Capítulo 42
"El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal." —Aristóteles
***
Inhalo aire e intento relajarme en el momento en que le explico a nuevamente a Misty la situación complicada en la que me encuentro, eso sin decir, de los enormes problemas que podré llegar a tener o de los próximos meses en los que no me quiero imaginar como sobreviviré a ello; me siento en el sofá pero a los segundos vuelvo a levantarme, añadiendo que, doy vueltas sin imaginar que de poco a poco he empezado a marearme, así que me detengo para darle una mirada a ella, o bueno, también a Kala quien parece no entender porque su dueña está actuando como una loca que no puede controlarse.
— ¿No sería mejor si intentarás sentarte? —Ella pone sus manos sobre mis hombros hasta que me lleva al sofá para que pueda sentarme nuevamente.
Doy un largo respiro en el que intento no seguirme alborotando solo por un hecho del que parezco seguirme agobiando como si no le encontrara solución cuando tiene miles, bueno, no exactamente esa cantidad pero al menos tiene varias de las que puede ayudarme al resolver el dichoso problema.
—En mi opinión sincera, te estás ahogando en un vaso de agua, tú solita —aprieto los labios con su primer comentario —. Ahora dime una explicación lógica a tu conclusión.
—Tengo una semana y media de retraso... —me interrumpe.
—Puede ser el estrés que estás pasando —argumenta.
—Pues sí, puede que sea así, pero... Nuestra penúltima noche tuvimos sexo en el auto y sin protección... —Ella eleva la ceja.
—Sin detalles por favor —ruedo los ojos—, a todo ello, te confiaste solo porque tu calendario menstrual te indicaba que estabas en tus días infértiles. —Muevo la cabeza asintiendo.
—Sí, lo que pasa es que nunca me ha llegado a fallar —chaquea los dedos.
—Sabes que no debes de confiarte siempre en esos calendarios, ¿no? —Hago una mueca. —Más de una vez pueden que se equivoquen y de por sí, ocasionar estos problemas —suspiré.
—Entiendo, pero es que es primera vez que esto me sucede, mi período nunca ha tenido un retraso y de por sí, no tengo ningún problema de salud para que lo cause —ella toma en cuenta mis puntos de vista.
Mierda, ¿cómo pude dejar pasar esto? Ni siquiera me había preocupado tanto cuando los primeros tres días mi período no aparecía, sin añadir, de cuando se convirtieron en cinco, pero ahora que ya tengo una semana con cuatro días, esto para mí, ya no es normal, ya que si se cumplen exactamente quince días, eso solo significará dos cosas, la primera de ellas un embarazado y la segunda, un simple retraso que ojalá sea por cualquier otro motivo que no sea la primera.
—Siempre hay una primera vez para todo —gruñí cuando dijo eso.
—No estás ayudando —le digo entre dientes.
—Lo siento, es que me impresiona, se han estado cuidando y... Este suceso ahora sea el bum... —Hace un gesto de explosión con sus manos —que pueda ocasionarles un conflicto.
De por sí, es a lo que le tengo miedo, porque si la semana que nos la pasamos de vacaciones en Cerdeña fueron mágicas, qué puedo decir acerca de esta semana y media que hemos estado viviendo nuestro noviazgo que para mí es como estar viviendo en un cuento de hadas; pero ahora con este retraso siento que las cosas pueden cambiar y sé que a él le llegará a enfadar cuando me dejó en claro que el compromiso y los hijos no están en su lista.
—Ay mierda... —Dejo que mi cabeza caiga en el respaldo del sofá.
— ¿No crees que sería una buena idea de que resolvieras el asunto por medio de descubrir la verdad? —Sugiere.
—Me da pavor... —Le confieso.
— ¿Descubrir que estás embarazada? —Puntualiza.
—Sí... No... No sé —pongo mis manos sobre mi rostro.
—Te escuchas confundida —manifiesta.
—Realmente no son por motivos físicos, es decir, los cambios corporales, sino que, no me siento preparada o con la madurez suficiente para encargarme de un bebé —intento dar mi razón.
—Pero, eso le sucede a cualquier mujer, ¿no lo crees? —Vuelvo a gruñir a modo de darle la razón.
Es cierto, toda mujer no está preparada para ser madre, pero la verdad es que estoy totalmente insegura y confundida sobre esto; primeramente porque no lo veía venir, lo siguiente que la reacción de Phillipe puede variar al enterarse de ello y por último, apenas estoy comenzando con mi nuevo trabajo que un bebé en camino no estaba dentro de mis planes. Y lo que me pone ansiosa es que no entiendo porque yo, quien ha tenido tantas dificultades en el camino para conseguir que Phillipe esté conmigo, al final todavía tenga que afrontar esta situación.
—Entonces, ¿qué planes tienes? —Giro mi rostro para verla.
—No sé, de verás que una parte de mí quiere saber la verdad pero por otra, prefiero mantenerme obsoleta hasta saber si llega mi período mañana —ella parece pensarlo.
—Es preferible que busques la verdad —puntualiza —, ya que lo de esperar no te ha estado funcionando y además, entre más tiempo pase, mi sobrino seguirá creciendo —la veo con extrañez.
Intentaré creer que lo dice en broma, de todas formas, entiendo que ella me apoyaría en cualquier ocasión, pero no creo que sea un buen momento de traer un bebé al mundo cuando apenas estoy buscando la forma de seguir equilibrando mi relación con Phillipe; además no tengo idea de cómo me vería siendo madre, a veces ni siquiera puedo imaginármelo porque me entra una angustia interna.
—Además, si te viene el período no es signo de que no estés embarazada, recuerda que hay mujeres que en los primeros meses menstrúan —la miro con sorpresa.
—Ay carajo, ¡eso no es apoyo moral! —Me altero.
De por sí, tiene razón, pero aun así algo dentro de mí me dice que no lo estoy pero de igual forma, no puedo dejar que mi percepción me nuble la realidad, cuando debería de tomarle interés al asunto. De todas formas, si estoy embarazada no puedo ocultárselo a Phillipe, ya que deberá de saberlo en algún momento, aunque de por sí, no creo que sea una buena idea decírselo ahora a no ser que...
—Ay mierda. —Maldigo en el instante en que veo la pantalla de mi celular para darme cuenta de que Phillipe me está llamando.
—Parece que invocamos al rey de Roma. —Misty se asusta.
Prefiero que la llamada termine para poder concentrarme en lo que deberé de hacer ahora, por lo que la manera más fácil e inmadura de evadir el tema es apagando mi celular, algo que me da un pequeño respiro aunque con esta situación, la pasarela y la floristería han comenzado a dejarme cansada mentalmente que de por sí, quizás sea la razón por la que no he podido resolver el conflicto de la forma más adecuada o al menos, de tomar las suficientes acciones para no agrandar el problema cuando puede ser pequeño. Sin embargo, descubrir la verdad, también me aterra, algo de lo que aún siento que quiero procesar antes de enterarme si pronto tendré que criar un bebé.
—Hablemos de otra cosa, mañana haré algo al respecto sobre este asunto —Misty me abraza para poder reconfortarme.
—En dos días es tu cumpleaños —dice ella emocionada a lo cual, yo no reacciono por igual.
—Lo sé —digo con una media sonrisa —, deberíamos planear algo, ¿no? —Ella hace un gesto de pensar.
—No sé, ¿qué deseas tú? —Se pone de lado para poder hablar.
Me quedo pensando por un instante pero la verdad, sigo sin poder recrearme en mi mente una fabulosa fiesta que me anime, además, he dejado muchas cosas de mí atrás que ahora apenas he comenzado a reconocerme de poco a poco para entender que es lo que en verdad quiero o deseo ser el día de mañana; por lo que una fiesta sencilla no siento que me vendría mal solo por esta ocasión.
—La verdad, solo necesito sentirme alegre. —Le dije indiferente.
—Tienes razón, ya vere que se te puede organizar. —Asiento.
Nos damos un abrazo antes de que ambas vayamos a la cocina a preparar la cena, hubiera sido bueno pedir una pizza, pero creo que en algunos tiempos de comida he estado comiendo alimentos con mucha grasa que en sí, no he estado siguiendo las indicaciones que me dieron para el Fashion Week, añadiendo que, no estoy haciendo nada de ejercicio por lo que mi peso puede aumentar si no me pongo límites.
Apenas nos preparamos una pechuga deshuesadas en limón para luego poner unas guarniciones de vegetales al vapor; hecha la comida, ambas nos vamos al comedor a cenar en donde también nos dedicamos un tiempo para hablar de nuestro día, en donde escucho de su parte que últimamente las transferirán a otras salas para que también ella pueda darle los tour a los turistas que les gusta descubrir el arte que hay en el museo; además ha llegado a tener buenas opiniones de los visitantes que su jefe está orgulloso de su trabajo, así que a final del mes le entregará una bonificación extra por su desempeño.
Mientras tanto yo, esté día normalmente fue agotador, la mitad dentro de la pasarela y por el otro lado en la tarde, dentro de la floristería; ambos lugares me están exprimiendo como una naranja, al grado que apenas al llegar a mi apartamento, lo único que me interesa hacer es ir a mi cama; añadiendo que, siento que estos días no le he dado el tiempo suficiente a Misty y a Kala cuando con sólo comer empiezo a bostezar. Desde luego, tener dos trabajos en uno ha sido exhaustivo, sin embargo, no dejo de estar alegre sabiendo que en uno estoy cumpliendo mi sueño y el otro, estoy ayudando a personas que me dieron la mano cuando no tenía la suficiente experiencia en hacer arreglos florales.
— ¿Le has dicho a tus padres acerca del Fashion Week? —Pregunta Misty en el instante en que lava los platos.
—No. —Digo desanimada. —Además, mi mamá lo presumirá con todas sus amigas cuando en sí, solo quiero su apoyo; para mientras que mi papá, lo verá una forma en pedirme dinero, algo que no quiero que suceda y se acostumbre a que pronto podrá obtener dinero de mí, así como lo ha hecho con Cole. —Ella siente.
— ¿Y tu hermano? —Prosigue.
—Aún no le he comentado nada, pero lo haré. —De todas formas, es la única persona en que más confío.
Quizás estoy siendo un poco egoísta en no querer decirle nada a mis padres, pero la verdad, es que la situación de mi familia no está yendo nada bien cuando Cole me ha comentado el estado económico en que nos encontramos ahora, bueno solo mi padre y mi madre porque de por sí, Cole tiene su propio trabajo del cual lo mantiene, mientras que yo, he podido prosperar con mis dos trabajos y sin dudarlo de los ahorros que mantuve en mi cuenta bancaria, donde gracias a Dios han servido para sustentarme en estos dos meses que ya han pasado. Aun así, mi hermano ya me hizo el comentario que la empresa de nuestro padre se encuentra en banca rota, haciendo que, varias tarjetas de crédito de mi madre hayan sido denegadas y se ha vuelto histérica en no poder comprar nada a su propio gusto.
—Y, ¿alguna novedad con Reece? —Niego.
Hace una semana también le entregue los reportes a los oficiales de Los Ángeles para que arrestaran a Reece y a su vez, lo investigaran; sin embargo, no he tenido noticias hasta el momento ocasionando que tenga ansiedad por saber que ha sucedido, pero por cuestiones de mi trabajo y ahora mi retraso en el período, lo he olvidado por completo que simplemente se lo he dejado en manos a los oficiales a fin de que no se queden con los brazos cruzados y hagan algo por todas aquellas jóvenes para que no las agredan sexualmente y las vendan como si fueran corderos que serán entregados hacia los depredadores.
—Ojalá lo atrapen, ese bastardo se merece estar en la cárcel. —Asiento aprobando su idea.
—Sí, ni me quiero imaginar el enorme daño que le habrá ocasionado a esas niñas. —Niego. —Se merece que se hunda en la cárcel como un completo parasito que es. —Ella comprende la furia que siento.
Antes de seguir hablando, escucho como alguien toca el timbre del apartamento, así que Misty y yo dándonos una mirada al mismo tiempo nos preguntamos quién puede ser a estas horas de la noche; así que dejando a un lado la toalla con la que he estado secando los platos los cuales mi amiga me entrega luego de lavarlos, voy en dirección a la puerta para saber quién es, por lo que, abriéndola sin preguntar quién es la persona que se encuentra al otro lado, me llevo la sorpresa que es Phillipe.
—Bambino, ¿qué haces acá? —Digo con sorpresa.
—Te llame y te mande mensajes pero no respondías, me preocupe por ti. —Su tono de voz reflejo su sinceridad.
—Lo siento, debió de quedarse sin batería mi celular y como hice la cena con Misty no le tome mucha importancia —puse de excusa.
— ¿Segura? —Asiento.
— ¿Por qué dudas? —Le dije preocupada.
—En serio Des, ¿qué sucede? —Trago hondo al ver que no se cree mi excusa. —Te siento extraña y me has estado evadiendo todo el día cómo si algo hubiera pasado entre nosotros. —Dice alarmado.
Me muerdo el labio y la verdad es que no sé qué responderle ante aquel momento, deseo poder tener la habilidad de crear una buena mentira que pueda hacer que se marche, pero para mi mala suerte no tengo esa destreza y por más que intente fingir que todo está bien, claramente no lo está. Lo que me desagrada de todo esto es que no me gusta mentirle, porque aunque no hay necesidad de contarle ahora mismo sobre mi repentino retraso, de alguna forma sé que terminará sabiendo si al final estoy embarazada. Por tanto, no tengo mucha salida si le sigo ocultando que es lo que me tiene nerviosa como preocupada, añadiendo la razón por la que he estado evitándolo todo el día.
—Des... —Insiste.
—Tengo que contarte algo, pero no te exaltes, ¿sí? —Su cuerpo se pone tenso apenas decirle aquellas palabras.
— ¿Qué debes decirme? —Su voz ha cambiado por una ronca y preocupada.
—Yo... —Juego con mis dedos.
— ¿Tú qué? —Intenta que siga diciendo la verdad.
Tomo el suficiente aire para poder darle la noticia, la verdad ya no hay vuelta atrás, de todas formas aunque todavía no sepa si estoy embarazada le dejaré claro que mañana buscare la forma de hacerme una prueba de embarazo para salir de las dudas, quizás con eso, pueda calmarlo un poco a pesar que los resultados puedan tener dos opciones.
—... Tengo un retraso. —Sus ojos se engrandecen haciendo que vea sus iris color miel.
— ¿Qué? —No se atreve a creerme.
—Tengo un retraso... —Le repito nerviosa. —No me ha llegado el período desde hace una semana y media. —Veo su rostro asustado.
Se pone pálido y veo como se debe de sostener del marco de la puerta para no caer desmayado, pero cuando intento ayudarlo, con sutileza me aparta teniendo que poner una de sus manos en frente para que lo deje respirar y a su vez, aclarar mis propias palabras que ya han sido una bomba para él en este instante.
—Dijiste que estabas segura de que estabas en tus días infértiles —recordó mis palabras.
—Sí, y te lo puedo mostrar... Mi calendario me lo dice —veo como aprieta su mandíbula.
—No debí de creerte, tendría que haberte comprado la pastilla del día siguiente cuando aún teníamos tiempo —se toca la cabeza.
—Phillipe... —Intento hablar con él pero ya está alterado que ni me escucha.
—... Ahora puede que estés embarazada —dice angustiado.
—Mira, no es seguro todavía, no han pasado todavía los quince días y puede que sea el estrés de los trabajos los que han ocasionado mi retraso —le explique.
—Destiny, no me basta con esa explicación —dice molesto —, tuvimos sexo en el auto, no use preservativo y me corrí en ti... ¡hay probabilidades de que hayas quedado embarazada! —Se exalta.
Claro que hay probabilidades, obviamente el estrés puede ser un factor secundario entre lo sucedido pero aun así, no quiera decir que debamos confiarnos en ello cuando tuvimos sexo sin protección y ahora, se puede ver las causas de mi propia confianza, debí de haber comprado la pastilla del día siguiente para no estar preocupada.
—Por eso me estabas evitando porque tenías miedo en contarme la verdad, ¿no es así? —Suspiré.
—Para qué negártelo —encogí los hombros —, sabía que te enojarías, pero no quería decirte nada porque aún no está comprobado —respira profundo haciendo que su pecho se hinche al retener el aire.
—Y, ¿qué esperas para comprobar la verdad? —Farfulla.
—Mañana me haré una prueba de embarazo, pero confía en mí, no estoy embarazada, créeme por favor. —Muerde su labio inferior con enojo.
—Sabes que yo no quiero traer hijos al mundo en este momento y lo peor de ello, es que apenas estamos comenzando con esta relación... Traer un bebé ahora complicaría las cosas. —Murmura.
—Lo sé. Entiendo que estés molesto, yo tampoco quiero hijos ahora, pero debemos de afrontar esto por sí sucede. —Intento ponerle una mano en su brazo pero se aleja.
No dice ni una palabra, en vez de eso, cruza los brazos y se queda en silencio como si estuviera reflexionando la noticia que acabo de darle, quisiera darle esa seguridad de que no estoy embarazada, pero el asunto del auto perjudica que tenga la situación clara como el agua, eso sin decir que, no nos está ayudando en nada seguir atacando el tema cuando no tenemos respuesta aún si en verdad estoy embarazada. De por sí, si el resultado sale positivo, solo tocará hablar de forma madura y saber en qué términos podemos quedar, porque con este nuevo Phillipe, no sé qué tan capaz es para llevar a cabo una paternidad inesperada y tener que dejar varias cosas a un lado para ponerle prioridad a un bebé
—Phillipe —Intento convencerlo con alguna palabra pero me detiene.
—Necesito adaptarme a esta noticia, más por si en verdad estas embarazada. —Empieza a alejarse.
—Phillipe... —Lo detengo para que me escuche pero en vez de eso, él habla.
—No ahora Destiny, sé que no sólo fue tu error sino que también él mío, pero ahora necesito tomar aire y pensar que haremos si en verdad estas embarazada. —Suelto mi mano que he puesto en su brazo. —Luego hablamos.
Entra a su auto y pronto le da marcha para que se vaya, me quedo sola fuera del apartamento sintiéndome abrumada de creer que ahora nuestra relación se pondrá tensa con esta situación; sin embargo, será mejor descubrir la verdad, de todas formas, este o no embarazada, los hechos ya se dieron y ante ellos, ya no hay vuelta atrás para cambiarlos.
(...)
Dejo de estar a un lado de la cama para ponerme boca arriba a punto de ver el techo, he querido conciliar el sueño, pero ha sido imposible y la verdad, lo que más quiero ahorita es salir del apartamento, ir a una farmacia y comprarme una test de embarazo casero; pero para mi mala suerte tendría que pedir un Uber que me llevara hacia mi destino, debido a que Alonzo tuvo que llevar su auto al taller luego de que Misty le comentara sobre unos desperfectos mecánicos que empezó a ver el día de ayer, si la situación fuese diferente sería capaz de ir por las llaves, tomar el vehículo e ir a una farmacia, pero no puedo, además son las dos de la mañana y de por sí, no tengo idea si habrá una cercana de la que este abierta.
Disgustada por el momento, busco la forma de dormir sea cual sea la manera pero debo de intentarlo si no quiero caer dormida mañana en alguno de mis dos trabajos, añadiendo que, el método de contar ovejas o poner música suave no ha llegado a ayudar. Escucho como un mensaje cae en mi celular por lo que lo agarro para darme cuenta que es uno de mi hermano, así que sabiendo que allá ya es de mañana, termino por apretar el botón de llamada para poder conversar con él, quizás pronto pueda obtener sueño y así tener un buen descanso.
— ¿No deberías estar dormida? —Dice impresionado.
—Hola hermanita, ¿cómo estás? —Hago su voz al haber omitido el saludo. —Hola hermano, yo estoy bien, gracias por preguntar. —Dije con sarcasmo.
— ¿Ahora te molesta que no te salude cuando con frecuencia tu no lo haces conmigo? —Me contraataca.
—Bueno, no te robes mi estilo. Que a ti no se te da omitir los saludos —escucho su risa.
—Bien —bufa —, ¿qué tal has estado? ¿Y a qué se debe esta sorpresiva llamada? —Deduce que pasa algo para que haya tomado la iniciativa de llamarlo.
—Nada en particular, solo saber cómo estás tú y también, cómo está papá y mamá —Le pregunto con interés.
— ¿Qué te puedo decir? —Su tono de voz cambia. —La empresa de papá cerrará al final del mes y mamá está muy desesperada que sus niveles de ansiedad han incrementado. —Eso no se escucha nada bien. —Así que, he pensado que se venda la casa y ellos puedan vivir en una más cómoda y sencilla a pesar que ambos se le dificultará adaptarse a ella. —No queda de otra que tomar esa opción. —Y ante ello, quería preguntarte que, ¿cuándo volverás? —Cuestiona con sutileza.
Quisiera responderte esa pregunta pero no tengo idea de qué manera ser lógica pero realista, ya que con estos últimos días tampoco se me cruzo la idea de tener que volver a Estados Unidos y regresar a tener mi vida de antes; es más, con casi los tres meses que tendré acá en Italia me he llegado a acostumbrar en varias cosas que particularmente es como haber adoptado al país como mi segundo hogar, además, casi es como haber iniciado mi vida aquí, comenzando porque tengo estabilidad no sólo económica sino que emocional y laboral; así que no me siento disgustada en pensar en irme de acá o al menos, sentir frustración en querer volver a mi país.
— ¿Por qué la pregunta? —La mejor forma es evadirla.
—Primero, porque no sé qué quieres que haga con tus cosas y lo siguiente, necesitaré que me apoyes de forma económica con ellos... Sé que estás de vacaciones, pero, siento que no podré solo con todo esto. —Comprendo su situación.
—En cuanto a mis cosas, quizás solo conservaré mi ropa y mi laptop, lo demás quizás se pueda vender y con ello tener más dinero para papá y mamá. —Le doy una solución. —Y con respecto a apoyarte de forma económica, no te preocupes, no te dejare solo en ello, aunque sería recomendable que nuestros padres no tuvieran tarjetas de crédito para que no seamos nosotros quien cubramos sus deudas y desde luego, quizás podamos implicarlos a darles una enseñanza de ahorro. —Le propongo.
—Me parece perfecto. He estado buscando como incluir a papá en algún trabajo, también no deseo que ellos se vuelvan independientes de nosotros, sé que siempre nos proporcionaron lo necesario, pero en mi caso, ya no soy solo yo... Tengo a Jennifer y bueno, pronto formaremos una familia, y quiero encargarme de eso. —Entiendo su punto de vista.
Quizás, también sea una buena idea que busque un trabajo para mi madre, no forzoso pero que al menos le sea útil y la entretenga, sé que ella nunca ha trabajado en su vida porque mi padre fue quien hizo que ella solo se quedara en casa y nos criara tanto a Cole como a mí, pero no tengo duda que pueda encontrar algo que le pueda gustar a punto de que no lo vea como un trabajo; además también apoyo a mi hermano con respecto a no volverlos independientes de nosotros sabiendo que ellos tienen esa cultura de gastar en lo primero que se les cruce a los ojos, ya que es entendible que él quiera tener una seguridad económica cuando ya forme una familia, y de igual forma, quiero tener una mejor estabilidad en la que pueda sentirme segura donde si aparece una emergencia, al menos ya tengo un dinero en el cual usar como apoyo.
Es cierto que nuestros padres siempre se aseguraron en darnos todo y que nosotros también seriamos capaces de propiciarles lo mejor, pero los conocemos a la perfección que sabemos que hasta el momento ellos no serán personas responsables de ahorrar o velar por su economía cuando la mayor parte de su vida se la han empeñado a gastar de forma innecesaria que no tengo duda que mamá será la primera en acabarse rápido el dinero.
—Está bien, te comprendo y te apoyaré en lo que necesites para papá y mamá —le mencioné.
—Aun así, no me has dicho cuándo vuelves —suspiré al ver que desea una respuesta. —, o ¿es que ha aparecido algo que implique te quedes más tiempo? —Me cuestiona.
—Quizás... Sea el motivo por el que te llame —le dije mientras me sentaba en la cama.
— ¿Debo de preocuparme de algo? —Su tono de voz cambia.
—No, más bien... Es una buena noticia —le digo con una sonrisa en el rostro.
— ¿Seré tío? —Mi sonrisa desaparece y vuelvo a pensar en el retraso.
—No... —Aunque ese asunto sea incierto prefiero negarlo.
—Oh bueno, empezaba a creer que habías tenido una aventura con un italiano y que probablemente ahora estabas embarazada de él —preferí reír con nerviosismo ante la inocente hipótesis que menciona.
—No, bueno... La novedad es que si tengo novio —apareció un silencio —, y quizás sea otro tema del que hablaremos después, ¿sí? —Espere una respuesta.
No tengo porque ocultarle nada a mi hermano, ya que siempre hemos sigo muy apegados que ambos nos hemos contado con confianza algunos asuntos de nuestras vidas, como a su vez, que nos apoyamos cuando nos necesitamos; hasta recuerdo como lo ayudaba con sus citas con Jennifer para que todo saliera perfecto y él no quedará como un hombre patán del que no sabe cómo enamorar a una chica.
—Bien, pero, ¿es bueno contigo? —Suelto una risita al ver que ha llegado el Cole sobreprotector.
—Sí. Te agradará mucho cuando lo conozcas. —Le comento. —Quizás sea el cuñado perfecto para ti. —Escuché un gruñido.
—Con que no sea como Reece, valdrá la pena. —Que lo mencioné me deja una sorpresa.
—Son muy diferentes, te lo aseguro. —Le aclare.
—Está bien, ¿cómo se llama? —Intenta indagar un poco más.
—Phillipe, es mitad americano y mitad italiano. —Le cuento.
—Bueno, ojalá lo conozca pronto. —Me siento aliviada que ya no pregunte más. — ¿Esa era la noticia que tenías para mí? —Pregunta.
—No, lo que en verdad quiero decirte es que... Participaré en un Fashion Week. —Al no ver una respuesta de alegría, me imagino que no comprende lo que quise decirle. —Es decir, participare en una pasarela oficial para la casa de moda Moschino, modelare dos prendas de la marca representando la temporada otoño-invierno... —no continué al escuchar como resaltaba con felicidad.
— ¿No estás bromeando? —Le susurré un no. —Mierda, esa es una excelente noticia, ¿cómo no me dijiste antes? —Reí.
—Prepara las palomitas de maíz y la soda, que será una conversación larga. —Le digo acomodándome en la cama para seguir hablando con él.
— ¡Claro! Vamos dime ahora que ya me emocioné. —Me lo imagino como el meme de Michael Jackson.
—Esta bien, no te muerdas las uñas porque si no, cuando te vea mamá te asesinara. —Le digo riendo.
—Nah, ya estoy acostumbrado a sus regaños. —Declara. —¡Vamos! ¡Cuéntame! —Dice como un niño pequeño.
—Bien, aquí vamos...
Al menos hablar con mi hermano me eleva los ánimos, gracias a Dios lo tengo también a él para poder mantener estás exclusivas conversaciones de las que es capaz de escucharme y desde luego apoyarme en cualquier asunto que sea bueno para mi vida.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top