46. "La Mansión de la Muerte"

Luna salió furiosa del colegio, arrastrando su pie, en el camino, se encontró a Hermione que estaba a punto de ir a encontrarse con Draco al cafetín de Madame Pudipie, pero al verla tan exasperada decidió enfrentársele.

-¡Luna! ¿Qué haces fuera? Te dijo la enfermera que debías tener reposo…

-Tengo que hablar con Paris…

-Eh… ¿para qué?

-¡Porque ya se que el me salvo! Necesito hablar con él … quiero que me explique muchas cosas…

-Luna, Luna, te vas a lastimar el pie - señaló la venda en su tobillo - Regresa…

-¡No, hasta que yo hable con él!

-Luna, que es demasiado tarde…

-¿Qué?

-Paris se fue…

-¿Se fue? ¿A dónde?

-A su casa…

-¿Cuándo?

-No lo sé … se iba hoy…

Luna miro a todos lados, y tuvo una corazonada y comenzó a avanzar rumbo al sauce boxeador, quizás… quizás ahí estaba…

-¿A dónde vas?

-¡A buscarlo!

-¡Luna, espérame! - Gritó Hermione tras ella - a pesar de que su pie estaba lastimado, ella avanzaba rápidamente, pero la castaña se asustó al ver que de su brazo comenzaba a mancharse de rojo pese al vendaje.

-¡Paris! - Gimió Luna al verlo cruzar la loma y bajar rumbo al bosque prohibido, pero estaba demasiado lejos - el chico arrastraba su baúl y parecía no percatarse de nada, demasiado ensimismado en sus pensamientos.

-¡Luna, detente! - Gruñía Hermione tras ella

Pero la rubia no se detuvo, se metió al bosque atrás del chico, y Hermione sacó su varita y la siguió, pensando en inmovilizar a Luna y sacarla a rastras - ¡El bosque era peligroso y lo sabían! Aunque ¿Por qué iba Paris ahí?

París se detuvo en la parte más oscura del bosque, abrió la palma de su mano, la cual comenzó a encenderse y la marca que poseía cambio a color púrpura.

-Estoy listo para ir a casa - Dijo con desgano y de repente, comenzó a abrirse delante de él, un laberinto de luces y de aire frío y seco, que comenzó a esparcirse a su alrededor… Paris cruzó el laberinto que aún se mantuvo ligeramente abierto…

-¡Paris! - gritó Luna, pero el chico ya había desaparecido

-¡NO LUNA, NO LO HAGAS! - Gritó Hermione, pero Luna brinco hacia la puerta tridimensional y ella en un acto de desesperación, no lo pensó ni un segundo y la siguió…

Pero al hacerlo, sintió un ahogamiento terrible, el aire le faltaba, un frío le caló los huesos y sintió que la quemaba, su cuerpo parecía que era presionado por múltiples cubos de hielo y abrió los ojos con horror cuando distinguió figuras espectrales que la rodeaban…

Después no supo nada…

Cuando despertó, vio con alivio que Luna estaba a su lado, y la zarandeó para despertarla, mientras lo hacía, miraba a su alrededor, el lugar era tétrico, los árboles que las rodeaban parecían muertos, sin vida, con hojas secas y el cielo era grisáceo y triste.

-¿Dónde estamos? ¡Luna, despierta!

-¿Paris? - Murmuró Luna abriendo los ojos

-¿Estas bien?

-¿Dónde estamos? ¿Dónde está Paris?

-Luna… basta ya… ¡No se donde estamos! ¡Este lugar es horrible!

La pequeña rubia se puso de pie ayudada por Hermione y miraron a su alrededor, no era el bosque prohibido, pero lucía igual de tétrico y aparte, parecía un bosque muerto.

-¿Cómo paso esto?

-No lo sé Luna, fue como si Kavner hubiera abierto una puerta a otro sitio… caminemos, tratemos de salir de aquí y a lo mejor lo encontramos…

Las dos chicas comenzaron a caminar por el bosque muerto, las hojas muertas hacían una alfombra oscura en el piso y el viento mecía los árboles secos que crujían a cada paso que ellas daban… se escuchaban aullidos y gruñidos a su alrededor y algunos ojos rojos parecían aparecerse entre las ramas secas.

-Este bosque parece no tener salida

-Da escalofríos

-Creo que nos hemos metido en un buen lío… no tengo ni idea en donde estamos… Luna… debiste dejar ir a Paris

-NO

-¡Chica!

-¡No! - gimió más débilmente - Es como si te dijera que debes dejar de amar a Draco ¿Lo harías?

-Es… diferente…

-¡NO! El amor es igual… quiero a Paris, lo quiero conmigo… ¡Yo nunca había tenido nada! Ron me arruino la vida y el único chico que me ha querido por quien realmente soy, se va… no Hermione, tengo que hablar con él …

-¿Inferis? - De repente Hermione tembló y abrió los ojos como platos

-¿Qué?

Luna se volvió a ver lo que Hermione observaba y tragó saliva, a unos metros de ellas, unos seres cadavéricos, descarnados, con gusanos caminando sobre sus huesos, con ropas desgarradas, se arrastraban caminando hacia ellas.

-¡Corramos! - Gimió Hermione sosteniendo a Luna con una mano y en la otra su varita

-¡Hermione! - Chilló Luna procurando arrastrar más el pie para poder avanzar, pero a cada paso, sentía una punzada de dolor… pero no podían detenerse.

La castaña miró a su alrededor, solo árboles muertos de entre los cuales, aparecían más y más seres espectrales, que las comenzaban a seguir. Hasta que llegaron a un puente de piedra, que cruzaba un lago oscuro…

-¡Ah! - Gimió Hermione al ver que en el lago, nadaban fantasmas espectrales y los cuales parecían cantar un dulce cántico que invitaba a la muerte.

-Que dulce cántico - Sonrió Luna y de repente estiró la mano hacia uno de los espectros que estiraba su transparente mano hacia ella, pese a que era aterrador, el sonido emanado de su centro era tan encantador.

-¡No Luna, no lo toques! - y Hermione le apartó la mano de un zape - ¡Sigamos!

-Es que su canto…

-¡Seguro son cantos de muerte! - Gimió - ¡Vamos, crucemos el puente! - y la jaló por el brazo sin importarle mucho que su pie estuviera lastimado, pero era necesario alejarse de todo eso, además los cadáveres se acercaban más.

-¡Un castillo! - Gimió Luna señalando al frente

-¡Oh!

Las chicas miraron a su alrededor, atrás del puente quedaba el bosque, con los seres espectrales avanzando lentamente, después de ese puente, solo eran campos desolados y en medio, un castillo solariego se levantaba… el cielo estaba mas oscuro que nunca y ya negreaba.

-¿Iremos al castillo?

-¿A dónde mas? Quizás Paris… quizás este ahí… ¡Y esas cosas nos siguen!

-¿Y si es una trampa? Igual y ese castillo

-No nos queda otro remedio… este lugar es horrible…

Y las dos avanzaron ávidamente subiendo la colina hacia la verja que separaba a la puerta principal del castillo… por un momento se detuvieron al ver que había un par de guadañas cruzadas en la puerta y había una inscripción en runa.

-¿Qué dice ahí?

-Déjame ver… - Claro, Hermione sabia de Runas Antiguas - esto quiere decir traducido de Runa a ¿latin?… "Id castrum  ex mortis"

-¿Qué es eso?

-Está en latín… quiere decir algo así como el castillo de la muerte…

-¡Oh!

-¡No entraremos ahí!

-Pero… ¡Ya vienen!

Y si, los espectros caminaban ya sobre el puente…

-¡Pues entremos! - y cruzaron la puerta de inmediato, siguiendo el camino hacia la puerta principal del castillo, pero se detuvieron, cuando vieron que la puerta no estaba sola…

Las chicas casi se caen en el suelo, al ver que en la puerta, había dos especies de guardias, eran altos, vestían como en las cruzadas, en sus manos huesudas y descarnadas, tenían guadañas y sus rostros no eran más que huesos…

A su lado, había un par de dragones, que también eran cadavéricos, y más aterradores todavía que los vivos, con gruesas cadenas atadas a su cuello y que lanzaron fuego al aire y emitieron grotescos gruñidos al verlas…

Los guardias las señalaron y levantaron la guadaña al verlas, dispuestas a matar a las intrusas…  Hermione y Luna se abrazaron, no podían retroceder porque atrás estaban los muertos vivientes y no podían avanzar por los guardias y a los lados, los dragones.

-¡Suficiente!

De repente se escucho una voz femenina

-¡No les hagan daño, son invitadas!

Y el par de chicas miraron a su alrededor, los espectros comenzaron a retroceder y los guardias regresaron a su lugar, mientras que los dragones seguían bufando gruñidos y emitiendo un hedor espantoso, pero se aguantaron mientras que buscaban a la voz.

-¡Y no lo hago por ustedes! - de repente a sus espaldas apareció Sara, la hermana de Paris - Es por mi hermano - Y miró a Luna con resentimiento.

-Eres… eres su hermana…

-¿Cómo es que llegaron?

-Yo… seguí a Paris - Murmuró Luna - Y entre al vórtice que dejo…

-¡Ya le he dicho que lo cierre de inmediato cuando lo utilice! - Masculló entre dientes - ¡Ahora las sacaré de aquí!

-¿Paris esta aquí? - Chilló Luna - ¡Si esta aquí quiero hablar con él! ¡No puedo irme sin hablar con él!

-¡Oye, niña! Deja en paz a mi hermano… No hay futuro en su relación… ¿Acaso no sabes donde estás?

-N-no…

-Es donde vivimos, donde madre y padre a la vez, edificó este castillo, rodeado de nuestro ejército … para evitar que los intrusos ronden… aunque nunca quiso desaparecer ese puente… lo aparecieron los tres hermanos… a los que madre les otorgó algunos favores… hace muchas lunas… cuando era más caprichosa que ahora y le gustaba interactuar con humanos…

-Lo de la… fábula… ya sabemos que era cierta…

-La madre de Paris… la tuya también es… es… es…

-Es la muerte niñita…

Luna se quedó en silencio, un largo silencio, hasta que miró a Sara con determinación.

-No me importa… yo quiero hablar con él …

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