capitulo 36

‹Algo no se siente bien en esta habitación, tengo esa sensación de que alguien estuvo hurgando cada rincón. Pero no creo que Luther no haya sentido tal presencia.› Eren y Erin sentía un escalofrío inquietante.

Luther no podía disfrutar de su desayuno si los gemelos se encuentra tan ansiosos, por lo que está disimulando su nerviosismo tanto como puede. Temía que sus hermanos encuentren algo fuera de lugar, desde que entraron a la habitación sintieron una extraña y escalofriante sensación. Cómo si ya hubiese estado otra persona antes que ellos.

Por lo que Erin y Eren empezaron a olfatear por todo a su alrededor, parecían dos grandes pitbulls en buscas de el posible perpetrador, buscando la mínima pista que les confirme sus sospechas.

Es por ese mismo motivo que el alfa de ojos celeste, se encuentra nervioso aunque no lo demuestre y sigue hablando con sus padres, dejado que ellos le den pequeños bocados de comida de vez en cuando, pese a lo avergonzado que eso le hace sentir.

—Pueden sentarse, me están mareando.—Por lo visto el asistente de Dean, hizo un excelente trabajó.—¿Qué están buscando?—Ni quiero imaginarme como reaccionarán cuando se enteren que son cuñados de ese doberman desvergonzado.

Es muy probable que agarren el primer objeto que infunda dolor, yendo con todo encima de Dean. Lo harían aun sabiendo que no tienen oportunidad, o tal vez sí. Estoy seguro que Dean no les haría nada así tuviera la oportunidad porque sería como dañarme a mí.

Será complicado explicarles que estoy con Dean porque me gusta y no porque me este amenazando, porque estoy cien por ciento seguro que eso es lo primero que pensara mi familia.

—¿No a venido nadie?—Preguntó Eren.—¿Verdad?—Quiere escuchar la respuesta de su hermanito.—¿No percibiste alguna presencia desconocida entrado a la habitación?

Nadie me quita de la cabeza que alguien estuvo aquí, puedo sentirlo. Todo se ve demasiado limpio, los de la limpieza todavía no han venido hacer su trabajo y estoy muy seguro que ayer este lugar no estaba así.

Por ejemplo ese florero se encuentra tres centímetros lejos de donde estaba ayer, cuando se trata de la seguridad de mi hermanito, inspeccionó su alrededor tomando una fotografía en mi mente de esa manera verificar que cada rincón este igual que la última vez que lo vi.

Luther tiene otro acosador aparte de esa Psiquiatra y el maniático de Charles, sigo sin saber que pasa por la cabeza de ese tipo. Él también nos envió un mensaje luego de recibir la llamada por parte de Diell, no sé porque se encontraba en ese consultorio, ¿para ayudar a Luther?

¿Por qué lo ayudaría si lo odia? ¿Es por qué es amigo de Lander? O, piensa que solamente él puede ponerle las cosas difíciles a Luther. Pues está muy equivocado, tendré que romperle las extremidades para que entre en razón.

—Las ventanas no deberían estar abiertas.—Comentó, Erin.—Y varios de los objetos de este lugar se encuentra movidos.

—¿Quién demonios subiría por la ventana?—Estos sujetos que diablos son para saber algo como eso.—¿No saben en qué piso me encuentro? Porque por la puerta nadie entraría si está Diell, cuidado de mi seguridad.

En serio no tenía ni idea que fueran así de intensos, los puedo entender que es por su preocupación por mí, pero darse cuenta hasta del minino detalle ya es demasiado. ¿Tengo que descartar mi idea de invitar a Dean a mi habitación cuando todos estén dormidos? Quería tener un momento emocionante lleno de adrenalina.

—Eren, Erin. Tomar asiento.—Indicó su padre, Harold.—Este hospital privado es uno de los más prestigiosos del país, por su seguridad y sobre todo por sus grandes médicos.

—Es posible que el médico haya entrado a revisar la condición de Luther.—Comentó Elek.—Es imposible que Diell, no haya sentido cualquier intruso.

—Preguntare a Diell...

Erin te sientes o te siento.

Erin dejo de mover sus pies al escuchar y ver esa sonrisa en Luther, que no llegaba a sus ojos lo que el dio a entender que se encuentra molesto.

‹¿Por qué se encuentra tan agresivo? ¿Cuándo fue que su voz de alfa se volvió a si de fuerte? Es por estar en esta cama de hospital.› Se cuestiona Erin, mirando a su hermanito.

—No ha entrado nadie.—Me duele la consciencia por mentir tan descaradamente.—Fui yo quién se levantó en la noche, me sentí tan mareado que termine por tropezar con esa pequeña mesa con el florero.

Si no eliminó sus sospechas no estarán en paz, son como perros tras un hueso hasta que lo hayan atrapado. No puedo dejar que se peguen a mi las 24/7 eso sería muy malo, no podría deleitarme con la "personalidad" de mi sensual y muy caliente novio. Lo voy a saborear cada vez que tenga la oportunidad.

—¿Estás bien?—Todos ellos se asustan.—¿No te lastimaste?

—No me lastime, logré sostenerme a tiempo pero tire unas cuantas cosas por lo que le pedí a Diell, que se hiciera cargo de la limpieza.—Me crecerá la nariz.—No quería decirles para no preocuparlos.

—Es así.—Suspiran aliviados.

—No morirá nadie hoy.—Expresan los gemelos.

Luther tenía razón cuando pensó que sus hermanos no lo iban a dejar pasar hasta que eliminarán sus sospechas, solo entonces tomaron asiento.

—Dejando eso de lado, es momento de que hablemos, del porqué termine en este estado y el motivo por el cual visitaba una Psiquiatra.

Los señores Astier y sus dos hijos mayores se tensaron un poco, querían preguntar eso desde que entraron pero no sabían como hacerlo y tampoco querían incomodar a Luther.

‹Dean expresó que esa mujer por mas que la sometan a las peores cosas, no dice nada. Solo grita mi nombre, que la pueden despellejar viva y aun así no dirá nada absolutamente nada a menos que vaya a verla.

Está completamente loca, obsesionada conmigo. Se encuentra resistiendo toda esa tortura solo para tener una oportunidad de volverme a ver, porque dudo que Dean lo esté haciendo fácil.›

—Anteriormente escuchaba cosas.—Confesó.—Había una voz en mi cabeza que me ordenaba.

‹Quiero que sepan por lo que pasó el anterior Luther, el peso y el sufrimiento que lleva en sus hombros. Lo mucho que se esforzó por mantener vivos a sus seres queridos, que los amo más que nadie. Tal vez sea duro de escuchar, pero siento que es muy importante decirlo.›

El joven alfa le empezó a narrar toda la historia pero detalladamente, habían cosas que la familia Astier no tenía porqué saber o los podría en peligro. Todo lo que les estába diciendo es como llego a buscar ayuda profesional y el motivo del porque lo hizo.

Entre más escuchaban más pálido se iban poniendo los presentes, en sus rostros solo se podía ver una profunda culpa, dolor, por ser tan ciegos y no ver lo que estaba pensando con su pequeño Luther.

—Presentía que si no le hacía caso pasarían cosas muy malas.—Baja su mirada.—Nunca he estado enamorado de Lander, lo perseguía y hacía todo eso porque así me lo pedían.—Mira a sus padres y hermanos mayores.—Solo quería que todo terminará.—Ese celeste se cristalizó.—Estaba tan cansado de todo.

Hablar sobre esto seguirá siendo sofocante y ver las expresiones sorprendidas, asustadas, adoloridas en sus rostros me hizo sentir estrujado.

—No quería seguir escuchando esa voz en mi cabeza, solo quería que se detuviera por lo que fui en busca de ayuda. Me diagnosticaron con esquizofrenia pero el medicamento dejo de funciar tiempo después. La Psiquiatra en quien confié y vi como mi salvación, confidente, se terminó obsesionado conmigo y quiso llevar no sé a dónde.

Con esa confesión vino un silencio súbito, Erin esta por romperse los labios queriendo controlar la impotencia, la furia que hay en él por ser tan inepto como hermano mayor, por no darse cuenta por el sufrimiento de su pequeño hermano.

Luego estaba Eren, este ni siquiera encuentra las palabras para pedir disculpas. En su garganta se incrusta un pedazo de vidrio que en vez de retirarlo permite que siga perforando su garganta porque sentía y estaba seguro que merecía tal dolor. Por ser ciego.

Por último los señores Astier, la culpa los está asfixiando y de que manera, reprochandose y echándose en cara que como padres son de lo peor, ni siquiera se dieron cuenta de nada. Como podrían llamarse padres si eran ciegos al momento de ver el dolor de su hijo menor.

—No sé ni por dónde empezar para pedir disculpas, tú perdón.—Expresaron sus padres, conteniendo sus lágrimas.—Creíamos que eramos buenos padres, que te estamos protegiendo de una manera u otra pero no era así...perdón. perdón por ser tan ciegos, por tomar a la ligera tus acciones.

‹Lo tendremos merecido si él decide irse y poder sanar en otro lugar, sé que mi pequeño no está loco, algo severamente grave debió ponerlo en ese estado que le hizo creer que escuchaba voces...y nosotros ni enterados. Somos de lo peor.› Son los pensamientos de los señores Astier.

—Ya estoy bien, no sean tan duros consigo mismo.—Debo de hacerles saber que no es su culpa, nada de esto es culpa de nadie excepto esa "voz"—No se los conté para no hacerlos sentir miserable.—Sostiene la mano de su padre y mamá.—No es su culpa de que no se dieran cuenta, solo soy yo quien supo esconderlo demasiado bien.

Y si un día se dieran cuenta el creador de este mundo solo haría de las suyas, esa "voz" no es nada mas que el creador de esa mierda que leí. Quizás me envió a este lugar luego de que la maldije unas cuantas veces, pero fue a la trama.

Nunca me tome las molestias de averiguar quien era autor o autora, no tenía caso en desahogarme atacando a una persona por simple ficción, pero al parecer el o ella si me llegó a tener odio si es que me logró escuchar.

Todavía no estoy seguro si en verdad me odia, por el momento solo son especulaciones de mi parte. Ahora mas que nunca estoy seguro que ese niño era el verdadero Luther, ¿que hacía en mi mundo? ¿cómo llegaría su alma a ese lugar?

—¿Por qué no hablaste con nosotros?—Preguntó, Elek.—Somos tu familia, pese a cualquier cosa tú siempre estarás primero.

Esto se siente tan similar como en aquel entonces, mi hermano de un dia para otro se volvió tan cauteloso con todo el mundo, paranoico. Sí salía tenia que ir con su esposo, y si nosotros salíamos siempre nos decía; "por favor, por favor conduce con cuidado." Quería decir mas pero su boca solo se abría y se cerraba sin decir nada.

—En ese momento sentía que mi vida era una mentira, mi familia era un engaño para mantenerme preso en este mundo...sí les llegaba a decir algo saldrían lastimados. A si mi vida estuviera cayéndose a pedazos no podía permitir que salieran heridos. Son mi familia.

Ahora sí voy a quedar como un loco, espero y no quieran enviarme a un sanatorio para que revisen mi cabeza y ver que hay dentro.

—Sé que sueno como un loco pero...

—¡No lo estás!

Luther está siendo aplastado por ese abrazo familiar, asi no pudiera respirar bien no les dijo que se alejarán. Él siguió recibiendo ese inmenso cariño y compresión de su familia.

—Ni se te ocurra pensar que te enviaremos a una institución psiquiátrica.—Enunció Eren, con su mirada agobiada.

‹Es por estar razón que Lut no decidió hablar con nosotros, tenía miedo que pensáramos que estaba loco y debía ser recluido en un sanatorio, pero eso es imposible. Nunca podríamos hacer eso, en vez de eso buscaríamos el mejor psicólogo o psiquiatra para que le ayudara a superar ese trauma causante de escuchar esa voz.

Estoy muy seguro que mi hermanito no tiene esquizofrenia, quien sabe si esa mujer le dio algo para tener esa clase de crisis de esa forma la seguiría buscando cada vez que necesitará ayuda.› A Eren le hierve la sangre el solo pensar que su hermanito estaba sufriendo acausa de esa mujer que se hizo pasar por Psiquiatra.

Él estaba pensando en como hacerle pagar, le iba a pedir a Dean que hiciera entrega de ella. Es su turno el hacerle sufrir el triple de sufrimiento por el cual pasó Luther.

—¡Claro que nunca haríamos eso!—Exclamo Erin.—En ese lugar solo deben de estar personas como Dean y Tyr Bennett.—Susurró.

Pero Luther lo escucho perfectamente y es por eso que le metió un puñetazo en su estómago, tenía pensado en soltar su puño en la entrepierna de Erin, pero creyó que seria muy cruel.

—¡¿Por qué me golpeas?!

—Todavía preguntas.—Solo yo puedo y tengo el derecho de llamar loco a mi  Doberman desvergonzado.—Te recuerdo que fue él quien me salvó, mas respeto.

—¡¿Lo defenderas solo por eso?!—Preguntó indignado.—Soy tu hermano.

Está pasando lo que temia, a Luther le puede llegar a interesar ese hombre peligroso. ¿Por qué a los jóvenes de hoy en dia les enloque las personas peligrosas?

—¡Te lo prohibió!—Vocifero.

La conversación se fue a un rombo totalmente diferente, pero de alguna manera eso alivio un poco el ambiente. Ellos no querían agobiar a Luther, con sus culpas, fallas. Podrán verse alegres viendo como Erin y Luther e interactúan pero en sus adentros están pasando y pensando en tantas cosas.

Sobre todo como decirle a Luther sobre sus verdaderos padres, tenían pensando decirlo cuando regresa a casa en aquél momento, pero paso lo que pasó y ahora enterarse de que estuvo pensando por tanto, e por eso que ellos lo están volviendo a meditar si es correcto decirlo ahora o esperar unos días. Cuándo todo esto se haya calmado un poco.

—¿Que me prohíbe que?—Lo vio desafiante.

Se muy bien a qué se está refiriendo, Erin, pero nadie me va a quitar a Dean y mucho menos me pueden prohibir verlo. Ese hombre es mío, y todo aquél que se atreva a verlo con miradas codiciosas les sacaré los ojos.

—Te prohibido gustar de ese hombre, Dean Bennett.

Solo entonces los demás dejaron de estar perdidos en sus pensamientos, esperando la respuesta de Luther. "Su pequeño no podía gustar de alguien así,  solo saldrá lastimado porque ese hombre no está interesado en las demás personas." Eran los pensamientos e ingenuos y lindos de la familia Astier.

—Descuida, se que ese hombre es e inalcanzable.—Obvio que para las demás personas.

—Gracias al cielo que eres consiente.—Erin lleva la mano a su pecho, suspirando aliviad.

Luther estuvo tentado a rodar sus ojos tras escuchar ese suspiro de alivio, no podía romper la tranquilidad de su familia.

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