3. "Promesas"

Luna estaba tan a gusto entre los brazos del pelinegro, que quería permanecer así para siempre, aspirando su dulce aroma y besándolo cuando no dormitaba… amándolo mientras permanecieran despiertos…

-Luna… tenemos que hablar - dijo Paris al fin

¡Oh! NO… pensó Luna, eso solo podrían significar cosas malas - ella no quería que después de unas horas maravillosas, el encanto se rompierá y ella se convirtiera en sapo de nuevo.

-No - gimió Luna pestañeando

-¿NO?

-No me dejes - susurró casi suplicando

-Nena… no te voy a dejar - murmuro sombrío - Solo que…

-¿Qué? ¡Dímelo!

-Mi madre hablo conmigo…

-¡Ella me detesta! - Gimió Luna con los ojos brillantes - ¿Te pidió que me dejaras?

-No… solo dijo que me quitó todos los recuerdos que tenía de ti, pero no me los puede devolver, porque los destruyó… Sabe que yo no puedo estar con ella como lo está Sara, pero como parte de la familia tengo que seguir los negocios…

-¿Entonces?

-Tengo que quedarme en la mansión del bosque de los muertos, haciendo los archivos o sino al valle de los muertos por algunos datos y de ser necesario, con Hades…

-¿Y cuándo te vería? - preguntó Luna frustrada.

-Nunca… - Suspiró abrazándola - o quizás, con suerte, un par de veces al año…

-¡NO! - Chilló - Yo me voy contigo… llévame Paris… si te vuelves a ir… si me dejas, entonces si moriré… tú deberías saberlo… no podré vivir la vida sin ti…

-Luna… conoces el lugar… no es a donde perteneces, a los ojos humanos es horrible…

-Yo te sigo… yo me voy contigo… quiero ser… tu perséfone…

-Perséfone por lo menos sale seis meses en el año, pero tú…

-No me interesa ver el sol de nuevo… porque con verte a ti, se me ilumina mi mundo… no me interesa estar en medio de la primavera porque tu eres mi primavera…

-¿Estás completamente segura?

-Quiero estar a donde tú estés…sea en el cielo, sea en el infierno… siempre y cuando me quede contigo para siempre… ¡Si quieres puedo hablar con tu madre! Por muy impresionante que sea… yo puedo con ella… lo se…

-Si, tendrás una larga charla con ella… Y no es que le caigas mal, es que… jamás pensó que una chica humana me fuera a interesar… hasta llegar al grado de querer dejarlo todo por ella…

-Paris …

-Y aunque molesta y todo con la raza humana, me ayudó en algunas cosas para que no me sintiera tan culpable por lo sucedido con Draco y Hermione…

-¿Entonces?

-Ella no hablará contigo tal y como es… adquirirá la forma humana que tuvo cuando me concibió… esa forma humana le ayudará porque… porque cuando pidamos tu mano, no lo hará con su verdadera forma…

-¿Pedir… mi mano? - Gimió Luna sorprendida

-Claro - sonrió París - ¿O qué? ¿Pensabas que te raptaría igual que Perséfone para llevarte a mi reino infernal? Quiero que te cases conmigo Luna… porque haciendo los votos, estaremos atados… hasta que mi madre nos separe…

-¡Oh!

-Pero eso jamás sucederá… porque estaremos juntos para siempre…

-Casarme… contigo… ¡Oh, París! - Y saltó a sus brazos llena de alegría ¡Casarse con Paris! ¡Era tan emocionante! ¡Casarse con el amor de su vida! Ni en sus sueños más locos.

-Tranquila

-¿En serio quiere tu madre que te ates a mi?

-Sin ti no tengo vida - Suspiró - Mi madre odia verme así… creo que le gustaba mas cuando reía un poco más… sabe que mi corazón te pertenece… así que me dijo que si te amaba de verdad, que sea sincero, pues entonces, formalizara contigo… con la única condición de que vivas conmigo en nuestra mansión…

-Lo haré… pero - titubeó

-¿Pero?

-Mi padre… cuando quiera visitarme…

-¡Oh! Por eso no te preocupes, a los ojos de tu padre o amigos… verán cosas distintas…

-¿En serio?

-El bosque les parecerá muy verde, los zombis serán animalitos, el río estará lleno de vida, cielo azul y los guardianes que custodian la entrada serán estatuas petrificadas.

-¿Y tu madre?

-Cuando sea necesario que aparezca, lo hará con la forma con la que se presentará a tu padre, para pedir tu mano…

Luna sonrió maravillosamente…

De nuevo buscó los labios de París para continuar con el besuqueo, no se cansaba nunca de besarlo, ni de acariciarlo, ni de profesarle todo el amor del mundo…

Además…

¡Se casaría con el!

-¡LUNA!

-MMMM… ¿Qué? - gimió entre dientes mientras lo besaba

-¿Qué de qué?

-¡LUNA!

-¿Por qué gritas mi nombre?

-¿Gritar? Luna… amor… sabes que yo no estoy gritando…

-¡Oh! - gimió y saltó

-¡LUNA!

-¡Mi padre! ¡Regresó más temprano!

-¡Diablos! - Dio un brinco Paris de la cama buscando su ropa de inmediato, lo mismo hacía ella tratando de vestirse como podía - ¡No creo que le gustaría vernos en la cama a los dos!

-¿Qué hacemos? ¡Está subiendo!

-¡Acuéstate en la cama!

-¿Otra vez?

-SOLA

-¡Ah!

Luna se metió en las sábanas mientras que Paris se sentaba en una silla al tiempo que el padre de Luna, abría la puerta…

-¿Luna? ¿Estás aquí?

-¿Padre?

-¡Oh! - Gimió al ver a París que estaba sentado en la silla - ¿Y usted quien es jovencito?

-¡Señor Lovegood! - Se puso de pie con solemnidad - No tenia el gusto de conocerlo… me llamo París Kavner…

-Xenophilius… Lovegood… eh… ¿Es amigo de mi hija?

-Yo soy… su novio…

-¿Cómo?

-Soy el novio de Luna…

Xeno miró el rostro de Luna, el cual tenia color, estaba con mejor semblante y sonreía con naturalidad, y de inmediato comprendió todo lo que pasaba.

-¡Aja!

-¿Qué pasa padre?

-¡Pasa que por eso estabas deprimida! ¡Porque dejaste de ver a tu novio! Pero hija… ¡Nunca me dijiste que tenias novio! Podría haberlo invitado a visitarte…

-Disculpa papá…

-Si, por lo menos ya tienes mejor color… ¿Hambre?

Luna se había olvidado por completo de comer y asintió…

-¿Te quedas a cenar jovencito?

-Si señor, gracias…

-Bien, preparé la cena y luego, platicaremos tú y yo… de Luna

París asintió y cuando el señor Lovegood salió los dos respiraron tranquilamente.

-Creo que por el momento, no le diremos nada de nuestro compromiso…

-Tienes razón… lo llevaremos con calma…

-Se lo diremos en una semana - Sonrió París

-¿Una semana?

-Quisiera que fuera hoy mismo… pero será demasiado sospechoso, tendríamos que explicar muchas cosas…

-Cierto… pero no hay modo de que…

-Solo si le dijeras que estás embarazada…

-¿Lo estoy?

París sonrió con franqueza

-Claro que no…

-Pero… no nos estamos cuidando…

-Cuando nos casemos, podrás tener los hijos que quieras… madre quiere nietos…

-¿Pero por qué estas tan seguro que no lo estoy?

-Porque a diferencia de los humanos… yo puedo controlar esa parte fencundadora… se que no estás lista, yo tampoco… Cuando estemos completamente seguros… te embarazaré…

-Cielos…

-Pero así, tendremos mucho, mucho, pero mucho… sexo…

-Que travieso eres - sonrió Luna mientras le daba un beso - Ya quiero casarme contigo…

-Yo también, pero vendré diario a partir de mañana, estaremos todo el tiempo juntos y cuando se cumpla la semana… le diré a tu padre que te amo y quiero casarme contigo…

-Estaré contando los días…

-¡BAJEN A CENAR! - Gritó Xeno y después de otro breve beso, los dos bajaron de la habitación de Luna…


En otro lugar del país… escondidos en una sucia mansión…

Se escuchaba el llanto de un bebé…

-¡Cállalo maldita sea! - Gritó una chica malhumorada

La vieja matrona miró negativamente al pequeño bultito que añoraba los brazos de su madre y se lo entregó al padre…

-Debe conseguirle alimento - sugirió - No creo que ella quiera darle, ni ahora ni nunca… lo aborrece…

-Si - musitó

-Si no lo quieren, regálenlo - suspiró la vieja - Es un niño precioso… pero posee un aura diferente… ¿Su madre estuvo bajo algún hechizo maldito?

-Hizo uno - respondió autómata

-No es que sea malo lo que el niño tiene… pero no podrá pasar desapercibido en el mundo mágico… será mejor que tengan mucho cuidado…

Abrió el pequeño bulto… lo único de raro que tenia ese bebito, era que un ojo era castaño claro y el otro ambarino… no tenia otro defecto y había mucha gente con ese defecto en los ojos… y además, de lejos ni se notaba…

-Bueno, ya hice mi trabajo… lo demás, es problema de ustedes…

-Gracias - suspiró Donovan y la vieja se fue… el niño lloró mas fuerte

-¡Calla a ese engendro o yo misma me encargo de matarlo! - se escucho la voz mandona de esa mujer.

-Descuida, yo me encargo - suspiró de nuevo mientras salía a prisa, tenia que darle de comer para que se calmara… él no tenia culpa de nada… era solo un niño inocente…

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