*Narra Suga

El despertador de Jin no paraba de sonar, despertándome de mi sueño.
—¡Jin, apaga ese cacharro!—

—¡Qué sí, que sí!—contestó Omma mientras se levantaba lentamente de su cama y caminaba a paso lento afuera de la habitación. Yo procedí a hacer lo mismo.

Nada más cerrar la puerta de mi habitación, me encontré con J-Hope.

—Buenos días, Hobi~—

—¿Qué pasa, Mr Swag?—dijo mientras tocaba mi hombro y caminábamos hacia el baño, hasta que se desvió a la cocina. Al entrar, cerré la puerta.

Empezé a quitarme la ropa y a meterme en la ducha mientras el agua caía por la mampara. Algunas veces, esto me ayudaba a componer, pero hoy no sentí inspiración alguna.

Al terminar de ducharme, me enrollé la toalla a la cintura, puse mi pijama a lavar y volví a la habitación. Por suerte, no estaba Jin, así que podía cambiarme libremente.

Me dirigí a mi armario a buscarme la ropa que me iba a poner y se me cayó la toalla, justo pasando por delante de la habitación Jimin, parándose en seco. Yo solo me quedé rojo a más no poder, al igual que él.

Este solo retomó su camino, como si no hubiera pasado nada, después tendría que hablar con él sobre esto. Terminé de vestirme y me dirigí a la cocina, dónde se encontraban todos, hasta Jimin.

Me senté a su lado y me serví un tazón de cereales mientras sentía la mirada de Jimin clavada en mí, dificultandome el desayuno. Trague dificultosamente el desayuno y me dirigí al patio, viendo que el suso dicho me estaba siguiendo.

Antes de llegar al patio, lo detuve y lo acorralé en la pared del pasillo, no había nadie más.

—¿Qué sucede?—