- ¿Por qué Erika no me quiere decir lo que le pasa?- preguntó Jack a Elsa.

- No lo sé- se encogió de hombros y volvió a escribir en su teléfono.

- ¿Tu me vas a decir lo que pasa?-

- No- sonrió al teléfono.

- ¿Con quién hablas?-

- Con Astrid.

Durante la noche Jack fue a la cocina por un vaso de agua encontrando a Erika acurrucada en el sillón viendo caricaturas.

- Erika, mañana tienes escuela no es momento de ver caricaturas- dijo serio.

Ella levantó su rostro, él no podía soportar la imagen de sus hijos llorando.

Ella soltó un suspiro y le hizo señas para que se sentara a su lado para poder acurrucarse con su padre.

- Te voy a contar... Nuffink me gusta y quería darle algo lindo por San Valentín- Jack hizo una mueca de desagrado.

El par de padres habían notado que ambos niños hacían cosas lindas por el otro desde que Erika tenía tres y Nuffink cuatro, pero no estaba listo para que ninguno de sus hijos le dijera que le gusta una personita.

>> Me esforcé mucho y la abuela Marie me ayudó a conseguir un peluche bonito- "así que mi madre fue cómplice" pensó Jack.

>> Yo pensé que le iba a gustar, hasta le escribí una carta pero no, ni siquiera me habló en todo el día y se la pasó con Melody- ella hizo una mueca, Melody era una niña de la edad de Nuffink- y yo le iba a preguntar si no le había gustado el peluche que dejé en su banca pero Melody me dijo que él ya no quería ser mi amigo y que el peluche era algo muy infantil

Erika se volvió un manojo de lágrimas otra vez mientras abrazaba a su papá.

Jack estaba muy enojado, a su hija le había roto el corazón un pequeño engendro, eso no se podía quedar así.

***

Me estoy divirtiendo escribiendo drama de niños.