Capítulo 55
"La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar." —Thomas Chalmers.
***
Seis años después...
Apenas me queda tiempo de despedirme de Gia y Donnato cuando terminan por darme detalles de la próxima campaña publicitaria que le darán a los zapatos de Giuseppe Zanotti, en donde tendré que modelar algunos de estos para que puedan ser presentados a las marcas Dior o Roberto Cavalli; realmente la noticia me entusiasma demasiado que me sigue alegrando que puedan estarme brindando grandes oportunidades laborales para la industria de la moda italiana, aunque la verdad de todo, pronto tendré que tomarme unas meras vacaciones por una razón principal de la que creo que hasta el momento tendré que ponerle toda mi atención antes de que vuelva a mi trabajo.
Busco mi auto entre el estacionamiento para sacar las llaves de mi bolso y así poder apretar uno de los botones del control remoto del vehículo, el ruido de quitando el seguro a la puerta es lo que ocasiona que la abra antes de poner mi cuerpo adentro, ponerme el cinturón de seguridad y así, conducir hasta Lucca, en donde se hará un almuerzo con toda la familia, sin embargo, en vez de dirigirme de una sola vez hacía allá, termino por conducir en dirección a mi casa, ya que necesito cambiarme de ropa, como también, poder llevar a Kala y Tobby conmigo.
Últimamente estos días han sido de mucho trabajo y no es de menos cuando las temporadas de invierno-primavera empiezan a llegar, por lo que los diseñadores nuevamente empiezan a recrear sus ideas en varias prendas antes de que estás tengan que salir a la luz en las pasarelas de la semana de la moda; por tanto, también, ya he recibido varias llamadas, notificaciones y correos acerca de las invitaciones que me han llegado para que pueda participar, y no es de menos que las haya obtenido cuando el año pasado me fue muy bien cuando además de haber representado el vestuario de Moschino, Prada y Giorgio Armani, terminaron por darme buenos comentarios de los que me ayudaron a sobresalir más en mi carrera, además, he tenido también otras ofertas en Paris y Londres que dependiendo de cómo Blossom organice mi agenda, es probable que tenga que viajar por más trabajo.
Apenas estaciono mi auto dentro de la cochera de la casa, para salir y así entrar en ella; dejo las llaves en un bol que está en la entrada de la puerta para dar unos pasos que pronto me hacen que me detengan al escuchar el sonido de un tintineo que ocasiona que rápido reconozca a Kala; me agacho un poco para poder abrazarla en el instante en que llega a mí y empieza a lamer el dorso de mis manos, hace poco solo era una cachorra y ahora, ha crecido demasiado que ni siquiera se puede cargar con todo ese pelaje esponjado que tiene aunque eso es poco por decir cuando se encuentra muy bien alimentada.
Sin embargo, no es la única que viene de camino en el instante en que aparece Tobby, el Beagle de raza mezclada que adoptamos hace dos años para que también fuera el amigo y compañero de Kala cuando se quedará sola en casa; el pequeño no deja de mover su rabo de un lado a otro, como también, intenta que lo acaricie luego de ver que Kala abarca una gran parte del espacio para que solo ella pueda recibir mis caricias al pasar mi mano desde su cabeza hasta su espalda, no obstante, como tengo mucho amor para ellos, dejo que ambos queden uno al lado de otro para que pueda abrazarlos y a su vez, rascar debajo de sus orejas que es algo que les encanta que haga.
—No saben lo mucho que ustedes me animan mi día. —Ambos sueltan unos ladridos.
Me levanto del suelo para poder ir a dejar mis cosas a la mesa, me lavo las manos, abro la nevera y empiezo a buscar algunas frutas que fueron rebanadas en trozos el día de ayer; apenas alcanzo el tazón cuando pronto busco también el caramelo que Phillipe compró para poder comerlo en conjunto con las fresas, así que, dejando ambos bol en un taburete empiezo a untar el dulce sobre algunas frutas ácidas, como la manzana verde, pera, uva, durazno y piña; apenas le doy una mordida cuando dejo ir un gemido de satisfacción, creo que el deseo por llegar a casa más bien se trataba de este motivo y más cuando desde la mañana empezaba a tener deseos de comer fruta ácida con caramelo.
Antes de poder seguir comiendo, nuevamente Kala y Tobby corren hacia la puerta principal de la casa, a punto de que dejan un ladrido cuando el sonido de esta se abre y pronto una voz demasiado reconocida provoca que suelte una sonrisa al ver que ha llegado, dejo a un lado la comida y me limpió mis dedos los cuales han quedado cremosos luego de untarse de caramelo; también saluda a nuestros queridos perros antes de poner nuevamente su atención en mí, donde termina por poner sus manos en mis caderas antes de chocar sus labios contra los míos, provocando que se terminen de pegar un poco.
— ¿Qué tal su día, señora Rizzo? —Dice con una voz tentadora.
—Excelente, y la suya, mi querido esposo. —Digo con orgullo.
—Espectacular. Y ahora, mucho mejor. —Vuelve a besarme.
Sí, hace un año Phillipe y yo, decidimos casarnos, en donde como toda sorpresa para pedir mi mano en matrimonio, inesperadamente me llevo a la Villa Borghese en Roma, en la que por medio de un pequeño viaje en una barca por el lago, termino por llevarme al Templo de Esculapio, siendo así que, ahí mismo se arrodillara para pedirme matrimonio entre el aquel lugar tranquilo, con una variedad de tortugas, patos y ánades; sinceramente siendo un momento demasiado real, esplendido y único para mí, como a su vez, algo que no sólo me conmovió a mí, sino que a muchas otras personas que se encontraban remando por el lugar cuando vieron aquella escena romántica de la que inesperadamente se llegó a dar.
Ya con ello, solo me llevo unos meses para tener preparada toda mi boda, un evento del que disfrute en elegir no sólo el lugar en donde se realizaría la fiesta de recepción, sino que también, en incluir los preparativos de comida, música, decoración y otras muchas cosas de las que sin dudarlo, no olvidaré la alegría de haberlo organizado a mi propia forma, teniendo las opiniones de mis seres queridos y añadiendo el apoyo que siempre tuve de Phillipe para poder elegir algunas cosas en conjunto como fue la ceremonia religiosa que se conllevo en la Basílica de San Lorenzo.
De por sí, nunca imagine que todo llegaría a ser demasiado diferente como la primera vez, pero que puedo decir cuando la vez pasada, todo lo hicieron por mí que ni siquiera tuve la palabra para poder elegir mi vestido de novia, aunque también mis pocos ánimos de casarme hicieron que dependiera de la ayuda de mi madre; sin embargo, está vez, todo fue diferente, no hubo interferencias, ni nadie que eligiera por mí lo que yo quería y añadiendo que, todo lo hice a mi placer como alegría. Eso fue suficiente para darme cuenta que no me estaba arrepintiendo de mi decisión ni mucho menos que tendría en la cabeza cualquier pensamiento negativo sobre que mi matrimonio no iría bien.
—Sabes que si seguimos besándonos nunca nos iremos, ¿no? —Le digo deteniéndolo.
—Lo sé, pero es inevitable. —Dice alejándose de mí mientras agarra un trozo de pera.
Aunque nos hubiéramos quedado así por un largo tiempo, es imposible tener que faltar a la reunión familiar que haremos en la Villa Rizzo, ya que no sólo estarán mis padres, mi hermano, mi cuñada y mi sobrina; sino que, llegaran nuestros amigos más cercanos que forman parte de ello, además, de su familia que también ahora es la mía.
—Iré a cambiarme de ropa. —Le digo mientras agarro una botella de agua.
—Bien, te alcanzo un rato, solo haré un par de llamadas. —Menciona antes de agarra su celular.
Empiezo a marcharme a mi habitación para darme un baño ligero del que pueda alcanzarme el tiempo para poder arreglarme, aunque también es para que Phillipe no sea el siguiente en entrar a la ducha sino es probable que nunca salgamos y perdamos más tiempo de lo necesario. Por tanto, mientras lavaba mi cabello y por último pasaba mis manos por mi cuerpo, me acorde de la sorpresa que le tengo, realmente sé que le gustara aunque sin dudarlo, decirlo en frente de todos nuestros queridos sería lo mejor aunque en este momento, prefiero que podamos disfrutar primero nosotros de la noticia antes que podamos recibir las felicitaciones y las buenas palabras de todos.
Apenas termino de bañarme para ir a buscar mi ropa cuando lo veo entrar, en otra ocasión no tengo duda de que hubiera terminado por acercarse a mí y quitarme la toalla para terminar por hacerme el amor, pero luego que le hiciera una señal que de una sola vez se fuera directo al baño por si se daba una ducha, al final, me obedeció sin tener que protestar; así que en ese tiempo me sirvió para poder ponerme un vestido, mis zapatos de tacón y desde luego, maquillarme.
Unos minutos después, él salió del baño, pero en comparación conmigo, ni se tardó quince minutos en arreglarse cuando ya se encontraba preparado para que nos marcháramos, no sin antes dejar que Kala y Tobby entraran al vehículo y así, ser los siguientes en meternos para irnos a Lucca.
—He pensado en tomarme unas vacaciones luego de la semana de moda —le comenté.
— ¿A qué se debe? —Pregunta interesado.
—Solo pienso que me merezco un descanso, aunque también, he creído que pronto tendré otras prioridades de las que encargarme —me doy cuenta como enarca su ceja.
— ¿Lo dices por la floristería? —Me pregunta.
Bueno, no exactamente cuándo de por sí, la floristería ha estado en sus mejores momentos, debido a que, las ventas no han bajado y en vez de eso, incrementan a cada año, como a su vez, siempre hemos buscado que entren más ingresos y una parte del dinero se siga reinvirtiendo para poder mantener el negocio en pie; además, con eso de que Priscilla y Samuele ya se han graduado de sus profesiones, ahora tienen más tiempo para poder estar pendientes del legado de su madre, sin decir que, ambos también han obtenido ofertas laborales de las que le permitirán siempre estar en el negocio sin dejarme todo el encargo a mí.
—No, todo va excelente con el negocio. —Le confirmo.
— ¿Entonces? —Espera que le diga mi motivo.
—Pronto lo sabrás. —Suelta una risa al saber que no le diré nada hasta que vea el momento adecuado.
Presiono uno de los botones de la casetera del auto para poner música, pero al tener un disco puesto, empiezan a sonar la mezcla de canciones que yo misma he elegido para poder escuchar durante los viajes que a veces solemos tener; realmente con eso de que a veces salimos y vamos de un lugar a otro, termine por escoger varios demos de mis canciones favoritas de artistas femeninas, por lo que escuchando a Fergie con su hermosa canción Big Girls Don't Cry empiezo a cantarla mientras miro en dirección a la ventana.
Desde luego, no sólo hay un disco de mis canciones preferidas, sino que últimamente me he tomado la delicadeza de hacer también uno de Phillipe con la música de Eros Ramazotti, como también, uno para su madre donde se encuentran sus canciones favoritas de la artista Laura Pausini; eso sin decir que, también he hecho algunos para Bianca, Antonio, sus padres y hace poco, uno para Vicenzo quien ya no nos acompaña seguido a algunas aventuras que hacemos entre familia desde que se consiguió una novia.
Luego de un par de canciones en donde aparecieron las voces de Rihanna, Halsey, Britney Spears, Lady Gaga, Alicia Keys, Beyoncé, P!nk y Katy Perry; terminamos por llegar a la Villa Rizzo. Ahí nos dimos cuenta que varios de nuestros invitados ya se encuentran en el lugar y exactamente luego de ver que sus autos ya están en la propiedad; así que sacando primero del vehículo a Kala y Tobby, fuimos los siguientes en dirigirnos al jardín trasero en donde ya se encontraban divirtiéndose nuestra familia y amigos.
Al llegar al jardín trasero vemos como todos se encuentran haciendo diferentes actividades, algunos están comiendo, otros hablando y de por sí, otros bailando o cantando, por no decir que también están jugando con la pequeña Zoey quien no deja de decirle a Samuele donde debe de ponerle la cola al burro; apenas Phillipe y yo nos fuimos acercando a todos cuando empezaron a saludarnos mientras que abrazaba a mis padres y desde luego a mi suegra quien parece tener una entretenida conversación con mi madre y la señora Graziella; al parecer por lo poco que escuche es que parecen estar organizando una salida entre ellas para divertirse y tener un día libre en que puedan ir al spa a recibir masajes, una buena manicura y pedicura, y añadiendo un buen facial que las rejuvenecerá.
Mientras tanto mi padre con el señor Esmond parecen estar hablando de fútbol algo que han coincidido y siempre que se encuentran terminan por planificar una salida en la que puedan ver algún equipo favorito que tengan en común o simplemente, salir a divertirse con otros adultos de su edad para entretenerse jugando.
De por sí, en estos años, mi familia se ha integrado mucho con la familia Rizzo, a punto de que todos a pesar de verse disparejos hayan coincidido en varios intereses o actividades que al fin y al cabo, terminan por compartir cuando mi papá y mi mamá vienen de visita; eso sin añadir que mi hermano se lleva muy bien con Phillipe, Vicenzo y Antonio, hasta Bianca fue la que aporto un buen diseño de habitación para Jennifer cuando todavía se encontraba embarazada de Zoey.
Después de todo, me alegra saber que ambas familias mantengan una buena armonía y no es de menos que después del secuestro, mis padres hayan conocido mi noviazgo con Phillipe, ya que luego de ver por las noticias sobre mi secuestro, no tardaron ni cinco días en tener que viajar hasta Italia para saber cómo estaba, eso sin añadir que, estuvieron a punto de enojarse con mi hermano por no haberles notificado sobre mi situación pero eso sí, entendieron sus motivos por los cuales no los había hecho, ya con ello, al menos los dejo un poco tranquilos pero no convencidos de la actitud que Cole había tomado, ya que a pesar de ello, le dijeron a él que siempre tenían el derecho de saber de mí estado de salud sin importar que terminará por hacerse algún escándalo imprevisto de su parte.
A partir de ese día, mis padres conocieron a Phillipe y él, termino por saber quiénes son mis progenitores, al principio todo fue absolutamente extraño porque aunque mis padres lo mantuvieron vigilado para ver la clase de hombre que estaba compartiendo su vida con su adorada hija, a la semana parecieron aceptarlo no sólo al ver que Phillipe me cuidaba y siempre se preocupaba por mi bienestar, sino que también, se dieron cuenta que es una persona trabajadora, de buena familia y que tiene buenos sentimientos conmigo que hacen que me valore y respete, con solo esa primera impresión, mis padres se quedaron satisfechos sabiendo la clase de hombre con el que deseaba compartir los siguientes días de mi vida, además de ello, Phillipe se ganó más el cariño de mis padres luego que supieran todo lo que hizo para rescatarme de Reece.
Y hablando del idiota que casi termino con mi vida a golpes, no pudo librarse con facilidad de las manos de la justicia, ya que un mes después de seguirlo buscando al estar de prófugo, lo encontraron intentando cruzar un punto ciego de la frontera de Italia hacia Suiza; solo así pudieron capturarlo luego de que haya cambiado su físico y también encontrarán en una maleta, una nueva identificación falsa junto con el dinero que pidió como recompensa, aunque eso es poco por decir cuando también llevaba un arma blanca y varias documentaciones ilegales que al final hicieron que lo incriminaran más, a punto de que al regresarlo a Estados Unidos, su juicio comenzará seis meses después, dándole un veredictos de cadena perpetua sin libertad condicional por los delitos de: tráfico de menores, tráfico humano, prostitución, agresión físicas y secuestro, y uso de información personal sin el consentimiento del dueño.
Ya con todo ello, se le determinó que pasara el resto de su vida en la cárcel más con eso de que confesó que muchas de las chicas que habían vendido podían haber tenido diferentes destinos de los que desconocía una vez que se las entregaba a sus compradores, debido a que, aseguraba que algunos de ellos podían utilizarlas desde satisfacer sus impulsos sexuales y otros para cometer crímenes violentos con ellas.
A pesar de ello, de las que sobrevivieron de no ser vendidas, sólo se recuperaron quince, cuando en sí, él había vendido a más de cien chicas en sus últimos seis años que había comenzado con ese negocio sucio y oscuro del que nadie sospecho algún momento sobre cómo le entraba ese ingreso económico. En sí, es una pena de que las chicas que han quedado desaparecidas sin saber si siguen vivas o no, la policía las seguirá buscando y por obvias razones, presionando a que Reece pueda dar más detalles de los compradores a fin de encontrarlos y enjuiciados, pero sabiendo que eso arriesgaría su vida, hasta el día de hoy se sigue manteniendo callado, a punto de que, las familias de esas jóvenes siguen sin poder descansar en paz teniendo la esperanza que algún día sus hijas volverán a ellos.
Aun así, ni siquiera sé cómo tuve suerte de seguir viva, ya que el propósito que Reece tenía conmigo no era venderme con algún multimillonario del mundo que podía ocultar sus fríos pasatiempos oscuros, sino más bien, sus intenciones eran otras y entre ellas tener que cobrar venganza al haberse enterado que yo lo había denunciado, por eso, la noche en que me secuestro sufrí varias horas en las que me golpeó y torturó. Desde luego, creí morir, pero sabía que debía de seguir resistiendo para algún momento salir de ese lugar donde me tenía cautiva, a pesar de ello, los golpes fueron profundos, duros y severos que no recuerdo bien el momento en que caí desmayada con el golpe que me dio en la cabeza, solo con ello, es que perdí la conciencia hasta que la recobré al estar en el hospital.
Después de todo, la suerte que tuve de haber vivido es grande, ya que es probable que con el golpe que me dio en la cabeza hubiera sido mi fin, más porque había sido con un bate de béisbol del que si pudo hasta haberme dejado alguna secuela, pero luego de las tomografías y rayos X que me hicieron, no encontraron ni un traumatismo ni mucho menos algún hematoma que pudiera causar un daño en mi cerebro.
— ¡Tía!
Zoey corrió hasta mí a punto de que sus bracitos rodearon mis piernas, la pequeña que tiene un enorme parecido a su madre, no deja de mostrar emoción al verme en el pequeño viaje que ha hecho con su familia; mi linda sobrina es todo un pan de Dios, hasta me siento orgullosa de ser su tía cuando la pequeña ha sacado muchas habilidades de la familia Haller, entre ellas: es una gran artista, ya sabe dos idiomas y de por sí, es una excelente bailarina de ballet; así que pienso que si sigue así, terminará por tener más destrezas que yo cuando tenía su edad.
—Como esta mi princesa favorita —le digo mientras la abrazo.
— ¡Muy bien! —Empieza a saltar. —He traído unos dibujos para ti y el tío Phillipe —menciona con alegría.
— ¡Genial! Las pondremos en nuestra nevera para acordarnos de ti siempre, ¿qué te parece? —La idea parece encantarle.
— ¡Sí!
Dejo de ser su centro de atención cuando pronto ve que Phillipe se nos acerca, ella corre hasta él provocando que mi esposo terminé por sujetarla debajo de sus brazos para así cargarla; la pequeña suelta unas risas que enternecen mi corazón, a punto de que ya deseé imaginarlo siendo padre.
Zoey le cuenta a su tío que ha traído unos dibujos para él, en donde está muy emocionada por enseñarlos y saber su opinión, lo cual es algo típico de ella cuando nos visita, ya que sabe muy bien que su tío tiene un buen ojo con las pinturas, aunque eso no es de menos cuando de vacaciones quien tuvo como maestro no fue nada más y menos que Alonzo, quien en sus tiempos libres, da clases a niños de escolar y también, a niños que han sufrido algún trauma, violencia o dificultad y que por medio de la pintura destacan y expresan sus emociones.
— ¡Cielo santo, Misty! —Exclamó al ver a mi mejor amiga. — ¡Tu cabello se ve espectacular! —La elogio al ver su nuevo look.
— ¿Te gusta? —Se pasa la mano en su cabello corto. —Alonzo dice que me veo más sexy con él. —Le muestro una sonrisa pícara.
—Es que lo estas, solo mirarte... ¡Te vez bellísima! —Su sonrisa se engrandece.
Mi querida mejor amiga, que puedo decir de ella cuando seguimos estando juntas en las buenas y malas, realmente mi amistad con ella se sigue fortaleciendo día tras día, eso sin decir que, ahora que también es residente del país, su empleo cambió de ser auxiliar de sala para convertirse en directora y más que, la oportunidad le llegó una vez que sacó su máster que la empodero a ser más profesional en sus responsabilidades a punto de que el gerente del museo viera su desempeño laboral y ahora considerará que ella se merece ese puesto al ver que ha sido capaz de superarse y de por sí, velar por el manejo del museo.
—Eso mismo le digo yo y sigue sin creérselo. —Aparece Alonzo.
Y que puedo decir de Alonzo quien también se ha convertido como en mi mejor amigo, después de todo, a veces junto con Phillipe tenemos salidas de cuatro en la que nos divertimos yendo a bares, fiestas o simplemente, tener reuniones en casa en la que cenamos como familia mientras seguimos contando historias ridículas de nuestra vida, en sí, es algo que no obviamos por más que pasen los años y es más, siempre mantenemos esa amistad sincera que ha logrado que nuestros lazos de amistad se sigan fortaleciendo.
En fin, Alonzo ha sido un buen partido para mi amiga y lo digo porque los padres de Misty también le dieron una cálida bienvenida a su hogar, aunque la persona quien más adora a Alonzo suele ser la abuela de mi mejor amiga, ella sí que sabe apreciarlo y más con eso de que todos los años siempre la visitan para las fiestas tradicionales de Corea del Norte para pasarlo bien en familia; a todo ello, Alonzo ha sabido también ganarse a la familia de Misty y de por sí, no tengo duda que algún momento ese par puede terminar también en el altar, ya que veo que su relación va de viento en popa y más con eso de que acaban de regresar de unas vacaciones que pasaron juntos en Filipinas.
— ¿Qué tal Filipinas? —Les pregunto emocionada.
—Tienes que ir, hay unos lugares majestuosos de los que no queras irte y la población son personas cálidas y buenas, te aseguro que no te arrepentirás —me da su opinión.
—Lo anotare en mi lista cuando Phillipe y yo decidamos aventurarnos de nuevo —tomo en cuenta su sugerencia.
—No lo dudo, además, ¿piensas ir a Londres o París este año? Misty me contó un poco de que algunas casas de moda te han elegido para modelar sus diseños —menciona Alonzo.
—Sigo en ello, pero no dudo que tendré que salir del país aunque Phillipe ya se está preparando para no tenerme un par de semanas en casa. —Encogí los hombros.
—Le será difícil dejarte ir, pero sabe que esta es tu vida y trabajo. —Asiento al ver que comprenden mi situación.
—Exacto. —Afirmé.
Antes de poder seguir con la conversación, escucho que me llaman y no se trata más que Bianca quien desea que la acompañe a la cocina para que pueda ver si toda la comida está como lo organizamos hace una semana, saludo a Priscilla quien se encuentra hablando con Maurizio para después darme cuenta que Samuele está hablando con Caeli, es extraño ver a esa pareja que la veo dispareja, pero realmente no me preocupa cuando sé que con algo de química pueden llegar a algo; entro a la cocina y veo a mi suegra sacando unos platos de la alacena, así que ayudándole a tomarlos, pronto los dejo en el taburete antes de que Bianca sea quien se los lleve para ir preparando lo último de la mesa.
—Te veo diferente querida, estas más sonriente y llena de vitalidad, ¿por qué será? —Mi suegra cruza los brazos y me muestra una sonrisa pícara.
—Bueno, tengo buenas noticias. —Le digo aguantando el grito de la emoción.
— ¿Ah sí? ¿Será lo que yo creo? —Ella empieza a entusiasmarse.
Muevo la cabeza de arriba hacia abajo afirmando la idea que ella tiene en mente, por lo que no tarda mucho en cubrir su boca para no evitar soltar un grito de la alegría al revelarle aquel detalle que sé que ella será la más feliz de todos; primeramente porque ha estado luchando todo este tiempo con su condición médica que no se ha rendido hasta decir que cuando sea el momento de irse, es cuando dejará de estar yendo de un lado a otro, y por supuesto, lo segundo, es que ella sigue manteniéndose fuerte por Phillipe porque en todo este tiempo ha tenido la ilusión de que pronto cargará a su nieto o nieta, por tanto, eso es lo que ha ocasionado que ella siga de pie, combatiendo con su enfermedad.
—Y, ¿esa cara? —Llega Vicenzo.
¿Qué se puede decir de Vicenzo? Pues, muchas cosas. Lo digo porque desde que llegué a mi apartamento luego de haber salido del hospital por los hematomas y cardenales que Reece me provoco, nuestra relación pareció ser más sencilla que antes, ya que ambos mantuvimos una conversación muy interesante en la que nos aseguramos que intentaríamos llevarnos bien, para evitar futuros problemas y desconfianzas.
Después de todo, sentí que se lo debía cuando él fue quien también me ayudo para que me rescataran y la respuesta de como supo de los negocios de Reece fue sorprendente aunque no tanta cuando sabía que no había perdido la memoria, pero gracias a su amuleto, fue algo que me ayudó a que me encontrarán y también porque en el pasado, Phillipe le había comentado todo a él, sobre cómo se llamaba la página en donde había estado mi fotografía, de donde podían encontrarme y por supuesto, el manejo que se debía de tener para lograr que Reece no diera su brazo a torcer para no dejarme libre.
Todo ello, siempre se lo agradeceré y de por sí, esa vez dije que daba gracias a Dios de que no haya perdido la memoria, ya que si no hubiera recordado todos esos detalles, no tengo duda que ahora mi destino fuera otro y del que probablemente no hubiera sido nada bonito sabiendo que podía haberme sucedido cualquier cosa.
—Nada, solo me alegre porque Des dijo que la comida me quedo deliciosa —la señora Antonella prefirió guardarme el secreto.
—No hay que dudar de eso, tú eres una excelente cocinera. —Vicenzo manifestó antes de llevarse unas bandejas de comida a la mesa.
— ¿Ya lo sabe? —Me pregunta ella en voz baja.
—Se lo diré hoy. —Le dijo emocionada por la sorpresa.
Tampoco nos queda más tiempo por hablar cuando al final nos tuvimos que dirigir con las otras bandejas a la mesa del jardín, ya que todos se organizaron en sus respectivos lugares para poder dar inicio al almuerzo familiar; cada uno de nuestros amigos empieza a dar buenos comentarios sobre el olor de la comida, en donde a pesar que esta vez no tuve nada que ver, sé que la señora Antonella y Graziella le dieron su sazón y su toque tradicional a todos los alimentos, apenas íbamos repartiendo los platos con su respectiva comida, para escuchar como el señor Esmond dijo que antes de probar bocado, se haría una oración, por tanto nadie siguió levantando el tenedor para así, esperar que él empezara con la oración para bendecir los alimentos.
Todos agachados la cabeza, guardamos silencio y escuchamos la oración que el mismo formó sin necesidad de tener que haberse aprendido alguna letanía de la que le recordará decir algo importante durante la bendición de los alimentos; dijo varias palabras en representación a la familia, a la salud y respectivamente al amor, con todo ello, lo finalizo agradeciendo todo lo que tenemos.
Ya con ello, todos empezamos a comer donde milagrosamente nadie termino por devorar sus alimentos luego de que estos estuvieran deliciosos, en todo ese tiempo, nos quedamos conversando, riendo y disfrutando de la compañía de nuestros seres queridos; eso sin decir que, también hubieron bromas como recuerdos que nos sacaron varias carcajadas o nos dieron un poco de vergüenza cuando las mencionaban, pero aun así, el tiempo que compartimos en familia fue lo que nos hizo sentir felices y agradecidos de que estos seis años, aunque hayan pasado rápido, hemos obtenido muchas recompensas.
Por la tarde, siguió el festejo con algún par de juegos que se realizaron, aunque también, se dio la hora del café y comimos nuevamente varios postres tradicionales de los que degustamos, a veces me quedaba hablando con mi suegra aunque también el tiempo lo rote para estar pendiente de mis amigos, Misty y Bianca también han conseguido una buena relación, eso sin añadir de Priscilla y Gia, la novia de Patrick quien al parecer están hablando del entretenido trabajo que tiene mi socia.
Mi padre mientras tanto le sigue enseñando a jugar golf al señor Costa y al señor Esmond, quienes al parecer ya le están encontrando una forma adecuada al juego; por otra parte mi hermano no le deja de comentar a Vicenzo sobre los partidos de baloncesto que iba de pequeño, en donde iba a apoyar a su equipo favorito y como una vez soñó en poder convertirse en un basquetbolista de las grandes ligas de la NBA.
Me encuentro con la mirada de Phillipe quien me sonríe al darse cuenta que nuestra reunión ha sido un éxito, pero a pesar de ello, deja de verme cuando Luigi le toca el hombro para que le siga poniendo atención a lo que está hablando junto los demás, algo que me dio risa pero preferí no ser un distractor al entender que debe ser algo importante lo que debe de estarle contando.
En ese momento, miré a toda mi familia, antes era pequeña y de por sí, creí que nunca llegaría a crecer, pero a pesar de ello, no imagine que al final, ese deseo iba a traerme más suerte que desgracia; quizás al principio lo vi como un maleficio en donde no comprendía porque me estaba sucediendo a mí todas esas cosas, sin embargo, ahora me doy cuenta que toda nuestra vida ya tiene un propósito y un destino en el momento en que llegamos a nacer.
Probablemente sé que cambie algunas cosas en el futuro de todos y en dado caso, aligere el de otros, pero solo espero que entre todo ello, no haya afectado de alguna forma grave el tiempo de vida de cada persona. Aun así, lo que agradezco es que en estos años aprendí mi lección y desde luego, maduré a una manera considerable del que comprendí porque a veces se tienen que dar algunas cosas y de cómo ser resiliente con ellas sean buenas o no.
De todas formas, de eso se trata la vida, de poder aprender, de levantarse de las caídas y seguir caminando a través de cualquier tipo de camino que pueda o no impedir que llegues a lograr tus sueños. No fue sencillo para mí haberlo llegado a entender pronto pero a pesar de ello, lo logré y creo que hasta el momento, no me he arrepentido de nada y creo que tampoco cambiaría algo para hacerlo diferente, ya que así estaba destinado que fuera mi vida y por ello, agradezco todo lo bueno y malo que haya surgido de ello.
(...)
— ¿Mirando las estrellas? —Le digo mientras lo abrazo por la espalda.
—Sí... Es una hermosa noche, ¿no lo crees? —Dice con una sonrisa en su rostro.
Dejo de abrazarlo para sentir como él pone mi cuerpo en frente del suyo, para así, poder abrazarme y ambos mirar en dirección al cielo azul negro en donde se localizan varias estrellas de diferentes tamaños y brillos, no hay ninguna nube que las oculte, es más, hasta la luna está siendo testigo de la hermosa noche que se puede ver desde la lejanía de la ciudad.
—Mira eso —Phillipe y yo vemos una estrella fugaz —, pide un deseo.
Tomo suficiente aire para poder darme la vuelta y verlo a los ojos, aún recuerdo que la primera y única vez que pedí un deseo a una estrella fugaz me llevó unos años atrás y no sé si todo fue con la finalidad de que reaccionará al ver a la persona que perdería por mi estúpido deseo o fue para darme una nueva alternativa de vida de la que todo podría ser desconocido al no saber en qué podía terminar.
Pongo mi mano en su rostro y acaricio su mejilla, en la que siento como pronto él la apoya más en la palma de mi mano antes de girar su cara a punto de dejar un beso.
—No necesito pedir ningún deseo para que este se llegue a cumplir —una sonrisa se sale inconscientemente de mis labios —, porque ya tengo todo lo que puedo pedir y soy muy feliz con ello. —Le digo a lo que él parece emocionarse.
—Tienes razón, yo también me siento satisfecho con todo lo que tengo. —Deja un beso en mi frente.
— ¿Seguro? —Le digo riendo.
—Sí, seguro. —Dice extrañado de que lo cuestione.
—Entonces, ¿no te alegrarás de saber que la familia seguirá creciendo? —Saco del bolsillo de mi short una prueba de embarazo.
Abre los ojos de forma enorme ocasionando que pronto revelé una sonrisa de la que ni siquiera puede ocultar en el momento en que le doy aquella noticia; me abrazan y pronto me da un par de vueltas en las que termino por reír al ver reflejada su emoción con respecto a mi embarazo; apenas me deja en el suelo cuando empieza a besarme, a decir un sinfín de palabras y desde luego, a pasar su mano en mi vientre que aún sigue plano pero sé que pronto irá creciendo.
—Santo cielo, ¡un bebé! ¡Tendremos un hijo! —Exalta emocionado.
—Sí, así que, pronto tendremos una nueva aventura señor Rizzo. —Veo como intenta calmarse.
—Contigo a mi lado, todo siempre es una aventura, mi bella stella.
FIN
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