Capítulo 19:Quiero vivir
Nos encontramos en la playa de Melen donde dos chicos solo vestidos con un short observaban la playa con una sonrisa.
Ellos eran Bell y Welf los cuales estaban esperando que las demás llegarán ya que se estaban poniendo su traje de baño.
—¿Y que tal tu primera vez durmiendo en la misma cama con Airmid? —pregunto Welf con un toque de burla.
—p-pues bien, todo normal durmiendo un poco separados —explico Bell sonrojado—. Aunque cuando se durmió ella inconscientemente me abrazo........Welf sentía que estaba en el cielo.
—jejeje y eso solo era la primera noche de la semana, quien sabe que cositas más sucederán —dijo el herrero avergonzando al albino.
—¡Welf! Airmid y yo queremos llevar las cosas con calma así que no pasará nada —dijo este sonrojado y nervioso—. En vez de burlarte de mi deberías buscar una manera de enamorar a tú diosa.
—no me lo recuerdes —susurro Welf deprimido—. Empiezo a perder la esperanza la verdad, vivo una vida donde mi más grande deseo es inalcanzable, una vida donde el corazón de este idiota enamorado jamás logrará su objetivo y triunfará la desdicha.
—yo no creo que sea así, Hefesto-sama dijo que pensaría sobre tu confesión, quizás tengas una oportunidad —intento animar Bell a su amigo.
—eso fue incluso antes de que llegaras a Orario, de seguro ya se le olvidó —susurro deprimido—. Fui hace poco donde Tsubaki y me dijo que últimamente casi todos los días Hefesto-sama ha estado saliendo a beber con el dios de Mikoto.
—pero eso no tiene nada de raro, ella es muy amiga de él al igual que Kami-sama junto con Miach-sama —dijo no viéndole el problema.
—lo se pero no puedo evitar sentirme deprimido al saber que va todos los días a beber con él —dijo mientras caminaba lentamente alejándose de Bell—. A veces me gustaría ser una cerveza.
—¿Una cerveza? ¿Porqué? —pregunto Bell extrañado.
—para que ella me tome en serio —y con esas palabras el herrero se alejo con la mirada baja y dar un recorrido por la playa dejando a su amigo solo.
—pobre Welf, ojalá pudiera ayudarlo —pensó Bell muy triste por su amigo—. No creo poder divertirme en estas vacaciones si mi amigo esta deprimido.
—B-Bell.
Pero ese amigo quedo en el olvido junto con su tristeza al escuchar la voz de su novia atrás de él.
Lentamente se dio la vuelta sin prepararse mentalmente por lo que estaba a punto de ver.
Frente a él estaba su linda novia con un hermoso traje de baño de color blanco donde la parte baja era cubierta por una tela transparente de color morado.
Un pequeño sonrojo adornaba las mejillas de la santa avergonzada por vestir algo así
—¿C-Como me veo? —pregunto con timidez.
—hasta el día de hoy aún no puedo creer que seas mi novia —susurro Bell sorprendido por su belleza, si no la conociera y le dijeran que ella era una diosa de la belleza inmediatamente lo creería—. Te vez muy hermosa Airmid.
—g-gracias —agradeció con una pequeña sonrisa de felicidad—. Compre este traje de baño hace unos dos años con la esperanza de algún día visitar la playa y gracias a ti pude cumplir ese sueño.
—jeje me alegra haberlo hecho —dijo con una sonrisa avergonzada.
—¡Estamos listas!.
La pareja dirigió su atención a la voz viendo a Hestia con un traje de baño de color negro y a Mikoto uno de color morado aunque esta estaba un poco avergonzada por usarlo a diferencia de Hestia la cual no le importaba observando con emoción la playa con intenciones de salir corriendo.
—¿Uh? ¿Y Welf-kun? —pregunto Hestia al no ver al herrero por ninguna parte.
—lamentándose en alguna parte de la playa —respondio soltando una pequeña risa.
—entiendo..............¡Bien! ¡Vamos a nadar! —y con ese grito Hestia corrió con emoción hacia el mar aunque desgraciadamente al poner un pie en el agua una ola la golpeó dejándola tirada en la arena.
—iré a ayudarla —dijo Mikoto soltando un suspiro cansado caminando donde la diosa para ayudarla.
Y nuevamente la pareja de novios quedo sola viéndose otra vez y soltar una pequeña risa.
—¿Tienes planeado hacer algo? —pregunto Bell tomando la mano de Airmid y empezar a caminar lentamente por la playa.
—me gustaría tomar el sol —respondio la santa viendo como unos asientos de playa estaban dispersos por todo el lugar—. Es algo que siempre he querido hacer.
—entonces vamos a sentarnos y apreciemos el mar —dijo Bell caminando con Airmid a unos asientos.
El sol aún no era fuerte así que no había molestia para ninguno aunque tendrían que colocarse bloqueador, dos personas con la piel muy blanca seria muy notorio si se bronceaban.
—¿Me puedes colocar bloqueador? —pregunto Airmid con timidez al tomar asiento y sacar una crema de la pequeña bolsa que llevaba.
—c-claro —acepto Bell entre ansioso y nervioso.
Lentamente empezó a colocar la crema en el cuerpo de Airmid sintiendo la suavidad de su piel.
La santa solo se sonrojo un poco al sentir el tacto de su novio pero no le molesto, simplemente dejo que siguiera con su trabajo.
—e-es muy suave —pensó Bell sorprendido colocando bloqueador en las piernas de Airmid—. Muy suave.
—B-Bell estamos en público así que no te tardes mucho en un solo lugar —pidió la santa avergonzada al ver que Bell ya llevaba cerca de dos minutos colocando bloqueador en sus piernas.
—p-perdon, me distraje —se disculpo nervioso colocando crema en el brazo de la chica.
—e-en otra o-ocasion lo harás sin interrupciones —susurro la chica avergonzada apartando la mirada.
Esas palabras alegraron a Bell completando su trabajo correctamente dejando a su novia protegida del sol.
—¿Tú no quieres? —pregunto Airmid confundida al ver que Bell tapaba el bloqueador y lo metía a la bolsa.
—nah, dudo que el sol me haga algo —respondió confiado sentándose al lado de su novia y recostarse en el asiento y observar la playa.
A lo lejos podían observar a Hestia y Mikoto jugando en el agua con una pelota de playa.
Mientras en otro lugar podían ver como dos chicas estaban enterrando con diversión a Welf dejando solo su cabeza al descubierto, parecía que el herrero les había hecho esa petición.
—aún parece un sueño —susurro la chica con una sonrisa lo suficientemente fuerte como para que su novio la escuchara—. Probablemente en estos momentos estuviera haciendo papeleo en el hospital, nunca imagine que tuviera unas vacaciones aunque aún quiero saber cuanto dinero le diste a Dian-sama.
—no fue la gran cantidad —dijo Bell con una sonrisa nerviosa.
—dudo mucho que haya aceptado poco dinero pero no insistiré. Algún día te pagaré todo ese dinero que gastaste solo por mi —dijo la chica cerrando los ojos y disfrutar de la brisa marina.
—no es necesario que me pagues, tú bella sonrisa es más que suficiente para mí.
—je tonto —susurro soltando una pequeña risa aún con los ojos cerrados.
Después de eso ambos se quedaron en silencio disfrutando del sol, de la brisa, de las risas animadas de las personas, de su compañía, un día perfecto para ambos.
—¡Bell-dono, el mar se está llevando a Hestia-sama!.
El grito alarmado de Mikoto hizo que Bell soltara un suspiro.
—ya regreso —dijo el albino con una sonrisa nerviosa empezando a correr hacia el mar y rescatar a su diosa.
Mientras Airmid solo soltó una pequeña risa viendo como Bell intentaba alcanzar a su diosa la cual se iba alejando con el flotador que había comprado.
—de verdad lo quiero —pensó viendo con cariño a Bell a lo lejos.
Cuando lo vio por primera vez ese día que llegó al borde de la muerte al hospital jamás imagino que se convertiría en alguien tan importante para ella. Tal vez fue muy tonto al intentar llamar su atención a base de sus heridas en el calabozo pero tenía que admitir que lo logró, logró que ella se enamorara de él.
—tengo que corregir esa actitud de él, es demasiado imprudente —pensó decidida en cambiar esa parte de su novio del resto era perfecto tal y como era.
—hola ¿Estás sola?.
Airmid abrió sus ojos viendo de pie frente a ella dos chicos los cuales tenían una sonrisa en su rostro.
—¿Son meseros dejando bebidas? —pregunto la santa con curiosidad.
—¿Eh? ¿No? —respondieron ambos confundidos—. Simplemente te miramos sola y decidimos preguntarte si querías compañía.
—no, estoy con mis amigos y mi novio —respondio rápidamente.
—¿Y donde están? —preguntaron ambos extrañados.
Airmid solo pudo visualizar a Welf el cual estaba enterrado en la arena viendo la escena con curiosidad. Mikoto no estaba al igual que Hestia y Bell, probablemente aún seguían en el mar.
—de seguro están por allí —dijo tranquilamente ya queriendo que esos chicos se fueran, ella solo quería pasar tiempo con su novio.
—¿Y si te invitamos a unas bebidas? Conozco un lugar donde venden las mejores —dijo uno de los tipos con emoción.
—también un restaurante de marisco, es muy popular en Melen —dijo el otro.
—gracias por la recomendación, iré después con mi novio —agradeció Airmid empezando a preocuparse al no ver a Bell, no le tenía miedo a los hombres ya que no parecían que intentarian sobrepasarse con ella, más bien tenía miedo que su novio haya sido tragado por el mar junto con Hestia.
Los tipos solo pusieron expresiones complicadas al no lograr convencer a Airmid. Habían estado toda la mañana intento invitar a salir a chicas lindas pero todas los rechazaban y cuando vieron a Airmid se sorprendieron que hubiera tal belleza en Melen así qué por lo menos quisieron intentarlo.
—¿Y si te mostramos los alrededores? Así no te perderás cuando salgas con tú novio —volvió a insistir el chico.
—si, solo será mostrarte los alrededores —dijo el otro sentándose en el asiento que había ocupado Bell.
A lo lejos Welf solo vio todo con diversión queriendo probar algo.
Así que tomando todo el aire que podía grito sus palabras.
—¡BELL, UNOS TIPOS ESTAN COQUETEANDO CON TÚ NOVIA!.
Los dos tipos se asustaron por el repentino grito viendo confundidos la cabeza de un pelirrojo en la arena, una cabeza parlante.
Mientras Airmid solo miraba curiosa el mar.
A lo lejos podía ver como una persona corría literal sobre el agua cargando a una chica.
Al verlo bien supo que era Bell cargando a Hestia la cual parecía estar riendo.
No sabia con que sorprenderse, por la velocidad de Bell, por su habilidad de estar corriendo sobre el agua o que Hestia se esté riendo después de estar cerca de ahogarse.
Después de medio segundo Bell ya estaba en la arena dejando a su diosa en el suelo y correr hacia Airmid.
—¿Quien te está molestando? —pregunto Bell alarmado hasta que vio a los dos tipos—. ¿Son ellos?.
Ambos chicos se asustaron al ver la expresión enojada de Bell, su cara era la de un niño inocente pero su aura decía lo contrario.
—¿Que le estaban haciendo a Airmid? —pregunto Bell enojado.
—jaja —rio Welf con diversión el cual aun seguía enterrado en la arena.
—Bell.
El albino se relajo al escuchar la suave y dulce voz de su novia mientras tomaba su mano.
—solo estaban siendo un poco insistentes pero ya se iban ¿Verdad? —pregunto Airmid viendo a los dos chicos.
Ambos solo asintieron asustados no queriendo tener problemas con Bell alejándose rápidamente de allí.
—¿No te hicieron daño? —pregunto Bell preocupado.
—claro que no tontito pero gracias por preocuparte por mi —dijo con una bella sonrisa poniéndose de pie y darle un beso en la mejilla—. No sabia que fueras celoso.
—n-no soy celoso —tartamudeo avergonzando apartando la mirada—. Pero eres muy bella Airmid, muchos tipos intentarán algo contigo como esos dos.
Una sonrisa de ternura apareció en la chica depositando un beso en los labios de su novio.
—pueden aparecer tantos como quieran, el único que amo eres tú y nadie más —dijo abrazandolo—. Así que no preocupes.
Bell solo se avergonzó pero se sintió feliz por esas palabras abrazando a Airmid con cariño, un ambiente cálido se formó alrededor de ambos mientras seguían abrazados.
—¡Maldición! Con cada día que pasa me siento más solo —pensó Welf no teniendo otra opción más que ver la escena al estar enterrado.
Pero en eso se asusto al ver como un perro se acercó a él mientras empezaba a olerlo.
Conocía ese actuar, era la típica acción que hacían los perros antes de marcar territorio.
—B-Bell ¿Puedes alejar al perro? —pregunto Welf nervioso a su amigo pero este ya estaba lejos caminando de la mano con Airmid en dirección al mar.
Un suspiro de tristeza soltó Welf sintiendo como un líquido empezaba a caer sobre su cabello empezando a odiar su suerte aunque el mismo tuvo la culpa al dejar que lo enterraran.
Mientras con la pareja.
—está fría —dijo Airmid al sentir como el agua tocaba sus pies.
—ven, será divertido —dijo Bell tomando de la cintura a Airmid y atraerla hacia él.
Un pequeño escalofrío sintió Airmid al sentir como el agua helada cubría la mitad de su cuerpo aunque segundos después se acostumbro empezando a sentirse relajante.
—¿Que tal? —pregunto Bell con una sonrisa.
—se siente relajante —respondio adentrándose un poco más empezando a flotar—. Aunque da un poco de miedo.
—tranquila, yo estoy aquí contigo —dijo Bell tomando la mano de su novia debajo del agua—. Así que solo dedícate a disfrutar.
—gracias Bell —susurro la chica dándole un beso en la mejilla.
Aunque en eso sintió como agua cayo en su rostro dirigiendo su mirada al culpable.
—jajajaja hay que divertinos —dijo Hestia con emoción en su flotador tirando un poco más de agua a Airmid.
—conste que usted comenzó —dijo Airmid con emoción lanzando agua hacia Hestia.
Pero al tener falna no midió bien su fuerza creando una pequeña ola la cual le dio vuelta a Hestia con su flotador quedando patas arriba y con su parte superior en el agua intentando desesperadamente volver a como estaba.
—l-lo siento —se disculpo Airmid por lo que había hecho.
—jeje tranquila —dijo Bell con diversión volviendo a colocar a su diosa correctamente en el agua.
—e-eres más fuerte de lo que aparentas —dijo Hestia con una sonrisa nerviosa después de estar cerca de ahogarse por segunda ocasión.
—p-perdon —se volvió a disculpar avergonzada.
—jeje —rio Bell al ver lo linda que se miraba con esa expresión.
—¡Hay que jugar! —grito Mikoto llegando donde ellos con la pelota de playa en sus manos—. ¡Toma!.
Mikoto lanzo la pelota al aire y la golpeó con la palma de su mano en dirección hacia Airmid.
Esta volviendo a sonreír con diversión le pego con un poco de fuerza a la pelota dándole en la cara a Hestia.
—¡Perdón! —se disculpo otra vez alarmada al ver lo que había hecho.
—me estoy planteando seriamente si dejarte ser la novia de mi hijo —dijo Hestia con una expresión seria después de recibir ese pequeño golpe.
—y-yo de verdad lo s-siento —dijo Airmid asustada pensando lo peor.
—¡Son bromas! No te asustes —tranquilizó Hestia volviendo a su actitud animada golpeando la pelota en dirección a Bell.
Este sonriendo con emoción golpeó también la pelota mandandola hacia Mikoto.
Un pequeño juego se había armado, con Bell y Airmid siendo un equipo y Hestia y Mikoto otro.
—jajaja —reía Bell lleno de felicidad por estar teniendo tan buen momento junto con su novia y seres queridos, un momento muy especial para él.
—no te distraigas Bell —dijo Airmid tomándose en serio el juego pero sin dejar de divertirse.
—como ordene mi bella capitana —dijo Bell tomándose en serio el juego.
Prácticamente eran Bell y Airmid contra Mikoto ya que la gran mayoría de veces la pelota golpeaba el rostro de Hestia, curiosamente eran solo las veces que Airmid golpeaba la pelota que tomaba esa dirección.
Mientras en la arena Welf solo observaba todo con una sonrisa aún enterrado en la arena.
—que buen momento ¿Verdad? —dijo Welf viendo al perro que estaba a la par de él—. Una lastima que yo no este allí.
Aunque en eso Welf recordó algo empezando a sentirse estúpido.
—¡Es cierto! Soy nivel 2, esta arena no es problema para mi.
Y al decir ésas palabras Welf aplico fuerza empezando a sacar sus brazos hasta que todo su cuerpo quedó fuera de la arena.
—¡Soy libre! —grito feliz—. ¡Oigan! ¡Yo también quiero jugar!.
Y con ese grito Welf corrió en dirección al mar uniéndose al juego el cual había dejado de ser en equipos solo lanzándose la pelota entre ellos y no dejar que tocara el agua.
Mientras Bell solo observaba la bella sonrisa en el rostro de Airmid mientras jugaba, una sonrisa la cual también lo contagio a él.
—como me gustaría que todo esto fuera eterno —pensó con una sonrisa melancólica pegandole a la pelota dándole en la cara Welf.
Una bella risa solto Airmid al ver lo que había sucedido al igual que los demás riéndose de Welf el cual reía avergonzando.
Inconscientemente Bell se mordió su labio viendo a sus seres queridos felices y disfrutando del momento, ese momento cálido y especial.
—yo.........—una pequeña lágrima bajo del ojo de Bell la cual fácilmente fue confundida por el agua del mar por los demás.
—¡Ten Bell! —grito Airmid con felicidad golpeando la pelota en dirección a Bell el cual golpeó la pelota volviendo a darle en la cara a Welf.
—jajaja —volvió a reír Airmid con diversión.
—yo quiero vivir —pensó Bell con tristeza grabando ese momento en su corazón.
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
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