Capítulo 49
"La juventud es el paraíso de la vida, la alegría es la juventud eterna del espíritu." —Ippolito Nievo.
***
Apenas abro un poco mis ojos para poder encontrar la mejor vista que puedo tener a plena madrugada, y no sólo hablo de los primeros rayos del sol salir de las colinas donde se encuentran varias tierras llenas de cultivos de uva, sino que también, me refiero a como la primera luz que entra en la habitación deslumbra los cabellos semi dorados de Phillipe; lo observo por varios segundos hasta que acaricio con mi dedo índice su rostro perfilado y su cabello alborotado; nunca creí poder experimentar tales emociones al tenerlo a mi lado, ni siquiera pensaba o me sentía de la misma forma cuando estábamos casados, ahora lo único que quiero, es poder recordar esta mañana y de estos grandiosos días que no suelen acabar.
Me levanto de la cama para ir pronto al cuarto de baño, apenas me doy una ducha cuando mientras me enjabono mi cuerpo, una pequeña queja sale de mis labios al tener un poco de dolor entre mis piernas, con anterioridad para mí, el sexo no era tan necesario para mi vida, sin embargo, ahora se ha convertido en algo sublime y excéntrico que es difícil ignorarlo cuando estoy con Phillipe. Mi vida sexual nunca había sido demasiado activa y ahora que la estoy teniendo suele ser tan íntima y exclusiva que de por sí, me siento satisfecha con ella a pesar que apenas he probado lo poco que nunca imagine tener.
Ni siquiera comprendo como a veces mi cuerpo soporta tanto o de lo mucho que puede proporcionar cada vez que Phillipe me hace el amor, no importa si este suele ser duro o suave, rápido o lento, profundo o ligero... Simplemente, cada vez me siento extasiada con lo que suele haber entre ambos.
Me hago un breve masaje con el jabón para poder quitar ese malestar del que estúpidamente me saca una sonrisa, tendría que estar cansada luego de haberme despertado tres veces en la madrugada, pero es extraño que no me sienta de esa forma, es más, siento que haberme levantado temprano ya es un logro que de por veces no suelo tener, pero ahora ha sido bueno haberlo hecho.
Luego de haberme bañado y lavado los dientes, me pongo un vestido rojo de verano, en esta ocasión no uso maquillaje y dejo que mi cabello por sí solo se llegue a secar; antes de salir de la habitación aún lo encuentro dormido, por lo que sin hacer algún ruido, solo me acerco a él, para dejar un beso en su frente para después, solo salir y dar una pequeña caminata de la que necesito poder tomar un poco de tiempo para mí.
En esta ocasión, solo soy yo, ni siquiera Kala fue capaz de acompañarme cuando prefirió quedarse en su cama, algo que no suele ser común pero sabiendo que toda la tarde y noche se la paso descargando todas sus energías jugando, no es de dudar que siga recomponiéndose antes de que nuevamente se sienta preparada para comenzar un nuevo día. Camino alrededor del terreno de la casa el cual me trae demasiada paz y tranquilidad, siendo así que, aproveche el momento para reflexionar en todo lo sucedido las últimas semanas.
La semana en que Phillipe y yo estuvimos juntos, mi cumpleaños, el evento de la galería, ser socia de la floristería, la semana de la moda en Milán, el contrato con Blossom y por último, la decisión que he terminado por tomar. Realmente han sido unos días llenos de locuras, diversión, risas, confusiones y sobre todo, de poder ordenar mi vida para saber qué es lo que quiero de ella. No creí poder obtener todo eso en el poco tiempo que he estado en Italia, es más, me siento orgullosa de lo que he conseguido y más, en haber solucionado todas mis dudas como sentimientos a tiempo, todo ello, me conllevó a saber que será lo mejor para mí, como a su vez, de los beneficios que me puedan traer.
Quizás todavía me falta muchas cosas, entre ellas: establecerme en el país, contarle a mis padres sobre los nuevos planes que tengo y tener que solucionar el problema de Reece; a pesar que la lista suele ser corta, cada uno de esos puntos me son tanto esenciales como largos, pero no tengo duda de que podré resolverlos a tiempo, ya que al menos, quiero que una vez que comience mi nueva vida acá, ya no haya ninguna interferencia que pueda ocasionarme tristeza o preocupación, más bien, todo quiero que sea al menos excelente para continuar con esta nueva etapa que le he abierto el paso a ese cambio que no tengo duda de que necesitaba hace un tiempo.
Me quedo observando un rato el amanecer dándome cuenta de lo hermoso que es, los rayos del sol deslumbran por todo lugar, hasta que me entrega un poco luz de la cual recibo al cerrar los ojos y llenarme de esa majestuosa mañana soleada de la que veo que ha comenzado muy bien. Sonrío para mí misma sabiendo que todo está yendo mejor de lo que imagine y que desde luego, no quiero que nada de eso cambie ni mucho menos que mi felicidad termine pronto, solo deseo que esto siga perdurando lo necesario para saber que no sólo estoy en mi hogar sino que también ya he encontrado mi lugar en este momento.
Me quedo sentada en un lugar que está cubierto de flores rojas, cada una de ellas ha comenzado a brotar haciendo que se vean hermosas a través de aquella perfecta mañana, me termino por acostar y es ahí, en donde cierro los ojos, dejo a un lado mis pensamientos y simplemente, sintonizo mi mente ante aquel silencio que existe en mi alrededor, apenas el calor de la mañana es lo que abriga mi cuerpo, el viento roza mi piel y el aroma de las flores ocasiona un efecto apacible en mi interior. Aquel momento me es único y perfecto, tanto que, me tomé el suficiente tiempo para poder disfrutarlo y guardarlo en lo más profundo de mi ser.
(...)
Entro a la casa para darme cuenta como esta se encuentra aún en silencio, a pesar de ser las ocho de la mañana me impresiona que Phillipe aún no haya despertado cuando él suele levantarse temprano para hacer alguna actividad que lo motive a comenzar el día con el pie derecho, pero en vez de eso, Kala es la única que se encuentra en la planta de abajo, mordiendo un hueso de juguete y dándome un par de miradas de las que no quita al ver que he llegado; antes de poder ir a la cocina para hacer el desayuno, escucho unos pasos y al menos sintiéndome relajada sabiendo que se encuentra bien, lo veo bajar de las escaleras mientras se rasca los ojos y suelta unos bostezos al haberse levantado hace quizás un par de segundos o minutos.
Me acerco a él para poder darle los buenos días, por lo que sonriendo, lo agarro de las mejillas y dejo un corto beso en donde puedo sentir sus labios fríos pero con sabor a menta, dándome cuenta que se ha cepillado la boca antes de bajar.
—Buenos días —le digo acariciando sus brazos.
—Buen día, amore mio. —Muestra una sonrisa. —Veo que hace tiempo te levantaste.
—Sí, vi el perfecto momento para levantarme temprano e ir a caminar un poco —veo como no se cree aquello.
—Eso es nuevo, ¿todo bien? —Intento no reír al ver una pequeña preocupación.
— ¿Por qué la pregunta? —Siento como me abraza.
—Es que... Sigo sin creerme que hayas tomado la decisión de quedarte en Italia... Todo me resulta como un sueño... —Suspira — ¿En serio lo has considerado? —Se separa para verme.
—Lo que dije ayer fue serio, además, he empezado a sentir que... Estoy en mi hogar. En mi verdadero hogar. —Sonríe.
Veo como suelta el aire que ha estado reteniendo para dejar un beso en mi frente y acariciar los pómulos de mis mejillas, quizás mi decisión era lo que menos se había llegado a esperar pero no tengo duda de que se lo ha llegado a tomar muy bien sabiendo que él no tendrá que modificar varios asuntos de su vida personal, familiar y laboral para poder mantener de pie este noviazgo.
Consideramos hacer el desayuno juntos, por lo que mientras ambos nos ayudamos y escogimos algo nutritivo para mantener una rutina saludable, hicimos algo sencillo que nos amortiguará antes de que nos preparáramos para el almuerzo, del cual aún no tengo idea si saldremos a comer algo o también nos dedicaremos en hacerlo. Por lo que, al tener nuestros primeros alimentos listos, nos sentamos a comer y nos dispusimos a probar lo hecho, aunque también Kala se reunió con nosotros luego de que dejara su comida ya hecha.
Un mensaje cae a mi celular haciendo que, vea como me ha llegado a caer una invitación de la cual se trata de una fiesta de disfraces que se llevará a cabo el día de hoy por la noche, así que viendo que la tarjeta es de Lia, vuelvo a recordar que en el día de mi cumpleaños mencionó que haría una fiesta, por lo que pronto nos enviaría la información para que participara en ello; sin embargo, lo que pienso que olvide fue que hoy se daría, aunque doy gracias que no haya sido la única en haberlo omitido, sino que la cara de Phillipe me hace entender que también lo había olvidado.
—Oh sí, ya recordé que los chicos estuvieron hablando de los trajes pero no les preste mucha atención, supongo que ya los tendrán —lo veo asombrada.
—Ay no. Yo lo he olvidado por completo y no sé si encontraré algo de mi talla a estas alturas del día —digo desanimada.
—Tu talla es sencilla de encontrar —se mofa de mí —, lo que te preocupa es no encontrar algo que te haga relucir. —Ya me conoce bien.
—Bueno... Sí... Pero, ¿habrá alguna tienda de disfraces cerca? Tengo que comprar un disfraz antes de que las tiendas cierren. —Veo que se queda pensando.
—Mejor escríbele a Misty y Lia. —Recomienda. —Ellas te pueden ayudar en elegir algún disfraz.
Tomo su idea para empezar a mandar un mensaje en un grupo que al instante termine por crear cuando les pregunte si me pueden ayudar con mi disfraz, lo mejor de todo, es que pronto supe que ninguna de las dos, aun había ido a ver algún traje en particular para está noche, por lo que quedando en un lugar cerca de la Toscana, prometimos ir de compras con la finalidad de conseguir algo alucinante que nos hiciera brillar durante la fiesta de disfraces.
—En una hora pasaran a recogerme —le comento a Phillipe.
— ¡Que bien! —Dice alegre. —Mientras tanto, iré con los chicos a ver mi disfraz, esperando que me quede bien, sino tendrán que hacerle unos ajustes de último momento. —Suspira.
—¿Me dirás de que son sus disfraces? —Pestañeo repetidas veces con inocencia.
—No, son una sorpresa. —Dice levantándose y recogiendo los platos sucios.
—Y, si rompes la sorpresa. —Él niega.
—Ni lo intentes. —Dice riendo.
Bueno, lo intente. De igual manera, tendré que opacar mi emoción para concentrarme en lo importante que es mi disfraz, aparte de ello, sé que me la pasare muy bien con las chicas porque también están emocionadas en ir de compras que no tardarán en llegar para que pueda involucrarme pronto con ambas.
Una hora después, Lia paso a recogerme logrando que me despidiera de forma momentánea de Phillipe para irme con las chicas; en el camino cada una dio ciertas ideas de como deseamos nuestros disfraces, al menos, algo que estuviera cerca de nuestra personalidad como una forma de reconocernos y sentirnos conformes, pero a través del viaje para detenernos en una tienda que la propia Lia conoce, vi muchos trajes de los cuales se me hizo difícil tener que escoger por uno, ya que se encontraba disfraces comunes como de enfermera, policía, conejita; hasta aquellos que son de mangas de series o películas.
Empecé a ir por varios percheros para ver los trajes que quisiera probarme, pero no encontraba uno de acuerdo a lo que buscaba, en vez de eso, creí que tendría que escoger por uno común y sencillo debido a que, no me convencía alguno. De por sí, siempre busque un disfraz que fuese sexy pero que también, tuviese ese toque inocente que a veces suelo deslumbrar con mi cara, aún así, no dejé de buscar hasta que escuche como Misty nos llamaba.
— ¿Qué les parece? —Saco de un perchero un atuendo de ninja.
—Quisiera verlo antes de darte una aprobación. —Mencionó Lia.
—Opino lo mismo. —Le dije a ella.
Misty se llevo el disfraz para irse a un vestidor en donde Lia y yo esperamos a que ella se cambiará para poder verla a fin de darle nuestra opinión con el traje que ha encontrado; aproximadamente diez minutos después, ella sale con el atuendo puesto, en donde mayormente oculta muchas partes de su cuerpo en donde en sí, ni siquiera logra que deslumbre sus curvas y por supuesto, parezca más una momia que una ninja.
—No me gusta, no te hace ver como tú... —ella se da una mirada hacia abajo.
—Coincido con Des, apenas podemos ver tus ojos —replica Lia.
—Bien, he tomado otro... Se los mostraré. —Entra nuevamente en el vestidor.
Esperamos otros diez minutos más aunque siendo sincera, creo que fueron quince o veinte porque Lia y yo no dejábamos de vernos a punto de creer que algo le pudo haber sucedido a Misty para que no quisiera salir.
— ¿Cómo me veo? —Pareció insegura.
Aprete los labios para darle una mirada de cabeza a pies, no hubo una respuesta rápido y no porque no quisiera mencionar mi opinión sincera, sino más bien, porque creo que no será necesario darla cuando ella misma no se siente identificada o al menos, cómoda con el disfraz.
—Me veo mal, ¿no? —Dice con tristeza.
—Creo que pensamos lo mismo, ¿no? —Me dijo Lia.
—Creo que sí, pero le haré una pregunta primero. —Le dije susurrando. —¿Cómo te sientes tú dentro del disfraz? —Le pregunte a Misty.
—Bueno... —Se acaricia su brazo.
—Con sinceridad. —Pide Lia.
—No me siento bien, creí que me gustaría pero... No me quiero ver en la fiesta usando esto. —Niega rápido.
Suspire al ver que ella se encuentra dudando de lo que empieza a ponerse, por lo que sería bueno tener que darle motivos que elevaran su ánimo.
—Sé que te gusta Wanda Maximoff —empecé a decirle —, pero si no te ves usando su traje, no lo compres. Estoy segura que encontraras algo que si luzca contigo. —Ella asiente.
—Hay un último. —Menciona pero siempre con duda.
—Pero, ¿no sientes confianza en querer usarlo? —Misty asiente ante la pregunta de Lia.
—No pierdes nada en probártelo, quizás esté, sea el indicado. —Le doy ánimos.
—Sí, pruébatelo. Puede que esté sea el que te haga sentir hermosa y cómoda. —Asiente.
—Bien.
Misty es de las personas que cuando no están segura de algo, empieza a dudar si probarlo o hacerlo, por lo que a veces un empujón es lo que requiere para que ella pueda confiar en sí misma y en sus decisiones.
Se tardo más de lo normal en está última ocasión, pero tanto Lia como yo, no quisimos interrumpirla en hacerle preguntas o alguna palabra que logrará que se retractará, en vez de eso, le dimo su tiempo para que tomará una decisión. Por lo que, en un tiempo mientras la esperábamos, nos dispusimos a buscar otra vez, algunos trajes, en donde yo, termine por encontrar uno de la reina roja la cual me llamo la atención, pero antes de írmelo a probar, me acerque otra vez al vestidor de Misty para darme cuenta que ella empezó a salir y la sorpresa fue grande al verla con un disfraz de uno de los personajes de Mortal Kombat.
— ¿Por qué esas caras? —Se asusta.
Abro la boca pero ni siquiera sé por donde empezar, primero porque se ve espectacular, no porque el disfraz revele más piel que los otros trajes anteriores, sino porque, la hace ver exactamente como un cosplay de Kitana, además, el azul resalta su cabello negro y sus ojos le dan esa imagen coreana de la que cualquiera estaría impactado de ver como existe una semejanza entre ella y aquel personaje de videojuegos.
—Presiento que enloquecerás a Alonzo —Lia se emocionó como una niña pequeña.
— ¿En serio? —Dijo ella asombrada.
—Coincido en su totalidad... Es que el disfraz parece haber sido hecho para ti —contuve las ganas de gritar.
—Lo importante es, ¿cómo te sientes con él? —Misty suspiro al escuchar a Lia.
—Es primera vez que uso algo que revela partes de mi cuerpo, pero, es que me siento bien con él luego de haberme visto millones de veces en el espejo y preguntarme si este es el elegido. —Lia y yo nos dimos una mirada al mismo tiempo.
—Entonces, ¿qué has decidido? —Ella se muerde su labio inferior.
—Me gusta... —Dice con timidez. —Lo quiero. —Lia y yo dimos aplausos.
Cuando Misty tuvo por elección su traje, fui la siguiente en irme al vestidor, desvestirme y probarme el disfraz electo, por supuesto, fui la siguiente en tardarme unos minutos en saber si es algo que quisiera ponerme cuando me observé en el espejo, pero sonreí al ver que me gustaba las medias largas, el escote y la forma entre buena como mala que me hacía ver. Salí del vestidor para tener el comentario de Lia y Misty en donde ambas aprobaron mi elección mientras me elogiaban, pero eso fue poco cuando también al mismo tiempo, vi el traje de Lia, el cual era de una monja que la hacía ver sexy e inocente, una mezcla que también ella suele demostrar.
Ambas optamos por llevarnos esos trajes, esperando que no dudáramos de nuestra elección ya que fue la primera y única que optamos cuando siempre estuvo esa corazonada que haría que probáramos algo diferente, como a su vez, que marcará esa faceta de nosotras.
—Sabes, por acá cerca hay una tienda de lencería —nos musito Lia para que el cajero no nos escuchara.
—Mmm, eso significa algo... —Le hice un gesto con picardía.
—Mjum. —Dice con una sonrisa. —¿Vamos? —Misty rió al verla.
—No creo comprar algo, pero, las acompaño. —Dice ella levantando las manos con inocencia.
— ¿Eso es un sí? —Me da una mirada.
— ¡Por supuesto! —Resalto.
(...)
Horas después de terminar en la casa de Lia, nos terminamos de maquillar, arreglarnos nuestro cabello y ponernos nuestros trajes cuando pronto a ella se le ocurre la idea de tomarnos una fotografía en conjunto, así que, mientras Misty y yo nos ponemos a su lado, pronto ella saca el celular de su cartera para hacernos diversas selfies que van desde caras sonriendo hasta haciendo muecas divertidas, asustadas o sorprendidas de las que terminan por causarnos risa.
El día estuvo muy divertido a su lado, eso sin decir que nunca en mi vida, me lo había pasado tan bien al hacer las compras con mi vieja mejor amiga y una nueva amiga de la que tiene un aura demasiado divertida y positiva que llena de alegría a cualquiera que esté a su lado, ahora comprendo la razón por la que Patrick la ama, realmente es el prototipo de mujer que él siempre deseo tener a su lado, alguien que fuera totalmente diferente a él y que por supuesto, le llenará la vida de aventuras y sorpresas.
— ¿Nos vamos? —Pregunta Lia al ver que ya es hora de ir a su fiesta.
— ¡Vámonos! —Le digo entusiasmada.
Las tres terminamos por entrar al auto de Lia en donde su chófer ya se encuentra esperándonos, durante todo el trayecto hasta llegar al lugar en donde se realizaría el evento, no dejábamos de hablar de la fiesta, de nuestros trajes y por supuesto, de cómo llegarían vestidos los chicos; realmente ha sido la pregunta que hemos tenido todo el día cuando ninguno de nuestros novios ha querido revelarnos de que irán vestidos, ya que lo único que sabemos es que será algo en equipo, ya que con lo que me dijo Phillipe por la mañana, me dio a entender que alguien también le había hecho el favor de tener su traje listo sin tener la preocupación de estar pendiente de él.
De por sí, hay muchas alternativas por las que pueden ir disfrazados en conjunto, por lo que las tres dimos nuestras opiniones y hasta hicimos apuestas sobre qué podían llegar vestidos. A pesar de eso, no nos limitamos a solo pensar como adivinar, ya que en un tiempo, Lia le pidió al conductor que pusiera su disco favorito, siendo así que, terminará poniendo música de los ochenta y noventa de varias artistas femeninas, eso sin añadir que cuando empezó a sonar la canción Wannabe de las Spice Girls, empezamos a cantar a todo pulmón la letra de la canción mientras Lia mencionaba que para otra fiesta de disfraces podemos tomar la opción de vestirnos acorde al grupo inglés; la idea me pareció perfecta si no fuese porque nos faltaría dos integrantes, sin embargo cuando Lia menciono a Caeli, creo que mi entusiasmo bajo a dos rayitas al no poder imaginar que ella se nos llegase a integrar.
De por sí, no sé cómo saldrá esta noche cuando me encuentre nuevamente a Caeli, ya que tener cerca a la ex novia de Phillipe no ha sido mucho de mi placer desde la última vez que me dejo en claro que yo solo sería una relación pasajera para mi novio, cuando en verdad, todo terminó por ser lo contrario y más ahora, que toda nuestra relación está yendo demasiado bien que no quiero causar problemas que puedan romper lo bonito que he logrado al lado de Phillipe, así que por más que no vaya con mi personalidad, tendré que comportarme como una buena chica esta noche a fin de no ocasionar conflictos innecesarios.
— ¡Hemos llegado!
Lia abre la puerta para que podamos bajar del auto, pero antes que nada, le da unas breves indicaciones a su chófer para que tome en cuenta la hora que debe pasar por ella y a su vez, que pueda estar pendiente de su celular. Con ello, nos bajamos del vehículo para así seguir a Lia quien pronto la deja entrar los guardaespaldas al ser la anfitriona de la fiesta, por lo que, entrando al lugar, vemos como toda la decoración está casi como basada en un diseño de Halloween, con luces neón y la mayor parte en oscuridad.
Varias personas se acercan a ella para saludarla, agradecerle la incitación y darles su opinión de la fiesta; mire a todo mi alrededor para saber si Phillipe ha llegado pero al no encontrarlo me hago la suposición que debe de estar de camino con sus amigos; así que en ese tiempo, Misty y yo nuevamente nos volvemos inseparables, vamos por bocadillos, hablamos y desde luego, terminamos en la pista de baile mientras que el Dj pone varias canciones electrónicas de las que nos hacen movernos de un lado hacia el otro con el buen ritmo que tiene la música de Calvin Harris, Martin Garrix, Alesso, David Guetta, Avicci, Tiësto y otros artistas más.
—Ya llegaron. —Menciona Misty.
Dejo de bailar en el momento en que veo que de la entrada aparece un pequeño grupo de hombres que van vestidos de la misma forma, la mayor parte de invitados se les queda observando y me percato como ellos parecen ser el centro de atención en donde Geronimo y Luigi parecen encantarles obtener esa atención por parte de los invitados de la fiesta.
Antes de que el grupo se separe, Misty y yo decidimos acercarnos a ellos para poder saludarlos, añadiendo que, Lia es quien se nos adelanta al ver cómo se tira en los brazos de su querido novio quien empieza a elogiarla por el sexy traje que ha optado por llevar en su evento.
—Casi no te reconocía, mi bella stella. —Escucho que dice Phillipe cuando me acerco a él.
—Mírate tú, no pensé que elegirías un atuendo de una película estadounidense —elevé la ceja.
Suelta una risa porque sé que tampoco él se cree la idea de tener que haber llegado vestido como parte de uno de los integrantes de la película Dodball protagonizada por Vince Vaughn.
— ¿Te gusta? —Estira su camisa como si leyera la frase "Average Joe's". —Flavio me convenció de que me vería más sexy usando esto. —Dice sin creerse ese comentario.
—Pues, te ves guapo. —Le doy mi opinión.
— ¿Ah sí? —Agarra mi mano para jalarme y atraerme hacia su cuerpo.
—Sí. —Susurro cerca de sus labios.
Antes de poder besarnos, escucho como alguien llega terminando por romper aquel dulce momento en que empezaba a pasármela bien, había tenido la esperanza de que no vendría a la fiesta pero ahora que acabo de escuchar su voz, no creo que haya sido mi imaginación dándome una buena paliza a la realidad y más cuando al girar mi rostro, la vi vestida con un traje del personaje de Hancel y Gretel, en donde sin haberlo creído, su pareja para ser Hancel, ha sido Maurizio quien está a su lado.
— ¡Que bien te ves Alesso! —Me hice a un lado.
Acabo de invocar a mi mejor amiga llamada: tensión. De por sí, no sé si he sido la única en haberlo sentido pero la verdad, hasta el aire se puso pesado una vez que Caeli apareció y provocando mi mal humor, se acercó a Phillipe para darle un beso a cada mejilla mientras me daba una mirada; entre este espectáculo creo que todos, es decir, Misty, Alonzo, Patrick, Lia, Geronimo, Luigi, Flavio, Maurizio e incluso Phillipe quien de por sí, no creí que su reacción corporal se terminaría por poner tensa también, se quedaron incómodos ante aquel momento que la propia Caeli estaba haciendo en frente de mi nariz.
—Gracias. —La sonrisa de Phillipe se volvió una mueca.
—Tú también te vez bien, Des. —Dijo sin emoción ella. — ¿De qué vienes vestida?
Creo que cualquiera adivinaría mi disfraz pero bueno, la ignorancia de cierta persona hace que tenga que responder una pregunta muy tonta de la que no tendría por qué decirla, aun así, no me queda de otra que actuar con respeto y cortesía por más que quizás mi sonrisa termine por verse hipócrita.
—De la reina roja. —Mencioné.
—Mmm, cierto. —Me da una mirada de arriba hacia abajo. —La que mandaba a cortarle la cabeza a sus súbditos si no hacían lo que querían. —Pongo los ojos en blanco.
—Sí... Y tú... ¿de Gretel, verdad? —Le pregunte como si estuviera averiguando su disfraz. —La chica que casi termina en el estofado de la bruja por caer en su trampa. —Ella asintió con una sonrisa fingida también.
Esto es lo más incómodo que haber llegado a pasar, pero aun así, tengo que sobrellevar este asunto si quiero empezar con el pie derecho mi nueva residencia en Italia; además, no me quedara de otra que tener que soportar a Caeli el resto de vida que me quede, ya que al haber quedado en buenos términos con Phillipe, tendré que soportarla al ver que siguen siendo amigos, aunque espero que pronto en su pequeña cabeza pueda caber la idea de que ahora es mi novio y no romperá nuestra relación solo por cumplir la promesa de ella.
— ¿Vamos a bailar? —Phillipe termina por cortar aquella tensión.
— ¡Claro que sí! —Enarqué la ceja al ver que Caeli respondió.
—Se lo decía a Destiny. —Le contradijo él.
—Sí, vamos bambino. —Lo tome del brazo para dejar aquella escena incomoda.
No hay nada peor que tener que ver a la ex novia de Phillipe perder su dignidad al creer que él le propondría bailar primero con ella antes que yo, realmente no sé si aún no le ha quedado claro que ambos estamos dentro de una relación o es que en serio, se hace la de mirada ciega al no creer que ahora él es mi novio.
—Des... —Phillipe llama mi atención.
— ¿Sí? —Pongo mi atención en él.
—No quería que sucediera eso, hablaré con ella para aclarar todo —intenta resolver el problema.
—No pensemos en ello, solo divirtámonos. —Niego a querer recordar lo sucedido. —Para eso estamos aquí, ¿no? —Le mostré una sonrisa.
—Esa es mi chica. —Deja un beso en mi boca.
De por sí, la única forma de obviar lo sucedido es concentrarnos para lo que haremos esta noche y eso es divertirnos. Por tanto, las siguientes horas mayormente solo consistieron en bailar, tomarnos varias bebidas con y sin alcohol, y desde luego, reunirnos con los demás para poder mantener conversaciones entretenidas de las que no faltaron las risas y siguieran algunos cuantos juegos como verdad y reto.
Entre más pasaba la noche, todo se volvía más entretenido, más cuando descubrí que también Maurizio quería formar parte del equipo de los Average Joe's pero Caeli terminó por obligarlo a ser su acompañante de la noche, donde no le quedó de otra que vestirse de Hancel en donde se podía ver que no estaba cien por ciento cómodo con la vestimenta. A todo ello, también supimos que pronto se daría a conocer los ganadores del mejor disfraz femenino, masculino y de grupo, en donde mayormente, los chicos estaban seguros que ganarían aunque fuese de menor importancia para Phillipe, Patrick y Alonzo, ya que ellos les daba igual si ganaban el primer lugar o se llevaban el último, aunque de por sí, para Luigi, Flavio y Geronimo era todo lo contrario ya que en serio deseaban ganar.
Hubo un instante en que le perdí la pista a Phillipe luego de que Flavio me sacara a bailar, por lo que cuando empecé a buscarlo, me di cuenta como también faltaba alguien más y esa fue Caeli. En esos momentos se me venían varias ideas a la cabeza de lo que podía estar sucediendo, y lo peor de ello, es que no faltaron las imágenes que mi cabeza recreo una vez que no los veía. No obstante, mi preocupación no estaba por desconfiar en Phillipe, más bien, no sabía que planes podía tener la mente de Caeli para arruinar nuestra relación, no quisiera ser muy alcanzativa pero la verdad es que me molestaría pensar que ella obró cualquier plan para fastidiarme y más sabiendo que, Phillipe no cumplirá su promesa.
—Tienes que entenderlo...
— ¿Entender qué? ¿Qué te has enamorado de esa mujer que sólo llevas conociéndola por casi tres meses? —Escucho el reclamo de esa persona.
—Sí, y entender que la amo y que no quiero que te entrometas en mi relación —dice Phillipe con autoridad.
—Ni siquiera la conoces bien —dice Caeli molesta —, ¿qué tiene ella que no tenga yo? —Respiro profundo por esa tonta pregunta.
—No es lo que tenga ella que tú no tienes. —La corrige Phillipe. —Comprende que somos otras personas y mis sentimientos han cambiado...
— ¡Pero los míos no! —Le grita. —Yo te sigo queriendo. —Le dice con voz llena de tristeza.
—Caeli, lamento no poder corresponderte —Phillipe trata de ser sutil con ella —, sé que nos prometimos muchas cosas y más, de creer que algún día podíamos retomar nuestra relación, pero es que yo ya no le veía futuro a lo nuestro desde que supe que ambos teníamos diferentes formas de pensar, de soñar y de desear. —Le explica
— ¿Es qué ella te da todo eso? —Agrega.
—No se trata de que me lo de todo. Se trata que con ella he encontrado una estabilidad de la que me siento cómodo y seguro —sonreí al escuchar eso —. A su lado, me siento feliz, tranquilo e incluso, especial... No sé de qué forma explicártelo, pero sólo puedo decirte que quiero seguir con ella. —Intento ver sus rostros detrás de la pared que va directo al ingreso de los baños. —Tú y yo podemos seguir siendo amigos, te juro que encontrarás al hombre de tus sueños, a ese que se acople a tu forma de ser y de vivir, hasta te amará más de lo que no te puedes imaginar. —Le hace entender. —Yo ya no soy parte de ti, pero te puedo jurar que mi amistad, nunca la perderás. Yo solo quiero lo mejor para ti y que encuentres la felicidad en alguien que sepas que te adorará. —Veo como toma sus manos. —Te deseo lo mejor, Caeli. Verás que pronto, encontrarás a esa persona. —Le dice con una sonrisa antes de despedirse de ella.
Termino por alejarme de la pared para ir directo al lugar en donde se encuentra Geronimo y Flavio, ambos se han quedado tomando unos mojitos de los que terminaran por emborracharlos si siguen tomando varias bebidas con alcohol; me percato que Alonzo y Misty no han dejado la pista de baile, añadiendo que, Patrick ayuda a Lia a subir al escenario en donde le Dj le pasa unos papeles de los cuales me hacen entender que ya tienen a los ganadores de los disfraces, así que nos invitan a que nos acerquemos para conocerlos antes de nombrarlos.
— ¿Me perdí de algo? —Pronto la voz de Phillipe me hace ver hacia atrás.
—No, nada nuevo. —Le digo con una sonrisa.
— ¿Qué? ¿Qué pasa? —Dice riendo.
—Nada, te amo. —Sonríe al escuchar eso.
Sin embargo, la voz de Lia al usar el micrófono no permite que obtenga una respuesta de su parte en el instante en que empieza a mencionar el ganador del disfraz masculino, en donde para ponerle más emoción, el Dj puso el sonido de unos tambores para luego nombrar a un chico que iba vestido de Thanos para darle el premio que no se trataba más de una gift card.
—Ahora nombrare a la ganadora del disfraz femenino más alusivo a su personaje... Y esa persona es... ¡Tambores! —El Dj nuevamente puso el sonido. — ¡Misty!
Abrí la boca asombrada y empecé a aplaudir fuerte cuando escuché el nombre de mi mejor amiga, ella quien tampoco seguía sin creer que haya ganado con su disfraz de Kitana; veo como Alonzo la anima a que vaya por su premio, por lo que caminando con pasos lentos y tímidos, termina por subir al escenario para que le entreguen también una gift card de la que pronto le agradece a Lia por haberla elegido como ganadora; sin embargo, no sólo fue la opinión de ella sino que también, la de otros invitados que apoyaron su traje, ya que en verdad el suyo es muy alusivo y semejante al personaje de Mortal Kombat.
—Y ahora, nombrare al mejor disfraz grupal de la noche —empezó a decir a Lia al abrir un último sobre —Y esas personas son... —Nuevamente el sonido de los tambores apareció — ¡Los Dodball!
Flavio, Geronimo y Luigi fueron quienes gritaron más de la felicidad al saber que habían ganado el premio de la noche, por lo que tomando a Phillipe y Alonzo de los brazos los llevaron directamente al escenario en donde Patrick ya los estaba esperando para poder recoger el premio que habían ganado como mejor disfraz grupal.
—Quiero agradecer a la Academia...
Lia le quito el micrófono a Luigi en el instante en que empezó a ver que estaría a punto de dar un discurso chistoso del que no tenía nada que ver con lo de ser ganadores del disfraz grupal; así que cuando ellas les dio una tarjeta a cada uno, termino por agradecerle a todos por estar presentes en su fiesta y nuevamente, hizo que todos les diéramos continuidad al evento.
— ¿Un beso como premio? —Dijo Phillipe luego de ver que dejaba un beso en sus labios cuando se acercó a mí.
—No, tengo algo mucho mejor. —Le guiñé el ojo.
—Mmm, ¿qué será? —Dijo con voz misteriosa.
—Si quieres verlo ya... Tendremos que irnos. —Le susurré cerca de su oreja.
—No se diga más. —Me tomo de la mano para poder despedirnos de todos y así regresar a la casa que ha rentado.
Ahora, si empieza lo mejor de la noche...
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top