🌸
<< La ira de Huitzilopochtli fue gradual.
Todo inicio con el exigiendo más sacrificios, más corazones al Tlatoani y el regente ( por miedo ) acataba todas sus órdenes.
Después, cuando quedaban pocas personas a las que sacrificar, exigió que consiguieran más territorios.
Esa ira escaló al punto en que, en una reunión, planteo exterminar a la humanidad pero Quetzalcóatl le ganó en el debate (ella siempre fue inteligente y cuidadosa con sus palabras).
Pero eso no lo iba a detener.
Agarro a su Xiuhcoatl, quien por primera vez se había rehusado a unirse a él y tuvo que hacerlo por la fuerza, y emprendió camino hacia Tenochtitlan y con su serpiente de fuego, incinero todo a los ojos de Toniatuh.
El solo quería desaparecer y que mejor que destruyendo todo lo que a los demás les gustaba, más de uno le guardaría rencor por ello ¿no?
Eso sí, no contaba con que cierta Diosa se le apareciera y detrás de ella siguiéndole, su esposo.
Bueno, del esposo se encargará despues, ahora solo se va a deshacer de la molesta diosa del amor y las flores.
_______________________________________
Tezcatlipoca no creía lo que sus orbes negras cuál onix veían.
Su mujer.
Su esposa.
Su flor.
Su Xochiquetzal.
Está yacía inerte sobre el suelo y alzándose sobre ella, el colibrí de su hermano, mirándola como si fuera nada.
Y Tezcatlipoca? Tezcatlipoca estaba en shock, cayó sobre sus rodillas y dió un grito desgarrador por su flor ahora marchita y el colibrí que se había alimentado del néctar de la flor estaba serio viendo al jaguar.
Huitzilopochtli se acercó a paso lento y puso un hombro sobre el hombro de Tezcatlipoca, quien apretó los dientes, saco sus garras y trato de cortarlo, el colibrí reaccionó y se separó.
El jaguar tenía una mirada total y completamente salvaje, sus caninos crecieron de sobremanera, aparecieron manchas en su negra piel y atacó como una bestia.
El colibrí esquivaba al felino con agilidad, sus ataques iban a matar, iba a dejarlo, porque se lo merecía, el mato a su esposa y sabe cómo se siente perder a un ser querido, un ser amado, hasta que escucho:
— DE SABER QUE ESTO PASARÍA HUBIERA MATADO YO MISMO AL HUMANO EN LUGAR DE MANIPULAR A LOS OTROS PARA QUE ELLOS LO MATARÁN.
El...?
El había organizado todo?
El hombre que lo consoló con amor y cariño?
¿El manipuló a esos hombres para que matarán a su amante?
Debió imaginarselo, era Tezcatlipoca ¿Tan ingenuo fue? ¿Tan manipulable? Se siente como el día en que cayó en esas aguas y de un día para otro, era un adolescente cuando realmente solo era un niñito asustado.
Por eso fue tan fácil Manipularlo, por actuar como lo que era, como un niño.
Huitzilopochtli contra atacó dándole un puñete a Tezcatlipoca en el abdomen que lo saco a volar hasta chocar con una estructura.
Se acercó a paso lento a dónde Tezcatlipoca había caído y se acercó de a su rostro con una mirada igual de salvaje que la del otro.
— Fuiste tu?
Tezcatlipoca no respondió.
En cambio, se hecho a reír y eso enfureció más a Huitzilopochtli, quien grito:
— CÁLLATE Y RESPONDE, JAGUAR ASQUEROSO!
— Fui yo, Huitzilopochtli.... Te confieso algo?
— Esa confesión será lo último que digas, desgraciado.
— Siempre te odié, desde el momento en que eras una bolita de plumas pura, te aborrezco desde el primer día de tu existencia.
— Entonces no me voy a arrepentir de hacerte daño.
Y arremetió contra él.
______________________________________
Cuando Quetzalcóatl llegó, su hermano estaba en las últimas, pues Huitzilopochtli lo tenía agarrado por el cuello apunto de dar el golpe final.
Y así de rápido como analizo todo, fue a pararlo, tomo por el cuello a Huitzilopochtli, quien perdió el equilibrio y soltó a Tezcatlipoca, al verse libre, se abalanzo sobre Huitzilopochtli y le hizo un corte enorme en todo el pecho con sus garras.
Quetzalcóatl volvió a reaccionar y pateó en el cuello a Tezcatlipoca noqueandolo, acto seguido tomo la cabeza del más menor y le dió un cabezazo también dejándolo inconsciente.
Miro hacia al cielo y se quejo.
— Ay, señor padre....
Abrió sus alas y se los llevó hacia el Omeyocan, lugar divino de sus padres.
________________________________________
Con la cabeza en alto y apresado de los brazos camino enfrente de su padre/madre divino, Ometeotl, la divinidad dual de la creación, hombre y mujer al mismo tiempo, nada y todo.
— Huitzilopochtli.
Miro en esa dirección, reconoció al hermano de Xochiquetzal, Xochipilli, este lo miraba como si fuera lo peor del mundo.
El tiene razón.
— Espero que tu madre te extermine a tu y a todo lo que creaste.
— Reza para que pase.
Y volvió a caminar con una mirada vacía, miro hacia el frente y se encontró al único ser que no quería que lo viera así.
Su progenitora, Coatlicue, la pobre se encontraba confundida, sin saber que hacía ahí ella y que hacía el caminando hacia allá.
Eso le partió el corazón, quitó su expresión estoica para reemplazarla por preocupación y miro a los ojos a su madre.
La mirada de confusión de su querida progenitora fue cambiada por una de tristeza acompañada de gruesas lágrimas, su madre estaba llorando, por su culpa.
Su madre estaba llorando.
Por.
Su.
Culpa.
Eso lo hizo querer volver a llorar como un niño chiquito.
— Huitzilopochtli.
Hablo su madre divino.
— Tu sabes lo que has hecho?
Asintió.
— Sabes las consecuencias?
— Me van a matar?
Un sollozo escapó de la boca de Coatlicue, la sola idea de su niñito muerto... Era horrible para ella.
— No tan así, Huitzilopochtli.
El solo miro a su padre.
— Te involucraste románticamente con un humano, hiciste un genocidio, mataste una diosa y casi matas a tu hermano, no te mataremos, pero no saldras ileso ¿Lo sabes, no?
— Que pasará con mi ejército?
— Tus colibríes serán apresados.
— Los van a matar y enviar al Mictlan?
— No, pero enviaremos a muchas Tzitzimime a hacer el trabajo de ponerlos a dormir, por las buenas o por las malas.
— Puedo hacer algo?
— No.
— Puedo..... Mandar a alguien a que entregué un mensaje?
— Paynal.
El ser salió desde las sombras y se acercó a Huitzilopochtli, este le susurro algo en el oído y Paynal se fue.
— Gracias. ¿Que me pasará a mi?
— Se te va a despojar del título de Tlatoani, regente del Sur y deidad secundaria del sol y se te condenará a vivir como humano durante toda una vida, será una vida dura y llena de sufrimientos y solo podrás regresar como Dios cuando mueras por una causa noble. Está flecha de obsidiana contiene el veneno que te matará y que enviara tu Tonalli a un cuerpo humano.
Desde las sombras, el dios Xochipilli se encontraba trabajando para que esa sola vida, sean muchas vidas por las que pagar, el ya se había encargado de Tezcatlipoca, ahora se encargará de Huitzilopochtli.
Haría que Huitzilopochtli deseara desaparecer y que odiara su misma existencia.
Quería que sufriera.
— Xochipilli, la flecha, porfavor.
— Aquí tiene, señora.
Y Ometeotl apunto a la cabeza de Huitzilopochtli.
Y cuando disparó, se escuchó el grito desgarrador, horripilante y lleno de sufrimiento de una madre al perder a su hijo.
______________________________________
Ahora nos enfocaremos en un soldado colibrí de nombre desconocido, pero apodado “Huitzilin" se encontraba despierto mirando el cielo, pensando en cierta florcita que lo traía bien loquito desde hace tiempo de amor.
— El cielo cada día está más bonito.
Hablo tranquilo.
Y esa tranquilidad de no ser que las estrellas se veían más grandes con cada segundo que pasaba, corrió desesperado a despertar a sus compañeros.
— TZITZIMIME! VIENEN TZITZIMIME!
— DONDE ESTA EL SEÑOR HUITZILOPOCHTLI?!
— TOMEN SUS ARMAS Y LUCHEN!
Los soldadito se armaron y lucharon con todo su ser, algunos murieron otros quería huir y otros pelearon con ferocidad ( en el caso de Huitzilin)
Pero la gran mayoría obtenía el mismo resultado.
Incluyendo a nuestro Huitzilin.
El ya había Sido apresado por una Tzitzimime y veía como lentamente su cuerpo se transformaba en oro y no se podía mover, era como volver a morir, una que otra lágrima de miedo se le salió y entonces, dejo de pensar.>>
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top