29. Culpas ajenas
Hope se fue saltando de alegría ¡El beso, su primer beso! Había sido con el chico que le gustaba y era maravilloso ¡Su corazón rebosaba de amor! Es más… esa inyección amorosa, le ayudaría a resistir el que sus verdaderos padres la ignoraran y que todo mundo la odiara.
Pero Andrew volvió a su realidad…
Su sonrisa se frunció y sus ojos brillaron de dolor…
Hundió su cabeza entre sus manos… Él sabía todo… lo había sabido siempre… desde que Hermione Granger le dijera a Hagrid en la cabaña de que Pansy Parkinson había secuestrado a Hope y le había dicho que la había asesinado…
Hilar todo no fue difícil…
Si… sus ojos infantiles habían visto a Hope cuando su madre la tenía encerrada en aquella celda sucia y maloliente, bueno su cuna-cama no estaba mejor… Curiosamente, el sí recordaba claramente todo eso, como aquella niña hermosa había sido llevada a aquel agujero, por su cruel madre…
Como gozaba torturándola, diciéndole las peores cosas del mundo, cosas que ahora entendía porque las recordaba, y luego, las malas comidas que le daba y eso porque ella lloraba de hambre… y finalmente, una mañana se la llevó y no la volvió a ver…
Él se había acostumbrado a ese pelo rubio platinado rizado, era como un ángel, bello y celestial, una imagen para sus tiernos ojos, y cuando no volvió más, él se sumió en la oscuridad… Ahora…
Ahora ese bello ángel, estaba ahí, junto a él…
Se sentía traidor… su madre le exigía que la venganza, era lo que ella quería y él se lo daría, porque con sus poderes especiales, lo podía hacer una realidad.
No quería… No…
Luego entonces ¿Por qué se sentía obligado con una persona como su madre? ¿Por qué no podía decirle que no y mandarla al carajo? Si era mala con él … y tembló, tembló de ira y su rostro se distorsionó. Cuando Hope supiera quién era su madre, cuando supiera que él era el hijo de las personas que había destruido su vida, no lo querría más y seguro él moriría.
Un temblor recorrió su cuerpo y una angustia… ¡Hope no podría saberlo nunca! Él prefería desaparecer a sentir el odio que su niña podría proliferarle… sintió ira y angustia, su pecho se revolvió y sin saberlo, aquello se comenzaba a proyectar en las aguas del lago, las que se comenzaban a levantar en remolinos…
Suerte que a esas horas no habían alumnos por ahí…
-Tranquilízate - Dijo Dominic en ese momento
Las aguas cayeron haciendo un fenomenal ruido…
-¿Qué?
-No puedo leer tu mente, pero sé que algo te angustia…
-¿No puedes leer mi mente? - Chilló Andrew poniéndose de pie.
Los dos estaban altos, casi de la misma estatura, Andrew un poco más, los ojos bicolores del chico adquirieron un mismo tono ambarino y sintió un aura similar a la de él en Dominic.
-Pues no puedo… y no sé porque…
-¡Claro que no puedes leer mi mente porque simplemente no se me da la gana, ser un libro abierto! Ni con la mejor legeremancia podrían hacer tal cosa y créeme, que lo han intentado.
-Presiento que tienes un conflicto… estás entre hacer lo correcto y lo incorrecto… tus sentimientos se encuentran en contra… ¿Qué piensas hacer con eso?
-¿Qué te piensas que eres? ¿Un psicoanalista?
-Andrew… no te lo había querido decir, porque pensaba que a lo mejor estaba equivocado…
-¿A qué te refieres?
-Se que tu madre es Pansy Parkinson, tu padre era Líam Donovan…
Andrew se puso en guardia…
-No, no voy a pelear contigo Andrew… debo reconocer, que tienes más experiencia que yo en esas artes… mi vida no ha sido tan cruel como la tuya
Aquello dolió ¿Ahora ese niño rico se sentía superior a él?
Claro, a Dominic le molestaba no poder saber que era lo que pensaba
-¿Y qué quieres?
-Que digas la verdad… que digas quién eres en realidad… de todos modos yo no permitiría que le hicieran algo al hogar que fue de mi madre y padre por siete años…
Andrew le miraba fijamente, analizando esas palabras, en realidad, él tampoco deseaba que su madre hiciera daño al colegio y sabía que podía hacerlo si el ayudaba.
-Aja
-Y que sin duda, voy a hablar si tú no lo haces… te doy la oportunidad de que tu digas quién eres…
-¿Solo por eso quieres que hable? ¿O hay algo más?
-Andrew… Donovan… - Los ojos azulísimos del chico se fijaron con firmeza y fiereza - Eres hijo de una maldición…
Los ojos bicolores del chico se tornaron oscuros
-¿Qué dices?
-Mi padre… Paris Kavner en un momento de debilidad emocional, que es muy peligrosa para nosotras y mejor te calmas - advirtió al ver el cambio de color de ojos - le dio a tu madre, un pergamino de su propiedad…
-¿Qué clase de… pergamino?
-Contenía un hechizo de muerte… el problema es que tu madre quedó maldecida por solo tocarlo… pero como su maldad era tanta como la que desprendía ese pergamino, no la dañó como se suponía que tenía que ser…
-¿Tenía que morir?
-Si, sobre todo porque lo usó, realizó el hechizo, el cual, ni siquiera mi padre realizaría nunca aunque le pertenecía.
-¿Qué es tu padre que tiene ese tipo de hechizos en su poder?
-Luego te lo digo… mejor continúo… el caso es que… cuando Líam Donovan y Pansy Parkinson, te concibieron, esa maldición pasó a ti… irónicamente, hasta podrías ser mi hermano solo por eso.
-¿Soy producto de una maldición?
-La cuestión es que… esa maldición se esparció en ti…
-¿Y soy un maldito, un desgraciado?
-Deberías serlo - Se alzó de hombros Dominic - Pero es obvio que no es así… no lo eres… deberías ser la persona más terrible del mundo, mucho peor que tu madre… Podrías estar dominando parte del mundo mágico, sin embargo, reprimes tu poder…
-No tengo más que lo normal
-Escondes el poder que tienes de tu madre… Pienso que… a lo mejor, en el fondo, tu padre se dejaba manipular por ella y por eso… hacía lo que quería con él … en el fondo no podía ser tan malo, solo era manejable…
-Soy un maldito…
-No, no lo eres, si lo fueras te lo diría, pero la maldición se revirtió en ti y como eres afable, la magia que posees no la usas para cosas tan malas…
-Si lo soy…
-Entonces revindícate tu también… di quien eres en realidad, te daré la oportunidad de que reveles tu identidad y hagas las cosas bien, no dejes que tu madre haga un daño que puede ser evitado… finalmente, sin ti, no puede hacer nada…
-Si lo hago… todos me… me odiarán - Rugió él
-Pero es mejor que lo hagas, porque como te dije, de todos modos yo no voy a permitir que hagan daño en el colegio, bastante daño ya han hecho como para que ahora que sé todo, lo siga permitiendo… además, están los Diamond…
-¿Ellos qué?
-No son peritas en dulce… quizás yo pueda controlar el poder de Jenne que es alto, pero no el de los cinco juntos… y si les pedimos ayuda, sin duda, matarán a todo aquel que intente dañar a Hope…
-Jamás dejaría que mi madre le hiciera daño a Zoe una vez más…
-Si, porque es demasiado lo que han pasado ya… pero es claro, que a tu madre no le importaran tus sentimientos para con ella, la acabará de ser necesario…
-Pero si digo quien soy… me encerrarán en la cárcel
-No sería por mucho tiempo, si colaboras, podrás salir y tener una vida libre…
-No me dejarán estar con Zoe… ella no querrá estar conmigo
-Quizás no…
-No, claro que no… soy un delincuente…
-Pero al menos no le harás daño, nadie le haría daño…
-Lo pensaré
-Pues no tienes mucho tiempo, antes de que yo hable
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