12. Niña De Luz
París volvió sus ojos aterrados a Drake que no tuvo que preguntar más, se volvió a ver… pero sus ojos humanos no podían ver lo que los ojos semi inmortales de París… Drake solo podía percibir el olor hediondo y una sensación de gelidez y la piel erizada… su corazón también sentía que de nuevo, habían hecho una estupidez al salir del castillo… solos
-¿Qué son, París?
-Espectros infernales - Balbuceó - Sin mi abuela… yo no… no… no puedo… Drake… estamos… rodeados…
-¡Me desespera, no los veo! - Casi gritó
-¡NO! - Gritó París cuando el líder de aquella bandada alzó su espada y descendió del cielo, envuelto en ese humo grisáceo hacia Drake, que no sabía ni que hacer… París lo hizo a un lado y alzó las manos haciendo una coraza protectora contra la cual rebotó el espadazo.
El problema es que no fue uno… fueron como cien espadazos al mismo tiempo, pues todos esos espectros, se abalanzaron sobre el par de pequeñuelos, era imposible detenerlos, porque era por grupos que se abalanzaban sobre ellos…
Drake era el más afectado porque no los veía, solo sentía que filosas dagas pinchaban su piel, pero no había sangre, no había señales… un nuevo grupo de espectros se fue en picada hacia Paris que trataba de protegerlo…
Pero estaba agotado… ¿Cómo comparar su magia con la de Dominic por ejemplo? Él quizás hubiera resistido más… finalmente era el mayor y el más instruido… pero no resistió el embate… porque cuando las descargas de las espadas oscuras se impactaron contra su protección, se rompió en mil pedazos invisibles al ojo humano y la magia oscura se impactó en París que fue a dar al suelo… con palidez de muerte…
-¡PARIS! - Gritó Drake cuando sintió una cuchillada helada en su pecho, se llevo las manos y no vio sangre, pero al abrir la camisa, vio como una mancha púrpura se formaba… luego otro más y apretó los dientes, levantando la varita de París, la cual casi no utilizaba.
-¡Protego! - Pero era imposible… sintió como si hubiera caído en un pozo lleno de agujas que se enterraban en su cuerpo ¡Apenas estaba pasando por una y entraba en otra!
El olor se hacía más insoportable… no los veía, pero muchos espectros rodeaban a París… ¡Comerse la dulce alma del nieto de la muerte era el mayor regocijo que podían tener! Un manjar y ella, la muerte, no podría decir nada… ellos tenían derecho a todo…
Otro grupo rodeaba a Drake cuya fortaleza, lo mantenía aún de pie… y ahora si se veía amoratado por todos lados… tenía hemorragias internas, moriría…
Pero de repente…
Frente a él, comenzó a formarse una pequeñísima luz… él pensó que era la luz de la muerte… que pronto caería, su cuerpo se desprendería e iría a la luz… sin saber claro, que los espectros se comerían su alma y él desaparecería para siempre.
Pero la luz se fue haciendo más y más grande… hermosa, cálida y lentamente fue adquiriendo la forma deseada… comenzó a convertirse en un… ¿Ángel? No lo sabía, pero ELLA le sonreía… era un ángel adolescente, según Drake…
La luz que irradiaba se intensificó hacia los lados y los encapsuló, a los dos… mientras ella flotaba frente a los niños… Drake la miró absorto, entendiendo con su tierna edad, que era la muchacha más bonita que había visto jamás… ni siquiera su hermana Hope se podía comparar con ella…
Poseía aquella visión, los cabellos dorados, tan largos, que le podrían caer a los pies, eran ondulados, brillantes, su rostro perfilado, le recordó a alguien, pero esos ojos tan tupidos de pestañas, enmarcado el color verde olivo, que irradiaban paz… la nariz perfecta y esa sonrisa, esos labios… era la primera vez que Drake con sus diez añitos, se fijaba en una muchacha de ese modo, y era porque ella era sorprendente…
No le decía nada… él tampoco… ella solo le sonreía mientras parecía protegerlos del ataque espectral, que luchaba por penetrar esa barrera de luz, que los había expulsado del lado de los niños… de repente, cuando ella se inclinó, resbaló de su cuello, una cadena con un dije… le pareció extraño, nunca lo había visto, pero sin embargo, se le hizo conocido ¿De dónde?
El dije brillaba, estaba cubierto de diminutos diamantes y con la luz, se hacía más luminiscente, se dio cuenta que era una letra, pero no alcanzaba a ver qué letra era…
Él quiso hablarle, pero las palabras no salieron de sus labios… solo se quedó en silencio, maravillado por el ángel adolescente, quien tampoco le quitaba los ojos de encima, parecía mirarlo como si él fuese lo más grande que hubiera en este mundo… ¿Ángel bello, quien sois?
A lo lejos… Hope se detuvo, el olor podrido era intenso, el ambiente cargado de maldad, la estremeció… Andrew la empujó tras él, pues los espectros que luchaban por penetrar la barrera de luz eran impasibles, cuando un grupo de ellos los olió y se volvieron, se dieron cuenta que en las pupilas de Andrew se veía la muerte y que en las pupilas de la muchacha, el brillo especial los hacía visibles a su esencia.
Se volvieron a ellos, si no podía comerse el alma de esos pequeños, por lo menos, el de aquel que veía la muerte a través de sus pupilas… pero Andrew parecía preparado, alzó su varita, sintiendo como la magia fluía por su cuerpo, como sus dedos hormigueaban una magia especial…
De pronto sus manos parecían haber adquirido mente propia y sujetaron la varita y ésta comenzó su transformación, rápidamente comenzó a crecer y se convirtió en una guadaña… el arma de la muerte, la misma que Dominic podía usar… la que aún, París no tenía permitido hasta los trece años, claro, la podía invocar, pero no utilizar adecuadamente.
No, no era pesada, al contrario, era ligera como una pluma, y sentía un poder inmenso, supo enseguida, que era el arma para eliminar a los espectros, que por centenas se les venían encima… entonces actuó con acritud, mirando con odio a aquellos seres malditos… la guadaña se encendió, y el comenzó a asestar golpes a los espectros…
Hope no era inútil, ella utilizaba algunos conjuros que Samsara y Jenne le habían enseñado y eran bastante útiles, claro, no los eliminaba por docenas, pero al menos no se quedaba a expensas de Andrew, los dos dieron una lucha encarnizada en contra de ellos, un espectáculo digno de verse…
-"¡Isolathing Luminous!" - era el hechizo… el cual envolvía a los espectros y penetraban su alma oscura y los reventaba con su poderosa luz, era un hechizo que ni Andrew conocía.
Hasta Andy estaba sumamente impresionado al ver el nivel de lucha que poseía Hope, era muy diestra y no se distraía tan fácilmente, muy fiera y utilizaba su varita con singular destreza, aunque a veces atacaba enviando hechizos con las palmas de sus manos, pues Lawrence, le había enseñado a canalizar su vasto poder en ellas.
Drake sintió que algo pasaba, que sucedía algo en el exterior de la cápsula de luz, sin embargo, aún seguía azorado por la presencia de esa angelical muchacha, que no dejaba de verle y sonreírle, pero no le hablaba… él deseaba escuchar su voz…
Ella de pronto rompió el contacto visual y miró a París… el color había vuelto aunque no estaba tan bien, luego miró hacia atrás, sabía que los niños estaban casi a salvo… se volvió hacia Drake sonriéndole con dulzura y entonces, la escuchó… en sus pensamientos…
"Ahora estarás bien Drake, también París… no te preocupes, nos volveremos a ver y quizás estemos juntos… solo ten mucha, mucha paciencia"
Y diciendo esto, comenzó a desaparecer envuelta en la misma luz, y la cápsula poco a poco comenzó a disolverse y dejándolos liberados… claro, el niño seguía sin poder ver a los espectros, París seguía desmayado…
Aún quedaban muchos seres oscuros pululando con sus espadas malditas a su alrededor… Hope al ver a Drake se alegró y brincó hacia él, abrazándolo y enviando más hechizos sin soltarlo… Nadie más lo tocaría… No volverían a hacerle daño a su hermanito…
Andrew por su parte, asestó un golpe con la guadaña en el suelo y su luz, de intensificó hacia arriba, haciendo que los miles de espectros que aún quedaban, elevaran su vuelo momentáneamente, mientras que él corría hacia Paris…
-¡París! - susurró y le paso la mano sobre su cerebro… de pronto… la conexión se hizo… Apareció ella… Muerte… instalada en su "traje humano" maduro y hermoso. Abrió los ojos, como desquiciada cuando vio a su hermoso y pequeño nieto tirado en el suelo…
La tierra tembló y los mares se alzaron en tsunamis, volcándose sobre islas desoladas, los volcanes de todo el mundo vomitaron lava ardiendo, el aire se tornó impasible y ella miró a su alrededor a los espectros sedientos de almas humanas.
-¡Jamás! - rugió en un idioma que curiosamente, solo Andrew entendió y ella alzó sus manos emitiendo una oración ininteligible, y de repente la tierra se abrió formando grietas, salieron sombras oscuras que se elevaron hacia los espectros y en horrendos chillidos y maldiciones, las encadenaron y las jalaron al interior de la tierra…
Suerte que Drake no podía ver tal espectáculo…
Mientras eso sucedía fue directo a París y pasó sus manos por su frente, su cuerpo… bastó sólo eso para que el pequeño abriera los ojos y al verla, a su lado, soltó el llanto y se abrazó de ella, sintiéndose miserable y mal portado…
-Tranquilo, estás a salvo
-¡Perdóname, perdóname! - Gemía inconsolable… claro, sintiéndose avergonzado de que Drake, Hope y Andy lo vieran tan vulnerable. Seguramente Dominic sería más fuerte y no tan estúpidamente sensible.
-No te preocupes… Dominic tampoco es tan fuerte como piensas… no lo endioses… además, está enamorado y eso lo hace más voluble a cometer errores - respondió la abuela al entender sus pensamientos.
-Yo no quería… pero Drake…
-Es mi culpa - dijo el chico sin soltar a Hope de la cintura
-Aún así, lo hicieron bien… París tiene mucha magia, pero no la sabe canalizar todavía…
-¿Qué pasará ahora, se los llevará al colegio?
-Los llevarán ustedes - dijo Muerte
-¡Pero! - quiso protestar Andrew
-Ya intervine demasiado y parece… que no fui la única… alguien más que no debía, ayudó y tengo que ir a ver… - La abuela acarició el rostro de querubín de París y luego se volvió a Andy - confío en ti, sé que cuidarás de mi nieto… como si fuese tu hermano.
Y desapareció…
-En marcha - dijo Andrew y los cuatro se pusieron en camino…
En tanto…
Luna se volvió a llevar las manos al vientre cuando sintió el revoloteo en su vientre crecido y miró expectante a Sara que puso una mano y sonrió.
-¡Ah! Ya regresó…
-¿Dónde estabas bebe? - Preguntó Luna acariciando su barriga con ternura mientras el feto se movía alegremente
-Parece que está contenta… hizo una travesura… pero no me dice que hizo… solo está feliz… Parece ser, mi querida Luna, que esta niña, va a tener poderes más especiales que sus hermanos, un viaje astral, solo lo hacemos madre y yo… ni siquiera mi hermano…
-Si… - suspiró Luna - Yo sé que mi niña, será alguien muy especial.
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