"La ira del bosque"
-Kugh!! Uaah!! Ugh!! Apenas reiniciado el combate, Garu gritaba adolorido al ser bombardeado por una infinidad de ataques de todas direcciones. -Tch! (¡¿Porque?! ¡¿Porque no puedo vencerle?! ¡Soy mas ágil, más alto y mucho más fuerte que el! Entonces ¡¿porque soy el único sufriendo daños?!) Pensaba con incredulidad y frustración.
La mente de Garu estaba en completo desorden mientras recibía cada uno de los letales ataques del pequeño.
No comprendía lo que sucedia. En un principio creia tener la ventaja absoluta, pero ahora apenas y podía defenderse. Cada vez que quería contraatacar, Tobe utilizaba su pequeña estatura y agilidad, para esquivar acrobaticamente los ataques, posicionarse atrás de el y darle un fuerte golpe en la espalda y hombros, dejándolo muy malherido.
-Hahh?!! Ante esto Pucca y Abyo exclamaron boquiabiertos. El repentino cambio de la batalla los dejo anonadados y llenos de asombro.
-¡¿Cómo es posible que Tobe sea más fuerte que Garu?! Expreso Abyo con incredulidad. -¡No creo que la razón sea porque ahora utilice una espada, en vez de dos. Pero es la única explicación posible para esta escena tan irrealista! Comento dudoso de sus palabras.
Pucca también pensaba lo mismo, pero asimismo se sentía reacia a creer que el cambio de dos espadas a una, era la verdadera razón de su increíble destreza, que superaba enormemente a las de Garu.
No obstante, para aclarar esto, ambos deberían conocer el pasado de Tobe. Solo así entenderían que el cambio radical en su fuerza se debía a nada más que la "Experiencia".
Es lo más esencial para un guerrero, mientras mayores fueran las experiencias vividas, mejores serían las habilidades aprendidas en comparación con el resto.
Justamente era esto lo que ha Garu le faltaba. Siempre entrenando en una apacible aldea libre de peligros durante años. Mientras que Tobe por el contrario, estuvo al vorde de la muerte a cada segundo.
Con tal de ser más fuerte abandono su niñez. No jugaba con niños de su edad, luchaba a muerte contra adultos maliciosos y sedientos de sangre.
¿Oler deliciosa comida y el dulce aroma de las flores? Lamentablemente lo único que su sentido olfativo podía sentír cada mañana al despertar, era el agrio aroma del metal oxidado, humo de cigarrillos y licor añejo.
Por supuesto que también estaba fuera de cuestión el jugar en el parque y mirar hermosos paisajes. Tal sueño solo podía ser disfrutado por niños adinerados o con padres amorosos. Niños que no tenían que robar o matar para comer al siguiente día, con el fin de alimentar a sus pequeños hermanos. Lo único que su inocente vista tenía el lujo de presenciar eran matanzas, violaciones y esclavitud.
Y claro está, que para traer el pan a la mesa y sobrevivir a las peligrosas misiones, los juguetes tales como pelotas de goma o muñecos de tela eran inservibles para este propósito. Por ende, los juguetes con los que más estaba familiarizado eran afilados cuchillos, máscaras de espionaje y veneno.
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A su tierna edad Tobe ya presenció toda la maldad de este mundo, algo que un niño jamás debería ver. Sin embargo, a él no le importaba.
¿Y que si vivía en ese infierno? ¿Y que si sufría de pesadillas constantes noche tras noche? El mismo eligió vivir en ese mundo. Tenía que volverse fuerte y obtener la mayor experiencia lo más rápido posible, o jamás podría proteger a sus pequeños hermanitos del peligro y en especial a su querida Pucca.
Miles de infiernos no serían nada si con ello podría tener la fuerza para proteger a los que amaba. Por ende, con una resolución inquebrantable, optó por el camino más doloroso para alcanzar este objetivo.
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Tras pasar unos minutos, la batalla se encontraba casi llegando a su final. Garu yacía arrodillado cubierto de moretones solo visibles en su rostro, mientras líneas de sangre corrían como gotas de agua desde su cabeza, nublando su vista.
-Geez! Viendo que el ninja de coletas ya no tenía fuerzas ni para defenderse, Tobe resoplo con desdén y decidió terminar la batalla con un suave golpe a su cuello.
A pesar de lo que dijo, no planeaba matarlo. Claro que si fuera en un escenario diferente lo haría sin remordimiento. Pero aunque su rival era desagradable y despreciable a más no poder, seguía siendo un habitante de la aldea y sería un inconveniente si lo matara.
Aunque la verdadera razón es que no quería mostrarle tal cruel escena a Puon Lie y en especial a su reciente amigo Abyo. Dado que este increíblemente seguía viendo a Garu como su amigo y verlo perecer lo afectaria dé forma negativa y Tobe no deseaba eso.
Así que de forma sencilla se acercó hacia Garu y abanicando la espada, se dispuso a culminar el aburrido combate.
Sin embargo, Garu no estaba dispuesto a rendirse. Ante este simple moviento, incluso en su pobre estado, fue fácil de predecir. Así que viendo como bajaba la espada directo a su cuello, aprovecho la oportunidad y la agarro fuertemente con su mano libre. *Craaaack* Tras hacer eso, pudo oírse sonidos de huesos quebrandose en varias piezas.
-Guuugh!! Garu apretó los dientes intentado no soltar los gritos de agonía que vociferaba internamente.
Era cierto que el ataque bajaba de forma simple, pero aun así tenía la fuerza suficiente para romper los huesos.
-Tu! ¡¿En que idiotez pensabas? Tobe se sorprendió por la descabellada acción del malherido ninja.
Tenía la corazonada que no planeaba nada bueno. No obstante, fue muy tarde para darse cuenta de esto. -Agh!! ¡¡Bastardo!! Tobe exclamó adolorido mientras maldecia.
Su presentimiento fue acertado. Garu aprovecho su momento de perplejidad y con su mano libre agarro un puñado de tierra y se la lanzó directo a los ojos, dejándolo momentáneamente siego.
-Tobe!!!
-¡¡Oye, eso es jugar sucio!!
Pucca gritaba en preocupación mientras que Abyo se quejaba por la acción tan cobarde que efectuó el ninja.
-Hmph! Ante eso, Garu hizo oídos sordos y con la fuerza que le quedaba, le metió una fuerte patada al estomago del pequeño mandandolo a volar varios metros.
-Cuuogh!! Tobe chilló de dolor.
La patada le hizo perder el aire haciéndolo incapaz de respirar correctamente, mucho menos defenderse.
-Grr!! Garu, ¿como te atreves? Viendo esto, los espectadores no lo pudieron soportar más y salieron al rescate del pequeño.
Pero Garu no se iba a quedar de brazos cruzados y ver como arruinaban su diversión. -Tch! (No molesten!), a sabiendas que intervendrian, conjuro a varios de sus clones para detenerlos.
-Hmph!!..no me subestimes!! Pucca resolplo por las acciones del ninja de coletas y furiosa lanzó un puño demoledor contra uno de los clones. -¡¿Heh?! Sin embargo, la azabache al instante exclamó perpleja al ver que su puño traspaso como aire la copia de Garu.
Los clones no tenían cuerpo sólido, solo eran simples ilusiones creadas con el reflejo de la luz y la humedad en el aire, sin embargo fue suficiente para detenerlos.
Había tantos clones que no podían encontrar la ubicación exacta de Tobe y eso le dio a Garu el tiempo más que suficiente para torturarlo cuanto quisiera.
-Kuagh!! Tobe volvío a gritar de dolor.
Justo cuando intentaba levantarse, el desgraciado ninja volvió a darle una patada en el estomago, negando la posibilidad de siquiera protegerse de lo que este le hiciera.
No obstante, Garu seguía siendo el único frustrado. -(Maldición!! Maldicióon!!! ¡Si no estuvieras! ¡Si tan solo no existieras, todo seguiría como siempre!) Renegaba con desesperó, en tanto pateaba al pequeño con mucho resentimiento. (¡Antes solo me parecías una picadura de mosquito. Era molesto que pícara, pero aveces era placentero rascarse! ¡Pero te has vuelto un tumor maligno en mi vida! Y solo puede haber una solución para este problema! "Desaparecer") Al decir esto, soltó la espada de madera y de su espalda desenvaino la suya propia.
-¡¡Tobeeee!!! Pucca y Abyo gritaron aterrorizados.
No podían ver a Tobe, pero presentían que algo estaba por pasarle. Pero llenos de frustración y ansiedad, no importaba cuantos clones deshicieran, no podían encontrarlo.
Mientras tanto Garu levantó la espada y pronuncio unas últimas palabras a su ex-enemigo. -(Desearía haberte matado en tu forma normal, pero no todos pueden obtener lo que quieren ¿no?) Relataba internamente, sin esperar una respuesta.
Aunque Tobe pudiera oírlo, no podía hablar debido a que le faltaba el aire y por la tierra en sus ojos no podía ver nada de lo que sucedía.
Aun así, a Garu no le importó y al final termino diciendo. -¡Jamás fue un gusto conocerte y no sentiré nada al eliminarte, por eso.... ¡¡Adiós!!) A sangre fría bajo la espada como un verdugo, para por fin deshacerse del hombre que por tantos años le produjo malestar.
Sin embargo, mientras sonreía por la dulce victoria, Ugh! (¿Pero que?!), Garu de repente sintió una fuerte presión viniendo de todo el bosque que lo dejó aturdido, incapaz de hacer algún movimiento.
Tras esto, vino lo siguiente...*Poof!-Poof!-Poof!-Poof!-Poof!Poof!-Poof!-Poof!-Poof!-Poof!Poof!-Poof!-Poof!-Poof!-Poof! Poooof!!* En una milésima de segundo, todos los clones desaparecieron sin dejar rastro.
Los presentes solo pudieron quedarse anonadados. -¡¿Q-Que es esto?! ¡¿El bosque esta furioso..?! Dijo Abyo con un leve temblor en sus labios.
A pesar que ya podía ver a su pequeño compañero, temblaba incontrolablemente, desconcertado y aterrado por la presión que ejercía la naturaleza a su alrededor.
En cuanto Pucca por el contrario, comprendía perfectamente a que se debía esto. -No!..No es el bosque. ¡Es mucho peor! Comentaba mientras una pequeña gota de sudor frío corria por su mejilla.
Tal como había mencionado, no era el bosque, sino más bien los que habitaban dentro de este lo verdaderamente terrorífico.
Y estos seres, cuya furia y sed de sangre podía sentir como un órmigueo en su espina dorsal, iban claramente dirígidas hacia una sola persona.. "Garu".
Por supuesto que siendo este su objetivo, la enorme presión del aura asesina que sentía sobre el, era mil veces peor. -Kugh!..¡Maldicion! ¿P-Porque pasa esto ahora? Se preguntaba con desesperó y desilusión.
Tenía a Tobe justo en la palma de su mano, pero repentinamente sintío como cientos de espadas lo rodearon apuntando a su cuello, listas para decapitarlo.
Incluso en su miedo extremo, podía entender que la agresión tan intensa en su contra, se debía a su molesto rival. Y que si se atrevía a hacerle algo, lo matarían al instante.
No sabía porque tales monstruos lo protegían, pero la fuerza de sus enemigos era tal, que ni estando en su mejor forma podría dar una pelea decente. Por ende, a regañadientes envaino su espada y al tirar una bomba de humor, se esfumó como el viento, escapando de la amenaza.
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Cuando la figura de Garu desapareció de la vista de todos, la presión del bosque desapareció al instante y Pucca se apresuró ha socorrer a su pequeño amado.
-Tobe!! ¡¿Te encuentras bien?! Pregunto angustiada.
-Cof! Cof! Tobe tocio con fuerza y dijo sonriente. -¡E-Estoy bien, hermana Puon! No te preocupes, no fue nada serio..jeje!! Aun con dolor, mentía para no causarle aflicción a su compañera.
No obstante, Pucca no era tonta, y en vez de sentirse aliviada, regaño molesta. -Tonto!!..¿Crees tu hermana mayor nació ayer? Si te duele, solo tienes que decirlo. Tras decir esto, saco una pequeña píldora de su bolsillo y se la metió en la boca. ¡Masticala y tragala! Muy pronto te sentirás mejor!! Ordeno con un tono frío, pero con una mírada calida, y Tobe obedeció sin rechistar.
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-Woooow Al pasar unos minutos, Tobe exclamó muy sorprendido.
Anteriormente no sabía que esperar de la píldora que se comió, pero ahora no sólo se sentía mejor, estaba de nuevo al cien por ciento de su poder. -Hermana Puon, ¡¿que era esa píldora?! ¡Es completamente milagrosa! ¡No me duele nada! Comentaba emocionado, mientras daba saltos y volteretas de un lado al otro.
-Fufufu! Bueno!..Parece que te encuentra mejor. Eso me alegra! Viendo que ya no había nada de que preocuparse, Pucca sonrió encantadoramente ante su infantil comportamiento.
Pero Abyo por otro lado, siendo que estaba feliz por la recuperación de Tobe, las acciones de Garu le pegaron bastante y no pudo mas que mirar cabizbajo y suspirar en lamento.
-Huh?! Al escuchar los suspiros, Tobe dejo sus payasadas y se acercó a su lado. -Aby..¡Hermano Abyo! Disculpa, te dije que ganaría pero al final lo arruine por completo y no pude lograr que ese tipo se disculpara contigo. Dijo con un tono respetuoso, demostrando lo apesadumbrado que se sentía.
Sin embargo, Abyo no lo culpaba de nada. Es más, al escuchar sus disculpas, comenzó a reír y mientras acariciaba su cabeza le dijo. -Jajajaja! ¡Esta bien!..Ya no me importa si Garu se disculpa o no. Solo me alegra que estés bien, así que no tienes que mortificarte por este asunto nunca mas. Jajaja! Por cierto, no necesitas ser tan respetuoso. Solo dime Abyo, como siempre.
-Hmm..! Tobe se encontraba reacio en perdonar a Garu por sus fechorías. No era el tipo de persona que perdonaba tan fácilmente. Pero como era un pedido de su amigo, no tuvo otra que seder. -Esta bien Abyo, dejare este incidente en el pasado. Pero si veo a ese bastardo causarte problemas de nuevo, no me culpes por ser un villano. Dijo con una mirada severa.
-Jajaja! Abyo solo pudo reír conmovido por sus palabras.
Jamás pensó que algún día vería a su antiguo rival como un gran amigo. Antes solo sentía gratitud por toda la ayuda que le había brindado, pero ahora podía decir con sinceridad que Tobe realmente le agradaba y esperaba que cuando volviera a la normalidad, pudiera fortalecer estos nuevos lazos de amistad que habían forjado.
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*Gruumble* Tras recuperar los ánimos, el estomago de Abyo rugió con impaciencia.
-Oh?! Tal parece que tenemos otro problema entre manos. Me esta agarrando un hambre de muerte y recuerdo que casualmente te debo tres porciones de fideos ya-yang por ayudarme. Así que, ¿porque no vamos ahora mismo por ellos? Pregunto con una sonrisa amistosa.
*Gruumble* Al escuchar su gentil invitación, el estomago de Tobe también rugió con la misma intensidad.
-Jeje! Creo que mi estomago ya respondió por mi. Dijo riendo avergonzado ¡Muy bien! ¿por que seguimos aquí? El primero que llegue al Goh-ryong pagará las bebidas. Después de sugerir esto, se adelantó descaradamente, sin escuchar una respuesta.
Abyo sin ninguna molestia, le siguió el juego. -Oye, pequeño tramposo. ¡No creas que me ganarás! Gritaba sonriente mientras corria detrás suyo.
En cuanto a Pucca, antes de seguirlos camino hacia el árbol más cercano y expresó con pesadumbre. -Lo lamento!..A pesar que estaba junto a el, actúe muy tarde y no pude protegerle.
El bosque se quedó unos segundos en silencio y al final respondío solemne. -No se preocupe señorita, usted no tiene la culpa. Jamás podría saber que ocurriría este incidente. ¡Es por eso que estamos aquí! ¡Para protegerlos de los peligros que no pueden ver! Expreso con devoción y una gran resolución.
-Fufu!..¡Muchas gracias ninjas! Al escuchar estas palabras, la azabache se sintío reconfortada. Agradeció con una sutil reverencia, y rápidamente corrio para alcanzar a su amado.
Asimismo veinticinco demonios guardianes le seguían ocultos en las sombras, listos para proteger a sus Amos de cualquier mal que atente sus vidas.
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Voten o comenten bye 👋 😸
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