Inicio Del Fin (Parte 4)
Una mirada plana y sin vida miraba el horizonte sus pensamientos no se podían correlacionar qué lo causó por que accedió a ese poder, pero la sensación de peligro jamás abandono su cuerpo el cual estaba tensó sentía una mirada que provenía de todos lados era repulsiva llena de maldad con un poder inimaginable.
Su mano se alzó con intriga qué no fue reflejada en su rostro llanamente inexpresivo, una marca roja con patrones afilados como una cresta o sello antiguo hacia sobre el dorso de su mano.
No hubo suspiro de exhalación ni nada por el estilo, solo volteo su mirada hacia la chica que lo miraba con una sonrisa soñadora y alegre en su rostro.
Quería devolverle esa sonrisa responder a sus dudas pero simplemente no le importaba lo que dijera no había nada que logre llamar su atención actualmente estaba seguro que alguien lo vigilaba desde la legania y no era para menos volteo su mirada en la misma dirección de quien lo miraba desde una distancia... Prudente por así decirlo sintió como se estremecío ante su mirada no le importa sin embargo con tan solo verlo sabía quién era quien fue y quien será, desvío su mirada sin darla más asunto no era importante ni en lo más mínimo.
Poso su mirada en el cielo podía verlos ambos aun seguían combatiendo, el rey del infierno y la reina del caos estos siendo observados por su oscura mitad quien le devolvío la mirada y lo vio fruncir el ceño, no es que le importara al fin y al cabo ambos estaban destinados a pelear y solo uno sobreviviria.
Desvío su mirada en otra dirección y vio a una pequeña niña elfa mirada el cielo y por un segundo sus miradas se cruzaron, ¿ella podía verlo? Pero si eso fuese posible por que lo miraba así... Esos ojos tristes y suplicantes no... El debería suplicar y estar agradecido por que si quiera le devolvió la mirada. Por un segundo su estoica mirada flaquea y casi se formó una mueca era un sentimiento de culpa tan horrible que lo detestaba dio un impersectible suspiro y volteo su mirada en otra dirección ignorando por completo la mirada herida de la niña elfa.
Su mirada fue al siguiente mundo de su interés y allí estaban los niños de chaldea y los Servants, solo una pudo sentir su mirada y confundida volteo su mirada en múltiples direcciones buscando a los ojos que la observaron no se sintió amenazada lo supo al ver la iluminada sonrisa que dio al ver por unos segundos en su dirección.
El parpadeo en presunta curiosidad por el hecho de que pudo sentirlo observándola desde tan lejos casi lo hace dibujar una sonrisa en su rostro aunque simplemente no pudo hacerlo.
Odiaba esta sensación de supremacía podía sentir la mirada de diez seres de un inmenso poder sobre el pues dos estaban compartiendo opiniones con sus puños ante su aburrida mirada.
Sabía quienes eran y solo dio un vistazo en diez direcciones opuestas dando a entender que sabia que lo observaban, pudo sentirlo, a ninguno de ellos le importo lo suficiente como para dejar de verlo, no le interesaba al menos no ahora si quería algo de el allí estaba mirado el caos qué se sernia sobre este mundo con una mirada hueca y una expresión plana y sin el más mínimo interés.
Se levantó de donde estaba sentado a su acción la expresión de la niña tras el se iluminó aun más.
- maestro a donde vamos - sonrió Martha con clara resolución en su rostro de hacer absolutamente todo lo que su nuevo maestro ordene.
- solo sígueme - dijo goku/raziel con un tono seco.
.....
Los días siguientes pasaron en un borrón de indecisión y resolución cuando la capital de Orleans apareció a la vista.
Las delicadas facciones de Martha se arrugaron en un ceño fruncido ante la vista del centro de la singularidad de Francia.
Una gran cantidad de wyverns rojos patrullando los alrededores mientras que en el centro de todos un gran dragón negro y sobre su cabeza una jeanne alter quien miraba las inmediaciones de su último bastión.
- se tardaron - espeto el hombre con esa misma voz monótona.
Martha arqueo la ceja con curiosidad sin embargo no tubo que esperar más un grupo de personas se presentaron ante ellos no hubo reacción por parte del hombre sin embargo ella se tenso levante, aun no sabia cual era la situación aquí realmente.
Eran aliados o era enemigos.
-¿cual es la situación? - indago el conter guardián Emiya.
- un desastre - simplemente dijo el hombre de cabello violeta metalizado sin nada más.
- creí que a este punto ya te hubieses disipado - indagó Olga con curiosidad a la Servant quien le dio una amable sonrisa.
- bueno encontré un máster - ella dijo mirando al hombre quien no ocultaba su indiferencia ante siquiera los comentarios.
- pero el tampoco tiene un maestro, como un Servant puede realizar un contrato con otro Servant en tales condiciones - dijo Olga con clara confusión.
- bueno eso por que mi maestro aun esta vivo - ella le dio una explicación resumida a la que el guerrero se la dio a ella.
Los ojos de los presentes se abrieron como platos ante tal declaración.
- ¿qué? Un Servant cuya leyendo aun se está escribiendo eso siquiera es posible - la niña de cabello blanco chillo en sorpresa.
En hombre objeto de todos las miradas ni siquiera se volteo a verla ni mucho menos a emitir una respuesta alguna.
- los misterios de la vida - Martha se encogió de hombros descartando el tema.
Renuente a dejar el tema Olga Marie Animusphere no podía siquiera por principios o ética dejar pasar esta oportunidad, si el era un espíritu heroico cuya Leyenda aun se está escribiendo en la historia y aun se mantenía con vida no podía imaginar el potencial verdadero qué alcanze su existencia cuando llegue al trono de los héroes.
Goku quién tenía su mirada en Orleans dejo su vista aun lado y poso la mirada sobre la niña albina quien lo miraba de manera astuta esperando el momento oportuno.
Un eje de diversion ilumino la mente del hombre ante los posibles escenarios ficticios qué su cabeza veía sobre lo que niña siquiera pensaba en tratar de hacer sin embargo ella no sabia que el era único y muy diferente a los Servant ya qué el no ascenderá al trono jamás eso sin mensionar qué su existencia era única en este multiverso con la excepción de esa variante suya qué cayó en el mismo lugar qué el.
La cuarta guerra del santo grial, no pudo evitar sentirse simplemente decepcionado ante el poder que este yo alternativo mostraba, era claro que el cayó en este lugar justo después de su pelea con frezzer ya qué su nivel de poder era insultantemente bajo.
Seguía debatiendo si ir y solo matarlo para devolverlo a su hogar o solamente dejarlo allí sin siquiera prestarle atención al fin y al cabo era un insecto.
Dejo sus pensamientos de lado al percarse qué su mirada sobre la niña albina ya la tenia incomoda.
- soy diferente pequeña dama, si asiendo al trono mi poder será reducido en una media realmente insultante - comento el hombre con un tono monotono.
- ¿eh? - ella se sorprendió - acaso puede leer los pensamientos - se pregunto para si mismas.
Como si su duda alguna fuese escuchada el solo asintió con tranquilidad.
- deberíamos acampar aquí por hoy, mañana podremos acabar con todo esto - sugirió el hombre aunque su tono no daba para discutir el tema siquiera.
Ya era muy tarde y solo el mirar los alrededores los hizo suspirar.
Centados al rededor de una fogata lejos de la capital de Francia mucho platicaban de temas triviales otros de la misión, Olga seguía pidiendo informes al doctor en chaldeo el pobre hombre sin duda la pasaba mal mientras que una niña de cabello lavanda miraba con curiosidad al hombre que se mantenía indiferente al resto mientras miraba el cielo con una expresión imperturbable en su rostro.
- ara acaso el gruñón te atrae - una voz muy burlando llamo su atención.
Ella se sonrojo ante las palabras mientras volteaba a ver a la persona que dijo esas palabras.
Elizabeth le dio una amplia sonrisa en su rostro al ver su sonrojo.
- eh, no yo solo.... - mash tartamudeaba mientras el rojo de su rostro de volvía más brillante.
- jajaja solo es una pequeña broma, no te pongas así - Elizabeth se rio con alegria.
La demi-Servant aculto su rostro en sus manos ignorando el hecho de que la pequeña comnosion llamo la atención del hombre por el cual se burlaron de ella.
Sin qué ella lo notará el se unió a los demás para la sorpresa de la mayoría y alegria de Martha solo para ver por que el homologa de la niña que convirtió en un arcángel se avergonzaba y por que siempre tenia su mirada puesta en él tal vez solo era curiosidad por saber quien era aunque eso no importaba ella seguían siendo mash ni más ni menos.
Y al parecer todos ellas compartían su mismo destino si bien los milagros existían no siempre podía estar seguro y no era relavante si movía los hilos del destino a su favor después de todo nadie lo puede controlar.
- eres igual de curiosa a la mash qué conosco - el hombre dijo ganándose la atención de todos los presentes.
Goku no espero ninguna respuesta aún así guardo silencio para que pudieran digerir lo dicho por el.
Fue apresiado qué el silencio aun perdurará así el pude qué deje salir todo eso que lo esta carcomiendo por dentro.
Martha sonrió levemente al final escucho sus palabras y no se guardo sus problemas para si mismo, si bien los primeros días fue reacio a siquiera decir una sola palabra y su permanente afán de mirar a la nada, realmente la alegro que decidiera compartir algo de su historia y dejar salir aunque sea un poco de su dolor.
El primer paso para saber que estas jodido es admitir que tienen un problema y bueno el lo tiene bien claro, el segundo paso sería dejar salir todo lo que te has guardado y por eso ella esfozo una sonrisa pues ahora lo estaba haciendo era un gran progreso.
- mi pasado me alcanzo y el peso de mis decisiones ya es demasiado para mi- dijo goku.
Aun recordaba el horror de esa guerra, de las abominaciónes qué él comando de los traidores qué enfrento, de lo que esa guerra hizo con él, en la monstruosidad en la que lo convirtió.
Miraba sus manos con esa misma mirada vacía aun así un apise de miedo invadió sus cuencas, sabía en lo que se estaba convirtiendo, pero ni por un segundo imagino que eso lo perseguiria por el resto de la eternidad con un sentimiento de culpa inenarrable.
Una amarga sonrisa se marco en su rostro inexpresivo.
- por todo lo más sagrado ¿en que me estoy convertiendo ? - se pregunto a si mismo goku
No lo sabía y si era honesto no quería saberlo ni siquiera imaginarlo.
Apretó sus puños con fuerza y de inmediato la sangre las lleno y se comenzó a desbordar.
Una mano se pudo sobre la suya ignorando el hecho que se estaba manchando con ella, levanto su mirada solo para observar colo la niña de cabello lavanda comenzo a limpiar sus manos con una tela.
- eres demasiado amable para tu propio bien, lo sabias Mash - el dijo mirandola a los ojos.
Ella le devolvió la mirada con una llena de confusión.
El le dio un pequeño golpe en su nariz haciendola retroceder mientras hacía un pequeño puchero mientras lo miraba.
Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del hombre y a los pocos segundos una risa escapo de sus labios esto para sorpresa y consternación de Martha quien trato de conseguir alguna reacción por parte del hombre sin embargo no lo consigo por más que lo intento.
Mash miraba al hombre quien reía con alegría pese a su actitud pasada una pequeña sonrisa se formó en sus labios por más pequeño que sea el cambio que causo ella estaba satisfacción, ella podía ver como el hombre necesitaba ayuda sin embargo siempre alejaba a los demás se alegro que la permitiera acercarse.
- te vas a volver a descontrolar - una voz muy oscura se burlo.
Todos se pusieron en guardia y buscaron la fuente de la voz sin embargo el objeto de dicha burla miro al cielo mientras sus facciones se volvían un mosaico de estoicismo.
- no - dijo goku sin más.
- oh, es así, la última vez que perdiste el control, millones de multiverso fueron destruidos, debo decir que incluso la perspectiva qué un monstruo como tu de pierda nuevamente en esos sentimientos no es nada alentadora - esta vez su voz era severa y solemne.
Los puños de goku se volvieron a apretar mientras su cuerpo se tensaba.
- No volverá a pasar - respondio goku mirando a la persona que yacía frente a él.
- espero que sea así - evil goku declaró con una mirada sería.
Al percatarse todos una persona ya estaba en medio del campamento frente a goku para su sorpresa era una viva imagen de como se veía el hombre anteriormente sin embargo en sus ojos se podía ver la diferencia tan palpable.
Evil goku los miro de reojo y dio una sonrisa burlona cuando sus ojos cruzaron con los jeanne y mash.
- valla tu suerte no cambia para nada, jajaja y pensar que te mandarían a un lugar parecido al otro lleno de los mismos personaje random - se burlo evil goku.
- acaso eso importa - dijo goku sin darle siquiera importacia al tema.
Evil goku tarareo en respuesta mientras señalaba una dirección en especial.
- En vez de perder tu tiempo aquí estoy seguro que te mueres por estar allí - la sonrisa en su rostro saco de quisio a goku qué quiso tomarlo por el cuello sin embargo el se desvaneció.
- cobarde - espetó goku con molestia en su voz.
- tu tiempo se esta acabando, si quieres detener este armagedon será mejor que dejes de perder el tiempo - la otronadora voz de evil goku resonó por el lugar.
Goku chasquea la lengua en fastidio sin embargo para su sorpresa la mano que extendio para tomar del cuello a su contraparte se agrieto mientras que una luz se observaba por las grietas.
- ja, apesar de todo el imbécil tiene razón, mi tiempo se acaba - murmuro para si mismo ignorando la mirada de los presentes.
Ese cuerpo no hiba a soportar por siempre su poder completo sin embargo debía obtener la última pieza para que su plan funcione.
Si estado actual el okuruto no chikara lo estaba desmoronando sin embargo para poder realizar una fusión con su otra mitad le faltaba una pieza, el zembu no gokui, actualmente era un ser omnipotente, ompresente y omnisciente sin embargo fuera de la lógica de la existencia, podía ver todo sin embargo no era parte de ella y eso era lo que debía obtener, ser uno con la existencia y formar parte de ella conectarse con cada existencia y ser uno con todo.
No tener todo en uno.
Este miro como muchos lo miraban con expresiónes complicadas sin embargo su mirada se poso en la Santa doncella.
- parece que no eres la única con problemas de identidad - espeto goku con una sonrisa carente de alegría.
- el es - dijo jeanne.
- bueno tal vez el soy yo o yo soy el - murmuro goku.
No hubo mas palabras después de esto solo un silencio algo incómodo míentras el hombre tenía una mirada vacía.
.....
Un hombre con un traje formal verde que hizo notar su apariencia a la lejanía mientras observaba los acontecimientos qué se desarrollaban en Orleans sin saber que uno de ellos lo miraba sin perder ni un detalle de sus acciones.
.....
Goku solamente observaba sin aparente interés la pelea qué se desarrollaba frente a el, ambas jeanne estaban peleando cada una por sus convicciones propias.
Un pequeño ceño fruncido apareció en su rostro las intenciones de ese ser eran el santo grial qué yacía dentro de la jeanne alter.
- esto tiene la huella de gilles por todos lados y parece que ella no sabe nada - murmuró para si mismo goku.
Tan cernido en sus pensamientos estuvo qué no le dio asunto a lo que se desarrollaba frente a el.
- Tú eres Lev Lainur - susurró Jeanne con cautela, mientras el sudor le empapaba la frente al recordar la información que Chaldea le había proporcionado sobre la "entidad" que era Lev.
- ¿OMS? - Jeanne Alter se burló, pero nadie le respondió; Jeanne porque toda su atención estaba en Lev, y Lev porque no podía molestarse hasta que se dio cuenta y finalmente respondió.
- Parece que tu confiable Gilles no te ha mencionado una palabra mía, ¿verdad? Tal vez fue para protegerte, o para tratar conmigo él mismo - reflexionó Lev en un tono burlón. "Lástima, la devoción del hombre es solo superada por su locura de atreverse a amenazarme para que permanezca inactivo. Aún así, esta situación es bastante ideal para mí para que ustedes dos se hayan aislado de los demás tan bien - termino lev.
Sucedió en un instante.
En un momento ambos estaban manteniendo una distancia cuidadosa el uno del otro, y al siguiente, Lev estaba justo en frente de Jeanne Alter.
Sus ojos se dilataron; su falta de conocimiento sobre a quién se enfrentaba resultó ser crítica, ya que una energía demoníaca redujo su velocidad de reacción a paso de tortuga.
- ¿Serías tan amable de morir por mí? - Lev susurró en su oído, una mano estuvo a nada de perforar su corazón.
Los pelos de la nuca se le erizaron, sus pupilas se dilataron mientras llegaba a una cruda conclusión.
Es demasiado tarde o eso creía.
Ya no había espacio para maniobrar por su cuenta. Incluso el muro de llamas que brotó a su alrededor resultó ineficaz para impedir el ataque de Lev.
Una presión abrupta tiró de su brazo, desplazando violentamente su centro de masa hacia la izquierda y provocando que el golpe de Lev fallara.
Para Jeanne Alter, todo lo que vio fue que su visión cambiaba a la vista trasera de una figura que desde hacía mucho tiempo había llegado a resentir.
Goku se paró frente a ella, dándole una mirada inexpresiva frente al ser que simplemente lo miraba con curiosidad.
- ¿T-Tú me ayudaste? - Jeanne Alter estaba horrorizada y consternada a partes iguales antes de encontrar su voz.
- ¡Como si necesitara tu protección! - gruñó jeanne alter con molestia.
Goku ignoro a la mujer mientras miraba al ser.
- esa frase me saco unos malos recuerdos - dijo goku recordando a cierta angel caída y un pelo castaño qué bueno acabaron muy mal.
- a su -se burlo mientras la piel del cuerpo de Lev comenzó a desprenderse, revelando numerosos ojos puntiagudos dispersos sobre una construcción parecida a un zarcillo.
La presión instantáneamente aumentó varios pliegues.
Ambas Jeanne cerraron sus bocas en un acuerdo casi tácito.
Este no era el momento para discutir.
- oh - fue toda la reacción qué goku dio ante el demonio frente a el.
El ser solamente extendió su mano hacia el hombre que no reacciono ante su acción, jeanne alter estuvo por decir algo sin embargo el ser atravesó la mano por el pecho de goku y saco de el...
- el santo grial - espeto jeanne con sorpresa.
Ignorando el hecho lev o la criatura qué usaba esa piel analizo el grial con detenimiento sin importarle qué el hombre aun lo mire sin interés alguno.
- este grial, esta fuera de la lógica, en el yace un poder inimaginable sin embargo esta manchado - lev o el ser que usa su piel gruñó mientras fruncia el ceño.
- me lo vas a devolver - sugirió goku.
- Oh y por que crees que haría eso - se burlo la criatura qué usaba la piel de lev.
Una oleada de energía sagrada lo golpe al menor contacto su piel burbujeo y estalló por todos lados en pequeñas explosiónes qué consternaron al demonio.
- tu... Que eres - gruñó el demonio.
La mirada inexpresiva del hombre ni siquiera lo miro y solo se agacho y tomo el grial qué el demonio dejo caer.
- esto es mio - declaró goku como un hecho establecido.
Una estruendosa risa salio de los labios de la criatura, mientras que de un rápido movimiento se lanzó sobre el hombre solo para recibir un golpe y ser enviado lejos.
- te lo vuelvo a repetir es mio - volvió a repetir sin embargo esa última palabra fue recalcada con énfasis.
Sarcillos de energía demoníaca salieron disparados hacia el hombre quien ni siquiera volteo su mirada hacia él.
- "" "" "" "" "" "" " - susurro goku y los ojos del demonio se abrieron como platos mientras que de la nada se detuvo en seco todo su ímpetu por atacar se desvaneció al instante.
- tu que eres .... - decia el demonio en estado de shock.
El hombre solo lo miro una mueca de indiferencia como si el ser que antes demostró un gran poder no fuera nada ante él.
- por que todos quieren saberlo - respondió goku mientras una mano se extendía en su dirección una esfera de energía plateada y simplemente la detonó en todo el rostro y lo envío varios cientos de metros lejos solo para ver una gran explosión sacudió todo la ciudad.
Hubo unos segundos de silencio sin embargo unos zarcillos de energía demoníaca rodeaba al saiyajin quien ladeo su cabeza en confusión solo para ver como era lanzado lejos y su grial le era arrebatado de las manos.
- yo haré un mejor uso de esto que tu - esfozo una sonrisa la criatura llamada lev.
Ambas jeanne se tensaron al ver eso, aun así vieron como su cuerpo no salió ileso de tal ataque le faltaba un brazo y su rostro casi era inexistente.
- Tenemos que trabajar juntos - le dijo Jeanne, agriando aún más el estado de ánimo de Jeanne Alter, frunciendo el ceño hasta gruñir.
- ¡Me niego! - Levantó el brazo de su espada y ordenó que los zarcillos de magia negra giraran en espiral alrededor de Lev y lo rodearan por todos lados. Las ascuas florecieron de las puntas, antes de que fueran inmediatamente empujadas hacia adelante y encendidas en un infierno ardiente.
- Mis llamas son suficientes - espetó sin mirar a la doncella.
No se podía ver nada de la forma de Lev en el fuego, pero Jeanne lo sabía mejor.
- No creo que estemos sintiendo la misma energía aquí... - se detuvo antes de que sus ojos se abrieran.
Corriendo al lado de Jeanne Alter, Jeanne tiró de su alter por el hombro justo cuando una mano intentaba tocarle la cara.
- Este insecto - dijo Jeanne Alter no se molestó en agradecer a Jeanne por la ayuda y se movió para atacar de nuevo. Su espada se elevó en arco, navegando hacia el cuello de Lev, pero se detuvo por un estallido de energía mágica.
- Oh, realmente eres demasiado débil por tu cuenta - se rió Lev. - Probablemente estés suministrando la mayor parte de tu energía al Dragón y los wyverns, ¿no es así? - el ser se burlo de la bruja frente a ella.
La única respuesta de Lev fue un barrido horizontal del estandarte de guerra de Jeanne Alter que lo golpeó en un lado de la cara.
- ¡Tengo poder más que suficiente para acabar contigo! - ella dijo girando sobre sus talones, levantó su espada en un gesto para invocar un torrente de llamas, pero no pudo hacer nada más cuando una mano la agarró del cuello abruptamente y la apretó.
- Uf - jeanne alter se agitó, pateando las piernas debajo de ella.
- Maldita sea. ¿Quien diablos es este tipo? - pensó la bruja dragón.
Las venas se le hincharon en las sienes, las mejillas se volvieron azules.
Arrojando su espada y estandarte a un lado, usó desesperadamente sus manos en un intento de soltar los dedos de Lev, sin preocuparse por su apariencia. Contrariamente a lo esperado, sintió la increíble cantidad de energía mágica que Lev estaba emitiendo. El bastardo había desviado la energía de todos sus Sirvientes restantes, dándole un poder considerable, pero estaba por debajo de ella reconocer cualquier cosa que Jeanne dijera por despecho.
Antes de que cualquier palabra saliera de sus labios al aura de lev se multiplico y ella vio una sonrisa esfozarse en lo que era la mitad calcinada de su rostro.
- qué increíble poder - sonrió de satisfacción lev.
La boca de Jeanne Alter se abrió y se cerró, sus piernas pateando y golpeando con más fuerza mientras sus uñas se clavaban en la carne de Lev. No hizo nada. No saldría sola de esto y lo sabía. Lo que más odiaba era ver a Jeanne clavando la pica afilada de su estandarte de guerra en la muñeca de Lev, liberándola antes de que Jeanne se enfrentara.
En todo caso, Jeanne era mucho mejor a la defensiva que Jeanne Alter. Solo ayudó que la luz que exudaba Jeanne causara una gran aprensión en Lev.
Cayendo sobre sus pies, Jeanne Alter tosió, huellas alrededor de su cuello mientras se alejaba tambaleándose.
- ¡Yo defenderé, tú atacas! - Jeanne la llamó.
- ¡Te dije que no necesito tu ayuda!- Jeanne Alter dijo una cosa, pero sus acciones hablaron de otra. Su rabia y la satisfacción de la venganza significaron que no tuvo problemas para lanzar llamas y estacas mágicas a sus enemigos.
- ¡Oye! Cuidado. ¡Casi me golpeas! - Jeanne frunció el ceño, zigzagueando constantemente alrededor de Lev de tal manera que siempre estaba entre él y Jeanne Alter.
- y eso acaso es malo - jeanne alter se mofo solo para exasperación de la rubia quien puso los ojos en blanco.
Donde Lev había optado por soportar las llamas de Jeanne Alter, no se podía decir lo mismo de la luz del estandarte de Jeanne que efectivamente lo mantenía a raya. Aquí había una especie de repelencia natural; el resplandor sagrado que hace que el humo y las brasas salgan de la forma de Lev. Esta era la única razón por la que los dos sobrevivían contra un ser mucho más fuerte que ellos en capacidad y reservas mágicas.
- Este espantoso resplandor - siseó Lev, protegiéndose la cara de otra ráfaga brillante, antes de ignorar su dolor y atravesarlo paso a paso.
Las facciones de ambos Jeanne vacilaron abruptamente, sus disputas se detuvieron por completo.
Lev alcanzó a Jeanne primero, obligándola a zambullirse, pero no antes de agarrar el brazo de Jeanne Alter y provocar un graznido de protesta mientras caían por el suelo. Los escombros y la metralla llovieron desde la gran grieta que Lev había perforado en el suelo de baldosas. Ni siquiera podían ver el fondo.
- Bueno, al diablo con eso. Un Servant no debería ser tan fuerte - dijo Jeanne Alter conteniendo el aliento.
- Es por eso que necesito que trabajes conmigo - enfatizó Jeanne, poniéndose de pie y levantando a Jeanne Alter junto con ella.
- ¡Ordena a los dragones y los wyverns afuera para que ayuden! Es nuestra única oportunidad - pidió jeanne a su alter.
La expresión de Jeanne Alter parpadeó, sin responder, sus labios fruncidos, sus rasgos fruncidos en un ceño fruncido. Estaba mirando de Jeanne a Lev, luego de nuevo a Jeanne, la vacilación explícitamente flagrante.
- ¡¿Que estas esperando?! - dijo Jeanne quien volvió a levantar su estandarte mientras tiraba de Jeanne Alter para que le siguiera el ritmo, lo que hizo a regañadientes.
La próxima vez que Jeanne tuvo la oportunidad de mirar a Jeanne Alter por un golpe particularmente doloroso en el estómago que había recibido en nombre de Jeanne Alter, la intensidad de su mirada fue suficiente para permitirle un sentimiento de culpa que hizo que Jeanne Alter se estremeciera. Era como si Jeanne estuviera viendo a través de ella, y dada la gravedad de su situación, era un poco enloquecedor. La sensación en sí era similar a cuando un hermano mayor se dio cuenta por primera vez de que su hermano menor podía ser un idiota en el peor de los casos.
- ¡N-no puedo creerte! - Jeanne espetó, con los nervios de punta. - ¡No quieres llamar a tu Dragón y wyverns porque no quieres estar en desventaja! - finalizó la santa.
Ruborizada, Jeanne Alter gruñó.
- ¡Seguimos siendo enemigos! ¡Nada ha cambiado! ¡¿Por qué debería traerlos y dejar pasar a tus aliados para que puedas usarlos en mi contra después de que este bastardo haya terminado?! - se escuso jeanne alter.
- ¡¿Porque vamos a morir así?! - Jeanne apretó los dientes, tratando de mantenerse fuerte como un bloqueo para separar a Lev de lo que quisiera con Jeanne Alter.
Además, para Jeanne, esta situación se sentía novedosa de alguna manera a pesar del peligro de todo.
A menudo se dice que la faceta más auténtica del carácter de una persona se revela ante la muerte, y lejos de ser la asesina desapasionada y despiadada que Jeanne Alter interpretó a sí misma, su verdadera naturaleza era más compleja. Su inmadurez, inexperiencia, egocentrismo y ego inquebrantable se parecían más al síndrome de octavo grado que a un monstruo o villano.
Ahora mismo, Jeanne Alter dependía de Jeanne, y ambos lo sabían.
En cierto modo, era... algo así como una hermana mayor protegiendo a su hermano malcriado, y todo era culpa de Martha por poner la idea en la mente de Jeanne.
- No puedo hacer esto por mucho más tiempo - gruñó Jeanne, con las dos manos sobre el asta de su estandarte de guerra que sostenía una cúpula de luz alrededor de ella y de Jeanne Alter. Dicho domo de luz estaba siendo constantemente empujado hacia atrás por una mueca de Lev.
Jeanne Alter rechinó los dientes y cerró los puños antes de empezar a considerar sus prioridades.
- B-Bien - frunció el ceño.
La barrera de energía sagrada se quebró ante la insistencia de lev en atravesarla.
- mierda - pensaron jeanne y jeanne alter.
La susodicha energia se volvió a multiplicar y en los ojos de demonio se mostraban los estragos una expresión de completo extasis.
- maravilloso, este poder es increíble - rugió de alegría lev.
Sentía el poder aumentar segundo a segundo y con eso estaba acorralando a las dos jeanne y si tomaba el grial de la bruja su poder se acresentaria.
Una luz atravezo a lev causando una explosión qué lo envío varios metros atrás sin embargo la herida la quemaba sin fin.
- es el - murmuró nuevamente mirando a su alrededor.
Todos eran meras hormigas qué serían aplastadas por un mero capricho sin embargo aquel hombre era una rata muy grande que sería una molestia si no se trataba con el como es debido.
La energía sagrada qué desbordaba era más molesta que la Santa podía manifestar eso sin mensionar sus anormales reservas de mana que eran humillantemente altas incluso para un ser como el.
Lev abrieran los ojos después de sentir una masa de energía mágica entrante. Ocurrió un instante después.
Una explosión reverberante de piedra y tapices arruinados obligó a los ocupantes de la habitación a proteger sus visiones de la tormenta de astillas y metralla que siguió. Cuando el polvo se asentó, las fuerzas de Chaldea.
Al ver un terreno estable, EMIYA Archer no tuvo reparos en arrojar a todos al suelo.
- mierda no puedes ser un poco más amable - espetó Olga levantándose.
Simplemente fue ignorada por el susodicho quien tenía una mirada critica ante el escenario.
- ¿Tus órdenes, Maestro? - Sasaki llamó desde el lado de Spartacus.
Olga respiró hondo y se compuso. la tensión que había en el sitio se fue, y el enfoque de todos estaba ahora de nuevo en Lev.
- ¡Berserker, Assassin, quédense atrás y esperen una oportunidad! Archer, ustedes - dijo Olga mirando a los dos jóvenes.
- Encuentre un punto de vista y sea útil. Mash a la defensiva y proteja a nuestros aliados, Ritsuka apoyándonos con la curación de Martha - ordenó archer para disgusto de Olga.
- jum como si fuera a hacerte caso - lo brazos de Martha se cruzaron sobre su pecho mientras con su vista buscaba a su maestro quien brillaba por su ausencia.
La mirada de archer se entrecerro mirando a la Servant y luego suspiro.
- has lo que dice - murmuró una voz en la mente de Martha.
Ella estaba por debatir sin embargo no le dio más asunto y solo asintió, siguió a ritsuka quien se confundió un poco al respecto sin embargo no le dio más asunto al tema.
"Encuentra un... tú, yo, ugh, argh", Olga chasqueó la lengua ante la cara de suficiencia de EMIYA.
- ¿Por qué ya nunca se siente como si estuviera a cargo? - murmuro Olga, Ritsuka y Mash miraron hacia ella.
- ¡Sí, maldita sea! Haz lo que dijo mi Servant - gruñó Olga de mal humor.
- ¡No se preocupen, cerditos, su ídolo está aquí! - dijo una sonriente Elizabeth.
- ¡Todos los mentirosos deben arder! - dijo kiyohime
Elizabeth y Kiyohime tenían otros planes, para disgusto de Ritsuka cuando no logró convencerlos de seguir las instrucciones del director.
-¿No deberían tener más influencia las palabras de nuestro Maestro? - dijo mash confundida y ante eso, Ritsuka no tuvo respuesta.
Elizabeth y Kiyohime corrieron directamente hacia donde estaban Jeanne, Jeanne Alter . Todos reconocieron que Lev era la mayor amenaza, y se hizo casi unánime dejar de lado temporalmente sus quejas.
- Oh oooh, gerente, no sabía que me trajiste una coprotagonista! - Elizabeth llamó a Ritsuka a pesar del tic que se formaba en la frente de Jeanne Alter por haber sido ignorada.
Kiyohime fue mucho más directo y miró a Jeanne Alter y luego a Lev.
- ¿Ese hombre es un mentiroso? - Ella preguntó.
El contexto eludió a Jeanne Alter, pero pudo ver un tipo de veneno sangrando en la forma de Kiyohime y respondió sin dudarlo.
- Sí. Sí, lo es - dio la respuesta
Kiyohime sonrió, una sonrisa, no una sonrisa, enviando involuntariamente un escalofrío por la espalda de Lev sin razón aparente. Sin embargo, fue entonces cuando todo comenzó a desmoronarse.
Independientemente del daño que Lev había sufrido antes, ya no podía aguantar como Jeanne Alter había predicho anteriormente, eso sin mensionar el ataque qué resientemente resivio qué sin duda fue el más poderoso.
La tensión bajo la que estaba el cuerpo físico de Lev ya no podía soportar la carga que se le imponía y comenzó a descomponerse rápidamente. La carne se desprendió, los huesos se ennegrecieron y se derritieron para revelar numerosos ojos con forma de diamante y una masa imponente más grande incluso que la sala del trono.
Se formó una fisura cuyo abismo parecía interminable a raíz de la transformación de Lev, aparentemente partiendo el castillo en dos desde la sala del trono.
Jeanne Alter, que era la más cercana a la fisura, se tambaleó mientras intentaba recuperar el equilibrio, mirando en estado de shock delante de ella.
- ¿Q-Qué es él? - Ella chasqueó la lengua con aprensión.
Para el resto que ya había visto esta forma en Fuyuki, no fue una verdadera sorpresa. En cambio, lo que los tomó por sorpresa fue el trozo considerable que faltaba en su lado izquierdo donde Archer había detonado un noble fantasma de rango A.
La herida estaba cubierta por una capa de sombras tenues que buscaban activamente curarla, pero carecían de energía suficiente para curar este tipo de herida.
- Saludos, puedes llamarme Dios Demonio Flauros - gruñó Lev antes de que todos los ojos en su cuerpo se centraran solo en Jeanne Alter.
- Repugnante - se estremeció Jeanne Alter, sintiendo que una extraña especie de presión descendía sobre ella, y ahí fue cuando sucedió.
Los ojos brillaron, y de repente una densa explosión de energía mágica estalló con ella en el centro. Intentó resistirse, defenderse, pero no se dio cuenta de un detalle crítico hasta que fue demasiado tarde.
¿Q-Qué fue esto? Desde la fuente de energía de su Spirit Origin, podía sentir que se establecía una atadura con Lev.
- ¡atrás! - Jeanne gritó en advertencia.
Por su parte, Jeanne Alter no necesitó que se lo dijeran dos veces, desafortunadamente, no tenía la misma fuerza que antes y vaciló. Sus tacones resbalaron debajo de ella, sus rodillas cedieron. El rayo de energía mágica golpeó su pecho y penetró por completo. El puro calor fue suficiente para prenderle fuego, gritos agonizantes escaparon de su boca antes de que el rayo continuara y extrajera un Santo Grial de la persona de Jeanne Alter.
La comprensión golpeó a Jeanne Alter en ese mismo momento cuando el Grial apareció a la vista; la fuente misma de su manifestación y ser, los puntos conectados entre Lev, un deseo, y Gilles, todo a la vez.
- Yo soy el falso - pensó jeanne alter.
El golpe fue demasiado en su angustia. Ardiendo de pies a cabeza, Jeanne Alter perdió el sentido de la conciencia y enviada a los lejos antes de que Jeanne pudiera alcanzarla.
- ¡Hermanita! - dijo jeanne.
- ¿¡ Quién es tu puta hermana pequeña!? - pensó molesta jeanne alter.
La oscuridad invasora y el dolor acre de la sangre chisporroteante era todo lo que Jeanne Alter podía experimentar.
... Ah, está sucediendo de nuevo.
Esta maldita sensación; esta recompensa sacrílega; carne y hueso como una pira; duele. Ella gritó en agonía, un tormento profano y desdichado que hizo que su cuerpo se retorciera y se retorciera, la piel se le pelara, los huesos se le ennegrecieran por las llamas que lamían hasta la médula.
Ni siquiera tenía fuerzas para maldecir en voz alta.
N-No más. No puedo, no otra vez.
Extendió una mano hacia su cielo , el pilar de apoyo que alguna vez le daria la salvación justo cuando caía por completo al abismo, pero fue en vano otra vez.
......
Si hay un Dios, seguramente, seré castigada.
Ella estaba ardiendo.
La sensación táctil de sus dedos rozando lo que supuso que eran cenizas, se había adormecido hacía mucho tiempo y, sin embargo, el dolor fantasma aún persistía. El aire estaba repleto de humo y la yesca de su cuerpo provocaba una neblina que oscurecía su visión a través de las llamas.
Estaba oscuro, tan terriblemente oscuro en las profundidades del castillo de Orleans, donde una fisura aparentemente sin fondo se abrió en dos por el descenso del Dios Demonio.
'Ah... Me duele.'
Ella se había dado por vencida. Tumbada boca arriba y mirando la luz distante que nunca volvería a honrar su forma abandonada, finalmente se dio cuenta de que había sido la Jeanne falsa todo el tiempo. La presencia del Santo Grial dentro de ella y la interacción entre Gilles y Lev eran pruebas más que suficientes para solidificar aún más su conjetura.
¿Su existencia, entonces, no tenía otro significado que su propio sufrimiento y animosidades?
Cerró los ojos con fuerza, sintiendo las llamas subiendo por su cuello y su cara. El delgado brillo de energía mágica que había estado manteniendo alrededor de sus órganos vitales rápidamente comenzó a desvanecerse de tal manera que el calor pronto se volvió insoportable.
Un escalofrío recorrió su espalda, la amargura y la angustia la asaltaron en igual medida.
¿Qué derecho tenía un falso a ser salvado?
Tal vez era solo otra razón por la que la luz del Señor nunca la alcanzaría, incluso ahora.
- ¡Jeanne! - llamo una voz vacía y carente de cualquier emoción.
Esa voz la llamó en el implacable silencio. Estaba distorsionado por el rugido del fuego en sus oídos, pero aún así estaba allí. Luego vino el movimiento, rocas y pedazos de escombros cayendo desde repisas invisibles hasta que el sonido del impacto y el rápido descenso de un pie cerca de ella se registraron en su mente. Estirándose para abrir los ojos, su visión borrosa se encontró con un violeta metalizado inquebrantable. Sin preocuparse por las llamas que la rodeaban, la levantaron hasta quedar sentada, con el hombro apoyado contra un amplio pecho.
- ¿quién eres? - volvió a preguntar mientras sentía como una aura cálida y de color rojiza la comenzo a rodear.
El silbido del vapor y el goteo de las gotas resonaron en el silencio de la oscuridad a su alrededor, pero a pesar de todo, Jeanne Alter se las había arreglado para abrir los ojos y ver más allá de la niebla de vapor.
La estaban acunando, cuidadosamente acostada de una manera que no irritaría las quemaduras en todo su cuerpo. Fue esta consideración innecesaria , este cuidado confuso , lo que debe haber estado jugando con ella porque dejó escapar un sollozo en silencio, una mano limpiando débilmente las lágrimas brillantes.
Ella no era Jeanne. Al menos ella no era la verdadera, pero los recuerdos que poseía y experimentaba eran tan reales para ella como lo podrían ser para cualquier otra persona.
Como no era la Jeanne original, no tenía ni idea de lo desesperada o emocional que Jeanne debía haberse sentido mientras se quemaba en la pira, pero para Jeanne Alter, todo lo que podía recordar de la experiencia era pedir la ayuda o la salvación de un Dios. eso no contestó.
La quema, el crepitar y el estallido de las llamas, y la desesperación de estar sujeta a todo eso mientras sabía de la traición de su gente era enloquecedor. Ayuda era todo lo que ella quería; que alguien detuviera el dolor, que la rescatara de ese tormento.
Esta no era la pira; este no era el campo de ejecución; sin embargo, de todos modos, los recuerdos llegaron espontáneamente.
Se preguntó cómo habrían resultado las cosas para ella, para Gilles y para su venganza si un hombre como el hubiera nacido en su época.
Motas doradas de luz comenzaron a elevarse gradualmente de su cuerpo parpadeando dentro y fuera de la existencia. Su origen espiritual se estaba desmoronando incluso sin las llamas y, sin embargo, extrañamente, ya no sentía remordimiento por salir de esta manera, su cabeza se recostaba hacia atrás para mirar el rostro del hombre que la acunaba suavemente en sus últimos momentos.
- Está bien. Estarás bien. Pensé que habías dicho que estabas hecho de una mierda más dura - el hombre trató de bromear, habiendo aprendido a incitar su orgullo aunque solo fuera para obtener una amenaza nerviosa y una réplica que ella nunca había cumplido.
Sus sollozos se suavizaron, su compostura volvió a ella en un instante de claridad.
Extrañamente, ella no estuvo a la altura del desafío, frunciendo los labios mientras continuaba mirándolo casi cautivada.
Un suspiro salió de los labios del hombre su cabello largo se desvaneció y una mata de color azabache le dio la bienvenida e hizo lo mejor que pudo y en su rostro dibujo una sonrisa radiante.
- ¿Por qué viniste? - Su voz salió como poco más que un graznido, ronco y seco. La respuesta fue aún más simple de lo que ella esperaba.
- Estabas gritando - dijo simplemente. El peso de esas tres palabras por sí solas fueron como martillos en el ser de Jeanne Alter.
- Por una razón tan estúpida - pensó jeanne alter atónita.
- No creo que nadie debería estar gritando así. Nunca - susurró, apretando las manos en puños. O lo habrían hecho si no la estuvieran reteniendo. En cambio, sintió el escalofrío que recorrió su cuerpo.
- Cómo han cambiado las tornas - ella se rió entre dientes, jadeos lastimosos contrarrestados por una creciente sensación de inquietud y disgusto personal.
- Puedes matarme ahora, ¿sabes? No más amenazas contra tu vida; no más comentarios mordaces; no más perras exigentes que te dan órdenes - dijo jeanne alter
- no fue tan malo - sonrió goku.
- bastardo masoquista - ella gruñó.
Una ráfaga de arena dorada detuvo la conversación entre ellos, lo que provocó que Jeanne Alter se mirara a sí misma y a su cuerpo que se desvanecía rápidamente. Esto fue. Su Spirit Origin estaba colapsando rápidamente, sus pies ya se habían desvanecido, las motas de luz envolvían su cuerpo y armadura.
Con la fuerza que le quedaba, empujó a goku y resopló, no dispuesta a soportar la expresión que él le estaba lanzando. Odiaba la piedad más que nada, especialmente cuando estaba dirigida a ella misma. Ya había visto suficiente de la Jeanne original. Ella tampoco lo necesitaba de goku . Ella no lo quería, lo que quería era-
Ella negó con la cabeza y lo miró fijamente.
- Me estoy muriendo - dijo rotundamente.
- Algo con lo que estoy familiarizado - extendió su mano jeanne alter miro el daño que gradualmente se extendía por su brazo sin embargo el se encogió de hombros y no le dio más asunto.
- Mi Origen Espiritual está hecho añicos. No hay nada que hacer - siseo jeanne alter.
- Sabes que eso no es cierto. Puedo ayudarte hablare con ritsuka tal vez te acepte Aunque ya tenga un Servant, aún pueden formar un contrato a través de la energía mágica que Chaldea le proporciona - sugirió goku.
- y que hay de ti - la mirada de jeanne alter se desvío al sentir la mirada de goku sobre ella.
- no tiene sentido, estoy condenado - murmuró goku aun así ella lo escucho.
- y te la llevaras contigo eres un sádico - jeanne alter se burlo del hombre.
- ja , no pretendo hacer eso solo era un capricho suyo nada más - respondió goku con tranquilidad.
- oh, Si eres el Maestro de berserker, entonces que estés aquí es prácticamente mi sentencia de muerte. Es probable que esté recorriendo las habitación del castillo en busca de su maestro - dijo jeanne alter.
Era un punto justo, pero con un defecto evidente que ni ella ni goku obviamente pasarían por alto.
- No, espera. Ya que eres realmente el maestro de berserker , ¿por qué no la llamaste a tu lado con un hechizo de comando antes... oh,! Jejeje jeje - jadeó ella, mirándolo fijamente casi acusadoramente.
- ¿Estabas preocupada por mí? - lo miro jeanne alter
Su silencio era revelador, aunque extrañamente reconfortante, ya que solo Gilles se había preocupado e inquietado alguna vez por su bienestar. Por desgracia, tales sentimientos estaban fuera de lugar.
- Bueno, no deberías. Estoy bastante seguro de que soy la falsa Jeanne. Ni siquiera existo, no como Gobernante o como Sirviente en el Trono más allá del tiempo y el espacio - explico jeanne alter.
- ¿Y? - respondió goku el lo sabía mejor que nadie algo no existe no quieres decir que no pueda hacerlo, el y su contraparte era una broma a la misma existencia.
- ¿Qué quieres decir con y?! Argh, no puedo lidiar con esta estupidez en este momento. ¿Qué no entiendes? ¡Tus preocupaciones están fuera de lugar! Soy un asesino, asesino de miles, destructor de Francia, y- tu..." - se desvaneció, dejando sus palabras sin decir.
- ¿Soy qué? ¿Demasiado imbécil? - dijo goku con un suspiro. - no soy perfecto, pero quien lo es jaja, además mi situación no es la mejor - miro al cielo con tranquilidad.
- algo me dice que tu vida esta más jodida qué la mía - ella se burlo de goku.
- carajo tienes razón jajja - no había alegría en esa risa sino desgana.
Jeanne Alter no tuvo refutación. No había dudas en su mente de que el conteo de muertes del hombre frente a ella era alto, quizás incluso más alto que el suyo, dada la duración de la invocación de Jeanne Alter.
Entonces, ¿goku estaba insinuando que, independientemente de lo que había hecho, todavía valía la pena salvarla?
- si yo aun estoy a tiempo, qué hay de ti - indagó jeanne alter mirándolo.
Hubo un parpadeo por parte de goku luego dos y por último tres sin embargo no hubo palabras.
- Estás dudando - se burlo jeanne alter
- No estoy dudando. No pongas palabras en mi boca - goku gruñó con algo de molestia.
- ¿O tal vez no ves tu propio valor? - Dijo de repente jeanne alter dándole una pausa.
- que clase de valor tiene un monstruo como yo - dijo goku con desgana.
- Entonces, ¿la emoción que estás sintiendo también es falsa? En verdad, podrías haberme permitido disiparme hace mucho tiempo con el estado en el que se encuentra mi Origen Espiritual, pero todavía estoy aquí - dijo jeanne alter burlándose del hombre.
El se congeló. Sus cejas se fruncieron, sus dedos se cerraron en un puño fuertemente debajo de ella mientras que observaba UE más de la mitad de su cuerpo ya se había desvanecido. Necesitaba desesperadamente energía mágica ahora más que nunca sin embargo el seguía poniendo escusas.
- Si te llamas a ti mismo un monstruo, soy uno tanto como tu - razono jeanne alter.
- crees saber lo que es ser un monstruo - goku indagó con tranquilidad.
Ella le dio una sonrisa de comemierda a lo cual el no pudo evitar esfozar una sonrisa igual.
- bien bien te entiendo - dijo goku mientras que el santo grial qué tenía en su interior se manifestaba y caía sobre ella.
- muéstrame - el dijo solamente y una luz rodeo el lugar.
Su origen espiritual destrozado como gobernante fue descartado y reemplazado por una nueva clase que la representaba mejor y vinculaba su existencia a un sentimiento que conocía muy bien. Sus quemaduras sanaron, su cuerpo se bañó en un suave resplandor que pronto se atenuó y la reveló con una prenda más holgada y un cabello un poco más largo, pero todos estos cambios no significaron nada para ella en comparación con la creciente sensación de nostalgia.
Esta mano, este calor, era como la luz que vio y sintió ese día.
Su boca se abrió y se cerró, pero solo se escuchó el silencio mientras aquella luz dorada aun se veía en el lugar
Ella se rió locamente envuelta en un aura de llamas y mirando a gokj con una expresión complicadamente difícil de discernir. Ya no estaba bañada en la falsa rectitud y benevolencia de un Servant de la Clase Gobernante, sino en la furia ardiente de un infierno abrasador.
- Servant Avenger, Jeanne d'ark - se presento con toda la formalidad posible mirando hacia donde se estaba produciendo toda la pelea, y luego miró a goku .
Ella extendió la mano hacia él, con altivez, pero ocultando la inquietud que sentía ante la perspectiva del rechazo. Sin embargo, todo esto cambió en el momento en que colocó su mano en la de ella sin desprecio ni burla, mirándola por lo que era y aceptándola en su totalidad.
Si hay un Dios, ¿es así como se siente la salvación?
"¡Regocijemos en las cenizas de nuestros enemigos!"
Ella lo empujó hacia adelante en su abrazo, aferrándose a él y preparándose para salir de la oscuridad y volver al corazón del conflicto.
Si ella 'accidentalmente' acarició su mejilla contra la de él en el proceso, bueno, goku no dijo nada para que el rojo de su rostro estallara en llamas y los matara a ambos.
Conociéndose a sí misma, honestamente era bastante probable.
Goku solo contemplaba lo que se desarrollaba tal vez algo bueno saldría de esto.
Escapo del abrazo de jeanne alter para su confusión sin embargo la tomo de la mano.
- lista - sonrió con burla goku.
Hubo un parpadeo por parte de jeanne antes de salir disparado hacia Adelante con más fuerza para su sorpresa.
Una maldición y un chillido fue escuchado por goku mientras que una lanza se hacía presente en su mano derecha e incrementaba la velocidad.
Al llegar...
Los fuegos hacen estragos en esta tierra aburrida y tibia, humo acre que se eleva desde las profundidades más allá de donde la luz más brillante es apagada por la oscuridad. Oh decreto sacrílego, oh odioso despecho y repugnancia en la médula contaminada del hombre, arde. ¡Quemar! En este fuego profano, en la retorcida idea de miseria de este blasfemo, ¡baile y juegue sobre esta pira!
'Todo el mal se reunirá aquí...'
Una erupción de energía y poder mágicos abrasó el aire desde la apertura de una gran fisura en el palacio de Orleans, donde una llama roja parpadeante se hizo cada vez más grande, cada vez más fuerte. El calor abrasador de todo distorsionó el aire, creando espejismos del infierno de un pecador.
- ¡Esta llama...! - Los ojos de Jeanne se abrieron desde donde estaba peleando mientras los Servants y su misma abominación se congelaron.
De las cenizas, Jeanne Alter se levantó; su cabello largo y pálido revoloteaba en el resplandor, una mueca confiada adornaba sus labios. El sonido del metal hizo eco, una espada floreció y se alzó en la ira ardiente de la malicia.
- ¡Apunta al Grial en su núcleo! - archer gritó a la vez. No podía permitir que Lev tuviera tiempo para recuperarse de este asalto.
Debido a la ofensiva combinada todos los Servants y Archer, se había abierto una brecha a través de la densa amalgama de energía mágica de Lev. Era un agujero no más grande que la cabeza de un hombre, pero más allá yacía el brillo del Santo Grial brillando dentro del núcleo de Lev donde Archer había herido a Lev críticamente anteriormente.
Jeanne Alter no dijo una palabra, mirando a Lev con una expresión que desmentía la vendetta formada entre ellos. El odio y el desprecio eran espíritus de venganza, y ella, su árbitro y cobrador.
Ha llegado el momento de la retribución.
Las llamas respondieron, crepitando y retorciéndose; los zarcillos se extendieron hacia los cielos arriba y profundamente en el suelo bajo sus pies. Se formaron montículos alrededor de Lev, burbujeando en pozos anaranjados brillantes antes de explotar en pilares, torrentes de fuego estallando en una jaula.
"¡No!"
Por primera vez desde su aparición, el comportamiento de Lev vaciló. No había manera de acelerar su proceso de curación, ni había un medio para subvertir el daño que Archer ya le habían hecho. No podía moverse ni presentar una defensa razonable aunque quisiera. Simplemente no había escapatoria, y todos podían ver esto.
- ¡Hace mucho tiempo que tu camino llegó a su fin! ¡Escúchame como el Santo de los Condenados! ¡Te concederé tu merecido en el caparazón ennegrecido de tu muerte! - canto jeanne alter
Los fuegos se intensificaron, gotas de calor en espiral que producían brasas que bailaban en el viento.
'Toda mi rabia...'
¡Carne y sangre como yesca!
'Toda mi ira...'
¡Huesos y piel como carbón y combustible!
Su espada apuntó hacia adelante, dirigiendo la masa de fuego congregada detrás de ella hacia un infierno furioso que se extendió por todo el campo de batalla sin importarle a nadie en su camino.
Lev rugió. Si no podía defenderse, entonces Lev optaba por atacar sin dudarlo. Los numerosos ojos sobre su cuerpo se estrecharon sobre Jeanne Alter y produjeron una esfera de potente luz demoníaca. Arcos de relámpagos y electricidad surgieron en espiral desde su origen, sofocando a todos en su vecindad y zumbando con el potencial de matar a todos y cada uno de los atrapados en su resplandor.
[La luz que vieron ese día, otorgándoles tanta alegría y dicha...]
Una figura se movió sin cuidado ni vacilación, poniendo a la abominación a su disposición. Altísimos tentáculos se levantaron y se enroscaron alrededor del ataque de Lev, chisporroteando y quemándose sin pensar en las consecuencias.
Las llamas que corrían instantáneamente cruzaron la distancia, el paisaje se hundió en los pozos del infierno y la condenación. El tintineo de las grebas con tacones resonó en el infierno, la energía mágica estalló en su totalidad sobre un solo punto.
Una vez más, Lev y Jeanne Alter se pararon uno frente al otro.
El demonio grita desde dentro del abismo, expulsado de la gracia, y acogido sólo por el tormento. ¡Ama cruel, jueza de los injustos, los lamentos inaudibles de los miserables y los falsamente execrados proclaman aquí sus agravios!
-¡Este es el aullido de un alma llena de odio! - canto jeanne alter.
- esta es la luz que briilara hasta los confines del mundo, ¡Rhongo! - la atención de mucho cayó sobre el hombre y la lanza dorada qué corría en el misma dirección que lev
Las llamas rugieron en ascenso, ansiosas e impacientes, se formaron en varias imponentes estacas de púas malditas que brillaban en el crepúsculo.
¡Ruge, oh Rabia Mía!
"¡La Grondement Du Haine!"
Las llamas envolvieron todo dentro de sus pilares. La piel se peló, la carne chisporroteó y las estacas con púas que se avecinaban atravesaron a Lev desde el suelo, cada una golpeando el Santo Grial en su centro. Uno, luego dos, cada nueva estaca empujó el Grial más y más lejos del cuerpo de Lev hasta que la última estaca atravesó todo el camino y desalojó el recipiente mágico.
Era cierto que Lev poseía una reserva mágica mayor que todos los presentes juntos, pero también era cierto que necesitaba el Grial. Sin el Grial para ayudar a estabilizar y atar la existencia ya desmoronada de Flaurus, poco podía hacer para mantener su forma.
- ¡No! ¡T-tú pero estabas muerto! - prácticamente aullo
En una táctica desesperada, Lev trató de alcanzar el grial descendente, pero una flecha disparada rápidamente hizo imposible la idea, cortesía de un Archer jadeante.
En ese momento sintió un ardor en su abdomen qué le quemaba bajo sus ojos lo vio, el hombre que portaba la lanza del fin y lo comenzó a arrestar al cielo
- mynian - exclamó goku desatando la luz del fin sobre el demonio
Presa del pánico, Lev solo pudo volver su mirada hacia la abundante cantidad de wyverns en el aire con Fafnir ocupado con Sieg. Sin embargo, incluso eso fallaría en la más improbable de las intervenciones.
En la lejana ladera, una figura noble cubierta de plata que portaba el estandarte del Santo de Francia impartía sus órdenes.
- ¡Por la Santa Doncella, por Francia! ¡Fuego! - diría Saber gilles.
Los ojos de Jeanne se humedecieron de emoción ante la voz.
El atronador zumbido de la pólvora resonó más allá de la extensión, las balas de los cañones golpearon a los wyverns y los alejaron demasiado para que Lev pudiera influenciarlos o alcanzarlos. Por lo tanto, la última fuente de energía que Lev estaba tan desesperado por asimilar fue rechazada y extinguida por los simples humanos de esta singularidad que nunca había considerado una amenaza.
- ¡E-Esto no es posible! ¡No puedo aceptar esto! - gruñó lev
Incluso con todo su poder acumulado, Archer ya le había dado a Lev un golpe letal en Fuyuki. Su forma no pudo aguantar más y comenzó a disiparse en partículas que flotaban en el viento.
Pero este hombre que era el y donde salio fue un gran obstáculo.
Ver esto y la derrota de Lev no podría haber sido más eufórico para Jeanne Alter.
- ¡Aplausos! ¡Un aplauso para nuestro odio! - jeanne alzó Su espada en el aire, su bandera ondeando a su lado mientras reía locamente en los fuegos, deleitándose en su triunfo.
.....
El grial desprendido flotaba en los brazos de Olga donde temblorosamente extendió sus manos y lo ahuecó sobre sus palmas. Ella se estremeció, sus labios se fruncieron, pero más que nada, sus ojos brillaban con júbilo.
Misión cumplida.
El alivio se apoderó visiblemente de todos los presentes, trabajando a través de sus sistemas y aliviando las tensiones. Incluso Archer dejó escapar una suave sonrisa y no se molestó en comentar sobre la felicidad infantil de Olga ante el éxito. Honestamente, es probable que Archer no hubiera sabido qué pensar si alguna vez hubiera descubierto que la mayor parte de la emoción de Olga se originaba en el deseo de ser elogiada. Si alguien la elogiara en este momento, prácticamente se iluminaría, radiante de orgullo y propósito, todo el tiempo negando todo por el bien del profesionalismo y la imagen.
.....
Lev fue derrotado.
"Francia está salvada", susurró Jeanne antes de sonreír. Saber Gilles se dirigía rápidamente hacia ella, y prácticamente nada podría arruinar su estado de ánimo en este momento.
Mirando a sus aliados, Jeanne pudo ver a Martha llamando a los dos Sirvientes con los que había llegado, a saber, la Reina María Antonieta y Amadeus Mozart. Mash y los demás se estaban reorganizando, pero Jeanne se divirtió al darse cuenta de que Mash estaba principalmente tratando de sacar a Ritsuka del alcance de Kiyohime y Elizabeth y fallando.
Sonriendo para sí misma, Jeanne dejó escapar un suspiro que no sabía que había estado conteniendo.
- Por fin ha terminado - dijo jeanne
- ¿ Se acabó? - pregunto una voz familiar.
Jeanne se quedó inmóvil, enraizada. ¿Cómo pudo haberlo olvidado? Temblando, giró la cabeza en dirección a las llamas parpadeantes donde vio a Jeanne Alter mirándola fijamente.
- oh vamos es enserio - dijo goku prácticamente volando a su alrededor.
- piérdete o acaso te interpondrás - gruñó jeanne alter fulminandolo con la mirada.
Sin embargo el le sonrió con tranquilidad.
- para nada, solo vengo a despedirme - dijo goku con una sonrisa.
- te vas - jeanne alter entrecerro los ojos en una mirada aguda.
El solo se encogió de hombres.
- ritsuka te encargo a Martha - el sonrió mientras que el sello de comando de su mano se desvanecia y pasaba al joven quien no tenía ni idea de como hizo eso.
- bien es hora de irme - chillo el hombre en alegria.
- espera - gruñó la voz de jeanne alter.
- oh vamos mujer ahora que pasa - dijo goku.
- jamás me respondiste quien mierda eres - dijo jeanne alter mirándolo fijamente.
Era verdad jamás se lo dijo, no tenía el por que no era nadie para él solo era un reflejo de quien fue alguien quien conoció.
Aun así esta vivencias le esceño más de lo que creyó, aveces creía que su suerte era tan mala o incluso era una bendición sin embargo eso no importaria al final solo había un destino para él.
Le dio una sonrisa mientras se daba la vuelta.
- tendrás que esperar a que nos volvamos a ver - goku dijo con tranquilidad.
- tu destino es la muerte y aun así crees que nos volveremos a ver - espetó jeanne alter.
Goku quién seguía mirando el cielo solo pensó en sus palabras detenidamente y se volteo a mirarla.
- aunque el destino este escrito, lo cambiaré por uno mejor - goku le sonrió con alegría.
No hubo más palabras por parte del hombre mientras aun la miraba, jeanne alter solo vio como el mismo cielo se partió tras el y el infierno literalmente encarnado en miles seres de naturaleza abuminables lo tomaban en sus manos.
Los ojos de jeanne alter se abrieron pues al simultáneo doce pares de alas doradas fueron desplegadas liberandolo y el voluntariamente se entrego al infierno.
......
Fuyuki 1994....
- como que ya se tardó más de lo necesito no creen - dijo gudao mirando a los Servant.
- dale tiempo ya aparecerá - dijo jeanne con tranquilidad.
- no crees que algo malo le pudo pasar - dijo gudako.
- ja, ese perro es más recistente qué las cucarachas volverá eso es seguro - gilgamesh se burlo.
- de verdad - sonrió gudako con nerviosismo.
- cállense o los mataré - gruñó evil goku arto de todo ese escándalo.
Los máster se estremecieron mientras que los demás solo lo ignoraban.
- esta gente es muy confianzuda - dijo evil goku.
- no les parece que esto está muy calmado - dijo scathach con tranquilidad.
- ja todos estan persiguiendo a goku dudo que siquiera nos presen atención - se burlo evil goku.
- osea si vuelve..... - dijo Arturia.
- si Arturia el infierno volverá con el - sonrió con malicia evil goku.
Antes que alguien pudiera decir algo más miles de energías malignas se hicieron presentes en el lugar y del cielo una figura envuelta en una luz plateada se acercaba a una velocidad alarmante hacia los demás.
- oh hablando del diablo - murmuró evil goku.
Frente a ellos goku se hizo presente con un aspecto un poco más acabado, su brazo destellaba en luz mientras las grietas se extendían ya por su cuerpo.
No dio ni una palabra y solo poso su mirada en evil goku quién tenía una ceja arqueada.
- no habrá vuelta atrás - dijo con seriedad el oscuro saiyajin.
No hubo respuesta por parte del guerrero solo un pendiente que era sostenido en sus manos sin decir una sola palabra más se lo llevo a la oreja izquierda.
- oh es verdad se los robe a zarama - la sonrisa de comemierda en su rostro fue suficiente para para sacar de quisio a goku.
- maldito hijo de puta - gruñó antes de lanzarse al guerrero quien se burlo colocándose su pendiente en la oreja derecha.
En un estallido de luz tan grande que ilumino gran parte de la cuidad una nueva figura se ergia.
Una sonrisa arrogante en su rostro y una mirada oscura en sus ojos daban a conocer al nuevo guerrero.
- y tu quien eres - dijo jeanne mirándolo.
- yo soy el encargado de acabar con esta mierda - se burlo el nuevo ser con arrogancia.
Si fue forzado pero ya me estoy quedando sin ideas y este arco se alargo demasiado incluso para mi gusto.
Como sea espero que les guste.
Hasta la próxima.
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