🏵️ final
“Mis buenos señores:
Ahora, se que el final, mi final; está cerca, el acto final de mi vida es hoy o mañana mismo (depende de cuando llegue está carta) por los que hablaré de mi caso, de mi vida.
No viví la mejor vida, pero viaje por todas y cada una de las rutas del mundo en busca de mundano capital y todo eso lo hice a mi manera.
Arrepentimientos? Tengo, pero puedo contarlos con los dedos de mi única mano, y son estos, dejar a mi madre y dejar que, quien creo que era mi alma gemela, mi hermano, mi amigo, mi único amigo, se sacrificara por mí, en fin, son solo esos dos, que realmente no deberían ser mencionados, hice lo que tenía que hacer con estos acontecimientos desafortunados de mi vida y, si bien no lo supere, supe sobrellevarlo.
Cada ruta que traze en mis viajes, cada paso cauteloso y más que eso, lo hice a mi manera.
Hubo veces que comía más de lo que podía masticar, pero al final, cuando había duda, la mastique, la mordí y la escupí. Me enfrente a todo de pie, llorando, riendo, temiendo, pero de pie, es decir, lo hice a mi manera.
He amado, reído y llorado, y ahora que le daré fin a todo, cualquier cosa me parece entretenida, pensar que hice todo eso sin timidez, no, no sería ti su dijera que no tuve miedo, pero lo enfrente a mi manera.
Ahora mismo, les pregunto, mis señores ¿Que es un hombre? ¿Que tiene el? Además de si mismo, no tiene nada más, pero yo, yo lo tuve todo, derrame mis lágrimas y dije cosas que realmente sentía, sin arrodillarme espiritualmente ante nada ni nadie.
Está historia, que es la mía, demuestra que resistí a los golpes a mi manera.
Se dieron cuenta que repetí mucho “a mi manera"? Bueno, lo voy a hacer una vez más, moriré a mi manera, no dejaré que lo hagan ustedes.
Moriré dónde quiera.
Moriré como quiera.
Moriré a mi manera.
Se despide, Jean-Paul Enyd Bourgeois."
El hombre arrugó el papel y grito con irá
El hijo de puta moriría sin pagarle ni un solo escudo.
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Enyd caminaba por pastisales con espada en mano, tranquilo, con una mirada y actitud pacíficas.
Estaba en paz.
Una vez llegó a una pequeña colina, enterró su espada y se dispuso a escribir por última vez en su bitácora.
“Aqui yace mi alma, más no mi cuerpo, porque este seguirá vagando hasta obtener su merecido descanso".
Con esto, dejo su bitácora en el suelo y por último se sacó el collar.
Un regalo de su madre.
Una vez hecho esto, se dispuso a caminar nuevamente, perdiéndose entre todo el verde del lugar.
•~fin~•
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