+18 capitulo 63

Cuando los dos alfas hacen el amor es cuando se vuelven mucho mas codiciosos, deseosos de hacerlo hasta que sus cuerpos queden sin una pizca de energía por el cansancio, o la epifanía de llegar al climax mientras se miran con sus miradas perdidas en puro placer e inundado su ser. No por nada el interior de ese estudio es un completo desastre.

El único lugar intacto donde esos dos alfas besándose apasionadamente no había pasado arrasando con todo; es en la esquina a la izquierda (hay está el cuadro que hace poco terminó Luther) esa es la única área que evitaron no derribar mientras se entregaban y unían sus cuerpos una y otra vez dejando en el proceso unos cuantos preservativos esparcidos en el suelo.

Como si el entregarse mas de dos veces no había sido suficiente ellos dos, procedieron a volverse uno solo pero está vez arriba del escritorio, ahí yacía Luther con su pecho desnudo inclinado hacia adelante sosteniéndose del escritorio para no caer al suelo al ser embestido por Dean, cada una de esas fuertes embestidas lo dejá sin aliento y sus piernas flácidas que si no fuera porque Dean los tiene sosteniéndo de su cintura, ya hubiera caído al suelo. Había mucho placer en recorriendo por todo su flácido cuerpo.

Y es que las espesas y muy violetas feromonas eran olas de calor, placer que inundaron el interior de ese estudio que era como caminar por las mañanas yendo a cima de la montaña, pero te terminas perdiendo acusa de la extensa neblina. Así de intensa son las brumosas feromonas de ellos dos las cuales no pueden seguír siendo retenidas y se han empezando a filtrar desde a dentro hacia afuera tanto por la puerta como por la ventana.

No obstante, es algo que le puede importar menos a ese par de alfas, su única importancia es seguír sintiéndose tan cerca mientras sus lenguas salen a encontrar la del contrario enredándose justo como se enreda el miembro de Dean, en el interior caliente de Luther con cada embestida. Mezclan sus cuerpos tan apasionados cómo sus feromonas impregnado su enrojecida y húmeda piel.

—¡Aaah!—Su cabeza cae hacia abajo al igual que su pecho, jadeando pesadamente, sintiendo como el aliento gradualmente va disminuyendo cada vez que Dean, penetrante profundamente al impactar su pelvis contra sus enrojecidas mordidas caderas.

Y es que la posición en la que se encuentra requiere la resistencia de manterse de pie más por parte del ojos celeste, es el cual está recibiendo esas poderosas estocadas dadas por el frenético e idiotizado alfa lamiendo la espalda del joven alfa.

—D-Dean.—Aclama a su hombre extasiado en las sensaciones otorgadas por él, perdiendo fuerza en sus piernas con cada embestida de esas filosas caderas de su alfa ojos grisáceos que si los viera en este instante se quedaría sin habla.

Ese color es demasiado transparente y brillantes como si estuviera pasando por su rut, (celo) pero no es así, solo es Luther haciéndole sentir tantas cosas que no logra controlar sus instintos del todo, esa parte animal que le grita que abracé a Luther como si no hubiera un mañana.

—¡Nhg~!—Sintió cierta fricción en su interior.

‹Al estar de espaldas hacia el solo puedo sentir su maravillosa "personalidad" cuando se inclina hacia adelante, sin embargo en este instante también puedo sentir una intensa mirada sobre mí.› Luther seguía apoyado sobre el frío y muy liso escritorio, sus pezones rozandose agradablemente mientras sus caderas alzadas en el aire siendo sostenido por esas grandes manos del alfa mayor.

—Luther~—Susurró mi nombre tan cariñosamente, dándome la sensación de mi corazón es sumergido en esa deliciosa dulzura de su voz, calidez.

‹No puedo ver sus ojos pero estoy seguro que tienen una mirada brillante mientras piensas en miles de cosas lascivas que quiere hacerme y eso me emociona tanto que mi interior se contrae ansioso por descubrir y sentir lo que quiere hacerme...¡Estoy verdaderamente loco!› La tez pálida se volvió enrojecida algo de lo que se dió cuenta Dean, como no darse cuenta que hasta las orejas de Luther se tornaron rojos.

—Quiero y pienso en cosas como; me encantaría ver a mi sexy Súcubo precisamente vistiendo un traje de Súcubo bien lascivo pero con unas alas de ángel—Luther se estremeció bruscamente.

—¿Como es qué...?

—¿Se lo que estás pensando?—Termino la pregunta en vez de Luther.—Mi seductor súcubo estamos así de conectados.—Embiste.

—¡Uhh~!—Gime.—No me digas casi no me doy cuenta que estás frotando cada rincón de mi con ese pedazo de carné.

—Muy cierto que estamos unidos en este instante, siendo tragado desesperadamente por tu insaciable y muy cálido interior que quiere todo de mí.—Muerde el hombro de un Luther sonrojado.—Pero cuando dije que estamos conectados me refería a nuestras almas, corazones, tanto así que si estás en peligro o te sientes mal lo sabría al instante.

—¿Pero no somos alfa y Omega?—Es la primera vez que se pone a pensar en eso, sintiendo un leve malestar.

‹¿Qué pasaría si Dean conoce a su destino? ¿Se volverá loco de amor por ese alguien y se olvidará de mí? Sé que es una pregunta tonta sabiendo cuan importa soy para Dean, sin embargo ante el destino eso podría flaquear por más que el alfa luche contra ello.› Antes de darse cuenta Luther estaba exudado un olor agrio que se volvió segundos después amargó.

Tenía miedo perder a Dean o que el mismo no pueda luchar contra el destino, aterrado que esa voz quiera jugar suciamente de esa manera.

—Lo que sea que estes pensando eso no va a pasar mi Súcubo.—Despacio le dió la vuelta a Luther quedando de frente, mirándose fijamente, con su espalda sobre el escritorio y sus piernas enredadas en la cintura de Dean.—Y es muy desagradable que pienses que somos iguales o que nuestra conexión es similar a la de un alfa y Omega eso es humillante porque no es así, nosotros somos más que eso, somos superior a esas cosas insignificantes.

"¡¿Eh?!" Luther sostiene su corazón sintiendo sus enloquecidos latidos tras escuchar teles declaraciones y sobre todo al ver esa mirada brillante en Dean que dice; "Nuestro amor está siendo escrito por nosotros no por dictadura del destino." El de ojos celeste de repente solo quería llorar de felicidad, Dean le ha sentir tanta seguridad en cuestión de segundos.

—Podrán venir los destinos que quieran en busca de mí, y todos y cada uno de ellos seran destruiré por mis propias manos sin sentir absolutamente nada, porque nadie que no sea tú no puede hacerme sentir algún tipo de emoción. —No había mentira en su voz él lo decía con una gran convicción y determinación.

—No es que no confíe en ti, Dean.—El nudo en mi garganta se volvió sofocante.—Solo...

—Lo sé.—Besa los ojos de Luther.—Sé que al tener esas preocupación no es porque no confíes en mí, pero déjame decirte que es una preocupación inútil mi súcubo, y no quiero que te mortifiques por eso. Yo solamente puedo amar una persona y ese eres tú, yo ya no puedo vivir sin ti ya que eres mi corazón que más prueba que esa; que eres mi alma gemela, mi media naranja.—Deja un casto beso en los labios del contrario.

—Dean...—No podía decir nada más que no sea su nombre, no cuando mi corazón late tan fuerte y mi interior se regocija de una inmensurable felicidad y paz.

‹Solo unas cuantas palabras y mirada proveniente de él puede despejar mi mente, reforzar el vínculo entre nosotros dose. Un lazo que ha sido creado desde de cero y porque ambos lo queríamos, sin ser influenciando por ninguno destino y eso vuelve mucho más indestructible nuestros verdaderos y sinceros sentimientos.

Soy un tonto por tener miedo por un destino que solo tiene como función despertar el deseo y poner un loco amor que ni siquiera se desarrolla entre los destinados, solo se amaban porque sí.

Ese amor no le ganará nunca al mío por Dean. Así qué, venga quién venga y quiera quitarme a mi hombre, mi Doberman desvergonzado, esa persona que se vaya preparando para quedar sin cabeza, sin ojos. Y así tenga que encerrar a Dean para que nadie lo vea lo haré.› Es muy probable que el alfa mayor se ofrecería voluntariamente ser encerrado, hasta prepararía su propio confinamiento.

—¿Si gustas podemos encontrar ese supuesto destino y enviarlo con su maldito creador?—Habia desprecio en su mirada y voz al nombrar "creador"—Si solo así te vas a sentir cómodo y sin preocupaciones entonces lo haré, iré a desvivir esa persona...

—¡No!—Era consiente que Dean no estaba hablando solo por hablar, él en serio tenía planeado hacerlo.—Tal vez no existe esa persona después de todo el destino se da uno entre diez millones de personas.

—Y es que no existe tal destino entre Omegas y alfas solo es un invento, una fantasía tonta que prefieren creer para no cuestionarse ese repentino enamoramiento de la nada.—Dio su opinión al respecto.—Prefiero un amor creado desde cero y sin estar influenciando por nigún olor de por medio, aunque debo de confesar que desde que tengo memoria nunca me importo el romance, mezcla mi saliva con otra persona de solo imaginarlo me provocaba asco. Pero, entonces te vi ahí actuando todo adorable que en lo único que pude pensar fue; ¿qué sabor tendrán sus labios? Me hechizaste sin siquiera mirarme a los ojos.

—Solo te estás excusando por ser un loco pervertido, acosador.—Sonríe tontamente, poniendo sus manos en la "personalidad" de Dean.—No estuvo en mis planes conocerte.—Llegar a este mundo.—Solo quería vivir cómodamente sin preocupaciones, pero en serio estoy agradecido de venir a este lugar y sobré todo conocerte, entregarte mi corazón. Eres mi todo mi Doberman desvergonzado, yo ya no puedo vivir en un mundo donde no estes tú, así qué.—Muerde su labio.—Si un día desaparezco nunca me olvides y tampoco dejes de buscarme... por favor.—Suplica.

—Juro por mi vida y nuestros adorables bebés (tiburones) que te buscaré en cada rincón de universo si es necesario, si no puedes venir por mí entonces solo espera por mí. Mi Si Súcubo, seré yo quién vaya por ti.

—¡No metas a nuestros bebés!—Pellizca la "personalidad" de su alfa.

—¿Entonces por tu familia?

—¡Dean!—El nombrado solo sonrió travieso.—Solo basta poner mi vida en línea.

—No quiero que te lastimes.—Sigues masajeado el pecho de Dean.—Solo basta con que lo prometas y no rompas tal promesa.

—Lo prometo mi alfa de hermosos ojos celeste.—Besa apasionamiente los labios del contrario, empezando a mover nuevamente sus caderas, derretirse en el interior de Luther.

—¡Nnmhg~!—Su espalda se arqueo.—¿En qué cosa pervertida estás pensando para reírte de esa manera?

—Pienso en cómo te verías con unas medias hasta tus muslos, usando ropa interior que deje expuesto ese pequeño y rosado lugar que estoy sacudiendo en este instante, pero no sin antes dilatarlo ver como se contrae al sentir la punta de mi grande frotándose sobre está entrada que estoy embistiendo.

Entre mas hablaba Dean mas roja se volvía la piel de Luther, contrayendosé desde adentro mientras su cuerpo convulsiona eufórico y es que cada vez que Dean confesaba sus pensamientos embiste el descontrolado interior del contrario.

—¡Nghmg~!—Sus piernas caen sobre los hombros de Dean, la profundidad a la que llega cada estocadas es irreal, pero para Luther era deliciosamente aterradoras.—¡¡Aaahh!!

"¿Cuan profundo piensa seguir yendo dentro de mí?" Se cuestiona y se emociona de solo imaginarlo al punto en que sus piernas tiemblan, tiemblan tanto como su interior enloquecido contrayendosé ante las caricias de ese grueso y duro pilar deslizándose con amplia obscenidad

‹Cada vez que su pelvis se impacta con mis caderas con cada embestida profundizando todavía más dentro de mí interior que no dejá de tener espamos. Se siente tan malditamente bien que de mi boca solo se escapan gemidos, ruidosos gemidos que no pudo retener.

Así me esmeré mucho por retener mis gemidos en mi garganta o que Dean los devore cómo lo hace con mis labios, me sigue siendo imposible por lo que solo opte por déjalos salir y parece que mi alfa le encanta escucharme gemir. Puedo saberlo con solo escuchar su agitada respiración y aliento golpeado mi erizada piel, también su monstruosa cosa se alarga y en gruesa (me desconcierta) por el más mínimo ruido saliendo de mis e hinchados labios por tantos besos recibidos.›

Es que para Dean cualquier ruido ya sea creado por la boca de Luther, o de sus cuerpos uniéndose es una caliente melodía para él queriendo escucharla para siempre. Es un loco empedernido con todo lo relacionado con su Súcubo.

—Mis sensual Súcubo.—Esa voz caliente quemó el oído del ojos celeste.—¡Ngh~!—Un leve gemido salió de los labios semiabiertos de Dean, mordiendo seductoramente su labio inferior al sentir el interior de Luther, apretando su virilidad.—¿Me lo quieres cortar?—Preguntó y acto seguido frota sus colmillos contra los hombros del contrario.

—Eres tú el que pareciera que va a derretir mi interior con esa caliente y muy anormal cosa...¡Nnmg~!—Tan profundo.—Aaah~—Él sigue deslizándose más rápido y profundo.

—Mi preciso Lut.

—¡D-Dean!—Se exalta.—Dean... se siente raro.—Un repentino hormiguero apareció en su interior, incrementando con cada estocada del alfa mayor.—¡Uhh!—Esa embestida le hizo ver estrellas, jadear con su boca ligeramente abierta la cual soltó hilos de platas sin parar por las esquinas de sus labios.

—¿Lo puedes sentirme?—Pregunta, embistiendo repetidamente.—Estoy aquí y es muy visible.—Hablo entre jadeos con sus manos en el estómago de Luther, ahí se podía ver un gran bulto moviéndose cada vez que Dean sacudía las caderas.—¿Hermoso, no?

—Aterrador diría yo.—Baja su mirada hacia su estómago solo para tensar cada músculo de su cuerpo.

—Ngh~...mi Súcubo.—Jadeo la sentir la temperatura elevarse en el interior de Luther, así como esa estrecha cueva se contrae.

‹Es una completa locura y muy adictivo estímulo la suavidad con la que me envuelve, sintiendo que podría derretirme en cualquier instante y yo feliz de la vida, y es que está indescriptible sensación de ser estrujando por las suaves y muy calientes paredes me hace enloquecer.

Mi miembro enloquece cada vez que su interior se vuelve sumamente estrecho con cada embestida, es como estar atrapado en la boca de una botella así de estrechó se vuelve y es tan malditamente caliente, fenomenal que solo me hace desear seguir siendo preso de su interior.

No me importa si me aprieta con fuerza si de igual manera me seguiré sintiendo así de bien entonces que me siga estruja.› En esa mirada grisáceo solo había locura y placer como devoción por su Súcubo, lamiendo y besando la espalda pálida frente a sus ojos.

Dean así tenga todo de Luther seguirá queriendo mucho mas, sentirlo todavía más cerca de él y es lo mismo para Luther, el joven alfa jamás tendrá suficiente de Dean y seguirá queriendo más de su alfa sobre todo al hacer amor.

—¡De..an... En serio se siente raro!..¡Ugh!—No sé que demonios estába pasando mi cuerpo solo podía temblar extasiado, mi mente estába completamente en blanco, seguramente mis ojos igual lo estaban.

—Estoy en mi límite, mi Súcubo.—Embiste repetidamente.—Mi Lut...Nmgh~

—¡Unhgm~!—La parte delantera de Luther era una fuente que no parecía detenerse en soltar esa agua.—¡Te dije...que se sentía raro!

Él al ver eso quiso morir de vergüenza sobre todo al ver la cara de loco de su pareja, le puso tan caliente esa obscena vista que aún dentro de Luther volvió a ponerse erecto.

—Bastardo...—Dijo antes de caer inconciente en los brazos de Dean.

—Creo que me lo merezco.—Sonrió, saliendo de Luther porque no iba a seguir así su miembro este duro como una roca.—Descansa mi amor.—Besa la frente de Luther, dirigiéndose a la ducha en ese mismo estudio.

Tenía que limpiar el cuerpo de su amado no podía permitir dejarlo con esa viscosidad en su piel, también él aprovechara en ducharse no sin antes mandarle un mensaje a Vladi, de que vaya al auto por dos cambios de ropas.

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