capitulo 14

Tarareos se escuchan en esa habitación, parecía muy emocionado el joven que producía dicho sonido. Esa pequeña sonrisa en sus labios lo decía todo.

Después de mucho tiempo por fin saldría a reunirse con su un amigo, aunque no es del todo una salida, más bien irá de visita a la tienda de la madre de su amigo.

Ya estando allí aprovechará para comprar un ramo de flores para su tío. Tío que es más como su padre y madre a la vez. Ha esa persona le encanta las flores de luna.

Se dió una última mirada en el espejo, verificado que todo se encuentre bien con su aspecto. No quería verse mal cuando llegue a la florería.

-Ahora solo toca ir a pedirle permiso a mi primer tío.-Suspiró profundo.-Espero que no haga tantas preguntas, aunque lo dudo. Mí primer tío no suele hacer eso, solo dice; "cuídate y si alguien te hace mala cara, meterlo en una bolsa y tirarlo al rio."-Tomo sus cosas, salió de la habitación.

Vamos, aquí vamos, pasemos desapercibidos. Imposible hacer eso, ¿cómo podría vencer los sentidos de ese hombre?

Esos ojos grisáceos filosos, miraron con extrañes a su pequeño sobrino, era raro ver esa expresión emocionada en su rostro.

-Tío, voy a salir.-Expresó.-No sé a qué horas regresé.

Adal se queda esperando la respuesta de Dean, sin embargo pasaron los minutos y el alfa seguía sin decir una palabra.

-¿Por qué no dices nada?-Su silencio es sofocante.

¿No me digas que se pondrá interrogativo? Esos sería una gran problema, si mi tío dice que no puedo salir. No salgo y eso debe de tomarse como una ley.

-Ya veo.-Vuelve a poner su atención en la laptop.-Sin embargo, ¿dónde irás? No quiero escuchar el parloteo de Tyr, de por qué no pregunté a dónde estás yendo.

Se pone demasiado irritate cuando se trata de Adal, debió de llevarlo con él a esa reunión de negocios en vez de dejarlo aquí, a mí cuidado.

-Ire a reunirme con un amigo.-Sonrío.-Bueno, estamos en ese proceso de ser grandes amigos.-Espero.

Dean apagó la laptop, eso del nuevo "amigo" lo puso en que pensar. Adal siempre tenía mala suerte en eso y en su mayoría de veces, las personas solo querían aprovecharse de él.

-¿Qué amigo?

-Él no es como las demás personas, es un joven que ni siquiera le importa si soy Omega.-Esto es no que no quería, ser interrogado por mi primer tío.-No me mira con ojos lujuriosos, nada de eso.

Es por eso que quiero llevarme bien con él, porqué a sus ojos solo soy una persona normal, sin un subgénero de por medio.

-¿Dónde lo conociste?-No estába del todo convencido.

Adal tiene pésima suerte en eso de socializar con las personas, siempre que termina teniendo un amigo, ese amigo solo lo termina lastimado.

-Trabaja dónde estoy realizado mis prácticas, estoy en el mismo grupo que él. Es un años mayor que yo...su nombre es Luther...¿Tío?

Adal se tesón al escuchar el estruendo que provocó la laptop, al caer al piso. El mundo era más pequeño de lo que Dean, se hubiese imaginado.

-¿Trabaja en esa reserva protegida?

¿Cuántos secretos sigue escondido? Bueno, ahora ya no es secreto porqué lo descubrí, ¿entonces el arte no es lo único de lo que disfruta?

-Sí. Él es alguien que en verdad disfruta la biología marina aunque, no se graduó de la universidad con esa especialidad.

-Ya veo.-Se pone de pie.-Te llevaré, ¿dónde se quedaron en reunir?

Podre verlo dos veces seguida, ¿ya quiero ver cómo reacciona cuando me vea en el campo de golf en la noche? ¿Me seguirá viendo con esa mirada orgullosa e hermosa de un tentador Sucubo?

-En la calle imperial, las casas de las flores.-Comunique. ¿Qué le pasa a mi tío? ¿Desde cuándo es tan servicial?-¿No estás ocupado?

No me molesta que me acompañe, solo temo que su cara de poker terminé ahuyentando a la única persona, con la que puedo llegar a tener una bonita amistad.

-No, estoy libre por unas cuantas horas.

Dean mintió y Fausto que acaba de entrar, tuvo que frotarse la nuca por qué estuvo a punto de darle un horrible piquete causado por la desconsideración de Dean.

-¿Jefe?-Sonríe rígido con el montón de carpetas una sobre otra, sostenidas en sus manos.-¿Quién está libre por unas cuantas horas?

-Yo.-Responde secamente.-Solo iré a dejarlo y regresaré enseguida.

Ya quiero ver y escuchar que me diera, su manera de llevarme la contraria y hablarme sin respeto, es algo que me está gustando.

-Tengo que cuidar a mi sobrino.

Sí, como no. Si no hubiera escuchado el nombre del tercer joven maestro Astier, cuando entré, tal vez le hubiera creído...no, imposible. Mi jefe no haría algo como eso. Él es alguien que solo enviaría un séquito de seguridad para cuidar del joven maestro Adal.

-No tardaré.

Vladi, abrochó el abrigo largo con unos bonitos broches de fénix, en los anchos hombros de su jefe. Quién saldría sin importar la expresión fastidiada de su asistente, Fausto.

-Lo siento, Fausto.-Su mirada muestra culpabilidad.

-Usted no tiene la culpa, joven maestro Adal.-El culpable es mi insensible jefe y buen amigo por desgracia.

Fausto no le quedó de otra que comenzar a revisar ese trabajo mientras esperaba a Dean. Pidiendo un café negro a uno de los empleados, necesitaba cafeína para poder funcionar bien.

-¿Cómo fue que lograste entablar una conversación con él?

-¿Perdón?

-Hablo del Sucub...de Lut.

-Oh, fui yo quién se animó hablarle.-Responde sin comprender a qué quiere llagar su tío.

¿Lut? ¿Por qué se está refiriendo a Luther de manera cariñosa? Ni yo me atrevido a llamarle así y eso que tenemos días de conocernos. Pero, mi primer tío a penas escucha de él, y ya le está llamando de esa forma.

-Me dijeron que sería el líder del equipo donde me encuentro, por lo que fui a verificar si podría llevarme bien con él.

La verdad, verlo salir del agua fue como ver alguna especie de ser mítico marino de belleza sin igual, sin embargo no lo digo en voz. Mis instintos me dicen que podría sufrir algo degradable.

-¿Acaso lo conoces?-Ve a Dean.-¿Reconoces ese nombre?-Preguntó curioso.-No me dijo su apellido y yo tampoco le dije el mío.-Frota sus manos con nerviosismo.-Asi que, podrías no salir del auto. Temo que tú presencia lo asusté.

"¿Eh? ¿Mi tío sonrió levemente?" Adal no podía creerlo, tuvo que frotarse los ojos un par de veces y así verificar que no había visto mal.

-No es algo que deba interesarte, sobrino.-Apoya su brazo en la ventanilla.

Estamos en proceso de conocernos, solo alguien como él pude lograr qué controlé mis acciones. Si usará mi poder para suprimir todo de él e obligarlo a someterse, todo sería más fácil. Sin embargo, tanto mi alfa interior como yo, no queremos algo tan barbarico cómo eso.

-Solo evita pegarte a él, o hablarle dulcemente.-Advirtió con su mirada fija en Adal.-Y mucho menos sentir algo por él, más que solo una amistad.

Era inevitable que Adal no bajé su mirada e intentará ocultar su presencia, frente a esos ojos de todo un depredador. Dean no era alguien que hablaba solo por hablar, con tal de cumplir sus objetivos no le importaba plantar a su propia sangre si se metían en su camino.

-Jefe.-Vladi intenta suavizar las cosas.-No sea tan duró, no creo que el joven maestro Adal. Tenga ese tipo de interés, ¿verdad?-"Diga que no por favor." Suplicó.

Y es que no se podría culpar a nadie que muestre interés en el tercer joven maestro Astier, no es mi tipo pero eso no significa que no sea un joven con una belleza incomparable. Las personas bellas frente a él, se quedan cortas...

Vladi sintió un horrible escalofríos en su espina dorsal, se dió cuenta que su jefe, había descubierto en que estaba pensando en este instante. De ahí, ese horrible escalofríos.

-¡Claro que no! En verdad, él no me gusta románticamente.-Limpio el sudor en su frente.-Asi que, dejá de decirme esas palabras tan aterradoras, tío.-Cuando regresé el tío Tyr, me iré a quejar.

Luther captó la atención de un alfa completamente lunático, ¿cómo fue que pasó eso? ¿Qué fue exactamente lo que provocó que alguien tan desquiciado cómo mi tío, se volviera algo acosador?

Ahora entiendo el porqué se ofreció a traerme, fue para poder tener una excusa y de esa manera poder hablar con Luther. Lo lamento amigo, no debí mencionarlo. Solo tendré que advertirle sutilmente que mi tío, está loco.

-Llegamos.-Informó Vladi.

-¡Vaya!

Adal se asombro al ver la cantidad de personas haciendo cola para poder entrar a la florería. No era exageración decir que, esa cola está por llegar a la carretera.

-No están aquí exactamente para comprar flores.-La expresión de Dean, se torció al notar que para esas personas, el comprar flores es una mera excusa.

El motivo real era el poder observar por un momento al joven de ojos celeste, de como sus brazos se tensa al instante en que sostiene las macetas con árboles de frutas o florales, bajarlas del transporte o moverlas a otro lugar.

-Que moscas más molestas.-Rechino sus dientes.

Hasta Dean no logró controlar su garganta y tragó grueso al ver ese sudor deslizándose desde el pálido y hermoso cuello hasta terminar escabullidendose en ese firme pecho.

-No creó que sea conveniente el entrar.-No quería interrumpir o estorbar en su trabajo.-Le diré que no veamos en otro momento...-En ese momento vió Luther, notó su presencia y venía hacia aquí.

Es muy bueno notado la presencia de los demás, o de como están mirándole fijamente aunque él, trata de ignorar cada mirada, sin embargo no ignoró la presencia de Adal.

-Luther, ¿dónde vas?-Preguntó Lander.

El Omega también había acompañado a Luther, tenía pesando hablar con el alfa en la florería, no obstante eso fue imposible por la repentina multitud que no dejaba de llegar y en momentos le tocaba despacharlas porqué su madre, no podía.

-Ya regresó.

No sabía que Adal pertenecía a una familia tan prestigiosa, pensé que era adinerado pero no al punto en que podría andar en un Bentley edición limitada. Solo existen cinco en el mundo...¿Ese Bentley lo he visto en algún lado?

Luther se estremecio al conectar con esa hermosa mirada grisáceo, una vez más se sentío pérdido en ese abismo queriendo encontrar la salida, pero al mismo tiempo no quería salir de esa grandiosa mirada.

Sin dejar de verlo y sin darse cuenta de sus acciones, Luther apoyó sus brazos en la ventanilla, quedando su rostro muy cerca de Dean. Bajando su mirada sutilmente a ese pecho que lleva tres botones sueltos.

Luther no era el único mirado unos sensuales pectorales, Dean también lo estaba haciendo, viendo mucho más carné que el joven alfa. Luther no se había dado cuenta que su camisa es un poco holgada del cuello y eso permitía más visibilidad a Dean.

-¡¿Ceo Bennet...?!

-¡Ay...maldición.

La repentina aparición de Lander, detrás de Luther. Terminó asustado al del ojos celeste, estaba demasiado concentrado saboreando en su mente a Dean, que no notó a Lander, y termino por golpearse la cabeza.

-¿Luther estás bien?

Adal salió del auto, asustado de que Luther se haya roto la cabeza ya que ese golpe de verdad se escuchó muy feo. No obstante, Dean ya le había ganado y en este instante estaba verificando la condición de Luther.

-No es necesario, estoy bien...

Mi cuerpo se estremecio al sentir su mano grande en mi cabeza. Sus dedos enredados en mi cabello enviaron una electricidad por todo mi cuerpo y esa "personalidad" frente a mis ojos no estaba ayudando en nada. Solo incrementado mi ganas de poner mis manos sobre ellos.

-Puede que se inflame un poco.-Comentó, inclinado su cuerpo más cerca de Luther.

Sus pestañas son tan blancas como su suave cabello, largas y tupidas cómo las radiantes rosas en primavera. Antes de no tenía una flor favorita, pero creó que ahora sí tengo una flor favorita.

-Dije que estoy bien.-Puse mis manos en su pecho.-¿Cuál es su manía de invadir el espacio personal de las personas?-Lo empuje.

¡Oh, Dios, lo hice! Fue muy agradable. Tuve el privilegio de tocar su "personalidad" sin quedar o verme como un desagradable pervertido.

-Siéntase con suerte de todavía tener sus manos intactas .-Declaró, Luther.

Vladi y los otros dos se quedaron sin habla, una vez más Luther, había insinuando que podría quitarle las manos en cualquier momento al hombre más poderoso del país, sin inmutarse.

-¿Está seguro de que tiene la capacidad de poder hacer eso?-Sonrío pícaro.-¿Sabe a quien se atrevió amenazar no solo una, si no que dos veces?-Acorralado dentro del auto a Luther.

-¿Eh?

El alfa de cabellos blancos, ni siquiera tuvo la oportunidad de reaccionar cuando ya estaba siendo acorralado dentro del auto, con el rostro de Dean, tan cerca de él, que sus labios podrían tocarse en cualquier instante con más pequeño moviendo.

-¡Luther!-Exclama bajito.

Tanto Lander como Adal creyeron lo peor, queriendo rescatar a Luther. Sin embargo, Vladi lo impidió. No podía permitir que alguien interrumpa a su jefe.

Lo dos omegas pesaron que Dean, se encuentra furioso por la manera en la que le hablo el joven alfa. Por más que quisieron decir algo no lo hicieron, eso solo llamaría la atención de esas personas.

-¿Acaso es el presidente del país?-¡Demonios, que ya no se acerque más! Su rostro está tan cerca del mío, al igual que su maldito seductor cuerpo.

No se exactamente a dónde ver, si su deslumbrante rostro o su radiante pecho. ¿Por qué soy yo el acorralado bajo de su sensual cuerpo? Esto se está tornado raro, muy raro.

-¿Qué pasaría si lo fuera?-Se acercó todavía más.-¿Me tendría miedo o cambiará su actitud hacia mí?

Ambos veía fijamente los rojos labios del uno y el otro, trató de calmar su respiración para no parecer un pervertido viendo algo indebido.

-Me importaría una mierda si es el presidente de este país.-Empujo rudamente a Dean, subido arriba del alfa mayor, quién en este instante tiene una mirada de loquito.

Es obvio que no es el presidente, tiene dinero, si. Pero, yo también tengo. Entonces, ¿Por qué debería tenerle miedo? No le voy a dejar intimidar por nadie.

-Debajó de mi se ve mucho mejor.-Esa mirada celeste veían con superioridad a esos sonrientes ojos grisáceos.-¿Que tal la vista desde ahí?-Sonrió juguetón.

Dean se estremeció al tener tan cerca el rostro de Luther, como si este fuera a besarlo en cualquier segundo, por esa forma en la que sus finos labios se abren ligeramente al mismo tiempo que se detienen tan cerca de los suyos.

-Nada mal-Llevo sus manos a la caderas de Luther.

¿Así es como se siente y se ve el paraíso? No estamos haciendo nada más que solo rozar nuestros cuerpos, sin embargo el solo verlo arriba sentado en mi regazo, ya es lo suficientemente emocionante, tentado a robarle un beso.

-¿Qué tal si mueve un poco?-Preguntó lascivo.

Dean, sin dejar de mirar esos ojos azules sorprendidos, movió un poco su pelvis. Apretado suavemente los glúteos redondos del joven alfa, quién tiene su rostro enrojecido.

-¡Ugh...!

-Eso le pasa por abusivo-Salió rápidamente del auto-No vuelva a tocarme sin permiso, agradezca que solo le dí un pequeño golpe-Cerro la puerta con fuerza.

"¡Maldición, maldición, maldición! ¿Qué demonios hice? ¿Qué demonios fue eso?" Luther salió huyendo a dónde su madre, esperado que él lo defienda por si Dean, quiere golpearlo. Ya que Luther, le metió un tremendo puñetazo en el pecho de Dean.

-Tío, por favor. Apaga tu irá...¡Aahg!

Adal dejó salir un gritó ahogado al ver la expresión de Dean, esa mirada grisáceo nunca se había visto tan desquiciada al igual que esa sonrisa que de verdad, perturbó al Omega. Por un segundo pensó que Dean era el mismísimo Satanás.

-Vladi, vámonos.-Ordenó.

Ve sus manos para luego volverlas un puño, pensado si debería lavarlas ya que por un momento estuvieron en las caderas de Luther.

-Encargarte de que nada de esto salga a la prensa.-Demandó.

Aunque, sería bueno que todo el mundo lo supiera, de esa manera nadie será tan estúpido como para mirarlo. Sin embargo, todavía no es el momento.

-Ya me hice cargo de eso.

Nunca había visto a mi jefe tan emocionado cómo en este instante, ni siquiera trata de esconder su expresión facial. Lo más loco, es que se dejó golpear. ¡Se dejó golpear!

Mientras Vladi se encuentra en shock, y los dos Omegas se encuentra mirándose fijamente uno al otro, y no es una mirada amistosa.

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