capitulo 20
Con una amplia vista al lago y una cálida atmósfera romántica, la pareja de destinados tomaron asiento en su mesa para dos. Ordenado su almuerzo de una sola vez.
Aunque por unos minutos se desconcertaron al no poder ingresar a ninguno se esos restaurantes al aire libre bajo los cerezo, se les informo que no abrirían para la primavera. El actual dueño canceló toda actividad bajo los cerezo.
Charles quiso imponer su autoridad de vicepresidente Turner, sin embargo eso fue nada a los ojos de los empleados. Advirtiendo que si seguía con esa actitud lo podrían en la lista negra de todas las cadenas de restaurantes, pertenecientes a su jefe para el cual trabajaban.
A la pareja no le quedó de otra que buscar otro lugar, al final decidieron ir a un restaurante estilo choza sobre el agua, con una amplia vista al jardín del otro lado del lago.
-Esto me recuerda a nuestra primera cita.-Comentó Lander.-Era un día así de agradable y una vista así de maravillosa.-Sonríe con su mirada en esos ojos azul verde.-¿Lo recuerdas?
Estaba tan nervioso en ese entonces, no sabía que hacer o de como actuar. No quería que nuestra primera cita fuera un desastre, pero todo resultó mejor de lo que pensaba, ese mismo día obtuvimos nuestro primer beso.
-Sí, ¿cómo podría olvidarme de algo tan importante?-Sonríe.-Todo lo relacionado contigo es inolvidable.-Sostiene las manos de Lander.
-¿Tampoco haz olvidado como nos conocimos?-Pregunta emocionado.
-No, ese día nunca podría olvidarlo.-Pese a, que hubiese querido lo contrario a lo que sucedió.-Era el primer día del mes de septiembre.
[Flashback]
Estoy cansado de cambiarme de colegio, espero que este sea el último. Mejor ni me esfuerzo en hacer amigos porqué al final terminó en otra ciudad o país viviendo a cientos de kilómetros de distancia.
-Padre, ya estamos en septiembre. ¿No podías matricularme el próximo años?
Es un milagro que él, un hombre ocupado haya venido conmigo, mejor dicho es una obligación el que se presente si quiere que sea aceptado en este sitio.
-No, no puedes perder ni un segundo de tu tiempo.-Respondió con firmeza.-Tienes que graduarte este año de tu segundo año de secundaria, que pierdas un año es e inaceptable.
¿De quien es la culpa? ¿Por qué demonios tenemos que mudarnos siempre? Desde que mamá nos dejó, todo cambió en nuestra familia.
-Pero, tal hubiese sido mejor que...-Se quedó sin habla al ver tal radiante belleza sentado en suelo bajo esos dos grandes árboles, con sus hojas anaranjadas cayendo sobre su cabeza.
Desde lejos solo podías apreciar la belleza del adolescente inmerso leyendo el libro que sostenía en sus manos. "La vida marina y sus hermosos misterios por descubrir" era el título del libro.
-Puedes ir con el director, yo, miraré los alrededores del que será mi nuevo colegio.-Expresó sin dejar de mirar al adolescente enfrente de él.
-De acuerdo, no vayas lejos porque no quiero andar en busca de ti.
-No lo haré.
A paso lento camino hacía esa dirección donde se encuentra el adolescente, leyendo. Él tenía planeado pedirle que le mostrará los alrededores del colegio.
-¿Disculpa?-Coloca una mirada algo altanera.-Soy Charles Turner y me gustaría preguntarle algo.-Trata de obtener su atención, sin embargo no lo consigo.-¿Disculpé?-Vuelve intentar obtener su atención y sigue sin funcionar.-Te estoy hablando, ¿por qué eres tan grosero?
Ya irritado y con el ceño fruncido Charles terminó poniendo su mano en el libro del adolescente, interrumpiendo su lectura.
-Tú-Rechino sus dientes con molestia, siendo obligado levantar su mirada y ver al cretino que hizo tal acto imperdonable.
Charles terminó absorto al momento en que su mirada se encontró con la del adolescente, mirándole todo altanero e irritado.
-Quita tus sucias manos de mi libro.-Su voz es amenazante.
-Le estuve llamando y al no tener respuesta me vi obligado a...
-No me importa sus explicaciones.
¡Maldita sea las hojas tocadas se ensuciaron! El señor de la biblioteca me regañara, no querrá prestarme otro libro. Maldición, este día es una mierda.
-Si alguien no le responde es porque no quiere conversar y mucho menos explicar lo que sea que quiera saber.
No puedo tener un momento de descanso, estoy hartó de todo esto. Solo quiero un momento a solas donde pueda disfrutar de lo que me gusta sin ser interrumpido, ¿cuánto más podré soportar?
-¿No cree que eso es mala educación?-Frunce el ceño.-Ignorar a la persona que le está hablando aún sabiendo que está ahí es...
-¿Por qué debería de importarme eso?-Cierra el libro, guardándolo en su mochila.-En este colegio no importa que tan adinerado seas después de todo como puedes ver, es un colegio para niños mimados y privilegiados cómo lo es usted. No hay tratos especiales.-Se levanta del suelo con toda intención de marcharse.
-¿No crees que eres demasiado duro y amargado?-Lo tomo del brazo.-Solo quería decirte algo y te hablé educadamente, si estás enojado no es motivo para que te desquites conmigo. Me voy a trasferir a este colegio y quiera saber si podías mostrarme los alrededores.
-Soy demasiado amargado como para ser el guía turístico de alguien.-Se soltó del agarré de Charles.-Imbecil.-Retomo su caminar.
-Él único imbécil aquí eres tú.-Enfureció-¿Debo de sentir lastima por tus padres que tienen un hijo tan amargado?
-¿Qué dijistes?-Dio la medía vuelta.
Charles se estremeció al ver esos ojos brillar sedientos de sangre, ese comentario que para Charles no fue nada de otro mundo, para el adolescente fue la gota que derramó el vaso.
"Debes de portarte bien sino quieres que tus padres te devuelvan al orfanato de dónde te adoptaron" "pobre de tus padres por ver adoptado a alguien como tú" eran alguno de los comentarios que recibía de sus compañeros.
-¿Por qué te ponés así yo...?
-¡Luther, con que aquí estabas!-Va hacía él.-¿Por qué desapareces así sin más?-No me hagas buscarte nuevamente...¡Uh!
Al momento en que su mirada se entrelazó con el de ojos azul verde, ese momento no solo su nuca ardió también todo su cuerpo, al punto en que tuvo que sostenerse del brazo de Luther. Jadeando pesadamente y con esas ganas de ser sostenido por el alfa de ojos azul verde.
Charles tampoco era la excepción, no quería seder a sus impulsos y siguió resistiendo a sus deseos, a ese dulce y muy embriagante olor proveniente del Omega a su alcance. Sin embargo, fue imposible resistirse a su destino.
-¡Alejarte de él!-Luther empujó a Charles al ver que iba por el Omega.-Resiste te llevaré a la enfermería.-Muerde su labio para controlar sus ganas de morder a Lander.-¡Seguridad!-Llamo a los guardias betas-¡Ese chico de allá entró en su rut y el en su celo, hacerse cargo del alfa! También avisarles a los demás que despejen el área.-Informo.
Ejerciendo todo su autocontrol para no marcar a Lander, Luther siguió mordiendo su labio al punto de que si seguía así terminaría desgarrado.
[Fin del flashbacks]
No me esperaba encontrar a mi destino en ese lugar, no niego que me resistí tanto como pude, pero al final caí. Es un lazo que nos une y nos impide estar lejos.
-No quería mencionar a Luther, pero, ¿qué era de lo que hablaban en ese momento? Luther tenía una expresión de querer matarte.-Su mirada se encuentra fija en esos ojos azul verde.-Le pregunte a él luego de unos días, sin embargo dijo que no recordaba de quién le estaba hablando.
Charles no comentó nada por unos segundos, quedándose en silencio. No lo mostraba en la superficie pero debajo de la mesa sus manos se volvieron un puño, apretaba tan fuerte que la sangra en sus nudillos había dejado de circular.
-De lo relacionado con él no preguntes porque, yo, no recuerdo tampoco absolutamente nada.-Sus ojos muestran frialdad.-¿Por qué debería?-Frunce el ceño.-Desde el momento en que vi tus ojos todo lo demás se volvió borroso, en mi mirada y recuerdos solo estabas y estarás tú.-Besa la mano de Lander.-Lo demás no importa.
Lander sonrió ampliamente mirado a su amado alfa, le fascinaba escuchar las dulces y románticas palabras de su Charles.
-Te amo, Charles.-Sonríe.
-Y yo te amo a ti, Lander mi omega.-Vuelve a besar la mano del Omega.-Por eso no quiero que vayas solo a la reunión que tendrás con el Ceo Tyr Bennet.-Confiesa.-Llevar a alguien contigo por la dudas, ¿Sí?
-Sí.-Sonríe todo enamorado.-Asi lo haré.
Mientras ellos pensaba en cosas que ni alcazo, con respecto a que Tyr pueda estar interesado de diferente manera en Lander, el primer mencionado recién se ha levantado de dormir.
Con una expresión somnolienta y bostezando de vez en cuando Tyr, bajo las escaleras con sus pies descalzos con un pantalón dormir holgado, camisa completamente desabotonada.
Su mirada esmeralda se percató del joven reposando en el sofá, con su vista fija en el celular como si estuviera esperando recibir algo importante.
Últimamente he visto de muy buen humor a mi sobrino, ¿Le pasó algo bueno? He estado tan ocupado que no hemos tenido el tiempo para hablar sobre sus prácticas si todo le está yendo bien.
Quizás si le esté yendo bien porque si no fuera así, no tendría esa gran sonrisa en sus labios mientras textea con alguien por el celular. ¿Amigo? ¿Tendrá una persona a quien en verdad pueda llamar amigo y ese amigo no se lo quiera comer?
Me ha tocado lidiar con muchas pestes como esa, Adal es un joven muy hermoso y no es porque sea mi sobrino, no. Él es tan hermoso como su difunta madre. Esperemos que ella se encuentre descansando en paz luego de ver que, tanto yo como el malhumorado de mi hermano mayor, estamos cuidando bien de su hijo.
-¿Por qué sonríes tanto?-Toma asiento junto a su sobrino.-¿Por qué no sigues durmiendo un día como hoy?
Solo un domingo podemos estar juntos en familia y descansar tanto como sea posible, tengo que hacer más tiempo en el trabajo y así poder pasar más tiempo con mi sobrino.
-Solo me causa gracias los stickers que estoy descargando.-Apoya su cabeza en el hombro de su tío, Tyr.-Ya dormir lo suficiente, no podía seguir durmiendo. tú deberías seguir durmiendo, ayer regresaste muy tarde.
-¿Estabas despierto a esa hora?-Abraza a su sobrino como si de un bebé se tratará.-¿Qué te he dicho sobre quedarte jugando tan tarde?-Despeina el cabello de Adal.-Debes de descansar.
-Tío, no hagas eso.-Se aleja de él.-No me quedé despierto tan tarde solo baje por un vaso de agua, te veías tan cansado que no quise hablarte.
Estos últimos días se ve más cansado debe de estar teniendo un momento difícil para encontrar a la persona adecuada para su campaña.
-¿Te puedo ayudar en tu trabajo si gustas?
No me gusta ser el centro de atención y mucho menos ser reconocido por las personas, me es incómodo. Es por eso que casi nadie sabe que soy sobrino de dos grandes figuras como lo son mis dos tíos, y al no parecerme a ellos lo vuelve todavía mejor. De esa manera puedo pasar desapercibido.
Si llegasen a saber que soy su familia, esas personas que quieren algo de mis tíos, se me acercaría para ganarse mi favor que sería como estar ganándose el favor de mis tíos. Sin embargo, mas no saben que eso es imposible cuándo se trata de mi tío Dean. Ese sujeto es tan complicado que sigo sin entender que pasa por su cabeza.
-Aprecio tu sugerencia, pero, no.-Se muy bien que no estará cómodo.-Ya encontré a alguien que posiblemente será uno de los candidatos, ahora estoy tratando de contactarme con el otro candidato. Él es mas difícil de contactar.
Bueno, fue mi hermano quién impidió que hablar con los Astier esa noche. Y mi asistente no ha podido obtener el número personal de Eren Astier. Le llamó a su secretaria y ella le respondió que en estos momentos no se encontraba tampoco estaría tomando llamadas, tenía una cita importante.
-Ya veo, que tengas suerte en contactarlo.
-Dejado eso de lado, ¿qué tal las prácticas?-Miren como se ilumina su rostro.-¿No te han visto mal?
-Tengo un amigo.-Expresó con una gran sonrisa.-Él es una persona grandiosa, estoy en su equipo. Es la primera persona que me mira por lo que soy, una persona y no alguien que porta el subgénero Omega.
Estába esperado este momento para contarle a mi tío, de esa manera dejará de preocuparse por mí. También se sentirá más relajado de que ya no estaré solo.
-¿Seguro que no está fingiendo? En el mundo hay muchos lobos con piel de oveja.-Estaba preocupado.
No quiero que Adal salga herido por confiar, desgraciadamente él no tiene mucha suerte en eso de encontrar personas buenas, en su mayoría solo quieren aprovecharse de su confianza. Sin embargo, esos malnacidos se encuentra en un lugar muy "agradable" tocará investigar a este también.
-Luther no es nada de esos, él es una persona diferente a cualquier otra persona que haya conocido...
-Espera, ¡esa persona es Luther Astier!-Se sorprendió.
El mundo es así de pequeño, ¿mi hermano ésta consiste de esto? ¿No ha amenazó a su propio sobrino? ¿Verdad? Ese tipo cuando se meten en su camino es un maldito bastador.
-Ese idiota de mi hermano mayor no lo sabe, ¿verdad?
-Ya lo sabe, el tío Dean fue el primero en enterarse.-¿Por qué se volvió tan pálido?
¿Él también ya sabía que el tío Dean siente atracción por Luther? Porque sino es así, ¿por qué reacciona de esa manera? Tampoco se cómo vaya a reaccionar Luther cuando le diga que soy el sobrino del diablo que lo está persigue. Sin embargo, tengo que ser sincera al respecto. Se lo haré saber cuando nos reunamos en la reserva.
-¿Te amenazó?
Estoy seguro que lo hizo debió pensar que Adal, podría llegar a gustar de un alfa con ese porte, esa aura que emana Luther Astier.
-Para que preguntas lo evidente.-Comentó como si no fuera nada.-Me sorprendió que alguien como él pueda llegar a sentir algo.
-Ese bastardo cuando lo vea le voy a partir la cara...
-¿Aquí estoy ven si te atreves?-Reto.-Practicare una nueva técnica contigo.-Declaró.-¿Vemos que tan fuerte son tus huesos?
Tyr se desinfló peor que una rueda de bicicleta al escuchar la voz de Dean, detrás de él. Como un muñeco rígido fue girando su cabeza.
-¿Qué haces aquí?-Preguntó con molestia.
Tenía que ser justamente este momento en el que haga su aparición, un día de estos voy a morí y precisamente no de placer como me gustaría.
-¿Quién te dejó entrar?
-Esa contraseña deberías de cambiarla y los de seguridad no podrían conmigo tampoco.-Comenta mientras toma asiento.-¿Por qué se callan? Sigan hablando como lo hacía hace un momento.-Cruza sus piernas.
¿Desde cuándo estaba ahí el muy desgraciado? Ni siquiera en mi propia casa me puedo relajar, es como el diablo aparece cuando lo están nombrado.
-No estaría mal tocar la puerta de vez en cuando, tío.-Sugiere, Adal.-¿Quieres algo de tomar o algún aperitivo?-Preguntó.
-Cerezas, quiero cerezas.
Son bonitas, suaves y rojas como sus sexys y muy carnosos, finos, labios. Quiero comprobar si son tan dulce al igual que los suyos.
-¿Perdón?-Creó que escuché mal.
-¿Desde cuándo te gusta lo dulce?-Preguntó Tyr, preguntó lo mismo que estaba por preguntar Adal.
-Eso no debería de importante.-Frunce el ceño.
-Ire por las cerezas.-Decidio irse antes de quedar enmedio de su discusión como siempre suelen hacerlo.
-Vladi, ayudarle al mocoso.
-Sí, maestro.-Fue a la cocina.
-Llamarlo por su nombre Maldición, ¿no piensas en sus sentimientos?-Fulmina con su mirada a Dean.
-Tienes agallas para mirarme así.-Le tiró el pequeño cojín del sofa.
-¡Joder!-Se quejo por la irritación en sus ojos.
Cualquier objeto en la mano de Dean se vuelve un arma mortal, justo como ese cojín golpeado el rostro de Tyr. Causado pequeña irritación en sus ojos, cuándo cayó en su cara no tuvo la oportunidad de cerrar sus ojos.
-Eres el único que crea un lío solo por eso.-Expresa monótono.-Adal es consiente de como soy y sabe muy bien que destrozaría la las piernas y manos de todo aquél que se atreva tocarlo con o sin permiso. Sin embargo, también es consciente que no perdonó absolutamente a nadie que quería algo que no debería.
Mientras decía eso busco su celular en el bolsillo de su abrigo, al tenerlo en su mano observó la pantalla y en ella aparecía un hermoso joven de cabello blanco siendo deslumbrado por la luz de la luna, con su vista absorta en el mar.
Al parecer Dean aprovecho ese instante de distracción para tomar una fotografía de Luther, quería capturar ese momento.
-Ya lo sé, pero no estaría de más si pudieras tener un poco más de tacto.
-¿Para qué?-El alfa abre la app de mensajería yendo directamente al número registrado con el apodo de "Súcubo"
-¿Qué estás haciendo?-Estira su cuello tanto como puede para averiguarlo.
-Nada que te interese.-Deja su celular una vez mas en el bolsillo luego de enviar un mensaje.
-Aquí está las cerezas, a ti te traje duraznos.-Empuja el plato en dirección de Tyr.
-Gracias, sobrino.-Sonríe.-Eres tan atento aunque no deberías hacerlo con cierta persona.
-Tío, se te olvida cómo es el tío, Dean.-Niega con la cabeza.-No voy a intervenir, ya saben que no me pongo del lado de nadie cuando empiezan a discutir.-Comenta.-Por eso no lo provoques.
Tyr muerde la servilleta por las duras palabras de su querido sobrino, también sabía que tenía razón. Dean es como una bomba de tiempo andante.
-No sabe igual.-Frunció el ceño.
-¿Qué cosa?-Preguntan.
-Esto.-Empuja las cerezas lejos de él.-Que tonto pensar que tendría el mismo sabor.-Bebe agua para que desaparezca ese sabor de su paladar.
Sí las come él y las pruebo desde sus labios quizás pueda disfrutar de su sabor, aunque no hay nada más dulce y emocionante que sus inexpertos labios.
Me dí cuenta que obtuve su primer beso, cómo el obtuvo mi primer beso. Desde que tengo memoria nunca mezcle mi saliva ni mi cuerpo con nadie más, pensaba que era algo sumamente asqueroso de ser por todos los gérmenes que eso traería.
Sin embargo, desde el instante en que mis ojos cayeron sobre ese joven de cabellera blanca, ojos celeste. Lo que consideraba algo asqueroso se volvió algo completamente diferente y solo quería saber que clase de sabor obtendría al momento de besar esos sexys rojos labios.
-Para que comes algo que sabes bien que no te gusta.-Entrecierra sus ojos, viendo con incertidumbre a su hermano mayor. Queriendo saber el motivo por el cual hizo lo que hizo.-Vladi, ve traerle algo ácido, creo que había algo de mango peleado ya preparado.
-No lo hagas, estoy...
No términa lo quería decir al escuchar su celular, por un momento creyó que no respondería y terminaría bloqueado.
-Jajajajaja.
Los presentes se asustaron al mismo tiempo que terminan desconcertados al escuchar esa sonrisa que para ellos, era escalofriante de ver y sobre todo escuchar.
El motivo por el cual Dean se encuentra sonriendo como demonio malvado es porque; Luther había respondido lo siguiente. "Muérete, mi puño en tu cara y mi pie en tu entrepierna se harán responsable de ti, bastardo desvergonzado. ¿Quién demonio te dio mi número? ¿Debo de llamar a la policía?"
-¿Tío?-Prefiero verlo serio e inexpresivo que sonriendo de esa manera tan espeluznante.-¿Alguien te hizo enojar?
-¿Qué? No, ¿por qué piensas eso?-Lo ve confuso.-Es mi sonrisa de alegría.
‹¡Dios, mejor no sonrisas!› Piensan los tres presentes con su mano en el pecho, esa sonrisa es más espeluznante que toda las demás.
Mientras Dean se encuentra sonriendo con alegría, Luther está que echa humos por la irritación, pero al mismo tiempo sonrojado por el mensaje que le envío Dean. Asustado por como el alfa de ojos grisáceos consiguió su número personal.
-¡Creí que no volvería a relacionarme con ese desvergonzado! Sin embargo, el muy bastardo me escribe ese mensaje y me llama pervertido.-Deja caer sus puños sobre la mesa.-¡Él es el único pervertido aquí!-Rechinó los dientes.
Anteriormente Dean le había enviado a Luther el siguente mensaje: Esperó te hagas responsable por haber tomado mi primer beso y de tocarme como lo hiciste con tus manos pervertidas.
Posdata; Soy esa persona que aseguras que tiene una grandiosa y muy grande "personalidad" esa persona que tus manos traviesas tocaron.
Quiénes conocen a Dean se asfixiarian con su propia saliva si supieran que su jefe, hermano, tío, escribe de esa manera.
-Tendre que cambiar de número.
Cómo si Dean supiera lo que Luther estaba pensando, él envío un nuevo mensaje con lo siguente: Soy Dean Bennet, conseguir ese nuevo número no sería un problema, aparte se dónde vives. Y está bien, puedes llamar a la policía. Tal vez llegue vistiendo un uniforme policiaco con una orden de arresto por ser la única persona en lograr lo que ha logrado provocar en mí.
El de ojos celeste cubrió su rostro ocultado el evidente sonrojo, llevado una de sus manos e inconcientemente a su acelerado corazón. Luther era muy rápido para imaginar y había terminado e imaginado a Dean con uniforme policiaco, con su sensual pecho expuesto.
-¡Maldito Doberman!
Luther quería tener cerca a Dean y borrarle esa sonrisa socarrona que estaba cien por ciento seguro que tenía en su rostro en estos momentos.
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