Offender

Tenerla otra vez entre mis brazos me hace recordar muchas cosas, me llena de paz y tranquilidad, la veo mientras está desmayada en mis brazos, se ve tan linda como siempre, se que ella esta bien así que camino con pasos lentos hacia la creepyhouse, entró y agradezco que no hay nadie en la sala, no quiero dar explicaciones, subo las gradas y me dirijo hacia donde era su habitación, la recuesto en la cama con cuidado y le doy un besó en la frente, bajo a la cocina para llevarle algo de comer

Cuando subo otra vez todavía está dormida, espero impaciente a que despierte, quiero besarla otra vez, hacer que se de cuenta que yo la necesitó así como ella me necesita a mí, me siento en la orilla de la cama y pasó la parte de atrás de mis dedos por su rostro

— Mi pequeña— le susurró y sonrió, ella se mueve y me quedo quieto

— Mm ¿D.dónde e.estoy?— sus ojos grises me miraron y se sentó de golpe en la cama — O.Offender

— Hola— mi mirada baja por su cuerpo, sólo tiene puesto una camisa Blanca que le puse antes y su ropa interior negra que hace contraste con su piel blanca, me quedo viendo sus piernas y me lamo el labio inferior

— ¿T.tu me cambiaste?— la vi divertido

— Si, aunque ya te he visto desnuda antes— su cara se pone roja y se tapa torpemente con la camisa, pongo mis manos sobre las suyas deteniendola

— Y.Yo……— me quitó mi gabardina junto con el sombrero, sus ojos bajan por mi cuerpo y me acerco a ella— ¿Q.que vas a……

—shh— la besó y ella no duda en seguirme, nuestras respiraciones se aceleran, así que subo mis manos a sus pechos y ella gime en mi boca, me subí arriba de ella y pasó uno de mis dedos por su ropa interior

— A.ah Offender— los muevo a un lado y la penetró con mi dedo— ¡Ah, Dios! — empiezo a mover mi dedo y cada vez aceleró los movimientos, sus gemidos se hacen más fuertes y se que esta a punto de venirse, así que levantó su camisa y meto uno de sus pechos a mi boca, los muerdo un poco y ella se viene en mi mano, sacó mi mano de ella y le quitó su ropa, me levantó de la cama y me bajo el pantalón, me vuelvo a subir arriba de ella y la penetró de golpe, ella gime de dolor y me quedo quieto

— ¿Estas bien?

— S.si, sigue— comienzo a moverme dentro de ella y sus gemidos me vuelven locos, y esa siempre a sido lo que la diferencia de las otras es que ella puede hacerme sentir, ella puede destruirme con sólo una mirada, sólo con ella me siento seguro y satisfecho, levantó una de sus piernas y la pongo sobre mi hombro, sus pechos se mueven con cada enroscada que le doy, sus paredes vaginales apretaron mi miembro y eso fue todo para que ambos lleguemos al orgasmo.