Capítulo 38 🔞
"La magia del primer amor es la ignorancia de que puede tener un final." —Benjamín Disraeli.
***
Las últimas horas han sido solo de risas, abrazos, besos, bromas y un par de juegos en los que tanto Phillipe como yo nos hemos embarrado de harina, huevo, azúcar, cacao y canela al enseñarme a preparar cannolis tradicionales; sencillamente la idea de querer preparar aquel postre famoso de Italia surgió por la mañana en la que deseé darle una sorpresa a Phillipe luego de que sacará a ejercitarse junto con Kala, ya que en verdad quería recompensarle de alguna forma por haberme ayudado con las fotografías a pesar que todavía no haya recibido alguna respuesta, aunque no debo de desesperarme cuando ni han pasado veinticuatro horas desde que las envíe a la última agencia en donde puede que tenga una oportunidad.
Sin embargo, para mi fortuna los vídeos de YouTube sobre pastelería, no me sirvieron de nada cuando la masa o la crema no me estaba saliendo como lo esperaba, hasta que de repente, Phillipe apareció secándose con una toalla pequeña el sudor de la frente; fue entonces que la sorpresa se arruinó y de repente, supo que mi repostería estaba yendo por un mal camino, es así como me indicó que lo esperará solo unos minutos para irse a bañar y cambiarse de ropa para darme una mano; algo que no deseaba, pero a sabiendas de que no iba a aprender por medio de una plataforma de vídeos, no me quedo de otra que aceptar su expertise para hacer cannolis.
Así que, aunque hubiéramos intentado ser muy juiciosos con respecto a hacer los cannolis, estoy segura que hace ratos en vez de seguirlos preparando, ya los estuviéramos comiendo; pero al contrario, además de ponernos seductores con la comida, también, empezamos a jugar como niños haciendo que ahora estemos cubiertos de harina de cabeza a pies, sin decir que, estamos pegajosos tanto por la cocoa y por los huevos.
Suelto una risa en el instante en que veo como Phillipe se sacude su cabello luego de que le echara toda una parte de la harina en su cabeza; pero pronto escucho como Kala suelta un estornudo después que le cayera un poco en su nariz, haciendo que se alejará de él para evitar que el polvo blanco siguiera cayendo en ella.
—Fue buena idea haber comprado suficiente harina, sino creo que nos hubiéramos quedado sin lo importante para hacer los cannolis —le digo sentándome en su regazo mientras limpió su cabello que aún tiene algunos mechones color blanco.
—Es porque creo que ya sabías que ibas a fallar en hacerlos —bromea mientras deja que le quite la harina.
—Es probable, pero ya sabes que fui a una academia de gastronomía, así que no soy mala preparando algunas comidas y excepcionalmente los postres —le guiñé el ojo.
—La verdad, necesito conocer esa faceta tuya —deja un beso en mi clavícula —, ¿cuándo me la mostrarás? —Dice sonriente.
—Podría hacerte una cena especial cuando volvamos a Florencia —le doy una idea —, ¿qué te parece en tu casa? —Le sugiero.
—Claro, me parece bien. —Dice complacido. — ¿Qué te parece si te ayudo? —Propone.
—No, estaría bien que me lo dejarás a mí —acarició su cabello —. Ya que si te das cuenta ambos somos un desastre en la cocina. —Le digo al ver todo lo que tenemos que limpiar.
Su ayuda sería para mí un placer si estuviera segura que al menos ambos nos pusiéramos serios en trabajar en la elaboración de la comida, pero luego de lo experimentado hace un par de minutos que se convirtieron en horas, me di cuenta que la cena terminaría siendo algo más si nos proponemos a jugar y hacer un desorden que al final ocasionará que en vez de comer, terminemos por limpiar.
—Está bien, se lo dejaré todo a la maestra de la cocina —dice animado.
—Sabes, he pensado que también, podrías invitar a tu familia —le digo mientras espolvoreo un poco de canela que ha quedado en el hombro de su camisa.
— ¿En serio? —Dice extrañado de escuchar eso.
Sé que el tiempo en que pasamos juntos suele ser divertido y espectacular al ser solo nosotros dos, sin embargo, él es una persona muy apegada a su familia, por lo que no puedo excluirla todo el tiempo sabiendo de que son personas muy importantes para él, de todas formas, si busco algo serio con él que no sólo perdure en el mes en que me queda para conquistar su corazón, eso implica que tenga que incluir a sus tíos, primos y por supuesto, a su madre en mi vida, y quién puede negarme la realidad sobre que si le agrado a su familia, su resultado será, tener las puertas abiertas para estar a su lado sin que nadie se interponga en nuestro amor... Bueno, si es que se suele dar.
Además la última vez que estuve con sus tíos y primos, todo salió perfecto hasta que el tonto de Vince sabe lo que sucedió entre Phillipe y yo ocasionando que esté en la cuerda floja también gracias a él por llenarle de dudas al hombre que quiero en mi vida; quizás no llegaré al punto de arrodillarme ante Vicenzo pidiéndole piedad para que me dejé estar al lado de su primo, pero sí trataré de buscarme su aceptación para que pueda formar parte en la familia Rizzo, ya que quiero que todo fluya bien y que no haya más complicaciones en mi camino de las que tengo.
—Por supuesto —afirmo con una sonrisa antes de darle un beso —, o ¿es que tu no quieres eso? —Le digo dudando de mi propia propuesta.
—La verdad no sé —dice dudoso —, no quiero que ellos piensen que lo que tenemos es algo serio —enarqué la ceja con su respuesta —, además, te irás en un mes y no quiero que se ilusionen pensando que tú eres mi novia. —Trago hondo al escuchar eso.
— ¿Es que sería mala idea serlo? —Le pregunto.
—No es que lo sea, el problema es que esto no durará, Des. —Me levanto de su regazo intentando no mostrarme afectada con lo dicho.
— ¿Por qué crees que no durará? —Lo cuestioné nuevamente.
—Seamos sinceros, lo que tenemos es maravilloso, pero sabemos que es pasajero. —Escuchar eso me da dolor de cabeza. —Es como un amor de verano, ambos lo hemos disfrutado, pero el tiempo se nos está acabando. Estas en Italia por vacaciones no para quedarte y de por sí, tienes que regresar a Estados Unidos el siguiente mes, ¿qué quieres que hagamos después? ¿Mantener un romance a distancia? ¿Tener que llamarnos y textearnos buscando una forma de mantener vivo lo que sentimos? ¿Hacernos creer que tendremos esperanzas de estar juntos viéndonos detrás de las pantallas de nuestros dispositivos? —Niega. —Sabemos que las probabilidades que sucedan son pocas y eso lo comprueba las estadísticas del número de parejas que intentan mantener su relación a distancia cuando al final, todo el deseo y el cariño se pierde con el tiempo, haciendo que sean pocas las que puedan afrontarlo. —Sus palabras me dan contra la pared para que vea la realidad.
Es cierto lo que dice y de por sí, no puedo negarme a que tenga la razón de todo ello ya que es difícil mantener una relación a distancia debido a que no todo suele ser lo mismo cuando estás en frente de la persona que amas. Y sé muy bien que él no dejaría su empresa por irse a Estados Unidos, como también, dejar a su familia, sus amigos, su país y todas las comodidades que tiene acá; lo mismo me pasa a mí, allá tengo todo, bueno, una parte de ello luego de que haya tenido que dejar varias cosas por perseguirlo a fin de deshacer el deseo.
A estas alturas ya ni sé cómo haríamos de todas formas si el deseo de la estrella terminará por romperse, la única alternativa es que uno de los dos deba de empezar desde cero para estar al lado del otro, pero a simple vista, he empezado a darme cuenta que él no dejará Italia por más que le ruegue y desde luego, yo no he optado tampoco dejar Estados Unidos solo para estar a su lado.
— ¿Des? —Le doy una mirada de reojo.
Aceptar que tiene la razón simplemente para mí es dar a entender que ya me estoy dando por vencida, de alguna u otra forma, puede que encontremos una solución o al menos un convenio para decidir qué hacer con nuestra relación; sé que no será nada fácil, como a su vez, que no somos una pareja hasta el momento, pero si en verdad terminamos por tener el mismo sentimiento en común, podremos sobrellevar este problema a fin de que sigamos juntos de alguna manera.
Dejo de verlo en el instante en que mi celular proporciona un sonido refiriéndose que he llegado a obtener un nuevo mensaje, así que sin hacer un comentario con respecto a lo anterior, recojo mi dispositivo para desbloquearlo y así, bajar la pestaña; dejo de respirar por varios segundos cuando veo un correo de la agencia de modelaje, por lo que dejando el celular en la mesa y cubriéndome la boca para poder analizar lo que mis ojos acaban de ver, me concentro en la idea de que me hayan dado la vacante para poder trabajar en el proyecto que ellos tienen el próximo mes.
— ¿Qué sucede? —Dice preocupado.
—Es un correo de la agencia. —Respondo a lo que se sorprende.
— ¿Y? ¿Qué te dijeron? —Insiste en conocer la verdad.
—No sé y tengo miedo. —Encogí los hombros.
— ¿Quieres que lo leamos juntos? —Propone al ver mi nerviosismo.
Suelto un suspiro para tomar mi celular e ir hasta él, tengo miedo de lo que pueda llegar a suceder, ya que por primera vez, además de dudar de mi habilidad para el modelaje, empiezo a creer que en este tiempo estuve engañada al imaginar que mi trabajo era perfecto cuando en sí, era la razón real por la que nunca tenía un contrato con alguna marca para ser su modelo en su producto.
Abro el correo y pronto me dirijo a la carta que me han llegado a mandar, tanto Phillipe como yo empezamos a leerla de poco a poco haciéndome saber su opinión sobre las fotografías que he mandado y la decisión que han llegado a tomar con respecto a trabajar con ellos, hasta que la respuesta termina por dejarnos impactados a punto de que nos demos una mirada mutua.
Cubro mi boca hasta que termino por liberar un grito de alegría haciendo que ambos nos abracemos a punto de empezar a celebrar sabiendo de que acaban de aceptarme en el proyecto del siguiente mes; realmente estaba en un cincuenta y cincuenta imaginándome que podían contratarme o no, pero ahora que sé el resultado, me hace sentir muy alegre sabiendo que por fin, tendré la oportunidad para modelar en una pasarela italiana, algo que podrá ayudarme en mi curriculum.
Antes de seguir celebrando, el celular de Phillipe es el siguiente en mostrarle por la pantalla una llamada entrante y por supuesto, al ver el nombre de Patrick me di cuenta que algo ha surgido para que le esté llamando; así que dejando a un lado nuestra emoción, veo cómo va a contestar mientras vuelvo a releer la carta para poder creerme que por fin he podido tener una buena noticia con respecto a mi trabajo.
— ¿Qué? ¿Estás acá? Eso es increíble, ¿cuándo pensabas decirme? —Lo escuche decir mientras sonreía. — ¡Oh claro que sí! Nos podemos ver ahí, sería sensacional... Además, llevaré a una persona, será fantástico poder celebrarle ahora que ha tenido una buena noticia —a pesar que susurra muy bajo, termino por escucharlo. —No, no es lo que crees, no digas eso. —Gruñe. —Bien, nos vemos a las siete allá. —Dice antes de colgar la llamada.
Se acerca nuevamente a mí para regalarme una enorme y hermosa sonrisa de la que termina por hacerme olvidar todas aquellas dificultades como preocupaciones que tenemos por el momento.
—Un amigo se encuentra en la isla y hemos quedado en vernos en un lugar en Baja Sardinia, así que he pensado... ¿Por qué no vamos a celebrar tu nuevo y futuro éxito que tendrás pronto? —Espera a escuchar mi opinión.
—Me agrada escuchar eso, además sería buena idea —entrelazo mis brazos en su cuello.
—Bien, te queda una hora para arreglarte, así que te aconsejo que te prepares ahora ya que sé que te tardas mucho en quedar espectacularmente hermosa —deja un beso en la punta de mi nariz.
—Lo sé, iré ahora mismo, aunque, ¿no deberíamos arreglar esté desorden primero? —Señalo todo el desastre que hemos dejado en la cocina.
—Dejármelo a mí... —Lo detengo.
—No, ve a arreglarte, podemos limpiarlo luego, ¿te parece? —Asiente con una sonrisa. —Me llevaré uno, de todas formas, están deliciosos. —Agarro un cannoli.
—Eres única, en serio. —Ríe antes de seguirme para ir cada quien a su habitación.
(...)
Termino por maquillarme para agarrar mis tacones y empezar a ponérmelos; en sí, tuve que hacer mi mayor esfuerzo para no tardarme mucho en prepararme, como también, en decidir que ponerme para ir a la discoteca que Phillipe me dijo que iremos; me levanté de la cama y fui hasta el espejo del tocador para ver mi apariencia, haciendo que solo sujetará más de la cola de caballo que me he llegado a hacer antes de tomar mi bolso para salir de la habitación.
Bajo al primer piso para esperar a que Phillipe llegué pero cuando escucho el sonido de unos pasos me doy cuenta que ya se encuentra ahí, siendo así que, lo vea salir de la sala para dirigirse a la puerta principal, en donde apenas de terminar de ponerse su reloj de mano, levanta su cabeza para mirarme con sorpresa.
—Mierda... Te ves... —Se queda sin palabras.
Me doy una vuelta lenta y con elegancia para que pueda ver mi vestido corto y blanco, el cual me encanta como hace contraste con mi piel, como también, con mi maquillaje; además me hace sentir tan hermosa como seductora, algo que siempre ha reflejado mis atuendos con respecto a mi personalidad.
—... Bellisima —dice en italiano.
Camino hasta él para abotonar uno de los botones de su camisa semi formal celeste que hace juego con unos vaqueros negros; su apariencia suele ser tan fresca y libre que me encanta, ni siquiera puedo dejar de verlo porque todo de él me gusta.
—Tú no te quedas atrás. —Musité mientras bajo mi mano por su pecho.
—Eh... Debemos de irnos. —Se pone nervioso. —Se nos hará tarde.
Agarra las llaves de su vehículo rentado para que podamos irnos, así que despidiéndonos de Kala sabiendo que será una buena chica y que se portara bien al estar sola en el apartamento, salimos del lugar para entrar al auto; por lo que en el camino además de admirar las hermosas calles de la isla, escuchamos música tranquila que ambientaba el espacio en que nos encontrábamos, sin embargo, en un momento, se me ocurrió una idea de poder flirtear con él.
Pongo una mano en su entrepierna para acariciarla de arriba hacia abajo haciendo que el timón del auto lo agarre con fuerza y pronto sienta como frena duro provocando que nuestros cuerpos se vayan un poco hacia adelante, agradeciendo que nuestros cinturones de seguridad nos hayan detenido para no obtener un golpe.
— ¿Qué haces? —Dice con la voz ronca.
Le doy una pequeña mirada antes de ver como el semáforo cambia de color para que vuelva a manejar, pero en vez de dejar de acariciarlo, esta ocasión, ocupo mis uñas para empezar a darle un cosquilleo que me doy cuenta como su cuerpo empieza a reaccionar poniéndose rígido ante el minúsculo contacto que apenas le estoy proporcionando.
—Des, detente o tendremos un accidente. —Dice entre dientes.
A pesar de sus palabras, me detengo por un instante hasta que al parecer la suerte está de mi lado cuando nuevamente encontramos un semáforo en rojo, donde pronto vuelvo a poner mi mano en su entrepierna logrando que, pronto pueda acariciar su miembro encima de los pantalones. Suelta un bufido y veo como aprieta su mandíbula como si estuviera resistiéndose a decirme que dejará de acariciarlo encima de su ropa, sin embargo, cuando el semáforo se puso en verde, quite mi mano y deje que volviera a conducir.
Para su desgracia, no dejé que el juego terminara hasta ahí, en vez de eso, cruce una de mis piernas para ponerla encima de la otra, para que el vestido subiera un poco más; empecé a rozar mis dedos por mis muslos dándome cuenta que me estaba dando cortas y repentinas miradas hasta que inesperadamente se quedó admirado al ver cómo medio me levantaba para quitarme las bragas y dejarlas a un lado.
—Bien, entiendo lo que quieres. —Traga hondo. —Y como lo buscaste, te lo daré.
Apresura un poco la velocidad en donde cada vez vamos entrando a la ruta dejando atrás la ciudad, en donde al estar lejos de varios edificios, veo como se sale un momento de la calle para irse a un lugar apartado en donde apenas encontramos árboles a nuestro alrededor; detiene el auto, pone la palanca de mano a punto de que enseguida se quita tanto su cinturón de seguridad como el mío, para hacer un poco su asiento hacia atrás y de inmediato colocarme encima de él.
Apenas estar encima de él, pone una mano en mi cuello para empujarme y así, besarme. El beso fue tan intenso, ansioso y duro que puse mis manos en sus hombros mientras seguíamos besándonos sin cansancio, mordía mi labio inferior que además de sentir como este se enrojecía empezaba a hincharse; bajo los tirantes de mi vestido para tocar con libertad mis pechos, siendo mis pezones los siguientes en endurecerse ante su tacto caliente.
Me separe un poco de él mientras desabrochaba su cinturón y la hebilla de su pantalón, apenas pude hacerlo lo más rápido posible cuando los baje junto con sus calzoncillos, su miembro quedó expuesto viendo lo endurecido, grande y rojo que se encontraba; por lo que no tarde en sujetarlo con mi mano mientras lo colocaba en mi abertura ocasionando que poco a poco fuera bajando provocando que además de sentir una plena satisfacción, mis pulmones se quedarán sin aire y escuchara como maldecía dejando que su cabeza terminará apoyada en el asiento.
—Oh mierda, espectacular —gimió.
Empecé a moverme encima de él buscando una forma de satisfacernos a ambos, pero entre más me movía y su miembro me penetraba, más sentía como mi vagina se lubricaba y el calor invadía mi cuerpo; gemí al sentir como su boca tomaba uno de mis senos mientras sus labios lo apretaba y mordía suavemente la areola para no ocasionarme dolor, a los segundos repitió el mismo gesto con mi otro pecho sintiendo como mis pezones además de ponerse más erectos, se enrojecían logrando que el aire acondicionado fuera el único en acariciarlo por un instante antes que él volviera a tomarlos con su boca.
—Mmm... Oh... Bambino... —Jadeo al sentir como empiezo a encontrar mi punto de placer.
—Sigue así... No te detengas... —Agarra un cachete de mi trasero como su mano mientras empieza a moverlo —Lo haces jodidamente espectacular... Oh... Des... Así...
Desabrocho con impaciencia cada uno de los botones de su camisa con la finalidad de no jalarla y así arruinarla, apenas me queda tiempo de tener su pecho descubierto cuando empiezo a besarlo, dejo besos húmedos por su clavícula, pecho y abdomen provocando que gruña, pero eso no me detiene a dejar una pequeña marca cerca de su tórax sabiendo que en unas horas pueda que se llegue a notar; aligero mis movimientos sintiendo que cada vez más mi orgasmo está a punto de llegar, por lo subiendo y bajando más rápido, como también haciendo giros en círculos y de adelante hacia atrás, pongo una mano en la ventana del auto en el instante en que suelto un grito de placer al llegar al clímax, pero eso no es suficiente cuando el siguiente en correrse es Phillipe, en donde toma mis caderas y busca la forma en que las siga moviendo a fin de poder terminar de liberarse.
A pesar de ello, con el roce de su miembro nuevamente cerca de mi sensible clítoris solo provoca que a los instantes, otra vez vuelva a tener otro orgasmo, siendo así que, mi piel se erice y pueda sentir como mi cuerpo se consume en un calor intenso que impide poder respirar adecuadamente y a la vez, sentir que el aire acondicionado pueda ayudarme.
—Oh mierda —reaccioné al escuchar como maldice.
— ¿Qué pasa? —Digo asustada.
—Me corrí dentro de ti —dice con tono preocupado. —Y no use anticonceptivo... Y tú no estás tomando ninguno... —Se altera.
—No te preocupes... —sus ojos se agrandan con aquella noticia.
— ¿Qué no me preocupe? —Dice molesto. — ¡Puedes quedar embarazada! —Ruedo los ojos mientras pongo mis manos en sus mejillas.
—No creo poder quedar embarazada —enarca su ceja —, no estoy en mis días fértiles así que, hay pocas probabilidades de que me embarace ahora —veo como se empieza a relajar.
— ¿Segura? —Suelto una sonrisa.
—Bien, si no te sientes cómodo podemos pasar luego a una farmacia a comprar una píldora del día siguiente para que no pase nada —le doy otra alternativa.
— ¿Segura que no estás en tus días fértiles? —Me cuestiona nuevamente.
Suelto una leve risita que logra que deje un beso en sus labios antes de sacar mi celular de mi cartera, en donde al tan solo desbloquearlo, pongo la app que he descargado sobre un diario menstrual en donde llevo los días contados en que me viene cara período, por lo que mostrándoselo, le señalé la línea que marcaba los días que no estoy fértil, siendo así que, entendiera que la otra semana llega mi periodo, por lo que no hay pocas probabilidades de que haya quedado embarazada más cuando mi período es regular.
—Cielos, por un momento me preocupe —se pone la mano en la frente.
Vuelvo a reír muy bajito mientras dejo varios besos por todo su rostro, desde su frente, pómulos y mejillas, hasta la nariz, barbilla y labios.
— ¿Es que no quieres tener una pequeña Destiny? —Le digo bromeando.
—Des, no bromees con eso. —Dice exhausto. —Un hijo no es un juego, sabes las responsabilidades que se le deben de dar —pongo los ojos en blanco.
Me quito de su regazo para buscar unas toallitas húmedas que deje la última vez en la guantera del vehículo para así limpiarme y agarrar mis bragas para poder ponérmelas.
— ¿Y ahora que he dicho? —Dice desconcertado.
—Entiendo que la situación te sea incómoda, pero solo estaba bromeando, sé de las responsables que requiere un bebé, no estoy ignorante con ello —me compongo el vestido.
—Solo fue un comentario —dice tranquilo.
—Pues tu comentario no me gusto. —Le soy sincera. — ¿Por quién me tomas, Phillipe? —Veo como enarca la ceja. —Entiendo que no es el momento adecuado para ser padres y más con esta relación bipolar que tenemos —tomé aire y me acaricié la cabeza —, sé que aún quieres disfrutar de tu vida, pero no creas que tampoco no deseo lo mismo. —Me a recuesto en mi asiento. —Además, quien llevará a un bebé por nueve meses seré yo y no tú, así que entiende que...
No me permite continuar hablando cuando sus labios ya están encima de los míos ofreciéndome un beso que me quita el aliento, nuevamente mi cuerpo reacciona y me tengo que permitir controlarlo de alguna forma para que este no vuelva a su cometido de antes. Por lo que apenas él se aleja, abro los ojos y siento como mi corazón pronto estará a punto de salirse de mi pecho con aquel intenso gesto.
—Lo siento, me excedí en hablar. Sé que también apenas tu carrera está comenzando y que ahorita deseas lograr grandes cosas como yo que no tenemos el tiempo de pensar en tener un bebé —acaricia mi mejilla.
—Exacto. —Cruzo los brazos.
—No te enojes, stella mia —acaricia mi mejilla antes de empezar a abrocharse los botones de su camisa. —Disfrutemos de esta noche juntos. —Menciona.
Suelto un suspiro antes de dejar de mantener los brazos cruzados para darle una mirada, en sí, ninguno de los dos deseamos traer un bebé al mundo en estas expectativas que tenemos en nuestra difusa relación de la que ni soy considerada su novia. Realmente confío de que no estoy en mis días fértiles, de todas formas, el calendario nunca me falla.
—Además, estoy comenzado a arrepentirme si ir a la discoteca, ya que podríamos pasárnosla bien en nuestro apartamento mientras te arranco ese vestido y me hundo en ti nuevamente hasta que ambos estemos satisfechos. —Muerdo mi labio ante su tentadora propuesta.
—No estaría mal, pero... Hemos de ir, has quedado de verte con tu amigo y además, podríamos regresar temprano y continuar con nuestra noche —sonríe al escuchar mi propuesta.
—Me encanta como lo dices: "nuestra noche" —Réplica mis palabras.
— ¿Es que no lo será? —Elevo la ceja.
—Sí, pero mientras tanto no me sigas seduciendo más en el camino, sino, no llegaremos a tiempo y más cuando ya llevamos media hora de retraso gracias a tu idea. —Empezamos a ponernos el cinturón de seguridad.
— ¿Me dirás que no disfrutaste? —Le digo riendo.
— ¿Disfrutar? —Enarca su ceja. —La palabra se queda corta con lo extraordinario que acaba de pasar. —Sonreí al escuchar su opinión. —Nunca había tenido sexo en el auto pensando en que podía ser incómodo pero siendo tú la primera en ello, la experiencia fue magnífica —agregó.
—Podríamos repetirlo. —Le dije poniendo accidentalmente mi mano en su entrepierna.
—Oh no, Des. Por favor, ten piedad de mí si quieres que salgamos vivos de esto. —Mencionó al saber que puse mi mano en el instante que ya estaba manejando.
—Lo siento, no volverá a pasar... —La quito. —Por ahora... —Suelto una risita maléfica.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top