42. Comienzan los finales felices
Cuando pasaron del mundo Nefilim al mundo mágico… todos respiraron largamente aquel aire, aquel olor, admiraron todo aquello como si fuera la primera vez… nadie quizás, les creería todo lo que habían vivido, pero ellos eran fuertes, estaban ahí…
El mal había sido destruido…
Todos caminaron rumbo a Hogsmeade, pues habían salido muy cerca, a Hermione no le pesaba para nada dejar la morada de los ángeles mestizos, pese a que era una de ellas, iba con su esposo, con el amor de su vida, por quien estaba dispuesta a dar su vida, sus hijas, solo ansiaba ver a su hijo, Drake debía estar añorándolos…
Hubo gran algarabía en el pueblo cuando los vieron descender, todos brillaban extrañamente con una luz exuberante y viva, se veían realmente bien, cambiados… Hermione y Draco iban de la mano de Tiny, Hope abrazada a Andrew y Jenne del brazo de Dominic…
En Hogwarts, Harry, Ginny, Ron y Neville los miraron con ojos de esperanza y suspiraron tranquilamente, al menos por Hermione y sus hijos, estaban bien, vivos, sanos, en paz… los abrazos y besos no se hicieron esperar… McGonagall no se aguantaba las lágrimas, así como el resto del profesorado…
Por fin, Drake pudo abrazar a su madre, a su padre y a sus hermanas, envuelto en fluctuosos sollozos, no quería parecer un niño chiquito, pero no podía evitarlo ¡Sus padres estaban vivos! Sus hermanas también y podía sentir, que todos estaban perdonados, y él no se despegó de Hermione en todo el día…
¡La había necesitado tanto!
Andrew también era feliz, era aceptado, tenía una familia, tenía a Hope, la haría muy feliz, sin duda, después de todo ese drama y sufrimiento, tendría su recompensa, estar con la mujer que amaba, así como los padres de Hope… con un amor que podría durar más allá de la eternidad…
La que se sorprendió fue Tiny, al ver a un bólido, llamado James, dirigirse a ella a toda velocidad y abrazándola por el cuello, suspirando, feliz, por fin, la pequeña muchacha estaba a su lado, viva, tenaz, transparente…
-¿James? - sonrió Destiny al ver el gesto
Pero James solo atinó a tomarle el rostro y plantarle un tierno beso en los labios, solo labio con labio, pero haciendo que Tiny abriera los ojos castaños a más no poder…
-Bienvenida - Susurró James sin dejar de acariciar su rostro, ella, ella solo seguía estupefacta
Jenne fue hacia sus hermanos, Patrick, Lawrence, Proteus y Samsara, la recibieron bien, con muestras de afecto, pero no tan afectuosas porque ellos eran diferentes, pero estaban contentos que todo hubiese salido bien…
Dominic estaba detrás de ella… Pat solo sonrió
-¿Y bien?
-Dominic y yo… estamos comprometidos…
-¿Y a quién le pidió tu mano este jovencito? - Sonrió Patrick - No lo sé Jenne, tengo mis dudas ¿En serio quieres avanzar y tener una familia?
-Si Patrick… sí, quiero
Todos sonrieron y asintieron, finalmente, aunque en apariencia era joven, los años eternos eran muchos… así que no había más que decir, Jenne, avanzaba…
En el cielo… un montón de ángeles de luz, otros más de alas bicolores, miraban a la tierra dentro de un halo de luz, contemplaban todo lo que pasaba y estaban felices de las resoluciones, los no nacidos, reían y cantaban… danzaban con los hados del aire y del fuego…
-¡Naceremos! - sonreían
-¡Viviremos! - cantaban
-¡Seremos humanos! - danzaban
-¡Felices por siempre!
-Pero cuando estemos en tierra, quizás nos olvidemos de esto - dijo uno de ellos - ¡Así que podemos hacer trampa!
-¿En serio?
-Veamos en el futuro, lo que va a suceder… ¿Quieren?
-¡SI! - Y todos se arremolinaron en el halo de luz… mirando a la tierra, a lo que pasaba y pasaría…
¿Quieren ver también?... Ok… veamos...
Los Kavner-Lovegood-Diamond
Dominic llegó a casa, de la mano con Jenne, ella por fin pudo entrar al mundo de los muertos, en la residencia que habitaban la señora muerte y su familia… en la sala estaba Luna, esperándolo ansiosa, junto con París esposo y Paris hijo…
Al verlo entrar, ella se puso de pie, Luna estaba muy embarazada, a pocos días quizás de dar a luz, con el pelo tan largo, pero tan hermosa, Dominic corrió hacia su madre y la abrazó con dificultad, París también saltó de alegría hacia su hermano y sin duda, el abrazo cariñoso de París, padre, no se hizo esperar.
Cuando los besos y abrazos terminaron, Luna y París tomados de la mano, miraron a Jenne… Dominic se puso al lado de Jenne, sonriendo y la presentó a sus padres…
-Mamá, Papá, ella es mi novia y mi prometida… Cheyenne Diamond…
Le decimos Jenne de cariño…
-¿Prometida? - Masculló París
-¿Te vas a casar Dom? - preguntó su hermanito en un gesto
-Pues… si… ¡Pero no ahora! Es decir… ella y yo…
-Dominic… - se acercó París - no nos oponemos a que tengas novia y si ella es la elegida de tu corazón, está bien, es una jovencita muy hermosa, pero…
-¿Pero?
-Creo que con este bebe es suficiente - señaló Luna su barriga
-¿Qué dices mamá?
-Hijo… te conozco, sé que tienes muchas ganas de… estar con esa muchacha - y Jenne se ruborizó escandalosamente al saber a lo que se refería - ¡Soy una madre moderna! Pero no quiero nietos siendo tan joven y a menos que tengan casi la edad de tu hermanita que aún no nace…
-¡Mamá!
-Si… Jenne, quédate con mi esposa Luna, para que se conozcan mejor, si serás nuestra nuera… Dominic, tú y yo, tendremos una charla de hombre a hombre…
-¡Papá, no!
-¡Claro que sí, tendremos esa charla tan vergonzosa!
-¡No, yo sé de todo!
-Dominic, te voy a dar todas las bases anti cigüeñas… lo quieras o no… ¡No queremos nietos, ya que somos jóvenes para ser abuelos!
-¿Y yo papá? - Murmuró Paris hijo, que quería platicar con su hermano sobre lo sucedido en su vida
-Luego París, tú todavía eres un niño… ahora, ve con tu madre y tu cuñada, para que se conozcan mejor…
Y si… París habló de todo aquello que Dominic no quería escuchar… pero era necesario, porque esa misma noche, Dom se pasó de su habitación a la que le habían dado a Jenne… Ella sonrió al verlo escabullirse en su cama.
-Dominic, tus padres…
-Lo lamento - suspiro el chico enredándose con sus brazos y besándola apasionadamente mientras la acariciaba por donde podía y se daba a entender…
-¿Qué pretendes esta noche?
-Que seas mía por fin…
-¡Dominic!
-Lo lamento, mi parte humana me domina ¡Te deseo! - y seguía besándola con intensidad mientras le quitaba la ropa con ansias y ella reía acaloradamente
Sus ojos se conectaron, sus miradas se entrelazaron, los besos fueron intensificándose, las caricias ardieron por la habitación y finalmente, Dominic, pudo conseguir lo que tanto anhelaba… que Jenne fuera su mujer… y los dos entraron en una vaivén de pasión y de entrega desmedida que ninguno pudo estar más satisfecho…
Los dos se recorrieron de arriba abajo, se volcaron sobre la cama, en el suelo, en el baño o donde pudieron, pero esa noche, el fuego pasional ardió como nunca y la pasión podía sentirse con solo rozar la puerta de esa habitación…
-Paris - dijo Luna a su esposo recostados en su habitación
-¿Qué pasa amor?
-Los niños deben estar haciendo cosas de adultos…
-Creo que… si…
-Mejor interrumpirlos ¡creo que ya comenzare el trabajo de parto!… - Gimió Luna doliéndose, al instante que Paris brincaba…
Cinco años más tarde en la familia Kavner-Lovegood-Diamond…
Dominic y Jenne miraban hacia el altísimo techo, donde yacía colgada una lámpara de araña de fino vidrio cortado, y que tintineaba alegremente…
-Bájalo Dominic - Chilló Jenne
-Bájalo tú ¡A mí no me hace caso! - Gimoteó Dominic
-¿Lo bajamos con una red para mariposas?
-¡Eso es muy drástico!
-¿Entonces como? ¡Ah! ¡Es hora de comer! - Y se bajó una parte de la blusa mostrando un pecho generoso
-Pues a mí ya me dio hambre - susurró Dominic
-¡Oye! ¡Esto es del bebé ahora! - Chilló Jenne
Un precioso bebé, parecido al ángel cupido, pero con pequeñas alas negras, se batía en el aire jugando y riendo con el tintineo de la lámpara de cristal… los ojillos azules brillaban con el reflejo de los cristales, los cabellos negrisimos le caían sobre el rostro angelical y su piel de porcelana era sublime…
-¿Por qué nuestro bebé nació con alas? - Masculló Jenne
-Porque tú eres descendiente del ángel oscuro y yo del ángel de la muerte… - dijo Dominic entre dientes - ¡Joyel, baja por favor!
Pero el pequeño, sin pañal, con sus cuerpecito desnudo, parecía querer seguir jugando, riendo sin parar, con sus alitas agitándose, manteniéndolos a flote… y de repente…
-¡NO, JOYEL!
Los dos chillaron cuando fueron rociados por un líquido medio amarillento y oloroso a las cabezas… y el pequeño reía aún más cuando miccionaba sobre las cabezas de sus padres…
Así fue que los encontraron Luna, Paris padre, Paris Jr de 16 o más de la mano de la pequeña Selene de cinco años… los cuatro intercambiaron miradas burlonas para con los padres primerizos, que no podía controlar a su pequeño Joyel, con sus alitas negras, lustrosas y maravillosas…
-¡Papá, mamá! - Gimió Dominic con el cabello mojado
-¡Paris, Luna… niños! - masculló Jenne en igual situación
-¡El bebé les orinó! - Soltó una risita Selene, quien era una preciosidad rubia, de enormes ojos azules y cara hermosa.
-¡No sabemos que hacer! - Chilló Dominic - ¡No nos hace caso! ¡Se suelta volando y hace lo que quiere!
Pero de repente, el bebé bajó en picada a los brazos de Luna y tras sonreírle, se durmió al instante, dejando a los padres primerizos con la boca abierta…
-Oigan muchachos… báñense - se burló el guapo Paris Jr - Apestan ¿Verdad Selene?
-Si, apestan - Rió la pequeña, mientras que pasaban de largo, con Joyel en brazos y dejando a los padres primerizos, hechos una sopa, y lamentándose el hecho de tener un bebé con alas ¡Las cuales se le desaparecen al cumplir el año!
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