Capítulo 17

"Un momento después me sentí lleno de dudas, y al instante siguiente empecé a dudar de aquellas dudas". —Paul Auster

***

Realizo varias anotaciones sobre Vanity Studios después de haber escuchado por una nota de voz de Andrea que hoy por la mañana nuevamente la agencia había enviado a otras cinco chicas más a Francia por un nuevo trabajo que Dior presentara en unas semanas. Quizás no debería ser de mi interés investigar cuando se supone que la agencia cuida de esas jóvenes, pero últimamente no dejo de pensar en todas las posibilidades de que en verdad Vanity Studios no sea más que una farsa como lo concretizaba Phillipe, pero no es sencillo cuando de vez en cuando aparece esa pared mental que me impide pensar muy mal de la agencia que me ha dado trabajo, pero aun así, tengo derecho de tener duda sobre ello.

Desde muy temprano he tenido que estar investigando de cabeza a pies sobre Vanity Studios, realmente no es una agencia muy conocida, pero como tal, debería de encontrar algo muy informativo, esencial o sobresaliente que por lo menos me diga quien tiene la razón antes que empiece a acumular más dudas en mi cabeza. Quisiera que todo fuese más fácil, pero ni siquiera nadie puede informarme si las jóvenes pronto llegarán a Francia para saber si en verdad ellas han conseguido trabajar con Dior o solo es una mentira para enviarlas a otro camino del que no quiero pensar que pueda poner en peligro sus vidas.

Suelto un bufido porque con el paso en que estoy investigando con detalle sobre la agencia, es probable que nunca termine por llegar al punto central del problema —si es que lo hay , estoy demasiado molesta porque tampoco he llegado a tener un progreso en ello y eso sin decir que, he comenzado a entender que buscar información oculta de una empresa que no es totalmente muy pública lo hace ver más difícil, por lo que quizás no tenga de otra que contratar a un investigador privado para que aligere mis pasos, porque aunque con Vanity Studios tenga más tiempo para averiguar lo que está sucediendo, no tengo el mismo tiempo en esté caso para tener que enamorar a Phillipe, sin embargo, prefiero no ignorar el riesgo que muchas jóvenes pueden estar pasando ahora mismo.

— ¿Qué haces? —Misty entra con un bol lleno de frutos secos.

—He escuchado que otras cinco chicas más se han ido a Francia para hacer un trabajo con Dior. —Le comento.

—Y, ¿eso que tiene de malo? —Parece no comprender.

Tendría que explicarle acerca de las dudas que tengo sobre Vanity Studios pero no sé si ella tiene algún conocimiento de ello cuando fue amiga de Phillipe y él pudo haberle comentado algo al respecto; aunque eso puede ser de una gran ayuda ya que al menos en su caso, puede recordar todo lo que mi ex esposo le pudo haber dicho.

—Misty, ¿alguna vez Phillipe te dijo algo de Vanity Studios? —Empecé a averiguar algo al respecto.

—Creo que lo mismo que a todos los que eran cercanos a ti... —Empezó a recordar alguna que otra de las palabras que pudo haberle dicho —Que esa agencia solo te estaba manipulando a su propio placer y que debías de sacarte de la cabeza que era una compañía ejemplar que protege la integridad y trabajo de sus modelos. —Asiento al estar en lo correcto.

Sí es algo que constantemente me decía a punto de que varias veces terminaba por hostigarme logrando que no sólo tuviera que escuchar mis palabreríos de defensa hacia esa agencia, sino que también, recibiera mis gritos, protestas y peleas de las que probablemente al final no debí de hacer porque pudo haber estado en lo correcto si en su momento además de dejarlo hablar podría haberle pedido que me enseñara sus pruebas.

— ¿Te dijo algo más? —Negó. — ¿Tenías idea porque decía eso? O ¿alguna vez dio una razón? —Hace un ademán de no saber más.

—No sé, Des. —Suspira. —Phillipe no me dijo sus motivos, pero confíe en que tenía razón de ello porque era muy intuitivo y, antes que nada, investigaba bien para saber la verdad de la situación. —Tampoco dudaba de eso. — ¿Por qué me preguntas sobre eso?

Últimamente empiezo a creer que las mentiras ya no me siguen gustando y, en cualquier caso, ocultárselo a ella es un fracaso cuando la conozco muy bien porque sé que Misty terminará descubriendo la verdad de alguna u otra forma.

—No es una historia larga... —Hago una mueca. —Se supone que la razón por la que mi padre me comprometió con Phillipe fue porque uno de sus socios me encontró en una página web en donde compran a mujeres para llevárselas fuera del país y... Hacer lo que desean con ellas. —Abrió sus ojos en grande.

— ¡¿Qué?! No estás bromeando o inventando esto, ¿no? —Niego.

—Sí, sé que es difícil creerlo... Solo imagínate como fue mi reacción cuando Phillipe me lo dijo. —Ella me mira anonadada.

— ¿Estaban vendiéndote? —Asiento.

—Por más de diez millones de dólares. —Sus ojos se engrandecen con la cifra. —Y lo siguiente también no tiene sentido, pero, solo Dios sabrá qué cosas tenía mi padre en su cabeza para proponerle a la primera persona que se le cruzará en su camino pedirle ayuda —me acaricie la frente —. Phillipe un día simplemente fue a la empresa de mi padre para hacer negocios sobre comprar equipos de ventilación para aquellos hospitales que estaban escasos de material por el Coronavirus, así que mi padre en un ataque de euforia y ansiedad, le revelo a Phillipe el problema que tenía. —Misty enarca la ceja.

— ¿Así de repente? —Es la siguiente en no comprender esa reacción de mi padre.

—Así de repente. —Repito sus palabras. —Tengo la idea de que mi padre pudo haberse mostrado indefenso ante un billonario joven para conmoverlo a fin de que le diera una mano ya que la cifra de dinero al ser alta, no alcanzaba para pagar por su hija y que está la sacaran de esa página de trata de blanca. —Le explico.

Y que me perdone Dios si estoy sacando conclusiones erróneas de mi padre, pero es demasiado dudoso tener que creer que él le haya revelado algo tan íntimo a Phillipe cuando no conocía ni una pizca de su vida, añadiendo que pudo haber recurrido a otros medios como llamar las autoridades y hacer algo para que cerraran esa página porque en todo caso, no me encontraba secuestrada o que lo estuvieran a él extorsionando por dinero para no haber optado por esa decisión.

Además, mi padre es demasiado observador para no haberse dado cuenta que Phillipe maneja muy bien sus negocios y que con ese porte que mantiene, le convenció en aceptar que él podía llegar lejos con un trato porque tiene el suficiente dinero para sacarme de esa página del que nunca supe de su existencia. Y como Phillipe es lo demasiado altruista para no haberse sentido conmovido por una dura historia, fue fácil para él aceptar un compromiso grande sin antes haber imaginado que consecuencias podía traerle un matrimonio que no estaba muy bien canalizado por sentimientos mutuos entre él y yo.

Espero estarme equivocando pero conozco a ambos hombres para pensar que tuvieron otras intenciones al final y siendo sincera, no sé quién de los dos fue más tonto aunque por la balanza mental que he empezado a recrear en mi cabeza, me doy cuenta que mi padre es quien más salió ganando en todo esto, no sólo recuperando dinero del que ni siquiera pudo manejarlo bien sino que comprometió a su hija con un billonario joven del que no se terminaría quejando por si otras personas pensaban que él había buscado a un anciano con plata para que le ayudara en sus negocios a fin de que su empresa como apellido no terminaran siendo pisoteados pero con el costo de entregar a su hija.

Realmente me siento mal por Phillipe nuevamente, porque ni siquiera mis padres fueron buenos suegros con él, porque mientras mi padre se la pasaba pidiéndole dinero para invertir en artefactos que no le estaban generando cantidad de dinero, mi madre se la pasaba día y noche gastando un dinero ajeno que no se preocupaba que al final las facturas terminarán siendo más de un metro de largo.

Comienzo a sentir vergüenza tanto por mí como por mis padres, apenas mi hermano es el único que se salva de esto y puedo decir que es la persona a quien al menos le fue fiel a Phillipe en su momento, no sólo intentando ayudarlo con cualquier cosa que estuviera a su disposición, sino que también recompensándolo por el apoyo que nos estaba brindando.

—Wow, y yo que pensaba que se había casado contigo porque te ayudaría con tus problemas económicos —comento Misty.

—Por una parte, fue así, pero la propuesta que le hizo mi padre a él fue demasiada —resoplé al recordar el acuerdo que hicieron —y como sabrás, Phillipe le gusta jugar al héroe cuando puede —dije sin tono de burla —. Así que cuando mi padre le propuso que se casará conmigo, parece que él no tuvo problema de ello luego de que ya nos conocíamos y se había enganchado conmigo. —Encojo los hombros. —Concluyendo que, terminamos por casarnos por conveniencia y luego él me revelará esto.

—Y, ¿Vanity Studios? —Pregunto.

—Phillipe dijo que Vanity Studios fue quien me puso en esa página web, en realidad no es una agencia de modelaje, sino que una agencia de trata de blanca que se encubren por medio de contratando a modelos para darles esa esperanza que una casa de moda las contratara pronto, pero antes las moldean para venderlas a buen precio y más cuando son vírgenes —Misty se asusta al escuchar eso.

—Carajo... Pero... —Se queda pensando por un momento. —No estoy intentando hacer a un lado a las demás modelos, pero... Cualquier multimillonario pudo haberte comprado en un instante o es que, ¿no eras virgen? —Solté una leve risa.

—Sí, era virgen —respondí su duda —, Phillipe fue el primero. —Eso la sorprende.

—O sea que... ¿Tú y Reece nunca tuvieron nada? —Intentaré no soltar una carcajada.

Realmente a ella le perdono que tenga que dudar de mi virginidad cuando sabía que Reece y yo éramos muy apegados a punto de que en cualquier instante quisiéramos tener relaciones sexuales, pero lo cierto es que empiezo a sentirme afortunada de que él no fuera quien terminara siendo el primero en tener sexo conmigo, sino que Phillipe fue quien se llevó ese crédito sin haber tenido que esperar durante cuatro años.

—Lo siento si te ofendí —se disculpa.

—No, me es gracioso —digo riendo.

—Pero aún tengo esa pregunta sobre ¿por qué no te compraron de inmediato? —Hago un sonido de indiferencia.

—Tengo dos teorías, la primera que particularmente ese día que el socio de mi padre me encontró, es cuando salí a la venta —suspiré pronto para continuar —y la segunda es que... Reece tuvo que ver en esto. —Ella se sorprende.

— ¿Reece? —Muevo el cabeza afirmado su asombro. — ¿Qué tiene que ver él en todo esto? —Dice extrañada.

No debería de estar metiendo a Reece en esto pero también creo que sería una buena idea tener que investigarlo cuando Phillipe lo mencionó diciendo que él formaba parte de este grupo de trata de blanca; añadiendo que el día que fui a su oficina donde quiso que tuviéramos sexo, entre los papeles que dejé caer al suelo al apartarme de su escritorio, recuerdo haber visto muy bien un contrato de Vanity Studios del que me hizo saber que ahora es socio de esa agencia con el propósito de invertir un negocio en ella que consistiría en ayudar a jóvenes a sobresalir al mundo de la moda, algo que sigo cuestionando porque él no se ve muy implicado en esos asuntos.

—Phillipe me hizo saber que Reece estaba aliado con Vanity Studios —nuevamente Misty se sorprende.

— ¿Y? ¿Le creíste? —Hago un gesto de decepción.

—No... —evitare añadir mi mal comportamiento que tuve con Phillipe cuando integro a Reece en este asunto. —Pero he comenzado a creer que es verdad. —Me quedo pensando un rato en esa posibilidad.

— ¿Por qué Reece lo haría? —No es de mi asombro que se cuestione algo así.

—Tengo tres razones —le digo —, la primera al principio no me forzaba a que tuviéramos sexo, la segunda le sería más útil siendo virgen y la tercera, que francamente no tiene mucho que ver, pero lo que me extraña es que... antes de esto, Reece estaba saliendo con Bethany y se iba a casar con ella, pero también, antes de venirnos a Italia, él fue amante de Dolly. —Ella hace una mueca.

— ¿Qué tiene que ver en eso? —Dice sin encontrarle coherencias a lo último que le dije.

—Es estúpido tener que añadir algo real con la fantasía, pero, en películas o series he llegado a ver que cuando un jefe de la trata de blanca tiene este tipo de negocios, mayormente utiliza a las mismas victimas para complacerse —ella abre la boca, pero no dice nada. —Solo imagínate, Bethany, Dolly, yo... Y no tengo idea si él pudo haber estado con otras jóvenes de la agencia sin que me diera cuenta. —Comienza a convencerse.

Tampoco tengo que ignorar la idea que pudo haber salido con otras mujeres que no formaran parte de Vanity Studios pero eso no descarta todas las ideas que tengo en mi mente sin apartar el contrato que descubrí.

—Oye, pero ahora que no sé dio estos eventos de que tu padre le pidiera esa ayuda a Phillipe... ¿qué hay de eso? —Suspiro.

Dios mío, dejé de pensar en lo esencial. Porque si Phillipe no pago para que me sacaran de esa página, es probable que esté en venta, aunque... también cabe esa posibilidad de que no esté cuando mi padre parece no estar moviendo un dedo por mí, pero si Reece es quien me puso en venta, no puedo llegar a confiarme más cuando sigue pensando que soy virgen y en realidad, ya descubrí que no luego de que Phillipe y yo, tuviéramos sexo.

—También tendré que encargarme de eso, pero lo importante es que pueda resolver este problema cueste lo que cueste —ella asiente.

— ¿Alguien sabía de esto? Además de tu padre. —Pregunta.

—Mi hermano, pero ambos han perdido los recuerdos por efecto del deseo así que es inútil —suspiro —. Y contárselo a mi padre es tonto porque no me quiero imaginar que termine por comprometerme con alguien más. —Ella asiente.

— ¿Alguna idea? —Asiento.

—Mi hermano tiene un amigo que es investigador privado, así que le pediré que me ayude con la investigación —eso parece relajarla.

Antes de poder seguir hablando sobre ese asunto, me levanto del sofá para marcar el número de mi hermano quien, sin dudarlo, en dos pitidos me contesta, pero el sonido del timbre de la puerta hace que le pida de favor a Misty que la abra mientras salgo al jardín para hablar con Cole sobre el favor que le pediré.

— ¿Des?

—Hermanito querido —digo con una voz dulzona.

— ¿Qué es lo que quieres? —Dice con seriedad.

—No le hables así a tu hermanita —lo reprendo.

—Vamos habla, que cuando me hablas con cariño es porque quieres algo —reí al saber lo que dijo.

—Eso no es cierto —digo con una voz niñata.

—Si lo es, así que no finjas que me has llamado para pedirme un favor porque si resulta ser otra cosa, no te creeré —me acaricié el cabello.

—Bien, es sobre si puedes pasarme el número de tu amigo... El investigador privado —le hago más fácil la tarea por si me pregunta de quién le hablo.

— ¿Para qué quieres el número de Bradley? —Ruedo los ojos.

— ¿Para qué más? Quiero que haga un trabajo por mí —se queda callado un instante.

— ¿En qué problema te has metido hoy? O, mejor dicho, ¿a quién quieres investigar? —Dejo ir un gruñido.

—Cole, solo hazme el favor de darme su número, por favor —le digo directa.

—Bien —dice cansado de mi insistencia —, ahora te lo mando.

Cuando me envió el número de celular de su amigo, le di un agradecimiento enorme que le prometí que luego le contaría la razón por la que quiero contratar a un investigador privado; así que, al comunicarme con Bradley Peters, tuve tanto que presentarme como hacerle mención de la razón por la que requiero de sus servicios donde le manifesté que necesitaba que no sólo investigara a la agencia de modelos Vanity Studios, sino que también a Reece.

Claramente este trabajo no me saldrá muy barato, pero creo que vale la pena tener que descubrir lo que Vanity Studios esconde, como a su vez, conocer la alianza que Reece ha empezado a tener con ellos y si mi imagen se encuentra en una página web. Si encuentro una verdadera conexión y coherencia en todo esto, creo que de alguna u otra forma tendré que perdonar a Phillipe por no haberle creído pero por otro lado, será muy bueno que descubra lo antes posible la verdad porque si en serio esa agencia está vendiendo a jóvenes vírgenes a una gran cantidad de dinero, por lo menos terminaré salvando las que ahorita aún se encuentran en el país, porque las que ya han desaparecido solo quedará en manos de las autoridades para que puedan encontrarlas vivas y esperando que no estén muertas.

Bradley pronto me tendrá información sobre ambas personas, sé que su investigación será de confianza y eficacia, así que hoy solo toca esperar para ir descubriendo poco a poco si también me veo involucrada en este rollo, porque, aunque no lo desee, no tengo la menor duda que ahora que no estoy con Reece, por venganza, él puede ya estarme vendiendo a un enorme precio, aunque este en otro continente y sin saber que ya no soy virgen.

Después de colgar la llamada, vuelvo a entrar al apartamento para guardar el número del investigador privado; estos días serán de mucha ansiedad hasta que no tenga noticias, así que tengo que buscarme un buen pasatiempo para poder olvidar esto aunque sea unas horas; más ante la idea de que Vanity Studios y Reece están haciendo negocios de trata de blanca en cubierto sin que nadie esté sospechando aún.

—Quien tocó la puerta, Misty. —Le pregunto al entrar a la sala.

La sonrisa se borra de mi rostro en el instante en que veo como Phillipe se levanta del sofá cuando me ve llegar, eso sin decir que Misty se encuentra detrás de él mientras que se encuentra cruzando los brazos mientras con una sonrisa pícara, eleva sus cejas en movimiento haciendo que al estar abrumada por la sorpresa no pueda decir ni una palabra.

—El señor Rizzo quiere hablar contigo, así que, para no hacerlo esperar a fuera, lo he dejado pasar —trago hondo al no saber que decir con esta llegada inesperada de su parte.

—Está bien. —Intento reaccionar. —Phillipe, te presento a mi mejor amiga, Misty. —Los presento. —Misty, él es... —Pronto ella se pone a su lado.

—Phillipe Rizzo, he escuchado cosas espectaculares de usted —Phillipe se queda boca abierto y me da una mirada.

—Llámame de tú —dice respetuoso —, espero que esas cosas hayan sido buenas. —Misty sonríe.

—¡Uf! Buenísimas. —Añade.

Le hago un gesto de que guarde silencio porque a simple vista Phillipe puede aparentar ser ese hombre del que ambas conocimos siendo tímido y educado, pero ahora que he empezado a estar a su lado, he olvidado hacerle el comentario a Misty que esté hombre que tenemos cerca parece tener otra personalidad muy extrovertida, encantadora y atractiva que no ha hecho más que empezar a engancharme con facilidad.

—Los dejo hablar, tengo una llamada que hacerles a mis padres —dice ella con inocencia —, siéntete como en tu casa, Phillipe. —Pasa a su lado. —Todo tuyo, amiga. —Achique los ojos cuando en susurros me dijo eso antes de irse a su habitación.

Muerdo mi labio inferior sin saber que decir en el momento en que nos quedamos a solas, simplemente el comentario de Misty hizo que me quedará un tanto atónita a punto de no poder decir algo que no crea que solo pienso en él, pero al final, al quedarme callada y avergonzada, solo provoco que apareciera una pequeña tensión que empezaba a ponerme nerviosa a punto de desviar la mirada y buscar que decir antes de que esto se vuelva más incómodo de lo normal.

— ¿Quieres tomar algo? —Suelta una pequeña sonrisa.

—No te preocupes, Misty ya me entrego un vaso con agua —señala el vaso que se encuentra en la mesita.

—Ah... Bueno... —dije cohibida.

—He venido para entregarte tu pañoleta —del bolsillo de su pantalón saca mi pañoleta roja.

—No era necesario que vinieras para entregármela, podías quedártela. —Encogí los hombros. — ¿Cómo siguió tu mano? —Señale su herida.

—Mejor, ya casi ha sanado la herida. —Veo una pequeña venda en su mano.

—Me alegro.

Una parte de mí me dice que el motivo de su llegada no sólo ha sido para entregarme mi pañoleta, sino que también, hay otra razón más exclusiva por la que está acá, pero no me quiero ver cómo alguien esperanzada a pesar que al final tendremos que volver a estar juntos.

—Bueno, sí solo has venido por eso... —empiezo a decir, pero me detiene.

—No, en realidad, vengo a preguntarte si ¿ya has conocido parte de Florencia? —Elevo la ceja.

—No, creo que no he aprovechado muy bien mi estancia acá —admito.

—Que mal, aunque me extraña cuando has dicho que te estás quedando en Florencia por turismo —intento no mostrar un rostro lleno de admiración al saber que recordó la supuesta razón por la que estoy en Italia.

—Sí, pero he cambiado un poco mis planes. —Intento callar la verdad. —Aunque, por tu pregunta, siento que tienes un plan —lo veo con misterio.

— ¿Qué te parece si te llevo al Ponte Vecchio? —Me pregunta.

—Tengo un mejor plan —se me ocurre una idea.

— ¿Qué tienes en mente, stella? —Me da una mirada llena de curiosidad.

—Qué te parece si me enseñas todos los hermosos lugares que no sólo tiene Florencia, sino que toda Italia —le propongo.

—Me gusta tu idea, pero tengo una objeción —le hago un ademán que continué —, no puedo enseñarte todas las maravillas de Italia en un solo día —Asiento.

—Elige los mejores lugares y los días que desees llevarme —le doy como opción.

—Está bien, me gusta la idea. —Sonríe. —Así que, como primer lugar, te llevare al Ponte Vecchio, ¿qué te parece? —Recomienda.

— ¡Muy bien! Solo déjame cambiarme y... —Agarra mi brazo.

—No hay tiempo, además te ves hermosa —ruedo los ojos con risa.

—Si tú lo dices —digo derrotada —pero al menos déjame ponerme los zapatos.

—Bien, te espero afuera. —Me guiña el ojo antes de irse.

—Claro. —Le sonrió.

Pronto me voy a mi habitación para ponerme unos zapatos de tacón, pero antes de marcharme, agarro mi cartera, le dejo un beso en la cabeza y unas caricias a Kala para así empezar a salir antes de que se haga más tarde, pero apenas al salir me encuentro con Misty quien sonríe al verme correr de prisa.

— ¿Una cita? —Dice rápido.

—Supongamos que sí —ella deja ir un chillido de la emoción.

—Suerte —nos damos un beso en la mejilla —, me llevaré a Kala a dar un paseo mientras su madre va a conquistar a su padre. —Ruedo los ojos.

—Está bien, ¿crees que me veo bien? —Me doy una vuelta.

—No tengo porque decirte que sí, así que ve antes que él se ponga impaciente. —Asiento.

—Te quiero, nos vemos más noche. —Me despido.

Corro directo a la puerta principal del apartamento para salir para luego acercarme al auto de Phillipe donde veo cómo me abre la puerta del copiloto para que entre a su vehículo, en donde al hacerlo, es el siguiente en entrar para así empezar a conducir.

—Bien, comencemos con el Ponte Vecchio. —Dice animado.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top