El ejército de la Luz

- Entonces debemos regresar a Azeroth. Reuniremos a todas las naciones para la guerra - dijo Alleria.

- No será suficiente - dijo Xe'ra.

- Tendrá que bastar - dijo Alleria.

La voz del ser estaba cargada de angustia.

La Legión está lista para su Cruzada Ardiente contra tu mundo. Solo necesita un camino. La Horda casi le consiguió uno. Surgió una visión: un brujo orco, encorvado y deformado, escapando de la Horda. Turalyon
lo reconoció: era ese al que llamaban Gul'dan.

Su arrogancia fue su fin. De haber triunfado, todo se habría perdido. ¿Pero cuánto tiempo ha pasado desde que la Horda abandonó Azeroth?

- ¿Cuántos años en tu mundo? - indagó Xe'ra.

- Un poco menos de tres - respondió Turalyon.

- La Legión se ha preparado durante décadas para otras formas de guerra - dijo Xe'ra.

- No entiendo - dijo Turalyon.

Las corrientes del tiempo siempre avanzan, pero las fuerzas del Vacío Abisal son impredecibles. Mira.
Otra visión cobró vida: apareció un océano gigante, donde Alleria y Turalyon contemplaron un vórtice enorme que agitaba las aguas. En el torbellino había dos trozos de madera a la deriva, uno en el borde, donde las aguas eran tranquilas, y otro cerca del centro. El del exterior se movía de manera lenta y perezosa. El del centro se sacudía violentamente, rodeando el vórtice una y otra vez. Las tormentas sacudían las aguas y precipitaban las corrientes, agregando aún más caos al sistema.

Poco a poco, Turalyon comenzó a comprender. El mismo océano y las mismas aguas, pero afectados de distinto modo por las mismas fuerzas. Azeroth se movía más lentamente que las partes turbulentas del universo.
La Legión Ardiente tiene todo el tiempo que necesita para prepararse para la guerra.

Sus víctimas nunca tienen tiempo. Ustedes gozan de un mundo repleto de luces brillantes, pero no está listo. La visión cambió: una prisión-túmulo subterránea. Había un elfo, solo en una celda, con el rostro helado. Turalyon sintió el odio y la determinación en su alma.

Algún día la Luz purificará su corazón atribulado, y él se convertirá en nuestro campeón más grande. Él destruirá a la Legión Ardiente.

La mente de Turalyon se vio invadida de preguntas.

- Entonces... ¿por qué la Legión nos teme? - preguntaría Turalyon.

- Cuando abandonaron su mundo, nuevas posibilidades poblaron los vastos dominios del destino. La esperanza brilló en el futuro por primera vez en eras. Sus luces recorrían juntas el cosmos. Se aventuraron hasta llegar a... algo más. Algo nuevo. Algo que creo que yo no debía ver. Una estrella esmeralda. Apareció por un instante fugaz, y luego desapareció - dijo Xe'ra.

- ¿Qué era? - dijo Alleria.

- No lo sé. Algo que la Legión ha ocultado de todo ojo avizor. Cuando lo alcancen, creo que finalmente descubriremos cómo derrotar a la Legión Ardiente. Los demonios también lo saben. Por eso enviaron a un asesino para matarlos - dijo Xe'ra.

Alleria dejó escapar una risa.

- No les salió muy bien. Ahora está muerto. Ese demonio está muerto - dijo Alleria.

- No estoy de acuerdo - dijo Xe'ra ganandose la atención de la Elfa.

- Solo destruyeron un conducto. El alma del demonio regresará al Vacío Abisal. Con el tiempo, volverá a vivir y reanudará la misión que le encomendaron sus amos: extinguir la esperanza de dos luces brillantes - dijo Xe'ra.

Alleria se mantienia traquila pensando cuidadosamente en las palabras que dijo ella, vasio avisal, ya lo había escuchado antes una leve mirada fue enviado al joven saiyajin quien se mantenía al margen de esto pues sea lo que sea que esté haciendo, esto no le llamaba la atención.

- el dijo que destruyó su cuerpo y alma, supongo que ese asunto deberia estar resuelto - dijo Alleria mirando al saiyajin.

- eliminar un alma es imposible, nadie jamás nunca a podido hacerlo - dijo Xe'ra con tranquilidad.

- no, es correcto, borre su alma de la creación, el no podrá volver porque absolutamente nadie puede volver de la nada - respondió el saiyajin con una mirada inexpresiva.

Xe'ra miraba a este joven, ese cabello, esa aura, esa esencia, tenía una inimaginable poder sagrado pero no era luz entonces que era.

- ¿Que eres chico? Pareces un mortal común y corriente, pero tú esencia es la de un poder absoluto - dijo Xe'ra.

- me gustaría responder, pero les informo que está plática ya no es privado - dijo Goku sin expresión alguna mientras volteaba su miraba hacia un lugar del ya destruido Draenor.

Este extendió su mano y una esfera de energía salió disparado hacia los árboles a la alejania, en menos de un segundo una explosión cubrió la zona entera de una inmensa luz, cegando a todos momentáneamente.

- ¿escapó? - dijo Goku un poco confundido al respecto pues la presencia que sintió desaparecio más no murió de eso estaba seguro - ya regreso - mavullo mientras desaparecia del lugar.

El asombró era palpable pero tenían más asuntos por resolver.

- Tenemos un hijo - interrumpió Alleria.

No sabía en qué creer, las palabras de ese chico o las palabras de la madre de la luz.

Xe'ra dejo aún lado eso y centro su atención en Alleria.

- Lo sé. Les pido un terrible sacrificio - decía Xe'ra.

- No entiendes. Si los dos hubiéramos muerto aquí, Arator habría crecido huérfano. Y aun así lo abandonamos. Mira mi corazón. Mira mis motivos. - dijo Alleria.

- Veo amor, puro e inmaculado - dijo Xe'ra.

Turalyon sujetó la mano de Alleria y la apretó con fuerza. Alleria hizo lo mismo.

- Haría cualquier cosa para proteger a Arator, para proteger mi pueblo y mi mundo. Mientras haya enemigos decididos a destruirlos, no descansaré. Entregaré mi vida si hace falta. Pero sé que volveré a ver a mi hijo. Lo he sabido desde el momento en que decidí partir de Azeroth - dijo Alleria.

- Me alegra. Aunque aún no conoces la Luz, ya ha empezado a hablarte - dijo Xe'ra.

- Tenemos que hallar al resto de la expedición de la Alianza. Si la Legión nos teme a nosotros dos, temblará cuando marchemos juntos - aseveró Turalyon.

- Ellos tienen su propio destino. Habrá muchas guerras en su mundo, y en este, mientras ustedes no estén. Ellos tendrán su oportunidad de ayudar a Azeroth - dijo Xe'ra.

Silvannas aún se mantienia en silencio pues esas palabras chocaron en su mente, la plaga, la caída de Silvermoom, la legión, si Azeroth estaba por pasar por mucho.

Goku estaría cerca del lugar pues no encontré nada cerca de la explosión, solo un poco de sangre en el lugar pero sin duda alguna lo que los estuvo mirando escapo.

- estas segura que no se los dirás - dijo Goku miéntras se acercaba a la Elfa pelirubia.

- no sabemos que puede causar lo que yo les diga, es mejor que no lo sepan - dijo Silvannas seriamente.

- ya veo, bueno tienes razón no muchos deberán conocer el futuro - dijo Goku miéntras la miraba.

- ¿Futuro? ¿Que quieres decir con eso? - dijo Silvannas con seriedad.

Goku señaló en una dirección, confundiendo a Silvannas por su acción.

- y eso debería decirme algo - dijo Silvannas con algo de sarcasmo y molestía.

- por allí está Azeroth, pero en ese lugar también está tu presencia, viajamos al pasado pero no de la realidad en la que estábamos - dijo Goku traquilamente.

- podrías ser más claro - dijo Silvannas con seriedad.

- el Omniverso es infinito, y los megaversos también, una realidad abarca miles de millones de universos, básicamente son varias dimensiones, que comparten una misma esencia, eso quiere decir que lo único que no fue destruido de este reino fue el tiempo - dijo Goku seríamente.

- ¿Reino? ¿Tiempo? No comprendo nada de lo que dices - dijo Silvannas mirandolo con seriedad.

Goku suspiró profundamente pues no tenía ni el suficiente conocimiento como para explicarle eso, Ni la pasiencia para hacerlo.

- olvídalo, estamos a salvo por ahora - dijo Goku miéntras suspiraba.

- ¿que pasó con él? - Indago Silvannas con seriedad.

- sabe que no he muerto, pero dudo que trate de buscarme, necesita perfeccionar su poder y eso le llevará tiempo - dijo Goku traquilamente.

- y que pasara cuando perfeccione su poder - indagó Silvannas con seriedad.

- no lo sé - respondió Goku sin interés alguno.

Ella no le dio más asunto al tema, pues aún estaba molesta sino que furiosa con el, por lo que había causado pero acaso podía culparlo realmente.

- y me dirás qué es ese poder del que tanto huyes - indagó Silvannas un poco calmada.

Ella necesitaba saber las razones siquiera para odiarlo, no a hecho nada malo, y si le dolia la destrucción de Azeroth pero había algo oculto detrás de eso.

- hace mucho tiempo atrás, deje todo lo que quería para obtener más poder - dijo Goku traquilamente.

- ¿con que fin? - dijo Silvannas mirandolo figamente.

- salvarlos a todos - dijo Goku traquilamente.

- de que - dijo Silvannas.

- de un demente que enloqueció y trataba de destruirlo todo - dijo Goku traquilamente.

- por qué no me sorprende - dijo Silvannas con tranquilidad.

- el mundo está lleno de personas raras y peligrosas pero el universo escunde misterios que no nos corresponde averiguar - dijo Goku traquilamente.

- eres muy extraño, eres un Dios pero parece que destestes la vida - dijo Silvannas mirandolo figamente.

- no la detectó, solo ya estoy decepcionado de ella - respondió Goku con una extraña seriedad.

Silvannas se mantuvo en silencio absoluto sin decir nada, pues no tenía nada que decir ante esas palabras, ella ya lo perdí todo pero parece tomarlo mejor que el saiyajin.

- ¿Pues cuenta perdió para pensar así? - pensó Silvannas mirando al saiyajin.

- lo perdí todo en un solo día - respondió Goku alejandose del lugar.

- ¿Eh? Acaso... - dijo Silvannas sorprendida.

Ante esto Goku se detuvo y sin voltearla a ver respondió.

- si leí tu mente, no me gusta hacerlo, pero tú mirada me está molestando, si fue mi culpa que ya no exista ese mundo pero no me veas como si fuera un mounstro, trato de seguir adelante solo por una promesa que le hice a alguien que ame, pero con cada día me siento más miserable, preguntándome por qué yo aún estoy con vida y ellos no - dijo Goku quien se alejó del lugar dejandola sola.

- tiene razón, talvez lo estoy juzgando sin siquiera saber la verdad - pensó Silvannas con tranquilidad.

Devuelta con Alleria, Turalyon y Xe'ra...

Ellos miraron como el saiyajin se acercaba a ellos aún manteniendo esa inexpresiva miraba, acercándose a uno de los árboles del lugar este se arrimo a uno de ellos y cruzó sus brazos sin dale más asunto a ellos.

Seguido de eso Silvannas se acercó.

La conversación siguió durante horas. Al final, Alleria y Turalyon tomaron una decisión.

Una decisión terrible e imposible.

Una decisión necesaria.

Una falla se abrió cerca. De ella surgía una Luz brillante que iluminaba el mundo devastado.

- Volveremos a ver a nuestro hijo - dijo Alleria.

- Luz mediante - dijo Turalyon.

Avanzaron sin dudar.

Había muchos esperando al otro lado para recibirlos. Lothraxion estaba allí, con una amplia sonrisa. Xe'ra flotaba sobre ellos, su presencia era una señal de esperanza en un universo que la necesitaba desesperadamente.

- Bienvenidos, Alleria y Turalyon. Bienvenidos al Ejército de la Luz.
Bienvenidos a casa - decía Xe'ra.

La falla seguía abierta, de la cual dos personas más se hicieron presentes.

Todos los guerreros de la luz lo sintieron, una abrumadora presión de uno de ellos, todos se pusieron en guardia absoluta, se veía inofensivo pero no lo era, estarían dispuestos a atacar en cualquier segundos, pero este los volteó a ver.

- sucede algo - indagó Goku con una mirada muerta.

Todos estaban petrificados, era como si una bestia quisiera destruirlo todo ante el menor movimiento, esos imponentes y vacíos ojos plateados demostraban obsoleto poder.

- siempre eres tan popular - dijo Silvannas al ver esa reacción.

- solo si creen que soy una amenaza - sinseo Goku traquilamente.

- ya veo - dijo Silvannas con tranquilidad.

La falla se cerró tras ellos, pues ya no había marcha atrás ya estaban allí..

- bienvenidos Silvannas Brisavelos y.... - decía Xe'ra mirando al saiyajin.

- Goku....Son Goku es mi nombre - dijo el antiguo hakaishin con una expresión aburrida.

- Son Goku, Silvannas Brisavelos, bienvenidos al ejército de la luz  - dijo Xe'ra.

- gracias - decía Silvannas con tranquilidad.

Goku no respondió nada ante esto y solo miro a este extraño ser, había algo extraño en sea lo que sea ese ser.

- Esa presencia - susurró Goku mirandola fijamente.

- ocurre algo - dijo Xe'ra.

- no nada - dijo Goku sin interés alguno.

Dejando aún lado esto Xe'ra volteó hacia Alleria y Turalyon.

- Adelante, Turalyon, hijo de Dorus. Ha llegado la hora - decia Xe'ra.

Turalyon avanzó hacia la columna de la Luz. No estaba solo. Alleria estaba a su lado.

- La Luz depara diferentes caminos para sus hijos. Cuéntanos cómo te trajo hasta aquí - decía Xe'ra.

- Nací en el seno de la nobleza de Lordaeron. De niño, estudié la filosofía de la Luz y me convertí en sacerdote para sanar a enfermos y heridos. Me levanté en armas cuando invadieron mi mundo y, junto a mis hermanos de la Mano de Plata, aprendí a blandir la Luz en la batalla - decía Turalyon.

- ¿Y qué harás ahora? - dijo Xe'ra.

- Serviré a la Luz hasta el día que muera. Lo juro - dijo Turalyon.

- Entonces recibirás la bendición de la Luz. Prepárate - dijo Xe'ra.

Alleria tomó suavemente las manos de Turalyon. Él tenía las palmas hacia abajo y ella hacia arriba. Estaban de pie, frente a frente, y la Luz los iluminaba.

- ¿Estás nervioso? - preguntó Alleria.

Turalyon sonrió.

- Así es - respondió Turalyon.

Los envolvía el murmullo suave de la presencia de Xe'ra.

- Tu antigua vida ha llegado a su fin.
La Luz te otorgará una nueva - murmullo Xe'ra.

Ante la vista de Silvannas solo era una simple ceremonia para otorgarles de poder sagrado.

- Estoy listo, Xe'ra - dijo Turalyon.

La Luz descendió sobre él. Alleria sintió el pulso fuerte pero regular de Turalyon, que aferró las manos de ella con firmeza. Su piel se volvió más cálida.

- Te veré del otro lado, amor mío - dijo Alleria.

La Luz lo invadió y él se entregó por completo. Las palabras de Xe'ra inundaron el silencio.

La Luz te otorgará sabiduría. La Luz sanará tus heridas. La Luz te mostrará tu destino.

Permaneció inusualmente quieto con las manos colgando, inertes. Alleria sabía que su mente atravesaba un océano de creación.

- ¿Qué está viendo? - susurró Alleria.

Cuando uno está en la forja de la Luz, ve su pasado. Después aparecen fragmentos del futuro.

- Espero que regrese con buenas noticias - dijo Alleria.

- La Legión Ardiente ha cambiado el curso del destino, pero si el destino cambió una vez, puede volver a cambiar. Gracias a seres como tú, Turalyon, y el resto del Ejército de la Luz - dijo Xe'ra.

- Luz mediante - dijo Turalyon.

Alleria sabía que Turalyon tardaría mucho en regresar. Cerró los ojos y dejó que su mente vagara, buscando lo mismo de siempre. Esta vez, tuvo suerte de encontrarlo.

Su mente se llenó de imágenes. No era una visión del pasado ni del futuro: eran hechos actuales. Imágenes de lo que pasaba en ese momento. No había dudas.

Alleria veía una ciudad, apenas construida. Los resabios de la guerra todavía presentes. Ventormenta. Tenía que ser Ventormenta. Los humanos habían comenzado la
reconstrucción. Era un día soleado y en el camino hacia los muros de la ciudad había una multitud de personas, soldados, civiles y nobles. Ante ellos, un grupo de dignatarios. Vio estandartes de Ventormenta, Lordaeron… y Quel'Thalas. Frente a ese estandarte, estaba su
hermana, Sylvanas.

El corazón de Alleria se alegró. La mayor parte del linaje Brisaveloz había muerto durante la invasión de la Horda. Sylvanas era una de las pocas sobrevivientes. Aún lucía la insignia de líder. General forestal de Silvermoom. Alleria se llenó de orgullo.

Fuera de los muros de Ventormenta se había erigido una fila de estatuas. Reconoció a todas.

Estaban Kurdran Martillo Salvaje, Danath Aterratrols y el Archimago Khadgar.

Y estaba Turalyon. Y a su lado, una estatua de Alleria.

La Alianza debió dar por muertos a los rezagados de Draenor. Alleria sabía que gran parte de la expedición había sobrevivido. Lo había visto en la Luz... pero tal vez no habían
encontrado la forma de regresar a Azeroth.

Alleria dejó que su conciencia flotara sobre la multitud. Todos miraban hacia arriba. Sí, reconoció a algunos de los elfos: guerreros, colegas cazadores, magos y amigos.

Y en ese preciso lugar, vio a un niño sentado sobre los hombros de un paladín.

Arator.

Su hijo aún era un niño muy, muy pequeño. Cuando ella partió hacia la guerra, él tenía unos pocos meses.

Para él solo habían pasado un par de años. Tenía los ojos abiertos y la cabeza hacia un lado. La cara que veía no le era familiar. Alleria sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas.

- Háblale - dijo Xe'ra.

- No sé qué decir - dijo Alleria.

- A través de la Luz, puedes transmitir mucho más que palabras - decía Xe'ra.

Alleria comprendió. Recordó aquellos meses preciados durante los cuales lo había tenido en sus brazos. Se dejó llevar por esos recuerdos y se aferró al amor puro e infinito que sentía por su hijo.

A través de la Luz, compartió esos sentimientos con él.
Lo vio mirar a su alrededor y sonreír. Volvió la mirada hacia la estatua de su madre y estiró la mano como para tocarla. El mismo gesto que hacía cuando era bebé y quería tocarle el
mentón. El corazón le explotaba de alegría.

- No conoce mi rostro - decía Alleria.

- Regresará aquí una y otra vez para ver tu rostro y sabrá que tu amor por él no tiene límites - decía Xe'ra.

- Gracias, Xe'ra - decía Alleria.

El viaje de Turalyon estaba a punto de concluir. La Luz resplandecía en su interior. Sus ojos brillaron por un instante cuando los abrió. Levantó la cabeza y respiró profundamente.
Alleria sabía que había concluido. Su pulso era más fuerte que nunca y la Luz resonaba con cada latido.

- Bienvenido. ¿Cómo te sientes, Turalyon? - dijo Alleria.

- Como si despertara por primera vez en la vida - dijo Turalyon las lágrimas asomaban en sus ojos -Vi a Arator. Ya era un adulto, un paladín, erguido bajo un cielo carmesí, observándome. Solo podía sentir orgullo por él. Tenías razón, Alleria. Es nuestro destino volver a verlo - decía Turalyon.

La abrazó con fuerza. Ella lo envolvió con sus brazos y sintió sus lágrimas en la mejilla.

Sin soltarla, se dirigió a Xe'ra.

- Vi la estrella esmeralda. Nuestra guerra contra la Legión Ardiente la revelará en el momento indicado. Debemos ser pacientes - dijo Turalyon.

- Entonces transitamos la senda del destino. Lo has hecho bien, Turalyon - dijo Xe'ra.

Xe'ra compartió las noticias con el Ejército de la Luz.

- Turalyon… hijo de Azeroth… humano de Lordaeron… paladín de la Mano de plata… ha superado la barrera de la mortalidad. La Luz lo ha considerado digno protector eterno de la creación - dijo Xe'ra.

- Ha sido forjado en la Luz - dijo Xe'ra.

Los demás aparecieron de inmediato para compartir la alegría y felicitarlo. Eran hermanos y hermanas en armas. Juntos habían luchado batallas, derramado sangre y lamentado la
muerte de sus camaradas; pero Turalyon ya no era un mero soldado de la Luz. Ahora la Luz y él eran uno, como la mayoría de ellos.Lothraxion se acercó a Turalyon y le estrechó la mano como lo hacían los humanos.

Alleria los observó ocultando una sonrisa. Él había insistido en practicar ese gesto días atrás. Se volteó y la miró con una sonrisa expectante:

- ¿Lo hice bien? - indagó Lothraxion.

- Perfecto. En Lordaeron te considerarían muy educado - dijo Alleria.

- Tu ascensión también llegará, Alleria. Lo sé - dijo Xe'ra.

- Luz mediante - respondió Turalyon.

Aunque sabía que si a Turalyon, un hombre devoto a la Luz desde niño, le había llevado tanto tiempo, ella aún tenía un largo camino por delante. Eso no le preocupaba. La Luz le
había dado paz en ese día. El temor de que su hijo pasara toda la vida sin volver a verla se había disipado.

- felicidades Turalyon - dijo Silvannas estrechando su mano.

El acepto el gesto con gratitud.

- y díganme Son Goku, Silvannas Brisavelos, como fue que llegaron a Draenor - dijo Xe'ra con curiosidad.

Pues no existía posibilidad en la luz que ellos estén allí pues no tenían nada que hacer allí, no tenían un propósito específico.

- aún es muy confuso para mí, tú sabes cómo y porqué llegamos justamente aquí - dijo Silvannas mirandolo figamente.

- no lo sé, realmente pero si el tiempo quiere que estemos aquí debe ser por alguna razón - dijo Goku traquilamente.

- ¿El tiempo? - dijo Xe'ra con curiosidad.

- el tiempo alinea destinos para cambiar los caminos de un mundo o del mismo universo, es algo que nadie puede parar o controlar, pues el tiempo es una fuerza imparable y obsoleta - dijo Goku miéntras la miraba con seriedad.

- me gustaría oír tu historia - dijo Lothraxion quien miraba al saiyajin con tranquilidad.

- es un poco larga - dijo Goku sin más.

- tranquilo tenemos tiempo aún - dijo el demonio bañado en Luz.

Goku solo mantuvo su mirada en el durante unos segundos para luego comenzar a hablar.

En Azeroth habían pasado pocos años desde su partida. Para Alleria y Turalyon, habían pasado más de cuarenta. En cambio para Silvannas y Goku, era como vivir una vida que jamás debieron tener.

Todo era confuso aún para Silvannas, pero la extraña tranquilidad de Goku parecía calmar su angustia.

Por más que lo escuchará tantas veces, Silvannas no podía creer que la existencia de su universo y el del cual provenía el saiyajin eran completamente diferentes.

Pero en algo eran idénticas. Pues el número de posibilidades eran infinitas y ahora ellos se encontraban en una de ella pero la pregunta real era si podían volver a su hogar.

Años pasaron Goku dejo de hablar, permanecio el silencio absoluto, la destrucción de Azeroth lo afecto mucho, pese a que Silvannas dejó de culparlo después de comprender el porqué no usaba su verdadero poder, el no le volvió a dirigir una sola palabra y siempre la evitaba, pues se sentía aún culpable por lo ocurrido.

Después de darles la bienvenida a Alleria y Turalyon a sus filas, el Ejército de la Luz los llevó a su nuevo hogar: el Xenedar. Era una nave magnífica, forjada por las mentes más brillantes de la Luz, capaz de atravesar el Vacío Abisal y sustentar a su tripulación durante largos viajes.

También era el refugio más grande de la Luz en pie y el único que podía dar batalla a la Legión Ardiente.
Alleria, Turalyon y Silvannas pronto se unieron a los asaltos contra las fortalezas de la Legión. Pero antes tuvieron que acostumbrarse a la vida en el Vacío Abisal.

El paso errático del tiempo se convirtió en un obstáculo inesperado.

Mientras que en Azeroth pasaba una semana, Alleria, Turalyon y Silvannas vivían un período de un mes, o diez meses, o más. Parecía que los años se mezclaban.

Pero como ninguno permaneció ocioso, lograron concentrarse.

Turalyon se unió al Consejo
de exarcas para aprender sus estrategias militares. Después de unos años, trabajó con los herreros del Xenedar para forjar un arma nueva: una espada imbuida de poder sagrado. Tuvo que entrenar sin descanso para dominarla.

Alleria también recibió entrenamiento. Comenzó a estudiar las técnicas de guerra sagradas.

Mientras que Silvannas seguía practicando su control de ki, la instrucciónes del saiyajin que resivio antes de ese suceso, la ayudaron a fortalecerse más sorprendíendo a todos incluso a Xe'ra, pues era la vida misma que estaba usando, un poder ajeno a la magia sagrado.

Este nuevo poder llamo la atención de muchos en el ejército de la luz pues no solo los fortalecía físicamente, sino también los potenciaba al momento de combatir a los demonios al usar la magia sagrada.

Xe'ra aprobó el uso de esta nueva fuerte de poder, pero Silvannas no era una experta en esto, le costó años tener el control absoluto de su ki y enseñarle a otro de algo que no conocía era díficil pues sabía que está energía mal controlada podía tomar sus vidas también.

En tan solo dos años desde la perspectiva de Alleria y Turalyon, sus flechas estaban imbuidas con el poder de la Luz.

Podría haber abandonado el arco y las flechas por completo, pero sentía orgullo de cargar a Thas'dorah, el legado de su familia, en la batalla
contra las fuerzas del mal. Lothraxion la estimulaba.

- Nuestra herencia nos acompaña a todos en la batalla, pero no todos podemos usarla como un arma - dijo. Lothraxion era un nathrezim.

La Legión había esclavizado a su raza hacía mucho tiempo.

Alleria y Silvannas encontraron en él un amigo cercano y una fuente de conocimiento sorprendente. Había
pasado miles de años luchando junto a los demonios antes de que la Luz lo purificara, así que conocía su manera de pensar y de actuar, y sus temores.

- La Legión Ardiente no le teme a la Luz - dijo Lothraxion

Alleria y Silvannas sacudieron la cabeza.

- ¿De verdad son tan arrogantes? - dijo Alleria.

- Sargeras cree que ya ha derrotado a la Luz. - dijo Lothraxion esbozando una sonrisa forzada.

- aún así continua su guerra contra el universo - comentó Silvannas mirando al nathrezim.

- Lo que de verdad desea es destruir a la Sombra. Ese era mi deber, hace mucho tiempo. Cazaba criaturas del Vacío para la Legión. Un trabajo sumamente peligroso - dijo Lothraxion.

En poco tiempo Alleria y Silvannas lo vivieron en carne propia. Unos cincuenta años después de abandonar Draenor, acompañaron al Ejército de la Luz a un pequeño mundo que la Legión usaba como prisión. Cuando llegaron, todos los demonios estaban muertos. Definitivamente. Los habían arrastrado al Vacío Abisal y los masacraron ahí. Esa era la única forma de exterminar un alma demoníaca inmortal para siempre. Incluso habían aniquilado a los prisioneros.

- Esto es obra de las Sombras - anunció Lothraxion. - Tengan cuidado - comentó Lothraxion.

Inspeccionaron el lugar en busca de sobrevivientes. Mientras Alleria investigaba una fila de celdas salpicadas de sangre, un avatar de las Sombras se materializó frente a ella. La mano incorpórea de la criatura la aferró por la garganta e inundó su mente con magia oscura en un intento de asesinarla.

Apenas tardó un instante en invocar la Luz sobre la bestia, pero en el momento en el que el toque de las Sombras la alcanzó, su mente se transportó hacia otro lugar.

Parpadeó.

Se vio a sí misma caminando sobre la superficie de otro mundo; uno plagado de demonios del que solo había oído hablar: Argus.

Parpadeó.

Estaba de pie ante la estrella esmeralda y sintió el terrible calor sobre su rostro. La estrella
la llamaba, le suplicaba ayuda.

Parpadeó.

Se vio a sí misma saltando de un risco y cayendo en una oscuridad infinita con una sonrisa en el rostro. La paz se reflejaba en sus ojos.

Entonces, la Luz golpeó al atacante y lo destruyó de inmediato. Ella cayó al suelo, jadeando.
Turalyon y Silvannas corrieron a su lado. La Luz fluyó por su cuerpo y le calmó el dolor.

- ¡Alleria! ¿Qué sucedió? - dijo Turalyon.

Alleria fingió un tono irónico mientras se levantaba.

- Me dijeron que tuviera cuidado. Quizá la próxima vez preste atención - dijo Alleria.

No le contó lo que había visto. ¿Cómo se lo explicaría si ni siquiera ella lo había comprendido? Había sido tan real como todas las visiones otorgadas por la Luz, aunque era evidente que esta no era una visión sagrada. La Luz y las Sombras habían colisionado en su alma y eso le permitió ver una realidad.

No podía explicar cómo. Durante las semanas siguientes, Alleria le pidió a Lothraxion más información sobre las Sombras. Con un tono sombrío, él le contó sobre las criaturas que había enfrentado.

- Conozco la esclavitud. Pero servir a la Legión fue un juego de niños en comparación con lo que sufren los engendros del Vacío - murmuró Lothraxion - Y las criaturas corruptas... que alguna vez fueron libres... Que la Luz se apiade de sus almas. Cuando uno deja entrar a las Sombras en su corazón, solo queda la locura - termino el nathrezim.

La respuesta no la sorprendió demasiado.

- Es una pena. Imagina si alguien pudiera sobreponerse a la corrupción del Vacío. Sería un aliado poderoso contra la Legión - dijo Alleria.

Lothraxion consideró la idea.

- No hablaría sobre estas cosas cerca de Xe'ra. Dudo que encuentres alguna criatura capaz de lograrlo. El Vacío provoca un ansia de poder incontenible. Esa es la trampa. Un impulso por conseguir más, más y más… Te hace cruzar el límite. Después de usar el poder las
Sombras, les perteneces a las Sombras. Afecta a casi todos de la misma forma... - dijo Lothraxion.

- ¿Casi? - dijo Alleria en un tono casi curioso.

- Hubo un caso… - Lothraxion trató de recordar—. Lo llamábamos 'Caminante intersticial'. Era un poderoso maestro del Vacío pero, por lo que sabíamos, totalmente libre
de su influencia. La Legión Ardiente perdió un sinnúmero de vidas intentando capturarlo. Yo mismo corrí ese riesgo - dijo Lothraxion.

- Me alegro de que no te asesinara - dijo Alleria.

- De hecho, me asesinó. Pero me sacó del Vacío antes de hacerlo. - Lothraxion se rio al recordarlo—. Dijo que yo tenía un 'destino único' y que tenía que renacer - termino Lothraxion.

Caminante intersticial. Alleria no olvidaría ese nombre. No pudo contenerse y le hizo otra pregunta.

- ¿Cuántas veces moriste por la Legión? - preguntaria Alleria.

- Perdí la cuenta. - dijo Lothraxion dándole una sonrisa - Sentir que mi alma estaba a la deriva me daba cierto placer. Pero después me volvían a arrastrar a Argus y me castigaban por haber fallado. Eso
no era tan placentero - dijo el nathrezim.

Alleria meditó sobre lo que había oído. Tal vez había otra manera de luchar contra la Legión. Decidió pedirle consejo a Xe'ra.

- Deseo encontrar al Caminante intersticial y a los seres como él - dijo Alleria. - Ellos desean derrotar a la Legión Ardiente tanto como nosotros - dijo Alleria

Alleria sabía que opondría resistencia, pero no había previsto un ultimátum.

- Solo lo diré una vez, Alleria Brisaveloz. La Luz no se involucra con el Vacío. No hay alianza posible con las Sombras. Su objetivo es destruir o esclavizar a todas las almas del universo. Quiere consumirlo todo - dijo Xe'ra con un tono frío.

El rechazo frío de Xe'ra desconcertó a Alleria

- Comprendo el peligro. Pero soy cazadora. Pienso como mi presa. Ahora, nos enfrentamos a la Legión Ardiente, pero llegará el día en el que tengamos que enfrentarnos al Vacío.
Preferiría aprender sobre estas criaturas antes del comienzo de esa guerra - dijo Alleria.

- Esa guerra comenzó antes que el tiempo mismo. No te confundas, Alleria: si te involucras con
el Vacío, tu destino será la ruina. Perderás a Turalyon, a Arator, Silvermoom, Azeroth y todo lo
que amas. La Luz y las Sombras no pueden convivir. Ya sabes cómo derrotar al Vacío. Eso es lo único que necesitas saber - dijo Xe'ra.

- Comprendo, Xe'ra - dijo Alleria.

Saldria de allí y comenzaria a caminar por el lugar pero una voz llamo su atención.

- sabes que no es la única opción, verdad Alleria - dijo Silvannas con tranquilidad.

- no te ha hablado en años, que te hace pensar que lo hará ahora - dijo Alleria.

- Goku sabe cosas que nosotros no, siente y ve más allá de la vista de un simple mortal, las visiones de la luz para el solo son posiblidades - dijo Silvannas con tranquilidad.

- hablamos de involucrarlo con las sombras, puedo sentir su poder es puro, sagrado sería un poderoso aliado en la guerra contra la legión - dijo Alleria.

- lo vi luchar contra Archimonde y la legión ardiente pese a eso, lo que vi no era ni una pisca de su poder, si sería un poderoso aliado en la lucha contra la legión - dijo Silvannas con seriedad.

- pero sea lo que sea que pasó en su Azeroth, lo afecto mucho - dijo Alleria mirando a su hermana.

Después de oír su historia, el ejército de la luz se sorprendió enormemente pues el era de otro universo otra dimensión, de un lugar ajeno a su realidad, Goku les comento de su misión la cual era de exterminar a un poderoso guerrero, la razón de su exilio, Silvannas comprendió que el jamás quiso estar allí por qué si.

Estaba allí pagando uno más de sus errores, pero esta vez no pudo hacer nada para evitar que el siga haciendo de las suyas.

El poder de un rey del todo. Ahora lo comprendía Silvannas por qué Goku no uso ese poder en la batalla, una parte de él sería borrada de la existencia y si eso seguía así el dejaría de ser quien era.

Acambio de un poder tan mounstroso el debía dar una parte de su ser, pero porque no usarlo y vencer a su enemigo.

Goku le contó su pasado más a fondo, Evil Goku no era un simple enemigo idéntico a el salido de una realidad alterna de las aparentemente infinitas posibilidades en el continuo espacio tiempo.

Evil Goku era la otra mitad de su alma, matarlo significaba destruír la mitad de su alma.

Pero el solo era otra víctima de sus errores, debía salvarlo pues si no podía salvarse a sí mismo no podía salvar a nadie.

- créeme hermana es mejor que no lo sepas - dijo Silvannas suspirando.

La intriga se volvía molestia en Alleria pues jamás le respondieron como y porque llegaron en esa ocasión a draenor, solo cayeron por accidente según las palabras de Silvannas pero eso era mentira.

Pues la sola mención de Azeroth causaba ella cambie de tema.

Ambas llegaron donde estaba el saiyajin.

Seguía allí sentado mirando a la nada sus ojos no mostraban el calor de un ser vivo, su cabello y ojos plateados molestaban a Silvannas, pues no era a quien conoció y quien la salvo en dos ocasiones.

- hola, Goku, estás allí - dijo Silvannas tratando de llamar su atención.

No hubo respuesta por parte del saiyajin.

- parece que no quiere hablar con nadie - dijo Alleria.

- lleva así años, en algún momento debe cansarse de ese silencio - dijo Silvannas con seriedad.

Antes de pudiera decir algo una voz muy oscura y grave se escucharia en el lugar.

- lo dudó pequeña elfa, lo que ocurrió en verdad lo efecto - dijo Shen long con tranquilidad.

- uh, de quien es esa voz - dijo Alleria con seriedad mirando a todos lados.

- esa voz ya la había oído antes - dijo Silvannas con tranquilidad.

- veo que me recuerdas, jajaja pero si no es así me presento nuevamente, soy Shen long el último Dios dragón de los sueños - dijo el dragón quien se materializo frente a las elfas.

Un pequeño dragón serpiente de color rojo y con ojos dorados se hizo presente sorprendiendo a Alleria y Silvannas nuevamente.

- eres más pequeño de lo que recuerdo - dijo Silvannas con tranquilidad.

- está forma es patética, pero es mejor que nada, aún no me recupero de la herida que me causo ese sujeto - dijo Shen long con seriedad.

- teniendo en cuenta lo que hizo, me sorprende que aún este con vida - dijo Silvannas con seriedad.

- lo mismo te digo - diria  Shen long con seriedad.

- para ser un dios eres muy pequeño, dime podemos hacer algo para hablar con Goku - dijo Alleria mirando al dragón.

- este simio inepto es muy testarudo, dudo que hable con ustedes en su estado actual pero no es por lo que me hize presente ante ustedes - dijo Shen long con seriedad.

- y entonces para que fue - dijo Silvannas con seriedad.

- seré claro y conciso, Estamos en otra realidad, lo cual quiere decir que aquí hay otra Silvannas presisamente en Azeroth me haga entender - dijo Shen long con seriedad.

- si Goku ya me lo dijo, cual es el punto - dijo Silvannas con seriedad.

- volver a tu Azeroth o bueno donde solía estar,  podría llevarnos años, talvez siglos, este reino es muy extraño, infinito, encadenado a un ciclo sin fin, si no tengo cuidado podríamos caer en la nada y eso sería desastroso más para ti - dijo Shen long con seriedad.

Esto sorprendio enormemente a Silvannas.

- ¿siglos?...acaso estás mal de la cabeza, además ese sujeto destruyó Azeroth y mi universo como siquiera eso es posible - dijo Silvannas.

- mientras algo exista hay una posibilidad, el no logro destruir el tiempo así que podemos volver y reconstruir todo - eran las palabras que dio Goku esta vez.

Esto las tomo por sorpresa pues era la primera vez en años que lo escuchaba hablar nuevamente, nadie supo el porqué de su silencio pero de algo estaba seguros todo esto fue por sentirse culpable por algo.

Shen long no dio más asunto a esto y continuo con su explicación.

- Evil Goku, uso el ki prohibido, es una energía muy poderosa pero tal y como su nombre lo dice este poder está prohibido en el mundo mortal, dioses, guerreros de todo tipo hicieron sacrificios inimaginables con tal de obtener ese poder pero ninguno lo logré y todos desaparecieron de la existencia sin pertenecer al otro mundo pues sus almas fueron borrados de la creación, pero al unirlo con su ki divino este efecto fue nuetralizado en cierto modo, pues las almas de estos simios ineptos aún están unidas - dijo Shen long con seriedad.

- ya veo - dijo Silvannas con seriedad.

- entiendes también que no fuiste la única que lo perdí todo, ¿Verdad?  dijo Shen long con seriedad.

- ¿a que te refieres con eso? - dijo Silvannas mirandolo figamente.

- la muerte de todos en ese mundo también lo afecto - dijo Shen long con tranquilidad.

- déjalo Shen long, no es necesario que des explicaciones - dijo Goku sin ánimo alguno.

- te escucho - dijo Silvannas.

Shen long solamente ignoró las palabras del saiyajin y prosogio.

-  el ya lo dio todo en varias ocasiónes y aún así lo perdió absolutamente todo - dijo Shen long con seriedad.

- ¿Eh? ¿A que te refieres? - dijo Silvannas mirandolo figamente.

Los ojos del dragón brillaron con intensidad cambiando el lugar por completo.

Inicio recuerdo...

- ese es Goku....pero está muy diferente - dijo Alleria mirando al saiyajin  allí pero frente a ellas estaban no era ni por asomo el mismo.

- pues ya ha muerto en varias ocasiones - dijo Shen long con seriedad.

- no lo sabía - diría Goku alejándose del lugar.

- ¿a dónde vas? - cuestióno la ángel.

- lejos de todos - dijo Goku miéntras regresaba a su estado base el cual era el migatte no gokui perfecto.

- ya veo - dijo Aki al ver como N21 emprendió vuelo sin dirección alguna y el salió en su búsqueda.

Unos minutos después...

- hey espera - dijo Goku con ese tono frío y vacío.

Ella volteo a verlo aunque no quería hacerlo.

- ¿que quieres? - dijo N21

Este sin más se acercó a ella y le dio un beso profundo y tierno, al cual ella solo correspondio durante unos minutos para después depararse dejando un hilo de saliva conectando sus labios a lo cual ella se quedó en silencio absoluto y el saiyajin le dio una cálida sonrisa

- Por fin te deje sin habla, todo el mundo dice que cuando amas algo tienes que dejarlo ir, me parecia una estúpidez hasta que te vi morir, en ese momento, N21 nada me importo excepto tú, perdóname no me quiero ir, solo querío estar contigo pero....no puedo necesito que estés a salvó de mi....no se que venga después pero no me arrepiento de esto - dijo Goku miéntras la miraba fijamente.

- Goku por qué te tienes que ir, quédate conmigo - dijo N21 con unas pequeñas lágrimas en sus ojos.

- debo hacerlo no me perdonaría si algo te pasa - dijo Goku miéntras se alejaba de ella lentamente.

- Goku - dijo N21 mientras trataba de acercarse pero el se elejaba más.

- puedes cerrar los ojos....esque no sé si me pueda ir si me sigues viendo - pidió Goku a lo cual ella solo accedió a su petición mientras seguía escuchando sus palabras.

- sabes después de que Harley muriera un vacío inmenso quedó en mi corazón, puede que la haya visto nuevamente pero ya no era lo mismo, sin importar cuanto la amé no puede salvarla, por eso debo irme no espero que lo entiendas pero es necesario hacerlo por tu bien y tal vez por el mio también....te amo más que a nada... Adiós - eran las últimas palabras que escucho de Goku.

Ella abrió sus ojos pero el ya no estaba allí y de sus ojos lágrimas salieron sintiéndo en lo más profundo de su corazón que este sería la última vez que lo vería.

Este reaparecio en la corporación cápsula pero todos notaron el estado de su ánimo y no dijeron ni una sola palabra, pero....

- si te hibas a ir por qué fuiste tras ella - dijo aki seriamente mientras lo miraba.

- aveces no sabes cuándo será la última vez que verás a una persona - dijo Goku traquilamente

- ¿que sientes por qué ella? - cuestiono Aki

- me enamoré de ella sin notarlo por eso debo irme no resistiría si algo le pasa por mi culpa - dijo Goku miéntras la miraba.

- valla así que eso siento tu corazón que lindo - era la voz que se escucho en el lugar entero.

- ¿Eh? - dijo Goku sorprendido al no sentirla llegar.

- muere - dijo la voz mientras levantaba su mano y le disparaba una enorme cantidad de energía.

Este se cubrió con sus manos pero el poder era tal que lo empezaba a desintegrar.

- el destino es muy cruel no es así Son Goku - dijo aquella mujer - adiós saiyajin - susurro esa delicada voz.

- AAAAHHHH - gritaba Goku al sentir como su cuerpo se estaba desintegrando.

-Eso es horrible - dijo Silvannas.

- pérdida tras pérdida, el corazón de Goku fue conociendo lo que es la soledad - dijo Shen long con seriedad.

Los ojos del dragón volverían a brillar con intensidad cambiando nuevamente el lugar.

Esta vez se podía ver al saiyajin caminando con quién parecía ser una chica mientras ella tenía una sonrisa.

- pues gracias a eso puedo proteger a los inocentes - dijo Jericó con una sonrisa.

- lo sé - dijo Goku traquilamente.

- oye estás muy extraño, normalmente no dejarías de hablar además de que vez muy cansada, que estuviste haciendo estás semanas que no he visto - dijo Jericó.

- Jericó....yo estoy muerto - confesó Goku tranquilamente.

Aquellas palabras sacaron de onda a Jericó quien no dudó en darle una fuerte bofetada enviándolo varios metros lejos de ella.

- hoy ha sido un día muy complicado, no estoy para tus bromas estupidas Goku - dijo Jericó sumamente molesta.

Pero segundos después una mano se colocó en su hombro ganandose la atención de la joven quien volteo a ver a la ángel quien solo negaba con su cabeza.

- no es ninguna clase de broma señorita, Goku está apunto de desaparecer de esta dimensión - dijo aki.

- ¿que? - era la única palabra que pudo articular Jericó antes de que sus ojos se llenaran de lágrimas sin entender el porqué perfectamente.

Ella volteó a ver al saiyajin quien seguía en el piso, sabía de antemano que un golpe de ese tipo no haria literalmente nada al saiyajin, pero está vez era sumamente diferente....en eso su percepción funcionó y una inmensa angustia la invadió.

- no siento su ki - eran las últimas palabras que decía Jericó con algo de temor.

- Goku entregaría su vida por las personas que ama de eso no tengan ningúna duda - dijo Shen long con seriedad.

Cambio de escena....

- muerete maldita sea - grito Azshara liberando un mounstroso ataque sobré Goku quien lo recibio de lleno.

La explosión fue tan grande que varías dimensiónes fueron destruidas.

- tks me deje llevar por ese saiy..... - trataba de decir Azshara pero de la nada recibió un potente puñetazo en su estomago haciendola retroceder mientras escupia una gran cantidad de sangre.

Pero este no se detuvo allí, siguo con sus ataques más y más poderosos, abatiendo a la diosa, quien expulso todo su poder destruyendo a Goku en el camino al igual que varias dimensiones del megaverso Omega...

- maldición - susurro Azshara mientras se alejaba del lugar.

Pero en ese momento una enorme presencia simplemente indescriptible aparecio en todo el lugar, causando que ella se quedará petrificada.

- a dónde crees que vas - exclamó Goku sin expresión alguna.

Ella lentamente volteó a verlo aunque algo le decía que no lo haga por nada en el mundo....el estaba allí de pie el viento soplaba suavemente en su cabello el cual era de color negro similar a su estado base original....pero había algo sumamente extraño en el.

- este poder..... - susurró Azshara mirandolo directamente con algo de temor.

- me costó mucho trabajo poder asimilar ese poder....no obstante me costará muy caro el usarlo - dijo Goku sin expresión alguna.

- de verdad crees que valga la pena perder tu existencia en este universo solo para salvarlos - exclamó Azshara seriamente - debiste usar el okuruto no chikara y listo....me pudiste haber vencido y podías seguir con tu pequeño sueño insulso - bramó Azshara sin expresión alguna.

- si lo hubiera hecho....me hubieras dejado en paz - cuestiono Goku con una leve sonrisa.

Ella se sorprendió ante este extraño cuestionamiento, aún así no encuentro las palabras para responder a esa pregunta.

Aún así este le dio una sonrisa amigable para segundos después responder.

- lo vez, jamás lo hubieras hecho....y esto solo hubiera causado que muchos inocentes mueran - dijo Goku traquilamente.

- estás dispuesto a sacrificarte por esas personas - indagó Azshara mirandolo figamente.

- esas personas son mis amigos...unos más que otros jejeje pero respondiendo a tu pregunta.....si lo deseo hacer....talvez tengas razón y deba aceptar quien soy en realidad...pero aún tengo que atender algunos asuntos y lo haré siendo Son Goku....se que llegara el día en el que nos volveremos a ver pero hasta entonces....nos veremos pronto - dijo Goku con una sonrisa.

Una espesa aura de color blanco rodeo a Goku y a Azshara quien no podía creerlo.....ante sus ojos la máxima técnica de destrucción de la existencia superior al hakai.....la técnica de borrado del Rey del todo.

- "    " - exclamó Goku con una sonrisa.

Ella lo sabía su tiempo en esa dimensión había llegado a su fin....al igual que la de Son Goku....una sonrisa aparecio en su rostro mientras lo aceptaba.

- lo admito tu ganas - susurró Azshara mientras cerraba sus ojos.

Esa misma luz blanca iluminado todo el lugar donde estaban ambos Dioses anteriormente....la vida que se perdió anteriormente volvió sin siquiera notar que fueron las víctimas de una gran batalla entre Dioses.

En medio del espacio un cuerpo yacía casi al borde de la inconsciencia, aferrándose al poco tiempo que le quedaba.

- creo que esto fue una mala idea - susurro un Goku sumamente débil debido a la estupida decisión de emplear dicha técnica, pero este dio una sonrisa - jamás seres suficiente verdad....jamás lo sera - dijo Goku.

- a que se refiere con que jamás será suficiente - dijo Alleria con seriedad.

- pues solo hay una cosa que Goku a buscado en todo este tiempo - dijo Shen long con seriedad.

- y que es - diría Silvannas con seriedad.

- morir - dijo Shen long con seriedad.

Esto sorprendio a las hermanas, aunque Silvannas tenía en claro algo Goku tenía una herida muy profunda en su corazón y el solo hecho de estar vivo lo hacía sentir miserable.

- Durante siglos a tratado de morir, buscando cualquier medio para dejar el mundo de los vivos, pero sin éxito alguno - dijo Shen long con tranquilidad.

- espera por qué jamás a muerto apesar de haberlo intentado muchas ocasiones - dijo Alleria.

- acausa de su poder, Goku es un dios pero no cualquiera, lo quiera o no será un omni-king - dijo Shen long con seriedad.

- ¿y que es un omni-king? - dijo Silvannas con seriedad.

- un creador, un rey de todo lo existente, un Dios absoluto - dijo Shen long con seriedad.

La respuesta las sorprendio, pero que tan malo sería convertirse en algo así como para que el no desee convertirse en eso.

- ¿Por qué Goku no quiere ser eso? - dijo Alleria.

- Goku fue mortal, sabe lo que es vivir una vida simple, una vida humana por así decirlo, amar, odiar, pelear, perder cosas, ganar todo forma parte de lo ustedes llaman vivir, Goku no quiere dejar esa vida pues si lo hace sabe que deberá olvidar quien era, quienes formaron parte de su vida y quienes amó - dijo Shen long con seriedad.

- se niega usar su verdadero poder, contal de no olvidar - dijo Silvannas mirandolo figamente.

- hace menos de un milenio, una guerra se desató todo lo viví estaba en peligro, todos los reinos creados estarían condenados a desaparecer si no se hacía algo, en ese conflicto un universo ya prácticamente un pequeño grano de arena de lo que fue un infinito megaverso se vio involucrado, ese lugar sería la clave de la salvación de todo o la completa aniquilación de todo pues allí estaba lo último de unos de los omni-king más poderosos de la creación, si ese ser moría completamente todo estaría perdiendo, por eso se tomó la decisión de salvar ese lugar a toda costa sin importar el precio que se debía pagar - dijo Shen long con seriedad.

Goku escuchaba en silencio sin decir ni una palabra, aunque Silvannas y Alleria notaron como este apretó sus puños con fuerza.

- un nuevo dios destructor se nombro para cuidar ese universo, mientras todos se desarrollaba fuera de los universos, esperaron pasientemente hasta que sea el momento indicado de actuar - dijo Shen long con seriedad.

- y ese dios era Goku, no es así - dijo Silvannas.

- así es, pero algo inesperado paso, el dios se enamora de una mortal, eso fue todo lo que se necesito para que la guerra cambiará de cursó, con esto el dios estaría dispuesto a darlo todo para protegerlo, sin importarle el costo, con el ya conocimiento de antiguos y prohibidos poderes el dios solo tenía un objetivo, alcanzar ese poder para salvarlo todo - dijo Shen long con seriedad.

- el okuruto no chikara - dijo Silvannas con seriedad.

- algo que no era poder, eso era algo fuera de la lógica, algo totalmente inentendible, incomprensible, la adquisición de este "poder" inclinó la balanza a babor de aquellos que trataban de salvarlo todo, así que el objetivo de ser que buscaba la destrucción de todo cambio. Uso las sircuntancias que se desarrollaron a su favor y creo una pequeña gota de odio en el corazón del dios y eso fue suficiente para que su plan comienze a llevarse a cabo - dijo Shen long con seriedad.

- ¿Odio? - dijo Alleria con seriedad.

- Goku siente odio y un desprecio por los humanos, quienes en un momento se lo arrebataron todo sin embargo pese a eso no debía odiarlos, pues la persona que ama era humana, así que solo culpo a quien el creyo que tenía la culpa - dijo Shen long con seriedad.

- se culpa a si mismo, por lo que causaron los humanos - dijo Silvannas mirandolo figamente.

- no podía culparlos ni odiarlos, pero eso causo algo terrible, algo nació dentro de él una pequeña gota de oscuridad ya nació en un corazón tan puro y de esa pequeña oscuridad nació un terrible mal - dijo Shen long quien hizo brillar sus ojos nuevamente.

Cambio de escena....

Este se acercó a cellbuzer a gran velocidad pero este ya estaba fuera de su liga por alguna razón, ya no lo podía alcanzar lo único que Goku podía hacerlo era esquivar pero con dificultad.

- esto se le fue de las manos - decía Goku mientras sentía su cuerpo muy adolorido por los golpes.

- que pasa a dónde se fue todo ese entusiasmo - decía cellbuzer con una sonrisa burlona.

En eso un grito llamo su atención era n21 que sufría mientras bibidi y Babidi ya casi conseguían su objetivo.

- has retrasado esto mucho tiempo, pero todo esto ha terminó - decía Babidi

- es hora de morir - decía bibidi

- ayúdame Goku - era el último susuro que dijo N21 antes de que su alma saliera de su cuerpo y un humo de color rosa se formará delante de ella.

- cellbuzer es hora - decía Babidi llamando su atención.

Cellbuzer tomo a Goku de las piernas y dándole un gran número de vueltas, lo arrojó lo más lejos que pudo.

- por fin el poder máximo es mio ahora - decía cellbuzer mientras el humo se adentraba en el.

Después de unos pocos segundos este yasia en un capullo negro el cual se abrió mostrando los resultados.

- eh no cambio en nada - decía bibidi y secundado se Babidi quienes no veían algún cambio en la apariencia de cellbuzer.

- de verdad lo creen así - decía mechickaboola

- a que te refieres - decía bibidi

- su apariencia no cambio en lo mas mínimo debido a que es la fusión de dos pares de seres lo que indica que sus poderes se multiplico 10 o más de lo que ya tenía - decía mechickaboola - creo que esto fue una mala idea - decía en sus pensamientos sintiéndo en poder tan mounstroso y fuera de lógica que sentía por parte de ese ser.

- espero que estén listos para las consecuencias - decía Goku AF sorprendiendolos

- ese sujeto está fuera de la lógica de este mundo y cualquier otra - decía Aki

- hay alguna de vencerlo - decía Vegeta Af

- la hay pero - decía Aki deteníendose

- pero - decía Goku AF seriamente

- si el rey del todo pelea todo el megaverso sería destruido - dijo aki seriamente mientras todos se quedaron en silencio.

- ese maldito le quitó el alma a N21 por mí culpa - decía Goku mientras tomaba su cuerpo entre sus brazos - lo siento mucho por favor perdóname - exclamó mientras su corazón se quebraba una vez más.

El no quería volver a ver esto no otra vez, una persona a la cual el quería mucho una vez más yasia en el suelo sin vida alguna esto era otra razón para desaparer de la existencia, si presencia solo causaba dolor y caos o los otro.

Este se quedó inmóvil viendo el cuerpo de la androide justamente en sus brazos.

- reaccióna insecto tenemos problemas y tu te quedas allí viendo un cadáver - dijo Vegeta AF de manera molesta

Este hizo caso umiso a la palabras del príncipe saiyajin, algo que lo molesto aún más Vegeta se acercó a él y lo tomo.

- escuchame insecto dej....- eran las palabras que pronunciaba Vegeta antes de quedarse en silencio absoluto al ver el rostro del Dios.

- ¿Porque lloras Kakaroto? - decía Vegeta AF incrédulo ante ese comportamiento tan extraño de este sujeto

- otra vez paso, ¿por qué?, Tal vez aún soy inmaduro o solamente soy un idiota confiado, pero porque las personas que amo tienen que pagar por mis equivocaciónes - decía Goku mientras derramaba lágrimas

Este lo había admitido por primera vez, desde que llegó este se juro a si mismo jamás sentir amor por alguien pero extrañamente la presencia de n21 no le molestaba es más le daba calma y paz consigo mismo despues de tanto horror que vivió o más bien el causo hace muchos años atrás, por fin podía vivir apesar de todo lo que el creer que causó.

- Goku, ¿estás bien? - Dijo aki al verlo en ese estado emosinal tan lamentable.

- como voy a estar bien, si todo volvió a ocurrir nuevamente otra vez por qué por qué maldición - eran la palabra de Goku quien poco a poco se perdia en sus recuerdos unos felices pero otros dolorosos

- como que volvió a ocurrir - decía Irina mirandolo

Antes de que este pudiera responder Goku comenzó a sentir un inmenso dolor en su cabeza y de ello agonizaba mientras rayos de color negro salían de él.

Esto ante la mirada de todos lo presentes incluso de cellbuzer a quien le parecía divertido como este Goku se quebraba emosionalmente poco a poco, pero esto era inusual la presencia que salía de Goku era maldad pura y esa inmensa maldad se convertía en oscuridad que salía de Goku hasta crear un cuerpo físico.

- jajajaa por fin soy libre jajajaa - reían maniáticamente este nuevo ser idéntico a Goku pero con una sonrisa y mirada llena de maldad.

El ver esto sorprendio a Silvannas y Alleria enormemente, de él cuerpo de Goku salió solamente oscuridad y eso tomo una forma física dándose una forma identica al saiyajin pero era como ver una versión completamente corrompida del saiyajin.

- así que así nació, Evil Goku - dijo Silvannas con seriedad mientras apretaba sus puños.

- lo conoces - dijo Alleria mirando la reacción de su hermana.

- el destruyó mi universo, Azeroth, mi hogar, mi pueblo, a mi hermana, todo lo que era valioso para mi desaparecio frente a mis ojos con un solo ataque de ese sujeto - dijo Silvannas con furia e impotencia.

- pero podemos traer a todos de vuelta - dijo Goku quien se alejaba de ellas.

- ¿cuando? - dijo Silvannas con seriedad.

- cuando encontremos lo que quedó de esa realidad supongo o no es así Shen long - dijo Goku traquilamente.

- te lo dije niña, llevará tiempo pero es posible que todo vuelva hacer como solía ser - dijo Shen long con tranquilidad.

- ya veo, gracias - dijo Silvannas con tranquilidad.

- dejando esto aún lado, que es lo que harás Silvannas mientras tanto, dijo este universo es ajeno al nuestro y eventualmente deberemos irnos de aquí, pues aquí hay una Silvannas en Azeroth y yo no pertenesco aquí - diría el saiyajin mirándola fijamente.

- tal vez pueda cambiar algunos sucesos desafortunados en Azeroth - dijo Silvannas.

- ¿Como? - dijo Goku traquilamente.

- advirtiéndoles en que clase de mounstro se convertirá ese príncipe - dijo Silvannas con cierto repudio hacía Arthas.

- ¡Arthas Menethil! ¿No es así? - dijo Goku sin interés alguno.

- si puedo evitar que ese carnicero nazca talvez pueda dormir en paz - dijo Silvannas con seriedad.

- entiendo que lo odies, pero aquí no ha hecho nada es más aún nisiquiera existe - dijo Goku traquilamente.

- pero... - dijo Silvannas pero fue imposible terminar ya que fue interrumpida.

- déjalo, buscar venganza contra alguien que no ha hecho nada aún, sería algo ilógico - dijo Goku seríamente.

- tks, está bien - dijo Silvannas.

- dejando esto aún lado, seres del vacío no es así - dijo Goku mirando a Alleria.

- sabes algo - dijo Alleria.

- no tengo ni idea, pero si Xe'ra no quiero ayudarte supongo que yo puedo hacerlo - dijo Goku traquilamente.

- dijo que la luz y la sombra no se mezclan, tu que crees - dijo Alleria.

- yo creo que la luz trae oscuridad y la sombra puede alumbrar, no por nada se dice, de la luz nace la oscuridad y de la oscuridad nace la luz - dijo Goku traquilamente.

- profundo, cuando iniciamos - dijo Alleria mirando al saiyajin.

- tranquila, no tengo ninguna prisa, además nos están observando ahora debemos ser cuidadosos, aún no quiero destruirla - dijo Goku traquilamente.

- nos observan, ¿a quien te refieres? - dijo Silvannas mirandolo figamente.

- realmente son curiosas verdad, Elune - dijo Goku miéntras liberaba una aura de color violeta la cual desprendía una sensación tan desagradable que sorprendió a las hermanas de sobremesa.

Lugar desconocido....

- ¿Que fue eso? - diría la diosa mientras su cuerpo temblaba de manera incontrolable a causa de esa espesa aura de color violeta que desprendía el saiyajin.

Nuevamente en el Xenedar...

Goku se alejó de las hermanas quiénes aún estaban sorprendidas ante lo sucedido.

- el dijo Elune, verdad - dijo Alleria.

- así es, tiene la bendición de Elune - dijo Silvannas con tranquilidad.

Sin más ellas comenzaron a seguir al saiyajin.

Tiempo después...

La Legión Ardiente había invadido lo que quedaba de Draenor, que ahora se llamaba Terrallende. Las fuerzas de Azeroth luchaban desesperadas en los límites de la Península de Fuego Infernal y mantenían a los demonios a raya a pocos metros del Portal Oscuro.

Alleria Silvannas,Turalyon y Goku habían vivido más de quinientos años en el Vacío Abisal.

En Azeroth, solo habían pasado veinte años desde el fin de la segunda guerra, apenas una generación, y sus campeones ya debían dirigirse a otra.

Pero Alleria vio una oportunidad. Pidió reunirse con Turalyon y Xe'ra en privado. Sintió un gran remordimiento al mentirles, en especial a él, pero sabía que con la verdad no lograría su objetivo.

- He tenido sueños recurrentes durante estos últimos años. No son muy claros. Me despierto en Argus. Después veo la estrella esmeralda - decía Alleria quién extendió sus manos como gesto de incertidumbre.

- No les di importancia porque sé que Argus está vigilado por hordas de demonios. O más bien, estaba - dijo Alleria.

Turalyon comprendió al instante

- Los demonios están invadiendo Terrallende. Argus jamás volverá a estar tan vulnerable - dijo Turalyon.

Alleria esperaba que Xe'ra se opusiera, pero no lo hizo.

- Esto es lo que vi antes de que se nos unieran: dos luces brillantes de Azeroth que juntas encontraban la estrella esmeralda - dijo Xe'ra.

Alleria se estremeció. Eso no era lo que había planeado.

- Iré sola. Una persona puede infiltrarse en Argus con más facilidad que dos - dijo Alleria.

Turalyon le respondió con una sonrisa.

- Me duele que creas que no puedo seguirte el ritmo - diría Turalyon mirándola.

- No tengo ninguna certeza sobre lo que vi, Turalyon. No hay por qué arriesgar a nadie más - dijo Alleria.

- No te opongas a tu destino, Alleria. No logro ver qué les ocurrirá después de llegar, pero sé que proseguirán su lucha contra la Legión. Vayan juntos. Ninguno morirá en Argus - dijo Xe'ra expresando su apoyo.

Después de semejante afirmación, no hubo lugar para discutir.

Alleria y Turalyon partieron hacia las profundidades del Vacío Abisal.

Salieron del Xenedar
en una pequeña nave cilíndrica. La Luz los mantenía a salvo. El viaje fue silencioso. Sigiloso. Y lento. Tardarían mucho en llegar a Argus y solo podrían regresar con la misma nave.
Durante el viaje, Alleria le confesó la verdad a Turalyon. O al menos, una parte.

- Las visiones que tuve no eran de la Luz. Por eso quería venir sola - dijo Alleria.

A Turalyon no le preocupó demasiado.

- No importa su origen. Xe'ra creyó que eran ciertas. Eso me basta - dijo Turalyon.

- Hay otras fuerzas en el universo - dijo Alleria.

- Si quieren ayudar a la Luz a derrotar a la Legión, no tengo objeción - dijo Turalyon.

- Xe'ra lo haría - dijo Alleria.

Turalyon esbozó una pequeña sonrisa.

- Confío en su sabiduría. Pero también confío en tus instintos - dijo Turalyon.

Continuaron a través del Vacío Abisal. Alleria rezó para que él no sufriera daños si este viaje había sido un error.

Mientras tanto...

La nave seguía su camino hacia Argus una estela de luz los seguía a una distancia prudente, pero sin perderlos de vista.

- aún estamos a tiempo de volver - dijo Goku traquilamente.

- ya no hay marcha atrás - diría Silvannas con seriedad.

- seguir a tu hermana sin su consentimiento, puede que nos traiga problemas - dijo Goku enfocando una sonrisa.

- mira quién habla, no confías en Xe'ra, además tú te ofreciste - dijo Silvannas mirandolo figamente.

- ok, digamos que tienes razón, por qué el interés de ir a Argus - dijo Goku traquilamente.

- Calia me comentó acerca de Azeroth o bueno más bien lo que tú sabes de ella - dijo Silvannas con seriedad.

- eres astuta, Argus tiene un alma al igual que Azeroth, sabotear a la legión y a la luz por el precio de uno, yo llamo eso una buena jugada - dijo Goku traquilamente.

- vas a cambiar el destino de este universo, salvando el alma mundo de Argus, así como lo hiciste en mi universo al salvarme - dijo Silvannas con seriedad.

- son muy pocos las personas que son...como decirlo, tocadas por el destino, si morias a manos de Arthas no hay duda que emprenderías un viaje muy oscuro - dijo Goku traquilamente.

- que tan seguro estás de eso - indagó Silvannas con algo de curiosidad.

- vivir con una parte de tu alma, mejor sería dejar de existir - dijo Goku traquilamente.

- tan malo es tener solo media alma - dijo Silvannas con tranquilidad.

- pues simple, vivir con media alma es vivir algo peor que todos los infiernos juntos, no sentiras dolor, felicidad olvidarás lo que alguna vez te importó, tan solo será un simple cascarón sin propósito, vagando eternamente sin sentir absolutamente nada,  tu media alma siempre vivirá eso pues ganas podrás repararla, rencarnaras infinitamente una y otra vez con ese tormento, por todo lo que queda de eternidad - dijo Goku traquilamente.

- valla debe ser horrible - dijo Silvannas con tranquilidad.

- si que lo es - respondió Goku

- y alguien lo ha hecho - dijo Silvannas con curiosidad.

- si, un muchacho lo hizo, pero él ya murió - dijo Goku traquilamente mientras un breve recuerdo acerca del joven saiyajin mitad Dios llamado zaiko venía a su mente.

- y que obtuvo por sacrificar media alma - dijo Silvannas con tranquilidad.

- un poder más allá del entendimiento, diría que estaba cerca de alcanzar mi estado del migatte no gokui inperfecto - dijo Goku traquilamente.

- ya veo - dijo Silvannas con tranquilidad.

- y como se.... - diría Silvannas quien sería interrumpida por Goku.

- shhh, estamos llegando - dijo Goku traquilamente.

Ella guardaria silencio mientras mientras sus ojos miraban fijamente lo que yacía frente a ellos, un planeta en cual rebosaba de energía vil.

Su verde atmósfera era visible desde la oscuridad del vacío avisal, pese a que aún estaban a una distancia considerable de Argus, se sentía claramente el edor de la magia vil.

- y ahora qué es hacemos, seguiremos a Alleria y Turaly.... - dijo Goku quien no termino de hablar pues ella la interrumpió.

- no, iremos por otro camino - dijo Silvannas con seriedad.

- ya veo - dijo Goku traquilamente mientras los envolvía nuevamente en esa luz arcoiris y desaparecian del lugar en una estela de luz.

Con Alleria y Turalyon...

Hacía mucho tiempo que el Ejército de la Luz conocía la ubicación de Argus. Era un mundo totalmente cubierto por el Vacío, y el ejército podría haber navegado hacia él cuando lo deseara.

Aunque fuera sencillo encontrarlo, no era fácil infiltrarse en él. La principal fortaleza de la Legión Ardiente contaba con defensas abrumadoras, incluso mientras la Legión invadía
Terrallende. Kil'jaeden no se atrevería a dejar su trono indefenso. Pero ahora había grietas. Era imposible que vigilaran cada centímetro del mundo.

Cuando Alleria y Turalyon finalmente llegaron a destino, se ocultaron en el caos del Vacío Abisal y esperaron a que se presentara una oportunidad.

Algunas partes de Argus estaban
llenas de luces que parpadeaban y otras eran oscuras y silenciosas.
Turalyon dirigió su transporte hacia una llanura abierta, alejada de las áreas importantes. El hedor a azufre y roca calcinada era insoportable. Era imposible que algo tuviera vida en
ese lugar. Cuando la Legión Ardiente invadió este mundo, los demonios destruyeron hasta sus cimientos.

Sombrío, Turalyon observó el paisaje.

- No creí que fuera posible un mundo donde la Luz no estuviera presente… - dijo Turalyon la oscuridad reinaba allí al igual que las magias oscuras y corruptas.

- Bienvenido a Argus - dijo Alleria.

Turalyon señaló el horizonte. Apenas se vislumbraba el filo de un enorme cañón. En sus profundidades, había luces resplandecientes.

- Eso se ve prometedor - dijo Alleria quién señaló la nave, que tenía la capacidad de abrir una falla hacia el Xenedar.

- Y esa es nuestra única salida. Recuerda el camino. Quizá debamos escapar rápido - dijo Alleria.

Se movieron con rapidez y cautela. Si la Legión se percataba de su presencia, posiblemente no lograrían escapar. Las irregularidades del terreno les daban reparo. Había cavernas bajo la superficie y peñascos que les permitían ocultarse de las patrullas de la Legión.

Alleria iba un poco más adelante que Turalyon buscando trampas o enemigos. Se detuvo a mitad del camino e inclinó la cabeza.

- Alguien estuvo aquí hace poco - dijo Alleria.

Turalyon desenfundó su espada con sigilo. Alleria le arrojó una mirada impasible.

- No, querido. No una patrulla. Otra cosa.  - dijo Alleria quién señaló un risco cercano. Se veían algunas
marcas en la superficie. Había una pequeña capa de ceniza fresca en el suelo. Se arrodilló. Aún estaba tibia. Lumbre. Marcas de herramientas.

Hay alguien viviendo aquí.

Turalyon dudó.

- Es difícil de creer, pero tal vez encontremos aliados en Argus - dijo Turalyon.

Ella no tenía esperanzas.
- Para vivir bajo las narices de la Legión hay que saber ocultarse. Y hay que ser muy paranoico. No creo que los encontremos tan fácilmente. Aunque… - dijo Alleria quién examinó el risco con atención.

Quedarse en la superficie es casi un suicidio. Tienen que tener una manera de… Ah, ahí está.

Clic.

Encontró lo que buscaba. Giró una roca suelta y una pequeña parte del risco se abrió como una puerta para mostrar un pasadizo pequeño y angosto. Alleria asintió, satisfecha.

- Entonces hay personas que viven aquí y se mueven sin que la Legión se entere - dijo Alleria.

Turalyon tomó la delantera en los túneles sinuosos, usando solo una chispa de Luz para iluminar el camino. Durante horas, lo único que oyeron fue su propia respiración. En
cuanto llegaban a una bifurcación, tomaban el camino que giraba en dirección al cañón.

Después de tantos años en el Vacío Abisal, habían aprendido a mantener su orientación sin guiarse por el sol, las estrellas u otros puntos de referencia.

A medida que se acercaban al cañón, Alleria empezó a sentir algo extraño. Su mente se agitaba. Miró a Turalyon y él asintió. Ambos sentían lo mismo.
Finalmente, una luz verde titilante comenzó a iluminar el camino. Un zumbido sordo y enloquecedor resonaba en las rocas. Turalyon vio una salida donde el túnel se ensanchaba.

Alleria advirtió que no era producto de la naturaleza. Quien viviera ahí había tallado una abertura irregular en la superficie del risco para espiar a la Legión. Tal vez había resistencia en Argus. Turalyon se acercó sigilosamente para mirar.
Alleria lo seguía de cerca.

- ¿Qué ves? - dijo Alleria.

- No sé, Alleria. Juro por la Luz que no lo sé - dijo Turalyon.

Levantó la cabeza. Desde allí miraba el cañón. Se veía una fractura infernal gigante sobre la corteza misma de Argus, helada a pesar de todo el humo y el vapor. Lo único que se oía era
el sonido histérico de los martillos, la magia negra y los pasos de los demonios.

Habían visto algunas fortalezas en la superficie del mundo, aunque seguramente eran puestos de avanzada. Era aquí donde la Legión Ardiente fortalecía a sus ejércitos. Había forjas, reservas, cuarteles demoníacos y una infinidad de edificios, fosas y estructuras.

Como la base del cañón no había sido suficiente, la Legión también había construido sobre las paredes.
Su mente se agitaba con más bullicio y le provocaba dolor. Turalyon se aferró al borde del risco con fuerza.

- Viene de esa dirección. - Turalyon quien señaló una zona más oscura del cañón, alejada de las máquinas
de guerra, donde unas estructuras lúgubres y silenciosas acechaban en las sombras.

Su arquitectura era diferente. Alleria descifró lo que era en poco tiempo. A lo largo de los siglos había visto cientos de fortalezas de la Legión, pero no se parecían en nada a estos
edificios... Entonces, ¿por qué le resultaban tan familiares?

Le recordaban a las ruinas antiguas de Azeroth, anteriores a los primeros asentamientos de los Altonato. Eran ruinas de los titanes.

¿Por qué habría arquitectura de titanes en Argus?

¿Qué se escondería adentro?

Ese pensamiento llamó la atención. Lo que fuera que se sacudía en su mente se había quedado en silencio. Había sentido su presencia. Sintió un ardor insoportable. El ojo de su mente explotó en llamas. Vio una esfera resplandeciente de poder puro. Estaba atrapada y forcejeaba para escapar de una prisión vil. Una prisión esmeralda.

Con Goku y Silvannas...

Ellos habian tomando camino a paso firme quitando a cada demonio que se les cruzaba en frente, eran pocos quienes se percataron de su presencia allí pero algo no estaba bien, los demonios comenzarian a moverse como si buscarán algo.

El agudo oído del saiyajin oyó un gritó, a lo lejos dirigiendo su mirada hacia la misma dirección este dio una leve sonrisa.

- sucede algo, Goku - dijo Silvannas con curiosidad.

- parece que Alleria se dio cuenta de ello, supongo que ya no hay necesidad de reprimirse más - comentó Goku.

- espera no hagas nada estupido - diría Silvannas tratando de detener al saiyajin quien la ignoró.

- AAAAAAAHHHHHH - gritaria Goku mientras su cuerpo expulsaba gigantescas ráfagas de viento por todos lados, esto sacudió Argus y el vasio avisal en su totalidad..

A lo lejos con Alleria y Turalyon...

- Ninguno morirá en Argus - diría Xe'ra sus palabras eran certeras y erradas a la vez.

Su progreso había empezado a decaer. El azote de las tropas infinitas de la Legión los debilitaba. Alleria vio que un círculo de eredar se acercaba con espirales de magia vil que se
convertían en cadenas. Querían capturarlos con vida.

Ella seguía luchando. Pero no era suficiente.

- No logro ver qué les sucede después de que llegan… - decía Xe'ra pero ella guardo silencio.

Pues en ese instante un gigantesco temblor sacudió la zona entera mientras que una luz se hacia presente a lo lejos.

- ese poder sagrado - susurro Turalyon.

- está aquí - diría Alleria.

A los pocos segundos las hordas de demonios centraron su atención en algo más llamativo.

- hola - dijo Goku traquilamente.

A su lado estaba Silvannas aún sorprendida pues logro que todos los demonios centraran su atención en él.

Enfrente de las hordas demoníacas yacía un hombre de cabello plateado, y una resplandeciente aura, el fulgor de esa aura molestaba a los demonios.

Uno trato de atacarlo por la espalda, pero sería atravesado por una espada de ki, esto sería el detonante para que los demonios comienzen a atacar.

Alleria y Turalyon miraron con asombro absoluto como el saiyajin despedazava a los demonios sin piedad alguna, eredar, señores del foso, incluso muchos nathrezim se acercarían al lugar solo para ser destruidos por el saiyajin.

Silvannas se acercó a ellos rápidamente.

- ¿que pasa?, por qué los demonios centraron su atención en él y no en nosotros - dijo Turalyon.

- lanzó un hechizo sobre Argus, debemos salir de aquí no durará mucho tiempo - dijo Silvannas con seriedad.

- ya veo, andando - dijo Alleria con seriedad.

La batalla se había estancado de un momento a otro. Alleria, Silvannas y Turalyon no podían avanzar ni retroceder, estaban siendo rodeados por los demonios quiénes daban pasos atrás de manera inconsiente.

Algo estaba sucediendo pues no era normal que los demonios comienzen a retroceder unos más aterrados que otros.

El fin había llegado. La Luz no podía salvarlos.

- yo puedo salvarlos - era la voz oscuro y errante que oyó Alleria.

- volveré a ver a mi hijo - susurró Alleria. Lo sintió tan cierto como siempre. Incluso ante el abismo de lo inconcebible.

Conocía el origen de esa voz y sabía cuál era su deseo. Sabía que era su única salvación.

Canalizó la Luz en un último ataque para abrirse un poco de espacio. Después se despojó de ella.

- Alleria....no - diria Silvannas tratando de detenerla pero fue imposible.

Recurrió al Vacío. La energía oscura empezó a fluir en su interior. No sabía cómo controlarla, pero no importaba. Una presencia lejana se encargó de todo. Esa presencia lejana quería que ella sobreviviera. Sentía que sus susurros enloquecedores invadían sus pensamientos.

De repente apareció un portal irregular tan oscuro como el rincón más recóndito del universo.

Turalyon giró, sobresaltado. Observó el portal, sorprendido.

- ¿Alleria…? - dijo Turalyon.

El tono en que dijo su nombre le rompió el corazón.

Alleria dio un grito desesperado, tomó a Turalyon y a Silvannas del cuello y los arrastró a través del portal.

Escuchó unos gritos de dolor por parte de Turalyon al cruzar el umbral.

La Luz y las Sombras no pueden
convivir.

Aún sentía el pulso de él. Atravesar el poder del Vacío no lo había matado.

El portal se cerró bruscamente. Alleria se desplomó en el suelo, exhausta y sin aliento.

Observó el caos turbulento y resplandeciente del Vacío Abisal sobre ellos.

Alleria, Silvannas y Turalyon estaban sobre una roca flotante donde apenas cabían los tres, en medio de la nada.

Alleriase despojó de las Sombras. Las rechazó. Los susurros enloquecedores se disiparon.

Turalyon yacía de espaldas, adolorido. Alleria lo observó. Su alma estaba totalmente afligida por lo que había hecho y por lo que estaba a punto de hacer.

Silvannas miraba esto se sentía cansado, y un poco preocupada pues dejaron al saiyajin solo allí donde algo estaba apunto de ocurrir.

- Estamos a salvo. Lejos de Argus -dijo Alleria.

Él se incorporó con lentitud. Sus ojos reconocieron el caos del Vacío. No pudo hacer más que observarla fijamente.

- ¿Qué… qué hiciste? - dijo Turalyon.

Ella se quedó en silencio. Quería mentirle, pero no podía volver a hacerlo.

- Alleria. - dijo Turalyon quién intentó alcanzarla, pero ella se alejó.

- Alleria, ¡por favor! ¿Por qué? ¿Por qué? - dijo Turalyon su voz sonaba tranquila.

- Eso mismo me pregunté. ¿Por qué? Hasta que lo comprendí. No teníamos que morir en Argus hoy. Xe'ra lo sabía, solo que ella no podía ver cómo escaparíamos. No podía ver que
las Sombras eran nuestra salvación - dijo Alleria.

- ¡Preferiría haber muerto a verte caer ante la maldad! - dijo Turalyon.

- Lo sé. Y sin embargo, mi destino no ha cambiado. Volveremos a ver a nuestro hijo. Derrotaremos a la Legión - dijo Alleria.

- Alleria… - era la voz de Turalyon estaba cargada de terror - Podemos revertirlo. Suplica perdón. Renuncia a las Sombras. Estoy seguro de que Xe'ra te ayudará - decía Turalyon.

Él no entendía, pero Alleria no podía culparlo. Ella solo comprendía partes de lo que había hecho.

- Mi destino fue seguir el camino de la Luz por mucho tiempo. Ahora, tengo que aprender a sobrevivir en un camino nuevo - decía Alleria solo deseaba saber qué había al final.

Él se acercó y la tomó de las manos.

- Esta no es la manera... - dijo Turalyon.

El roce de sus manos le provocó un gran dolor. Los dos retrocedieron. La Luz y las Sombras no pueden convivir. La soltó y observó sus manos, perplejo.

- Busca cómo regresar al Xenedar. El Ejército de la Luz te necesita - dijo Alleria en ese momento otro portal oscuro e irregular se abrió a su lado.

- Entiende que no somos enemigos. Ni ahora, ni nunca. Créeme, Turalyon. Necesito que me creas - dijo Alleria

- Alleria, espera... - trato de decir Turalyon pero ella lo cayó en el portal.

- Te veré del otro lado, amor mío - era lo último que escucho Turalyon tras caer el portal oscuro e irregular creado por el vacío.

Ella quería quedarse. Lo único que quería era abrazarlo, renunciar a las Sombras y volver a la Luz. Pero tenía que proteger a Azeroth. Si su destino era caer ante la oscuridad, tendría
que aprender a soportar su poder.
Y si no lo lograba, lo mejor sería estar lo más lejos posible de sus seres queridos, por el bien de ellos.

Se arrojó hacia el portal. Lo último que vio antes de que se cerrara fue a Turalyon con los brazos extendidos y lágrimas que rodaban por sus mejillas.

Era como si la estuviera viendo quitarse la vida. Y ella no podía negar que fuera cierto.

En Argus...

El mundo entero se comenzó a llenar de una aura completamente maligna y corrupta...

Goku se detuvo en seco debido a esto pues no era alguien común, pues los demonios comenzarian a retroceder poco a poco...

- tu eres Sargeras, ¿No es así? - indagó Goku con tranquilidad.

- valla, no importa cuánto tiempo pase, por qué aunque los monos estén evolucionando, siempre serán los mismos animales - diría el oscuro Titán mirando la destrucción que dejó el saiyajin a su pasó - ¿no es así.... saiyajin? - dijo Sargeras enfocando una sonrisa.

La sorpresa de Goku no se hizo esperar, adquiriendo un semblante más serio al respecto.

Varias horas atrás...

Silvannas y el saiyajin caminaban por lo que parecía ser unos túneles...

- estás cavernas son muy extraños, conducen a algo importante en su interior - dijo Silvannas con seriedad.

- supongo, tenemos suerte que no haya tantos guardias aquí - diría el saiyajin con tranquilidad.

Ellos seguían su camino en el cual se formó un pequeño silencio.

- olvide preguntarte algo hace tiempo - dijo Silvannas con tranquilidad.

- y que es - dijo Goku traquilamente.

- como es que él, conoce a mi hermana - dijo Silvannas.

- también lo pensé y solo hay dos posibilidades, una que el las haya conocido hace mucho tiempo atrás pero por razones desconocidas ustedes no lo recuerdan - dijo Goku traquilamente.

- crees que nos haya borrado la memoria - dijo Silvannas con seriedad.

- puede ser - dijo Goku traquilamente.

Ambos llegarían a una gigantesca puerta.

- y la otra posibilidad - dijo Silvannas con seriedad.

Una sonrisa se enfoco en el rostro del saiyajin quien destruyó la gran puerta, mostrando lo que hay en su interior.

- que no sea el primer Azeroth que destruye - dijo Goku levemente sonriendo.

Silvannas se quedó en shock absoluto ante lo dicho por el saiyajin.








Hasta aquí este capitulo espero que les guste.

Voten y comenten qué les pareció.

Hasta la próxima xdxdxdxd..

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