+18 capitulo 73

Siendo sostenido de sus caderas así como el hecho de que su espalda se apoya contra la pared, y sus piernas fuertemente enredadas en las afiladas caderas del alfa mayor, yacía Luther siendo devorado apasionamiente por los labios de su alfa, esos labios que le gritaban que querían comerlo completamente. Pasar sus labios suavemente por cada rincón de su aromático cuerpo, embriagarse tanto como sea posible con el dulce olor saliente de su sensual cuerpo.

Ese adictivo aroma a flores de cerezos que le hacen querer saborear unas rojas cerezas, tan rojas al igual que los adictivos y seductores labios de su Súcubo. Pero, quería saborear esas cerezas solo si Luther las mordía con sus labios, solo así podría aceptar tal dulzura mientras no, porque Dean solo quiere volverse diabético si la azúcar proviene de Luther, si no así, ni le den dulces porque su paladar no los disfruta.

—No sabes cuan difícil fue el contenerme todo esté tiempo, lo mismo con el hecho de no sacar unos cuantos ojos por ver lo que no tenían que ver.—Expresa, posesivamente.—Fue un dolor de trasero el tenerte tan cerca y no poder tocarte de está manera.—Confiesa.

‹Era un día especial por lo que tenía que comportarme sin importar que muriera de ganas por meter mis manos dentro del pantalón de mi Súcubo, romperle le camisa y dejar caer mis labios sobre sus pezones, justamente como lo estoy haciendo ahora, mordiendo gentilmente como chupando. A él le encanta que haga algo como eso, puedo saberlo por la forma en que sus manos empuja mi cabeza, diciéndome que no paré.› Dean no le había quitado la camisa por completo a Luther, no. Solo había roto nos cuántos botones.

—Ya...ya no tienes porque contenerte.—Hablo entrecortado, la succión y pequeños mordiscos en sus pezones le hacen enloquecer.—Hazme lo que quieras y como quieras.—Jadea, de tanto estimulo como embriaguez con las feromonas de Dean, su mente ha empezado a nublarse, con un sola cosa en mente y eso es; volverse uno con su alfa.

—No tenía pensado contenerme.—Sus ojos grisáceos casi llegan al color negro.—Te voy embestir tan profundamente que con una sola una estocada, te terminarás corriendo.—Luther se contrajo al encontrarse con esa desenfrenada mirada.—Por lo tanto mi amor.—Sonríe pícaro.—No te desvanezca en mis brazos, no hasta que haya soltado la última gota dentro o fuera de ti.

Sonrió sensualmente, tras darse cuenta que Luther perdido fuerza en sus brazos y piernas al escuchar esas declaraciones tan sucias directamente en su oído, fue tan excitante que su cuerpo se debilitó, y no paraba de temblar al sentir el enorme bulto presionado contra sus caderas que inconcientemente se frota sobre la dura y grande de casa de campaña, casa que quiere salir de esos ajustados pantalones.

Es lo mismo con el de ojos celeste, en sus pantalones también se puede observar la dureza de su miembro, solo que Luther si tenía el cierre del pantalón abajo. Tenía mas libertad así como el hecho de que su ropa interior está húmeda por las pequeñas gotas salientes del glande.

Con un solo beso apasionado como sucio que se están dando una vez más; puso en ese estado eufórico a Luther, solo bastaba que Dean lo besará así para sentir que podría derretirse en cualquier instante, e incluso venirse sin tocarse, únicamente tenía que seguir siendo besado como únicamente Dean sabe hacerlo.

—Nmhg~—Sus labios se abrieron un poco mas, tras sentir la intrusa lengua deslizándose profundamente dentro de su boca.

‹Aveces suelo pensar que su lengua es anormal como su arma entré las piernas, no sé cómo lo hace o simplemente es muy habilidoso con ella por explorar, hacerme estremecer cada vez que me besa.

Antes no sabía que dentro de mí cavidad bucal podría tener alguna zona erógena, pero para mí sorpresa, Dean si encontró algo así mientras su lengua lasciva dejo de encontrarse y enredarse con la mía para adentrarse más profundo, dejando  no únicamente sin aliento.›

Sintiendo como el aire se escapa de sus pulmones, quedándose sin aliento para después recuperarlo y volverlo a perder en cuestión de segundos, era una sensación extraña, peligrosa, pero emociona a Luther como no tenía idea.

Esa adrenalina recorriendo su ser de sentirse ahogando solo provocó una febril excitación desconocida en Luther, pero únicamente le gusta sentir eso cuando su boca está siendo explorada por su alfa, al igual que su cuerpo siendo recorrido por la manos de Dean, principalmente dentro de su pantalón, también provocando que cada músculo de su excitado cuerpo se contraigan.

—¡Ngmh~!—Tal gemido se escapó de sus labios al sentir esos dedos sobre su ropa interior, presionando la pequeña entrada que se contrae.

Mi piel se vuelve lava con le mas mínimo toque o roce de sus dedos, labios, dejando pequeños besos en cada lugar visible de mi cuerpo, principalmente en mis pezones, es ahí donde sus labios se aferran. Mostrando su lasciva destreza, no saldrá nada pero él creé que sí es posible, es un completo loco...mi loco.

—...Dean.~—Llama entre jadeos a su alfa.

Dean mantiene sus manos dentro del pantalón y agarrando, apretando, lascivamente las caderas de Luther, así como el mencionando se encuentra con sus manos acariciando la "personalidad" de su Dean, el cual disfruta mucho el ser tocado de esa manera, siente una emoción indescriptible de saber que a su Súcubo le encanta deleitarse con su pecho, lo que lo motiva a seguir manteniendosé en forma.

—Me fascina tanto escucharte gemir.—Pasa su lengua por el cuello de Luther.—Es una caliente y seductora melodía para mis oídos e imaginación cuando no estamos justos.—Lame lentamente y presiona la aureola de los erectos, rosados pezones del joven ojos celeste.

‹Es la única melodía que me gustaría y quiero escuchar siempre, a toda hora. Cada vez que lo escucho lo grabó en mi sube, como si me estuviera cantando directamente a mi oído cuando tengo los audífonos puestos, e imaginando que su mirada está sobre mi mientras está debajo o arriba de mí, subiendo y bajando sobre mi miembro que podría venirse con solo sentirse preso de sus suaves paredes.› Dean suele fantasear con Luther cuando no pueden verse, porque está ocupado en su trabajo o Luther se encuentra haciendo sus cosas, pasando tiempo con su familia.

Más bien Dean solía fantasear mucho con Luther en ese tiempo que no eran nada, como un adolescente precoz iba a notando que le gustaría hacer ese día en que por fin sería pareja de Luther. Bueno, no sólo Dean fue el único en fantasear, Luther también lo hizo en una ocasión. Cuando se estába bañando. El siguente día ya que la noche anterior se había besado por primera vez con Dean, en la orilla de playa.

—Me encanta sentir como te estremeces y tiemblas en mis brazos mientras jadeas con tus labios semiabiertos, dejando salir esos hilos de plata que únicamente provocan es que, te robe una vez mas el aliento.—Pasa lascivamente su lengua sobre los labios entreabiertos de Luther.

—Mngh~—Luther se contrajo al sentir la erección de Dean, volviéndose más grande y dura aún dentro de sus pantalones. Cabía la posibilidad que los rompa por tal presión.

—Mirándome justamente como lo haces en este preciso instante.—El brillo en sus ojos se fue incrementado hasta el punto de volverse transparente.—Con ese hermoso celeste de tus hipnoticos ojos, todos empañados por el Places que mis caricias te hacen sentir, derretir.—Embiste.

—¡Ugh!

Su virilidad sigue oculta en sus pantalones pero joder, que bien se siente sentir tal dureza frotándose sobre el espacio abierto entre mis caderas, las cuales habían sido separadas por Dean, luego de haber bajado un poco mi ropa interior y pantalón hasta mis muslos.

—Como no ponerme en este estado si mi hombre con solo respirar me hace estremecer.—Declaró, mirándole fijamente.—Que con solo mirarme directamente logra que ese lugar se contraiga, ansioso por ser acariciado por está cosa.—Frota sus caderas impacientemente sobre el miembro de Dean.

—Mi Súcubo~—Gimió seductoramente el apodo de su joven alfa.

Tales declaraciones como mirada hizo estremecer, enloquecer incontrolable a un ya extasiado Dean,. perdiéndose todavía más en la lujuria que se desborda de su ser con cada segundo que pasa. Sonriendo ampliamente y maliciosamente.

—No eres el único que se tuvo que contener durante el transcurso de la exposición.—Lame con mucha obscenidad el descubierto pecho del alfa mayor, sin aparte por nigún segundo su mirada de esos ojos grises.

—Nnmg~

Luther sonrió coquetamente al escuchar a su alfa gemir, extasiado al ver la lujuriosa y tan caliente expresión en el rostro sonrojado de Dean. Esa sexy manera en la que morder su labio inferior que únicamente provoca desbordante excitación en Luther, unas ganas de dominarlo y ver qué otra expresión puede llegar a poner.

—Ya no puedo esperar.—Baja de los brazos de Dean, deshaciéndose de su entrometida ropa. Quedando desnudo de su cintura para abajo.—Tú, ven aquí.—Jalo y empujó al alfa mayor sobre la silla frente el escritorio.

Dean estaba sin palabras, asombrando. Disfrutando, y dejando que Luther amarré sus manos a la silla, con su corbata. Se encuentra demasiado ido y ansioso por saber que es lo que está tratando de hacer su hermoso Súcubo.

—Mi...S-Sucubó...—Tartamudeo y trago grueso al percatarse de lo que quería hacer o estaba haciendo Luther.

Como si fuera agua los hilos de plata se deslizan por las esquinas de sus labios, no podía evitarlo, no tras ver a Luther inclinarse hacía adelante, apoyando su pecho en el escritorio al mismo tiempo que separa a manas no poder sus piernas, dejando a la vista absolutamente todo de ese privado lugar.

—Nhgm~—Con su rostro sonrojado a más no poder, Luther dió inicio a la expansión de ese lugar para poder recibir sin dolor, ni mucho menos incómoda el pilar erecto del alfa mayor, afuera de sus pantalones. Temblado e impaciente tanto como el dueño.

Dean abría y cerraba su boca queriendo decir algo, pero al final no encontraba las palabras correctas para describir lo que estaba sintiendo, lo caliente que su cuerpo se empezó a sentir como si hubiese estado bajo el sol desde la mañana hasta el mediodía, y todo eso era únicamente provocado por su el derroche de sensualidad y obscenidad proviniente de su Súcubo.

Él no contaba ni se esperaba tener tal placer de observar a Luther, masturbándose sin pudor alguno frente a sus ojos. Era una vida tan irreal, deslumbrante al punto en que que su nariz comenzó a sentir cierto picor, para que segundos después ese líquido rojo se deslizara por sus fosas nasales.

Tuvo una hemorragia nasal mientras observa a su novio, dilatando ese lugar, así como escucha los suaves gemidos saliendo de los labios de Luther. Admirando cada uno de sus movimientos, como esa piel enrojcersé por la timidez. Y si estuviera de frente y no de espalda entonces Luther también podría deleitarse con las expresiones calientes en el rostro de Dean, ver esos ojos grises volverse tan oscuros y dilatados cómo si hubiese ingerido alguna sustancia ilícita.

—¿Sangré?—Se exaltado al percibir ese olor. Dándose la medía vuelta, se estremeciendose al conectar con esos brillantes ojos grises, que le hacía sentir estar frente a una bestia sin entendimiento.—Tu viste otra hemorragia nasal.—Sonrío, subiendo al escritorio, ahí se sentó y volvió a separar sus piernas.—¿Tanto te excito que haga esto?—Habia timidez en él pero aún así, con sus dedos vuelve a expander lascivamente ese lugar.—¿Te vuelve loco y eufórico verme hacer algo así?—Preguntó, Dean solo asistió al mismo tiempo que no dejaba de babear.

Luther pensó que si veía a cualquier otra persona babeando le parecía sumamente desagradable, pero cuando mira a Dean de esa manera no piensa igual, al contrario, cree que es un crimen que aun en esas condiciones se siga viendo tan estúpidamente caliente, haciéndole querer saltar sobre él, y montarlo. Pero, quería seguir torturando un poco mas a Dean.

—Lut...—Su voz se percibía suplicante, desesperado por querer tocarlo más cuando; lo pies de Luther empezaron a frotarse contra la Virilidad del contrario.—¿Puedes soltarme?—Pregunte, no podía quedarme solo viendo tal paraiso y no poder tocarlo, eso sería una verdadera tortura.

—Solo cierra la boca, mi Doberman desvergonzado.—Mi interior hormiguea lo que se ha vuelto un poco incómodo.

Es una señal de quiero tenerlo adentro y que su virilidad borre tal incomodidad porque desde un principio; eso está pasando porque estoy ansioso, deseó de que Dean explore dentro de mí tanto como quiera...¿dónde quedó mi pudor? Siempre lo termino perdiendo cuando estoy en los brazos de mi alfa.

—No puedes soltarte hasta que te lo ordene.—Presiona con sus pies; tanto la punta del glande hasta abajo de la Virilidad del contrario.—¿Te gusta sentirte preso de mis pies?—Pregunte, y el muy descarado asintió rápidamente. Mirándome con esa radiante mirada gris, esa que me suplica por más y que no se me vaya ocurrir detenerme.

‹Solo lo estoy frotando su miembro al igual que lo hago con mis manos, pero ni cuando lo toco con mis manos no se pone así de emocionado como lo está en este instante, se estremece y su garganta no para de tragar saliva una y otra vez esa que se le hace agua... es un loco pero así me lo quiero con todo y sus desorden mentales.› Sonríe maliciosamente, moviendo un poco mas rápido sus pies y presionando la punta.

—¡¿Ugh?!—Un leve gemido volvió a salir de los labios de Dean, mordiendo su labio al percibir tal placer recorriendo su cuerpo, podría venirse con solo ser frotado de esa manera por los pies de Luther.—Mi súcubo... espera...si sigues haciendo eso entonces yo...¡Nhg~!

Dean salpicó con su semilla los bonitos y palidos pies de Luther, haciéndole saber al último mencionando que, su alfa es un loco que tiene fetiche con sus pies.

—¿Debo de sentirme ofendido o halagado?—Preguntó, pero esa sonrisa en sus labios decía otra cosa, como por ejemplo; orgulloso de haber logrado que Dean se viniera muy rápido.

—Orgulloso es como deberías de sentirte, mi sensual y travieso Súcubo.—Rompió la corbata con la que lo habían amarrado.—Orgulloso de haber hecho venirme tan rápido.

—¡No te dí la autorización para que te soltarás!...Nmhg~—Se retuerce de placer al sentir la lengua de Dean, presionando su miembro.

—Nunca nadie se atrevido a ponerme de rodillas así estuviera entre la espada y la pared, si iba a morir lo iba hacer de pie, pero jamás suplicaría de rodillas.—Mira fijamente esos celestes ojos.—No obstante, verme aquí, de lo mas feliz y orgulloso poniéndome de rodillas ante ti y sin que me lo hayas pedidos.—Besa los muslos de Luther.—Solo tu puedes ponerme de rodillas y yo disfrutarlo, al igual que si me pides que ladre, felizmente lo haré las veces que me lo pidas.

Su corazón podría salirse de su pecho en cualquier momento por lo emocionado en que se encuentra, él ya lo sabía pero hoy termino por confirmar que le fascina ser dominado y ver el lado dominante de su joven alfa. Sin embargo, era su turno de dominar y volver el cuerpo de Luther en un completo y hermoso desastre.

—No te pediré algo como eso, en cambio solo pediré que recorras mi cuerpo con tus labios, y mi interior con esto.—Agarra el miembro del contrario, poniéndolo sobre esa pequeña entrada que lo hizo estremecer.—Llena mi interior hasta que me desvanezca en tus brazos...Nmng~

‹No era necesario que me diera una respuesta verbal cuando ya me dijo todo con sus feromonas, ese aroma envolvió mi cuerpo tal como lo hacen sus labios sobre los míos, y su virilidad entrando lentamente en mi interior...con cada empujé roza el estrecho camino y eso me hace perder la cabeza, esa sensación de ya no sentirse vacío es una completa locura.› Ese color celeste de sus ojos de por sí desde un principio ya se encontraban nublados, ahora se encuentran mucho más con la única diferencia que hay un poco de cristalización en ellos.

—¡Nmhg~!—En un solo instante he sentido un placer recorrer cada rincón de mi cuerpo como electricidad, haciendo que cada parte de mi se contraigan, en especial ese lugar invadido.

Dean al entrar por completo en esa suave y tan cálida cueva dejo de mover sus caderas, la presión de esas paredes no era una broma. No le daban el espacio o la oportunidad de embestir a Luther, pero de igual manera se sentía tan bien que lo hace enloquecer el sentir esa presión.

‹Sentirme preso dentro de su interior es algo tan malditamente caliente, extraordinario. Esa calidez y húmeda golpean o envuelve mi miembro al punto en que te hace pensar que sino lo termina cortando por la presión, entonces terminarás derretido pero de la forma más grandiosa posible.›

Los dedos de sus manos gentilmente recorren el cuerpo de Luther, desde el lóbulo de su oreja, pasando por los pezones ahí se detuvo unos segundos, pellizco y frotó la aureola de los pezones. Luther se contrajo tanto su cuerpo como ahí abajo, sacudiendo sus caderas al igual que el pilar dentro de él, dió inició al baile de poderosas embestidas que le roba el aliento al igual que Dean, al besarle de la manera en que lo está haciendo.

Luther no tenía ni la oportunidad de dejar salir un gemido fuera de sus rojos e hinchados labios, no cuando Dean explora profundamente su boca, empujando su lengua dentro así como empuja repetidamente su viralidad en esa estrechas y contrayentes paredes de su interior.

—Quiero seguir saboreando la dulzura de tus labios, pero también muero por escucharte gemir, si es mi nombre eso me hace mucho más feliz.—Confiesa, mirándo embobado la sensualidad derrochada por cada poro del cuerpo de Luther.

‹Vuelvo a reafirmar lo que ya sabía desde un principio, ninguna maravilla del mundo puede compararse y mucho menos competir con mi hermosa maravilla que estoy viendo en este instante.› Se perdió en esa mirada celeste, en la desnudez de ese sensual cuerpo con su piel teñida de un color rojo pálido.

Dean se quedó sin aliento al ver a Luther, ahí acostado sobré el escritorio, mirándole con esa hipnotica mirada empeñada pero brillante mientras que sus labios entreabiertos jadean lascivamente.

—¡Aaahh!—Un arco se volvió su espalda, tras sentir semejante pero deliciosa embestida.

"¡Tán profundo.!" Exclamó, enterrando sus uñas en la ancha espalda de la cual se acaba de sostener, tenía que sostenerse de algo si no quería salir del escritorio ya que, cada embestida lo empujaba hacía adelante y el escritorio no era tan espacioso.

—Dean~...—Llamá a su alfa desesperadamente.—Ahí...un poco más fuerte en ese...

—¿Así?—Salió y embistió profundamente.

—¡Aaaah!—Lo sentí, ¡sentí y juraría que escuché un crujido al abrirse paso mas profundo en mi interior! Es aterrador pero el estímulo paseando por mi cuerpo te hace olvidar cualquier preocupación, o temor.

—No es necesario que te pregunté lo bien que te estás sintiendo si me lo haces saber con tus gemidos, expresión.—Lame las mejillas del contrario.— Principalmente con tu interior aferrándote a mí, contrayendose.—Embiste una vez más.

—Uhg~

Tanta presión en un solo punto me dificulto el respirar, pero eso no le quita lo bien que se siente. Mucho más cuando la reparación y aliento de Dean como aroma me embriagan de tal manera que solo quiero seguir estando así, unido a él...si me pongo en este estado, ¿cómo se pondrá cuando entre en su rut..?

—Nmhg~—Otra vez su espalda se arqueo y sus uñas siguieron arañando esa piel, algo que le encantaba a Dean. Tener marca de su joven alfa era el paraíso para el alfa mayor.—Dean...yo...

—Yo también mi sexy e irresistible súcubo.—Posa su frente sobre la de Luther, mirándose amorosamente con esas miradas que parecían ser el cielo de cada uno. como ver el día y la noche.—También estoy llegando mi amor.—Se adueña de los labios de su joven alfa, sin dejar de mover sus caderas hasta que de sus labios se escapó un ruidoso gemido. Había llegado al climax.

‹Mi cuerpo era un completo desastre con la llegada a la cima de ese placer, pedir la fuerza en mis brazos como en mis piernas las cuales anteriormente se encontraban aferradas a mí alfa. De igual manera seguía siendo sostenido amorosamente en los brazos de mi Doberman desvergonzado, su rostro descansa en mi hombro izquierdo lo que me lleva a escuchar y sentir su respiración.›

Decía no tener fuerza pero seguía masajeando la "personalidad" de Dean, sino era con sus manos era con su cara, frotando de aquí haya en el pecho del alfa mayor.

Dean al percatarse de eso solo sonrió tontamente, besando y lamiendo el lóbulo de la oreja de Luther, sintiendo el estremecimiento del contrario, eso lo llevó a quitarse el preservativo para ponerse uno nuevo.

—¡¿Uhh?!—Eso me sorprendió, esa estocada fue tan repentina y mi interior que aun se encuentra sensible; enloqueció. Presentía que si se movía me volvería a venir.—Dean...

—Esto solo está empezando mi Súcubo.—Con sus labios muerde las mejillas de Luther.—Puedes ver eso.—Señala la tira de preservativos de mas de diez.—Los vamos usar todos.—Declaró, y sonrió al sentir las contracciones de ese cálido interior.—¿Estás emocionado?

—Que si lo estoy.—Sostiene el rostro de Dean.—Sabemos bien que ambos somos insaciables y que cuando hacemos el amor una vez no es suficiente.—Sus mejillas se sonrojan a tal grado de parecer un tomate.—En está ocasión seré yo el que te exprima.—Declaró, empujando a Dean, este cayó sentado en la silla lo que estába esperando Luther.

—¡Nmhg~!—Mi súcubo fue muy atrevido mas de lo que esperaba, se subió a la silla con sus piernas de lado a lado, mientras la punta de mi miembro presiona ese punto escondido entre sus muslos.

—Mngh~—Podia sentir su desesperación por querer entrar en mi, pero no le dirá ese gusto tan fácilmente. Me está encantado verlo en ese estado, mordiendo su labio mientras me mira suplicante. No podía decirle no a esa mirada.

De una solo estocada el joven alfa devoró por completo ese pilar, gimiendo y sintiendo la profundidad a la que había llegado. Exaltado al ver el bulto exuberante en su estómago, es ahí donde estaba presionando ese pilar.

—Lo puedes ver.—Un lujurioso Dean poso sus manos en el estómago de Luther.—Me imaginó que si te embarazo, con el pasar del tiempo tu estómago se verá algo así...

—¡No mires!—"¡Maldita sea como es posible que me haya venido solo por escuchar esas locas palabras!" El rostro de Luther hecha humo por la vergüenza.—¡Aaah!—Si sigue presionado ese punto me volveré a venir...

—Vamos a tener un pequeño que se idéntico a ti.—La maliciosa sonrisa se volvió mucho mas visible en el rostro de Dean, al igual que esa mirada gris brillo para luego oscurecerse.—Con tus hermosos hoyuelos.

—Nmhg~... Dejá de decir idioteces...somos alfas.—Dean percibió un poco de decepción en su joven alfa.

—Soy un hombre que no se rinde y uno que está dispuesto hacer lo imposible posible si así lo quieres, solo dime lo que quieres y te lo daré.

—Solo quiero ser tuyo y que tú seas mío para siempre.—Sostiene en sus manos el rostro de Dean.—¡Ugh!—Esa cosa se mueve como si tuviera vida propia.

—Sere tuyo por toda la eternidad, mi amor.—Va en busca de los labios de Luther, al encontrarlos sus labios se unieron, iniciando un apasionado beso.

Las caderas de Luther se empezaron a mover por si solas, subiendo y bajando por ese palpitante pilar, enloquecido a Dean, queriendo sentirlo mas, por lo que llevó sus manos a la cintura del contrario. Moviendo su pelvis al ritmo de las caderas de Luther.

Al estar en sintonía no tardaron en llegar nuevamente al climax, que en está ocasión; Dean no le permitió tomar un respiro a su joven alfa cuando ya le había dado vuelta. Luther aún estaba sentado a horcajadas en el regazo de Dean. Solo que su espalda reposaba sobre el pecho del ya mencionado, el mayor quería dejar marcas de besos como mordidas en esa bella y tan pálida espalda.

No era mentiras cuando Dean dijo que usarían todo los preservativos, ellos a penas estaban comenzando desatando su desbordante pasión. Y es posible que si usan todo eso y Luther sigue sin quedar e inconciente, seguirán haciendo el amor hasta que sus cuerpos de desvanezca.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top