11. Ikara

Drake dejó una escueta nota en medio de la habitación, saliendo sigilosamente del castillo… claro, por la venta, Proteus los vio e iba a ir tras ellos cuando hubo una revelación… a un costado, en el espejo victoriano, apareció una sombra espectral luminiscente que le habló…

"No los sigáis" - se escuchó una voz angelical

-¿Por qué no?

"Deja que los niños encuentren su camino"

-corren peligro de muerte…

"Igual… tu ya no puedes salir del castillo… se ha sellado la puerta…"

-Pero…

"Deja de intervenir Proteus, no siempre puedes salvar a todos"

Proteus se quedo mirando por la ventana, mientras el par de pequeñines corrían hacia el interior del espeso bosque y a sus espaldas, el castillo se disolvía entre la niebla.

-¡El castillo! - Gimió Drake al darse cuenta y París se desconsoló

-Maldición - chilló - no lo previne… ahora… estamos solos…

-¡Entonces vámonos rápido! Tenemos que encontrar a nuestros hermanos o a nuestros padres…

Los dos pequeños se adentraron al bosque, procurando salir a la estepa y a las llanuras, esperando un buen lugar… París solo pensaba en librarse de la coraza mental para evitar que su abuela lo encontrara… ansiaba comunicarse con ella y regresar a casa.

Finalmente dieron con una colina, había un enorme árbol en medio de aquella solitaria pradera alejado del espeso bosque, París le hizo una seña a Drake que lo esperara, pues necesitaba paz para poder quitarse el blindaje y permitir que su abuela, su tía o su padre los encontraran…

Fue horrible…

Cuando Paris tomó la posición de flor de loto, procurando la paz, procurando quitar el escudo mental, un relámpago de dolor cruzó por su cerebro… taladrando, una migraña le sobrevino y abrió los ojos lleno de dolor y de lágrimas…

-¡NO! - sollozó pensando que por el tiempo escudado, su mente ya no deseaba quitar la protección… intentó suavizar, controlarse y volver a intentarlo, dejar su mente en blanco y procurar que la coraza por sí sola, se disolviese… llamaba a su abuela en sus pensamientos…

Llamadas inútiles porque de nuevo el dolor atravesó el cerebro y apretó los dientes para no llorar de rabia e impotencia, de reojo miró a Drake… ¡Lo estaba defraudando!

Drake estaba mirando a todos lados, sentía miedo, olía extraño, un hedor que no había sentido nunca… sabía que los miraban, sabía que algo estaba por suceder, temía que de nuevo salieran lastimados…

Pero sus temores si tenían razón…

Ikara… estaba ahí… ¿Quién era Ikara?

Aquel espectro femenino se relamió de gusto y aspiró el aire, el olor del muchachito, sonrió mostrando sus dientes y alzó las manos de gusto… y luego dijo a parte de su ejército espectral.

 

-¡He aquí mi gran venganza! Logré reconstituirme cuando Draco Malfoy nos traicionó al querer destruirme por salvar a la sangre sucia, cuando la tuvimos en el pasillo prohibido en donde nuestros amos nos mantenían… demasiados años he pasado en penumbras, ahora gracias a Pansy Parkinson que me desató de los hilos de los muertos… soy fuerte, soy poderosa y le haré pagar… pero este miserable humano no me interesa… yo… voy por ella…

 

Los otros espectros, de aspecto lastimero y a la vez tan horripilantes, con las ropas hechas jirones, los ojos rojos y cabello lacio, que cubría sus rostros huesudos, emitieron gruñidos malignos esperando que su ama Ikara, diera sus perversas órdenes.

 

-Gracias a Pansy Parkinson, soy libre y podré vengarme… ¡Yo iré por las pequeñas bastardas! Ustedes se encargan de este par de críos…

-Pero ese es nieto de…

-No se puede comunicar con ella - sonrió entre dientes - Así que nada ni nadie los salvará… matenlos, cómanse sus almas, pudran su carne, que no quede nada de esos pequeños miserables…

 

Y diciendo esto, desapareció junto con parte de su ejército, dejando a un nutrido grupo de seres invisibles, que fijaron sus descarnados ojos en el par de pequeños… Drake miraba a todos lados, no los podía ver… pero sabía que había algo en el cielo, en la tierra que los acechaba…

En la Mansión de Muerte…

Luna crispo sus ojos y miró a París aterrorizada

-¿Qué pasa?

-Mis niños… no los siento… no los oigo… no aparecen… París ¡Tengo que ir por ellos!

-Madre nos tiene aquí encerrados Luna, no podemos salir si ella no lo desea… créeme que yo mismo me siento impotente, no saber de ellos… los ingratos cortaron la comunicación con nosotros… ahora solo Andrew es nuestra esperanza…

-¿Y si les pasa algo? ¡Sé que su propia abuela los recogería, pero, no quiero eso, tienen que vivir! - Y sus lágrimas comenzaron a fluir con avidez

-Tranquila amor…

-¡Ah! - de repente un dolor cruzó su vientre e instintivamente se llevó las manos hacia su abdomen

-¿Qué pasa?

-Mi bebé… mi bebe…

-¿Qué, que le pasa?

-No lo siento… ¡No lo siento! - Gimió

-¿Cómo que no lo sientes? - Gruñó poniendo las manos en su vientre crecido, lo palpó, ahí percibía a la criatura, pero… no se movía

-¡Sara! - Gritó París evocando a su hermana y ésta apareció al instante - El bebe - Dijo entre dientes

-Tranquilos - dijo ella acercándose a Luna, quien no podía ni moverse de la cama y tocó el vientre… frunció el entrecejo y miró azorada a su hermano y a Luna.

-¿Qué pasa?

La niña ha hecho un viaje astral…

-¿QUEEE? - Interrogaron los dos

-Está su cuerpo, su corazón, pero no su mente… no está en ti ahora… físicamente sí, pero no espiritualmente… ¡Tranquilos! Está conectada a su cuerpo aún, pero… no se a donde voló…

-¿Pero cómo? ¡Dominic y París no…!

-Ellos no… ella es diferente… tendremos que esperar… pero no te aflijas Luna, ella sigue en ti, sigue viva, solo que… salió a dar una vuelta… mantente quieta…

En esos momentos…

Andrew miró el horizonte, aquella nubazón grisácea que visualizaba no era cosa de todos los días, el mismo olor a podrido le llegó de súbito y Hope miró a la misma dirección… de inmediato lanzó un hechizo a su visión para ampliarla y para ver cosas imposibles que le había enseñado Patrick…

-¡Dios Santo! - gimió Hope apretando más la mano de Andrew

-¿Los ves? - preguntó Andy

-Si… si los veo…

-Rodean algo… y hacen interferencia, se preparan para atacar… ¡París debe estar ahí!

-¡Con mi hermanito!

-No perdamos tiempo… ¡Vamos!

Y los dos comenzaron a avanzar a prisa, no desaparecían y aparecían por el simple hecho de que quizás no aparecieran juntos y en el mismo lugar, podría ser peligroso, comenzando con esas criaturas que hacían que la magia se hiciera nada.

Drake…

Se acercó a París al ver que permanecía concentrado y con los ojos cerrados, pero notaba una inquietud en él, si no podía comunicarse con su abuela, pues mejor seguían avanzando… notaba que sufría.

-París ya déjalo - Inquirió

París bufó y abrió los ojos… Nunca lo hubiese hecho… porque el color se le fue de sus mejillas, palideció de golpe y terriblemente… abrió sus hermosos ojos lo más que pudo y la lengua se le entumeció, las palabras no atravesaron su garganta…

-¿París? - Murmuró Drake al verlo así - ¿Qué te pasa? ¡París, háblame por favor!

Pero seguía sin habla… ¿Qué era lo que miraba? Como un ejército de espectros, espíritus errantes y malditos, putrefactos, los miraban con ojos de deseo… comerse un par de almas puras y la vitalidad de su carne fresca y tierna era más apetitosa que cualquier otra cosa… todos alzaron sus espadas de luz negra, que sin duda, abriría su alma para ir devorando poco a poco…

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