Capítulo 22

"Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere." — Elbert Hubbard

***

Estoy demasiado nerviosa, preocupada y asustada por lo que pronto llegaré a escuchar, tanto que no dejaba de moverme de un lado hacia el otro para poder prepararme porque no tengo idea si todo lo que sabré será bueno o malo, más porque desafortunadamente aún no he logrado comprender como es que el compañero de trabajo de Misty sabe de esto y tiene más información de la que ella no ha podido conseguir; de todas formas, no debería cuestionarme esas cosas cuando él tiene información importante que logre deshacer el deseo más rápido de lo que no lo estoy consiguiendo, así que es mejor escuchar y poder crear un nuevo plan más factible que tener que enamorar a Phillipe.

— ¿Cómo sabes de esto? —Le pregunté interesada.

—Mi abuelo estudio astronomía y él estuvo en un evento similar en el que nuevamente el tiempo fue cambiado —respondió.

— ¿Cómo es que él, tú y Misty recuerdan todo mientras que los demás no? —Sigo cuestionándolo.

—Sabemos que la persona que pide el deseo es quien menos le afecta la perdida de la memoria —asiento —, pero hay excepciones en este caso como es Misty y yo quienes recordamos todos los eventos que sucederán en los próximos años. —Señala. —La razón por la que no olvidamos esto es porque ambos poseemos un objeto que absorbe energía. Mayormente este objeto es como un escudo protector, el cual, al pedir tu deseo, en vez de afectar nuestra memoria, absorbe el poder de la estrella y logra acogerla en el amuleto. —Agite un par de veces la cabeza para poder entender esa información que me sonó fuera de serie.

—Y, ¿qué objeto son? —Misty y Alonzo se dieron una mirada.

Veo como mi mejor amiga empieza a sacarse un colgante que está dentro de su camisa, parece ser una medalla, pero suele ser más grande que una moneda, por lo que al acercarme puedo ver que no se trata más que un amuleto chino redondo que está tallado en una especie de roca de jade, tiene dos aves fénix en los laterales que por la cultura china sé que es un símbolo de buenas oportunidades en los negocios, como a su vez, de amor, equilibrio de energías y fuerza cuando te sientas derrotado; a su vez, tiene unas flores y un grabado que parece ser el nudo místico del cual una vez Misty me hablo de ello que son los seis nudos infinitos que simbolizan la buena fortuna y felicidad.

Por otra parte, está Alonzo quien al subir la manga de su camisa me enseña un brazalete que tiene siete piedras de diversos colores mientras que las demás son negras, ese objeto muy rápido lo reconozco por las piedras granate, topacio, ágata, malaquita, aguamarina, piedra de luna y cuarzo blanco; donde todas ellas forman lo que son los siete chakras.

—Es decir que este tipo de objetos tienen la capacidad de absorber el poder de las estrellas fugaces —digo extrañada.

—Claro, si llevas contigo un amuleto de la suerte o piedras preciosas que como sabemos cada una de ellas mantiene una energía especial, estás te protegerán y conservaras la mayor parte de tus recuerdos sin ser alterados —explica.

—Aunque eso significa que ustedes no deben ser los únicos que no han perdido la memoria, ¿no? —Lo digo porque sé que hay muchas personas que ocupan amuletos y joyas.

—Sí, así que una pequeña parte del planeta Tierra, debe de estar confundida con esta alteración del tiempo, por lo que ahora quienes escuchen sobre lo que sucederá en un par de años no tengo duda que empezaran a consideraros como viajeros del tiempo. —Dice un tanto abrumado.

Dios mío, no sé cómo le llegará a afectar al resto del mundo sobre que otros sepan de estos cambios más porque regresamos tres años atrás; por una parte pienso que la vida de estas personas radicalmente no cambiará pero por otra, empiezo a creer que en sí, esto puede traer problemas porque las personas que no hayan sido afectadas por el deseo, eso quiere decir que, pueden haber cosas que intentaran cambiar de su vida y por supuesto, tomaran oportunidades de las que no les corresponden porque debían de haber seguido con el curso de vida sin que llegase a cambiar.

No puede ser, por más que intente que las cosas vayan siempre por el mismo camino, veo que no será así. Ahora vuelvo a darle la razón a Misty con respecto a que la vida de las personas cambiará no sólo en el aspecto amoroso, sino que también pueden influir de otra forma.

—Y, ¿qué hay del deseo? —Intento conocer la otra parte importante.

—Misty dijo que habías pedido que tu esposo nunca no se enamorará de ti, ¿no es así? —Asiento porque es la verdad. —La realidad de esto es que tienes suerte de no haber sido específica en lo que pediste.

—Eso le dije, ¡bendito sea Dios! —Dijo alabando Misty.

— ¿Entonces? —Dije poniendo los ojos en blanco.

—En esta ocasión podrás revertir el deseo... —resalto la idea que se cruza en mi mente.

—Lo sé, el plan es que tengo que enamorar otra vez a mi esposo para que todo vuelva a ser como antes —inquiero.

—No exactamente —abro la boca al ver que ese no es el motivo.

— ¿Qué? —Veo como hace unos gestos.

—En sí, lo que pediste fue un deseo de ponerle fin al amor que había entre tu pareja. —Detalla. —En estos casos suele ser un poco tedioso tener que revertir este tipo de deseos debido a que tienes que tratar que la otra persona se enamore de ti —en eso le doy razón.

—Y, ¿cuál es la mejor forma si no es exactamente hacer que se enamore de mí? —Es lo que intento comprender.

Veo como Alonzo se mueve para sacar de su maletín, una libreta de bocetos, pasa varias páginas en donde se pueden ver sus creaciones hasta que termina por arrancar una página en blanco; al tenerla, nuevamente se acerca a nosotras por lo que supongo que nos dará una explicación sobre el nuevo plan para revertir el deseo de la estrella fugaz.

—Tú y tu esposo antes se encontraban así —me enseña la página de papel intacta —pero una vez que pediste el deseo sucedió esto —empezó a rasgar la hoja a la mitad sin tener que partirla en su totalidad.

Veo como alza la hoja de papel para mostrar cómo está no fue partida por la mitad, sino que hay una punta en la que sigue manteniendo los dos trozos unidos.

—Ahora ambos se encuentran así —muestra la hoja —siguen teniendo una conexión que los unen, pero que también estará a punto de romper el lazo, si no cumples el tiempo debido... —lo interrumpo.

—En que debo de reparar mi error —respondo desanimada.

Demonios cómo un simple ejemplo puede encabezar muy bien el significado de cómo mi destino y el de Phillipe se encuentra en la cuerda floja. Sin dudarlo, si no llego a resolver este problema, es probable que ya este predestinado que todo el mundo cambiará de cierta forma, y quisiera que fuera para un bien, pero no necesariamente será así.

— ¿Qué debo de hacer? —Insisto en saber el método de arreglar mi error.

—Según de lo que supe de las teorías que construyo mi abuelo, en esta ocasión debes de volver a unir el lazo. —Intento unir las hojas, pero siempre se vio esa ruptura. —Sin embargo, sabemos que lo que está sucediendo en este instante dejará ciertos cambios que no se podrán revertir, como el asunto de que muchas personas puedan estar consternadas al volver al pasado en donde ahora pueden modificar su futuro. —Trago hondo.

Guardo la calma porque he empezado a creer que el deseo no sólo altero mi futuro, sino que ahora será el de muchas personas que no sabemos qué fin tendrán debido a que dudo que sigan el mismo protocolo de la vida que conllevaron hace tres años, en vez de eso, pueda ser que además de modificar su futuro también implique arriesgar el de otros.

— ¿Cómo unirá el lazo? —Misty repite mi pregunta de otra forma.

—La parte de enamorarlo es solo el comienzo. —Hago una mueca. —Ambos tendrán que realizar tres rituales o acciones a fin de reconstruir el lazo que los une. —Eso se escucha difícil.

— ¿Qué tipo de ritual o acción? —Lo veo divagar.

—El problema es que no sé qué tipo, el asunto es que debes sujetarlo nuevamente a ti para que renazca el amor. —Aprieto los ojos con fuerza.

¡Mierda! ¿Qué tipo de ritual puedo hacer para que nuevamente Phillipe vuelva a mí? Lo peor es que ni siquiera tengo idea de dónde comenzar o por lo menos, que hacer porque obviamente esto no se trata de cometer un sacrificio como lo hacían los antiguos mayas y tampoco creo que esto se trate de algo de brujería o satanismo porque no tendría mucha relación.

—Un amarre creo que no funcionaría —dije preocupada.

— ¡Des! —Encojo los hombros ante el regaño de Misty.

— ¿Qué? Hay personas que lo hacen —me excuso.

—Podría ser un ritual, pero sabemos que un amarre está constituido por un hechizo fuerte de amor en donde la persona cree estar enamorada de ti cuando en verdad, solo es una fantasía que se vuelve obsesión. —Explica.

Creo que estoy en un enorme dilema, era más sencillo enamorarlo que ahora someternos a tres rituales que no tengo idea si llegarán a resultar y lo peor de ello, es que solo tengo dos meses para lograr este propósito que ha sido cambiado de forma desprevenida; lo peor de esto es cómo podré involucrar a Phillipe en esto, si por lo que he empezado a conocerlo, no cree mucho en este tipo de cosas que para él suelen ser ficticias.

—Y si intenta con alguna muestra de amor —Misty cambia la idea.

—Podría ser, ya que estaría enfocado en unirlos —dice Alonzo.

—Bueno, podrías... —enarqué la ceja al ver que ella no dice la frase completa.

— ¿Podría qué? —Hago un ademán con mi mano para que continué.

—Sonará estúpido, pero... Podrías entregarle tu virginidad. Ya que siempre dicen que es la prueba de amor. —Menciona entre disgustada e incómoda.

Ay caray... Eso sí estará difícil. Porque descubrí que a pesar que hayamos vuelto tres años atrás al final no volví a ser virgen y ¿cómo lo sé? Porque ya tuve relaciones sexuales con Phillipe en la que él no sé mostró sorprendido por si termino por acoger a una virgen en sus brazos, en vez de eso, estuvo receptivo como si no le hubiera preocupado saber si era mi primera vez o sería una de las muchas veces que pude haber estado con un hombre cuando en sí, él ha sido el único.

—Bueno... Se me olvido decirte un detalle —empecé a jugar con mis dedos.

— ¿Ahora qué? —Empieza a molestarse.

—Phillipe y yo... —No supe como decírselo de inmediato.

— ¿Ustedes qué? —Ella achico sus ojos.

—... Ya tuvimos sexo en dos ocasiones y en ambas, descubrí que en sí, ya no soy virgen por lo que esa idea no funcionaría. —Dije titubeando.

Me doy cuenta como ella se queda con la boca abierta con aquella noticia que se me escapo en decírsela, ya que tenía miedo de comentársela debido a que no sabía que podía llegar a pensar o la reacción que llegaría a tener; porque es cierto que estoy intentando enamorar a Phillipe, pero hasta el momento en vez de darse ese amor, ha incrementado más la atracción sexual de la que ninguno de los dos puede ignorar.

Antes de continuar con la conversación escuchamos como tocan el timbren del apartamento haciendo que Kala empiece a ladrar y salir corriendo hacia la puerta; la llamo repetidas veces, pero ella no vuelve, así que antes de ir detrás de ella, Misty se me adelanta para saber quién es la persona que ha llegado.

La situación se vuelve más complicada de lo esperado, ya que ahora además de tener que pensar en un nuevo plan, tendré que buscar tres formas para que Phillipe y yo volvamos a reconstruir nuestro lazo de amor; pero mientras tanto, es mejor saber todo detalle que Alonzo sepa para así no cometer errores e ignorar ciertos asuntos que puedan ayudarme a que revierta el deseo en menos de los dos meses que me quedan.

Se escuchan unas pisadas acercarse a la sala haciendo que Alonzo y yo, miremos en dirección al umbral, el impacto es tan grande que cuando veo a Phillipe detrás de Misty, cierro los ojos y maldigo en mi mente al recordar que hoy debía de salir con él, pero con la inesperada llegada del amigo de mi mejor amiga, olvide que mi interés por salir a festejar con mi ex esposo había sido omitido una vez que tendría más respuestas sobre mi deseo. Ahora creo que ya es demasiado tarde para decirle que no podré irme con él ya que tengo un asunto más importante que resolver y necesariamente se ve involucrado no sólo para nosotros dos, sino que el resto del mundo.

— ¿Alessandro? ¿Qué haces acá? —Dice Alonzo asombrado.

— ¡Alonzo! ¡Que gusto poder verte! También debería preguntar eso de ti. —Añade Phillipe.

Y nuevamente el mundo es pequeño en este instante, no me impresiona saber que Alonzo no haya descubierto que Phillipe es mi esposo cuando no lo llamo por Alessandro, agregando que por la sorpresa que el compañero de mi mejor amiga demuestra, eso significa que Misty tampoco le llego a mostrar alguna fotografía para que conociera realmente a quien condene por mi deseo.

Mientras ellos se saludan dándose un abrazo y unas palmadas en la espalda, Misty y yo nos damos una mirada en la que sabemos que ese par ya se conoce y nosotros no teníamos el conocimiento de ello. Así que poniéndose a mi lado para decirme unas palabras antes que ambos hombres pongan su atención en nosotras, la escucho decir:

—Tú y yo tenemos una conversación pendiente. —Susurra en tono autoritario como si fuera mi madre.

—Sí, ya lo sé. —Mascullo para que ellos no nos escuchen.

—Te llame, pero no respondiste. —Escuche que me dijo Phillipe.

Camino en dirección a la mesa del comedor en donde he dejado mi celular, es extraño que no lo haya escuchado y más cuando se encuentra con sonido, sin embargo, al sacarlo de mi cartera intento desbloquearlo pero en vez de eso, la pantalla se queda negra por lo que al encenderlo pronto me notifica que la batería se encuentra baja logrando que se vuelva a apagar, eso confirma que olvide cargarlo; lo peor de ello, es que con la buena conversación que estuve manteniendo tanto con Alonzo como Misty, fue la razón por la que omitiera otros asuntos en mi mente, entre ellos, haber tenido que cargar mi IPhone y tener que llamar a Phillipe.

—Lo siento, se me descargo el celular —se lo enseño.

Escucho el carraspeo de una garganta haciendo que mire hacia atrás para darme cuenta que Misty se encuentra presente también por lo que debería incluirla en la conversación para que me ayude a desviar el desconcierto que tengo ahorita al verlo dentro del apartamento.

—Ya te había presentado a Misty, ¿no? —Hice un recordatorio.

—¡Phillipe! Es un agrado volver a verte, pensé que Des no te invitaría a cenar. —Engrandezco los ojos al no saber de qué habla ella.

Es posible que también Phillipe no sepa de que está hablando Misty, realmente quisiera entrar en el juego pero me acabo de perder que posiblemente sea muy mala fingiendo en cualquier cosa que pronto pueda llegar a decir.

—Bueno, yo pensaba invitar a Des a cenar pero... —Misty lo interrumpe.

—Oh bueno, pero ¿por qué no te quedas a cenar con nosotros? Quise sorprender a Destiny con una cena para celebrar su nuevo empleo, pero al parecer, llego más temprano de lo que pensé —Misty pareció cubrir rápido el secreto.

— ¿Phillipe? —Alonzo abre los ojos entendiendo de quien es mi esposo luego de haber mencionado ese nombre en la conversación.

—Sí, Destiny le gusta llamarme así —declara Phillipe —. La verdad, es que es la única persona que le permito que me llame así. —Veo la expresión que hace Misty.

—Lo siento, tendré que llamarte Alessandro por lo visto —cubro mi boca para no soltar una risa.

—No te preocupes, eres la mejor amiga de Destiny, así que también puedes llamarme así —dice él con amabilidad.

—Al parecer, Destiny ya no será la exclusiva que solo podrá llamarte así. —Misty empieza a bromear.

Un misterio del que sigo sin conocer sobre por qué a Phillipe le gusta que le llamen más por su segundo nombre en vez del primero; sería bueno llegar a preguntárselo ahora que hemos empezado a tener más cercanía y confianza, de todas formas, él ya ha conocido una gran parte de mi vida que sería bueno saber si sigue manteniendo sus mismos intereses o es que también los ha cambiado un poco como su personalidad.

—Entonces, ¿te quedas a cenar? —Lo invita Misty.

—Me encantaría. —Responde con una sonrisa.

Veo como Misty me toma del brazo para que la acompañe a la mesa mientras que ambos amigos se quedan en la sala manteniendo una conversación de la que no tuve conocimiento debido a que termine ayudando a mi mejor amiga a preparar los platos de comida, como también dejar arreglada la mesa del comedor para que todos fuéramos a comer. Mala suerte que se tendrá que pausar la charla con Alonzo, ya que el principal protagonista de mi deseo estará con nosotros está noche, así que seguir hablando del tema sería tonto porque Phillipe terminaría de enterarse sobre todo y no creo que sea buena idea tener que decirle la verdad ahora mismo cuando no comprenderá la mayor parte de esto y es probable que se moleste porque pensará que intentaré engancharlo conmigo cuando pienso que nuestra relación en sí, no parece ser seria.

Antes de decirle a ambos hombres que vayan a lavarse las manos, me doy cuenta como Phillipe tiene en sus piernas a Kala, la cachorra parece estar totalmente feliz y cómoda con él al ver cómo le rasca debajo de sus orejas, como a su vez, le empieza a hablar de forma mimada como si fuera una niña. Algo dentro de mí se alegra porque al verlos juntos, me doy cuenta como se llevan bien, añadiendo que Kala se aproxima a su rostro para lamérselo en donde Phillipe no la detiene, en vez, de eso, saca unas risas de las que ya me tienen hipnotizada.

—Deja de babear por él —dejo de verlo para escuchar como Misty se burla de mí —, es hora de cenar, pero primero lávense las manos. —Les ordena ella.

Phillipe pone a Kala en el suelo, pero ella aún quiere recibir sus mimos logrando morder la punta de sus pantalones para detenerlo, así que riendo me acerco a ella para tomarla y apartarla mientras la cargo y le acaricio su cabeza.

—Es adorable —me dice él mientras le rasca su cuello.

—Te dije que sería un amor. —Le recordé.

—Pues no te equivocaste. —Muestra una sonrisa.

Unos minutos después de lavarnos las manos todos nos encontramos en el comedor cenando y hablando de cosas de nuestra vida cotidiana las cuales son más que entretenidas porque con todas las historias que hemos relatado hemos sacado más que carcajadas, burlas, sonrisas y vergüenzas; a estas alturas ya nada debería sentirme abochornada, pero cuando Misty empezó a contarles a todos sobre una experiencia que tuvimos de niñas, no pude detenerla hasta que la parte humillante llego en donde una noche que nuestros padres nos dejaron a cargo de una niñera, terminamos por sacar el maquillaje de mi madre de su tocador, haciendo que además de arruinárselo y gastárselo, pintáramos las paredes, el espejo, la niñera que se había quedado dormida... Y lo peor de ello, es que ensuciamos unos vestidos de mi madre que cuando los adultos llegaron a la casa se dieron cuenta del desastre que ocasionamos, en donde además de vernos nosotras como unos payasos al intentar maquillarnos, mi hermano salió quejándose con mis padres al haberlo forzado a que fuera mi muñeca de prueba.

—Creo que mis padres tienen aún la fotografía que nos tomaron —comenta Misty luego de dejar de reír.

—Dios mío, no puedo creer lo traviesas que éramos —dije mientras hacía recuerdo de ese día.

— ¿Así que son amigas desde la infancia? —Pregunta Phillipe.

—Sí, pero también somos vecinas y fuimos compañeras de clase y trabajo —añadió Misty.

—Eso si llamo una larga amistad —dice sorprendido Alonzo.

— ¿Compañeras de trabajo? —Dijo extrañado Phillipe.

—Sí, Misty también fue modelo, pero al cumplir los dieciocho decidió dejar el modelaje para estudiar una carrera universitaria —le explico.

—Eso no me lo habías contado —Alonzo le reclamo de forma pasiva a ella.

— ¡Nah! Un oscuro pasado —ruedo los ojos.

—Fue una de las mejores modelos y varias veces gano certámenes de belleza —recopilo una breve historia del trabajo que ella hacía antes de entrar a la universidad.

—Que interesante —dijo alucinado Alonzo. — ¿Alguna vez compitieron? —Hago una mueca.

—Para el baile de graduación de la preparatoria, ambas fuimos elegidas como futuras reinas —mencionó Misty.

— ¿Quién gano? —Quiso saber Phillipe.

—Des —respondió Misty —, a ella le quedaba mejor la corona, además era más hermosa, con modales, más popular que cualquiera del instituto y les agradaba a todos. —Lo dijo con orgullo.

En ese instante preferí quedarme callada porque en mi interior algo se removió y no exactamente por compasión en no haberle dado la corona a Misty porque ella se lo merecía más que yo, sino que, una vergüenza me impidió a aprobar sus palabras al hablar muy bien de mí cuando para ese entonces, en el conteo de votos, me había dado cuenta que ella ganaría, por lo que termine haciendo fraude logrando falsificar los votos de los estudiantes a fin de que ganará y fuera la reina del baile de la graduación.

No tengo idea cómo pude llegar a ser envidiosa, hipócrita y traicionera; pero sin dudarlo, aún puedo recordar muy bien que, para ese entonces, ya no me interesaba mucho la amistad, casi el centro de atención quería que fuera dedicado solo para mí y que alguien me robará eso era para que no pensará en las consecuencias que podía haber. Fui una estúpida, no puedo creer que haya peleado por una corona de fantasía que no valía la pena y eso sin decir, que mi mejor amiga habla bien de mí cuando no conoce esos pequeños detalles de los que nadie le ha revelado.

—Creo que es hora del postre. —Dije de repente.

Hablar de mi pasado ya no me agrada mucho, no entiendo como pude ser esa clase de persona y lo que más me desagrada es que ahora parezco como si ignorará todo lo malo que hice e intentará cambiar de un momento a otro; la realidad es que, para ser una nueva persona, tuve que haber pedido un tonto deseo para empezar a descubrir la serpiente de cascabel que era, ya que, si eso no hubiera pasado, creo que seguiría actuando como una niñata egocentrista, vanidosa y arrogante.

Recogí los platos y me fui a la cocina para ir por el postre que Misty había comprado para esta noche; sé que huir de la verdad no es lo correcto, pero me avergüenza tener que escuchar como otros hablan bien de mí cuando no me lo merezco.

Escucho unos pasos logrando que me rasque los ojos para no sacar alguna lágrima, finjo sacar un tiramisú del refrigerador para después ponerlo en la encimera y así sacar unos platos y un cuchillo para cortar los pedazos.

— ¿Qué paso? —Giro mi rostro para ver a Misty a mi lado.

Suelto un suspiro para darle una mirada llena de vergüenza, realmente prefiero decir la verdad antes de ocultárselo, a pesar que nuestra amistad pueda destrozarse, pero es mejor ya no seguirle guardando mentiras.

—Quiero decirte algo. —Digo nerviosa.

— ¿El qué? —Se acerca a mí muy preocupada.

—En el baile de la graduación... Me escapé unas horas antes de que eligieran a la reina, conté los votos y la persona que había ganado eras tú. —Trague hondo porque no sé cómo reaccionará. —Pero quite varios papeles con tu nombre y falsifique otros para ponerles el mío para que hubiera más votos de mi parte. —Empecé a ponerme nerviosa al ver que no decía nada. —Es la razón por la que gane.

Se mantuvo un buen rato sin decir nada y dándome una mirada neutra que no puedo descifrar si está molesta, decepcionada o triste por la clase de amiga que tiene a su lado; sin embargo, aun así, seguí esperando alguna palabra, reproche, regaño o cualquier cosa que tuviera que ver con haber hecho algo ilegal y traicionero.

—Dime algo, Misty. —Digo impaciente.

—Ya lo sabía...

—Lo siento no sabía qué demonios estaba pensando en ese momento... —un clic pronto detiene mi argumento. — ¿Qué? ¿Escuche mal? —Soltó una leve sonrisa.

—No, ya lo sabía Des. —Dice con tranquilidad. —Has llegado tarde, pero acepto tu disculpa al ver que estás arrepentida. —Abro los ojos.

— ¿Bromeas? —Niega. — ¿No deberías estar molesta? —Ella encoje los hombros.

—Fue hace tiempo, ¿por qué debería revivir ese día? —Dice indiferente. —Además, fui electa sin querer ser reina y has empezado a cambiar, por lo que en otro tiempo quizás podía haberme enfurecido, pero ya no le veo motivo del por qué hacerlo —me asombra ver su reacción.

— ¿Hace cuánto tiempo sabías y quién te dijo? —Le pregunto.

—No importa quién haya sido, pero me entere al día siguiente de la graduación, podría decir que esa fue la gota que derramo el vaso para que perdiéramos nuestra amistad. —Ahora entiendo la razón por la que nos distanciamos.

Si antes no sabía el motivo por el que ya no continuamos nuestra amistad, ahora sí entiendo donde empezó todo, y no dudo que ella tuvo todo el derecho de ya no querer saber mucho de mí con ese mal comportamiento que manifesté con ella.

—Misty, perdóname... Fue estúpido lo que hice, quisiera no haber actuado de esa forma y más cuando eres de las pocas personas que no me han defraudado... —Me abrazo.

—Ya Des, olvídalo. —Intenta calmarme. —Si no lo haces, en serio voy a enojarme contigo. —Hago una mueca.

—Es que... —Me detiene.

—Mira, lo importante es que hayas entendido tu error y por supuesto, que ya no seas esa persona. —Muestra una pequeña sonrisa.

—Sigo sin comprender qué es lo que me hizo cambiar —veo como hace un rostro lleno de compasión.

—No sé como responderte eso... Sin embargo, Vanity Studios te volvió una persona diferente, cambio tu forma de ser, de vivir y de divertirte. —Suspiró. —Pero ahora, todo ha vuelto como antes y estoy feliz de que mi mejor amiga haya regresado. —Dice con tono de orgullo.

—Te quiero amiga. —Ella sonríe y musita la misma oración antes de abrazarme.

Sea como sea que haya iniciado esté mal carácter de mi parte, es bueno saber que lo he vuelto a cambiar para ser una mejor persona. Ya no quiero seguir dañando a más personas que son importantes en mi vida y también, no quiero alejarlas cuando son las que me han estado apoyando sobre todas las cosas. Lo bueno de todo esto, es que me di cuenta de mis errores y que ahora más que nunca, puedo remediarlos.

(...)

—Muchas gracias por invitarme a la cena, estuvo muy deliciosa. —Agradece Phillipe antes de marcharse.

—No es nada, puedes venir cuando desees. —Le dijo Misty a él.

—Gracias. —Dijo él.

—Te acompaño a la puerta. —Le digo luego de ver que ya se ha despedido.

Ambos caminamos a la puerta mientras que Misty se quedaba con Alonzo, pero antes de salir, veo como Kala corre hacia nosotros en donde Phillipe se despide de ella mientras acaricia su cabeza y le dice unas palabras. Antes que la cachorra se salga del apartamento, mantengo la puerta a medio cerrar para que ella no se escape, por lo que, al caminar en dirección del vehículo de él, veo como se detiene antes de entrar.

—Estuvo espectacular la noche y más al escuchar varias anécdotas tuyas —solté una sonrisa y evadí su mirada antes de sentirme avergonzada.

—Ahora conoces más de mi vida —digo apenada de recordar las experiencias que Misty relato durante la cena.

—Sí, estuvo divertido.

Nuestros ojos terminan por chocar así que con pasos cortos me fui acercando más a él hasta que los metros pasaron a ser centímetros; limpié una de las solapas de su blazer que parecía tener mota hasta que su mano se puso en mi espalda baja logrando empujarme suavemente y provocando que chocara con su pecho.

—Aún está en pie mi invitación. —Susurra cerca de mi oído.

— ¿Te parece mañana? Luego de que salga de trabajar. —Deslizo mis manos en su pecho.

—Bien, paso por ti en tu trabajo. —Asiento.

Su mano se pone en mi mejilla hasta que su dedo pulgar acaricia el pómulo derecho de mi rostro; empiezo a sentirme cautivada tanto en su mirada como en su peculiar olor varonil. Desearía quedarme así por un largo momento, pero al ser tarde y saber que tiene que marcharse a casa, es mejor no seguirle quitando más tiempo, así que, poniéndome en puntillas, dejo un beso cerca de la comisura de sus labios.

—Buenas noches, Phillipe. —Me despido de él.

—Buenas noches, Des.

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Continuará...

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