pero muy tarde, no tenía mucho tiempo disponible para organizando toda esa "supuesta" reunió en el campo de golf Links.

Desde un principio no había ningún tipo de evento en ese lugar, es más. Ni siquiera había hablado con los encargados de dicho campo de golf. Por lo tanto tenía mucho trabajo que realizar ya que la reunión es en menos de dos días.

Lo que era más importante de todo eso, eran los tipos de juegos que se realizarían y a qué personas incluyentes invitarían. Con respecto a los invitados no había tanto problema.

Nadie diría que no cuando es una invitación del mismísimo Ceo Bennett. Para esas personas sería un honor y así tuvieran una cita médica la pospondrian, todo para poder asistir.

Fausto tenía mucho trabajo como asistente y mano derecha de Dean. Y como si eso no fuera poco, le tocó levantarse temprano cuándo solo deseaba seguir durmiendo, a penas eran las 5 de la mañana.

Sin embargo, no le quedo de otra más que levantarse a regañadientes, seguir hasta a la piscina y ver nadar a su ingrato jefe.

-¿Por qué no seguiste durmiendo?-Preguntó un hombre alto con una pequeña cicatriz en su mejilla, sin embargo eso no opoca ni causaba estragos en su varonil rostro. De hecho, le daba un toque misterioso y rudo a su belleza.

Quizás en su momento sirvió en los marines, por esa manera de pararse, hablar, ese cuerpo robusto. Aparte, su cabello marrón lleva un corte estilo mariné.

-Como si dormir fuera posible cuando tienes un jefe, tan madrugador.-Suspiro con pesar.-Vladi, tú también eres igual.

Conozco a Vladi desde que tenía 15 años, un chico rebelde que fue enviado a la marina por su padre, solo de esa manera creyó que era posible ser una persona decente.

Y lamentablemente, no creó que haya funcionó del todo ese intento, porqué al final después de ser dado de baja a los 20 años. Se convirtió en el guardaespaldas de Dean Bennett.

-Levantarse a las cinco no es nada luego.-Expresó con su mirada color miel, fija en la piscina u otros lugares. Inspeccionado que ningún peligro aseche a su jefe.-Eso ya se concidera tarde para mí.

Mis hábitos no se desvanecen sin importar que ya paso un buen tiempo. Tengo 25 años y sigo levantabdome muy temprano.

-Me disculpó por ser una persona normal, rodeado de seres anormales.-Bebe de su taza de café.

No es como si no hubiese tratado acostumbrarme a su ritmo, salir a trotar y luego realizar unos cuantos ejercicios en el gimnasio del personal, pese a eso no había ni un cambio en mi cuerpo.

Podría matarme haciendo ejercicio y simplemente a mi cuerpo no se le daba la gana crear músculo. Luego entendí del porqué no podía hacer crecer musculatura.

Lo descubrí cuando fui a realizar la segunda prueba para saber mi subgénero y me lleve la gran sorpresa o mala suerte que soy un omega dominante.

No me quedo de otra que quedarme con este cuerpo esbelto lo suficientemente varonil eso si, aunque es un poco injusto que eso solo me pase a mí.

El segundo maestro Bennet, es Omega y su aparecía es tan malditamente e intimidate y su cuerpo ni se diga, tiene unos músculos definidos, nada exagerados.

-¿De que están hablando?-Apoya sus manos en el bordo de la piscina, tomado e impulso y así salir de esas aguas.

-Fausto solo se quejaba del frío.-Responde Vladi. Cubriendo con una bata el cuerpo de su jefe.

-¿Es por eso que se encuentra tan pálido?-Niega con la cabeza.-Y eso que no eres tú, quien estaba nadando.

Sostiene una de las taza de café, sin azúcar. Dean no es de las personas que disfrutan de lo dulce, comer algo como eso sería peor que el veneno.

-También comentó que tiene mucho sueño.-Le entrega una toalla pequeña para que su jefe, sequé ese cabello azabache.

-Te puedes callar.-Tengo unas grandes ganas de romperle toda la cara.

Vladi es el tipo de persona que le cuenta hasta el más mínimo detalle a nuestro jefe. También al único hombre al cual obedece sin refutar, solamente a este alfa desquiciado.

-Le agregue dos ceros más a tu chequé de este mes.-Comunicó, mientras secaba su cabello y miraba a la misma vez la tablet no muy lejos de Fausto.-¿Investigates lo que te pide?

-¡Sí, por supuesto!.-Su rostro se adorno con una gran sonrisa brillante.-Querido chequé...digo, querido jefe, ¿dónde está mi cheque?-Sonrío todavía más.

No hay nada más hermoso que sostener esa cosita hermosa en mis manos, es por ese cheque que soporto todos estos maltratos de mi jefe...no soy esclavo del jefe, soy esclavo del dinero.

-Me sigue sorprendido lo rápido que cambia tu actitud al escuchar dinero.-Comentó Vladi.-¿Enciendo un puro?-Le preguntó a su jefe. Dean solo asintió.

-¿Jefe?-Ignoro al guardaespaldas.

-Pobre de la persona con la cual te relaciones algún día....

-¡Cállate!-Golpeo el hombro de Vladi.-Pobre del que se relacione contigo. Bueno, quien querría ver esa cara de...

-Primero darme el informe.-Interrumpió a su asistente antes de que dijera una grosería.

Dean dejo caer su cuerpo a lo largo de esa silla, tomando una posición cómoda para escuchar lo que le informará, Fausto.

-A la orden.-Tosio un par de veces antes de hablar.--Lander Cooper, es un joven inteligente, muy hermoso. Un Omega dominante, segundo hijo de los señores Cooper.

-Saltarte eso porqué no me interesa.-Demandó, dejado salir una bocarada de humo de sus sexys labios.

-Bien.

¿Entonces para que me hace investigar toda su vida? Quien demonios lo entiende. ¿Acaso se debe a lo que comentó el joven maestro Luther Astier? Se suponía que no quería aceptar la invitación porqué se reuniría con Lander.

-Jefe, pero si quiere saber sobre la relación de Lander con Luther...

-Para ti, tercer joven maestro Astier-Expresó.

-¿Qué?-Solo quería averiguar mis sospechas, no esperaba que me corrigiera con una voz feroz al momento de referirme al joven Luther.

Fausto al igual que Vladi, abrieron sus ojos en grande todos desconcertados al escuchar las palabras de su incomprensible jefe.

-¿Por qué te quedás callado?-Frunce el entrecejo.

-Bien.-Fausto volvió a su semblante profesional.-Como decía, Lander es nacido en este país, sus padres se mudaron a la zona residencial las palmas, cuando el tenia tan solo 8 años de edad. Su mansión queda en frente de la familia Astier.

Desde en el momento en que el tercer joven maestro Astier, interactuó con Lander, se cayeron muy bien y de esa manera se volvieron muy buenos amigos, inseparables.

Tanto así, que el tercer joven maestro Astier, siguió a Lander a la universidad de bellas artes. Aunque, no se le da muy bien lo del arte "según dicen" Todo indica que fue a esa universidad porqué Lander estaría allí.

También pude averiguar que anteriormente, Los Astier y los Cooper tenía un acuerdo sobre un matrimonio, solo que eso no fue posible ya que el vicepresidente Charles Turner, es el alfa destinado del omega.

-¿Destinó?-Sonrió con sarcasmo.-¿Quien demonios cree en esa mierda en pleno siglo XXI?-Declaró.

El amor en base al dulce olor desprendido de un omega, no es amor que de verdad sienta una persona. Solo es una droga que te altera tus instintos hasta el punto y que te autoengañas de que es tu destino y por eso debes estar con esa o ese omega. Eso es lo que para mí significa el destino.

Para empezar, ¿qué es el amor? ¿Existe en realidad o solo es un invento de las personas para no sentirse tan solitarios?

-Bueno, para muchos omegas el destino es su sueño más esperado.-Comentó Vladi.-¿Verdad, Fausto?

-No me mires a mí, cerebro de músculo-Rechina sus dientes.-Esa mierda no existe y si existirá me niego aceptarlo...aparte no pienso ser el de abajo.-Declaró Fausto.

Quién quiera estar conmigo, tendrá que estar debajo de mí. ¿Que le impide a un omega dominante como yo, ser el top? Nada.

-Desviarte un poco más del tema principal y le quitaré los dos ceros al cheque.-Advierte.

-¡Todo menos eso!-Vuelve a su modo serio.

Desde que Landar se hizo novio de Charles, el tercer joven Astier a intento de todo para que esa relación acabe, él a estado enamorado del omega desde hace mucho tiempo.

Por más que Lander o Charles le advierta sobre no interferir en su relación. Él sigue sin detenerse y con la excusa de que se rindo con Lander, de que ahora solo son mejores amigos. El tercer joven Astier, utiliza eso a su favor para pegarse en todo momento al omega.

Ese día en el estacionamiento, según las cámaras de seguridad, el alfa quiso besar al omega, sin embargo Lander no lo permitido. Lo que los llevo a una discusión.

-Comprendo.-Apaga su puro en el cenicero-Darme eso.-Extiende su mano, indicado que le entregue la tablet.-¿Tienes el video.

-Si-Le entregue el dispositivo, ¿algo anda mal con su seriedad?-¿Puedo ir por mi cheque?-Tengo que sujetarlo con fuerza antes de que me lo quite.

-Ve por el, esta en el estudio-Reproduce el video sin sonido.

No dudo de las habilidades de fausto, sin embargo, ¿es verdadera toda esa información? Ese Sucubo no me pareció que fuera ese tipo de persona.

-Dile a Geronimo que preparé el desayuno.

-Sí, enseguida.-Grito desde el interior de la suite.

-Jefe, ¿puedo preguntarle algo?

-Solo pregunta, Vladi.-Puedo imaginar lo que está por decir.

-¿Tiene cierto interés en el tercer joven maestro Astier?-Lo dijo de esa manera para no ser corregido por Dean. Al igual como lo hizo con Fausto.

Es la primera vez que lo veo mostrar interés por otro ser humano, sobre todo realizar algo que pueda asegurar que el joven maestro Luther Astier, este presente.

Me siento un poco mal por el joven Eren y su arduo trabajo, que debió de realizar para dicha propuesta, lo desvelado y cansado. Todo para que al final mi jefe, no estuviera interesado.

Sin embargo, eso logró cambiar cuando sus ojos grisáceo captaron a ese chico de cabellos blancos. Esperemos que el joven maestro Eren, jamás se entere de eso.

-Vladi, sabes bien que para mí la curiosidad no existía y mucho menos la tentación...-Oh, ese tan aclamado deseo de obtener algo que no puedes agarrar solo porque lo deseas.

-Sí-Asiente con la cabeza.-Fausto también es consiente de eso.

-Bueno, verás-Sus filosos ojos grisáceos, deslumbraron el lugar con una pícara sonrisa.-Lo sabrás eventualmente con el pasar del tiempo.

"Interesante" expresó a mismo tiempo que borraba esa cinta de grabación. Ya la había enviado a su celular personal, no tenía porqué existir otra aparté de la suya.

-¿Eso quiere decir que lo tratará?

- ¿Quién sabe?-Se puso de pie.-Vladi, lo único que necesitas saber es; que en ningún momento te atrevas hablarle informal o verlo de mala gana.

-Lo entiendo.-Esa advertencia ya dice mucho, jefe.

-Bien. Vamos a desayunar.

Para muchos su belleza la han de comparar con la de un inmaculado angel celestial. Pueda que sea verdad, pese a eso a mis ojos es un exótico Sucubo. ¿Quién más aparté de los Sucubo puede despertar la tentación y el deseó?

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