capitulo 25

Con los nervios de punta y una expresión negra se encontraba un joven, mirado la nada de esa solitaria carretera. Le había ordenado a su chófer que detuviera el auto y así poder sacar lo que vendría siendo su frustración de que alguien más había llegado antes que él.

No era su plan tampoco se esperaba ver algo como eso pasar frente a sus ojos, sin embargo cuando miro la expresión de ese joven de cabellos blancos, tirado de esa manera en la acera con su mente perdida, trajo consigo unos espeluznantes Deja Vu que olvidó en ese mismo instante. Así como vinieron asi terminaron yéndose.

‹¿Qué fue lo que le pasó para que se viera así de mal? ¿Lo volvieron a molestar con respecto a su familia? ¿Qué es adoptado? Esas son las únicas palabras que pueden herir de tal manera a alguien tan arrogante como él.›


                                 ••••••• Flashback •••••••


Esto están molesto, es por esto que odio cambiarme de colegio. Ser el nuevo es como ser un animal exótico en un zoológico, dónde solo asistente adolescente idiotas por la aparecía.

Luego está eso, ¿cómo que tengo un destinado? ¿Ese chico tal Lander es mi omega? Desde ese día no hemos vuelto hablar o vernos porque su celo todavía no pasa, a él le dio más fuerte que a mí.

Mi rut solo duró un día, su familia ya fue hablar con mi padre, puedo imaginarme que viene después de eso. Sí, lo acepto. Acepto que Lander es chico es lindo, radiante como hada pero, se queda corto a lado de...

—¡No me estás escuchando!

Charles detuvo su caminar al escuchar la enfurecida voz, pertenecía a uno de sus compañeros de clase, iba a irse porque no le importaba con quién estuvieran discutiendo, sin embargo todo movimiento fue detenido cuando vió al adolescente de cabellos blancos, sentado bajo un árbol, leyendo, ignorado por completo los gritos de ese otro adolescente.

—¡Te estoy hablando, maldición!—Le quitó el libro.—¿Por qué te pones tus moños?—Sonrío.—Deberias estar agradecido de que alguien como yo, te está invitando a salir.

—Hey ustedes...—Charles no termino de hablar cuando vió, como uno de esos adolescente salió volando de un solo puñetazo, al mismo tiempo en se tesón al ver la frialdad en esos ojos celeste sin emociones de Luther.

El alfa sin darse cuenta ya había vuelto a cubrirse para no ser visto, quería seguir viendo más de ese desarrollo y si era visto no podría seguir mirado algo tan impresionante como el lado dominate de Luther.

—¿Por qué saldría con alguien inferior a mí?—Puso el pie en la entrepierna de ese adolescentes mal educado, mientras lo veía con superioridad—Apestas, hasta los perritos del albergue o la calle huelen mejor que tú.—Recogió el libró que anteriormente le quitaron.

—¡Aagh!

Tanto como el amigo del adolescente tirado en el suelo como Charles, llevaron sus manos a su entrepierna. Esa presión ejercida por el pie de Luther, era doloroso de ver.

—Patético.—Dio la medía vuelta listo para irse.—No me dejes dejarte ver...

—¡¿De qué estás tan orgulloso cuando solo eres un huérfano?! ¡¡Tú eres el inferior a mí!!—Como pudo se levantó del suelo, con la ayuda de su amigo.—Solo eres un huérfano adoptado por compasión.—Sonrío burlón.

—¿Y qué?—No se le vió perturbado, pero sus uñas incrustadas en su palma decían mas que mil palabras.—Corra o no la misma sangre por mi venas, soy un Astier y mis padres son mis padres, punto.—Sus ojos se tornaron oscuros.—Sigo siendo superior a ti.—Sonríe maquiavélico.

Los presentes sintieron un horrible escalofrío en su columna dorsal, al ver esa sonrisa perversa en los labios de Luther.

—Aparte, no eres quien para estar juzgado mi origen, cuando tú madre le robo el marido a su hermano.—Lleva su mano a la boca, fingiendo sorpresa.—Tu tío ahora es tú padrastro, ¿qué cosas no?

—¡Mi madre no hizo eso!—Exclamó enfurecido.—Ahora entiendo porqué tus padres te abandonaron.

—Vamonos.

Su amigo se lo llevó antes de que Luther los terminara eliminando con esa mirada fría que, parecían dos cuchillos.

—¡Aagh!—Solto un gritó y con ello también vino un sollozo.

Esa figura que en su momento era tan imponente e intimidante sin ninguna perturbación, se vía tan pequeña y frágil.

—Soy un Astier...lo soy...—Abraza sus piernas.

Charles solo se quedó ahí con su espalda contra la pared, escuchando los lamentables sollozos del adolescente cabello blanco, no tuvo el coraje de salir y hablarle, más bien no podía. Tampoco quería averiguar o incomodar a Luther.

                          ••••••• Fin del flashbacks •••••••

¿Qué hubiera pasado si en esa ocasión le hubiese hablado? De seguro me maldecía antes de irse...¡joder por qué tengo que estar recordando ese pasado! Ese arrogante no merece mi compasión, desde que nos conocimos solo sabe ponerme irritado.

—Joven maestro Turner, me disculpo por ser entrometido pero, ¿el joven maestro Cooper no está esperando por usted?—Pregunté.

Salí de la mansión lo mas veloz que pude porque mi joven maestro, tenía una expresión de querer matar a alguien. Estába desesperado por ir con su novio, sin embargo verlo aquí sin la mínima intención de darme órdenes para marcharnos.

—¿Entonces por qué demonios no conduces?—Fulminó con la mirada.

El chófer ni siquiera refutó y solo se puso en marcha antes de que el próximo en salir del auto fuera él, trabajar con gente adinerada no era del todo agradable por más buena que fuera la paga.

‹¿Quién serían esas personas de trajes? No logré ve absolutamente nada luego que esos autos se detuvieron al rededor de ese tipo. ¿Qué piensan hacer con Luther? ¿Acaso es un secuestro? ¿Por qué si la familia Astier no tiene tanto dinero para el rescaté? No me interesa que llegue a pasar con él, para mi estaría bien si desaparece y dejá de andar rondando por aquí.›

Con eso en mente Charles sonrió ampliamente pensando en que no tendría que mover ningún dedo, alguien más lo estaba haciendo por él. Sin embargo, ese pensamiento cambio espontáneamente.

‹¿Si Luther desaparece a quienes van a culpar? Será a nosotros, a mi padre y a mí. Dirán que es una estrategia para recuperar esa tierra que perdimos, ellos tratarán de manchar nuestro nombre y eso no lo puedo permitir. Así como no puedo permitir que alguien más se encargue de Luther, seré yo quién le haga pagar por andar rondando el novio de otra persona.›

Charles envío un mensaje a su gente para que busquen a Luther, que busquen en silencio sin llamar la atención de absolutamente nadie, no quiere crear desagradables malos entendidos.

—¿No les dirá a los señores Astier?—Ellos deben de estar ocupados o tal vez ni enterados han de estar sobre lo que está sucediendo con su tercer hijo.

Cómo padre de dos hijos me gustaría y estaría eternamente agradecido, con quién me avisará sobre la situación peligrasa en la que se encuentra mis hijos, por más que se odien creó que lo correcto es decirle a los señores Astier.

—No es de mi incumbencia.—Bufo.—Haya tú si quieres ir hablar con ellos, cuando lleguemos donde mis suegros.—Expresó.

—Entiendo.

No sé si me está dando permiso o es todo lo contrario, mi joven maestro es un joven difícil de comprender la verdad, sus pensamientos no coinciden con lo que suelta de su boca. Es mejor no seguír con esta conversación, puede terminar e irritado como se encuentra el señor Travis Turner.

Desdé que se enteró que perdió contra los Astier, no lo calienta ni siquiera el sol del profundo enojó. Sigue negándose a creer que perdió contra ellos, quién los entiende la verdad.

—Hemos llegado, joven maestro.—Estacionada el auto.

—No te vayas lejos porque tenemos que regresar en unos minutos a la empresa.—Comunicó.

—No lo haré.—Respondió.

Charles observó disimuladamente la propiedad de enfrente, la mansión de la familia Astier se encuentra demasiado silenciosa. Ni el jardinero se encuentra apodado los árboles tanto de fuera como adentro como suele verlo Charles todas las veces que visita a Lander.

—¿Joven maestro?—¿Qué está esperando para entrar?

Sin decir nada Charles entró a la propiedad de los Cooper, mientras su chófer iba en busca de los señores Astier. Esperando que quieran recibirlo después de todo saben que trabaja para los Turner.

—¡Charles!—Sonríe ampliamente.—Bienvenido.—Educadamente le dió la bienvenida a su yerno.

Cada vez que lo veo se va volviendo más guapo, mi Lander tiene la suerte de tener un prospecto tan bueno como su novio.

—Me disculpó por venir sin avisar.—En las manos de ella dejo un regalo costoso, un conjunto de accesorios para lucir en una fiesta de gala.—Espero le guste.

—No es necesario que avises ya sabes que está es tu casa, se podría decir que ya somos familia.—Sonríe.—Si lo escogiste tú, por su puesto que le encantará a mi pequeño Lander.

—No es para Lander, es para usted.—Corrigió.

Esto están molesto creí que no estaría en este lugar, suele salir todos los días a malgastar el dinero que no gana. Su esposo en verdad no le pone un debido alto, no estaría mal que la pusiera a trabajar.

—¡¿Pará mí?!—Era obvio que había entendido desde un principio, pero fingió ignorancia.—Gracias, aunque no te hubieras molestado...

—No es ninguna molestia, es mi suegra.—Que irritante, su voz es demasiado chillona.—¿Dónde está Lander?

A Charles no le agradaba del todo su suegra porque sabía, sabía cuan ambiciosa es. Desdé que la conoció logró notar ese brillo en los ojos al enterarse que Charles, era el único heredero de la familia Turner. También fue ella quién fue hablar con Charles sobre el lazo del destino que lo une a Lander.

Y si no fuera ambiciosa tampoco le agradaría a Charles, el alfa tiene cierto trauma con las mujeres que fue generado por el abandonó de su madre. Desde ese día creé que todas las mujeres son iguales, en especial las Omegas femeninas. Su madre era una mujer omega mas no sabía que su relación con su padre era un completo infierno, huir era todo lo que podía hacer.

—Él está un su habitación.—Suspiro con pesar.

¿Cuando será el día en que Charles le proponga matrimonio a Lander? Ya con el compromiso sería más fácil el alejar por completo a Luther, ese mocoso tiene que ser enviado a otro lugar para que mi hijo, pueda vivir bien sin preocupaciones de que su futuro termine arruinado por las acciones inmaduras de Luther.

—Desde ayer se encuentra un poco triste, le preguntamos que sucedía pero no quiso decirnos nada.

Es obvio que el causante de eso es ese mocoso de la familia Astier, el muy bastardo debería estar agradecido de por lo menos tener un amigo como mi hijo, alguien con mucha clase, no como él. Hijo de unos granjeros.

—¿Qué le pasó?—Frunció el ceño.—Él no me a dicho nada.

—De seguro no quería que lo malinterpretes o causar malentendidos.—Expresa.—Tengo la ligera sospecha que tiene que ver con Luther, ese joven sigue causando martirio en Lander.

Si le digo algo como esto Charles pondrá en su lugar a ese mocoso, no tengo nada encontra de él o su familia pero seria bueno que rompamos todo lazo con ellos. Pronto estarán en la quiebra y no quiero un amigo pobre para mí hijo.

Ella aun no sabe que los Astier pronto será volverán todavía más adinerados que la familia Turner y la Cooper. Solo es cuestión de tiempo para que eso se vuelva una realidad, ¿cómo reaccionan para ese entonces?

—Hace unos días lo llamó para ver una serie que se estrenaría, sin embargo lo dejó plantado y se fue con sus hermanos mayores.

En ningún momento sucedió algo como ser llamado sino que Lander fue por Luther, sin embargo no puedo permitir que mi hijo quedé como el perseguidor.

—Él se quedó vestido y alborotado...pobre de él...

—¡Mamá!—Exclamó desconcertado arriba de las escaleras—¡No digas cosas como esas, se pueden malinterpretar!—Vociferó.—Luther no hizo tal cosa...

—Ya dejá de cubrirlo .—Le dió una mirada de cállate antes de que me enojé.—Ese mocoso...

-—Prefiero no seguir hablando sobré él.—Declaró con una sonrisa que no parecía del todo una.—¿No creó que Luther hablé de mí cuando no estoy presente?

No sería una sorpresa sí mi nombre terminará en su boca, ya sea para maldecirme o algo por el estilo. No creó ser el único que siempre ya sea con esta familia e incluso con Lander terminamos trayendo su nombre a flote, así que ser mencionando por él no sería cosa de otro mundo...

—Tienes razón, es mejor no hablar sobre él—Sonríe a penada.—Y no, ese mocoso no habla sobre usted y es entendible a de estar consciente que mi yerno, es mucho mejor que el.—Expresa toda orgullosa.

—¿Qué?—Su arrogancia de hace unos segundos se volvió e irritación, no podía creer algo como eso.—¿No me maldice frente a mi novio? ¿No habla a mis espaldas?

Alguien que me odia no habla de mí a mis espaldas y tampoco me pone en mal con mis suegros o cuñado, ¿es en serio? Es verdaderamente absurdo, no voy a creer en esa mentira.

—No en voz alta pero seguramente que en su mente a de suceder.—Vuelve a responder seriamente.—Bien, los dejo tengo que salir.—Besa la frente de Lander.—Se queda en su casa, nos vemos luego.—Tomo su cartera rubo a su cita con sus amigas.

Al parecer a Charles no le había agradado para nada el enterarse de eso, no quería ser el único que haya dicho el nombre de Luther y hablado mal de él en varias ocasiones. Su ego, la arrogancia y narcisismo habia recibido un duro golpe.

—Charles...

—¡Charles nada!—Explotó.

En verdad todo esto es tán malditamente molesto, siempre es la misma mierda cada día. Me estoy empezando a descontrolar.

¿Por qué sigues yendo con él?Gritó enfurecido.

Lander se tensó al escuchar ese tono de voz causando que su piel, en especial su nuca se erice con desagradó, es la segunda vez que ve tan molesto a Charles. La primera vez fue cuando Luther obtuvo el papel de príncipe en una obra realizada por el colegio.

Se suponía que ese papel sería de Charles, en ese entonces ya era el novio de Lander y, como tal no había problema que lo besara.

Ese día se armó un revuelo que como castigo el supervisor de dicha obra, propuso que Charles fuera la princesa y Luther el príncipe, solo para verlos avergonzados, sin embargo para la sorpresa del supervisor a Charles no le importo y con arrogancia reto a Luther, creyendo que caería ante las provocaciones.

"Prefiero besar a un ajolote e inclusive una medusa antes que a ese tipo, puede quedarse con el papel de príncipe si quiere. Renunció." Fueron las duras y frías palabras de Luther, cuando era tan solo un adolescente.

—No es lo que piensas.—Aprieta sus dientes.

Estos días todo a ido mal, ¿qué está pasando? Sí, antes discutía con Charles. Pero ahora ocurre cada vez que nos vemos, luego está Luther y su distancia entre él y yo.

—¡Mi madre exageró las cosas, sabes bien que lo hace siempre.En está ocasión Lander no tenía planeado quedarse sumiso.

—¿Entonces mintió?Pregunta con una sonrisa feroz.—¿Me mintió en mi propia cara?

—Eso no es así, es verdad que fui a su casa pero...

¡Pero qué!Ese verde azulado de sus ojos brillo con más que solo enojo.

Estoy empezando a cuestionar el destino y su manera de realizar las cosas, mi relación con Lander cada vez va empeorado en vez de solucionarse los problemas, se van agrandando.

¿Cuándo vas a ponerle un alto? ¿Cuándo te darás cuenta qué el no te mira como un amigo? ¡¡¿cuando maldición?!Golpeo con fuerza la pared.

Ese aroma a mentolado con una pizca de madera se fue filtrando por los poros de Charles, estaba esparciendo sus feromonas al no poder controlarlas por lo molesto que se encuentra.

La soga al rededor de su cuello se va apretado con el pasar de los días, el día que venga a sentir que se asfixia va explotar de tal manera que hasta el se va a desconocer.

—¡Él ya no me mira de esa forma!Aclaró con su voz dominante y furia en sus ojos.—Para Luther ya ni siquiera soy su amigo, ¿quizás?...él a cambiado.

—¿De que estas hablando?

No, Luther solo está fingiendo. Él nunca cambiaría tan espontáneamente, tiene que seguir codiciado lo que es mío aunque no quiera, así como no puede tener lo que en realidad quiere, él es igual que yo.

Ambos somos iguales y tenemos esa misma codicia. No puedo ser el único con esas inmensas ganas de obtener algo que no puedo tener por más que lo quiera.

Ya no me llama para salir algún lugar como solíamos hacerlo antes. ¡¡Ya no me busca ni siquiera para decir si me esta yendo bien en mi trabajo para la próxima exposición!!

Somos amigos desde pequeños, he estado tan acostumbrado a su presencia, a que me busque. Sin embargo, ahora que nada de eso pasa me doy cuenta de lo insensible que he sido todo este tiempo, nunca fui a donde él cuando me llamaba porque me encontraba ocupado pasando tiempo con Charles. Yo fui el primer que se olvido de él, soy un pésimo amigo.

—Puedes estar tranquilo ahora, ¿sí? Luther en serio dejó de mirarme románticamente...ya dejemos de pelear por eso, ¿por favor?—Abraza la cintura de Charles.

—Si es así entonces mucho mejor.—Su mirada oscura no coincide con sus palabras y tono de voz.—Por fin se dio cuenta que no tiene una oportunidad y nunca la tendrá.

Es por eso que se veía en tan mal estado en ese momento antes de que se lo llevaran, de seguro se emborrachó por la tristeza y sin rumbo alguno y termino tirado en la carretera. Delio, mi chófer, ya debió de informarles de lo sucedido a esa familia.

Era como si luego de ser abrazado y acariciado por Lander, Charles se volviera diferente al igual que sus pensamientos se volvieran diferentes.

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